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Rafael Sanzio

Pintura de Frescos e Intervenciones


Pictóricas Murarias

Guaipo, Andrea
Frangie, Valeria
Tovar, Luis
Índice

 Introducción.

 Rafael y sus inicios en el arte,

su desarrollo como pintor

y su primer fresco.

 Las Estancias Vaticanas.

- Estancia de la Signatura.

- Estancia de Heliodoro.

- Estancia del Incendio del Borgo.

 La Villa Farnesina.

 Los Cartones de Rafael.

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Introducción

Rafael Sanzio nace en 1483 y muere en 1520. Su vida


se puede dividir en tres etapas, o mejor dicho, en tres
momentos en los que tuvo lugar sus inicios en la
pintura, la ampliación de sus conocimientos y
perfeccionamiento de sus técnicas y concepciones
artísticas, y el desarrollo general, o de mayor
presencia, de su obra.

La primera etapa se remite a Urbino, su ciudad natal,


y a Perugia, la ciudad en donde podría decirse que
empezó su formación en el mundo de la pintura.

La segunda etapa se refiere a su paso por la ilustrada


ciudad de Florencia, lugar donde absorbió las técnicas
de las corrientes artísticas del momento, donde
conoció y se instruyó de los más grandes artistas del
momento y de sus obras, además de coincidir su paso
con una época de apogeo de las más grandes figuras
de la pintura y del desarrollo de ciertas búsquedas en
las distintas artes que desembocaron en el inicio de
una corriente artística de la que hablaremos luego.

Y la tercera y última etapa, ocurre en Roma, donde


desarrolla la mayor parte de la obra a la que se enfoca
este trabajo, y alrededor de la que se harán los breves
análisis y comentarios de los aportes e influencias de
cada etapa ya comentada, que serían sus pinturas de
frescos e intervenciones pictóricas murarias.

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Cabe destacar que el desarrollo de la corta vida y de la
obra de Rafael ocurren en un período del alto
renacimiento del siglo XVI, en el que empieza a hacer
presencia una corriente artística conocida como el
Manierismo, que parte no solo de esa búsqueda por
parte de los artistas mencionada anteriormente, sino
que también, surge como consecuencia y en paralelo
de ciertos cambios políticos y sociales que se dieron en
las distintas ciudades de Italia Central para el
momento, especialmente en Florencia, que permitieron
el desarrollo de esta corriente que contrastaba con las
concepciones clásicas de las artes que se manejaban
en ese entonces. Frederick Antal define el desarrollo
de las artes del siglo XVI, como "la lucha constante
entre dos estilos, el Clasicismo y el Manierismo"

Para poder hablar de la pintura de Rafael, haciendo


énfasis en sus frescos, es necesario repasar y
establecer brevemente el contexto histórico, político y
social de las ciudades en las que tuvo lugar el
desarrollo su vida y obra. Esto se remite a ciertos
cambios dentro del marco político y a variantes en
cuanto a la concepción del mundo por parte de los
distintos estratos sociales que indudablemente
influenciaron el desarrollo de las artes.

Rafael es uno de los pilares de las artes del


renacimiento, su influencia y aporte a la pintura
fueron de gran importancia y hasta nuestros días su
obra vale de un peso histórico bastante significativo.
Al igual que a Fidias, de la Antigua Grecia,

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comparación frecuente entre historiadores; a Rafael se
le conoce, no tanto por innovar en nuevos estilos o
inventar nuevas técnicas o métodos para la pintura,
como pudieron hacerse conocer muchas otras figuras,
sino más bien por llevar esa arte creada por sus
predecesores a un grado de perfección sublime,
consiguiendo armonías puras y perfectas, y siendo
este también su gran aporte a la pintura italiana.

Según Wöllfin, "probablemente ningún otro discípulo


de talento absorbió las enseñanzas de su maestro
como lo hizo Rafael, aun comparándolo con Leonardo
Da Vinci y Miguel Ángel".

Rafael absorbe los elementos más relevantes de la


escuela de Umbría, que se extinguirá con este
maestro; a través de Pietro, toma la gracia y la dulce
claridad de esta escuela, y la perfecciona demostrando
su joven talento.

En Florencia, sintetiza las lecciones de Leonardo y las


técnicas de Miguel Ángel y funda un estilo de mayor
fuerza y seguridad. Aborda los temas sagrados a
través de la pintura con dulce claridad y poesía,
aparecen elementos innovadores en sus
composiciones sobre temas tradicionales como La
Virgen y El Niño, les da un aire distinto sin quitarle
nunca su majestuosidad. De esta manera y junto con
otras cosas, Rafael logró lo más sublime de toda su
obra pictórica, y a lo que en concreto se remite el
estudio que este trabajo realiza, el desarrollo y la

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ejecución de los frescos que a partir de 1508
adornaron las estancias y las loggias del Vaticano, así
como también, en particular, decoraron la loggia de la
Villa de Agostino Chigi en el barrio de Trastevere,
mejor conocida como Villa Farnesina. Además de su
aporte a la decoración de las paredes de la Capilla
Sixtina, para la que realizó 10 cartones donde
ilustraba El Hecho de los Apóstoles, que
posteriormente fueron enviadas a Bruselas para que
se llevaran a cabo 10 tapices de esos cartones
diseñados por Rafael, que colgarían en las paredes de
esta capilla del Palacio Apostólico de la Ciudad del
Vaticano.

