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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE

HONDURAS

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS

MAESTRÍA EN DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

TESIS

ANÁLISIS DE LOS TIPOS PENALES QUE CON MAYOR

FRECUENCIA COMETEN LOS MENORES EN CONFLICTO CON

LA LEY PENAL Y SU ROL COMO VÍCTIMAS EN EL PROCESO

PENAL.

SUSTENTADO POR:

DENIA YANORI ZELAYA MARTÍNEZ

ASESOR: DR. JACOBO SANTOS ESPINAL


PREVIA AL TÍTULO DE

MÁSTER EN

DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

Tegucigalpa, M.D.C., Francisco Morazán, Honduras, C.A.

marzo, 2021.

2
CONTENIDO

Objeto de la investigación.................................................................................................5
Dedicatoria........................................................................................................................6
Agradecimientos................................................................................................................7
CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN....................................8
1. Introducción............................................................................................................8
2. Objetivo general.....................................................................................................9
3. Objetivos específicos..............................................................................................9
4. Justificación..........................................................................................................10
CAPÍTULO II. ANÁLISIS DE LA JUSTICIA PENAL JUVENIL...............................11
1. Antecedentes históricos.........................................................................................11
2. Modelos de justicia penal de menores..................................................................13
a) Modelos tutelares o de protección.......................................................................14
b) Los modelos de educación o bienestar.................................................................15
c) Los modelos de responsabilidad..........................................................................17
d) Los modelos mixtos............................................................................................17
3. ¿Por qué delinquen los menores? enfoque criminológico.......................................19
1) Teoría de la asociación diferencial......................................................................19
2) Teoría de las subculturas delictivas.....................................................................21
3) Teoría de la anomia.............................................................................................22
4. La justicia penal juvenil en américa latina............................................................24
5. Procesamiento de los menores en conflicto con la ley penal en el sistema penal
hondureño....................................................................................................................29
a) Marco jurídico-institucional que regula la niñez infractora en honduras............30
b) Imputabilidad.......................................................................................................31
c) Principios que rigen el proceso penal juvenil en honduras.................................33
d) Garantías del menor en el proceso penal juvenil en honduras............................38
6. Proceso penal juvenil en honduras........................................................................40
a) Formas alternativas o simplificadas de solución de los conflictos sometidos a la
jurisdicción especial de la niñez..............................................................................41
b) Proceso penal juvenil en honduras......................................................................47
CAPÍTULO III. ANÁLISIS DE LAS INFRACCIONES QUE CON MAYOR
FRECUENCIA COMETEN LOS MENORES EN CONFLICTO CON LA LEY
PENAL Y ESTADÍSTICA RELACIONADAS AL MENOR EN CONFLICTO CON
LA LEY PENAL.............................................................................................................53
1. Análisis de las infracciones que con mayor frecuencia cometen los menores en
conflicto con la ley penal.............................................................................................53

3
Cantidad de acusación presentadas en contra de menores en conflicto con la ley
penal........................................................................................................................53
Rangos de edades de menores en conflicto con la ley acusados.............................55
Infracciones que con mayor frecuencia cometen los menores en conflicto con la ley
penal periodo 2018-2021.........................................................................................56
CAPÍTULO IV. ROL DE LOS MENORES DE EDAD EN EL PROCESO PENAL
HONDUREÑO................................................................................................................60
1. Principios..............................................................................................................60
2. Obligación de informar de un delito que afecte a un niño víctima o testigo........62
3. Protección de los menores de todo contacto con delincuentes.............................62
4. Asistencia a los menores víctimas y testigos durante el proceso de justicia........64
5. Exámenes médicos y obtención de muestras corporales......................................67
6. Fiabilidad de la declaración del niño....................................................................69
7. Apoyo emocional a los niños víctimas y testigos.................................................73
CONCLUSIONES...........................................................................................................76
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................78
ANEXOS.........................................................................................................................81
1. Clasificación y sub clasificación de infracciones cometidas por los menores en
conflicto con la ley penal.............................................................................................81
2. Delitos cometidos por menores que no tienen educación....................................86
3. Acusación de menor infractor..............................................................................87
4. Acta de audiencia de vinculación al proceso........................................................93
5. Acta de audiencia intermedia...............................................................................99
6. Acta de audiencia de proposición de pruebas.....................................................103
7. Acta de debate de menor infractor......................................................................106
8. Acta de audiencia de revisión de suspensión del proceso a prueba...................110

4
OBJETO DE LA INVESTIGACIÓN.

La presente tesis tiene como objeto realizar un análisis que se erige sobre dos (2)

pilares: el primero consistirá sobre los tipos penales que con mayor frecuencia cometen

los menores en conflicto con la ley penal, ya que es evidente y lamentable el acelerado

incremento de menores de edad que cometen Infracciones penales de toda índole, desde

delitos menores hasta delitos contra la vida; el segundo pilar sobre el rol de la niñez

como víctimas en el proceso penal, dentro de este pilar se pretenderá analizar la

respuesta por parte del Estado en el ejercicio del ius puniendi monopolizado por el

Ministerio Público, asimismo el rol del Poder Judicial en el procesamiento de esos

casos, analizando las medidas que toman para salvaguardad la integridad, seguridad y

no revictimización de los niños y niñas durante el proceso a la luz de los tratados y

convenios suscritos por Honduras.

Este tema es de adquiere particular relevancia en la actualidad, por una parte, es

necesario analizar y proponer acciones para evitar que más niños pasen a formar parte

de las filas del crimen organizado, así mismo es evidente que cada vez es más recurrente

que los niños sean víctimas de todo tipo de infracciones, por lo que es menester

determinar que sucede y como evitarlo.

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DEDICATORIA.

Dedico la presente investigación a: A Dios por brindarme las herramientas para poder

alcanzar un paso más en mis proyectos. A mi Padre y Madre, por mostrarme y

enseñarme el camino correcto ante todo tipo de situación, buena o mala, siempre

estuvieron ahí para mí. A mis hermanos, por ser mis mejores amigos y compartir

conmigo algo más que una simple hermandad y al Dr. Jacobo Santos Espinal.

A las autoridades universitarias, al coordinador de Maestría él Dr. Odir Aaron

Fernández Flores, y sus dos asistentes, por prestarme la atención que requerí en mis

estudios, y brindar un servicio de calidad a favor de la academia.

Denia Yanori Zelaya Martínez

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AGRADECIMIENTOS.

A Dios, por permitirme realizar un paso más de los tantos que le he pedido y

encomendado, por las bendiciones que recibido con mucho júbilo.

A toda mi familia, que con mucho honor tengo la satisfacción de pertenecer.

A mis colegas y compañeros de trabajo, que han sido directa e indirectamente parte de

este trabajo, dado que he aprendido las cosas buenas que pudieron ofrecerme en mi

formación.

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CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DE LA

INVESTIGACIÓN.

1. INTRODUCCIÓN.

La delincuencia es un fenómeno mundial, pues se extiende desde los rincones más

alejados de la ciudad industrializada hasta los suburbios de las grandes ciudades, desde

las familias ricas o acomodadas hasta las más pobres. Es un problema que se da en todas

las capas sociales y en cualquier rincón de nuestra civilización, la cuestión sobre el

concepto de delincuencia juvenil nos obliga, ante todo, a esclarecer dos términos:

delincuencia y juvenil, además de ver en su justa dimensión qué es lo que lleva a un

individuo a ser calificado y caracterizado como delincuente. En los últimos años, todos

los países de América Latina han adaptado ya sus legislaciones nacionales a la

Convención sobre los Derechos del Niño mediante códigos integrales o mediante leyes

reguladoras de la justicia penal juvenil.

En Honduras, cada vez es más frecuente ver menores de edad involucrados en actos

delictivos, siendo el de mayor frecuencia los delitos contra la propiedad y los delitos

relacionados a las drogas. se analizará de manera breve un contexto histórico del

tratamiento especializado a la niñez infractora a lo largo de la historia, pasando por los

modelos de justicia juvenil y las principales teorías criminológicas que abordan los

motivos por los cuales delinquen los menores. Analizaremos el marco internacional que

regula el tratamiento para los menores infractores, los principios que rigen el mismo y

un breve análisis al proceso penal hondureño para los menores infractores.

8
2. OBJETIVO GENERAL.

Realizar un análisis amplio sobre un contexto histórico del tratamiento especializado a

la niñez infractora a lo largo de la historia, pasando por los modelos de justicia juvenil y

las principales teorías criminológicas que abordan los motivos por los cuales delinquen

los menores. Analizaremos el marco internacional que regula el tratamiento para los

menores infractores, los principios que rigen el mismo y un breve análisis al proceso

penal hondureño para los menores infractores.

3. OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

 Explicar los motivos por los cuales delinquen los jóvenes.

 Analizar la efectividad del estado en cuanto al tratamiento de los menores


infractores y su resocialización.

 Realizar un análisis sobre las infracciones penales que con mayor frecuencia
cometen los menores y entender las razones detrás de esto.

 Analizar las medidas que se deben de tomar cuando hay un menor víctima
dentro del proceso penal.

9
4. JUSTIFICACIÓN.

Consideramos que la presenten investigación es necesaria y de suma importancia en el

actual contexto del país, tomando en cuenta que los niños son el presente y futuro del

país y tomando en cuenta que una buena parte de la niñez en Honduras, se encuentra

dentro de las garras del crimen organizado, sirviendo en sus barrios y colonias a estos

grupos criminales para poder sobrevivir, debido a la ineficacia del estado para poder

satisfacer sus necesidades más básicas, es necesario que el Estado al menos brinde una

alternativa para poder llevar una vida normal a estos menores que han tomado un

camino equivocado, partiendo de que debido a su edad estos son simples instrumentos

de la delincuencia, mejor dicho víctimas de estos y víctimas del sistema, motivo por el

cual estos tienen derecho a una segunda oportunidad en la cual se les permita poder

continuar con una decente vida adulta dentro del marco de la ley.

Asimismo, existe una gran cantidad de menores que son víctimas de la delincuencia, por

lo que es necesario analizar las medidas que el Estado debe tomar para evitar su

revictimización y asegurarles una pronta y efectiva justicia.

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CAPÍTULO II. ANÁLISIS DE LA JUSTICIA PENAL

JUVENIL.

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

Durante la época colonial, es irrefutable que hubo un choque cultural, producto de este

choque, hubo incorporación de normas “legales” que debían seguirse. “El doctor Luis

Rodríguez Manzanera, sostiene que los frailes estaban inspirados por las reglas del más

antiguo tribunal para menores, llamado “Padre de Huérfanos”, y que fue instituido en la

ciudad de Valencia, España, por Pedro I de Aragón. En el derecho vigente español de

aquella época, debemos mencionar las VII, Partidas de Alfonso X, que señalaban la

responsabilidad penal de los menores de diez años y medio, y una semiimputabilidad a

los mayores de diez y medio, pero menores de diecisiete, con algunas excepciones,

según cada Infracción Penal. En ningún caso se aplicaba la pena de muerte al menor de

17 años.” (Acosta Federico Carlos Soto, 2021).

A finales del siglo XIX, la mayoría de los países latinoamericanos tenían una vasta

codificación, especialmente en Constituciones Políticas y Códigos Penales, la

regulación de la criminalidad juvenil no era objeto de atención particular. Sin embargo,

a principios del siglo XXI, en que se ubica la preocupación por la infancia en 105 países

de nuestra región. Esto es el resultado, por un lado, de la internacionalización de las

ideas que se inician en el Siglo XX, principalmente es el resultado de la imitación

latinoamericana de las preocupaciones europeas y de los Estados Unidos de América

por la infancia, lo cual se vio reflejado en varios congresos internacionales sobre el tema

11
de la infancia.

