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Cómo redactar un informe

correctamente, en 10 pasos
En nuestro día a día, tanto en lo laboral como fuera de ello, no es infrecuente que en
alguna ocasión debamos elaborar un informe para dar cuenta de alguna situación
o problema.

Tanto para presentar una queja, como para hacer una solicitud o simplemente
documentar una situación determinada, este será el tipo de documento que generalmente
vamos a redactar. Pero algunas personas pueden encontrar complejo elaborar un
informe. Por eso en este artículo os proporcionamos una serie de pasos sobre como
redactar un informe, a nivel general.

¿Qué es un informe?

Un informe es un tipo de documento escrito en prosa que se lleva a cabo con el


propósito de que la persona que lo realice pueda comunicar algo referente a una
situación o temática a otras personas. Por lo general se suelen dirigir a instancias más
elevadas (por ejemplo al Ayuntamiento o a un superior), aunque también pueden
encontrarse informes dirigidos a comunicar algo a un profesional diferente de nosotros
para que pueda trabajar con los mismos datos y contrastarlos o ampliarlos.

Existe una amplia variedad de tipos de informe, que pueden tener diferentes propósitos
y estructuras diferenciadas. Sin embargo en este artículo se plantea la realización de un
informe que tenga en cuenta la estructura general de cualquiera de ellos.

Pasos para elaborar un informe

A la hora de elaborar un informe debemos tener en cuenta que en primer lugar


vamos a tener que reflexionar sobre el cómo, cuándo y por qué vamos a realizarlo.
Posteriormente se llevará a cabo la propia redacción del informe en base a la situación a
reflejar y las consideraciones previas.

A continuación se explicitan una serie de pasos útiles de cara a redactar un informe de


manera correcta.

1. ¿Qué objetivo tenemos?

Antes de empezar a escribir debemos reflexionar sobre qué queremos conseguir con
nuestro informe. ¿Vamos a solicitar la solución a un problema o simplemente a
almacenar datos para poder usarlos más adelante? ¿Queremos reflejar una
investigación científica o presentar una queja? Hemos de tenerlo en cuenta para
seleccionar el tipo de informe que sea más pertinente según el caso.

2. Ten en cuenta el tipo de texto que vas a emplear

No todos los informes son iguales, pudiendo presentar cada uno sus propias
características distintivas. Por ejemplo, un informe expositivo va a reflejar datos sin
realizar ningún tipo de interpretación respecto a ellos, no existiendo la posibilidad
de hacer conclusiones, mientras uno de tipo demostrativo va a requerir que el sujeto
elabore hipótesis y las ponga a prueba de manera que obtenga una serie de resultados y
conclusiones.

3. Contempla el target

No solo importa el para qué o el cómo, sino que se debe pensar en que público tiene
nuestro informe como objetivo. Ello nos permitirá adecuar el nivel de lenguaje tanto a
nuestras necesidades como a las de dicho público.

4. Selección y análisis de la info

En función del paso anterior es fundamental reunir la información que queremos


proporcionar y estructurarla adecuadamente de manera que nuestro discurso tenga un
hilo conductor. También se debe tener en cuenta el tipo de datos a reflejar y quien o
como se ha extraído la información.

5. Podemos usar elementos gráficos

Aunque depende del tipo de informe, es posible utilizar elementos visuales que
faciliten la comprensión de los datos. Nos estamos refiriendo por ejemplo al uso de
gráficos de barras para analizar frecuencias o bien para realizar un análisis de ganancias
y costes.

6. Título

Si bien puede parecer una tontería mencionarlo, titular correctamente el informe de


una forma clara, relativa al tema que conlleva su realización y fácilmente
comprensible es algo que facilita mucho su comprensión por parte de los lectores.

7. Redacta la introducción

En este primer apartado del informe en cuestión realizaremos un breve resumen


del tema a tratar en el informe. En él debe aparecer el objetivo de la realización de
dicho informe y el problema que genera la necesidad de su existencia y el contexto en el
que se lleva a cabo.