Rafael y sus inicios en el arte, su desarrollo


como pintor y su primer fresco.

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Rafael Sanzio nace en 1483 en la ciudad de Urbino,
una ciudad de Italia bastante conocida para el
momento, que fue un factor importante para el
desarrollo del pintor. Los Montefeltro gobernaban la
ciudad con un absolutismo moderno e ilustrado, y a
pesar de estos gobernantes ser mercenarios a las
órdenes de las ciudades-estados de Italia, eran
personas que se interesaban, apreciaban, financiaban
y apoyaban el desarrollo de las artes, eran personas
ilustres, que lograron hacer de Urbino una ciudad rica
en pintura, arquitectura y escultura de los más
grandes artistas durante el renacimiento. Además, era
de las ciudades más avanzadas en matemáticas y
ciencias. El estilo clásico y matemático hacía bastante
presencia en la ciudad, como por ejemplo en las obras
de Alberti, que tuvieron gran importancia en este
lugar. En Urbino, también, desarrollaron su obra
artistas que dieron un aporte significativo a la pintura,
y a los que Rafael tuvo la oportunidad de conocer;
artistas como Paulo Ucello, el precedente pintor de la
corte de la ciudad, y Luca Signorelli, que desarrolló su
obra tanto en Urbino como en Citta Di Castello, lugar
donde también estuvo Rafael y desarrolló parte de su
obra. Así se compone el entorno de Urbino en el que
crece Rafael y en el que empieza a incursionarse en la
pintura, y empieza a dar las primeras señales de ser
un joven prodigio.

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Giovanni De’ Santi, el padre de Rafael, un modesto
pintor y poeta del renacimiento, es el responsable de
darle a su hijo los primeros pasos en el mundo de la
pintura, poniéndole a formar parte de su taller en
Urbino, en el que Vasari asegura que fue de gran
ayuda para su padre, y en el que demostró su joven
talento. Giovanni conoce al maestro de Umbría, Pietro
Perugino, y le pide que reciba a Rafael en su taller
como aprendiz, y así pues, la joven promesa se
traslada a Perugia.

Esta ciudad, capital de la región de Umbría, había


sido ocupada por Milán alrededor de 1400. Ejercieron
el poder de 1416 a 1445, Andrés Fortebraccio y
Nicolás Piccino. Al tiempo, la familia Baglioni recupera
el poder en esta ciudad y gobiernan Guiu Baglioni,
entre 1488 y 1500, y Gian Paolo Baglioni, entre 1500
y 1520, el cual posteriormente crea una rebelión en
contra del poder papal, y es llevado a Roma a ser
ejecutado por orden de León X.

A partir de su llegada a Umbría, Rafael empieza a


desarrollarse como pintor, estudia de la mano de
Pietro, aprende y desarrolla sus técnicas, y absorbe
los elementos que él considera más relevantes de la
pintura del maestro Perugino y de Pinturicchio, el cual
también formaba parte del taller de Perugia. Llegó a
replicar cuadros del maestro a tal punto que no se
distinguía la mano que los había hecho. La pintura de
Pietro Perugino, siendo este un pintor del

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Quattrocento, mantenía un equilibrio y una
distribución matemática de las figuras, además de la
frialdad que caracterizaba el Clasicismo de la época,
por lo que el estilo que Rafael desarrolló en su pintura
en estos comienzos era Clásico, pero mostraba una
sensibilidad distinta. Al comparar cuadros de ambos,
se puede ver el desarrollo y la superación de las
técnicas de Pietro por parte de Rafael, teniendo este
apenas unos 16 años, y ya realizando sus primeros
encargos propios en Citta Di Castello.

Lo que más destaca de estas pinturas de Rafael, es la


reformulación de los esquemas compositivos
llevándolos a una organización semicircular que
seguirá apareciendo en sus obras, el uso mucho más
delicado y con más detalle de las perspectivas,
proponiendo una mayor dificultad en ellas, así como
también, la reformulación de los elementos
arquitectónicos.

Esta evolución sutil y fina de la mano de Rafael la


podemos apreciar en los siguientes cuadros; Uno de
Pietro y otro de Rafael inspirado en el de Pietro,
realizados alrededor de 1500 y 1504 en Perugia, donde
ambos representan Los Desposorios de la Virgen.

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Pietro Perugino, Matrimonio de la Virgen. (1500-1504).

10
Rafael Sanzio, Los Desposorios de la Virgen. (1500-1504)

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En 1986 la corporación local de cambistas de
monedas de Perugia le encarga a Pietro Perugino, que
podría decirse que para el momento estaba en el
apogeo de su carrera, la decoración pictórica de la
Sala Delle Udienze del Collegio del Cambio, lugar
donde se realizaban las reuniones de la corporación, y
era el centro de sus actividades comerciales. Perugino
lleva a cabo estos frescos entre 1498 y 1500, y cuenta
con la ayuda de sus aprendices del taller de Perugia,
como Andrea d'Assisi, y se dice posiblemente Rafael
Sanzio, del cual se tiene registro de que estuvo en esta
ciudad para el año 1500, pero muy pocos textos
corroboran el hecho de su participación en esta obra
fresquista de Perugino.