La primera legislación en materia de menores promulgada en Latinoamérica fue en

Argentina, en el año 1919, denominada “La Ley de Patronato de Menores”. Años más

tarde comienzan a surgir legislaciones similares en otros países, Colombia en 1920,

Brasil en 1921, Uruguay en 1934 y Venezuela en 1939. Durante este período y hasta los

años 60, podemos afirmar que el derecho penal de menores se desarrolló intensamente,

en su ámbito penal, fundamentado en las doctrinas positivistas-antropológicas. En la

década de los 60, con excepción de Panamá que promulgó su primera ley específica en

1951 y República Dominicana en 1954, se presenta un auge del derecho penal de

menores en el ámbito legislativo, con la promulgación y reformas de leyes especiales,

por ejemplo, en los siguientes países: Honduras, en 1969,1 Perú en 1962, Costa Rica en

1963, Chile en 1967, Colombia en 1968, Guatemala, en 1969. En la década de los 70, se

promulgan las siguientes legislaciones: México en 1973, Nicaragua en 1973, El

Salvador, en 1973, Bolivia, en 1975, Venezuela, en 1975, Ecuador, en 1975 y Cuba, en

1979. En todo este período, se caracteriza el derecho penal de menores con una

ideología de defender de la sociedad, basada en las concepciones de peligrosidad y las

teorías de las subculturas criminales.

El antecedente que más ha influido en el desarrollo histórico del derecho de menores lo

marcó la creación de la Convención General de los Derechos del Niño en 1989. Luego

de la entrada en vigencia de esta convención, inicio en los años 90 un proceso de

reforma y ajuste legislativo en toda la región. (Román González Carlos Raúl, 2021).

1
Denominada Ley de Jurisdicción de Menores contenida en el Decreto número 92 del 24 de noviembre
de 1969.

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La delincuencia es un fenómeno mundial, pues se extiende desde los rincones más

alejados de la ciudad industrializada hasta los suburbios de las grandes ciudades, desde

las familias ricas o acomodadas hasta las más pobres. Es un problema que se da en todas

las capas sociales y en cualquier rincón de nuestra civilización.

La delincuencia es una forma de inadaptación social y al producirse esa anomalía se da

un desafío a la misma sociedad y a su normativa de convivencia. Pero los caminos que

conducen a la delincuencia son múltiples y muy diferentes unos de otros, de ahí que

podamos afirmar que la delincuencia es poliforme. Aquí tratamos más bien de la

delincuencia agresiva. (Jiménez Ornelas René, 2005). La cuestión sobre el concepto de

delincuencia juvenil nos obliga, ante todo, a esclarecer dos términos: delincuencia y

juvenil, además de ver en su justa dimensión qué es lo que lleva a un individuo a ser

calificado y caracterizado como delincuente.

2. MODELOS DE JUSTICIA PENAL DE MENORES.

Del análisis histórico de los diferentes modelos de justicia penal de menores podemos

distinguir 4 principales, es menester mencionar que si bien es cierto existen algunas

variantes dentro de cada uno de ellos, es nuestro criterio que estos son los principales, a

saber:

a) Modelos tutelares o de protección.

b) Los modelos de educación o bienestar.

c) Los modelos de responsabilidad.

d) Los modelos mixtos.

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A) MODELOS TUTELARES O DE PROTECCIÓN.

Este tipo de modelo dominó desde finales del siglo XIX, hasta la primera mitad del

siglo XX, concretamente hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, está centrado en

la “Doctrina de la Situación Irregular” 2 o situación de peligro social, de acuerdo a la

cual el menor de edad es considerado objeto y no sujeto de derecho. Producto de tal

situación irregular, el menor es considerado inimputable y no puede atribuírsele

responsabilidad penal ni tampoco se le reconocen las garantías del derecho penal de

adultos. El juez, como figura paternalista, tiene por objetivo resocializar al menor de

edad. Para este modelo lo primordial es el tratamiento y no la pena, debido a su falta de

madurez, los niños no pueden ser considerados como agentes racionales o auto

determinantes, sino que están sujetos y son el producto del medio ambiente en el que

viven. Por tanto, cualquier acción penal por su parte se puede atribuir a los elementos

disfuncionales de ese entorno. La tarea de la justicia entonces, es identificar, tratar y

curar las causas sociales subyacentes de la delincuencia, en lugar de infligir un castigo

por el propio delito. En este modelo, se confunden en la figura del juez, la función

jurisdiccional y la función administrativa-asistencialista, pues éste tiene la obligación de

resolver sobre cuestiones de carácter social o económico en torno al menor de edad.

Dentro de sus características más relevantes podemos destacar las siguientes (Téllez):

a) La intervención legislativa se fundamenta en la necesidad de asistencia de un

sector de la niñez y juventud desvalida, considerada incapaz, débil e indigente.

b) Los delincuentes juveniles eran considerados con personalidad particular o

anómala, caracterizada por una estructura psíquica y por ciertas deficiencias

2
, según Juan Carlos Cervantes Gómez, serían situaciones irregulares las siguientes: a) Si el menor se
encuentra en estado de abandono. b) Si hay falta de atención a sus necesidades. c) Si el menor fue autor o
partícipe del delito. d) Si el menor carece de representación legal. e) Si es adicto a las drogas. F) Si el
menor es dependiente o incapaz, etc. (Cervantes Gómez Juan Carlos, 2007).

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fisiológicas y morfológicas. Fueron considerados seres anormales.

c) Las legislaciones penales de menores estaban sustentadas en criterios de

peligrosidad y conductas predelictivas.

d) La intervención estatal por medio de las llamadas "acciones tutelares", se

impusieron castigos severos, trabajos excesivos y se desconoció a los menores

infractores el carácter de sujetos de derecho y más bien se les consideró como

objetos de protección.

e) La intervención legislativa se fundamenta en una supuesta "Situación Irregular"

en la que se encuentran los jóvenes y niños, excluidos, generalmente en forma

voluntaria, de los medios informales de protección, como la familia, la escuela, la

comunidad.

f) Las leyes de menores se caracterizan por judicializar y en muchos casos penalizar

situaciones de pobreza y falta de recursos materiales, o falta de vínculos

familiares.

g) La figura del juez de menores es jerarquizada en una competencia casi sin límite,

bajo una concepción de "buen padre de familia" y con poderes discrecionales.

h) Desconocimiento para los menores de las garantías procesales comúnmente

aceptados en el derecho penal de adultos, como el principio de culpabilidad, la

presunción de inocencia, el principio de legalidad, el derecho de defensa, etc.

B) LOS MODELOS DE EDUCACIÓN O BIENESTAR.

Los modelos educativos no también denominados modelos de bienestar permisivos o

incluso tolerantes se instituyen al término de la Segunda Guerra Mundial, es decir, a

finales de la década de los años 40 y sobre todo en el inicio de la década de los años 50

prolongándose aproximadamente hasta mediados de la década de los años 70 estos

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modelos están basados en el estado del bienestar que se desarrollan los periodos de

expansión económica. Tienen como principio y finalidad el hecho de apartar a los

menores del aparato estatal que supone la administración de justicia. Se trata de un

modelo permisivo, lo que el número de menores acusados por distintas Infracciones

Penales descendió en un 50% aproximadamente ya que iban dirigidos a un tratamiento

de la delincuencia juvenil desde una perspectiva fundamentalmente educativa y

sociológica y por lo tanto no punitiva para conseguir lo que estos modelos educativos o

de bienestar se propone se patrocina una serie de medios o instituciones de carácter

extrajudicial para poder solucionar los conflictos de menores (Higuera Guimea Juan,

2003).

Los sistemas educativos o de bienestar intervienen no solamente cuando se trataba de un

menor que había cometido un hecho penalmente típico sino también en los casos en que

los menores cometían una conducta irregular una conducta anómala, eran menores

inadaptado, o cometían conductas desviadas o no es decir estos modelos educativos o de

bienestar intervenían, cuando el menor aún no había cometido un hecho penalmente

típico un procedimiento informal con amplia discrecionalidad de la instancia de

decisión.

Finalmente, al llegar la década de los años 80, se produce un nuevo cambio de

orientación en el tratamiento jurídico penal del menor, se consideró que los sistemas

educativos habían llegado demasiado lejos y habían sido demasiado permisivos y

tolerantes con los menores, además, qué los tiempos y las condiciones de vida para los

jóvenes eran mucho más duras, la falta de exceptivas sobre el futuro, método de empleo

con da lugar a un incremento de la delincuencia juvenil.

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C) LOS MODELOS DE RESPONSABILIDAD.

En este tipo de modelos se considera al menor como persona, es decir, como sujeto de

derechos y obligaciones, se pasa de hablar de un sistema de derechos que menores, y de

la responsabilidad de los mismos.

Se toma en consideración la responsabilidad del menor en la comisión de la conducta

delictiva, siendo preciso que sepa darse cuenta de sus actos y de las consecuencias de

los actos delictivos. Se comienza a distinguir entre el menor como autor de una

infracción penal y el resto de los casos (menores abandonados, inadaptados, menores

maltratados, menores víctimas).

Se reconocen expresamente los derechos de garantías del menor, estableciéndose un

proceso contradictorio, que interviene un abogado del menor y también del ministerio

público, el principio de presunción de inocencia, derecho de los padres a estar

informados, así como el derecho a que se revisten las medidas impuestas al menor, se

establecen límites a la duración de las sanciones, y se intenta disminuir la intensidad de

la respuesta penal como lo que la comprensión de las sanciones privativas de la

Libertad.

D) LOS MODELOS MIXTOS.

Los modelos mixtos se denominan así porque toman criterios o más ideas o rasgos de

los modelos educativos o de bienestar y también de los modelos de responsabilidad que

hemos estudiado anteriormente. Los modelos mixtos, lo que hacen es plasmar consumir

ver las cuatro notas, características del de dominar el denominado modelo de las "4 D"

procedente de los Estados Unidos de América del Norte, sus principios son los
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siguientes:

a) Despenalización: Esto significa que sea de evitar, posibles, ingresa en

instituciones cerradas y se tiene que promover a qué instituciones de carácter

abierto y por tanto que no alejan al menor de su entorno familiar y social al que

se considera imprescindible. También promueve medidas ambulatorias.

b) Desinstitucionalización: Busca que la privación de la libertad sea el último

recurso, tiene instituir otras medidas distintas alternativas a la privación de la

libertad de los menores. la medida de privación de libertad debe ser impuesta

únicamente como último recurso y con la menor duración temporal posible.

c) Desjudicialización (Principio de Oportunidad): Consiste y tiene por finalidad

el hecho de evitar o soslayar qué a los menores se les aplique y por tanto

penetren en el sistema de administración de la justicia penal. Esta finalidad de

evitar el proceso se logra mediante la renuncia al ejercicio de la acción penal,

mediante la suspensión del proceso mismo. Transforma el proceso queda

desviado. La Desjudicialización se realiza por medio del principio de

oportunidad, es preciso indicar que este concede un amplio margen de

discrecionalidad. tiene una gran servidumbre ya que puede dar lugar a que esta

estrategia se pueda aplicar de una forma muy desigual.

d) Debido Proceso: Este principio presupone qué perjuicios de los menores

acusados de hechos delictivos es necesario un proceso justo, que cumpa los

derechos y garantías jurídicas procesales atendiendo las reglas de Beijing.3

3
Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración de la justicia de menores ("Reglas de
Beijing") Adoptadas por la Asamblea General en su resolución 40/33, de 28 de noviembre de 1985.

