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Modulo 1
Distrito Capital. Municipio Libertador. Parroquia Sal Agustín
Comunidad de Autoformación de San Agustín.
Víctor Jesús Reyes Espinoza
Cédula de Identidad: 10.488.029
Esa forma forma de ver y comprender el mundo, esa manera de actuar sobre la realidad para
transformarla, ha tenido que batallar contra el monopolio del conocimiento establecido por el modelo
dominante, que no sólo se encuentra en sus academias e instituciones de enseñanza, sino que se halla
instalado en el funcionamiento mismo de la sociedad, como una demostración de la profundidad de la
dominación ejercida por los invasores en todos los órdenes de la vida, aún después de 500 años del
inicio de la invasión. Sin embargo, la resilencia de nuestros pueblos, tanto los originarios como los que
fueron forzados a su traslado a nuestro suelo para ser explotados, ha parido formas alternas de sociedad
y por tanto de conocer y transmitir lo conocido.
Desde el mismo momento inicial de la invasión, cuando los habitantes originarios desarrollaron
modelos de guerra asimétrica, que en nuestro caso se prolongaron durante mas de 300 años en la
disputa por el control del territorio, pasando por el desarrollo de comunidades auto sustentadas, que
permitieron la preservación y trasmisión de valiosos conocimientos autóctonos y africanos que hoy
apalancan y facilitan el establecimiento de alternativas de organización social tanto para la producción
como para la distribución y el consumo de lo socialmente producido, hasta la creación de los proyectos
de repúblicas en nuestros territorios, con su complejo entramado de reconocimientos y relaciones entre
los actores que aportaron a su materialización; formas alternas de sociedad de sociedad como las
Taimas o Tácatas Caribes, los Cumbes Afro, las Comunas de Mérida y Trujillo son muestras de esa
capacidad para generar y sostener ese otro mundo posible, con practicas reales que se transmitieron
mediante los procesos de educación propia en cada pueblo.
En las últimas décadas, la lucha emancipatoria se ha trasladado con mayor fuerza hasta el
campo académico, al campo de las ideas y en el que el monopolio ejercido por el modelo dominante
era prácticamente una muralla infranqueable para nuestros pueblos.
Sin embargo, la manera de producir conocimientos desde América latina, no pudo ser negada
por mas tiempo, pues el avance de las ciencias informáticas, el reconocimiento de la física cuántica y
las teorías de la complejidad les impedían desacreditar nuestros aportes.
Es así como la creación de la educación popular propuesta por Simón Rodríguez; desde la
propia concepción de nuestras repúblicas en el siglo XIX, retomada luego por Paulo Freire en Brasil y
otro conjunto de educadores y educadores populares en todo el continente durante los años turbulentos
de mediados del siglo XX, dio pie y base al desarrollo de otros elementos metodológicos y
conceptuales que permitieran develar las realidades y las formas, en ocasiones sutiles y las mas de las
veces muy explicitas, con las que el modelo de dominación se expresa en nuestras sociedades, actuando
como muro de contención, como freno interno para las transformaciones sociales, especialmente desde
la educación.
En ese trajinar, en esa búsqueda de formulas para construir conocimientos que nos permitan
interpretar nuestra compleja realidad, explicar su conformación y desarrollar acciones para su
transformación, surge la Investigación Acción Participativa como alternativa al positivismo. Nuestra
alternativa se aleja de la falsa objetividad y reconoce al investigador como modificante de la realidad,
al reconocerse el investigador como parte de la comunidad investigada, sus observaciones no se pueden
ubicar en una distancia con la situación, sino mas bien, reconoce la mirada subjetiva con la que se
observa y actúa sobre la realidad, pero aún más, se contribuye a la generación de una mirada colectiva,
una narrativa conjunta entre todas y todos los participantes de la construcción del conocimiento.
Desde esos procesos de educación popular han surgido varias corrientes que reivindican la
necesidad de transformar la sociedad usando como herramienta fundamental los procesos educativos.
Una de ellas, en la que destaca el aporte de un bolivariano militante desde sus posiciones de
socialdemócrata de izquierda, el profesor Félix Adam, padre de la Andragogía, desconocido por
muchos, vilipendiado por sus posiciones políticas tanto por sus ex compañeros de Acción Democrática
como por otros sectores políticos del país.
La otra vertiente que surge de los procesos de educación popular, es la denominada Pedagogía
Crítica, que centra sus planteamientos en los postulados de Paulo Freire:
• La educación es un político, por tanto no es neutral.
• Para transformar la sociedad se debe transformar la educación.
• Enseñar a leer primero la realidad para luego leer los caracteres con que se escribe.
Freire plantea la necesidad de romper con la concepción de que los educandos (sean estos niñas,
niños, adolescentes o personas o personas adultas) no poseen conocimientos y que deben “recibir”
estos de otros. Plantea la realidad objetiva de que el medio en que se desenvuelve la persona le educa,
influye en su forma de comportarse y ver el mundo. Descarna los intereses de dominación que
subyacen en la escuela y como esta prepara a la personas para ser dominadas, para formar parte de la
sociedad enferma de esa sed insaciable de riqueza a la que se refería Simón Rodríguez.
La pedagogía crítica persigue por tanto la liberación del ser humano de la esclavitud a la que se
encuentra sometido, pero desde la toma de conciencia de las diversas formas en que la sociedad le
oprime y estimulando el compromiso de militar en la ruptura de esas formas para construir una
sociedad diferente, en la que esas ataduras dejen de existir.
La historia insurgente viene a complementar los procesos que la educación popular ha iniciado
desde los años 60 del siglo XX. Viene a evidenciar la participación protagónica de otros sectores
sociales, de otros y otras héroes y heroínas que contribuyeron y aún contribuyen a la construcción de la
patria grande y la concreción del proyecto bolivariano en nuestro país.
Mediante el uso de las herramientas de las que se vale la historia insurgente (estudio de
documentos legales en los que se evidencien los problemas cotidianos entre las diversas castas o grupos
sociales, la entrevista a protagonistas y testigos de hechos y procesos, la revisión de otras fuentes tanto
vivas como documentales, entre otras) podremos evidenciar no sólo la participación protagónica de
otras y otros en los procesos fundamentales y la relación de estos con otras y otros actores e intereses
grupales.
1 Discurso pronunciado el 3 de julio de 1811 en la sociedad patriótica de Caracas, por el Coronel Simón Bolívar.
Referencias Bibliográficas Consultadas:
Adam, Félix. Historia de la educación de adultos. Recuperado de
https://www.crefal.org/rieda/images/rieda-1993-3/historia.pdf [Consulta: 2022, noviembre 6]
Castillo Silva, F. (2018). Andragogía, andragogos y sus aportaciones. Voces De La Educación, 3(6), 64-
76.
Discurso pronunciado el 3 de julio de 1811 en la Sociedad Patriótica de Caracas, por el Coronel Simón
Bolívar. Disponible en http://www.archivodellibertador.gob.ve/escritos/buscador/spip.php?article1280.
[Consulta: 2022, noviembre 8]
Freire, Paulo. Acción cultural para la libertad. Ed. Tierra Nueva. Buenos Aires. 1975. 101 págs.
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Pellicer, Luis (2020, enero-julio) Historia Insurgente y Descolonización de la Memoria (Ensayo desde
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Velásquez, Ángel (s/f) Aportes para la Construcción de la Historia Insurgente en Venezuela. [Archivo
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