Hacia 1502, el Papa Pio II le encarga la decoración de


la bóveda y las paredes de la Biblioteca de la Catedral
de Siena a Pinturicchio, el cual al ser amigo de Rafael
y conocer su talento, lo lleva con él a esta ciudad.
Rafael le sirve de ayudante a Pinturicchio en el
desarrollo de esta obra que representaría la historia de
Pio II, realizando para él algunos de los dibujos y los
cartones para la realización de los frescos de pared.
Teniendo este hecho más respaldo histórico,
podríamos decir que para Rafael, fue este el primer
contacto con la pintura de frescos, además de haber
tenido cierta participación, que le habrá permitido
entender, junto con las previas enseñanzas que pudo
haber recibido de Perugino y su contacto con obras de
fresquistas, todo lo que conlleva la realización de la

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pintura de frescos y su desarrollo; y como es de
conocerse, Rafael buscará hacer suyo lo que saben
otros, pero no para repetirlo, sino para llegar más allá.
Se trata no de hacer otra cosa, sino de hacerla mejor;
por nuevos caminos llegar a comprender mejor lo que
quería su predecesor. El desarrollo de esta obra,
permitió también a Rafael, un acercamiento al Papa y
a las figuras del Vaticano, lo que años después iba a
resultar en el encargo de su obra cumbre.

A continuación veremos uno de los cartones hechos


por Rafael, en el que representa La Marcha Del Futuro
Papa, que posteriormente Pinturicchio llevó a un
fresco.

Así como también, veremos el fresco en el que


Pinturicchio no sigue con exactitud el cartón de Rafael
para realizarlo, prefiere una composición distinta, más
abierta y menos monumental, además de reducir la
dificultad de las perspectivas. Pero en el cartón
podemos apreciar nuevamente la evolución de las
aplicaciones de las técnicas artísticas que Rafael aun
siendo un joven había absorbido hasta el momento.
Algunos historiadores deducen que Pinturicchio no
siguió con detalle el cartón de Rafael debido a su
dificultad.

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Rafael, La Marcha Del Futuro Papa. Cartón para fresco
ejecutado por Pinturicchio. (1502).

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Pinturicchio, Marcha Del Futuro Papa. (1502).

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Su participación en este encargo de Pinturicchio no
duró mucho. Al hacerse conocer el cartón de los
jinetes que Leonardo Da Vinci había ideado para la
sala del Papa, y unos hermosos desnudos pintados
por la mano por Michelangelo Buonarroti, ambas
obras realizadas en Florencia, y siendo Rafael
admirador de la excelencia del arte, se sintió tentado
en ir a Florencia a presenciar las obras de estos
maestros, por lo que decide abandonar la obra que
estaba realizando y viajar a esta ilustre ciudad donde
los más grandes artistas de la época realizaban sus
obras.

Rafael llega a Florencia, le gustó tanto la ciudad como


las obras que iba a ver, le parecía una ciudad tan
divina que decidió quedarse un tiempo a ampliar sus
conocimientos. Traba amistad con distintos pintores
del momento, como Ghirlandaio y Aristotile San Gallo,
aunque algunos textos afirman que Guirlandaio ya
había muerta para ese entonces, además de conocer a
figuras importantes que permitían el desarrollo del
arte, como Taddeo Taddei, un mecenas y humanista
de la época. En Florencia, Rafael realiza algunas
pinturas para amigos y encargos para Taddeo. Esas
pinturas hechas durante su estadía en esta ciudad,
muestran un cambio y un embellecimiento en su
estilo. Después de un periodo no muy largo, la muerte
de los padres de Rafael lo obliga a regresar a Urbino,
donde realiza un par de encargos para Guidobaldo de
Montefeltro, Duque de su ciudad natal para ese

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momento. Posteriormente Rafael viaja a Perugia,
donde realiza algunas obras para la familia Ansidei, y
recibe luego, el encargo para la realización de su
primera pintura al fresco.

Alrededor de 1505, la Iglesia del Monasterio de San


Severo, un pequeño convento de la Orden de los
Camaldulenses en Perugia, le encarga a Rafael la
decoración de la Capilla de Nuestra Señora, también
conocida como la Capella Di San Severo, para la cual
Rafael realiza un fresco de Trinidad y Santos, un tema
artístico común que representa una imagen cristiana.
En este fresco Rafael representa un Cristo en Gloria,
una figura de Dios Padre que coronaba la composición
(que posteriormente se perdería por reconstrucciones
realizadas a la iglesia en el siglo XVIII), seis santos
divididos a cada lado de la escultura de la virgen con
el niño (Los santos fueron realizados por Perugino tras
la muerte de Rafael, por lo que se nota un contraste
entre ellos y el resto de las figuras de la composición),
y en el centro de la composición se aprecia a Cristo
bendiciendo entre dos ángeles y la paloma del Espíritu
Santo rodeado de santos. Este fresco muestra el
esquema semicircular que Rafael ya venía trabajando
y que de cierta manera anticipa y abre camino hacia
algo nuevo y armonioso, que veremos luego en el
esquema del grandioso fresco de La Disputa del
Sacramento para las Estancias Vaticanas. La
influencia más evidente sobre esta obra de Rafael,
dada en su aprendizaje en Florencia, viene de la mano

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de Fra Bartolomeo, el cual había realizado en 1499
para el Hospital de Santa María Nuova en Florencia, el
fresco del Juicio Final, en el que se puede ver la misma
composición central que años después usaría Rafael
para su primer fresco, apreciándose la
monumentalidad de sus figuras y la variedad de
actitudes en los personajes. De esta manera Rafael da
comienzo a su pintura de frescos, y al mismo tiempo
se consagra rápidamente como maestro y se sitúa en
la línea de los mejores pintores del Cinquecento.