18
3. ¿POR QUÉ DELINQUEN LOS MENORES? ENFOQUE

CRIMINOLÓGICO.

En la actualidad la Psicología criminal, estudia la conducta criminal y la influencia de

los factores psicológicos, buscando porqué en algunas personas no surte efecto el

posible castigo y continúan con sus conductas criminales. Además de estudiar el crimen

como un proceso psicológico, el desarrollo de los factores psicológicos en algunas

conductas antisociales (Núñez de Arco Jorge, 2015) es menester abordar de manera

somera las principales teorías sobre desviación de la conducta que a nuestro criterio son

las más idóneas para explicar por qué de la delincuencia juvenil, entre estas podemos

enumerar las siguientes:

1) Teoría de la Asociación Diferencial.

2) Teoría de las Subculturas Delictivas.

3) Teoría de la Anomia.

1) TEORÍA DE LA ASOCIACIÓN DIFERENCIAL.

Esta teoría fue desarrollada por Edwin H. Sutherland (1883-1950), quien fue un

sociólogo estadounidense, su principal obra ha sido: Principios de Criminología,

en la quinta edición de esta obra, junto a y Donald R. Cressey, introdujeron el

concepto de asociación diferencial, señala que las organizaciones sociales en

contra de la ley, son las que fomentan la conducta criminal. Según estos autores,

la criminalidad se explica mediante un conflicto cultural, nace en la sociedad

contaminada por clases desiguales, donde el sujeto tiende a asociarse más a

alguna que a otra, esto siendo un proceso normal de adhesión a grupos.

Cualquier tipo de asociación tiene una carga de valores que son trasmitidos entre

19
sus miembros, por supuesto el aprendizaje criminal es parte de este proceso. Así,

existen choques de valores e ideologías, lo que lleva al conflicto. Más cuando

estamos en una sociedad, donde la actividad criminal, corrupta, impune,

fanfarrona, presunciosa, ignorante y demás, es más valuada (Hika, 2017).

No es extraño que los adolescentes al ser u grupo vulnerable se agrupen,

buscando en un sentido de protección colectiva, bajo la perspectiva de que, si yo

no valgo, aquel tampoco, niegan su falta de valor y lo delega al otro. Estos

grupos, suelen desarrollarse con circunstancias comunes, carencias, deseos,

metas, frustraciones, donde la unión, permite desarrollar estrategias para lograr

sus intereses. Ejemplo de esto radica en los grupos de jóvenes que poco a poco

se van degradando más y más, asimismo, comienzan con drogas legales, como el

alcohol y el tabaco, para dar paso a drogas blandas y finalmente drogas duras,

mientras en muchas ocasiones cometen Infracciones Penales para obtener las

mismas, sin embargo, al estar todos en la misma situación “asociados” y

vinculados por estos males, es “normal”.

Según las bases de esta teoría:

a) El comportamiento criminal o conducta es aprendido, por tanto, no heredado.

b) Se aprende en interacción con otros sujetos a través de la comunicación.

c) La parte principal del aprendizaje cuando adquiere la conducta criminal, se

realiza dentro de estos grupos personales más íntimos y, por lo general, adquieren

modos de comportamiento como impulsos, racionalizaciones y actitudes.

d) La orientación especifica de impulsos y motivos es aprendida, mediante códigos

o modelos que le son favorables para infringir la ley.

20
e) Los contactos diferenciales pueden ser diversos en cuanto a su intensidad,

duración, frecuencia y prioridad.

f) Este proceso de aprendizaje, mediante pautas delictuosas y no delictuosas son su

mecanismo de enseñanza.

g) A pesar que el comportamiento criminal es expresión de diversas necesidades y

valores, no son sólo éstas, pues la conducta no delictiva es también expresión de

las mismas.

2) TEORÍA DE LAS SUBCULTURAS DELICTIVAS.

La teoría de las subculturas estriba en afirmar que estos colectivos sociales organizados

y “desviados” no profesan la misma escala de valores que el resto de la sociedad. De

hecho, la denominación subcultura refiere a entramados culturales diversos, que se

diferencian ex profeso de la escala de valores dominante en la clase media (Aguirre Luis

Eduardo, 2021).

Su nacimiento tiene origen en la frustración de jóvenes adolescentes de clase baja que

no puede adquirir el estatus económico que establece cultura dominante, lo cual trae

como consecuencia la ausencia de oportunidades legitimas de éxito. Muchos de estos

individuos que fueron rechazados por la sociedad, buscan en una subcultura criminal un

sentimiento de pertenencia y seguridad. Una vez que ingresan, comienza el proceso de

sociabilización en donde el individuo aprende los códigos de comportamiento, de

vestimenta, de habla, los objetivos buscados, a cambio de protección, de una familia, y

de un sentimiento de pertenencia. Otro factor determinante en la subcultura criminal es

el barrio o vecindario el cual comprende dos elementos: por un lado, una organización

piramidal por edades, donde los mayores dirigen, controla, enseñan y entrenan a los

menores y, por otro lado, una conexión y convivencia del mundo criminal con el mundo

21
convencional.

Por naturaleza, las personas buscamos asociarnos en grupos con los que compartimos

mismos intereses y gustos, cómo ser grupos de carácter deportivo, grupos de carácter

cultural, grupos de carácter musical. Sin embargo, la realidad de la mayoría de menores

en conflicto con la ley penal, es de jóvenes que al no encontrar un sentimiento de

aceptación en los grupos de control primario (familia, escuela, comunidad, etc.),

terminaron agrupándose en grupos de carácter delictivo. La gran parte de estos jóvenes

pertenecen a las clases económicamente menos privilegiadas, quienes al no poder

acceder o tener que acceder de manera muy limitada debido a sus escasos medios

económicos, a los estatus impuestos por la sociedad, los llevaron a un sentimiento de

frustración que disminuyo su autoestima e incremento los sentimientos de rechazo hacia

el sistema social y educativo, asociándose posteriormente con jóvenes que se

encontraban en la misma situación, algunos asociándose en grupos de delincuencia no

organizada y cometiendo delitos menores (robos, hurtos, consumo de drogas) sin

embargo, otros ingresaron a subculturas delictivas de grupos organizados generalmente

bajo el predominio de valores delictivos implementados por adultos, quienes lo llevaron

acometer actividades delictivas muy graves (homicidio, asesinato, extorsión).

3) TEORÍA DE LA ANOMIA.

La anomia es un concepto de la tradición teórica de la Sociología que significa la

ausencia de normas, la tendencia transgresora de las reglas, tanto a nivel colectivo,

cuando una crisis severa de la estructura social rompe las normas existentes y unas

nuevas normas aún no se consolidan, o también a nivel individual cuando las normas no

se cumplen de manera permanente. El concepto fue "originalmente" introducido por uno

22
de los padres fundadores de la Sociología, el francés Emilio Durkheim (1858-1917)

(Reyes Morris Víctor, 2008).

Robert Merton,4 define anomia como la discordancia entre la disponibilidad limitada de

oportunidades, la creciente presión hacia el éxito social económico, y la erosión de los

medios legítimos para conseguirlo. Bajo estos términos, el concepto de anomia también

puede definirse como la condición resultante de las características distribucionales de

las estructuras social y cultural. En la estructura social, la distribución de oportunidades

económicas es heterogénea, puesto que pertenecer a los estratos bajos representa un

número más limitado de oportunidades para obtener el éxito económico. En contraste, la

estructura cultural implica, en primera instancia, una distribución homogénea de la

aceptación y creencia en los valores culturales particulares (fines) y en los medios

correspondientes para obtenerlos. Bajo esta lógica, la distribución diferencial genera

presiones (tensiones) persistentes en los sectores donde la estructura social ha proveído

un número limitado de oportunidades económicas. Estas presiones (tensiones) catalizan

un proceso que difumina la diferencia inicial entre los medios legítimos y los ilegítimos,

mientras que coloca toda la importancia en la adquisición de los fines definidos

culturalmente, sin considerar el tipo de medios a ser utilizados. La discrepancia entre la

distribución social de oportunidades y la aceptación de valores culturales, seguida por

un notorio declive en el énfasis en el uso de medios legítimos son ambas condiciones

necesarias para la emergencia de contextos anómicos. Merton, vincula la aparición de

contextos anómicos con una mayor probabilidad de conductas criminales. (Ramírez

deGaray Luis LuisDavid, 2013).

En Palabras más sencillas, la Anomia es aquella situación de falta de normas o

desregulación social, que se produce cuando los jóvenes experimentan un conflicto

4
Robert King Merton, (Filadelfia, 4 de julio de 1910 - Nueva York, 23 de febrero de 2003) fue un
sociólogo estadounidense, Padre de la teoría de las funciones manifiestas en el mundo para funciones y
latentes.

23
entre los fines sociales a los que deben aspirar y los medios legítimos de que disponen

para alcanzarlos. Los fines sociales más comunes son logros económicos, aspiraciones

sociales y de estatus. La sociedad nos incita y nos alienta consumir y poseer cada día

más. Lo que genera una situación de incomodidad en mayor o menor manera.

Principalmente cuando no se tienen los medios para obtenerlos de manera legítima,

situación ante la que pueden ocurrir 2 escenarios. La conformidad de no alcanzarlos o la

decisión de alcanzarlos mediante medios ilegítimos (delinquiendo).

4. LA JUSTICIA PENAL JUVENIL EN AMÉRICA LATINA.

En los últimos años, todos los países de América Latina han adaptado ya sus

legislaciones nacionales a la Convención sobre los Derechos del Niño mediante códigos

integrales o mediante leyes reguladoras de la justicia penal juvenil. Casi todas estas

leyes, establecen su ámbito subjetivo de aplicación desde los 13 hasta los 17 años, para

exigir responsabilidad por la comisión de hechos tipificados como delitos o faltas en los

códigos penales. Por debajo de la edad mínima los niños que cometen infracciones

quedan sujetos al control de sus familias o de las instituciones de protección, y por

encima, al derecho penal de adultos. Asimismo, debido a que la intervención del Estado

tiene como finalidad la educación y la reinserción social, se incorporan una serie de

sanciones alternativas a la privación de libertad, quedando ésta como último recurso y

para delitos graves.

En estas leyes, el derecho de acceso a la justicia se vincula con las garantías del debido

proceso. El nuevo derecho consagra los principios de legalidad, interés superior, defensa

jurídica, especialización judicial, oralidad, inmediación, contradicción o celeridad de las

24
actuaciones, es decir, principios sustantivos y procesales, con el fin de facilitar la labor

de enjuiciamiento y la reinserción de los adolescentes infractores y, por otro, para que a

lo largo de todo el procedimiento los adolescentes sean tratados con el más escrupuloso

respeto de sus derechos humanos.