8. Expande las ideas y explica lo investigado en el desarrollo

En el cuerpo del informe dispondremos y expandiremos la información sobre el


sucedido o investigado, dejando claros los métodos y acciones que muestran cómo se
produjo o se desempeñó la situación y la manera de obtener los datos. Si se trata de un
informe que refleja una investigación se incorporarán aspectos como modelos teóricos y
exploración de la situación.
9. Elabora una conclusión

En la última parte del informe se debe reflejar el resultado final de lo explorado y


reflejado en el informe o la demanda o petición que se hace de cara a resolver la
situación. Debe ser clara y entendible.

10. Lenguaje a emplear

Es fundamental que en todo el redactado el lenguaje sea claro y conciso. Ha de ser


redactado de manera formal y objetivo, en tercera persona y en voz pasiva. Se han de
separar los hechos de las inferencias que se lleven a cabo (si es que las hay) y se
tienen que tratar directamente los datos con los que se está tratando cuando se les esté
tratando.

Cómo redactar un informe


Conoce algunos tips y consejos para saber cómo redactar un informe.

Para comenzar cabe aclarar que un informe se trata de un texto que puede estar escrito
en prosa técnica, científica o comercial y que tiene el objetivo de comunicar
información, generalmente dirigida a personas o entidades capacitadas para tomar
decisiones; de allí la importancia de saber cómo redactar un informe.

Cómo redactar un informe

El destinatario de un informe se trata de una persona o un grupo de personas; gente que


al recibirlo deberá leerlo y evaluarlo.

Por ello, saber como redactar un informe será crucial para la efectividad de la
información manejada a la hora de resolver las situaciones en él planteadas.

Existen tres tipos de informe:

 Expositivo
 Interpretativo
 Demostrativo

Conocer las características de cada uno resulta ser de los primeros pasos para saber
cómo redactar un informe:

El informe Expositivo narra un hecho o una secuencia de hechos sin análisis ni


interpretaciones del autor; por consiguiente, sin conclusiones ni recomendaciones.

El informe Interpretativo narra los hechos, los interpreta y analiza para obtener
conclusiones y dar recomendaciones.
El informe Demostrativo presenta una tesis planteada por el autor y la descripción de los
pasos que se han seguido para su demostración y las conclusiones obtenidas.

Hay una estructura general que es de inevitable conocimiento a la hora de saber cómo
redactar un informe: introducción, desarrollo y conclusión.

En la introducción se presenta el problema y los objetivos buscados (¿Para qué? ¿Por qué? y
¿Con qué?).

El desarrollo habla de los procedimientos, la metodología utilizada para recabar la


información: experimentos, entrevistas, etc. (¿Cómo?). Y en la conclusión, se presentan
los resultados obtenidos utilizando cuadros, tablas, gráficos, etc. (¿Qué se encontró?).

Resulta obvio, aunque necesario, aclarar que la definición que se tenga en las respuestas
de las preguntas planteadas facilitará la resolución de la cuestión de cómo redactar un
informe.

Por último, algunos consejos para una mejor redacción de su informe: presentar la
información con objetividad; mencionar el mayor número de datos posibles,
presentarlos organizada y jerarquizadamente; citar las fuentes de información
consultadas; usar párrafos cortos y exponer concreta y precisamente las conclusiones y
recomendaciones.

20 consejos para escribir mejor


No todas las personas nacen con talento para escribir. Pero sí prácticamente cualquiera
puede desarrollar hábitos para mejorar la calidad y entendimiento de su escritura.

Como emprendedor, una buena estrategia para convertirte en una autoridad en tu


industria y para promoverte (a ti y a tu negocio) es redactar entradas para tu blog o para
el de otro medio en el que participes como guest blogger. Por eso, te comparto algunos
sencillos consejos que te ayudarán a mejorar rápidamente la forma en que te expresas
con las letras:

1. Piensa sobre qué escribirás antes de escribir


No hacerlo es una equivocación que muchos cometen. Antes de sentarte a escribir
asegúrate que tienes algo que decir y define claramente cómo lo quieres expresar. No
centres tu escritura en las palabras, sino en las ideas que quieres transmitir. Piensa:
¿Cuál es el objetivo de este post? A partir de ello empieza a construirlo.

2. Puntos, puntos, puntos


Fue el primer consejo que me dio mi maestro de Periodismo. Para brindar una escritura
fluida debes usar correctamente los signos de puntuación. Evita los párrafos eternos de
una sola oración. Y siempre que estés tentado a escribir una coma piensa si se puede
sustituir por un punto.

