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Universidad Tecnológica Nacional  Energía  Facultad Regional Villa María 


 
 

CAPÍTULO 7
ENERGÍA

7.1 Introducción [1]


La actual situación energética global y su posible evolución requiere realizar una
reflexión profunda sobre los pilares y cimientos que soportan nuestra forma de producir y
consumir energía, es decir nuestra forma y modo de vida actual.
La energía es una magnitud física que asociamos con la capacidad que tiene la
materia para producir trabajo mecánico, emitir luz o generar calor. En todas estas
manifestaciones se da una característica común, a la que llamamos energía, que es propia de
cada sistema material según su estado físico-químico en un momento determinado y cuyo
contenido varía cuando este estado se modifica.
Para la física, la energía es uno de los conceptos básicos que puede manifestarse de
distintas formas: potencial, cinética, química, eléctrica, magnética, nuclear, radiante, etc.,
existiendo la posibilidad de que se transformen entre sí pero respetando siempre el principio
de la conservación de energía que afirma que la energía no puede crearse ni destruirse, sólo
se puede cambiar de una forma a otra y así, por ejemplo, la energía eléctrica se transforma en
energía calorífica en un calefactor eléctrico o energía mecánica en un motor eléctrico.
Por tanto, en el Universo no puede existir creación o desaparición de energía, sino
transferencia de un sistema a otro o transformación de energía de una forma a otra. Este
fenómeno se produce desde la interacción de cuántica (“lo muy pequeño”) hasta las
interacciones interestelares (“lo muy grande”). Así, somos conscientes de la transformación de
materia en energía en los procesos nucleares, y de la transformación constante materia-
energía a nivel cósmico
El hombre, a lo largo de su historia evolutiva, ha realizado mediante su propio
esfuerzo físico, actividades que consumían energía, apoyándose adicionalmente en los
animales domésticos como los caballos, bueyes, burros, etc. Sin embargo, hasta la llegada de
la revolución industrial y la máquina de vapor, la utilización de sistemas mecánicos para
proporcionar energía se limitaba a la aplicación de tecnologías de poco rendimiento como los
molinos de viento o de agua.
La correspondencia biunívoca entre el nivel o calidad de vida de una sociedad y
el consumo energético se puede apreciar en cualquiera de las actividades cotidianas pero
asimismo desde una perspectiva histórica.

                                                            
1
 Colino Martínez, A.; Caro, R. La Nueva Geopolítica de la Energía. Ministerio de Defensa ‐ Centro Superior de 
Estudios de la Defensa Nacional, 1ra Edición, Madrid, 2010.  
 
 
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El desarrollo tecnológico está asociado a las fuentes de energía y ha dado como
resultado una sociedad moderna del siglo XXI que depende de un entramado global de redes
energéticas e intereses estratégicos por el control de los recursos energéticos asociados al
desarrollo y futuro de la humanidad.
Por otra parte, la relación entre crecimiento económico e incremento de la demanda
de energía a lo largo de la historia de la humanidad tiene implicancias de tal magnitud que
hacen que la disponibilidad de fuentes de energía condicione el orden mundial, en la medida
que el número de habitantes que demanda recursos energéticos aumenta permanentemente.
En una economía de mercado el precio de los productos energéticos, tales como el
petróleo, el gas o la electricidad se comportan según un principio de oferta y demanda,
pudiendo generar efectos económicos globales, tal como ocurrió con la crisis energética
causada debido a la fuerte elevación de los precios del petróleo en el año 1973, lo que provocó
que el crudo del mar del Norte dejase de considerarse únicamente recurso para considerarse
reserva estratégica. Una crisis energética se define como la imposibilidad del mercado de
ajustar los precios en respuesta a una disminución de la materia disponible. Durante dicha
crisis, el incremento del precio del petróleo desencadenó un aumento en el precio de otras
fuentes de energías primarias, que afectó de forma considerable las economías de todos los
países industrializados importadores de petróleo, quienes sufrieron una grave deuda en sus
balanzas comerciales, unido a altas tasas de inflación y desempleo que llevaron a la economía
mundial a un severo estado de recesión.
Los pronósticos de agotamiento de las reservas de los combustibles, y en particular
del modelo energético basado en el petróleo, proyecta un escenario futuro donde la energía
será más cara y con una demanda en crecimiento.