Los avances en la reforma y modernización de los sistemas de administración de la

justicia especializada no han sido homogéneos en todos los países. Mientras que en unos

países las reformas legislativas han tenido un efecto declarativo y poco más, en otros,

las revisiones han alcanzado a los marcos políticos y han incidido en la democratización

de las relaciones entre el Estado y la infancia. Con mayor o menor éxito, se ha avanzado

en la creación de jurisdicciones especializadas, en la reorganización de las fiscalías, en

la creación de equipos técnicos interdisciplinarios y en la formación de jueces. Sin

embargo, los problemas más comunes de acceso a la justicia penal juvenil en la región

tienen que ver con aspectos medulares del Estado de Derecho, como son la falta de

institucionalización de la defensa pública a lo largo y ancho de cada uno de los países y

con la falta de institucionalización de las medidas alternativas socio comunitarias.

Los Estados tienen que garantizar el derecho a la defensa, sin distinción, a todas las

personas contra quienes se incoa un procedimiento a fin de llegar a una sentencia justa.

En virtud de los principios de igualdad ante la ley y de presunción de inocencia, el

derecho de acceso a la justicia obliga al Estado a designar gratuitamente un defensor

público que defienda los intereses del acusado, cuando ni él ni su familia dispongan de

los recursos necesarios para contratar los servicios profesionales de un abogado.

La vigencia de este derecho es fundamental en actuaciones judiciales en las que, como

en el caso de la prueba, se requiere la inmediación del órgano jurisdiccional y activación

25
de los principios de contradicción y de igualdad. A pesar de que la falta de asistencia

jurídica durante la investigación y el juicio constituye un incumplimiento de las

garantías del debido proceso, la realidad de muchos de los adolescentes pobres que son

juzgados y sentenciados es ajena a la legalidad, siendo los incumplimientos más

comunes:

o Omisión de información por el Juez, el Ministerio Fiscal, o agente de la policía

de los derechos que le asisten.

o Negación del derecho a la defensa a lo largo de todo el procedimiento y del

derecho a entrevistarse reservadamente con el abogado antes de prestar

declaración.

o Negación del derecho a intervenir en las diligencias que se le practiquen durante

la investigación preliminar y en el proceso, y negación de la posibilidad de

proponer y solicitar la práctica de pruebas.

o Negación del derecho a ser oído por el juez o tribunal antes de adoptar cualquier

resolución que le concierne personalmente.

o Negación del derecho a ser evaluado por los servicios de un equipo técnico

interdisciplinar, adscrito al juzgado especializado.

o Negación del derecho a interponer un recurso contra la decisión judicial. -

Negación del derecho a proponer la sustitución de medidas.

o Negación del derecho al recurso contra sanciones disciplinarias.

En cuanto a las medidas socioeducativas, de poca implantación en la región y con

muchos años de desarrollo en Europa, Canadá o Nueva Zelanda, se considera que

son las que verdaderamente facilitan la reinserción social del adolescente, y se basan

en gran medida en los recursos existentes en la comunidad. Sin embargo, pocos

26
países han llegado a institucionalizar el elenco de medidas que tiene que estar a

disposición del juez, como si de un menú se tratara, y para cuya aplicación se

requiere el asesoramiento del equipo técnico interdisciplinario.

Se entiende que el Estado, considerando al adolescente como un sujeto en plena

evolución intelectual y emocional, limita la acción de su potestad sancionadora y

trata de evitar, en primer lugar y cuando sea posible, la imposición de una condena a

pesar de haber encontrado al adolescente responsable de una conducta delictiva, es

decir, tiende a la desjudicialización y, en segundo lugar, cuando la intervención es

inevitable, dispone la menor restricción de derechos posible, dejando como último

recurso la privación de libertad, que podrá imponerse única y exclusivamente ante

infracciones graves. Entre las medidas alternativas al sistema oficial de justicia penal

juvenil, destacan:

1. Mediación o conciliación. El ofensor y el perjudicado dialogan, ayudados por un

equipo experto, y la persona perjudicada recibe una satisfacción psicológica por

parte del infractor que reconoce el daño causado y pide disculpas. El conflicto

termina con la no incoación o el sobreseimiento del expediente.

2. Desistimiento o criterio de oportunidad reglado o remisión. En algunas

legislaciones, se permite al Ministerio Fiscal desistir de la incoación del

expediente, siempre que se trate de delitos o faltas de poca gravedad, no haya

habido violencia o cuando el adolescente haya tenido escasa participación en la

comisión del hecho punible. Entre las medidas alternativas al internamiento, cabe

destacar:

a) Libertad vigilada o libertad asistida. En estos casos se hace un

27
seguimiento a las actividades de la persona sujeta a la medida y de su

asistencia a la escuela, al trabajo o al centro respectivo, procurando ayudarle

a superar los factores que motivaron la comisión de la infracción.

Normalmente el seguimiento lo lleva a cabo un profesional u orientador y

muchas veces va asociada a determinadas reglas de conducta señaladas por el

juez. Para la ejecución de esta medida, el orientador o supervisor debe

elaborar un plan individual, que contenga los posibles programas educativos

o formativos a los que el infractor puede asistir, el tipo de orientación

requerida y el seguimiento para el cumplimiento de los fines de la medida.

b) Prestación de servicios a la comunidad. El adolescente, con su

consentimiento, debe realizar actividades no retribuidas, de interés social o

en beneficio de personas en situación de necesidad o en entidades sin ánimo

de lucro. Lo ideal es relacionar el tipo de actividad con la naturaleza del bien

jurídico lesionado por la infracción. Las actividades deben realizarse

normalmente durante un máximo de horas a la semana y en horarios

compatibles con la formación o el trabajo del adolescente. El personal

encargado de la ejecución deberá elaborar un plan individual, señalando el

lugar en el que se prestarán los servicios, el tipo de servicio y la persona

encargada del adolescente dentro de la entidad.

c) Amonestación y advertencia. El juez reprende al adolescente, haciéndole

ver la gravedad de los hechos cometidos e instándole a no repetirlos en el

futuro. Se trata de una llamada de atención que el juez dirige al adolescente

para que en adelante se acoja a las normas de la convivencia social. Es una

medida de ejecución instantánea, pues el juez en audiencia se dirige de forma

clara y concreta al adolescente, indicándole el delito cometido y

28
previniéndole de que en caso de continuar con su conducta se le podrían

aplicar sanciones más severas. De la ejecución de esta medida se deja

constancia mediante un acta que será firmada por el juez y por el adolescente.

d) Obligación de reparar el daño. Esta medida funciona en la mayoría de las

legislaciones latinoamericanas como una medida socio-educativa, no como

medida de exclusión del proceso. Cuando se trata de una infracción de

contenido patrimonial, el juez puede determinar que el adolescente restituya

la cosa, promueva el resarcimiento o de otra forma compense a la víctima. Si

la reparación no es inmediata, se elabora un plan individual de ejecución,

señalando la forma en que se hará la restitución del daño, el lugar, los días

que el adolescente le dedicará a esa función y el horario. En algunas

legislaciones se permite que la reparación sea sustituida por una suma de

dinero, pero debe procurarse que ese dinero provenga del esfuerzo del

adolescente y que no se provoque un traslado de la responsabilidad del

infractor hacia sus padres o responsables.

5. PROCESAMIENTO DE LOS MENORES EN CONFLICTO

CON LA LEY PENAL EN EL SISTEMA PENAL

HONDUREÑO.

De acuerdo a las Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración de la

justicia de menores ("Reglas de Beijing") en la regla 5.1 se establece que “El sistema de

justicia de menores hará hincapié en el bienestar de éstos y garantizará que cualquier

respuesta a los menores delincuentes será en todo momento proporcionada a las

circunstancias del delincuente y del delito.” Asimismo, nuestra Constitución de la

República en su Artículo 122 establece que “La Ley establecerá la jurisdicción y los
29
tribunales especiales que conocerán de los asuntos de familia y de menores. No se

permitirá el ingreso de un menor de dieciocho (18) años a una cárcel o presidio.”

A) MARCO JURÍDICO-INSTITUCIONAL QUE REGULA LA NIÑEZ

INFRACTORA EN HONDURAS.

i. Sistema Especial de Justicia para la Niñez Infractora de la Ley: De

acuerdo al artículo 180 del Código de la Niñez y la Adolescencia, su

objetivo principal es la rehabilitación integral y reinserción a la familia y

la comunidad, a la cual estarán sujetos los niños y niñas cuyas edades

oscilen en el rango de doce (12) hasta antes que cumplan los dieciocho

(18) años, a quienes se les suponga o sean declarados Infractores de la

Ley.

ii. Privación de Libertad: La privación de la libertad de menores debe

efectuarse en condiciones y circunstancias que garanticen el respeto de

los derechos humanos de los menores. Deberá garantizarse que los

menores recluidos en centros el derecho a disfrutar de actividades y

programas útiles que sirvan para fomentar y asegurar su sano desarrollo

y su dignidad, promover su sentido de responsabilidad e infundirles

actitudes y conocimientos que les ayuden a desarrollar sus posibilidades

como miembros de la sociedad. Sobre la privación de libertad debe

primar siempre el Principio de Excepcionalidad debe ser impuesta bajo la

imperiosa necesidad de brindar tratamiento intensivo al adolescente en

virtud de criterios objetivos establecidos, relacionados a los factores de

riesgo que detonan el comportamiento delictivo.

30
iii. Centros Pedagógicos de internamiento de menores infractores: son el

espacio físico en el cual se hará efectiva la sanción de privación de

libertad. En estos centros en teoría los menores recibirían cuidados,

protección y toda la asistencia necesaria para su sano desarrollo. La

población privada de libertad, deberá estar separada por su sexo y su

condición jurídica (Procesada-condenada). La portación y el uso de

armas letales está terminantemente prohibida al interior de los Centros

Pedagógicos de internamiento de menores infractores. En la actualidad,

en nuestro país se cuenta con 4 centros.

1. Renaciendo.

2. Sagrado Corazón de María.

3. Jalteva.

4. El Carmen.

iv. Plan de Atención Individual (PLATIN): Es la estrategia de

intervención individual para el cumplimiento del objetivo de la sanción y

en su diseño debe considerarse los antecedentes sociales y familiares del

menor, trayectoria escolar, experiencias educativas y, aunque en el

Código de la Niñez y la Adolescencia no se refiera, situaciones

especiales que puedan influir o condicionar su rehabilitación y

reinserción social, como los factores criminógenos. En su diseño debe

participar el o la adolescente y sus padres o representantes legales, de

manera que en el mismo se plasmen objetivos y metas conforme a su

realidad social, aun en el marco de una metodología de carácter general.

31
B) IMPUTABILIDAD.

En Honduras, se considera niño a toda persona menor de 18 años 5 como ya hemos

señalado anteriormente, los menores de edad serán sometidos a un sistema penal

diferenciado del de los adultos. De un análisis deductivo podemos inferir que existen 2

tipos de imputabilidad. A saber:

1) imputabilidad absoluta, siendo que los menores de doce (12) años de edad no

delinquen y si se les supone responsable de un Hecho Delictivo o Falta,

solamente se les brindará la protección especial que su caso requiera,

procurándose su formación integral por medio del Instituto Hondureño de la

Niñez y la Familia (IHNFA) esto lo establece literalmente el artículo 180 del

Código de la niñez y la adolescencia en delante, (CNYA).

2) imputabilidad relativa, en este grupo encontramos los 3 grupos etarios que

establece el artículo 180 A del CNYA, los cuales son:

a. Entre doce (12) y trece (13) años.

b. Entre catorce (14) y quince (15) años.

c. Entre dieciséis (16) y hasta los dieciocho (18) años no cumplidos.