3. Dile adiós a los adjetivos y adverbios


Las descripciones son importantes para conseguir una buena narrativa, pero muchas
personas abusan de los adjetivos y adverbios. Revisa tu texto y observa todas las
palabras que puedes eliminar (por ejemplo: muy, realmente, quizás, asombroso,
increíble, verdaderamente, justo). Como expresó el cuentista Horacio Quiroga “Inútiles
serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil”.

4. No repitas palabras
La amplitud de vocabulario, así como el nivel cultural de una persona se notan en el uso
excesivo de palabras. Busca sinónimos o conceptos que pudieran reemplazar lo que
escribiste. Lo primero que debes hacer es encontrar tus muletillas (las palabras que
repites constantemente), buscarlas en tu texto con la funcionalidad en Word de Ctrl + B
y  cambiarlas por otras. El idioma español es sumamente amplio; aprovéchalo.

5. Utiliza subtítulos o cabezas intermedias


Cuando realices un texto, sobre todo si es largo, piensa en dividirlo en subtemas y usar
cabezas intermedias. Esto ayuda a descansar la vista y a hacer más fluida la lectura.

6. No abuses de los signos de puntuación ni de las negritas


La mayoría de las veces puedes omitirte signos de puntuación como los paréntesis y los
guiones agregando puntos o comas. De esta manera la escritura se ve más limpia.
También evita el exceso de negritas y letras itálicas; analiza bien qué necesitas resaltar y
hazlo únicamente cuando amerite.

7. Usa correctores de ortografía


Podría sonar obvio pero no todos lo hacen. Aunque la herramienta de Word es bastante
funcional, ten en cuenta que no arregla todos los errores, en especial si se tratan de
acentos diacríticos. Si no sabes cómo se usa una palabra, simplemente no la uses. Lo
mismo ocurre cuando se trata de gramática.

8. Sé auténtico
Para conseguir que tus posts ganen tracción es esencial que definas cuál será tu voz,
tono y estilo de escritura. No intentes sonar muy distinto a como hablas, ya que el lector
lo notará, y tampoco trates de imitar el estilo ni las ideas de alguien más. Ojo: nunca
escribas de un tema del que no conoces.

9. Establece una estructura


En el Periodismo, hay varias formas de estructurar un texto. La más sencilla (y que te
puede servir al redactar tus entradas) es la de pirámide invertida, que consiste en ir de lo
más a lo menos importante. También es recomendable que en el primer párrafo
respondas las principales cinco preguntas: ¿qué?, ¿quién?, ¿cuándo?, ¿cómo? y ¿dónde?

10. Ten un principio y un final contundentes


Como en una buena obra de teatro o película, el principio es básico para cautivar a la
audiencia; mientras que el desenlace es lo que más recordará el espectador en el largo
plazo. Procura iniciar y terminar tus textos con fuerza. Una buena idea es comenzar con
una pregunta y acabar con la respuesta.

11. Lee mucho


Para ser un buen escritor es necesario ser un buen lector. Los libros, artículos, revistas y
posts pueden entregarte muchas ideas sobre cómo narrar una historia, así como pistas de
ortografía y vocabulario. Lee sobre diferentes temas y autores; además podrás usarlos
como referencias en tus textos.
12. Conoce a tu audiencia
Antes de escribir piensa a quién está dirigido tu mensaje. Imagínate cómo es tu lector,
¿cuáles son sus intereses? ¿qué tipo de lenguaje usa? ¿dónde leería tu texto? Tener esto
en mente te servirá para elegir tu tono y tus temáticas.

13. Escribe diariamente


Haz de la escritura un hábito. No necesitas redactar 10 cuartillas, sino tener un diario o
bloc donde todos los días escribas algunas ideas o pensamientos. Igualmente, define y
cumple fechas de entrega o publicación de tus entradas.  

14. Léelo en voz alta


Este ejercicio te ayudará a notar si la fluidez y tus pausas son correctas. Si al leer una
oración te quedas sin aliento, es momento de añadir un punto. Si notas que tus palabras
producen cacofonía (repetición de sonidos) reemplázalas por otras.

