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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Estudios Superiores Acatlán


Peralta Pérez Miguel Ángel
¿Es éticamente correcto recetar placebos?

¿Es éticamente correcto recetar placebos?


La mente humana ha sido objeto de estudio durante un largo periodo de tiempo, algunos de

esos trabajos se remontan a épocas clásicas del desarrollo humano, otros tantos encuentran

su albergo en la comprensión que los hombres de pensamiento han expresado sobre la

actual realidad que los rodea.

De entre estos últimos textos podemos encontrar la obra Chamanes y robots

Reflexiones sobre el efecto placebo y la conciencia artificial. En ella se nos ofrece un

amplio número de cuestiones, de las cuales sin duda; pudiesen desarrollarse un sin fin de

investigaciones. Sin embargo, lo que pareciera ser más fructífero para nosotros ahora es

identificar y juzgar (a través de los ideales que propone Bartra para el concreto desarrollo

de su tesis principal) la cuestión ética que se que sale a flote cuando se analiza la

efectividad de los placebos en contraposición con el uso de ciertos medicamentos.

Menciono que es conveniente para nosotros realizar dicho trabajo, puesto que

pareciera ser que Bartra a pesar de abordar adecuadamente el tema que enmarca la

significación de qué es lo que podemos considerar como un placebo, deja parcialmente al

aire el asunto ético que como ya mencionamos se manifiesta como una ramificación de

aquel tema.

Algunas lecturas del texto considerarían de lleno negativa la disposición del

antropólogo aquí tratado con respecto al uso de placebos con propósitos terapéuticos, a

pesar de ello, es normal cuestionarnos la concepción sobre la postura del mismo gracias a

algunas argumentaciones de las que nos hace partícipes al momento de hablar del tema.
Para darle pleno desarrollo a la labor que nos hemos propuesto, será necesario

retomar el significado de uno de los términos presentes en la obra de Bartra aludida unas

líneas arriba, es decir, el que se elabora para denotar qué es un placebo, y además,

remitirnos a uno de los trabajos citados por el propio autor al momento de hablar del tema,

me refiero a uno de los artículos de divulgación científica del profesor de medicina en la

Escuela de Medicina de Harvard el investigador Irving Kirsch, más en concreto el titulado

Antidepressants and the Placebo Effect, para juzgar de forma prudente el problema ético.

Es pues, menester comenzar distinguiendo cual es el aspecto principal a través del

cual sale a flote la existencia concreta del efecto placebo (puesto que el mismo será piedra

angular de nuestra argumentación con respecto a la problemática que nos hemos propuesto

analizar) aquél podemos identificarlo fácilmente gracias al testimonio de Bartra cuando

afirma: "La clave del efecto placebo se halla en el hecho de que el paciente cree firmemente

que el remedio que aplica un médico (o un chamán) es eficiente" 1. En otras palabras,

suponiendo que aquel remedio resulte eficaz (Como sucede en algunas de las situaciones),

se sigue que los malestares de los que es partícipe una persona puedan ser de alguna forma

asimilados, gracias a la implicación del enfermo en el tratamiento de su pesar.

Esta implicación, no es más que la esperanza de que surja un efecto producido por

alguna cosa, y que aquel efecto produzca cambios importantes dentro de los campos

fisiológicos del que la padece propiamente. Dichos cambios pueden traducirse a su vez

como alteraciones en la presión arterial, el ritmo cardíaco y la actividad gástrica. Pero si

hablamos de un efecto, debemos concordar lógicamente con que deberá existir algo que lo

1
Roger Bartra Murià, Chamanes y robots Reflexiones sobre el efecto placebo y la
conciencia artificial, Anagrama, Barcelona, 2019, p.11.
2
produzca, ello es el Placebo, y su definición abarca más de lo que se piensa. Alego que va

más allá de lo que se piensa, puesto que normalmente se tiene una definición de la palabra

que es poco rica y que deja a aquel que la escucha con una idea que no concuerda del todo

con la definición propuesta por el antropólogo aquí estudiado.

Prueba de lo anterior, la encontraremos si nos dirigimos propiamente a uno de los

centros de información online que pareciera ser el más consultado por cierto sector de la

población mexicana común (esto gracias a la facilidad con la que nos lo proporcionan

buscadores como el de Google) me refiero a la enciclopedia de Wikipedia, en donde se nos

dicta la siguiente definición:

[El placebo] es un compuesto químico farmacológicamente inerte que se


utiliza como control en un ensayo clínico. El placebo es capaz de provocar
un efecto positivo a ciertos individuos enfermos, si estos no saben que están
recibiendo una sustancia inerte (por ejemplo, agua, azúcar) y que creen que
es un medicamento.2

Menciono que es un tanto incompleta esta definición, debido a que en ella se

cataloga por completo a los placebos como una mera sustancia química, lo cual es bajo el

criterio de Bartra inexacto, puesto que los placebos no solo pueden ser adquiridos gracias a

la preinscripción de un médico, sino que el concepto abraza a todas aquellas actividades o

artilugios no estrictamente sintéticos que provoquen en las personas el efecto que los

caracteriza como contribuyentes del término mismo.

