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Referencia: 2900
§ 4. LAS CUATRO TESIS SOBRE EL SER

su sentido originario y su tendencia propia, oculta acaso también


para Kant. Superamos al ente, para llegar hasta el ser. En esta supera­
ción del ente para llegar al ser, no ascendemos de nuevo hasta un
ente que yazca, por así decir, detrás de los entes conocidos, como en
un transmundo. La ciencia transcendental del ser no tiene nada que
ver con la metafísica vulgar que trata de algún ente detrás de los entes
conocidos, sino que el concepto científico de la metafísica es idéntico
que el concepto de la filosofía en general: ciencia crítica, transcen­
dental del ser, esto es, ontología. Se ve fácilmente que la diferencia
ontológica puede aclararse y llevarse a cabo con precisión en la
investigación ontológica sólo si el sentido del ser en general se ha
traído a la luz explícitamente, esto es, sólo si se ha mostrado cómo la
temporalidad hace posible que se distinga entre el ser y el ente. Sólo
mediante esta consideración puede recibir la tesis kantiana de que el
ser no es un predicado real su sentido originario y una fundamenta­
ción suficiente.
Todo ente es algo, es decir, tiene su qué y tiene un determinado
modo de ser. En la primera parte del curso mostramos con ocasión
24 de la consideración I de la segunda tesis que la ontología antigua y
medieval ha sostenido dogmáticamente como comprensible de suyo
esta afirmación, que a todo ente le corresponde un qué y un modo
de ser, essentia y existentia. Para nosotros surge la pregunta: ¿se
puede fundamentar a partir del sentido del ser mismo, esto es,
temporáneamente, el porqué todo ente debe tener y puede tener
un qué, un tl, y un modo posible de ser? ¿pertenecen estas
determinaciones, ser un qué [Was-sein] y modo de ser, comprendi­
das de forma suficientemente amplias, al ser mismo? ¿«Es» articula­
do el ser, de acuerdo con su esencia, mediante estas determina­
ciones? Con ello, estamos ante el problema de la articulación
fundamental del ser, es decir, ante la cuestión acerca de la necesaria
pertenencia mutua de ser un qué y del modo de ser y la pertenencia
de ambos en su unidad a la idea de ser en general.
Todo ente tiene un modo de ser. La cuestión es, si este modo
de ser en todos los entes tiene el mismo carácter -como la ontolo­
gía antigua pretendió y en lo fundamental también la posteridad
hasta hoy lo ha afirmado- o si se han de distinguir distintos mo­
dos de ser entre sí. ¿cuáles son los modos de ser fundamentales?
¿Hay una multiplicidad? ¿cómo es posible la variedad de modos
de ser y cómo es comprensible a partir del sentido del ser en gene­
ral? ¿cómo podemos, a pesar de la variedad de los modos de ser,
hablar de un concepto unitario de ser en general? Estas preguntas
se reúnen en el problema de las modificaciones posibles del ser y de
la unidad de su multiplicidad.

43
LA TESIS DE LA ONTOLOGIA MEDIEVAL

-Dios es para él todavía un objeto provisional-, sino la deidad


[Gottheit]. Cuando el maestro Eckhart dice Dios, quiere decir dei­
dad, no deus, sino la deitas, no el ens, sino la essentia, no la natu­
raleza, sino lo que está sobre la naturaleza, o sea, la esencia; la
12s esencia a la que, por así decir, 1 se le debe negar toda determina­
ción existencial, toda additio existentiae debe serle negada. Por
ello, dice también: «Si se dijese de Dios que es, esto se le añadiría» 6 •
Esta es la traducción vernácula de «sería una additio entis», como
dice Tomás. «Así Dios no es en el mismo sentido ni en el mismo
concepto que todas las criaturas» 7• Así Dios, para sí mismo, es su
no, es decir, es como la esencia más general, como la posibilidad
más pura, todavía indeterminada de todos los posibles, es la pura
nada. Es la nada frente al concepto de toda criatura, frente a todo
lo posible determinado y lo actualizado determinado. Encontramos
aquí de nuevo también un notable paralelismo con la determina­
ción hegeliana del ser y la identificación con la nada. La mística de
la Edad Media, hablando con mayor precisión, la teología mística,
no es mística en un sentido peyorativo que es el sentido que co­
rrientemente le damos; al contrario, ha de entenderse en un senti­
do totalmente eminente.