15. Pide a alguien más que lo lea


Antes de publicar un texto pide a alguien de confianza -pero que no sea erudito del
tema- que te dé su retroalimentación y se convierta en tu ‘editor’ si no tienes uno
propiamente. Así sabrás en qué punto ahondar, qué cortar y si hay alguna frase confusa.

16. Elimina la paja


Como en todo, más no es mejor. Deshazte de esas frases repetitivas que no aportan
nada. Un buen texto no se mide por su longitud.

17. No des nada por sentado


Lo que para nosotros es completamente comprensible, para el lector puede que no lo
sea. No escatimes en la definición de conceptos ni creas que son obvios para “todo el
mundo”. Cuando hables de un personaje agrega una descripción; haz lo mismo con
instituciones y empresas.   

18. Usa números o bullets


Ésta es otra estrategia para hacer más fácil y entendible un texto. Cuando sea posible, no
dudes en enumerar tus puntos o en agregarles un guión a ciertas reflexiones o
conclusiones.

19. No te distraigas
Igual que en muchas otras actividades de tu negocio (como elaborar presupuestos)
escribir también requiere de enfoque y concentración. Así que antes de escribir
asegúrate de encontrarte en un ambiente relajante que invite a la inspiración. De ser
posible apaga tu celular, alertas de Skype y cualquier otro elemento que pudiera
distraerte.

20. Revisa dos o más veces


La mayoría de los errores puede evitarse, o al menos disminuirse, con una revisión. Lee
cuidadosamente tu texto, revisa tu ortografía y las palabras que usaste. Por otro lado, no
caigas en el perfeccionismo: siempre sentirás que tu texto puede mejorar, por lo que
debes saber cuándo dejarlo ir o, de lo contrario, nunca lo publicarás.
Los 5 Pasos que debes seguir para
escribir un buen informe
Antes de continuar te quiero contar que te encontrarás con una guía que a través de 5
pasos aprenderás como escribir un buen informe, ya sea socioeconómico, social o entre
otros. Todo lo que leerás aqui es parte de un proceso lógico que te ayudará a mantener
un orden en cada uno de los informes, para que sus lectores logren comprender
realmente el mensaje y tu te sientas satisfech@ con tu trabajo.

Trabajo Social

Como trabajadores sociales se espera que nuestro trabajo sea de calidad, y que la
manera de comunicamos sea efectiva y clara, sobre todo con profesionales de otras
áreas, pero lamentablemente muchas veces esto no sucede.  Es por eso que a
continuación te ire contando paso a paso cual sería una de las formas adecuadas de
escribir un buen informe. Ojalá te ayude.

1. Elabora un Plan

¿Este es tu primer informe? Tranquilo (a) haremos lo mejor posible para que puedas
sentirte satisfecho con lo realizado, así que comencemos. Partamos dejando los nervios
a fuera y comienza escribir ya sea en una hoja en blanco o donde realmente te sea más
cómodo. Y vamos a comenzar con lo siguiente:

 Propósito del informe: Aqui deberás escribir cual es el propósito de tu informe E.j: “El
siguiente informe tiene como propósito evaluar el plan de intervención del señor X la
cual ingreso al programa el día 10 de Diciembre de 2012, siendo referida de X”
 Anota puntos importantes: A continuación te invito a que escribas algunas notas
como vas a partir el informe, la introducción en la cual tienes que exponer el propósito
y porque es necesario realizar ciertas acciones.

Lo que conseguirás con esto, es que tendrás un panorama de aquello que sabes y no, lo
cual te invitará a obtener más información para escribir. Y lo más importante, el
elaborar un plan te hará ahorrar tiempo, que es lo más valioso.

2. Escribe un Borrador

Llegó el momento de la acción. Te aconsejo que comiences a trabajar donde te sientas


más a gusto y comiences a escribir tu primer borrador del informe, a la velocidad que
más te acomodé pero con la seriedad que merece. Esto te da ventaja para ir editando y
mejorando el documento a medida que escribes.

3. Realiza un Resumen

Es importante que tus informes puedan contar con un resumen, ya que si una persona lo
lee rápidamente, pueda tener el panorama completo de la situación que se desea
informar, es por ello que es importante que incorpores los principales antecedentes de la
manera más clara y resumida posible.
Para escribirlo te dejo los siguientes consejos:

 No escribas más de 3 párrafos.


