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BREVE HISTORIA DEL HIMNO NACIONAL.

Se entiende por Himno una composición poética o musical de carácter religioso, mundano o mixto, para
adorar a la divinidad, venerar a la Patria, alabar a los héroes, ensalzar a un gran hombre, celebrar un suceso
memorable, expresar impetuoso júbilo o irrefrenable entusiasmo.

Se da el nombre de Himno Nacional a la composición literaria musical que representa el amor del pueblo
a su Patria y que es adoptado por un país para que, junto con la Bandera y el Escudo constituya el símbolo de
la nacionalidad.

Consumada la Independencia Nacional con la entrada triunfal del Ejército Trigarante a la Ciudad de
México, el 27 de septiembre de 1821, surgieron tentativas de composiciones poéticas y musicales para
proporcionar a la Nación un canto cívico, una canción patriótica, pero no de un Himno Nacional.
Siendo presidente de la República el General Antonio López de Santa Anna, a través del Oficial Mayor del
Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio, Don Miguel Lerdo de Tejada, el 12 de
noviembre de 1853 fue firmado el Acuerdo de la Convocatoria para la realización de un certamen poético-
musical que se publicó en el Diario Oficial el lunes 14 del mismo mes, para que, “haya un canto
verdaderamente patriótico, que adoptado por el Supremo Gobierno, sea constantemente el Himno
Nacional.....ofreciendo un premio, a la mejor composición poética que sirva al objeto...Otro premio se
destina, en los mismos términos, a la composición musical para dicho Himno”.

El dictamen del Jurado Calificador, emitido el 3 de febrero de 1854, se dio a conocer de esta manera:
“Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio.
Sometidos al examen del E.S.D. José Bernardo Couto y de los Sres. D. Manuel Carpio y D. Joaquín Pesado,
las veinticuatro composiciones poéticas que se presentaron a esta Secretaría, en virtud de la convocatoria
publicada, ha sido calificada de mayor mérito la siguiente, de la que resultó ser autor, al abrirse el pliego
cerrado, que llevaba su epígrafe, al Sr. D. Francisco González Bacanegra”

En el mismo documento siguen las diez estrofas del Himno premiado “y habiéndose conformado S.A.S. el
General Presidente con el parecer de la Comisión Calificadora, se hace saber, con arreglo a la referida
convocatoria, para que los compositores de la música, que deseen contender al premio, ofrecida a la
composición que obtenga la aprobación de la Junta que se nombre para el caso, dirijan sus obras a esta
Secretaría, dentro de sesenta días, bajo el concepto de que dichas obras deberán venir anónimas y
acompañadas de un pliego cerrado en el que conste el nombre de su autor, marcando en la cubierta con una
contraseña que dé a conocer la obra a que corresponda”.

El dictamen del Jurado Calificador, emitido hasta el 10 de agosto y publicado el 15 del mismo mes y año,
se comunicó en los términos siguientes:
“Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio,
De orden de E.S., y para los efectos consiguientes, se hace saber que, habiéndose nombrado por esta
Secretaría, una comisión, compuesta por los profesores de música don José Antonio Gómez, don Agustín
Balderas y don Tomás León, para que examinaran las composiciones que se presentaron en virtud de la
convocatoria respectiva, y calificara cuál de ellas merecía la preferencia y pudiera adoptarse como Himno
Nacional, se pasaron a dicha Comisión, quince, quedando depositadas en el archivo, y en riguroso secreto,
los pliegos cerrados que contenían los nombres de sus respectivos autores.

Verificado el examen y la calificación correspondientes, la Comisión remitió su dictamen, dando el


primer lugar, por unanimidad, a la composición que lleva por epígrafe: “Dios y Libertad”. En consecuencia ,
se procedió a abrir el pliego cerrado correspondiente, y resultando ser de don Jaime Nunó, se le declara, a
nombre de S, A. S., el General Presidente, autor del Himno que el Gobierno adopta como Nacional”.
El gobierno quería que se estrenara durante las fiestas patrias del 15 de septiembre de 1854, en la cuál
asistiría el Presidente Santa Anna, el himno fue cantado aquella noche por la soprano Claudia Fiorentini y el
tenor Lorenzo Salvi con los coros de la compañía de Bottecini quien dirigió la orquesta manifestando el
público su agrado y entusiasmo por la obra, pero el Presidente no acudió y se dispuso la repetición del Himno
Nacional Mexicano, para el día siguiente, cantado por la soprano Balbina Stefennone y el tenor Lorenzo
Salvi, esta vez si asistió el Presidente y el estreno quedó consignado oficialmente en esta fecha, 16 de
septiembre de 1854.

Después de esta fecha el Himno Nacional Mexicano, estuvo a punto de ser olvidado por la caída de Santa
Anna y el país entró en conflictos y una víctima de ello fue Francisco González Bocanegra autor del texto del
Himno Nacional, al grado de tener que refugiarse por ser sobrino de un político liberal, se refugió en el
sótano de la casa de un pariente y ahí contrajo una enfermedad mortal el tifo, y murió el 11 de abril de 1861.

Gracias al gobierno de Don Benito Juárez el himno no fue cambiado, ya que no faltó quien criticara la
letra del Himno Nacional por creerlo excesivamente centrada en la guerra, por eso creían oportuno hacerle
cambios, pero en 1864 Don Benito Juárez pasó por la ciudad de Monterrey y alguien se acercó a proponerle
modificaciones al Himno Nacional Mexicano y Juárez respondió “ni una sola nota ni una sola palabra se
quita al Himno Nacional Mexicano” y esa sentencia terminante salvó la integridad de la obra. Y se
suprimieron las correcciones que ya Bottesinni había ejecutado.

El Gobierno republicano se encargó de difundir gradualmente el Himno Nacional Mexicano al pueblo y se


comenzó a adoptar y sentirlo como una expresión más auténtica de triunfo.

La editorial H. Ángel editores imprimió numerosas partituras con letra para piano, que se vendieron con
mucho éxito. Y en 1889 la casa Wagner también editó el arreglo de Himno Nacional Mexicano para banda
del maestro Susano Robles y para entonces ya nadie discutía la excelencia de nuestro canto patrio.

El 15 de septiembre de 1901 el maestro Jaime Nunó dirigió la orquesta en una audición solemne del
Himno Nacional Mexicano quien muriera 8 años después.

En 1942 el Presidente Manuel Ávila Camacho declaró oficial el uso del Himno Nacional Mexicano y
obligatoria su enseñanza en todas las escuelas del Sistema Nacional. Así quedó establecido que nuestro
Himno Nacional Mexicano no debía mencionar a ninguna persona en particular pues ocupa un lugar muy por
encima de toda tendencia política y partidista.

En 1983 el Presidente Miguel De La Madrid Hurtado propuso al congreso elaborar una ley sobre las
características del uso de los símbolos patrios la cual entró en vigor el 24 de febrero de 1984, “LEY SOBRE
EL ESCUDO, LA BANDERA Y EL HIMNO NACIONALES”. Publicada en el Diario Oficial el 8 de
febrero de 1984.

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