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Libertad de expresión
Comprimir la conciencia y someter el entendimiento y la razón a la voluntad de un
calificador arbitrario; condenar a las llamas trabajos mentales que descubren verdades
porque se oponen a conciencias privadas; obligar a juzgar del modo que se manda, sin
permitir que se piense; privar al hombre del ejercicio de todas las facultades
intelectuales dejándolo reducido al estado de un bruto domesticado, son cosas que el
tiempo hará increíbles.
Bello, A. El Araucano, 28 de abril de 1832.
3. A tu juicio ¿es posible hacer esta misma denuncia en la sociedad chilena hoy?
Instrucción primaria
La diversa posición social exige también diversa cultura intelectual.
Para la clase que vive del trabajo de sus manos y que desde muy temprano se ve
precisada a ganar por sí la subsistencia, la instrucción primaria es todo lo que puede
adquirir. Para la clase que con más destreza puede y debe dedicarle más tiempo al
cultivo del entendimiento, es preciso proporcionar más extensos medios de
instrucción que las escuelas primarias, no sólo por consideraciones del bien del
individuo, sino y principalmente en favor del bien social.
Varas, A. (1845). Discurso pronunciado en 1845.
Educación popular
Hasta hace dos siglos había educación para las clases gobernantes, para el
sacerdocio, para la aristocracia, pero el pueblo, la plebe, no formaba, propiamente
hablando, parte activa de las naciones. Tan absurdo habría parecido, entonces,
sostener que todos los hombres debían ser igualmente educados, como lo habría
sido dos mil años antes negar el derecho de hacer esclavos a los vencidos, derecho
sobre cuya práctica estribaba la existencia de las sociedades libres.
La condición social de los hombres depende muchas veces de circunstancias ajenas
de la voluntad.
Faustino Sarmiento, D. De la educación popular. 1849.
Ahora he aquí lo que queremos para llevar a cabo la reforma social que vamos a
proclamar. Queremos que el pueblo se rehabilite de veinte años de retraso y tinieblas.
Queremos que los que representan hoy los principios de estos fatales veinte años,
caigan de rodillas ante el pueblo que se levanta a recobrar su puesto. Queremos que
D. Manuel Montt fatal a las libertades públicas, fatal a la educación, fatal a la
República, se anule para siempre y quede solo como un monumento de la justicia y
generosidad de un pueblo. Queremos otro hombre en el poder que no sea un Prieto,
un Bulnes, un Montt. Un hombre inteligente, leal, desinteresado y republicano.
7. ¿Cuáles son las principales críticas que se realizan al orden conservador? Identifica
y explica.
8. ¿De qué manera este texto demuestra la apertura del espacio público durante el
siglo XIX? Argumenta.