 Subraya las ideas principales y si aún no estas conforme, en base a esas ideas escríbelo
nuevamente.
 Luego de escribirlo, revísalo y edita lo que no se logre entender.
 Revisa la ortografía y puntuación.

4. Editar, editar y editar

La mejor forma de quedar satisfecho con tu informe es que lo edites las veces que sea
necesario, hasta que llegues al punto de sentirte satisfecho, para ello te dejo una seríe de
puntos que considero importante:

 No utilices el “Yo” remplázalo por “el profesional” siempre hablando en tercera


persona. Eso le da más formalidad a tu trabajo.
 Lo importante es que puedas unir tus frases conectores Ej: “Tales como, por lo tanto,
sin embargo” Aqui te dejo una lista 500 conectores.
 Tal cual como en el resumen, revisa muy bien la ortografía y puntuación.
 Esta bien, somos trabajadores sociales, pero no podemos asumir que todos entienden
nuestros términos, así que evita jergas, lo ideal es que puedas usar un lenguaje
neutral que cualquier profesional pueda leer el informe y lo logre entender.

5. Revisión Final

¡Por fin la última parte! Luego de haber pasado por lo 4 puntos anteriores, es momento
de que compruebes si realmente el informe se entiende y manda el mensaje que
deseamos transmitir, es por ello que te aconsejo que le pidas la opinión a algún
compañero de trabajo o colega, para que te pueda dar un feedback. No tengas
vergüenza, todos estamos aprendiendo 🙂 así que adelante. Una vez que obtuviste el
feedback y mejoraste aún el documento. Es momento de imprimir, y por fin liberarte 🙂

Pautas para elaborar un informe eficaz,


comprensible y bien presentado
Un informe debería contar con una estructura ordenada, claridad expositiva,
redacción eficaz y brevedad.
La estructura

El informe consiste en una concatenación ordenada de ideas que se pueden sintetizar en


tres o cuatro puntos centrales, en donde se defiende una tesis que queda completamente
clara en la primera lectura del mismo. La estructura debe permitir retener los puntos
principales del mismo en una lectura rápida, casi en diagonal. Y, si la extensión del
informe no lo permite, se debe optar por la fórmula del resumen ejecutivo.

La más eficaz es la estructura clásica de toda redacción (introducción, nudo y desenlace)


a su vez, desmenuzable en distintos pasos. Por tanto, selecciona tus ideas, el objetivo
que persiguen, asígnales los datos que les corresponda (tablas, gráficos, recuadros...) y
comienza a redactar siguiendo la estructura definida.

¿Cuánto escribir?

No hay un número de páginas exacto ni para cada capítulo ni para el informe. Cada
uno aporta su propia información y en función de eso hay que redactarlo. El objetivo de
ser breve pero explicativo debe ser constante.

En los informes, el rango de importancia de la información es de menor a mayor.


Siempre se empieza por un orden cronológico y secuencial hasta finalizar con unos
resultados y conclusiones espectaculares.

Partes del informe

La introducción. Presenta la situación objeto del informe y le proporciona al lector la


información básica para comprender el resto del documento.

Los antecedentes. Reflejan las razones que nos han llevado a elaborar ese informe. En
definitiva, se trata de poner al lector en antecedentes, aportando los datos, recursos o
metodologías anteriores que han influido en el tema a tratar. También se destacarán las
partes pertinentes del estudio DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y
Oportunidades) que fue aplicado previamente y que podrían revisarse en este nuevo
informe.

La metodología. En este apartado, hay que incluir información sobre el método que
hemos usado o pretendemos emplear para abordar el tema propuesto en ese informe. Se
detallan todos los procedimientos que lo envuelven presentándolos al lector como
idóneos. También es necesario explicar todos los vocablos técnicos utilizados con
paréntesis y pies de página para que su significado quede claro a cualquier perfil de
lector.

Los resultados. Señalan “lo que hay”, las realidades positivas o negativas que han
surgido como consecuencia del empleo de la metodología propuesta y los antecedentes
expuestos. En esta parte, los gráficos y tablas pueden ser muy informativos, pero
conviene alternarlos con texto para no recargarlo de cifras.