7.2 La Energía y sus conceptos asociados [2]


El hombre, desde su existencia, ha necesitado la energía para sobrevivir. Pero…
¿qué es? ¿Por qué tiene tanta importancia la energía? ¿Por qué es importante el ahorro
energético?
La energía es la capacidad de los cuerpos para producir transformaciones
(cambios) en ellos mismos o en otros cuerpos. Así, decimos que un cuerpo posee cierta
cantidad de energía cuando puede realizar transformaciones a expensas de ella. En síntesis, la
energía es la capacidad de producir un efecto.
Como la mayoría de estas transformaciones se pueden medir en términos de fuerzas
y desplazamientos, es decir, mediante el trabajo, podemos asociar un tipo concreto de energía
a cada trabajo realizado. Se distinguen, entre otros, los siguientes:

                                                            
2
 Sitio Web (2015): http://www.endesaeduca.com/Endesa_educa/recursos‐interactivos/conceptos‐
basicos/i.‐la‐energia‐y‐los‐recursos‐energeticos  
 
 
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- Energía cinética (Ec). Dado que los sistemas en movimiento pueden realizar trabajo, la
energía cinética es la que posee un cuerpo por el hecho de moverse.
- Energía potencial (Ep). En los casos en los que la posición que ocupe un sistema
permita la realización de trabajo, la energía asociada a esa posición se denomina
potencial. Son ejemplos de energía potencial la que existe en cada lugar de los campos
gravitatorio y electrostático o la asociada a la deformación elástica de un resorte.
- Energía mecánica (E). Es la suma de las diversas energías potenciales y la energía
cinética que posee un cuerpo.
- Energía interna (U). Es la que tiene un sistema debido a su agitación, su masa, su
posición en un campo de fuerzas, etc.
En la siguiente sección se incluirán detalles de formalismo fisicomatemático
asociados a cada una de estas energías y se ampliarán los conceptos a los diferentes tipos de
energía.
La unidad de medida que utilizamos para cuantificar la energía es el Joule (J).
Existen dos principios fundamentales relacionados con la energía:
1. El principio de conservación de la energía indica que la energía no se crea ni
se destruye; sólo se transforma de unas formas en otras. En estas
transformaciones, la energía total permanece constante; es decir, la energía total
es la misma antes y después de cada transformación.
2. El principio de degradación de la energía indica que cuando se efectúa una
transformación de energía, parte de la misma se degrada, es decir, parte de la
energía inicial se transforma en energía no utilizable. En toda transformación,
parte de la energía se convierte en calor o energía calorífica.

A partir del principio de degradación de la energía, es posible definir el concepto de


rendimiento como la relación entre la energía útil obtenida y la energía aportada en una
transformación.
í  Ú
 % 100
í  

7.3 Tipos de energía [3]


La energía se manifiesta de diferentes maneras, recibiendo así diferentes
denominaciones según las acciones y los cambios que puede provocar.
Encontramos los siguientes tipos de energía:
                                                            
3
 Ibíd.  
 
 
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Tipos de Energía
La energía mecánica relacionada con la posición y el movimiento del cuerpo,
y que se divide en estas dos formas:
• Energía cinética, que se manifiesta cuando los cuerpos se mueven. Es
decir, es la energía asociada a la velocidad de cada cuerpo. Se
calcula con la fórmula:
E c= ½ m • v 2
donde m es la masa (Kg), v la velocidad (m/s) y E c la energía cinética
(J=Kg·m 2 /s 2 )
• Energía potencial, que hace referencia a la posición que ocupa una
Energía masa en el espacio. Su fórmula es:
mecánica
E p= m • g • h
donde m es la masa (Kg), g la gravedad de la Tierra (9,81 m/s 2 ), h= la
altura (m) y E p la energía potencial (J=Kg·m 2 /s 2 ).
La energía mecánica es la suma de la energía cinética y la energía
potencial de un cuerpo. Su fórmula es:
Em=Ep+Ec
donde E m es la energía mecánica (J), E p la energía potencial (J) y E c la
energía cinética (J).

