Está en la página 1de 12

República Bolivariana de Venezuela

Centro de Estudios Simón Bolívar


Diplomado Vida y Obra del libertador Simón Bolívar

De la resistencia aborigen hasta el levantamiento mantuano de 1810.


El liderazgo de Bolívar como elemento de unidad de clase entre los mantuanos.

Modulo 1I
Distrito Capital. Municipio Libertador. Parroquia Sal Agustín
Comunidad de Autoformación de San Agustín.
Víctor Jesús Reyes Espinoza
Cédula de Identidad: 10.488.029

Caracas, marzo 2023


El Poblamiento Inicial, la Invasión Europea y la Migración Forzada desde África, influencia en la
conformación de una Identidad Rebelde

El poblamiento del territorio de la unidad político administrativa que conocemos hoy como
República Bolivariana de Venezuela tiene más de 14000 años de historia. Los Europeos llegaron a estas
latitudes apenas en 1498, pero lo hicieron con una violencia tal, que su presencia generó el mayor
genocidio humano con la casi extinción de todas las culturas originarias.

Al momento de la llegada de los invasores europeos, los pueblos arahuacos constituían la


familia lingüística más extendida en el Abya Yala. Presentaba dos áreas fundamentales de expansión,
una al norte en la cuenca del Mar de las Antillas o Caribe, donde su dominio era casi absoluto en las
islas tanto en las antillas menores como en las mayores, incluso en las Bahamas y en las costas de los
territorios de tierra firme desde la Florida hasta las Guayanas, además de estar presente en los llanos de
la actual Venezuela y Colombia y en la Orinoquía y Amazonía.

En su zona de expansión al sur, se ubicaron en los territorios de los actuales Bolivia, norte de
Argentina, este de Perú y oeste de Brasil y Paraguay.

El otro pueblo en expansión era el de la familia lingüística Caribe. Surgido desde la amazonía,
conquistaron la región de las Guayanas (desde la actual Venezuela hasta la llamada Guayana
Francesa) , ocuparon toda la región costera desde las guayanas hasta las desembocaduras del Yaracuy
en Venezuela. También tuvo presencia en la región del Lago de Maracaibo donde se ubicaron en la
Sierra de Perijá, y por la zona andina hasta el centro de la actual Colombia.

Se encontraban en conflicto con los arahuacos al momento de la llegada de los españoles, pues
intentaban la ocupación de las antillas menores y mayores, dominadas hasta entonces por estos últimos.

Los arahuacos constituyeron una organización territorial que se reunía periódicamente en el


llamado Areito. Por su parte los Caribes conformaron federaciones, desde las cuales avanzaban en las
conquistas territoriales y en el enfrentamiento al invasor europeo.
Para 1498, los Caribes ocupaban desde el Esequibo toda la actual región oriental, incluyendo las
principales islas (Coche, Cubagua, Margarita, Trinidad y Tobago) y la costa norte hasta la
desembocadura del río Yaracuy, la costa desde allí hasta la península de la Goajira estaba bajo el
dominio de los pueblos arahuacos mientras que las riberas del Orinoco eran dominadas por los pueblos
guamontey, yaruros y otomacos, que también se mantenían en conflicto con los caribes.

En la zona de la actual Lara y Yaracuy se asentaron Gayones y Jirahara, que también opusieron
férrea resistencia a la invasión europea.

Durante esos 14000 años de evolución, se generaron historias, culturas, amores, héroes y
heroínas que forjaron a esos pueblos y les dieron identidad y razones para oponerse a la invasión de sus
territorios, de esos 14000 años vienen las leyendas del Amalivaca, los recuerdos de la gran inundación
y la recreación de la especie humana desde la cosmovisión de cada grupo humano conformado en
pueblo en esa inmensidad de territorio que es nuestro continente.