Antes de continuar es necesario recordar que la imputabilidad es el conjunto de las

facultades mínimas requeridas para considerar a un sujeto culpable por haber hecho algo

típico y antijurídico. “La doctrina clásica buscó una base común en la libertad de

voluntad. Esta libertad se basa en la capacidad de entender y querer lo que se está

haciendo; el que carece de esta capacidad no actúa libremente y, por eso, no puede ser

5
Ver artículo 1 de la Convención sobre los derechos del niño y artículo 1 del Código de la Niñez.

32
considerado culpable de lo que hace. En la medida en que esa capacidad no haya

llegado a desarrollarse por falta de madurez, por defectos psíquicos de cualquier origen

o por trastornos transitorios, no podrá hablarse de culpabilidad. Es por tal motivo que

hablamos de una imputabilidad relativa, ya que, en esta etapa, en la evolución

cronológica de la madurez del ser humano aún no están plenamente asentados los rasgos

psicológicos ni la personalidad. Por lo que es más importante influir en la socialización

del menor que ha cometido una Infracción Penal, y en el respeto a las normas por parte

de éste, a través de medidas educativas y correctoras de sus defectos de socialización,

que con una pena que, por más que se oriente a la reinserción social del condenado,

tiene un componente activo que puede incidir negativamente en las posibilidades de

socialización del menor”. (Muñoz Conde, 2010, pág. 361).

C) PRINCIPIOS QUE RIGEN EL PROCESO PENAL JUVENIL EN

HONDURAS.

El Proceso Penal que rige a la Niñez Infractora debe regirse por los principios generales

que rigen el Proceso Penal Ordinario, sin embargo, este tiene Principios rectores que se

establecen en el Código de la Niñez y la Adolescencia, los cuales se encuentran

contemplados en el artículo 180-B, estos son:

1. Principio del Interés Superior: El Sistema estará dirigido a asegurar el pleno

y efectivo ejercicio y disfrute de todos los derechos y garantías de El Niño” En

todas las medidas concernientes a los niños, que tomen las instituciones públicas

o privada de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los

órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el

Interés Superior del niño. De la Convención permite desprender las siguientes

características:

33
• Es una garantía, que toda decisión que concierna al niño, debe considerar

primordialmente sus derechos;

• Es de una gran amplitud ya que no sólo obliga al legislador sino también

a instituciones públicas y privadas y a las madres y padres.

• Es una norma de interpretación o de resolución de conflictos jurídicos.

• Es una orientación o directriz política para la formulación de políticas

públicas para la infancia, permitiendo orientar las actuaciones públicas

hacia el desarrollo armónico de los derechos de todas las personas, niños,

niñas, adultos, contribuyendo, sin dudas, al perfeccionamiento de la vida

democrática.

2. Principio de Formación Integral: “Toda actividad estará dirigida a fortalecer

el desarrollo personal de El Niño (a), el respeto por su dignidad, derechos

fundamentales de todas las personas y su función constructiva en la sociedad”.

Este es el proceso continuo, permanente y participativo que busca desarrollar

armónica y coherentemente todas y cada una de las dimensiones del ser humano

(ética, espiritual, cognitiva, afectiva, comunicativa, estética, corporal, y socio-

política), a fin de lograr su realización plena en la sociedad. Es decir, vemos el

ser humano como uno y a la vez pluridimensional, bien diverso como el cuerpo

humano y a la vez plenamente integrado y articulado en una unidad (Jornadas

para Docentes 2008 ).

3. Principio de Reinserción de el Niño (A) en su Familia y en la Sociedad:

“Toda actividad estará dirigida a garantizar el ejercicio pleno de los derechos

de El Niño (a), en el seno de su comunidad y de su familia, conforme a las

previsiones de este Código. En lo posible, dentro del marco de la Justicia

Juvenil Restaurativa”. Para llegar a la reinserción del recluso a la sociedad, se

34
lleva una serie de etapas desde el momento que el menor es sentenciado a una

condena en prisión, de allí inicia el tratamiento al recluso mediante una serie de

niveles, hasta llegar a la reintegración del menor de edad a la sociedad.

4. Principio de Justicia Especializada: “Desde el inicio del Proceso, todas las

actuaciones y diligencias estarán a cargo de órganos especializados” este órgano

debe reunir todos los requisitos que son esenciales a la jurisdicción: juez natural

e independencia e imparcialidad del órgano. Debe tratarse de jueces

especializados, que cuenten con la debida asesoría en el plano no jurídico y

como sostiene Andrés Ibáñez, “actuando en función realmente jurisdiccional, es

decir, de “tercero” respecto del sujeto que formula la imputación y del

destinatario de la misma y su defensa (Cuarezma Teran Sergio, 2004, pág. 48).”

5. Principio de no Discriminación: Implica que los derechos y garantías

reconocidos en el Código, se aplicarán sin discriminación alguna por razones de

orientación sexual, origen étnico, social, índole económica, religión o cualquier

otro motivo semejante, propio o de sus padres, familiares u otras personas

responsables o que los tengan bajo su cuidado.

6. Principio de Legalidad: “Ningún Niño (a) debe ser procesado ni Sancionado

por actos u omisiones que, al tiempo de ocurrir, no estén tipificados como

Hecho Delictivo o Falta”. El Principio de legalidad comprende las siguientes

garantías: una garantía criminal, que requiere que la Infracción Penal se

encuentre determinado por la ley (nullum crimen sine lege); una garantía penal,

cuyo requisito es que la ley establezca la pena en correspondencia al hecho

(nulla poena sine lege); una garantía judicial, la cual exige que tanto la

existencia de una Infracción Penal como la composición de la pena sean

determinados por una sentencia judicial; por último requiere de una garantía de

35
ejecución, que implica que la pena ejecutada se debe hallar sujeta a una

regulación legal. Estas medidas también son exigibles en lo que concierne a las

medidas de seguridad. (Cuarezma Teran Sergio, 2004). Asimismo, la

Convención Americana de los Derechos Humanos expresa que nadie puede ser

condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueren

delictivas. Tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable en el

momento de la comisión de una Infracción Penal. Si con posterioridad a la

comisión de la Infracción Penal, la ley dispone la imposición de una pena más

leve, el delincuente se beneficiará de ella (art. 9). La Convención de Naciones

Unidas sobre los Derechos del Niño dispone que ningún niño será privado de su

libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, encarcelamiento o prisión de un

niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como

medida de último recurso y durante el período más breve que proceda (art. 37

inc.b).

7. Principio de Lesividad: “El niño (a) no debe ser objeto de sanción, si su

conducta no lesiona opone en peligro un bien jurídico tutelado”. Para que una

conducta sea considerada ilícita no sólo requiere una realización formal, sino

que además es necesario que dicha conducta haya puesto en peligro o lesionado

a un bien jurídico determinado. Se le identifica a este principio con la máxima

nullum crimen sine iniuria. Es obvio que no se trata de cualquier bien jurídico

sino de un bien jurídico penal, aunque se le ha dado alcance a todo el

ordenamiento jurídico. (Parma Carlos, 2016).

8. Principio de Humanidad: “Ningún Niño (a) debe ser sometido a torturas,

tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, ni a métodos o técnicas que

induzcan o alteren su libre voluntad, su estado consciente o atenten contra su

36
dignidad”. Todas las relaciones humanas que el Derecho Penal hace surgir en el

más amplio sentido se regulen sobre la base de una vinculación recíproca, de una

responsabilidad social hacia el delincuente, de una disposición a la ayuda y

asistencia y de una decidida voluntad de recuperación del condenado”. De este

principio se deriva la abolición de las penas crueles y degradantes, y en el caso

específico de los menores, la prohibición de la pena de muerte. (Cuarezma Teran

Sergio, 2004).

9. Principio de Confidencialidad: Son confidencial los datos sobre los hechos

cometidos o supuestamente cometidos por el Niño (a). En todo momento, debe

respetarse su identidad e imagen. El Juez garantizará que la información que se

brinde sobre estadísticas judiciales, no contravenga este principio ni el derecho a

la intimidad.

10. Principio de Racionalidad, Proporcionalidad y Determinación de Las

Medidas y Sanciones: “Las medidas y sanciones que se impongan a El Niño

(a), deben ser racionales y proporcionales a la infracción cometida o

supuestamente cometida y adecuadas a las circunstancias en que se encuentre

el infractor o supuesto infractor. No pueden imponerse medidas o sanciones

indeterminadas.” La doctrina suele emplear el principio de proporcionalidad en

este sentido de límite de las medidas de seguridad y como contrapartida del

principio de culpabilidad que limita las penas. Sin embargo, la idea de

proporcionalidad no sólo es necesaria para limitar las medidas, sino también

para graduar las penas, por lo que ha de erigirse en principio general de todo el

Derecho penal. Dos aspectos o exigencias hay que distinguir en el principio de

proporcionalidad de las penas. Por una parte, la necesidad misma de que la pena

sea proporcionada a la Infracción Penal. Por otra parte, la exigencia de que la

37
medida de la proporcionalidad se establezca en base a la importancia social del

hecho (a su nocividad social) (Mir Puig Santiago, 2016).

11. Principio de Excepcionalidad: La privación de libertad tiene carácter

excepcional y se aplicará únicamente por el tiempo determinado en este Código.

Las Reglas de Beijing, en el principio 19 el cual estipula: “19. Carácter

excepcional del confinamiento en establecimientos penitenciarios. 19.1 El

confinamiento de menores en establecimientos penitenciarios se utilizará en todo

momento como último recurso y por el más breve plazo posible.”

12. Principio de Oportunidad: “Consiste en el beneficio de la abstención total o

parcial del Ministerio Público del ejercicio de la acción penal o la facultad de

limitarla a una o varias de las infracciones, mediante las aplicaciones de

medidas alternas al juicio” supone la no intervención penal cuando la escasa

relevancia social del hecho o las específicas condiciones del menor hagan

innecesaria o perjudicial, para su desarrollo psicoeducativo, la adopción de

cualquier tipo de sanción (Cuarezma Teran Sergio, 2004).

13. Principio de Justicia Restaurativa: Es un principio general del proceso penal

para infractores dela Ley, que promueve la inclusión de los valores de respeto,

responsabilidad y transformación de relaciones, en todos los procesos que

intervenga un Niño (a), con el propósito de brindarle apoyo en su acto voluntario

de responsabilizarse por sus acciones y efectos dañinos, a través del diálogo

respetuoso con la persona ofendida, familiares y personas de su entorno

comunitario, para encontrar en conjunto la manera de enmendar y corregir el

mal causado. Este principio podrá ser aplicable, mediante la posibilidad de

referir las diligencias instadas a programas de Justicia Restaurativa, creados

fuera de El sistema o en colaboración con éste.

38
D) GARANTÍAS DEL MENOR EN EL PROCESO PENAL JUVENIL EN

HONDURAS.

