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República Bolivariana de Venezuela

Centro de Estudios Simón Bolívar


Diplomado Vida y Obra del libertador Simón Bolívar

La Investigación Acción Participativa, la Historia Insurgente y la Pedagogía Crítica:


aportes del pensamiento latinoamericano para la construcción de una episteme de la liberación

Modulo 1
Distrito Capital. Municipio Libertador. Parroquia Sal Agustín
Comunidad de Autoformación de San Agustín.
Víctor Jesús Reyes Espinoza
Cédula de Identidad: 10.488.029

Caracas, noviembre 2022


En nuestra América, en ese territorio poblado por los pueblos morenos, producto de la invasión
europea y el mestizaje forzoso entre las hijas e hijos del Abya Yala, con sus iguales traídos del África
subsahariana, del África negra y las personas de Europa, portadoras del modelo cultural impuesto, del
modelo de la explotación irracional de la naturaleza y el ser humano; del modelo depredador en el que
todo se reduce a la condición de mercancía y se le trata como tal. En esa América ha surgido también
una manera de ver y comprender el mundo, una manera de actuar sobre las realidades para transformar
las condiciones de injusticia en que millones de seres humanos nos encontramos, para construir una
sociedad justa, equitativa, una sociedad que garantice la mayor suma de felicidad posible, mayor suma
de seguridad social y mayor suma de estabilidad política.

Esa forma forma de ver y comprender el mundo, esa manera de actuar sobre la realidad para
transformarla, ha tenido que batallar contra el monopolio del conocimiento establecido por el modelo
dominante, que no sólo se encuentra en sus academias e instituciones de enseñanza, sino que se halla
instalado en el funcionamiento mismo de la sociedad, como una demostración de la profundidad de la
dominación ejercida por los invasores en todos los órdenes de la vida, aún después de 500 años del
inicio de la invasión. Sin embargo, la resilencia de nuestros pueblos, tanto los originarios como los que
fueron forzados a su traslado a nuestro suelo para ser explotados, ha parido formas alternas de sociedad
y por tanto de conocer y transmitir lo conocido.

Desde el mismo momento inicial de la invasión, cuando los habitantes originarios desarrollaron
modelos de guerra asimétrica, que en nuestro caso se prolongaron durante mas de 300 años en la
disputa por el control del territorio, pasando por el desarrollo de comunidades auto sustentadas, que
permitieron la preservación y trasmisión de valiosos conocimientos autóctonos y africanos que hoy
apalancan y facilitan el establecimiento de alternativas de organización social tanto para la producción
como para la distribución y el consumo de lo socialmente producido, hasta la creación de los proyectos
de repúblicas en nuestros territorios, con su complejo entramado de reconocimientos y relaciones entre
los actores que aportaron a su materialización; formas alternas de sociedad de sociedad como las
Taimas o Tácatas Caribes, los Cumbes Afro, las Comunas de Mérida y Trujillo son muestras de esa
capacidad para generar y sostener ese otro mundo posible, con practicas reales que se transmitieron
mediante los procesos de educación propia en cada pueblo.
En las últimas décadas, la lucha emancipatoria se ha trasladado con mayor fuerza hasta el
campo académico, al campo de las ideas y en el que el monopolio ejercido por el modelo dominante
era prácticamente una muralla infranqueable para nuestros pueblos.

Sin embargo, la manera de producir conocimientos desde América latina, no pudo ser negada
por mas tiempo, pues el avance de las ciencias informáticas, el reconocimiento de la física cuántica y
las teorías de la complejidad les impedían desacreditar nuestros aportes.

Es así como la creación de la educación popular propuesta por Simón Rodríguez; desde la
propia concepción de nuestras repúblicas en el siglo XIX, retomada luego por Paulo Freire en Brasil y
otro conjunto de educadores y educadores populares en todo el continente durante los años turbulentos
de mediados del siglo XX, dio pie y base al desarrollo de otros elementos metodológicos y
conceptuales que permitieran develar las realidades y las formas, en ocasiones sutiles y las mas de las
veces muy explicitas, con las que el modelo de dominación se expresa en nuestras sociedades, actuando
como muro de contención, como freno interno para las transformaciones sociales, especialmente desde
la educación.