La energía interna se manifiesta a partir de la temperatura. Cuanto más


Energía interna
caliente esté un cuerpo, más energía tendrá.
La energía eléctrica está relacionada con la corriente eléctrica. Es decir, en
Energía eléctrica un circuito en el que cada extremo tiene una diferencia de potencial
diferente.
Se asocia con la cantidad de energía que pasa de un cuerpo caliente a otro
Energía térmica
más frío manifestándose mediante el calor.
Esta energía se atribuye a la presencia de un campo electromagnético.
Energía Las radiaciones que provoca el Sol son un ejemplo de ondas
electromagnética electromagnéticas que se manifiestan en forma de luz, radiación infrarroja u
ondas de radio.
Energía química La energía química se manifiesta en determinadas reacciones químicas.
Ésta se produce cuando los núcleos de los átomos se rompen (fisión) o se
Energía nuclear
unen (fusión).
Podrían aumentarse el tipo de energías listadas pero esos tipos de energía no son de
interés a los efectos de este curso.

 
 
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7.4 Propiedades de la energía [4]


La energía tiene 4 propiedades básicas:
• Se transforma. La energía no se crea, sino que se transforma, siendo durante
esta transformación cuando se ponen de manifiesto las diferentes formas de
energía.
• Se conserva. Al final de cualquier proceso de transformación energética nunca
puede haber más o menos energía que la que había al principio.
• Se transfiere. La energía pasa de un cuerpo a otro en forma de calor, ondas o
trabajo.
• Se degrada. Solo una parte de la energía transformada es capaz de producir
trabajo y la otra se pierde en forma de calor o ruido (vibraciones mecánicas no
deseadas).
Las tres primeras pueden ser agrupadas en torno al Principio de Conservación de la
Energía; por su lado, la última pone de manifiesto el Principio de Degradación de la Energía, el
cuál está íntimamente ligado al concepto de Entropía.

7.5 Transferencia de energía [5]


Hay tres formas de transferir energía de un cuerpo a otro:
• Trabajo
• Ondas
• Calor
7.5.1 Trabajo
Cuando se realiza un trabajo se pasa energía a un cuerpo que cambia de una
posición a otra.
Por ejemplo, si en casa desplazamos una caja, estamos realizando un trabajo para
que su posición varíe.

7.5.2 Ondas
Las ondas son la propagación de perturbaciones de ciertas características, como el
campo eléctrico, el magnetismo o la presión, y que se propagan a través del espacio
transmitiendo energía.

                                                            
4
 Ibíd.  
5
 Ibíd.  
 
 
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7.5.3 Calor
Es un tipo de energía que se manifiesta cuando se transfiere energía de un cuerpo
caliente a otro cuerpo más frío. Existen tres formas diferentes de transferencia energética:
• Conducción: cuando se calienta un extremo de un material, sus partículas
vibran y chocan con las partículas vecinas, transmitiéndoles parte de su
energía.
• Radiación: el calor se propaga a través de ondas de radiación infrarroja
(ondas que se propagan a través del vacío y a la velocidad de la luz).
• Convección: es propia de fluidos (líquidos o gaseosos) en movimiento. El
movimiento de partículas lleva asociado una cantidad de calor que es
entregado si se encuentra con otro medio a menor temperatura.