Esta nueva versión sobre el significado del término placebo, (si bien esta creada a

partir de multitud de fuentes como no lo deja de manifiesto la amplia bibliografía de la

obra, bajo mi criterio) pareciera ser influenciada de forma evidente para su respectiva

2
Wikipedia, Sustancia Placebo, Wikipedia, https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=
Sustancia_placebo&oldid=137627945 (consultada el 15 de abril de 2022).
3
estructuración a partir de una interpretación del diálogo platónico Cármides, por parte de

Bartra, puesto que el mismo afirma cuando alude a la significación del concepto:

Según Platón, cuando el entendimiento es firme, aunque de manera natural


no sea saludable, un objeto podrá ser útil gracias a las intenciones de la
mente, por lo que, si alguien tiene confianza en un encantamiento, ello puede
ayudar, y en esa medida cualquier cosa, sea lo que sea, lo puede auxiliar.3

Este testimonio deja al descubierto la verdadera amplitud del término placebo,

puesto que no solo se trataría de sustancias concretas fabricadas en laboratorios, sino que

pareciera que puede ser considerada cualquier cosa (objeto o encantamiento) como tal, y,

además, podemos considerar la misma tesis como un refuerzo de lo planteado

anteriormente con respecto a lo que podríamos nombrar como una suerte de esperanza de la

que debía ser partícipe una persona para que pudiera surgir en ella una modificación

fisiológica.

Dado que ahora sabemos que los placebos no son simplemente fármacos sino

también artilugios o cualquier otro tipo de objeto, sale a flote la cuestión sobre si aquellos

objetos o símbolos culturales como los llama Bartra (junto a las alteraciones biológicas que

producen en quien los porta) puedan tratar con padecimientos como lo son: el dolor, la

ansiedad, la depresión, las úlceras, la presión sanguínea alta, las enfermedades autoinmunes

e incluso el párkinson.

Diversos científicos parecieran entrar de lleno en desacuerdo sobre lo cuestionado

anteriormente, puesto que piensan que la ingesta de una pastilla inocua o la portación de un

amuleto no puede generar un cambio fisiológico observable en el cuerpo humano, sin

embargo, cabría aquí hablar de aquellos placebos que son recetados para tratar el dolor, ya

que estos son según Bartra los que activan una elevación en los sistemas inhibitorios

3
Roger Bartra Murià, Op. Cit., p.15.

4
endorfinérgicos (que junto con los del sistema opioide regulan la analgesia del cuerpo)

puesto que ellos están: "influidos por los estados emocionales y por las contingencias

ambientales"4, por lo tanto la realización de esta actividad además de regular el

padecimiento del dolor y de la inflamación de la zona afectada, puede ser considerada ya

empíricamente como un cambio observable.

De lo dicho se puede concluir que los placebos o símbolos culturales están en la

misma línea de efectividad que algunos medicamentos, ya que ambos producen las mismas

señales biológicas que pueden hacer frente a parecimientos similares.

Ahora que hemos identificado la concepción amplia del término placebo y sus

implicaciones en tanto a sus efectos y lo que ellos atañen, podemos pasar de lleno al

análisis del dilema ético que surge de la efectividad de los placebos en contra posición con

la de medicamentos como los antidepresivos.

Pues es de mi consideración, hacer mía la idea de Kirsch y de su colega cuando

afirmaba: "It seemed to Sapirstein and me that depression was a good place to look for

placebo effects”5. Debido a que psicólogos como Teasdale aseguran existe el fenómeno de

estar deprimido por en sí mismo estar deprimido6. Lo que nos llevaría a pensar que el hecho

de esperanzar a los pacientes deprimidos por su depresión sería una solución que bastaría

para su reparo, y donde se postran sobre la mesa la diversidad de placebos para esta labor.

Digo que, los placebos tal y como los conocemos ahora jugarían un papel

importante en la sanación de los pacientes con depresión, debido a que después de la serie

de análisis de los informes de ensayo de los antidepresivos más prescritos en los Estados

4
Ibidem, p.37.
5
Irving Kirsch, “Antidepressants and the Placebo Effect”, Zeitschrift für Psychologie,
Boston, v. 222, 2014, pp.128-134.
6
Cfr. Teasdale J. D., “Psychological treatments for depression: How do they work?”,
Behaviour Research and Therapy, Boston, v. 23, 1985, pp.157–165.
5
Unidos y directamente aprobados por La Administración de Alimentos y Medicamentos de

la agencia del gobierno del mismo país, menciona Kirsch: "Most of them failed to find a

significant benefit of drug over placebo”.7

Dejando al descubierto una vez más la rivalidad de ambos por la similitud de efectos

sanadores provocados en los pacientes, y de la cual Bartra nos hacía de conocimiento en su

obra cuando predicaba sobre algunos estudios en el mismo campo de investigación: "Los

pacientes mejoran igualmente tanto si toman placebos como si toman antidepresivos”.8

El problema ético aludido unas líneas arriba, se deja mirar ya de manera concreta

cuando nos preguntamos ¿Es una opción prescribir placebos para estas situaciones? Esto

teniendo en mente lo antes identificado con respecto a la efectividad del placebo mismo.