En ese trajinar, en esa búsqueda de formulas para construir conocimientos que nos permitan
interpretar nuestra compleja realidad, explicar su conformación y desarrollar acciones para su
transformación, surge la Investigación Acción Participativa como alternativa al positivismo. Nuestra
alternativa se aleja de la falsa objetividad y reconoce al investigador como modificante de la realidad,
al reconocerse el investigador como parte de la comunidad investigada, sus observaciones no se pueden
ubicar en una distancia con la situación, sino mas bien, reconoce la mirada subjetiva con la que se
observa y actúa sobre la realidad, pero aún más, se contribuye a la generación de una mirada colectiva,
una narrativa conjunta entre todas y todos los participantes de la construcción del conocimiento.

Se desarrolla la sistematización como elemento que permite categorizar el conocimiento


producido desde la práctica y reflexión cotidiana y colectiva, nadie sabe todo, todas y todos
aprendemos juntos. La sistematización como método para la producción de conocimiento permite la
validación de la acción social, no sólo desde los resultados tangibles en organización comunal, en
infraestructura al servicio de las mayorías sino, sobre todo, en desde la construcción del conocimiento
que permite a sus participantes y practicantes, la extracción de valiosas lecciones que facilitan la
emulación de los procesos, evitando los errores y la repetición de situaciones que condujeron en algún
momento a desviaciones sobre lo que la comunidad pretendía alcanzar.

Para las y los educadores populares la sistematización, la investigación acción participativa, la


reconstrucción colectiva de la historia, las historias de vida, las autobiografías han sido mecanismos
eficaces para contribuir a la organización del pueblo, a su despertar en el sentido de leer la realidad para
luego poder leer los caracteres con los se escribe la historia y la historia, recordemos la escriben los
vencedores, por lo que, nuestra historia fue escrita desde una narrativa mantuana, reflejo de la visión
colonialista, clasista, esclavista en la que la población mantuana fue educada en toda América latina.

Desde esos procesos de educación popular han surgido varias corrientes que reivindican la
necesidad de transformar la sociedad usando como herramienta fundamental los procesos educativos.
Una de ellas, en la que destaca el aporte de un bolivariano militante desde sus posiciones de
socialdemócrata de izquierda, el profesor Félix Adam, padre de la Andragogía, desconocido por
muchos, vilipendiado por sus posiciones políticas tanto por sus ex compañeros de Acción Democrática
como por otros sectores políticos del país.

El profesor Adam contribuyó enormemente a la creación del sistema de educación de adultos,


desde los procesos de alfabetización (que por cierto inició en la Cuba prerevolucionaria donde, como
estudiante de la Universidad de La Habana, promovió las campañas de alfabetización bajo el método
Abajo Cadenas, que luego implemento en nuestro país), hasta la creación de las universidades
andragógicas (Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, Universidad Nacional Abierta,
Universidad de la Tercera Edad en nuestro país y otros centros de estudios superiores en Panamá y
República Dominicana). No se le reconoce como el padre de la andragogía por su condición de
venezolano y bolivariano militante, la distinción va a manos del norteamericano Malcolm Knowles
cuyos aportes se reducen a aspectos teóricos de esa ciencia mientras que el nuestro construye sus
planteamientos desde la praxis de alfabetización y procesos educativos en y con personas adultas,
construyendo teoría desde la propia vivencia cotiadiana, con procesos en casi todo el continente
americano.

La otra vertiente que surge de los procesos de educación popular, es la denominada Pedagogía
Crítica, que centra sus planteamientos en los postulados de Paulo Freire:
• La educación es un político, por tanto no es neutral.
• Para transformar la sociedad se debe transformar la educación.
• Enseñar a leer primero la realidad para luego leer los caracteres con que se escribe.
Freire plantea la necesidad de romper con la concepción de que los educandos (sean estos niñas,
niños, adolescentes o personas o personas adultas) no poseen conocimientos y que deben “recibir”
estos de otros. Plantea la realidad objetiva de que el medio en que se desenvuelve la persona le educa,
influye en su forma de comportarse y ver el mundo. Descarna los intereses de dominación que
subyacen en la escuela y como esta prepara a la personas para ser dominadas, para formar parte de la
sociedad enferma de esa sed insaciable de riqueza a la que se refería Simón Rodríguez.

