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Soledad: una carga desigualmente compartida en Europa*
Titulares
• Más de 75 millones de adultos europeos se
reúnen con familiares o amigos como máximo una
vez al mes y alrededor de 30 millones de adultos
europeos se sienten solos con frecuencia. • La
soledad es más frecuente en el este y el sur de
Europa que en el oeste y el norte de Europa.
• La mala salud, las circunstancias económicas
desfavorables y vivir solo están asociados con
tasas más altas de soledad. • La soledad afecta
a todos los grupos de edad. Aunque los ancianos
pueden estar más aislados socialmente que otros
grupos de edad, no reportan sentimientos de
soledad más frecuentes.
Contexto de la política
El envejecimiento de la población, el creciente número de
personas que viven solas y el creciente uso de las
tecnologías digitales para la comunicación han llevado a
muchos a postular que la soledad va en aumento.
No debe subestimarse la importancia de la soledad para
el bienestar individual y la cohesión social . El riesgo de
mortalidad de la soledad es comparable al de la obesidad y
el tabaquismo.
La soledad persistente se asocia además con
comportamientos poco saludables, problemas mentales y
bajo rendimiento cognitivo. Los individuos solitarios también
reportan juicios más pesimistas y se sienten más
*
Este resumen de política ha sido preparado por Béatrice d'Hombres, Sylke Schnepf, Martina Barjakovà y Francisco Teixeira
Mendonça. Se basa en el informe del JRC: Soledad en Europa, Barjakovà, d'Hombres, Schnepf, JRC Working Papers in
Economics and Finance, de próxima aparición.
Este resumen se puede descargar desde: https://ec.europa.eu/jrc/en/research/crosscutting-activities/fairness.
amenazados por situaciones de la vida en comparación con
sus contrapartes 'no solas'.
Además, en un mundo cada vez más conectado, las
personas solitarias y socialmente aisladas enfrentan la
doble sanción potencial de sufrir peores condiciones de
salud y ser estigmatizadas como socialmente ineptas.
La prevalencia de la soledad
en Europa
Si bien hay una variedad de definiciones, existe un acuerdo
general en que la soledad es un sentimiento desagradable
derivado de la escasez y/o baja calidad de las redes
sociales de una persona.
Las personas que se sienten solas con frecuencia, para
los fines de este informe, son aquellas que reportan sentirse
solas 'la mayor parte del tiempo', 'casi todo' o 'todo el
tiempo' en la última semana. Los individuos socialmente
aislados son aquellos que manifiestan reunirse socialmente
con amigos, familiares o compañeros de trabajo como
máximo una vez al mes.
Las figuras 1 y 2 muestran la prevalencia de la soledad
frecuente y el aislamiento social en Europa. Estas cifras
pueden estar subestimadas, dado el estigma social negativo
asociado con la soledad.
Alrededor del 7% de los adultos en Europa (es decir,
aproximadamente 30 millones de personas) afirman sentirse
solos con frecuencia. Una de cada diez personas en
Hungría, la República Checa, Italia, Polonia, Francia y
Grecia se siente sola con frecuencia. La proporción más
baja de personas solitarias se encuentra en los Países
Bajos y Dinamarca con solo el 3 %, Finlandia con el 4 % y
Alemania, Irlanda y Suecia con el 5 %.
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Guía rápida
La soledad se puede medir directamente, preguntando a las personas sobre sus sentimientos subjetivos de soledad.
Las medidas indirectas investigan los determinantes específicos de la soledad, como la frecuencia de las reuniones con
amigos o tener alguien con quien hablar sobre asuntos íntimos.

Los resultados de los análisis resumidos en este resumen se basan en datos de la Encuesta Social Europea (ESS).
Las olas de ESS de 2010, 2012 y 2014 incluyen una medida directa e indirecta de soledad. El tamaño de la muestra de
estas tres olas agrupadas asciende a más de 106.000 observaciones en 24 estados miembros europeos. Se emplearon
regresiones logísticas para identificar los principales determinantes de la soledad y el aislamiento social.

En la Figura 4 se muestra una selección de los resultados de estos análisis. Los resultados representados en la Figura
4 y discutidos en el texto se expresan en diferencias de puntos porcentuales y no en cambios porcentuales, lo que
permite calcular la desventaja acumulada experimentada por diferentes poblaciones. subgrupos.