7.6 La geoestrategia y geopolítica de la energía [6]


El Diccionario de la Real Academia Española, define a la geopolítica como la ciencia
que pretende fundar la política nacional o internacional en el estudio sistemático de los
factores geográficos, económicos, raciales, culturales y religiosos.[7] La 23ª edición
incorpora una notable modificación de la definición, mencionando a la geopolítica no como una
ciencia sino como un adjetivo que refiere a lo relacionado con el punto de vista geográfico y
político de una región.[8] En este trabajo consideraremos la definición de la 22ª por considerarla
más apropiada al reflejar un campo de conocimientos cuya utilidad está ampliamente probada
en el marco de la conducción de los estados.
Por otro lado, la geoestrategia, en sentido restringido, es el estudio de la influencia de
la geografía en la estrategia[9]; en sentido amplio, implica la gestión estratégica de los intereses
geopolíticos[10] y el estudio de la influencia de la geografía desde el punto de vista estratégico,
de tal manera que permita el control y/o posicionamiento físico de los espacios que den, a
quien los posea, ventajas geopolíticas[11].

                                                            
6
  Lucioni,  E.J.  La  geoestrategia  y  geopolítica  de  la  energía  como  promotoras  de  las  energías  renovables. 
Escuela de Estudios Avanzados, Universidad Tecnológica Nacional, Buenos Aires, 2014. 
7
 Diccionario de la Lengua Española. 22.ª edición, Madrid, 2012. 
8
 Diccionario de la Lengua Española. 23.ª edición, Madrid, 2014.
9
 Diccionario. 22.ª edición. Op Cit.
10
 Brzezinski, Z.. El Gran Tablero Mundial. Ediciones Paidos Ibérica S.A., Barcelona, 1998.
11
  Rosales  Ariza,  G.E.  Geopolítica  y  Geoestrategia,  Liderazgo  y  Poder.  Universidad  Militar  Nueva  Granada, 
2005
 
 
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Cada Geopolítica cuenta con una Geoestrategia para precisar la elección de los
puntos de interés para la aplicación del poder. (Y también lo hace para desvelar donde está la
clave del poder) [12].
La energía es un “objeto” de necesario
tratamiento geopolítico y geoestratégico que los
estados, en mayor o menor medida, visualizan como el
recurso básico para su existencia y desarrollo. Su
concepto refiere a una magnitud física que asociamos
con la capacidad que tiene la materia para producir trabajo mecánico, emitir luz o generar
calor. En todas estas manifestaciones se da una característica común, a la que llamamos
energía, que es propia de cada sistema material según su estado físico-químico en un
momento determinado y cuyo contenido varía cuando este estado se modifica.[13]
Existe una correspondencia biunívoca entre el nivel o calidad de vida de una
sociedad y el consumo energético se puede apreciar en cualquiera de las actividades
cotidianas. Es difícil imaginar una sociedad desarrollada tecnológicamente sin recursos
energéticos.
Este desarrollo ha dado como resultado una sociedad moderna del siglo XXI que se
encuentra inmersa en un entramado global de redes energéticas e intereses estratégicos por el
control de los recursos energéticos asociados al desarrollo y futuro de la humanidad. Así, la
energía es situada junto a los factores de producción clásicos (trabajo, tierra y capital) y su
disponibilidad, la garantía y seguridad de suministro se ha convertido en una condición
necesaria para el funcionamiento cotidiano de la sociedad.
Por otra parte, la relación entre crecimiento económico e incremento de la demanda
de energía a lo largo de la historia de la humanidad haciendo que la disponibilidad de fuentes
de energía condicione el nuevo orden mundial.
En una economía de mercado, el incremento del precio de los productos energéticos,
tales como el petróleo, el gas o la electricidad influye directamente sobre tres factores (el precio
de la energía, la inflación y las políticas de ajuste) que modifican el orden nacional e
internacional, poniendo en foco la necesidad del control de las fuentes energéticas
tradicionales y la necesidad de desarrollar fuentes de energías que no estén relacionadas
exclusivamente con los hidrocarburos, por ejemplo, energías renovables.
Las políticas energéticas nacionales deberían fijarse en torno a tres grandes
objetivos:
• la sostenibilidad,
• la competitividad y
• la seguridad de abastecimiento.
                                                            
12
 Instituto Español de Estudios Estratégicos. Estrategia, Geoestrategia y Geopolítica. Madrid, 2010.
13
 Colino Martínez y Caro. Op. Cit.
 
