Está en la página 1de 3

Como se realiza un informe

•Identificar el tema:

Es conveniente que tengamos identificado este tema, pues solo así podremos
seleccionar correctamente la literatura existente, los estudios publicados y que
presentan relevancia, así como aquellas herramientas esenciales para llevar a
cabo el informe. Además, si no controlamos el tema, tampoco seremos capaces de
analizar correctamente la información que obtenemos. Una información con la
que debemos emitir una serie de recomendaciones o conclusiones.

Y es que debemos estar contentos con el tema, tenerlo identificado y controlado,


ser capaces de buscar la información existente. Y todo ello, a la vez que somos
capaces de analizar toda esta información, para ofrecer información, soluciones,
así como recomendaciones para corregir o mejorar una determinada situación, o
simplemente para informar sobre ella.

•Identificar el objetivo y los destinarios:

Una vez tenemos el tema, debemos ser conscientes de qué queremos obtener con
este informe, así como cuales son aquellos objetivos que se persiguen y por los
que se realiza el informe. En este sentido, el informe podría ser para hacer presión
sobre un determinado asunto. Para mejorar una situación que presenta
disfuncionalidades. Para informar a la dirección sobre la evolución de la empresa,
entre otros objetivos. Antes de empezar el informe, e incluso antes de empezar a
redactarlo, es preciso que definamos bien los objetivos que se persiguen con el
informe.

•Todo es un borrador:

No debemos tener miedo a borrar textos completos, o a eliminar información que,


tras una observación, queda obsoleta. Realizar un informe es, en ocasiones,
similar al método de ensayo y error. En este sentido, debemos saber que, para
evitar frustraciones, debemos trabajar con borradores. Y ello, hasta que estemos
seguros que aquello que vamos a plasmar en el informe es lo que
verdaderamente queremos plasmar. Por esta razón, trabajar con borradores es la
mejor manera de hacer correctamente el informe. Pues iremos centrándonos en
un documento que iremos modelando hasta extraer el mejor documento posible.

•Seleccionar las fuentes que vamos a consultar:

Así pues, antes de iniciarnos en la aventura de redactar un informe, es


conveniente empaparnos del tema que vamos a tratar. Y qué mejor herramienta
para empaparnos que las fuentes de información, donde podemos obtener los
estudios e informes que, previamente, han publicado otras personas que no
somos nosotros. Por esta razón, y dado que estos van a influir en nuestro estudio
y, por ende, su utilidad, debemos seleccionar bien aquellas fuentes de
información que nos serán de utilidad para el informe.

•Pide opiniones:

No tengas miedo a lo que puedan decir de tu informe, más vale tener una opinión
mala al principio, que tras la revisión de los interesados. Estas opiniones, en
ocasiones, pueden hacernos ver situaciones que nosotros no somos capaces de
ver.

•Redacta la información de forma clara y precisa, y sigue la estructura:

Habitualmente, un informe presenta la siguiente estructura:

1. Introducción.
2. Cuerpo.
3. Conclusión.
4. Bibliografía.
Dicho esto, es conveniente seguir esta estructura para que el informe esté
completo.

De la misma forma, expresar la información de forma clara y precisa, bien


redactada y cumpliendo con todas las normativas ortográficas y de estilo,
es fundamental para la comprensión del texto por parte de los interesados.
Además, una buena lectura siempre aportará comodidad y satisfacción al
lector, en lugar de si esta, al contrario, presenta una estructura
desorganizada, y presenta fallos en la propia redacción. Eso no da buena
imagen.

•Una imagen vale más que mil palabras:

Como sabemos, acompañar el texto con imágenes y gráficos es muy


recomendable a la hora de llevar a cabo un informe. Si estamos hablando
sobre la vulnerabilidad de la población de los distintos territorios que
integra la Unión Europea, un gráfico, o un mapa, puede darnos toda esa
información en un solo vistazo, sin necesidad de leer casi tres páginas que
nos hubiese ocupado esta información de tener que expresarla de forma
escrita.

Por esta razón, haz de tu informe, un informe más visual. 


•Haz una selección de toda la información que quieras incluir, y cuando la
tengas, vuelve a seleccionar:

En muchas ocasiones, cuando queremos hacer un informe, lo primero que


queremos es demostrar que todo lo que sabemos sobre el tema debe estar
incluido en el informe.

Esto es uno de los errores más frecuentes que se cometen a la hora de


realizar informes, pues muchos integran información que, verdaderamente,
no era relevante para la realización del estudio y tampoco para los
interesados en él. Por esta razón, debemos evitar que el informe se
extienda por añadir información que no debería estar y que solo aumenta
los tiempos de lectura. Elige aquello que quieres incluir y, cuando lo tengas,
vuelve a seleccionar lo más importante de todo lo que queremos incluir, así
como aquello que, de verdad, aporte valor al estudio.

•Una vez que hayas finalizado el informe, revísalo y léelo:

Una vez tengamos el borrador final que queremos entregar, revísalo y léelo
varias veces.

En muchas ocasiones se nos pasan cosas que queríamos añadir y que


podrían ser interesantes, y esas lecturas pueden ayudarnos a completar el
informe, así como darnos cuenta de si tenemos que eliminar algo. Por esta
razón, es conveniente que, una vez terminado, nos paremos a leerlo
tranquilamente para encontrar aquellos aspectos más superficiales que
podrían corregirse y mejorar el informe.

•La presentación es determinante:

La presentación es la noche de gala en lo que sería el proceso de realizar un


informe. Por ello, prepara una buena presentación, maqueta el informe y haz un
resumen ejecutivo para los interesados, y que le facilite la identificación de
aquellos aspectos más destacables.

También podría gustarte