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Fra Bartolomeo, El Juicio Final. (1499)

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Rafael, La Santísima Trinidad.
(1505-1607).

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Estancias vaticanas

Para 1508, el Papa Julio II había hecho construir unas


estancias en el Palacio Apostólico del Vaticano; Donato
Bramante, compatriota y conocedor de la obra y el
talento de Rafael, le propone al Papa darle la
oportunidad al joven de decorar las estancias y
mostrar su capacidad artística. Al estar el Papa de
acuerdo con la idea, Donato se lo hace saber a Rafael,
y este sin pensarlo se traslada a Roma para tomar el
encargo.

Roma era para el momento el centro de la lucha por el


poder, y era caracterizada por la sucesiva expansión
de la Santa Sede, la cual tuvo mayor presencia en el
reinado del Papa Julio II. Rafael llega a Roma en un
período culminante de la expansión y la consolidación
aún mayor del poder papal.
Es importante destacar que al llegar Rafael a esta
ciudad, se enfrenta con que las estancias ya habían
empezado a ser decoradas, y parte de ellas ya tenían
obras acabadas, de la mano de maestros como Pietro
della Gatta, Luca da Cortona, Pietro della Francesca,
incluso el gran Bramantino de Milán había
incorporado bellas figuras a estas salas.

Rafael comienza con los frescos de la Estancia de la


Signatura. Realiza La Disputa Del Sacramento, su
primer fresco en estas salas; una obra de estilo

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clásico, que sería de lo más resaltante para el
momento. Continúa y lleva a cabo La Escuela de
Atenas, el fresco que podríamos considerar como un
hito en su carrera, ya que tal fue el impacto que tuvo
esta obra bella y sublime, que logra que el Papa Julio
II ordene borrar todas las composiciones que ya
formaban parte de la decoración de las estancias para
darle privilegio a Rafael, y que este fuese el único
encargado de llevar a cabo los frescos de estas salas.

Rafael es furor en Roma con un estilo delicado, que


era considerado bello por todos. Pero aun así, sus
obras no generaban grandeza y majestad. Rafael
recibe una influencia notable, cuando Bramante, le
muestra como Michelangelo trabajaba en la Capilla
Sixtina, haciendo que Rafael mejorara sus técnicas.
Rafael a medida que realizaba la decoración de las
estancias y al mismo tiempo distintos encargos para
las personas más importantes de la ciudad, seguía
nutriéndose de las obras de los más grandes
maestros, lo que le permitía perfeccionar cada vez más
sus técnicas, y esta evolución constante se puede
observar en el desarrollo de cada uno de estos frescos
del Vaticano.

Rafael consolida su taller en Roma, y en las siguientes


cámaras de las estancias, empieza a haber una
participación considerable por parte de los discípulos
de su taller. Rafael se remitía a diseñar los cartones,
supervisar, corregir detalles. Y en paralelo a los

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frescos de las Estancias, realizaba encargos
importantes; Obras como el retrato del Papa Julio, la
decoración de la Villa Farnesina, la tabla que pintó del
altar mayor de Araceli. De esta manera Rafael sigue
llevando a cabo la decoración de las distintas Cámaras
del Vaticano, que en cierto punto, llegan a perder
presencia del artista. Se puede apreciar en los frescos
finales de Las Logias Vaticanas, un completo
alejamiento del estilo personal de Rafael, por el
aumento del manierismo en su taller y la
independencia que toma Giulio Romano tras la muerte
del maestro en 1520.

Las Estancias Vaticanas están conformadas por


cuatro salas, a cada sala va decorada con un fresco en
cada pared, esto habla de cuatro frescos por cada
estancia, además de la decoración de la bóveda; El
único espacio que no decora, es la bóveda de la última
estancia, debido a que este techo se encontraba ya
decorado con un fresco de Perugino, y a pesar de tener
Rafael el permiso del Papa para borrarlo y encargarse
el de decorar esa bóveda, decide dejar la obra de
Pietro, por haber sido este su maestro y haber tenido
una gran influencia sobre el artista.

Rafael muere durante la decoración de la última


estancia, y es terminada, junto con la decoración de
otros espacios, por su taller. Por lo que nos
remitiremos a hablar de las estancias en las que
Rafael tuvo presencia.

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Estancia de la Signatura

La disputa del Sacramento.