 
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La sostenibilidad está asociada a la necesidad de desarrollar fuentes de energía con
bajas emisiones de carbono. La competitividad refiere a la eficiencia de los métodos de
generación de energía. Finalmente, la seguridad de abastecimiento requiere una matriz
energética diversificada, mediante un mayor uso de las energías renovables y combinación
de las rutas y las fuentes de abastecimiento de la energía.
La posesión de un territorio y de los recursos en él contenidos han sido causa de
conflictos que han abarcado el más amplio espectro de violencia, llegando hasta la guerra
como máxima expresión de la escalada de un conflicto.[14]
La energía es un recurso que puede ser geolocalizado y la necesidad de ella abre
caminos hacia la extensión de los “intereses nacionales” que cada estado esgrime en pro de
garantizar el insumo energético para su desarrollo.[15]
Ahora bien, esos “intereses nacionales”, los cuales se podían asociar a los
tradicionales conceptos de Nación-Estado, actualmente han perdido influencia en
contraposición con el poder que despliegan los grandes grupos económicos cuyo accionar
traspasa, disuelve, crea y modifica los límites políticos (fronteras) de un país. Así, la geopolítica
tradicional hoy recibe el aporte de la economía transformándose en una geopolítica económica.
La lucha por los recursos energéticos ha tomado real protagonismo en los últimos 50
años.[16,17]
A partir de la Revolución Industrial las necesidades energéticas se incrementaron
notablemente. El carbón fue la primera fuente de energía importante pero dado que el carbón
se encuentran presente, en mayor o menor medida, en casi todas las regiones del planeta, su
producción y transporte no se convirtió en un factor geopolítico relevante.
La primacía del carbón como fuente de energía principal finalizó como consecuencia
de los avances en la tecnología de motores. Tras la finalización de la Primera Guerra Mundial
resultó evidente que, al igual que el siglo anterior había sido el «siglo del carbón», en el siglo
XX, el petróleo y sus derivados adquirirían una primacía destacada, principalmente a partir de
los años cincuenta, época en que sobrepasó definitivamente al carbón como fuente de energía
principal.
El ingreso del petróleo a la panoplia de fuentes de energía relevantes modifica la
situación geopolítica global.[18]
A diferencia del carbón, el petróleo sólo aparece en regiones concretas distribuidas
irregularmente por el planeta. De este modo su masiva utilización creó rápidamente una
                                                            
14
 Giordano, E. Las guerras del petróleo. Editorial Icaria, 2002 
15
 Ibíd. 
16
 Klare, M.T. Guerras por los recursos.  Editorial Urano, 2003.
17
 Heinberg, R. «Energy Geopolitics», Energy Bulletin, en: www.energybulletin.net (acceso 11 de octubre de 
2014). 
18
 Huntington, S.P. El choque de las civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial. Plaza & Janes, 1993. 
 
 
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auténtica geopolítica del petróleo, basada en la interrelación de tres factores: lugares de
producción, lugares de consumo y las rutas de transporte que unen a ambos.[19]

En general y salvo algunas situaciones de guerra, el abastecimiento de petróleo no


vivió sus primeras convulsiones hasta la creación de la Organización de Países Exportadores
de Petróleo (OPEP) en 1960. A partir de ese momento el petróleo sufrió una profunda
transformación pues a su condición de objetivo prioritario en la guerra, sumó su capacidad de
coerción en situaciones de aparente ausencia de conflicto. Dicho de otro modo, el petróleo se
convirtió en un arma disponible para su utilización con fines políticos.
Desde el punto de vista de la geopolítica de la energía, esta situación de
predominancia del petróleo es modificada por la irrupción del gas natural como fuente de
energía, generando un cambio en el panorama energético internacional.

