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Práctica IV: Beau Travail

Rebecca Schmitz

Historia del cine

21.03.23

A finales de los años 90 la productora francesa francesa propuso a Claire Denis hacer
una película sobre lo que significa ser extranjero. La primera respuesta de la cineasta
fue una broma: “sí, [haré una película] sobre estar en la Legión Extranjera Francesa” 1. A
pesar de la intención inicial, de esta interacción surgió Beau Travail, una película que
trata precisamente sobre eso, sobre un grupo de soldados de la Legión francesa
destinados a Djbouti. A través del personaje de Galoup, Denis lleva a cabo una brillante
exploración de la psique de un hombre sujeto a la institución militar y oprimido por
unos modelos de masculinidad que acaban sofocándolo. A lo largo de este comentario
veremos cómo y porque la privilegiada y a la vez ajena mirada de una mujer supone un
cambio radical respecto a las representaciones cinematográficas tradicionales del mundo
militar y de la masculinidad, así como el diálogo que se establece entre Beau Travail y
la tradición cinematográfica anterior, un diálogo que revela la maestría y singularidad
que hacen de esta película una obra maestra.

A pesar de que en los noventa minutos de metraje que contiene Beau Travail pasan
muchas cosas, es difícil discernir una línea narrativa clara. El diálogo es escaso, la
mayoría de secuencias no contribuyen a hacer avanzar la trama y el gran peso de la
narración recae en la voz en off del narrador (Galoup) que aparece solo en algunos
momentos. Como espectadores quedamos atrapados por la belleza de las imágenes que
se suceden ante nosotros, perpetuamente intuyendo que algo profundo ha estado
sucediendo más allá de la superficie mientras esperábamos a que arrancase la acción.
Observamos un grupo de soldados inmersos en las normas y códigos de su rutina, cuyo
objetivo o función en Djibouti nunca llegamos a entender. Y es que, a pesar de que sin
duda algo pasa, nunca llega a pasar de la forma en que cabría esperar. Y es precisamente
ahí donde reside la destreza de Beau Travail: en romper con las expectativas del
espectador.

La primera forma en la que lo hace es jugando con género cinematográfico al que


inevitablemente es asociada: el cine bélico. A pesar de que la característica esencial de
1
The Criterion Channel (2020), Claire Denis and Barry Jenkins on Beau Travail [video]. Youtube.
Minuto 2:00.
este no sea cumplida por Beau travail (es decir, no aparece ningún conflicto militar
explícito), tanto por la elección de los sujetos como por el imaginario visual, el
espectador inevitablemente llevará a cabo una identificación. Es decir, que el film de
Denis toma el horizonte de expectativas relacionado con el género bélico (el conflicto
militar, la figura del protagonista heroico, el tono épico, el discurso ideológico) y lo deja
caer. Galoup es un hombre de moral más que cuestionable que siente odio, celos y
rencor por el único personaje que se identifica como heroico (Santain), nunca llegamos
a saber el porqué de las operaciones de la Legión, e incluso en momentos que podrían
resultar épicos, como la escena del accidente del helicóptero o la supervivencia de
Santain, están teñidos de una neutralidad que elimina sistemáticamente cualquier trazo
de épica. Si comparamos Beau Travail con Acorazado Potemkin (1925), un filme cuyos
personajes también se enmarcan en el mundo militar, veremos claramente como el tono,
la forma en que se desarrolla la acción y el tratamiento de los personajes es
absolutamente distinto. El elemento épico y heroico del episodio del levantamiento se
asemeja más al modelo del cine bélico tradicional que cualquier factor de Beau travail.

