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librepensador no significaría más que aquella persona que optan por no adherirse a un

dogma establecido. Este concepto amplio puede ser completado con la apelación al uso de
la razón, es decir, que por medio de ésta, se rechaza la aceptación de los dogmas dados
por el mero hecho de ser tales.

Es importante la matización por la cual el concepto de librepensamiento supone


circunstancias históricas determinadas sin las que los librepensadores quedarían
descontextualizados y carecerían de sentido. De este motivo procede la relevancia del
concepto estricto.

se utiliza particularmente en relación a un grupo de pensadores ingleses de los siglos XVII y


XVIII. Los rasgos más característicos y sobresalientes de dichos autores son la defensa de
la tolerancia religiosa, la adopción del racionalismo, cierto materialismo, el deísmo y
la religión natural y racional. En algunos casos hubo quienes predicaban el ateísmo ya sea de
forma explícita o tácita. La cuestión religiosa era central en la discusión y, a este respecto, lo
frecuente era el rechazo de los misterios sobrenaturales, las liturgias y los dogmas
“oficiales”.

Es frecuente considerar que el librepensamiento se consolidó en la Ilustración. En esta


línea, es común entender a los autores como precedentes de dicho movimiento intelectual y
cultural, que en muchos casos se solapan. El siglo XVIII es llamado el “Siglo de las Luces”, en
él despuntaron intelectuales como los mencionados philosophes franceses que defendieron los
ideales ilustrados como el progreso asentado en la razón. En la Ilustración francesa
sobresalieron pensadores como Denis Diderot, Jean le Rond d’Alembert, Voltaire,
Montesquieu, Jean-Jacques Rousseau, Nicolas de Condorcet, Étienne Bonnot de Condillac,
Turgot, Helvétius, etc. 
A pesar de no ser un concepto unívoco, doy como la respuesta kantiana como explicación
paradigmática de lo que se comprende bajo el rótulo “Ilustración”. El filósofo alemán escribió
un breve ensayo en 1784 titulado Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la ilustración?, contestando
a la petición de una revista. La respuesta es contundente en sus primeras líneas: “La Ilustración
es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad. La minoría de edad es la
incapacidad de usar su intelecto sin la guía de otro. Esta minoría de edad es autoculpable
porque su causa no se debe a la falta de razón, sino al valor y el coraje de servirse por sí mismo
de ella sin la tutela de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón! Es el
lema de la Ilustración.”
Es claro que lo que se destaca es el uso de la razón para conseguir la autonomía que se
encuentra inhibida por la aceptación de una autoridad externa. La razón adquiere, así, un
carácter emancipador en el ámbito práctico de sentido de la realidad. La Ilustración, según
la respuesta de Kant, quedaría definida por una alteración en la relación que existe entre la
autoridad, la voluntad y el uso de la razón. De este modo, para que la libertad pueda ser
efectiva, el fundamento de determinación de la voluntad no pueden ser las determinaciones
empíricas. Es decir, la libertad se entiende como autonomía y la incapacidad de la que
habla es propia de la heteronomía. La salida de la “minoría de edad” es un proceso en
desarrollo, pero también un mandato, una obligación. Las condiciones de esta salida son a la
vez éticas y políticas, esto es, que la primacía del uso de la razón frente a la mera obediencia
involucra no sólo a un ethos particular, sino transformaciones institucionales. No se trata,
entonces, de una libertad individual de pensamiento (afín a la libertad de conciencia), antes b
En definitiva, como se ha puesto de manifiesto, se han ido asociando históricamente diversas
características y rasgos al concepto de librepensamiento, tales como el racionalismo, el
empirismo, el laicismo, el ateísmo, el deísmo, el materialismo, el escepticismo, el
libertarismo, etc. No obstante, cabe insistir en que no se trata de un programa exclusivo y, por
tanto, no tenían que darse necesariamente todas las notas a la vez. El término librepensamiento
se ha asociado a diversos movimientos e ideales, y muchos personajes y grupos han reclamado
esta denominación. En consecuencia, lo característico del librepensamiento es la forma en la
que justifica y sostiene las ideas que se tienen, y no tanto cuáles sean tales ideas. La condición
mínima de la forma de pensamiento libre es que las creencias no se mantengan por la
autoridad, la tradición o las pasiones. Esto nos lleva a concluir que el sentido amplio de
librepensamiento, la oposición a cualquier dogmatismo, se ha ido complementando con
distintos rasgos en los distintos contextos históricos, tanto en lo que respecta a su
circunstancia social como en lo relativo a las sucesivas corrientes de pensamiento. Sin
embargo, el concepto estricto es el que se corresponde con el mencionado grupo de pensadores
ingleses como Toland o Collins. Por último, hay que remarcar que se pueden encontrar
multitud de antecedentes.

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