Reivindicar los grandes avances tecnológicos de nuestros ancestros aborígenes, que lograron
convivir en armonía con las densas selvas amazónicas, los incandescentes llanuras que van del delta del
Orinoco a la cordillera andina, los desiertos de la península de la goajira, las nieves entonces perpetuas
de los Andes, las soleadas costas e islas de nuestro inmenso caribe o los intricados selvas nubladas de
nuestros valles y serranías. En esa diversidad de paisajes, cada pueblo adoptó formas de vivir y adaptó
tecnologías de mínimo impacto ambiental que les permitieron superar eficazmente el reto planteado por
cada hábitat en el que se asentaron.

Muestras de esa avanzada tecnología es la Curiara, embarcación especialmente diseñada para el


avance rápido en ríos y mares y que permitió la movilidad en todo el arco de islas del caribe oriental y
la navegación en las redes fluviales del Orinoco, el Meta, el río Negro y todos sus afluentes hasta el
Amazonas.

Otra muestra es la modificación genética del maíz, que permitió generar las variedades locales
adaptadas al clima, suelo y luz solar de cada territorio así como las plantaciones de pira o yerba caracas
que fueron destruidas por los invasores pero que hasta la NASA de los imperialistas ha tomado como
elemento imprescindible para la alimentación de sus astronautas.
El hecho de que en nuestro territorio no se desarrollaran grandes construcciones como existen
en centro américa, México, Perú o Bolivia no quiere decir que no se hayan alcanzado elevados niveles
de desarrollo tecnológico, pues precisamente a ese desarrollo hay que aplicarle una mirada descolonial,
que se ubique fuera de la lógica desarrollista eurocéntrica, depredadora de la naturaleza. Nuestras
adaptaciones al medio ambiente y la modificación de este mediante canales, caminos, variantes de
semillas o plantaciones son muestras de nuestra capacidad de generar conocimientos en armonía y
perfecta unidad con la madre naturaleza.

A su llegada los europeos, fueron recibidos por nuestros ancestros con simpatía, como se recibe
aún hoy a cualquier viajero en nuestros pueblos, sin desconfianza y brindando de lo mucho o poco que
poseemos. Sin embargo, ante la respuesta soberbia, el abuso, la imposición y violencia con que se
manifestaron los invasores, generaron el surgimiento de grupos de resistencia, estrategias de migración
y protección de la población, comandos de ataque y grupos agrícolas para la supervivencia de cada
pueblo.

Entre los arahuacos surgieron líderes y pueblos combatientes a pesar de la docilidad inicial
registrada por los cronistas europeos entre ellos el gran Nigale en la zona de Coquivacoa y por la
confederación de los caribes tenemos al muy recordado Guacaipuro, entre otros cientos de nombres que
aún hoy forman parte de nuestra memoria en toponímicos y designaciones de objetos y plantas.

La preservación de esos nombres y de las hazañas de quienes los llevaron, sin duda influyeron
en la conformación de la relación de los nuevos pobladores con sus entornos y en la forma de
articularse como invasores, además de impactar en el nivel de la psicología colectiva.

Trescientos años habían transcurrido de las hazañas de Nigale y Guaicaipuro en la defensa de


sus territorios y fueron invocados por Bolívar al momento de definir la ruptura con la monarquía
establecida en la península ibérica aprovechando la invasión francesa. Cuando exclamó ¡Acaso
trescientos años de calma no bastan!, ante el llamado a no precipitarse que le hacían otros mantuanos
de esa Caracas colonial preinsurgente.

La sociedad en la que había nacido el futuro libertador, era una sociedad dividida en castas,
discriminatoria, donde los aborígenes, verdaderos dueños de todo lo existente en el territorio, eran
menos que animales salvajes a los que aún se les podía cazar y esclavizar bajo la excusa de haceles
comprender la verdad del evangelio… Las personas del África subsahariana que fueron arrancadas a la
fuerza de las costas de su madre para ser esclavizadas en una nueva tierra desconocida, en la que sus
descendientes serían igualmente esclavizados, tratados como animales de uso doméstico, destruida y
prohibida su cultura, perseguidas las formas de comunicarse entre sí y con la naturaleza, vilipendiada
su espiritualidad que además era temida por sus captores, por ser elemento fundamental de su
resistencia, al igual que lo hicieron con todo el aporte aborigen.