Los menores tendrán las siguientes garantías durante el Proceso, estos contemplados en

el artículo 185 del Código de la Niñez y la adolescencia.

a. No ser aprehendido, sino en virtud de orden de Juez competente, salvo

los casos de flagrancia dispuestos por la Ley, conforme a las

disposiciones especiales de este Código; ser informado directamente, sin

demora y en forma clara y precisa sobre la causa de su aprehensión, la

autoridad que la ordenó y solicitar la presencia inmediata de sus padres,

tutores o representantes legales.

b. Contar con la asistencia técnica de un Profesional del Derecho, desde su

aprehensión o presentación voluntaria, al momento de rendir la

respectiva declaración, en su caso, y en cualquier etapa del Proceso,

hasta que la sentencia haya sido plenamente ejecutada.

c. Comunicación efectiva inmediatamente a su aprehensión, vía telefónica

o por cualquier otro medio, con su familia, referente afectivo, defensor o

a quien éste desee informar sobre tal hecho y, en su defecto, se informe a

la Dirección Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF) para

que tutele sus derechos.

d. Ser presentado al Ministerio Público o en su caso al Juez competente, sin

demora y el plazo legal establecido, así como a no ser conducido o

aprehendido en forma que dañe su dignidad o se le exponga al uso de la

fuerza, salvo que exista peligro inminente de fuga o riesgo de daño a la

39
integridad de terceros.

e. Participar en el Proceso, ser oído y a que su opinión sea tomada en

cuenta en cualquier fase del mismo; que se permita la plena participación

de sus padres, representantes legales o el que haga sus veces, salvo que

sea contrario a su Interés Superior. Pero tales efectos, de no poderse

comunica por sí mismo, a que se le nombre traductor o intérprete idóneo.

f. Tener identificación personal o a que se le provea una, en caso de faltarle

g. Ser juzgado por un Juez natural, imparcial, independiente, especializado

y, que el Proceso sea conocido por Jueces diferentes, de conformidad a

este Título.

h. Se respete, en todo procedimiento, los principios de oralidad,

contradicción.

i. Solicitar al Ministerio Público, por medio de sus representantes, que

ejercite las acciones pertinentes para deducir responsabilidad a los

funcionarios y empleados judiciales, administrativos o de cualquier otro

orden, que hayan abusado de su autoridad o vulnerado sus derechos.

j. Impugnar cualquier resolución provisional o definitiva que le afecte,

conforme a este Código.

k. Se garantice la confidencialidad y uso de los registros administrativos y

judiciales que se lleven sobre su sujeción a El Sistema. En consecuencia,

queda prohibida la emisión de certificados o constancias de registros

policiales o judiciales penales relacionados con las denuncias y los

procedimientos en trámite o sobre la ejecución de sanciones, salvo los

necesarios para los fines del Proceso.

l. En el caso de las mujeres embarazadas y lactantes, que se les brinde la

40
atención especial que requiere tal condición.

6. PROCESO PENAL JUVENIL EN HONDURAS.

El Proceso Penal Juvenil en Honduras, comienza cuando la acusación de menor en

conflicto con la ley penal es presentada en el Juzgado de Letras de la niñez, dando inicio

así al proceso Judicial, sin embargo, existen formas alternativas o simplificadas de

solución de los conflictos sometidos a la Jurisdicción especial de la Niñez, tal como lo

establece el Código de la Niñez en su artículo 216, comenzaremos por abordar estos,

previo a llegar al proceso Judicial.

A) FORMAS ALTERNATIVAS O SIMPLIFICADAS DE SOLUCIÓN DE

LOS CONFLICTOS SOMETIDOS A LA JURISDICCIÓN ESPECIAL DE

LA NIÑEZ.

formas alternativas o simplificadas de solución de los Conflictos sometidos a la

Jurisdicción Especial de la Niñez, las salidas alternas al juicio buscan cumplir con los

fines perseguidos por el proceso sin necesidad de llegar a la etapa de Juicio Oral,

incluyen acuerdo reparatorio, estas al tenor del artículo 216 del Código de la Niñez son:

a. Criterio de Oportunidad.

b. Conciliación.

c. Suspensión del Proceso a Prueba.

a. Criterio de Oportunidad

El Agente de Tribunales del Ministerio Público deberá ejercer la acción penal en todos

los casos en que sea procedente, con arreglo a las disposiciones del Código de la Niñez.

41
No obstante, podrá solicitar que se prescinda, total o parcialmente de la persecución

penal, que se limite a uno o a varios hechos o a solamente alguno de los menores

acusados que supuestamente participaron en su realización, única y exclusivamente,

sobre la base de razones objetivas y sin discriminación, en los casos siguientes:

1. Cuando la pena aplicable al hecho delictivo no exceda de cinco (5) años, la

afectación del interés público sea mínima y, de los antecedentes y circunstancias

personales de los menores, se infiera su falta de peligrosidad.

2. Se trate de un hecho insignificante, de mínima culpabilidad del supuesto autor o

participe o ínfima contribución de éste, salvo que afecte seriamente un interés

público.

3. El Niño (a) haya sufrido a consecuencia del hecho, grave daño físico o psíquico

que torne desproporcionada la aplicación de una sanción o cuando en ocasión de

una infracción culposa haya sufrido un daño moral de difícil superación.

4. El Niño (a), hubiera hecho cuanto estaba a su alcance para impedir los efectos de

la consumación del hecho delictivo.

5. Cuando la pena a aplicar por una Infracción Penal, sea de menor importancia, en

comparación con la que se le impuso o se le debe imponer a la misma persona

por otro hecho delictivo conexo.

6. Cuando se trate de hechos delictivos de delincuencia organizada, criminalidad

violenta protagonizada por grupos o bandas de delincuentes, otras Infracciones

Penales graves de realización compleja que dificulte su investigación y

persecución, y colabore eficazmente con la investigación, brinde información

especial para evitar que continúe el hecho delictivo o se perpetren otros o ayude a

esclarecer el hecho investigado u otros conexos o proporcione información útil

para probar la participación de terceras personas, siempre que la acción penal de

42
la cual se trate resulte más leve que los hechos punibles cuya persecución facilite

o cuya continuación evite.

2. Conciliación.

Procederá la Conciliación entre la víctima y El Niño (a), en todo momento y hasta antes

de dictarse el auto de Apertura a Juicio. Podrán solicitarla tanto el Ministerio Público o

las partes, igualmente en el caso de las Faltas, los hechos delictivos de acción privada,

de acción pública dependientes de instancia particular como en los que admitan la

Suspensión del Proceso a Prueba, a cuyo efecto el Juez les hará saber que cuentan con la

posibilidad de conciliar y si están de acuerdo y preparados, practicará la Conciliación.

La conciliación se rige por los principios de: voluntariedad de las partes,

confidencialidad, flexibilidad, neutralidad, imparcialidad, equidad, legalidad y

honestidad. La información que se genere en los procedimientos respectivos no podrá

ser utilizada en perjuicio de las partes dentro del Proceso o del Proceso Penal, en su

caso. Para los efectos de la Conciliación el Juez podrá aprobar el asesoramiento y el

auxilio de personas o entidades especializadas en la materia. No se aprobará la

conciliación cuando se tengan fundados motivos para estimar que alguno de los

intervinientes no se encontraba en condiciones de igualdad para negociar o hubiera

actuado bajo coacción o amenaza. Una vez propuesta la Conciliación, el Juez señalará la

audiencia respectiva dentro de un plazo que no podrá exceder los veinte (20) días. El

plazo para el cumplimiento de las obligaciones pactadas no podrá ser superior a tres (3)

meses; durante el cual se suspenderá el trámite del Proceso y de la prescripción de la

acción penal. Comenzará a contarse a partir del día siguiente de la homologación del

acuerdo. No se podrá conciliar cuando se trate de los Hechos Delictivos siguientes:

a) De naturaleza dolosa contra la vida y las lesiones graves.

b) Contra la libertad e integridad física, psicológica y sexual.

43
c) Cuando el Sujeto Pasivo sea menor de dieciocho (18) años de edad.

d) Sea producto de redes de crimen organizado.

3. Suspensión del Proceso a Prueba.

La Suspensión del Proceso a Prueba procede en los casos en que el máximo de la pena

aplicable al Hecho Delictivo de que se trate no exceda de nueve (9) años y siempre que

no se encuentre o haya gozado de este beneficio en otro Proceso. La solicitud podrá ser

presentada por El Niño (a) o por el Fiscal, en cualquier momento hasta antes del auto de

Apertura a Juicio, la solicitud de Suspensión del Proceso a Prueba deberá contener un

Plan de Reparación del Daño causado por el Hecho Delictivo y un detalle de las

condiciones que El Niño (a) estaría dispuesto a cumplir. Este podrá consistir en una

indemnización equivalente a la reparación del daño que, en su caso, pudiera llegar a

imponerse o una reparación simbólica, inmediata o por cumplir a plazos.

REQUISITOS.

Para el otorgamiento de la suspensión será condición indispensable que El Niño (a)

admita el hecho que se le atribuye. El trámite no podrá exceder de veinte (20) días,

contados a partir de la solicitud. La resolución que declare inadmisible la solicitud de

Suspensión del Proceso a Prueba será recurrible.

PROCEDIMIENTO.

El Juez oirá en audiencia al peticionario sobre la solicitud de Suspensión del Proceso a

Prueba, así mismo a las partes, debiendo resolver de inmediato, salvo que difiera su

decisión para nueva audiencia, la que se realizará dentro de un plazo no mayor de diez

(10) días La resolución fijará las condiciones bajo las cuales se suspende el proceso o se

rechaza la solicitud; en el primer caso aprobará o modificará el plan de reparación con

44
el acuerdo entre las partes. La sola falta de recursos de El Niño (a) no podrá aducirse

para rechazar la solicitud. Si se rechaza la solicitud, la admisión de los hechos por parte

de El Niño (a) no tendrá valor probatorio alguno. El Juez fijará el plazo de Suspensión

del Proceso a Prueba, el cual no podrá ser inferior a seis (6) meses ni mayor a un (1)

año, asimismo, determinará la imposición de una o varias reglas de cumplimiento, entre

ellas las siguientes:

a) Residir en un lugar determinado.

b) Frecuentar o dejar de frecuentar determinados lugares o personas.

c) Abstenerse de consumir drogas, otros estupefacientes o bebidas alcohólicas.

d) Participar en programas especiales para la prevención y tratamiento de

adicciones.

e) Comenzar o finalizar la escolaridad básica si no la ha cumplido, aprender una

profesión u oficio o seguir cursos de capacitación en el lugar o la institución que

determine el Juez.

f) Prestar servicio social comunitario a favor del Estado o de instituciones públicas

de servicio.

g) Someterse a tratamiento médico o psicológico, de preferencia en instituciones

pública.

h) Permanecer en un trabajo o empleo, o adquirir, en el plazo que el Juez determine,

el entrenamiento en un oficio, industria o profesión, si no tiene medios propios de

subsistencia.

i) Someterse a la vigilancia que determine el Juez.

j) No conducir vehículos automotores o de otra índole.

k) Abstenerse de viajar al extranjero.

l) Cumplir con los deberes de deudor alimentario.