Rafael busca para este fresco representar la unión del


Cielo y Tierra en la Eucaristía. Unidas por la hostia
eucarística, que se encuentra situado en el centro,
sobre el altar, definiendo la acción más importante de
la obra y marcando el punto de fuga. El altar está
acompañado por grandes figuras, como representantes
de la iglesia, sentadas o arrodilladas con naturalidad
rodeando las imágenes jerárquicas, generando un
perfecto equilibrio.

La superficie para este fresco lo acompañaba un arco y


en su parte inferior derecha una puerta, Rafael genera
la composición perfecta y no deja que estos elementos
rompan con la simetría que buscaba, acompañada por
perspectivas que se leen en los edificios del segundo y
tercer plano. Sobre la hostia eucarística se encuentra
la Santísima Trinidad junto a María y José, más
debajo de la nube, personajes del antiguo y nuevo
testamento. Dios Padre aparece en un círculo centrado
y elevado marcando la eucaristía del cielo y la tierra.
De igual manera la paloma del Espírito Santo se
representa sobre un círculo, que está alineada con la
hostia eucarística y el Dios Padre, generando una
composición clásica circular y lineal, que se observaba
desde el Renacimiento.

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Rafael, La Disputa del Sacramento. (1509).

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Escuela de Atenas.

En esta obra se puede observar una variedad de


filósofos y pensadores, en medio de un gran edificio de
arcos y nichos, tomando como inspiración la
arquitectura de Bramante, para la Basílica de San
Pedro. Las figuras que se encuentran en la obra logran
una profundidad y amplitud del espacio. Fue una obra
diseñada con orden y perspectiva mostrando que
podía superar a varios de sus maestros.
Podemos observar a Diógenes tumbado en las
escaleras de manera distraída. A Aristóteles con una
barba blanca, llevando la Ética y Platón llevando el
Timeo, en el centro de la obra, rodeados de varios
filósofos. Como por ejemplo, el retrato del duque
Federico II de brazos abiertos, Bramante pintado de
forma inclinada, con un compás en la mano
representando a Euclides, Rafael; como autorretrato
que se conoce por llevar un gorro negro, los
Evangelistas y Michelangelo; que representa a
Heráclito, sentado en las gradas con un brazo apoyado
en el mármol.
La composición arquitectónica, se nota en la
perspectiva de los edificios y tamaños de las figuras,
ubicación de la acción principal junto con el punto de
fuga, es decir, en el centro del espacio.
Juega con la simetría, en toda la obra, usando las
figuras para lograrlo, por ejemplo, la ubicación de
Heráclito y Diógenes en el suelo, separados por el eje
central; el similar número de personas que se

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encuentran del lado de Aristóteles y de Platón o en la
masa de personajes del lado izquierdo donde se
encuentra Rafael, en contraste con la masa del lado
derecho donde está ubicado Euclides; logrando así un
balance perfecto en su obra.

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Rafael, Escuela de Atenas (1510-1512)

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El Parnaso.

Sanzio se enfrentan en esta obra, a un mito clásico; el


encuentro de Apolo y Las Musas. En el cual se
encuentra el Dios Apolo en el centro de la composición
sentado tocando un instrumento que podría ser una
viola o un violín en su montaña sagrada,
representando las artes liberales; rodeado de nueve
musas personificando las artes liberales.
Se observa la composición central, sobre una de las
ventas del salón. Esta composición marca al personaje
más importante del mito, en el centro y vuelve
notoria, la simetría que busca, la cual se observar con
los personajes sentados casi en la misma posición;
tanto las que se encuentran alrededor del Dios Apolo,
como los personajes sentados que rodean la ventana o
en las figuras que permanecen de pie, logrando así el
equilibrio.

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Rafael, El Parnaso (1511).

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La Virtudes Cardinales.

Las Virtudes Cardinales muestra la influencia de


Michelangelo en Rafael; buscando representar la virtud
y el bien. Para este fresco la prudencia, la templanza, y
la fortaleza son representadas por mujeres. La
Prudencia es vista por la joven sentada en el centro
sobre el basamento mirándose en el espejo, siendo
ella el centro de la composición. La Templanza en el
lado derecho y la fortaleza se encuentra del lado
izquierdo, sosteniendo un roble, acción que define
homenaje al Papa Julio II.
Son rodeadas por dos ángeles cada una, creando el
equilibro de la obra. Cumpliendo la representación de
la esperanza; el niño que apunta al cielo, la fe; el niño
que lleva un candelabro, y la caridad; el niño que toma
un fruto del árbol.

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Rafael Sanzio, Las Virtudes Cardinales (1511)

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Bóveda.

Rafael pinto cuatro Medallones en la bóveda de la sala


siguiendo el lenguaje que marco en las paredes. Para
el primer medallón aprovecha para representar con
una mujer, el conocimiento; rodeada de una diosa
Cibeles y ángeles, representan el fuego, aire, tierra y
agua. Para el siguiente la poesía, Polimnia coronada de
laureles, de piernas cruzadas, llevando una liria y un
libro, también se encuentran dos niños. Para el tercer
medallón, están pintados los santos doctores,
marcando la teología, acompañado de libros y niños.
El último medallón, lo usa para representar con
balanzas y espadas la justicia. Estos medallones, están
acompañados de cuatro obras de forma rectangular
donde se observa, Adán y Eva cometiendo el pecado
original, el Juicio de Salomón, la Creación o el Primer
movimiento, y el Apolo y Marsias.