Ambos segmentos de la población constituyeron la fuerza de trabajo que produjo la riqueza de


los europeos y sus descendientes mantuanos, ellas y ellos fueron los despojados iniciales, desprovistos
de sus medios de producción (tierras), imposibilitados de ejercer sus prácticas culturales ancestrales y
por tanto de aplicar sus conocimientos y tecnologías, fueron obligados hasta la muerte a trabajar para
enriquecer a una clase social que los sometía y despojaba no sólo físicamente sino intelectual y
espiritualmente, lo que condujo a rebeliones, alzamientos, escapes y fugas del sistema carcelario de
explotación que constituían las haciendas.

Recordemos las rebeliones más significativas como el incendio del sitio de Cumaná, el 3 de
octubre de 1515, por un grupo de indígenas cumanagotos liderado por el cacique Maragüey; el
alzamiento de los pacíficos caquetíos originarios pobladores de la región llamada Falcón, con el
cacique Manaure al frente al momento de la llegada de los germanos Alfinger en representación de los
Welser de Augsburgo en 1529. La heroica resistencia de la confederación Caribe durante casi cien años
en la región central, luego llamada provincia de Caracas que tuvo su cenit en la Batalla de Maracapana
con Guaicaipuro creando un frente de guerreros designados por las tribus y su posterior asesinato por
delación.

También debemos recordar las insurrecciones de las personas esclavizadas que desde el mismo
momento de su secuestro en África y a su llegada a estas tierras se plantearon recuperar su libertad y
ante la imposibilidad de retornar a sus hogares, la fundación de sociedades con base en su
espiritualidad y respeto al entorno natural. Las más significativas o recordadas por su impacto ante la
sociedad invasora esclavista colonial fueron efectivamente la insurrección de Miguel de Buría (1552) y
luego la de Andresote en Yaracuy (1731); la fundación del Cumbe de Mango de Ocoita por Guillermo
Rivas y Manucha Algarin, que va a perdurar tres años desde 1768 a 1771 (mucho más que la famosa y
muy estudiada Comuna de París), en la región montañosa de Barlovento en Miranda; la de José
Leonardo Chirino en la Sierra de Curimagua en Falcón en 1795.
Todas, manifestaciones de esa lucha por la libertad, por restituir el equilibrio natural en el que el
libre albedrío y la libertad del ser humano son el centro de su acción consciente.

Pero la sociedad colonial, surgida después de la llamada “conquista”, (único momento en que se
estableció una “igualdad” tácita entre los europeos, independientemente de su condición socio
económica al salir de la península ibérica), al momento de tener consolidadas sus posiciones y
posesiones, re estableció sus diferencias de castas, de clase, ya no sólo para con aquellos cuyo origen
étnico se encontraba fuera de esa península del Asia que hacen ver como un continente aparte y que
llaman Europa, sino que dentro de esa población se diferenciaba a los naturales de la península ibérica
y entre estos por los reinos en que estaba divida la misma.

Así tenemos que no bastaba entonces con ser de tez clara o blanca, sino que debía demostrarse
que su origen no estaba vinculado con los Moros (habitantes de la zona sur de la península ibérica
desde 300 años antes del descubrimiento e invasión del Abya Yala, miembros de la cultura musulmana
del norte de África, con gran avance en las matemáticas, en la arquitectura y en obras hidráulicas y
sanitarias) ni con los judíos, luego se unió a este selecto club de los indeseados a los gitanos, los
canarios (que a pesar de ser blancos se les considera africanos) y luego a todo europeo que llegó tarde
al reparto de los bienes de los pueblos originarios de esta tierra y que por tanto no es dueño de
encomiendas, no posee esclavos ni tiene indios a su resguardo.