Para algunos médicos, la ingesta o uso de placebos representa basar el tratamiento de los

pacientes en una mentira, puesto que se tiene en mente que los placebos solo tienen

efectividad sobre las personas cuando estas últimas desconocen del hecho de no estar

tomando o usando propiamente un placebo, por lo cual su uso es éticamente reprobable

para ellos.

Prueba de lo anterior la podemos encontrar si recordamos la última parte de la

definición citada textualmente unos párrafos arriba, la cual obtuvimos de un sitio de

información común para algunos sectores de la población mexicana. En ella se

mencionaba: "El placebo es capaz de provocar un efecto positivo a ciertos individuos

enfermos, si estos no saben que están recibiendo una sustancia inerte (por ejemplo, agua,

azúcar) y que creen que es un medicamento”. 9 Sin embargo, como ya hemos visto los

7
Irving Kirsch, Op. Cit., p.129.
8
Roger Bartra Murià, Op. Cit., p.35.
9
Wikipedia, Op. Cit., https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=
Sustancia_placebo&oldid=137627945
6
placebos que fueron creados para aliviar el dolor, pueden producir cambios fisiológicos en

los pacientes, debido a que los mismos pueden traducirse como modificaciones en la

actividad que registra el sistema endógeno y opioide, y donde su durabilidad dependerá

según Bartra (apoyándose del estudio de Alina Dimitriu y Bogdán) de la ligación que tienen

estos sistemas con las emociones10 (como ya se había mencionado unas citas arriba).

Esta característica trae a colación la idea de que "Sin una participación consciente y

emocionalmente comprometida del enfermo, el efecto placebo se anula" 11. Cosa similar a la

esperanza que necesitan las personas deprimidas por depresión para solventar su pesar,

pues ¿Qué es la esperanza sino un conjunto de emociones de bienestar ante lo nocivo?

Pareciera pues, que no nos encontramos entonces con un problema ético genuino,

puesto que el uso de placebos y su preinscripción no debería de ser asunto clandestino, ya

que funcionan aun cuando el paciente es consciente de que los está usando. Bartra pareciera

estar de acuerdo con este razonamiento según la cita textual anterior, de ahí que se

cuestione la postura del antropólogo con respecto al uso de placebos con fines terapéuticos,

sin embargo, no hay que pasar por alto que no es lo mismo estar de acuerdo con que el

efecto placebo surge a pesar de ser consiente de estar usando un placebo; que aceptar

propiamente el uso medicinal de los mismos.

Es por ello prudente concordar con el pensamiento de algunos científicos cuando

advierten que: “El efecto placebo es eficaz para aliviar el malestar más que para curar o

controlar la enfermedad"12. Demás esta decir que el pensador aquí tratado hace lo propio.

Menciono que, es prudente concordar con Bartra y algunos científicos, ya que, si se tiene

una enfermedad terminal o muy grabe como el cáncer, me pareciera que es un tanto

10
Roger Bartra Murià, Op. Cit., p.37.
11
Idem.
12
Ibidem, p.34.
7
complicado que las células cancerígenas dejen de perjudicar el organismo de forma

definitiva gracias a la ayuda de un placebo, como se aludía dentro del estudio de Bartra en

tanto a la efectividad del placebo sobre un fármaco en enfermedades como la ansiedad

sebera, por lo cual debemos estar conscientes (con la ayuda de un médico para evaluar la

severidad de nuestra enfermedad) sobre cuándo podemos usar un placebo y cuándo

deberemos prescindir de ellos.

Bibliografía

Bartra Murià Roger, Chamanes y robots Reflexiones sobre el efecto placebo y la


conciencia artificial, Anagrama, Barcelona, 2019.

Kirsch Irving, “Antidepressants and the Placebo Effect”, Zeitschrift für Psychologie,
Boston, v. 222, 2014, pp.128-134.

Teasdale J. D., “Psychological treatments for depression: How do they work?”,


Behaviour Research and Therapy, Boston, v. 23, 1985, pp.157–165.

Wikipedia, Sustancia Placebo, Wikipedia, https://es.wikipedia.org/w/index.php?


title= Sustancia_placebo&oldid=137627945.

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