Las limitaciones. Mencionan los datos o fuentes que no se han podido incluir o no se
han podido consultar o contrastar al redactarlo. Son las carencias que presentan las
soluciones aportadas en ese informe.

Las conclusiones. Es una de las partes más esclarecedoras del informe. El autor
presentará las conclusiones a las que ha llegado para lograr modificar la realidad o la
situación objeto de análisis.

Las recomendaciones. Este apartado debe ser una herramienta útil para la empresa.
Nuestra visión de expertos debe quedar patente recomendando pautas y soluciones con
el fin de que sean ejecutadas por quienes corresponda tomar partido. El autor del
informe aborda compromisos fruto de sus reflexiones y análisis previos.
Información complementaria. En los anexos deberíamos siempre contar con algunas
citas de fuentes secundarias, contrastes con otros datos, comparativas con empresas y
fuentes fidedignas para reforzar la tesis central que se expresará en el nudo del informe.
Además se debe proponer al lector cómo localizar las fuentes originales utilizadas en el
informe (documentos o webs).

¿Word o PowerPoint?

A la hora de presentar el informe, ambos formatos pueden complementarse. Word crea


documentos diseñados para ser leídos y PowerPoint permite elaborar informes
diseñados para ser presentados, no leídos.

Por tanto, en Word se puede hacer un documento altamente explicativo cargado de


argumentos y defensa de los mismos y, también, un documento ejecutivo en PowerPoint
para ser presentado por el autor u otros destinatarios. Es conveniente que los asistentes a
la reunión reciban una copia del informe en soporte digital.

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Dos modalidades

Técnicos. Se dirigen a personas con habilidades técnicas similares a quien redacta el


informe y hablan al lector de igual a igual, usando tecnicismos cuyo significado siempre
debe explicarse. Este perfil de lector estará en condiciones de interpretar con facilidad
ciertas informaciones o datos (tablas, recuadros, gráficos...) que se aporten al
documento.

Divulgativos. Se dirigen a un público heterogéneo (de la misma especialización o no


que el autor) al cual hay que informar de forma masiva. El uso de tecnicismos es menos
abundante. También es posible usarlos siempre que se expliquen. Al ser su finalidad
divulgativa, debemos rechazar los datos complejos o superfluos que se desvíen del
objetivo concreto del informe.

Cómo organizarlo

Portada. El título es el primer elemento de atracción. Elígelo informativo, llamativo y


sugerente, apoyado en un subtítulo explicativo. Que sean imaginativos. También pueden
incluirse portadillas para separar distintos capítulos. Una buena encuadernación es
fundamental. Detalles como añadir el logo y color corporativos son, a menudo,
aconsejables.

Índice.Sirve para numerar los contenidos del informe y sus correspondientes epígrafes.
Luego vendrá el cuerpo del informe y el opcional apartado de anexos debidamente
paginado. Puede añadirse un índice de tablas y gráficos.

Gráficos, estadísticas, encuestas... Todos los documentos útiles para la comprensión


del informe (encuestas, cuestionarios, fotografías...) tendrán cabida, sobre todo al final
del documento, para no recargarlo. Aportan información numérica, resumen largas
parrafadas o muestran ideas explicativas de cómo se encadenan las ideas.

Detalles estéticos. Usa un tamaño de letra que no desafíe la visión (Arias o Times en
cuerpo 11 ó 12), un interlineado cómodo (desaconsejado el doble para los informes,
frente al sencillo o de 1,5 líneas) y márgenes y espacios entre párrafos holgados para
que descanse la vista. Desaconsejados los subrayados y preferibles la negrita, viñetas y
símbolos para resaltar datos.

La Psicología te da 6 consejos para


escribir mejor
El psicólogo cognitivo Steven Pinker nos explica las claves para una escritura excelente.

La lectura es uno de los grandes placeres de la vida, qué duda cabe. Hace pocos días
nos hacíamos eco de nuestro particular ránking con 50 libros imprescindibles que hay
que leer una vez en la vida, y hoy volvemos a por más, aunque desde otro punto de
vista.

La escritura y la psicología, mucho en común

Estamos constantemente comunicándonos con palabras escritas; forman parte de nuestra


vida y de nuestro acervo cultural. Todos hemos sentido en algún momento la necesidad
de escribir nuestros pensamientos o nuestras historias, y es que la escritura puede llegar
a ser terapéutica. 