Si ahora realizamos similar análisis de geolocalización sobre los principales


productores de gas actuales, así como a los poseedores de las mayores reservas, se llega a la
conclusión de que la producción de gas natural refuerza aún más la posición de varias
naciones y regiones productoras de petróleo.
En este contexto casi coercitivo que pueden (y lo hacen) ejercer los “propietarios” de
los recursos energéticos más demandados, surge la necesidad de poner la mirada sobre otras
posibles fuentes de energía que generen “independencia geopolítica”; entonces, es
obligatorio “traer al ruedo” a la energía nuclear y a las energías renovables.
Si bien la energía nuclear ha sufrido (y resistido) fuertes embates desde el sector
ambientalista, actualmente resurge como una posibilidad de superar las crisis energéticas que
se vaticinan para cuando los combustibles fósiles no alcancen para atender la demanda
mundial. El incremento constante del consumo de energía eléctrica, el bajo coste relativo de la
                                                            
19
 Colino Martínez y Caro. Op Cit. 
 
 
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energía producida, la disponibilidad permanente y la práctica ausencia de contaminación
atmosférica emitida, otorgan a la energía nuclear unas ventajas innegables como fuente de
energía primaria.
Ahora, empleando una vez más el mismo análisis que para el carbón y el petróleo,
podemos referirnos a una geopolítica del uranio. Más aun cuando ya existen posibilidades
ciertas de emplearlo sin necesidad de ningún tipo de enriquecimiento como ocurre en las
centrales nucleares argentinas.
Por su parte, las energías alternativas, representadas principalmente por las energías
eólica, solar, hidráulica, producida por medio de biomasa, mareomotriz y geotérmica,
presentan, desde el punto de vista geopolítico, unas características totalmente diferentes
respecto a las propias de los hidrocarburos o del uranio. De hecho, simplemente no se puede
hablar de geopolítica de las energías alternativas, puesto que su disposición y utilización,
en mayor o menor grado, está al alcance de cualquier nación que posea una voluntad firme en
cuanto a su utilización y asigne los recursos necesarios.
Estas energías renovables suponen, cuando alcancen su pleno desarrollo
tecnológico y en unión de la energía nuclear, la posibilidad de que las naciones
energéticamente deficitarias equilibren en gran medida su balance energético.
El continente americano tiene en la actualidad un gran protagonismo en el panorama
energético mundial. América Latina presenta un papel relevante en cuanto a la producción
de recursos energéticos y la existencia de reservas probadas de los mismos, así como la
muy probable aparición de nuevas reservas en un futuro previsible, teniendo en cuenta los
esfuerzos de localización que se realizan en la actualidad tanto en el continente como en sus
aguas circundantes y los enormes espacios vacíos existentes. Aun así, el continente
americano no constituye una región geopolítica en materia energética ya que un balance
Input-Output a nivel continental arroja como resultado un déficit de fuentes de energía; Estados
Unidos y Canadá son dos grandes consumidores de energía y eso inclina la balanza en el
marco continental.
Un fenómeno reciente en la configuración geopolítica de América Latina ha sido la
emergencia de la percepción de la energía como un elemento clave en la geopolítica
regional y global.[20] Esta percepción de la centralidad de la energía en la geopolítica mundial
también ha provocado actitudes y políticas de nacionalismo energético entre los grandes
consumidores energéticos –como EEUU– y las nuevas economías emergentes –como China y
la India–, actores geopolíticos que ahora contemplan como regiones exportadoras netas de
hidrocarburos –como es el caso de América Latina– pueden encajar en sus estrategias
exteriores para garantizar sus futuros suministros de energía.[21]
En el pasado, los grandes poderes económicos –pero particularmente EEUU–
habrían mirado hacia América Latina para encontrar fuentes tanto de productos agrícolas como
                                                            
20
 Isbell, P. Reexaminando la seguridad energética. ARI nº 123/2007, Real Instituto Elcano, 2007. 
21
 Isbell, P. Energía y geopolítica en América Latina. DT Nº 12/2008. Real Instituto Elcano, 2008. 
 