Esta población europea y sus descendientes, también van a propiciar y protagonizar rebeliones a
lo largo de los siglos de “saqueo”, perdón “colonización” del continente que luego llamarían América.
En el territorio de la unidad política que hoy se conoce como República Bolivariana de Venezuela
podemos colocar como ejemplos de esas rebeliones pre independentistas, las siguientes:

• Motín de San Felipe (04 de enero de 1741) Criollos contra el monopolio comercial de la corona
• Rebelión de El Tocuyo (01 de mayo 1744) Criollos contra el monopolio comercial de la corona
• Insurrección de Juan Francisco de León (1749-1751) Canarios y criollos contra el monopolio de
la corona
• Rebelión de los comuneros de los Andes (1781) Criollos contra el monopolio de la corona.
Y las claramente independentistas:
• Conspiración de Gual y España (1797) Criollos por la emancipación política de las colonias
• Tentativa de de Francisco Javier Pirela (1799) Criollos y mulatos por la emancipación de las
colonias
• Invasiones de Francisco de Miranda (1806) Criollos y mantuanos por la emancipación de las
colonias

En todas actuaron como promotores y dirigentes los llamados “plebeyos”, es decir, europeos o
sus descendientes que no poseían títulos nobiliarios y cuyos bienes dependían en gran parte de sus
propios esfuerzos y trabajo. En todas hubo participación de los otros sectores oprimidos de la sociedad,
los llamados zambos, mulatos, cuarterones, salto atrás, canarios, blancos de orilla, negros e indios.
Todos decididos a sacudirse el yugo del gobierno español, inicialmente exigiendo la libertad de
comerciar sus bienes, reducir el pago de tributos y la posibilidad de participar en el gobierno de sus
localidades.

En ese escenario nace en Caracas Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar
Palacios Ponte y Blanco, en el año 1783; esto supone una primera infancia en la que las rebeliones de
los comuneros, la conspiración de Gual y España, la tentativa de Pirela y la invasión de Miranda fueron
temas obligados de conversación entre los miembros de la sociedad mantuana a la que el pertenecía y
aún cuando su tierna edad no le permitiría participar de ningún debate, con seguridad las
preocupaciones y comentarios de su sector social y de otros sectores deben haber llegado a sus oídos.

La Situación del Reino de España, la conformación y crisis del Estado Monárquico Español.

Entre tanto, que ocurría en ese territorio del que partió la “conquista”, en Europa y la península
ibérica entre 1500 y 1800. Para 1492, gobernaba en Castilla Isabel I, que se auto proclamó reina en
1474 con lo cual provocó la guerra de sucesión castellana (en la que intervienen por una lado Castilla
en favor de Isabel que era medio hermana del difunto Rey Enrique IV y por el otro Portugal y Francia
en respaldo de Juana, hija del mismo Enrique IV).

Este conflicto finaliza con el Tratado de Alcazobas mediante el cual, Portugal afirma su dominio
sobre la navegación y el comercio en las costas occidentales africanas e Isabel fue reconocida como
Reina de Castilla.
Isabel se casa con Fernando II de Aragón que accedió al trono de ese reino en 1479,
generándose la denominada “dinastía de los Trastámara”, que al invadir, conquistar y controlar los
reinos de Granada, Navarra, Canarias, Melilla y otras plazas africanas (como el Sahara Occidental)
dieron origen al estado español y con la invasión al nuevo mundo y Filipinas establecerá luego el
Imperio Español.

Luego la dinastía Trastámara mediante diversas alianzas y matrimonios pasará a formar parte de
la Casa de Augsburgo, siendo Carlos I, nieto de Isabel y Fernando “los reyes católicos”, el primer
monarca español miembro de la casa de Austria. Su reinado inicia en 1516 y esta casa sostendrá el
poder monárquico en el imperio español hasta 1700, cuando su descendiente Carlos II, muera sin dejar
un heredero directo.