45
Cuando se acredite plenamente que el Niño (a) no puede cumplir con alguna de las

reglas anteriores, por ser contrarias a su salud, sus creencias religiosas o alguna otra

causa de especial relevancia, el Juez podrá sustituirlas fundada y motivadamente, por el

cumplimiento de otra u otras análogas que resulten razonables. El Juez prevendrá a el

Niño (a) sobre las reglas de conducta impuestas y las consecuencias de su

inobservancia. Contra la resolución que deniegue la Suspensión del Proceso a Prueba,

procederá el recurso de Apelación. La resolución que admita esta figura, sólo será

apelable, cuando las reglas fijadas resulten manifiestamente excesivas o que el Juez se

haya excedido en sus facultades. En ningún caso el Juez podrá imponer reglas más

gravosas que las solicitadas por el Fiscal. Ante el incumplimiento injustificado del plan

de reparación o las reglas impuestas, de oficio o a petición de parte, el Juez llamará a

una audiencia en la que se resolverá fundada y motivadamente sobre la revocación de la

Suspensión del Proceso a Prueba. Si mediara justificación válida, podrá reprogramar el

plazo con la finalidad de asegurar el cumplimiento del término decretado, no obstante,

esta no excederá los tres (3) meses adicionales, y solo podrá concederse por una vez. En

los asuntos suspendidos en virtud de las disposiciones correspondientes a esta Sección,

el Fiscal tomará las medidas necesarias para evitar la pérdida, destrucción o ineficacia

de los medios de prueba conocidos y las que soliciten las partes. Los efectos de la

Suspensión del Proceso a Prueba cesarán mientras El Niño (a) esté privado de su

libertad por otro Proceso, pero si goza de libertad, el plazo seguirá su curso, no obstante,

no podrá decretarse la extinción de la acción penal sino cuando quede firme la

resolución que lo exime de responsabilidad por el nuevo hecho.

REVOCATORIA.

46
La revocatoria de la Suspensión del Proceso a Prueba no impedirá el pronunciamiento

de una sentencia absolutoria ni la concesión de algunas de las medidas sustitutivas a la

privación de libertad, cuando fueren procedentes. La suspensión del Proceso a Prueba

no extingue las acciones civiles de la víctima o de terceros. Sin embargo, si la víctima

recibe pagos en virtud de la procedencia de la suspensión, ellos se destinarán a cuenta

de la indemnización por daños y perjuicios que le pudiere corresponder. Transcurrido el

plazo que se fije sin que la suspensión fuere provocada y cumplido el plan de

reparación, se extinguirá la acción penal y el Juez deberá dictar de oficio o a petición de

parte, el sobreseimiento definitivo. Durante el período de Suspensión del proceso a

Prueba de que tratan los artículos precedentes, quedará suspendida la prescripción de la

acción penal.

B) PROCESO PENAL JUVENIL EN HONDURAS.

El Proceso para la Niñez Infractora de Ley, estará compuesto por las

fases siguientes:

a) Preparatoria.

b) Intermedia.

c) Juicio.

La Fase Preparatoria comprenderá los actos siguientes:

a) Denuncia;

b) Investigación;

c) Acusación; y,

d) Vinculación al proceso.

La Fase Intermedia comprenderá los actos siguientes:

a) Interposición de incidentes, excepciones y nulidades;

47
b) Formalización de la acusación y contestación de cargos; y,

c) Auto de apertura a Debate.

La Fase de Juicio integra los actos siguientes:

a) Preparación del Debate;

b) Audiencia de Debate;

c) Individualización de la Sanción.

a. FASE PREPARATORIA.

Como ya se mencionó anteriormente, esta fase comprende la Denuncia, Investigación,

Acusación y Vinculación al proceso. El proceso judicial puede iniciar por 2 vías, ya sea

mediante la denuncia de una infracción penal o de oficio mediante las investigaciones

realizadas por los entes competentes. Una vez concluidas las investigaciones iníciales,

el Ministerio Público podrá:

a) Ordenar el archivo del respectivo expediente.

b) Formular por escrito al Juez, la solicitud para que le autorice la Suspensión del

Proceso a Prueba.

48
c) Solicitar sobreseimiento definitivo;

d) Presentar la respectiva Acusación.

En caso de que el Fiscal decide presentar un escrito de acusación, el conteniendo la

misma debe contener como mínimo:

a) Una breve y precisa relación de los hechos delictivos imputados.

b) La calificación legal de los hechos, conforme lo dispuesto en la Ley.

c) El grado de participación que supuestamente tuvo el Niño (a).

d) La Sanción que considera debe aplicarse.

Si el Niño (a) se encuentra detenido por flagrancia será puesto a la orden del Juez

competente dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes a su detención, en caso de

ser detenido por orden de captura emitida por autoridad judicial deberá ser puesto

inmediatamente a la orden del Juez de la Niñez o el que haga sus veces. Una vez que el

Niño (a) se encuentre a disposición del Juez competente, inmediatamente se celebra

audiencia de vinculación a proceso o la solicitud de aplicación de las medidas de

simplificación en su caso y las Medidas Cautelares que considere procedentes.

El Ministerio Público en esta audiencia deberá acreditar, mínimamente, la existencia del

Hecho Delictivo y de la probable participación de El Niño (a) en éste. En la misma

audiencia, si El Niño (a) desea hacerlo, se le recibirá su declaración inicial. Esta

audiencia se realizará con la presencia de El Niño (a), su Defensor, el Fiscal y el

acusador privado, la ausencia de este último no impedirá la realización de esta

audiencia. Con anterioridad a la audiencia o durante el transcurso de ella, el Niño (a) o

su defensor. Finalizada la intervención de las partes y con base en los elementos de

49
prueba desarrollados, de inmediato el Juez resolverá, dictando:

a) Sobreseimiento provisional (el MP tendrá (2) años seis (6) meses, prorrogables

hasta treinta (30) días adicionales).

b) Sobreseimiento definitivo.

c) Con lugar la vinculación al Proceso.

d) La imposición o no de las Medidas Cautelares procedentes.

Resuelta la vinculación al Proceso, el Juez ordenara la celebración de la Audiencia

Intermedia, fijando su fecha en un plazo no mayor de treinta días (30), quedando para el

efecto las partes debidamente citadas para tal efecto.

2. Fase Intermedia.

La Fase Intermedia se desarrollará en una audiencia que lleva el mismo nombre a

celebrarse el día y hora señalados, la cual comprenderá los actos siguientes:

a) Interposición de incidentes, excepciones y nulidades.

b) Solicitud de sobreseimiento provisional o definitivo.

c) Formalización de la acusación y contestación de cargos.

d) Auto de apertura a debate.

El Juez notificará a las partes su resolución sobre los puntos planteados, en

audiencia que se celebrará dentro de los tres (3) días siguientes a la Audiencia

Intermedia. De resultar procedente la acusación, dictará Auto de Apertura a Juicio,

caso contrario dictará sobreseimiento provisional o definitivo, según sea el caso, de

conformidad con las reglas establecidas en el Código Procesal Penal. De decretarse

el Auto de Apertura, dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes, el Juez

ordenará la remisión de las diligencias al Juez que deba conocer la Fase del Juicio.

50
3. Fase de Juicio.

La Fase de Juicio integra los actos siguientes:

a) Preparación del Debate.

b) Audiencia de debate.

c) Individualización de la Sanción.

d) Sentencia.

Recibidas las diligencias, el Juez de Juicio señalará audiencia de proposición de prueba,

dentro de los cinco (5) días siguientes, citando a las partes para tal efecto. Los medios

de prueba serán propuestos con indicación de los hechos o circunstancias que se

pretenda probar. En esta audiencia, las partes presentarán la lista de los testigos y peritos

con indicación de sus nombres y apellidos, profesión u oficio y dirección exacta,

señalando los hechos sobre los cuales deberán ser examinados durante el debate.

Asimismo, propondrán los documentos y demás medios con los que pretenda probar las

pretensiones deducidas en el Juicio y señalarán en su caso, el lugar en que se

encuentran. Propuestas las pruebas y oídas las alegaciones que al respecto hagan las

partes, el Juez resolverá mediante auto motivado sobre su admisión, en la misma

audiencia o en el plazo de los tres (3) días. Solamente podrán ser rechazados los medios

de prueba manifiestamente impertinentes, inútiles o desproporcionados en relación con

la finalidad probatoria que se pretende, así como los meramente dilatorios o, cuando se

trate de prueba ilícita. En el acto que notifique la resolución, el Juez señalará fecha y

hora para la Audiencia de Debate, la que tendrá lugar dentro de los quince (15) días

siguientes a la misma. Sin perjuicio de lo previsto en este Título, la Audiencia de

51
Debate se regirá por lo prescrito por los artículos 319 a 346 del Código Procesal Penal,

excepto los artículos 335, 336 y 338 del mismo.

Concluidos los alegatos finales y consultado el Niño (a) sobre si desea agregar algo

más o no, el Juez se retirará a fin de realizar los análisis y valoraciones que considere

necesarios para dictar la Sentencia conforme a Derecho, En caso que el Niño (a) sea

declarado absuelto, el Juez ordenará dejar sin efecto la Medida Cautelar impuesta, una

vez firme la Sentencia. Si fuere declarado culpable, inmediatamente el Juez cederá la

palabra a las partes, para ofrecer prueba sobre la individualización de la Sanción a

imponer, conforme a las reglas aplicables a la Audiencia de Debate. La Sentencia

deberá fundamentarse en las pruebas evacuadas, pero teniendo siempre en

consideración el medio social y las condiciones en que se ha desarrollado la vida del

Niño (a) y las circunstancias en que se cometió el hecho delictivo. Esta se notificará

personalmente a las partes en la audiencia en que se dicte. Posteriormente a la

reproducción de la prueba admitida para la individualización de la sanción, el Juez

señalará día y hora para audiencia de lectura de sentencia, la que se efectuará en un

plazo no mayor de cinco (5) días.

Para la determinación de la Sanción y a fin de logar su mejor individualización, el Juez

debe considerar:

a) La proporcionalidad con el hecho, las circunstancias de El Niño (a) y la

gravedad de la conducta realizada.

b) Los Principios Rectores y fines establecidos en código de niñez.

c) La edad del sancionado y sus circunstancias personales, familiares, sociales y

culturales.

d) El grado de participación en el hecho.

52
e) Las características del caso concreto, su gravedad y las circunstancias en que se

hubiese cometido, tomando especialmente en cuenta aquellas que atenúen la

responsabilidad.

f) La posibilidad de cumplimiento de la sanción.

g) El daño causado y los esfuerzos del Niño (a) por repararlo.

h) Cualquier otro supuesto que establezca este título. En la sentencia, el Juez podrá

imponer la amonestación y hasta un máximo de dos (2) sanciones más,

compatibles entre sí, de modo que su Ejecución pueda ser simultánea y

sucesiva, de ser el caso.

CAPÍTULO III. ANÁLISIS DE LAS INFRACCIONES QUE

CON MAYOR FRECUENCIA COMETEN LOS MENORES

EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL Y ESTADÍSTICA

RELACIONADAS AL MENOR EN CONFLICTO CON LA

LEY PENAL.

La materia prima para la Información que a continuación se analiza corresponde a datos

proporcionados por el Poder Judicial, a través de la unidad de Estadística del mismo,

dicha información fue solicitada a través de la Plataforma del Sistema de Información

Electrónico de Honduras (SIELHO), del Instituto de Acceso a la Información Pública, a

través de solicitud realizada mediante solicitud SOL-PJ-1555-2021. Las cifras

corresponden al periodo comprendido entre el año 2018-2021 a nivel nacional.

53
1. ANÁLISIS DE LAS INFRACCIONES QUE CON MAYOR

FRECUENCIA COMETEN LOS MENORES EN CONFLICTO

CON LA LEY PENAL.

Del año 2018, al año 2021, se han acusado a 3,314 personas.

CANTIDAD DE ACUSACIÓN PRESENTADAS EN CONTRA DE MENORES

EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL.