 
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de productos metalúrgicos. Hoy en día la materia prima de la energía –particularmente el
petróleo, pero potencialmente también el gas natural– ha surgido como una de las más
importantes variables en el contexto geopolítico mundial. Aunque América Latina posee
relativamente pocos recursos energéticos, comparado con Oriente Medio, el norte de África,
Asia Central o Rusia, en su propio contexto regional podría desempeñar un papel muy
relevante en el juego geopolítico mundial de la energía.
El hemisferio occidental entero (y América Latina en menor medida) padece un déficit
energético en el corto plazo.[22] Además esta dependencia externa aumentará en el futuro,
especialmente debido al declive en la producción de hidrocarburos en EEUU y al significativo
aumento del consumo energético previsto para América Latina (2,3% por año hasta 2030) a lo
largo de las próximas décadas. Esta tendencia implicará una dependencia cada vez mayor por
parte de los países americanos de los productores del Golfo Pérsico, los países de Asia
Central y de Rusia.[23]
A partir de la década del 2000, América Latina muestra una tendencia hacia el
nacionalismo energético ayudada por las condiciones de la economía mundial; se percibe
una creciente sensación de independencia en las políticas energéticas asociada a la “re-
nacionalización” de los sectores energéticos.
Estos procesos que consideran a la energía como “asunto nacional” tienen modelos
diferentes; por un lado, el modelo venezolano (imitado por varios países de la región) tendiente
a la estatización de las empresas de energía. Por el otro, Brasil con un esquema claramente
diferente, ha convertido su empresa de bandera, Petrobrás, en una de las empresas
petrolíferas –tanto estatales como privadas– más exitosas en términos de aumentos de
reservas y producción, capacidad técnica y desarrollo de proyectos internacionales.
El hecho de Brasil se haya convertido (junto a Rusia) en el segundo país BRIC [24]
autosuficiente en energía hace que su poder geopolítico se incremente paulatinamente, sobre
todo en el escenario internacional.[25]

                                                            
22
  Mabro,  R.  El  nacionalismo  petrolero  y  sus  implicaciones  para  la  seguridad  energética.  ARI  nº  114/2007, 
Real Instituto Elcano, 2007. 
23
 Isbell, P. El gas: un asunto conflictivo en América Latina. ARI nº 48/2006, Real Instituto Elcano, 2006. 
24
 El término BRIC (Brasil‐Rusia‐India‐China) fue acuñado en 2006 por Goldman Sachs para hacer referencia a 
aquellas  economías  emergentes,  que  previsiblemente  dominarán  el  devenir  económico  y  político  del  siglo 
XXI. En 2011 se unió Sudáfrica y pasó a denominarse BRICS. Entre otras características, estos son países con 
gran población y extensión territorial. En conjunto de países “representan  la mitad de la población mundial, 
el  23%  del  PIB  del  mundo  y  más  del  40%  de  la  superficie  del  planeta” (Sitio  Web  2014: 
www.laeconomia.com.mx/bric‐paises‐bric/  ).  El  artículo  original  de  Goldman  Sachs,  Dreaming  With  BRICs: 
The  Path  to  2050,  puede  leerse  en  el  sitio  web  (2015):  http://www.goldmansachs.com/our‐
thinking/archive/archive‐pdfs/brics‐dream.pdf.  NOTA:  Goldman  Sachs  es  uno  de  los  grupos  de  banca  de  inversión  y 
valores  más  grandes  del  mundo.  La  compañía  está  organizada  en  cuatro  áreas  de  negocios:   inversión 
bancaria, comercio, administración de activos y servicios de deuda. 
25
 Isbell, P. El gas: un asunto conflictivo en América Latina. ARI nº 48/2006, Real Instituto Elcano, 2006. 
 
