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La Técnica: El pensamiento del hombre en la antigüedad

La reflexión filosófica acerca de la técnica no ha sido tradicionalmente muy abundante. Es


cierto que desde la Grecia antigua hasta la actualidad, la filosofía -e incluso ciertos mitos
pre filosóficos (como el de Prometeo)- han tratado la cuestión de la técnica, pero casi
siempre de un modo marginal. Una visión en cierto modo altiva de la filosofía respecto a la
técnica -considerada como actividad menor- ha propiciado tal marginación. Así se
comprende que el término «filosofía de la técnica» sea bastante reciente: aparece por
primera vez en la obra de Ernst Kapp (Filosofía de la técnica, 1877), aparición que ha de
interpretarse como paralela al proceso por el que la técnica ocupa un destacado lugar en
la sociedad contemporánea.

Como resumen del recorrido filosófico acerca de la técnica, puede seguirse el esquema de
Carl Mitcham (ver referencia). Mitcham distingue tres etapas:

1) el escepticismo antiguo;


2) el optimismo del Renacimiento y la Ilustración;
3) la ambigüedad o desasosiego románticos.

1.La actitud escéptica antigua se apoya en la repetida opinión filosófica que distingue
entre un conocimiento verdadero (episteme) y un saber empírico (techne). La
preeminencia de la actividad contemplativa (theoria) frente a las ocupaciones técnicas es
otro modo de subrayar esa distancia insalvable entre la técnica y la filosofía. Junto a esa
valoración de principio, la actitud antigua muestra además su desconfianza hacia los
poderes técnicos, al entender que representan una extralimitación de la condición
natural. Así, la técnica sería una expresión de la desconfianza hacia la naturaleza; sería la
búsqueda de la satisfacción de necesidades vanas que envilecen al ser humano y lo
apartan de lo trascendente; o alimentarían una seducción por objetos de entidad
degradada (el objeto técnico, o sea el artefacto, se considera de menor entidad que el
objeto natural).

2.El Renacimiento y la Ilustración ven la aparición de la actitud optimista hacia la técnica.


Ese optimismo está formulado muy nítidamente por Francis Bacon (1561-1626).
El hombre está llamado, pues, a promover los conocimientos y las aplicaciones técnicas. El
optimismo ilustrado entiende que en esa actividad se cumple el designio humano, y la
Revolución industrial será su consecuencia. Se invierte así la percepción respecto a la
inferioridad de la técnica.
3.A la victoria efectiva de la ciencia y de la técnica gracias a la Revolución industrial le
sucede la crítica romántica. La reacción romántica se subleva contra
el reduccionismo mecanicista enfatizando una concepción de tipo orgánico; y ataca el
primado de la racionalidad apelando a los valores de la imaginación y el sentimiento. Es
que el romanticismo es una crítica del optimismo técnico, es una reacción contra la ciencia
y la técnica modernas.
Contemporáneamente, estas tres actitudes (escepticismo antiguo, optimismo ilustrado,
desasosiego romántico) todavía son perceptibles. Pero además de estas influencias, ha de
reseñarse el nacimiento y desarrollo de una específica filosofía de la técnica, o de un
específico discurso filosófico acerca de la técnica.
https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Filosof%C3%ADa_de_la_t%C3%A9cnica

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