a) La doctrina tomista de la distinctio realis


entre essentia y existentia in ente creato

El problema de la relación de la esencia y la existencia se resuelve


en la escuela tomista diciendo que en un ente efectivo el qué de
este ente es otra res, algo distinto por sí mismo frente a la efectivi­
dad, es decir, tenemos, en un ente efectivo, la composición,
compositio, de dos realidades, la essentia y la existentia. Por ello, la
distinción entre la esencia y la existencia es una distinctio realis.
Cum omne quod est praeter essentiam rei, dicatur accidens; esse
quod pertinet ad quaestionem an est, est accidens8 ; puesto que todo
lo que no es un predicado real (en sentido kantiano) en un ente, es
tenido como algo que adviene, que se añade, al qué, la efectividad
129 o la existencia, 1 que se refiere a la pregunta de si una res con la
totalidad de sus realidades existe, es un accidens. La efectividad es
6. Maestro Eckhart, Predigten, Traktate, ed. de F. Pfeiffer, Leipzig, 1857, p. 659,
líneas 17-18. [Deutsche Mystiker des Vierzehnten Jahrhunderts 2, ed. de F. Pfeiffer, Meister
Eckhart, G. J. Goschen, Leipzig, 1857). El pasaje citado dice en la edición de Pfeiffer:
«Spreche man: er ist, daz were zuo geleit», «Liber positionum», § 106. (N. del T.)]
7. !bid., p. 506, líneas 30-31. [En la edición de Pfeiffer, se lee: «So ist got ime selben
sin niht und ist niht deme begriffe aller creaturen». Tratado 11, «Von der Übervart der
Gotheit», 2. (N. del T.)]
8. Tomás de Aquino, Quaest. Quodlib. 11, q. 2, a. 3.

124
§ 10. EL CONTENIDO DE LA TESIS Y SU DISCUSIÓN TRADICIONAL

algo que se añade al qué de un ente. Accidens dicitur large omne


quod non est pars essentiae; et sic est esse (es decir, existere) in
rebus creatis 9 • La existencia no es una parte de la realidad, sino
añadida. Quidquid est in aliquo, quod est praeter essentiam ejus,
oportet esse causatum, todo lo que está fuera del contenido quidi­
tativo [Sachgehaltes] de una cosa, todo lo que no es un predicado
real de una res, debe ser causado y, naturalmente: ve/ a principiis
essentiae... ve/ ab aliquo exteriori 10, o por los principios de la esen­
cia misma o por algo diferente. Por razones esenciales, la existencia
pertenece a la res en Dios. Su esencia es su existencia. Pero, en
cambio, en la criatura, la causación de su efectividad no se encuen­
tra en ella misma. Si igitur ipsum esse (existere) rei sit aliud ab ejus
essentia, necesse est quod esse illius rei ve/ sit causatum ab aliquo
exteriori, ve/ a principiis essentialibus ejusdem reí, si, por tanto, el
ente, el existente, es algo distinto de la quididad, debe ser causado
necesariamente. Impossibile est autem, quod esse sit causatum tan­
tum ex principiis essentialibus reí; quia nulla res sufficit, quod sit
sibi causa essendi, si habeat esse causatum. Oportet ergo quod illud
cujus esse est aliud ab essentia sua habeat esse causatum ab alío11,
pero es imposible, que el existir fuese causado sólo a partir de los
principios esenciales de una cosa (Tomás habla aquí sólo de las
esencias creadas), pues ninguna cosa llega a ser, por su esencia,
causa de su propia existencia. Encontramos aquí una reminiscencia
de un principio [Prinzip] que Leibniz formuló como el principio
[Satz] de razón suficiente, causa sufficiens entis, un principio que,
en su fundamentación tradicional, se retrotrae a la relación entre la
essentia y la existentia.
uo I El existere es diferente de la esencia, tiene su ser gracias a ser
causado por otro. Omne quod est directe in praedicamento subs­
tantiae, compositum est saltem ex esse et quod est 12, todo ens es,
por consiguiente, en tanto que ens creatum, un compositum ex esse
et quod est, del existir y de la quididad. Este compositum es una
compositio rea/is; o, por consiguiente, lo que es lo mismo: la dis­
tinctio entre la essentia y la existentia es una distinctio rea/is. El
esse o el existere se comprende también, a diferencia del quod est o
esse quod, como esse quo o ens quo. La efectividad de algo efectivo
es algo distinto de tal suerte que ella misma constituye una autén­
tica res.