 
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La demanda de energía es cada vez mayor por parte de países industrializados
como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, y lo es, asimismo, por parte de dos naciones
en vías de rápida industrialización, China y la India.
Asimismo la mayoría de los países consumidores dependen de fuentes de energía
externas que tienen que importar, y esta dependencia es cada vez mayor por cuanto las
nuevas políticas energéticas tienden a seguir directrices cada vez más rigurosas en cuanto a
porcentajes de consumo de las distintas fuentes de energía.
Dentro del actual escenario energético internacional –y antes de considerar el gran
reto pendiente de transformar la base energética mundial en una economía basada en la
energía post-hidrocarburos–, las trayectorias de Venezuela y Brasil representan dos caminos
hacia el futuro de la región. Uno persigue el nacionalismo energético y su propia versión
“antiimperialista” –con consecuencias que pueden contribuir a la fragmentación del proceso
actual de globalización. El otro sigue un camino más abierto, más pragmático y más en
consonancia con una globalización inteligentemente concebida.
Ante tal coyuntura geopolítica, las energías renovables dejan de ser una alternativa
para ser una opción casi obligatoria a fin de generar las condiciones de seguridad
energética para el desarrollo.

 
 
Ingeniería Mecánica # Química Aplicada  Página 12 de 14  Dr. Ing. Eldo José Lucioni 
 
 
 
Universidad Tecnológica Nacional  Energía  Facultad Regional Villa María 
 
 
Bibliografía

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13. Lucioni, E.J. La geoestrategia y geopolítica de la energía como promotoras de las energías
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b) Principal:

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2. Celsi, S.A.; Iacobucci, A. Química Elemental Moderna Orgánica. Buenos Aires. Kapelusz, 16ta
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Ingeniería Mecánica # Química Aplicada  Página 13 de 14  Dr. Ing. Eldo José Lucioni 
 
 
 
Universidad Tecnológica Nacional  Energía  Facultad Regional Villa María 
 
 
4. Introducción a la destilación de petróleo crudo (Parte 1). Traducción de Marco Antonio Núñez Esguer.
Dpto. de Ingeniería y Metalurgia. Universidad de Sonora (Hermosillo, Sonora, México). Sitio web
(2013): http://www.youtube.com/watch?v=rTxVnNnu7Hg
5. Lucioni, E.J. Apuntes de la Cátedra “Química Aplicada”. Villa María. Universidad Tecnológica Nacional,
Facultad Regional Villa María. 2014.
6. Secretaría de Energía. Centrales Eléctricas. 2012.
7. Secretaría de Energía. Conceptos sobre energía. 2003.
8. Secretaría de Energía. Conceptos sobre Hidrocarburos. 2003.

c) Complementaria:

1. Arias, J.M. Gas natural licuado. Tecnología y mercado. Instituto Argentino de la Energía. 2006.
2. Norma IRAM 6515-1. Calidad de combustibles - Combustibles líquidos para uso en automotores.
3. Rusillo, S.; Gonzalez, J. Recursos Energéticos. Universidad Tecnológica Nacional. Facultad Regional
San Francisco. Apunte de la Cátedra Tecnología del Calor.
4. Secretaría de Energía. Balance Energético – Metodología BEN. 2003.
5. Secretaría de Energía. Catálogos Recursos Hídricos. 2003.
6. Secretaría de Energía. Energía Biomasa. 2008.
7. Secretaría de Energía. Energía Eólica. 2008.
8. Secretaría de Energía. Energía Geotérmica. 2008.
9. Secretaría de Energía. Energías Renovables - Energía Solar. 2008.
10. Secretaría de Energía. Energías renovables. Diagnóstico, barreras y propuestas. 2009.
11. Secretaría de Energía. Mercado Eléctrico Mayorista. 2002.
12. Secretaría de Energía. Pequeños aprovechamientos hidroeléctricos. 2008.
13. Standard ASTM D 6751. Biodiesel Blend Stock Specification (B100)

 
 
Ingeniería Mecánica # Química Aplicada  Página 14 de 14  Dr. Ing. Eldo José Lucioni 
 
 

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