Sistema Nacional de Coordinación Fiscal

Cambios qué ha tenido la ley de coordinación fiscal

La Ley de Coordinación Fiscal es una ley mexicana que regula la distribución de los
ingresos fiscales entre la Federación, los estados y los municipios. A lo largo de su historia,
esta ley ha sido objeto de diversas modificaciones para ajustar su contenido a las necesidades
y demandas de los diferentes actores políticos y económicos.
En términos generales, se pueden distinguir tres períodos en la evolución de la Ley de
Coordinación Fiscal: el período inicial (1978-1992), el período de transición (1993-2003) y el
período actual (desde 2004).

Durante el período inicial, la Ley de Coordinación Fiscal establecía una distribución

de los ingresos fiscales basada en una fórmula de reparto que consideraba principalmente la
población y el nivel de desarrollo económico de cada entidad federativa. Sin embargo, esta
fórmula fue objeto de críticas por parte de los estados menos poblados y menos desarrollados,
que argumentaban que no se les estaba dando un trato justo.

En respuesta a estas críticas, se realizaron diversas modificaciones a la Ley de

Coordinación Fiscal en el período de transición. Estas modificaciones incluyeron la creación
de un fondo de compensación para los estados menos desarrollados, así como la
incorporación de otros criterios de reparto como la inversión en infraestructura y el esfuerzo
fiscal de cada entidad federativa. Además, se estableció un esquema de coordinación fiscal
tripartita entre la Federación, los estados y los municipios.

En el período actual, se han llevado a cabo nuevas modificaciones a la Ley de

Coordinación Fiscal con el objetivo de fortalecer la coordinación fiscal entre las diferentes
entidades y mejorar la transparencia en la asignación de recursos. Entre las principales
modificaciones realizadas en este período se encuentran la creación de un fondo de
estabilización de ingresos para enfrentar situaciones de crisis económica y la incorporación
de criterios de desempeño y eficiencia en la asignación de recursos a las entidades
federativas.

En general, las premisas que han guiado estas modificaciones han sido la búsqueda de
un equilibrio entre la necesidad de fortalecer la capacidad financiera de los estados y
municipios y la necesidad de garantizar la estabilidad macroeconómica del país. Asimismo,
se ha buscado mejorar la equidad en la distribución de los recursos fiscales y promover la
coordinación fiscal entre las diferentes entidades federativas.
Sistema Nacional de Coordinación Fiscal

Análisis de los cambios que ha tenido la Ley de Coordinación Fiscal

La Ley de Coordinación Fiscal en México ha sido objeto de cambios significativos a lo largo

de su historia para adaptarse a las necesidades y demandas de los diferentes actores políticos
y económicos. Estos cambios se han dado en tres períodos diferentes: el período inicial, el
período de transición y el período actual.

En el período inicial, la Ley de Coordinación Fiscal se centraba en la distribución de los

ingresos fiscales en función de la población y el nivel de desarrollo económico de cada
entidad federativa. Sin embargo, esta fórmula de reparto fue objeto de críticas por parte de los
estados menos poblados y desarrollados, que argumentaban que no se les estaba dando un
trato justo.

En respuesta a estas críticas, se realizaron diversas modificaciones en el período de

transición, que incluyeron la creación de un fondo de compensación para los estados menos
desarrollados, así como la incorporación de otros criterios de reparto como la inversión en
infraestructura y el esfuerzo fiscal de cada entidad federativa. Además, se estableció un
esquema de coordinación fiscal tripartita entre la Federación, los estados y los municipios.

En el período actual, se han llevado a cabo nuevas modificaciones para fortalecer la

coordinación fiscal entre las diferentes entidades y mejorar la transparencia en la asignación
de recursos. Estos cambios incluyen la creación de un fondo de estabilización de ingresos
para enfrentar situaciones de crisis económica y la incorporación de criterios de desempeño y
eficiencia en la asignación de recursos a las entidades federativas.