Esta situación habré las puertas a otro conflicto por la sucesión en el trono del ahora Imperio
Español, en la que intervienen por una parte Austria o el Sacro Santo Imperio Germánico vinculado a la
casa de Augsburgo (que se dividió en dos alas desde que Carlos I de España o Carlos V, estableció para
su hermano Fernando I el reinado sobre el imperio germano y para su hijo Felipe II el reinado sobre los
territorios del imperio español) y por la otra Francia mediante la Casa de Borbón. Ambas casas reales
emparentadas por descender de Carlos I y aspirantes a tomar el poder en el reino español.

La importancia de los territorios y riquezas en disputa permite la inclusión en el conflicto de


otros actores como Inglaterra y los Países Bajos. Todo esta situación al decidirse a favor de la Casa de
Borbón, va a reconfigurar la administración del territorio del imperio español, lo trajo cambios
sustantivos que generaron molestia tanto en los territorios europeos como en los americanos.

El conflicto se extendió por 13 años, (1700 - 1713) hasta la firma del tratado de Utrech,
mediante el cual se reconoció el asenso al trono del imperio español por la Casa de Borbón.

La administración borbónica, crea nuevas regiones administrativas en el territorio; divide el


virreinato del Perú en tres partes, creando el de Santa Fé y el de la Plata, luego creará las capitanías
generales de Chile y Venezuela separando a estas en el primer caso del virreinato del Perú y en el
segundo de la Real Audiencia de Santo Domingo. Estas disecciones al territorio causaron fuertes
molestias entre la población mantuana y facilitó el ambiente propicio para las conspiraciones contra la
corona.
Sin embargo la administración de los borbones tenía preocupaciones también en los territorios
peninsulares dada la inestabilidad de la monarquía en su vecina Francia (casa matriz de la monarquía
española) y por el influjo de esa situación en su propio territorio que dio origen a situaciones como la
Conspiración de San Blas en 1795, en la que se apresa a varios profesores y sabios, con Juan Picornell
al frente, los cuales terminan encarcelados en el territorio ultramarino de la Capitanía General de
Venezuela, en la Picota de La Guaira.

Estos conspiradores planteaban el establecimiento de una república, sin monarquía, sin


esclavitud, igualitaria entre hombres y mujeres, ideas estas que se transmitieron a los revolucionarios
venezolanos y que se reflejan en el programa presentado por Gual y España.

Dentro de las medidas desarrolladas por la administración borbónica del imperio español,
estuvo una que sin duda fue detonante importante para la rebelión de la población de origen ibérico: la
restricción al comercio y el cobro de aranceles leoninos por parte de la Compaña Guipuzcoana.

Esas medidas generaron el descontento necesario para que prendieran las acciones de protesta e
inconformidad con el reino, que luego se aprovecharon para lograr la independencia.

Las situaciones generadas en Europa, partiendo con la revolución francesa, que impulsada por
la burguesía parisina y apoyada por el proletariado naciente y el restante campesinado feudal, termina
aniquilando el régimen monárquico francés y llevando a la guillotina a su rey, para terminar elevando
finalmente a Napoleón al rango de Emperador, en razón de lo que esté invadirá España hacia 1808.

El Proceso Venezolano entre 1783 y 1810

La clase mantuana venezolana, se incorpora a un proceso de solicitud de reconocimiento de su


derecho a gobernar como hijos de los conquistadores (derecho que reclamaban los descendientes de los
conquistadores pero que no era admitido debido a su incapacidad para demostrar su pureza de linaje),
que era generalizado en todos los virreinatos y capitanías de la América española. Por otra parte la
restricción al libre comercio de los productos agrícolas y mercaderías producidas en la joven capitanía
general de Venezuela (creada apenas en 1777 reuniendo territorios que estuvieron en algún momento
bajo la jurisdicción del virreinato de Santa Fé y otros bajo la Real Audiencia de Santo Domingo)
propició el fomento del contrabando hacia las islas administradas por franceses, holandeses e ingleses.