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Rafael Sanzio, Bóveda de la Estancia de la Signatura. (1511).

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Estancia de Heliodoro.

La Misa de Bolsena.

El papa le pide a Rafael realizar una obra que unifique


el milagro de Bolsena y sus oraciones ante esto; por
ende representa el milagro, momento cuando un
sacerdote duda del sacrificio e implora una señal, esta
es vista cuando la hostia comienza a sangrar en sus
propias manos, mientras dirigían una misa en
Bolsena, junto a su ejército. Enfrente se encuentra el
papa Julio II arrodillado, rezando.
La obra lleva un altar en el centro y como es de
costumbre una composición central, esta se
encuentra rodeada por seguidores del papa,
cardenales que están ubicados en los peldaños y
debajo los guardias suizos, que representan las
victorias en las guerras.
Rafael nueva mente se enfrenta a una pared, que esta
interrumpida por una ventana, pero no es dificultad
para él incluirla en la obra y la utiliza para marcar la
jerarquía de la acción principal. Se siguen observando
edificios clásicos con arcos que marcan perspectiva en
la obra.

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Rafael Sanzio, La Misa de Bolsena (1512).

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Salida de San Pedro de la cárcel.

La obra representa la victoria de la iglesia una vez


más, en una escena de noche. Se divide en tres
sucesos, la del centro; la más importante, muestra en
la cárcel a San Pedro junto al ángel que emane un
esplendor iluminando la cárcel y la obra;
acompañándolo a ser libre de las cadenas. La segunda
parte, se encuentra a la derecha, mostrando la libertad
de San Pedro junto al ángel. Y por último en la
izquierda, soldados que se alzan para perseguirlos.
Los soldados que se encuentran fuera de la cárcel, en
la parte inferior de la obra, muestran parte de la
simetría, de igual forma que ocurre en las escenas
superiores. La obra se encuentra interrumpida por la
ventana, pero juega con las luces naturales y las
propias de la obra, para que el espectador logre un
contraste.

37
Rafael Sanzio, Salida de San Pedro de la cárcel (1514)

38
La Expulsión de Heliodoro del Templo.

Para esta obra es representando, la victoria del Papa


sobre los cardenales franceses que había tratado de
causar un rompimiento en la iglesia, mostrado por un
jinete, el cual es enviado del cielo que derrota a
Heliodoro, ladrón del templo.
Es una obra que representa otra etapa de Rafael, que
expresa una composición menos tranquila, pero
mantiene el equilibrio gracias a las masas en los
laterales de la obra, llevando la acción principal hacia
los lados y dejando en el centro al sacerdote rezando
ante el altar por la salvación del templo, sin ser la
acción más importante. Acompañado de un edificio de
arcos en el cual se presenta la perspectiva del lugar.
Forma un juego de luces pictóricas y crea en las
baldosas una inestabilidad arquitectónica. Generando
un estilo barroco que deja atrás lo clásico.

39
Rafael Sanzio, La expulsión de Heliodoro del Templo (1511-1512)

40
El encuentro del Papa León I y Atila.

Fresco que narra, el triunfo de la iglesia en Italia, frete


a los bárbaros franceses. La composición de la obra,
incluía al papa Julio II, representando al papa León I,
pero antes de ser pintado, muere el papa Julio y ahora
se encontraría el rostro del nuevo papa, León X. Se
logra un contraste entre el caballo blanco del papa,
con el caballo negro de Atila. Los personajes que se
encuentran en el cielo, representan a Pedro y Pablo,
que sigue con la historia que cuentan el regreso de
Atila a la ciudad, porque aparecieron los santos
apóstoles armados para defender a Roma.
La obra no marca una simetría definida, gracias a la
cantidad de figuras que se encuentran en el lado
derecho de la obra; con movimientos y posiciones
bruscas contrastando con el lado izquierdo. Otro
contraste que se puede notar, es la iluminación que
existe en el último plano; Roma, con el lado oscuro;
donde se encuentra el ejército.

41
Rafael Sanzio, El encuentro del Papa León I y Atila (1513-1514)

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Estancia del Incendio del Borgo

Batalla de Ostias.

Fue un fresco donde Rafael, narra la guerra naval, que


gana León IV en Ostia. La obra es compuesta por
planos y varios sucesos; la batalla naval se encuentra
en el fondo de la obra, y en el primer plano figuras con
movimientos rudos junto a la entrega de prisioneros al
papa. La acción principal a diferencia de otras obras,
es llevada a la izquierda siendo protagonista el papa
León IV dando las gracias al cielo.

43
Rafael Sanzio, Batalla de Ostias. (1514).

El incendio en el Borgo.

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Obra que nombra la sala y busca representar el
milagro del papa tras el incendio en la ciudad. Se
puede observar al papa León IV extinguiendo el fuego
con la señal de la Cruz, siendo la acción principal, es
vista al fondo de la pintura enmarcada por una
ventana arqueada y edificios que contienen, la antigua
basílica y ordenes clásicos marcando una arquitectura
en la obra; en frente se observan figuras de
movimientos agitados, como por ejemplo, el hombre
que trepa la muralla, la cual puede ser rodeada, pero
buscaba definir la desesperación por salir del fuego,
como así también lo hace el hombre con su padre en
los brazos. Otro detalle que se observa, es la mujer con
el cántaro de agua para extinguir el fuego, en la parte
inferior derecha con un ropaje de forma hinchada,
logrando, pliegues. Y por último, en el centro se
observan a los ciudadanos que se dirigen al padre.