Tal vez no seamos unos genios de la literatura como Gabriel García Márquez o


William Shakespeare, pero el reclamo del papel y el bolígrafo (o del teclado para los
nativos digitales) suele presentársenos a menudo. Sin embargo, plasmar en el papel las
ideas y reflexiones que pasan por nuestra mente puede ser una empresa complicada, y
sino, que se lo pregunten a los escritores y su temido “síndrome de la página en blanco”.

Steven Pinker nos acerca las claves psicológicas para escribir mejor

Uno de los psicólogos de mayor renombre en la actualidad, Steven Pinker, lingüista y


psicólogo cognitivo en la Universidad de Harvard, tiene algunas respuestas para
ayudarnos a progresar en lo que refiere al arte de la escritura.

En su libro The Sense of Style: The Thinking Person’s Guide to Writing in the 21st
Century (Sentido de estilo: La guía del pensador para escribir en el siglo XXI),
publicado en 2014, Pinker nos aconseja y nos ofrece una completa guía para
aquellos que queramos mejorar como escritores. 

Además, sus sugerencias y enseñanzas están basadas en multitud de investigaciones


científicas en el campo de la neurociencia y la psicología cognitiva: Pinker repasa los
hallazgos en el sistema de funcionamiento de nuestro cerebro y nos enseña a mejorar
nuestra capacidad para escribir. El autor propone una serie de técnicas y estrategias que
tienen el objetivo de comprender cómo funciona nuestra mente para que sepamos
sacarle el máximo partido, en este caso para ser más creativos y eficientes a la hora de
escribir.
Los 6 consejos psicológicos para escritores

A continuación, hemos resumido los seis puntos en que se basan las enseñanzas de
Steven Pinker. Si quieres ser escritor y mejorar tus historias, esto te puede ayudar.

1. Ponte en la piel (y en la mente) del lector

Los lectores no saben lo que tú sabes. Este parece un punto muy obvio, pero no lo es
tanto. Si hay personas que no comprenden bien lo que estás intentando transmitirles a
través de tus textos, el problema no es suyo, sino tuyo. Lo siento.

El motivo psicológico de este fallo a la hora de escribir es que nuestro cerebro tiende a
dar por sentados muchos conocimientos, datos y argumentos porque tú ya los sabes,
pero ¿tus lectores los conocen tan bien como tú? Probablemente no, y este es un
problema frecuente y que hay que saber afrontar, con autocrítica y con reflexión.

Steven Pinker denomina a este error la “maldición del conocimiento”, y es la


incapacidad que tienen muchos escritores para entender que los demás no saben lo
que ellos saben. Esto conduce a textos poco claros, donde se dan cosas por sentadas que
descolocan al lector. En su libro, Pinker afirma que el mejor método para evitar caer en
este error (que por cierto es uno de los más comunes según los editores) es hacer llegar
un borrador del texto a una persona sin conocimientos específicos, y preguntarle si
entiende todo, o no.

2. Usa un estilo directo, con imágenes y conversaciones

La psicología cognitiva no se cansa de repetir que más de un 30% de nuestro cerebro


tiene funciones asociadas con la visión. Pinker también destaca que hay mucha
evidencia científica que muestra que los lectores comprenden y son capaces de recordar
más elementos del texto que tengan que ver con un lenguaje que evoque imágenes.

Además, es conveniente usar un estilo conversacional y concebir al lector como una


persona conocida: esto hará que se sienta parte de la historia y del mundo interior del
escritor. No obstante, asevera Pinker, una escritura con un estilo enfocado a impresionar
al lector logra el efecto contrario, y el lector puede sentirse abrumado y notar mucha
distancia respecto a lo que le quiere transmitir el autor.

De hecho, una investigación descubrió que muchos estudiantes universitarios usaban


un vocabulario de gran complejidad de forma deliberada para parecer más
inteligentes. De hecho, los textos más sencillos a nivel de léxico coincidieron con unos
autores de una inteligencia superior.