Otro elemento en el que se aleja del modelo cinematográfico bélico tradicional se debe
precisamente al hecho de que la directora y la mayor parte del equipo esté formado por
mujeres, y tiene que ver con el sagaz retrato que Beau Travail nos ofrece sobre la
masculinidad. Galoup es un hombre consumido por el ideal masculino, frustrado por su
incapacidad de ser visto y respetado como desea, como un verdadero hombre debería
serlo. Santain, desde la perspectiva de Galoup, tiene la experiencia contraria: es
respetado y alabado por sus superiores y apreciado, venerado y protegido por sus
compañeros, es guapo, listo y joven. Desde un primer momento, Galoup se siente tanto
atraído como amenazado por Santain, y así empieza la creciente obsesión y
enfrentamiento unidireccional que terminará con el despiadado abandono del soldado en
medio de la nada con una brújula defectuosa y la expulsión del cuerpo legionario de
Galoup por este (intento de) asesinato.

Pero Galoup no es el único hombre afectado por el código de la masculinidad militar.


Las escenas de los estiramientos físicos de los hombres de la legión funcionan como
alegorías visuales a través de las cuales entrevemos la represión emocional a la que se
ve sometido el hombre, incapaz de comunicarse o tocar a otro hombre si no es mediante
la violencia física, pero en algún momento los movimientos combativos se transforman
en una coreografía expresiva y retablística, como si algo bello estuviese luchando por
salir. En palabras de Barbara Kruger, “you construct intricate rituals which allow you to
touch the skin of other men!”2. El estallido físico y emocional del baile final de Galoup
es una muestra de lo insostenible de este modelo asfixiante e implacable de
masculinidad tóxica.

Como mencionábamos anteriormente, la voz narrativa de Beau Travail se materializa en


la verbalización del pensamiento de Galoup, quien de vuelta en Marsella relata en
pasado los hechos mediante la voz en off. Este recurso, a menudo utilizado en el cine,
introduce el elemento de la subjetividad. En varias películas vistas a lo largo del curso
(El gabinete del Dr. Caligari, Ocho y medio, Hiroshima mon amour o Mulholand Dr.),
se jugaba explícitamente en contra de la presunción de objetividad que tradicionalmente
se otorga al narrador, rompiendo esta expectativa y recalcando que la voz narrativa no
equivale siempre a la verdad de los hechos, sino que es una versión que puede ser
distorsionada. A pesar de que este juego no se lleve a cabo explícitamente en Beau
Trevail, es innegable que la atmósfera onírica, sumada la explícita irracionalidad del
protagonista en el proceso de juzgar a unos personajes secundarios desprovistos de
nombre, voz o agencia narrativa, nos empujan a entender hasta qué punto la voz de
Galoup es puramente subjetiva.

Antes de finalizar quería destacar brevemente la forma en que Beau Travail, dialoga con
el concepto de realismo y documental trabajados durante el curso. A pesar de que
innegablemente se trata de una película de ficción (y las imágenes altamente estilizadas
no pretenden aparentar lo contrario), es interesante ver cómo Denis utilizó los interiores
y exteriores reales de Djibouti, y a actores no profesionales para interpretar a los
personajes locales de una forma que claramente se asemeja a la de corrientes anteriores
como la del Neorrealismo Italiano. Nada ni nadie dentro del filme se siente impostado,
todo apunta hacia un realismo que después es traicionado (pero no desperdiciado) por el
tratamiento formal del film, construyendo lo que Judith Mayne denomina acertadamente
una película “etérea y concreta al mismo tiempo”3.

Bibliografía
2
Kruger, Barbara (1981), Untitled (You construct intricate rituals) [fotografía, gelatina de plata].
3
Mayne, Judith (2005): Claire Denis. University of Illinois Press: Illinois. Pg.69.
Kruger, Barbara (1981), Untitled (You construct intricate rituals) [fotografía, gelatina
de plata]. Consultado el 19.03.23 en: https://collections.mfa.org/objects/35582

The Criterion Channel (2020), Claire Denis and Barry Jenkins on Beau Travail [video].
Youtube. Consultado el 20.03.23 en:

https://www.youtube.com/watch?v=YHEaWI9fQp4&t=228s&ab_channel=Josip
%C4%90olo

Mayne, Judith (2005): Claire Denis. University of Illinois Press: Illinois.

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