45
Rafael Sanzio, El incendio de Borgo (1514).

Coronación de Carlomagno.

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Obra que representa la coronación de Carlomagno por
el papa León III. La composición se da en diferentes
planos, el primero con figuras de masas pesadas que
se repiten en toda la obra, que observan la
coronación, quedando en el segundo plano la acción
más importante de la obra y del lado derecho. En esta
obra se observa la perspectiva en un tercer plano
gracias a los arcos que se encuentran en el fondo,
dándole oportunidad para asomarse una ventana y
genere luz para la obra.

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Rafael Sanzio, Coronación de Carlomagno (1516-1517)

Villa Farnesina

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Construida entre 1505 y 1511 como palacete de
recreo, ubicada en Roma en el barrio Trastevere, en
una zona de huertos y viñedos fuera de la antigua
muralla, junto a lo que es hoy en día la vía Della
Lungahara, el margen derecho del Tíber. Es la primera
villa suburbana llevada a cabo en el renacimiento.
Dicha villa posee ese nombre ya que fue adquirida por
la familia Farnesse, pero originalmente su
construcción fue llevada a cabo por Agostino Chigi,
banquero de los Papas. De características modestas,
por ser un edificio pequeño, nada ostentoso, ejemplo
de la armonía Cinquecento, su principal atractivo no
se haya en la obra arquitectónica ni en lo encontrado
en los alrededores, el principal atractivo lo
encontramos en los espectaculares frescos que
decoran algunas de sus salas. Destacándose los
frescos de Rafael Sanzio.

Agostino, fue el encargado de hacer llegar a Rafael a


estas instalaciones, para encargarse de la realización
de algunos frescos que decoran la villa, llevados a cabo
por el artista y su taller, entre 1510 y 1519, justo
antes de la muerte del maestro.

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Villa Farnesina, Baldassarre Peruzzi. (1511).

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En esta obra, uno de los frescos que destaca, es El
Triunfo de Galatea, originalmente llamada “Triofo Di
Galatea”, ubicado en la Loggia de Galatea en el ala
izquierda de la villa, mas específicamente en la pared
oeste de este espacio. Dicha sala debe su nombre a
este fresco, cuenta la historia de Galatea sobre un
carruaje en forma de concha alado por delfines,
rodeada de tritones, hipocampos, cupidos y las ninfas
hermanas de Galatea, los cuales fueron alcanzados por
los impactos de las flechas de los cupidos, desatándose
allí situaciones y pasiones carnales, sentimientos
ajenos a ella, que se encuentra mirando al cupido que
está escondido entre las nubes, en la esquina superior;
ese cupido es su cómplice, ya que le tiene reservado el
dardo que tocará a su gran amor, el pastor Acis. Se
puede resaltar en dicha composición la habitual
armonía del estilo de Rafael y la vitalidad característica
añadida por llamativas de las historia. Sin embargo,
este pintor no se destacaba por representar temas
relacionados con la mitología ni el desnudo, solía
representar a vírgenes con características piadosas y
castas acompañadas de niños.

En dicha obra destaca el uso del color, como la capa


roja que porta Galatea pasa a ser el punto focal de la
composición contrastando con los tonos marrones y
azulados que forman el mar y el cielo. Rafael
representa en esta obra un verdadero estudio
anatómico, representado en los cuerpos que plasman
un movimiento en acto sin igual, con posturas

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sumamente variadas pero sin perder la elegancia y
gracilidad que caracteriza a dicha composición. Todo
esto con el propósito de hacerlo lo más natural posible
dándole poses reales, acordes a lo que desea
transmitir.
Cabe destacar, que entre sus obras, está presente la
belleza femenina como ideal del pintor, muy realzado
de manera hermosa y sensual en los desnudos de esta
obra a través de la ninfa marina Galatea; en ella el
autor deja claro que dejó volar su imaginación,
seducido por gustos paganos del mundo y lo
acontecido en la época.

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Rafael, El Triunfo de la Galatea. (1506)

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La otra obra de arte de Rafael, que podemos hallar en
Villa Farnesina es el fresco ubicado en la loggia de
Cupido y Psique, siendo este, uno de los espacios
principales de la villa. Para la decoración de la bóveda
de la Logia, en 1517, el banquero Chigi, puso
nuevamente en manos del pintor Rafael esta tarea,
siendo de suma importancia, ya que es el acceso
principal que conduce a su interior.