Las cifras regionales discutidas en el texto se basan en análisis realizados por separado para cuatro regiones europeas.
El norte de Europa es Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Suecia y el Reino Unido; Europa occidental es Austria, Bélgica,
Francia, Alemania y los Países Bajos; El sur de Europa es Chipre, Grecia, Italia, Portugal y España; Europa del Este
son Bulgaria, República Checa, Croacia, Estonia, Hungría, Lituania, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia.

Figura 1: Prevalencia de la soledad frecuente en para esta medida son mucho mayores que para la soledad
Europa subjetiva. Más del 40% de los húngaros y griegos no
socializan más de una vez al mes. En Lituania, Estonia y
Polonia la cifra se acerca al 35%. En el otro extremo del
espectro, el aislamiento social es más bajo en los Países
Bajos, Dinamarca y Suecia, con alrededor del 8 %.

La soledad frecuente y el aislamiento social son conceptos

relacionados pero distintos. La soledad frecuente no solo
tiene que ver con el número sino también con la calidad de
los contactos sociales, lo que podría explicar por qué se
informa con menos frecuencia que el aislamiento social:
las personas socialmente aisladas pueden no sentirse
necesariamente solas.

Además, mientras que los sentimientos de soledad implican

una experiencia negativa, el aislamiento social a veces
puede ser autoimpuesto y estar asociado con resultados
Nota 1: Encuesta Social Europea (2010, 2012 y 2014).
positivos.