Los Bolívar, emparentados con las principales familias mantuanas de la época no escapan de la
presión ejercida por las medidas de la compañía Guipuzcoana, ese es el motivo fundamental de la
participación de su padre junto a otros mantuanos en las solicitudes a Francisco de Miranda para que
venga a salvar a los venezolanos de la tiranía de la corona española. Situación que se concreta en 1806,
en el intento de desembarco en Ocumare de la Costa y posteriormente en el desembarco en La Vela de
Coro, pero que los mismos mantuanos decidieron no apoyar finalmente. Esta decisión costo la vida a
los compañeros de Miranda y retraso el inicio de la gesta independentista hasta 1811.

Entre 1783 y 1810 el joven Simón va a perder primero a su padre (1786), luego a su madre
(1792), después fue tratado como mercancía por las autoridades y finalmente entregado a Simón
Rodríguez para que este lidiara con el carácter de ese joven rebelde que reclama afecto de su familia y
sólo consigue aislamiento por respuesta.

El joven Simón partirá a Europa en 1799 y se mantendrá en el viejo continente hasta 1802
cuando vuelve casado con María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza, que fallece apenas inicia 1803.
Situación que determina su retorno al viejo continente donde cae victima de una profunda depresión, de
la que lo rescatará Simón Rodríguez, con el cual viajará por Europa, siendo testigo presencial de los
sucesos posteriores a la revolución francesa, incluyendo la coronación de Napoleón Bonaparte como
emperador. Finalmente irán al Monte Sacro en Roma junto a Fernando Rodríguez del Toro donde se
compromete solemnemente a luchar por la liberación de su patria de todo yugo extranjero.

Cuando vuelve a Caracas en 1806 se encuentra con el revuelo causado por los intentos de
desembarco de Miranda y trae consigo las noticias de la situación de conflictividad en Europa y en las
propias cortes de España. Se incorpora desde entonces al movimiento por la emancipación que aún no
se hacia publico.

En 1808 Napoleón forzará la dimisión de Fernando en España para colocar en su lugar a su


hermano José Bonaparte, las noticias tardarán casi dos años en llegar a esta parte del imperio. La
respuesta será la conformación de la Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII que será el
escenario propicio para el impulso de los independentistas. Bolívar volverá a Europa en 1810 para
solicitar apoyo de Inglaterra a la causa de restitución del depuesto rey pero volverá con el General
Miranda listo para impulsar el salto a la independencia.

Así es como para 1810, Bolívar aparece siendo miembro de la Sociedad Patriótica, como uno de
sus oradores mas encendidos y entre los principales propulsores de la independencia.
Referencias Bibliográficas Consultadas:

https://es.wikipedia.org/wiki/Conquista_de_Venezuela#Primeras_naciones [Consulta: 2022, noviembre


12]

Discurso pronunciado el 3 de julio de 1811 en la Sociedad Patriótica de Caracas, por el Coronel Simón
Bolívar. Disponible en http://www.archivodellibertador.gob.ve/escritos/buscador/spip.php?article1280.
[Consulta: 2022, noviembre 8]

Pellicer, Luis (2020, enero-julio) Historia Insurgente y Descolonización de la Memoria (Ensayo desde
la mismedad). En Revista Presente y Pasado No. 29. (pp. 149-162). Revista de Historia. Mérida:
Universidad de los Andes.

Velásquez, Ángel (s/f) Aportes para la Construcción de la Historia Insurgente en Venezuela. [Archivo
PDF]. Recuperado de grupo de whatapp Diplomado Vida y Obra del Libertador.

También podría gustarte