El truco para encontrar una buena sintonía entre lector y autor, según comenta Pinker, es
que como escritor imagines que te encuentras en una conversación con alguien que tiene
un nivel cultural parecido al tuyo, pero que tiene algunos conocimientos menos que tú
en el campo sobre el que estáis hablando. De este modo podrás ir orientando al lector y
logrando que descubra algunas cosas que tú ya sabes pero que él todavía no.
3. Pon en contexto al lector

Es necesario que le expliques al lector cuál es el objetivo del texto, por qué le estás
contando algo, qué va a aprender con ello. Una investigación reportó que los lectores
que conocen el contexto desde el principio de la lectura son más capaces de comprender
a fondo el texto.

El propio Pinker enfatiza este punto, y señala que los lectores deben conocer los
antecedentes para ser capaces de leer entre líneas y conectar todos los conceptos y
argumentos de un modo más intuitivo. Esto quiere decir que el lector se ubica en el
texto a partir de su conocimiento previo, y eso le ayuda a entender mejor lo que está
leyendo. De hecho, si no encontrase ningún referente para contextualizar, el lector será
incapaz de comprender adecuadamente las líneas que tiene delante, será una lectura
superficial.

El consejo queda claro: como autores deberemos ubicar al lector, mostrarle cuál es
el tema del texto y qué queremos explicarle. Aunque algunos escritores rechazan
hacer esto por no quitarle suspense y misterio al texto, lo cierto es que parece mucho
más razonable conquistar al lector desde el primer momento y lograr que mantenga su
atención e interés a lo largo de la lectura que no confiar en que, sin poder contextualizar,
logrará terminar siquiera el primer párrafo.

4. Creatividad (pero sentido común) a la hora de seguir las normas

Con esto no queremos decir que no haya que respetar las normas de ortografía y
gramática, pero cuando estamos escribiendo también debemos dejar cierto margen para
la creatividad y la improvisación. El diccionario no es un libro sagrado, aduce Pinker.
Es más: los editores de diccionarios son los encargados de plasmar en cada nueva
edición las tendencias y usos de ciertos términos, y eso solo se logra estando conectado
con la sociedad, que es el motor que va dotando de sentido al lenguaje.

Eso sí: es preciso conocer bien las reglas para poderlas romper de vez en cuando
con una buena dosis de creatividad. La creatividad, claro está, debe ser un signo de
calidad, no una oportunidad para demostrar que nos hemos querido “pasar de listos”. Si
no conoces a fondo las reglas de escritura de un idioma, es mejor que no intentes
reinventar la rueda y te ciñas a unos cánones ortodoxos en tus textos. Ya habrá tiempo
para innovar, más adelante.

5. Nunca dejes de leer

Esta y otras guías de escritura son herramientas interesantes y valiosas, pero si quieres
mejorar como escritor es necesario que leas mucho, día a día.

La visión de Pinker es muy clara: para ser un escritor de gran calidad, uno debe
sumergirse en libros y textos variados, intentando conocer nuevos idiomas, recursos
literarios, nuevos términos y frases hechas con las que crecer como pensador y, por
tanto, como escritor.

Es simple: seguir aprendiendo e investigando, es una de las claves para ampliar tus
horizontes mentales y, en consecuencia, tus habilidades de escritura.
6. Revisa los textos a fondo y con paciencia

Para ser un escritor excelente no es recomendable que trates de escribir textos


magníficos a la primera, a contrarreloj. De hecho, esa es una habilidad que pocos, muy
pocos, dominan. En realidad, es mucho mejor que dediques mucho esmero y tiempo
a revisar y reconstruir tus textos.

Steven Pinker opina que la revisión es una de las claves de los buenos escritores. “Muy
pocos autores son lo suficientemente autoexigentes como para plasmar las palabras
exactas que mejor expliquen lo que quieren transmitir. Menos es más. Esto se consigue
con la habilidad de saber revisar y refinar cada párrafo, cada frase. Cuando escribimos,
necesitamos repasar y reformular para lograr que el mensaje sea claro y llegue
adecuadamente al lector”, argumenta Pinker.

Una última reflexión

La capacidad para comunicar a través de textos y libros es algo que se puede aprender.
Solo es necesario practicar y poner en marcha nuestro talento.

Estas estrategias y técnicas para mejorar la escritura que nos ha brindado Steven Pinker
pueden ayudarnos a empatizar con nuestros lectores y conseguir que nuestro mensaje
llegue de la mejor manera posible. ¡A escribir!

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