9. Ibid. XII, q. 3, a. 5.
10. Tomás de Aquino, Sum. Theol. I, q. 3, a. 4.
11. Ibid.
12. Tomás de Aquino, De Veritate, q. 27, a. 1.

125
LA TESIS DE LA ONTOLOGIA MEDIEVAL

Comparada con la kantiana, la tesis tomista dice, claramente en


consonancia con ella, que la existencia, la efectividad, no es un
predicado real, no pertenece a la res de una cosa, es, más bien, una
res que se añade a la essentia, mientras que Kant, en cambio, me­
diante su interpretación, quiere evitar que se comprenda la efectivi­
dad, la existencia misma como una res; por ello la interpreta como
la relación con la facultad cognoscitiva, y, por consiguiente, consi­
dera la percepción como posición.
Los principales discípulos de Tomás, que enseñaron la distin­
ción enre la essentia y la existentia como una distinctio rea/is en la
época de la escolástica tardía son, primero, Gil de Roma (muerto
en 1316). Es conocido y estimado por su comentario a las Senten­
cias de Pedro Lombardo. Pertenece a la orden de los agustinos de
los que fue miembro posteriormente Lutero. Después Juan Ca­
preolo (muerto en 1444). Se le llama el princeps thomistarum, el
príncipe de los tomistas. En Gil de Roma aparece ya claramente
expresado el motivo por el cual los tomistas defienden tan rotun­
damente la distinción real entre la esencia y la existencia. No es
otro más que la convicción de que, si no se mantuviese que la
131 diferencia es real, sería imposible I hablar del ser creado de las co­
sas. Esta distinción es la condición de la posibilidad para que algo
pueda ser creado, es decir, para que algo en tanto que posible sea
trasladado a la efectividad o, a la inversa, que algo finito pueda tam­
bién dejar de ser. Los defensores tomistas de esta doctrina creen ver,
en la concepción opuesta, una tesis que, dado que niega que la dife­
rencia sea real, debe negar asimismo la posibilidad de la creación y,
de esta forma, el principio fundamental de toda esta metafísica.

P) La doctrina escotista de la distinctio moda/is (forma/is)


entre la essentia y la existentia in ente creato

La segunda doctrina, la de Duns Escoto, tiene como contenido una


distinctio moda/is o forma/is. Esse creatum distinguitur ex natura
rei ab essentia cujus est esse, la efectividad de algo creado se distin­
gue ex natura rei, por la índole [Wesen] de la cosa misma, o sea, en
tanto que algo creado, de su esencia [Wesenheit]. Non est autem
propria entitas, pero la existencia así distinguida no es un ente
auténtico, omnino realiter distincta ah entitate essentiae, no un
auténtico ente que se distinguiese de modo totalmente real de la
esencia. El esse creatum, el existere, es más bien, modus eius, su
modo. Esta distinctio forma/is escotista es realmente sutil. Duns
Escoto la caracteriza de varias formas. Dico autem aliquid esse in
alio ex natura rei, quod non est in eo per actum intellectus perci-

126
NOTA FINAL

Le recordamos que este libro ha sido prestado


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