La pedagogía crítica persigue por tanto la liberación del ser humano de la esclavitud a la que se
encuentra sometido, pero desde la toma de conciencia de las diversas formas en que la sociedad le
oprime y estimulando el compromiso de militar en la ruptura de esas formas para construir una
sociedad diferente, en la que esas ataduras dejen de existir.

A ese proceso se le denomina Concientización y se ha convertido en el centro de la acción de


grupos y sectores populares en América latina y otras regiones del mundo. En nuestra patria grande,
durante la década de los años 70 del siglo XX, muchas agrupaciones de izquierda desde marxistas hasta
social demócratas e incluso social cristianas, se unieron con las denominadas Comunidades
Eclesiásticas de Base que inspiradas en la Teología de la Liberación desarrollaron importantes procesos
de organización, comunicación y educación popular.

De esas uniones surgieron grupos armados como el Ejército Popular de Liberación de


Colombia, grupos campesinos en lucha por la tierra como Vía Campesina en centro América o Los Sin
Tierras de Brasil, entre muchas otras organizaciones que han persisten.

La historia insurgente viene a complementar los procesos que la educación popular ha iniciado
desde los años 60 del siglo XX. Viene a evidenciar la participación protagónica de otros sectores
sociales, de otros y otras héroes y heroínas que contribuyeron y aún contribuyen a la construcción de la
patria grande y la concreción del proyecto bolivariano en nuestro país.

Mediante el uso de las herramientas de las que se vale la historia insurgente (estudio de
documentos legales en los que se evidencien los problemas cotidianos entre las diversas castas o grupos
sociales, la entrevista a protagonistas y testigos de hechos y procesos, la revisión de otras fuentes tanto
vivas como documentales, entre otras) podremos evidenciar no sólo la participación protagónica de
otras y otros en los procesos fundamentales y la relación de estos con otras y otros actores e intereses
grupales.

Reivindicar la existencia de civilización y por tanto de conocimiento, antes de la invasión


europea a nuestro continente es tarea de primera línea para quienes asumimos la historia insurgente
como referente de nuestro pensamiento y acción. No debemos olvidar que Bolívar se asume
continuador de la lucha iniciada por los indígenas desde el momento en que señala “...¡Que los grandes
proyectos deben prepararse en calma! Trescientos años de calma ¿no bastan?... ...Pongamos sin temor
la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos. 1”. Reivindica la lucha de
nuestros antepasados con Guaicaipuro al frente, al señalar los casi tres siglos transcurridos desde la
batalla de Maracapa hasta 1810.

Es así como se permeó el campo académico conservador, el sagrado campo de la academia, de


la formalidad universitaria, custodia de la verdad basada en el colonialismo y su sistema de dominación
total de la vida humana. Se penetró en ese espacio minado y se ha logrado el reconocimiento a nuestros
aportes, a nuestras herramientas teóricas y metodológicas, creadas por nosotras y nosotros para
explicar, estudiar y sobre todo transformar nuestra realidad e impulsar la liberación humana del flagelo
del capitalismo.

1 Discurso pronunciado el 3 de julio de 1811 en la sociedad patriótica de Caracas, por el Coronel Simón Bolívar.
Referencias Bibliográficas Consultadas:
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https://www.crefal.org/rieda/images/rieda-1993-3/historia.pdf [Consulta: 2022, noviembre 6]

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Discurso pronunciado el 3 de julio de 1811 en la Sociedad Patriótica de Caracas, por el Coronel Simón
Bolívar. Disponible en http://www.archivodellibertador.gob.ve/escritos/buscador/spip.php?article1280.
[Consulta: 2022, noviembre 8]

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Jara, Oscar (1996) Tres posibilidades de sistematización: comprensión, aprendizaje y teorización. En


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Velásquez, Ángel (s/f) Aportes para la Construcción de la Historia Insurgente en Venezuela. [Archivo
PDF]. Recuperado de grupo de whatapp Diplomado Vida y Obra del Libertador.

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