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PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO AMBIENTAL

El Derecho Ambiental es un instrumento rector que tiene como propósito regular, dirigir,
prohibir o autorizar actos y hechos derivados de los hombres. Para ello utiliza ciertos
instrumentos de control y se apega al uso de principios, los cuales le rigen y guían en todas
sus manifestaciones.

El módulo educativo nociones de derecho ambiental nos indica que se entiende por principio
aquella norma no legal supletoria de ella y constituida por doctrina o aforismos que gozan
de general y constante aceptación de jurisconsultos y tribunales. Y se entiende por Rector lo
que rige o gobierna; por ende, son principios rectores los postulados fundamentales y
universales que la razón especula, generalizando por medio de la abstracción las soluciones
particulares que se obtienen partiendo de la justicia y equidad social, atendiendo a la
naturaleza de las cosas positivas. Son principios rectores generales por su naturaleza y
subsidiarios por su función, porque suplen las lagunas de las fuentes formales del Derecho;
estos principios los catalogaremos de la siguiente manera, y son los siguientes:

Guatemala, contempla en las leyes ambientales (Ley de Protección y Mejoramiento del


Medio Ambiente, la Ley de Áreas Protegidas, La Ley de Minería, La Ley Forestal, etc.) como
uno de sus principios: el Principio de Prevención y sobre éste la función de cada una de las
instituciones que por ley deben prevenir, proteger y conservar el ambiente.

Dentro de los principios generales del derecho encontramos:

EL PRINCIPIO DE QUIEN CONTAMINA PAGA

Este principio indica que quien cause daños medioambientales es responsable de los
mismos, por lo que se debe tomar las medidas preventivas o reparadoras necesarias y
sufragar todos los costes relacionados.
El principio de quien contamina paga se aplica por medio de la Directiva sobre
Responsabilidad Medioambiental (DRM), cuyo objetivo es prevenir o poner remedio a los
daños medioambientales causados a especies protegidas y hábitats naturales, el agua y el
suelo. Los operadores deben tomar medidas preventivas en caso de amenaza inminente para
el medioambiente. De haberse producido ya el daño, están obligados a tomar las medidas
adecuadas para remediarlo y a pagar los costes. El principio “quien contamina paga”
persigue sobre todo que el causante de la contaminación asuma el costo de las medidas de
prevención y lucha contra la misma.

De conformidad con la Declaración de Estocolmo (Medio Humano) existe un articulado de


principios del derecho internacional, entre los cuales consagran los siguientes:

PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN

Este principio aconseja no tomar decisiones arriesgadas cuando no se conozcan


científicamente con certeza las posibles consecuencias.

El principio está establecido en diferentes convenios y protocolos internacionales16 y busca


evitar que las amenazas potenciales al ambiente sean utilizadas como justificación para dejar
de tomar acciones para protegerlo. Autores como Jaquenod de Zsogon refieren que el
principio ha de aplicarse cuando haya peligro de daño grave e irreversible, la falta de certeza
absoluta no debe utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces y
eficientes para impedir la degradación del ambiente, puede invocarse cuando es urgente
intervenir ante el posible peligro para la vida, la salud humana, para proteger la vida animal
o vegetal y para proteger, por ende, el ambiente. La aplicación de este principio ha de
basarse en la evaluación preliminar sobre el grado de incertidumbre científica, sobre el riesgo
potencial y sus consecuencias.

Se podría confundir con el principio de prevención; sin embargo, el principio de


precaución refuerza la adopción de medidas preventivas e impide la actividad en caso de
dudas sobre la efectividad de los remedios.
El principio de precaución refuerza el principio de prevención siempre que no se disponga
de los datos necesarios para evaluar adecuadamente la situación y las consecuencias de una
actuación determinada.

EL PRINCIPIO DE IGUALDAD:

reconoce que en materia ambiental todos los Estados son iguales en deberes y derechos. El
principio del Derecho al Desarrollo Sostenible: Señala que hay un vínculo estrecho entre
desarrollo económico, social y medio ambiente.

El principio de Soberanía Estatal sobre los Recursos Naturales Propios:

Establece que los Estados exploten sus recursos libremente, cuidando el uso racional de los
mismos.

EL PRINCIPIO DE NO INTERFERENCIA:

Establece la obligación de los Estados de no perjudicar con sus actividades el medio ambiente
de otros Estados.

EL PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD COMPARTIDA:

Obliga a los Estados a asumir responsabilidad internacional cuando con sus actos dañen la
ecología de otro Estado.

EL PRINCIPIO DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL:

Debe guiar a los Estados en todas las actividades relacionadas al medio ambiente, teniendo
en cuenta los intereses de los demás Estados.

Aquí los Estados tienen el deber de proteger el medio ambiente, no solo con los otros Estados
sino también en el territorio de su competencia, así como aquellos que no están sometidos
a ninguna competencia territorial, es decir que son territorios comunes de la Humanidad
Para la Protección del Medio Ambiente, cuyo objeto es establecer el deber general de su
protección a través de la cooperación internacional

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