Este fresco está realizado por Rafael, mediante una


gran programación y la realización de muchos bocetos,
fue en colaboración con algunos de sus ayudantes,
como lo fue Raffaelino del Colle, Giovan Francesco
Penni y Guilio Romano, quienes trabajaron gran parte
de las figuras. El mismo, narra la historia de las bodas
de Cupido y Psique (según Metamorfosis de Lucio
Apuleyo). En uno, la reunión de los dioses y en el otro
el banquete nupcial. Se cree que Psique está inspirada
en Francesca Ordeaschi, amada de Agostino Chigi, a la
que cercano a esos días de revuelo, convirtió en
esposa. Todo un escándalo social, una plebeya casada
con un miembro de los grupos más aristocráticos de
Roma; obstáculos similares que debió superar la
mortal Psique para ser aceptada como esposa de
Cupido ante los dioses.

Otro aspecto resaltante en este fresco, que adorna la


bóveda de la Logia de Cupido y Psique, es la de crear
un ambiente que mantenga coherencia con el espacio
exterior, generando en el visitante, la idea de que se

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mantiene bajo un cielo azul y ante la presencia de
mucha vegetación, detalle logrado por el pintor Giovani
da Udine, quien enlazó el fresco al interior, enmarcado
a los dioses por medio de largas guirnaldas.
 
En cuanto a la representación de Cupido y las Tres
Gracias (Aglaya, Tlia y Eufrosina), diosas de la belleza,
hechizo y alegría, fruto del amor entre cupido y psique;
en este fresco la representan al lado de su padre, en el
cual al pintor destacó sus atributos femeninos, por lo
cual muchos escritores coinciden en opinar que Rafael
fantaseaba al realizar dicha obra y se inspiraba en su
amante Margherita Luti, conocida como la Fornarina,
que se convierte en su modelo femenino y que
podemos intuir en muchos de los bocetos que quedan
de su mano. Muchos detalles en su conjunto muestran
la sensualidad y erotismo sentido bajo su compañía.

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Rafael, Cupido y Pisque. (1508).

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Rafael, Cupido y Pisque. (15011)

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Los Cartones de Rafael

Alrededor de 1515, La Capilla Sixtina estaba en su


mayoría decorada. La parte superior de las paredes
habían sido decoradas en 1480 con frescos de
Perugino, Ghirlandaio, Boticelli y Cosimo Rosselli. La
decoración de la bóveda de la mano de Michelangelo
había sido culminada dos años antes, en 1512, y este
maestro no decoraría la pared del altar con El Juicio
Final sino hasta 1536.

León X se encontraba frente a la expansión total del


papado, frente a una Basílica de San Pedro nueva, y a
una capilla del Palacio Apostólico recién decorada su
bóveda con una obra transcendental de la mano de un
maestro, y en la que debían tener lugar varios de los
eventos próximos de la corte Papal.

El Papa León X decide ordenar, para la decoración de


las partes inferiores de las paredes de La Capilla
Sixtina, un conjunto de tapicerías que en primer lugar
se quería que coincidiera con las realidades
arquitectónicas del lugar y, en segundo lugar, fuera
figurativo y por lo tanto complementara aún más el
contenido histórico y simbólico de la decoración que ya
está poseía.

Rafael recibe este encargo por parte del Papa, y lleva a


cabo diez cartones en los que representa episodios de

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la Vida de San Pedro y la Vida de San Pablo, tal y
como las describen los Evangelios y los Hechos de los
Apóstoles.

Para Rafael esto fue un encargo prioritario, no solo por


la importancia de dicha capilla, sino también porque
esta obra lo pondría en competencia directa con
Michelangelo y su obra majestuosa en los frescos que
decoraban la Bóveda de este mismo edificio. Por lo que
el artista le pone una dedicación considerable a este
encargo.

Al estar hablando de unos tapices, que no serían de la


mano de Rafael, sino más bien una reproducción de la
imagen que el artista diseñara en los cartones, este
tuvo que pensar, con esa peculiar claridad que lo
distinguía, en las precisas relaciones visuales con la
decoración existente que resultarían más apropiadas
para crear una nueva unidad. Sin enfocarse en la
pinceladas, y poniéndole más atención a la armonía
compositiva, a la representación de las escenas lo más
cercanas a su descripción en los textos bíblicos, y al
detalle de las figuras monumentales que compondrían
estos tapices.

Rafael realiza estos diez cartones, hechos en pliegos de


papel de tres metros de alto y entre tres y cinco metros
de ancho, son enviados a Bruselas al famoso taller Van
Aelst, donde reproducirían estos cartones en hermoso

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tapices con los mejores hilos, incluso hilos de oro y
plata.

Al ser enviado los tapices de Bruselas a Roma en 1517,


los cartones de Rafael no son devueltos al Papa, como
solía ocurrir. Esto implicó la producción de otros
tapices que reproducían las imágenes de los cartones
de Rafael, además de, una influencia contundente de
la obra y el estilo clásico de Rafael en la pintura de los
países bajos, lo que podría representar la mayor
influencia que el artista tuvo sobre el desarrollo de las
artes universalmente hablando.

Los diez tapices fueron robados y quemados por los


metales preciosos que contenían, posteriormente
fueron recuperados, restaurados y algunos hechos
nuevamente. Los tapices no están expuestos en la
capilla, se conservan y se colocan en ocasiones
especiales del Papado; Los lugares en donde van
colocados, están pintados con trampantojos que
simulan telas colgada.

Se conservan únicamente siete cartones de los posibles


diez que Rafael diseñó. Estos cartones están
resguardados en La Royal Collection de Londres.

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