Si bien la soledad autoinformada no ha aumentado en

Europa durante la última década, no se sabe mucho sobre
los cambios a más largo plazo. La evidencia existente no
está clara sobre si el fenómeno bastante reciente de la
participación en las redes sociales aumenta la soledad o
si, de hecho, puede sustituir el contacto cara a cara.
En contraste con los sentimientos de soledad, muchos más
adultos en Europa (18% o alrededor de 75 millones de
personas) están socialmente aislados. Variaciones de país
Diferencias regionales
en la soledad
La soledad y el aislamiento social tienen claros patrones
regionales (ver Figura 3). Los niveles más bajos de
soledad se encuentran en el norte de Europa, seguido de
Europa occidental (con la excepción de Francia y Bélgica).
Europa Occidental y del Sur tienen los niveles más bajos
de individuos socialmente aislados, con Europa del Este
en el otro
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extremo. Sin embargo, se observa una amplia variabilidad
en el sur de Europa, con Portugal mostrando niveles muy
bajos de aislamiento social (9 %) y Grecia al contrario (43
%).
Figura 2: Prevalencia del aislamiento social en
Europa
Nota 2: Encuesta Social Europea (2010, 2012 y 2014).
Figura 3: Patrones regionales de soledad frecuente
y aislamiento social
Nota 3: Encuesta Social Europea (2010, 2012, 2014). Consulte la
Guía rápida para la agrupación de países en regiones.
Aunque los patrones regionales descritos anteriormente
sin duda se explican en parte por las diferencias en las
características individuales de las poblaciones de los
estados miembros de la UE (ver la sección a continuación),
también están conformados por un contexto sociocultural
más amplio del país.
En el sur y el este de Europa los lazos familiares son
fuertes y ciertas normas filiales, como
la convivencia de los ancianos con sus hijos adultos solía
ser más frecuente que en Europa occidental o septentrional.
Las expectativas de conexión social y, por lo tanto, la
insatisfacción potencial, podrían ser mayores en el Sur y el
Este.
¿Quién está solo en Europa?
Tanto la soledad frecuente como el aislamiento social
están relacionados con las características
socioeconómicas y demográficas de los individuos, así
como con factores de país y tiempo .
Los factores que más contribuyen a la soledad se
muestran en la Figura 4. Los rombos representan
diferencias de puntos porcentuales en términos de soledad
y aislamiento social entre una persona con las características
individuales reportadas en el eje y (como ser mujer) y su
grupo de referencia reportado en negrita (en el mismo
ejemplo, hombres). Las diferencias de puntos porcentuales
informadas para cada característica son después de tener
en cuenta otras características individuales.
Las líneas horizontales a través de los rombos representan
los intervalos de confianza del 95 %. Cuando el intervalo
de confianza cruza el valor 0 (indicado por la línea roja
vertical), es poco probable que la característica individual
en cuestión esté asociada con la soledad.
Como se ilustra en la Figura 4, la mala salud está
altamente asociada con la soledad. Las personas con mala
salud tienen, en igualdad de condiciones, 10 puntos
porcentuales más de probabilidad de sentirse solos o
aislados socialmente con frecuencia en comparación con
sus contrapartes más sanas. Estas cifras equivalen a un
aumento de más del 100% y 50% en soledad frecuente y
aislamiento social, respectivamente. El análisis regional
muestra que en Europa del Este la diferencia entre los no
saludables y los saludables asciende a 14 puntos
porcentuales para la soledad frecuente, y en el norte de
Europa, a 7 puntos porcentuales. Por supuesto, la relación
entre salud y soledad es bidireccional, ya que está bien
establecido que la soledad es perjudicial para la salud. Los
sistemas de salud y bienestar social pueden desempeñar
un papel en la oferta de servicios para ayudar a las
personas solitarias o socialmente aisladas.
Las conexiones cara a cara con familiares cercanos
reducen la incidencia de la soledad. Las personas que
viven solas tienen, en promedio, 8 puntos porcentuales
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mayor riesgo de estar frecuentemente solo que las personas
que cohabitan.
Figura 4: Factores que contribuyen a la soledad
y el aislamiento social frecuentes en Europa:
resultados seleccionados
Nota 4: Encuesta Social Europea (2010, 2012 y 2014). Las diferencias
de puntos porcentuales son netas de otras variables incluidas en el modelo.
Resultados derivados de regresiones logísticas. Las variables incluidas
en el modelo pero que no se muestran son: sexo, vida con hijos, afiliación
religiosa, condición de inmigrante, efectos fijos de año y país.
No en vano, los viudos también están más solos.
Las variaciones regionales son sustanciales. Mientras que las
personas que viven sin pareja enfrentan un riesgo 5 puntos
porcentuales mayor de soledad frecuente en el norte de
Europa, esta cifra se duplica en Europa del Este.
Las circunstancias económicas favorables protegen contra
la soledad frecuente y el aislamiento social.
Los desempleados tienen alrededor de 3 puntos porcentuales
más de probabilidades de sentirse solos con frecuencia, y las
personas en el quintil de ingresos más bajos (el 20 % de
ingresos más bajos) tienen alrededor de 4 puntos porcentuales
más de probabilidades de sentirse solos que el quintil de
ingresos más altos (el quintil de ingresos más altos). ganando el 20%). valores políticos y sociales. Por lo tanto, el JRC está
Dada la acumulación de desventajas, los pobres y
desempleados enfrentan la suma de un riesgo de 7 puntos
porcentuales más alto de soledad frecuente en promedio en
comparación con las personas empleadas en el quintil de
ingresos más altos. Además, la influencia del desempleo en la
soledad es el doble en Europa del Este y del Sur que en el
resto de Europa. Los resultados también sugieren que
participar en actividades sociales requiere ingresos adecuados.
Los mayores sufren más el aislamiento social que otros
grupos de edad. En comparación con las personas de 26 a 45
años, los adultos de 65 años o más tienen 9 puntos
porcentuales más de probabilidades de no participar con
frecuencia en actividades sociales. Esta cifra está por encima
de los 15 puntos porcentuales en Europa del Este. Una vez
más, los lazos familiares, las diferentes culturas y la cercanía
de las amistades pueden generar variaciones regionales. Por
otro lado, en igualdad de condiciones, la soledad frecuente no
es una especificidad de los ancianos. Esto es sorprendente,
dado que viven en mayor aislamiento social que otros grupos
de población. Los resultados incluso sugieren que los ancianos
se sienten solos con una frecuencia ligeramente menor que el
grupo de edad de 26 a 45 años.
Las diferencias en la soledad entre hombres y mujeres y
entre individuos en áreas urbanas y rurales son marginales.
Política basada en evidencia
La soledad como problema social ha entrado en el debate
político y social solo recientemente. El alcance de la soledad
descrito en este informe sugiere que las medidas de bienestar
multidimensional deben tener en cuenta este importante
fenómeno social.
El diseño de medidas efectivas para combatir la soledad
requerirá una mejor comprensión de los factores subyacentes
de la soledad. Se podría dedicar más esfuerzo a evaluar el
impacto de las intervenciones dirigidas a personas solitarias.
Trabajo relacionado y futuro del CCI
La soledad y el aislamiento social se correlacionan con
sentimientos de vulnerabilidad, amenaza y niveles de ansiedad.
Por lo tanto, la soledad está potencialmente asociada con
examinando actualmente si la soledad podría afectar
negativamente a la cohesión social.
Este informe forma parte de una serie de informes sobre
ciencia para políticas que informan sobre investigaciones
recientes del JRC sobre diversos aspectos de la equidad. En
2019 se publicará un informe completo sobre equidad .
Contactos:
Buzón de la Comunidad de Práctica sobre Equidad
EC-FAIRNESS-COP@ec.europa.eu