AÑO CANTIDAD

2018 1319

2019 1235

2020 727

2021 33

TOTAL 3,314

CANTIDAD DE ACUSACIÓN PRESENTADAS


EN CONTRA DE MENORES EN CONFLICTO
CON LA LEY PENAL
1319
1235

727

AÑO 2018 AÑO 2019 AÑO 2020 AÑO332021

54
Se puede apreciar que, en el año 2019, las acusaciones presentadas disminuyeron en un

6.38%, en comparación a las presentadas durante el año 2018. Asimismo, al comparar

las acusaciones presentadas durante el año 2020, mientras disminuyeron casi en la mitad

(41.13%) comparadas a las del 2019, lo cual es compatible con la situación excepcional

ocasionada en el marco de la pandemia.

La edad de los menores acusados corresponde en un 86% a jóvenes entre los 15 a los 17

años, después de este grupo le siguen con un 11 %, los jóvenes entre los 12 y los 14

años, así mismo, tenemos un grupo de 573 jóvenes que equivalen al 17% del universo

de acusados cuyas edades no se consigna por parte del Poder Judicial. Llama la atención

que hay un grupo de 75 jóvenes, equivalente a 2.26% de jóvenes, cuyas acusaciones han

sido presentadas en el Juzgado de Letras de la Niñez pese a ser mayores de 18 años, esto

debido a que cometieron las infracciones cuando eran menores de edad.

A continuación, observamos la tabla que describe los datos mencionados anteriormente.

RANGOS DE EDADES DE MENORES EN CONFLICTO CON LA LEY

ACUSADOS.

CANTIDA
EDAD 2018 2019 2020 2021
D

Edad no consignada 205 265 102 1 573

12-14 97 122 75 5 299

15-17 980 820 540 27 2367

18-20 29 21 8 0 58

21-23 7 5 2 0 14

55
27-29 0 1 0 0 1

33-35 0 1 0 0 1

36-39 1 0 0 0 1

TOTAL 1319 1235 727 33 3314

RANGOS DE EDADES DE MENORES EN CONFLICTO CON


LA LEY ACUSADOS
12-14 15-17 18-20 21-23 27-29 33-35 36-39
2% 1% 0%0%0%

11%

86%

Respecto al sexo de los menores acusados, tenemos que el 92% de los acusados son del

sexo masculino y apenas un 8% es del sexo femenino.

AÑO FEMENINO MASCULINO CANTIDAD

2018 122 1197 1319

2019 96 1139 1235

2020 57 670 727

2021 3 30 33

TOTAL 278 3,036 3,314

56
INFRACCIONES QUE CON MAYOR FRECUENCIA COMETEN LOS MENORES EN

CONFLICTO CON LA LEY PENAL PERIODO 2018-2021.

NO DELITO CANTIDAD

1 Extorsión. 508

Facilitación De Medios De Transporte Para Tráfico Ilícito De


2 434
Drogas.

3 Robo. 383

4 Violación. 252

5 Portación Ilegal De Armas. 251

6 Posesión De Droga. 247

7 Trafico De Drogas. 158

8 Violencia Intrafamiliar. 158

9 Actos De Lujuria Agravados. 120

10 Asesinato. 73

Como Podemos Observar, la infracción de Extorsión es la que presenta mayor

frecuencia, esto es algo sumamente alarmante, ya que estos jóvenes son utilizados por

miembros de estructuras criminales para que estos jóvenes prueben su lealtad a la

pandilla o mara que integran, esto es equivalente a decir que el 15% de acusaciones de

menor infractor son presentadas por este tipo penal.

Sin embargo para si bien es cierto, es más preciso realizar un análisis por cada tipo

penal al hacerlo vemos que en delito de Facilitación De Medios De Transporte Para Tráfico

Ilícito De Drogas se encuentra en segundo lugar, Posesión De Droga y Trafico De Drogas se

encuentran en sexto y séptimo lugar respectivamente, por ende apreciamos que la naturaleza de

los delitos es idéntica, es por tal motivo que hemos decidido, agrupar todos los delitos en

57
categorías más generales, atendiendo la naturaleza de cada uno, para ver que contempla cada

grupo, ver anexo. 1.

INFRACCIONES MAS RECURRENTES COMETIDAS POR LOS MENORES EN

CONFLICTO CON LA LEY PENAL.

GRUPO DE DELITOS CANTIDAD

Delitos Contra La Propiedad. 1,015

Delitos Relacionados A Las Drogas. 849

Delitos Sexuales. 452

Delitos Contra La Seguridad Interior Del Estado. 325

Delitos Contra La Vida. 194

Delitos Contra El Orden De Familia. 179

Delitos Contra La Administración Pública. 112

Delitos Contra La Integridad Corporal. 73

Delitos Contra La Libertad De Determinación. 45

Delitos Contra El Medio Ambiente. 37

Faltas. 19

Delitos Contra La Libertad Personal. 13

Delitos Contra La Economía Del Estado De Honduras. 1

TOTAL 3,314

Una vez agrupados los delitos vemos que la mayor cantidad de acusaciones presentadas

se agrupan de la siguiente manera:

 En primer lugar, tenemos son por delitos contra la propiedad, representando un

31% de las acusaciones, siendo el más recurrente de estos la infracción penal de

extorsión.

 En segundo lugar, tenemos los delitos relacionados a las drogas, representando

58
un 26% siendo el más recurrente la infracción penal de facilitación de medios de

transporte para tráfico ilícito de drogas.

 En tercer lugar, tenemos los delitos sexuales, representando un 14%, siendo el

más recurrente la infracción penal de violación especial.

 En cuarto lugar, tenemos los delitos contra la seguridad interior del estado de

Honduras, representando un 10%, siendo el más recurrente la infracción penal

de portación ilegal de armas.

 En quinto lugar, tenemos los delitos contra la el orden de familia, representando

un 5%, siendo el más recurrente la infracción penal de asesinato.

 En sexto lugar, tenemos los delitos contra la vida, representando un 6%, siendo

el más recurrente la infracción penal de Violencia Intrafamiliar.

 En séptimo lugar, tenemos los delitos contra la administración Pública,

representando un 6%, siendo el más recurrente la infracción penal de Atentado.

 En octavo lugar, tenemos los delitos contra la integridad corporal, representando

un 2%, siendo única infracción penal lesiones.

 En noveno lugar, tenemos los delitos contra la Libertad de determinación,

representando un 1%, siendo única infracción penal de amenazas.

 En Décimo lugar, tenemos los delitos el Medio Ambiente, representando un 1%,

siendo única infracción penal de transporte ilegal de producto forestal y corte y

aprovechamiento ilegal de productos y sub productos forestales conjuntamente.

Escolaridad de los menores Acusados.

Consideramos necesario, hablar brevemente sobre este dato, ya que el 20% de los

menores de los cuales se consigna la escolaridad, no poseen ningún tipo de escolaridad,

59
lo cual muy probablemente este asociado a factores de pobreza extrema, ya que el

principal grupo de delitos que comenten estos son delitos contra la propiedad, seguidos

de delitos relacionados a las drogas y por último delitos sexuales.

Escolaridad de los menores Acusados

NO TIENE
SECUNDARIA 20%
INCOMPLETA
30%

PRIMARIA PRIMARIA COMPLETA


SECUNDARIA COMPLETA 19%
3% INCOMPLETA
29%

CAPÍTULO IV. ROL DE LOS MENORES DE EDAD EN EL

PROCESO PENAL HONDUREÑO.

A continuación, se realizará un análisis sobre los principales Instrumentos

Internacionales que regulan los Derechos de Los Niños en Honduras.

1. PRINCIPIOS.

1. Todo niño víctima o testigo será tratado sin discriminación alguna,

independientemente de su raza, color, religión, creencias, edad, situación

60
familiar, cultura, idioma, grupo étnico, origen nacional o social, ciudadanía, sexo,

orientación sexual, opinión política o de otra índole, discapacidad, si la tuviera,

nacimiento, patrimonio u otra condición cualquiera, o de los de sus progenitores

o sus representantes legales.

2. Todo niño víctima o testigo de un delito será tratado con tacto y sensibilidad,

respetando su dignidad a lo largo de todo el procedimiento judicial, teniendo en

cuenta su situación personal y sus necesidades inmediatas y especiales, edad,

sexo, discapacidad, si la tuviera, y grado de madurez.

3. La injerencia en la vida privada del niño se limitará al mínimo necesario, con

arreglo a lo establecido por la ley, para garantizar la aplicación de normas

rigurosas para la reunión de pruebas y un resultado justo y equitativo del

procedimiento.

4. Se protegerá la intimidad de todo niño víctima o testigo.

5. No se publicará ninguna información que pueda revelar la condición de víctima o

testigo de un niño sin la autorización expresa del tribunal.

6. Todo niño víctima o testigo tendrá derecho a expresar sus creencias, opiniones y

pareceres libremente y en sus propias palabras y tendrá derecho a aportar su

contribución a las decisiones que le afecten, incluidas las adoptadas en el curso

del proceso de justicia.

61
2. OBLIGACIÓN DE INFORMAR DE UN DELITO QUE
AFECTE A UN NIÑO VÍCTIMA O TESTIGO.

Los docentes, médicos, trabajadores sociales y demás profesionales que se estimen

oportunos deberán informar a las autoridades competentes si tienen motivos razonables

para sospechar que un niño es víctima o testigo de un delito.

Las personas mencionadas en el párrafo 1 del presente artículo harán todo lo posible por

prestar asistencia al niño hasta que se le proporcione asistencia profesional apropiada.

El deber de informar establecido en el párrafo 1 del presente artículo subroga toda

obligación de confidencialidad, salvo en el caso del secreto profesional entre abogado y

cliente.

En varios países existe la obligación general conforme a la ley de notificar cualquier

delito cometido contra un menor a las autoridades competentes inmediatamente después

de haber sido descubierto. En esos países, no informar de tal delito puede constituir un

delito penal (por omisión). Según la legislación nacional de algunos países, ese deber es

aún más riguroso para algunas categorías de profesionales que trabajan con menores,

entre éstas los funcionarios públicos del ministerio responsable de la educación, los

asistentes sociales, los médicos y las enfermeras.

3. PROTECCIÓN DE LOS MENORES DE TODO CONTACTO


CON DELINCUENTES.

1. Toda persona que haya sido declarada culpable en sentencia firme de un delito

62
tipificado contra un menor debe quedar inhabilitada para trabajar en un

establecimiento, institución o asociación que preste servicios a menores.

2. Todo establecimiento, institución o asociación que preste servicios a menores

tomará las medidas adecuadas para garantizar que las personas que hayan sido

acusadas de un delito tipificado contra un menor no tengan contacto con niños.

3. A los efectos de los párrafos 1 y 2 del presente artículo, el [nombre del órgano

competente] promulgará un reglamento que contenga lo siguiente:

a) Una definición de delito tipificado con respecto a la gravedad de la

sentencia que pueda ser impuesta por el tribunal.

b) Una lista de los delitos de tipificación obligatoria

c) La individualización de los establecimientos, instituciones y asociaciones

que prestan servicios a menores.

d) Las medidas que han de adoptar los establecimientos, instituciones y

asociaciones que presten servicios a menores con el fin de garantizar que las

personas acusadas de un delito tipificado no tengan contacto con niños.

Varios Estados han elaborado listas especiales de personas declaradas culpables de

delitos específicos, tales como los delitos sexuales. La policía puede servirse de esas

listas para seguir el rastro a delincuentes y a veces posibles empleadores, pueden tener

acceso a esas listas para obtener información sobre los antecedentes penales del

candidato.

Terre des Hommes - International Federation, organización no gubernamental

internacional, ha publicado una guía para uso interno destinada a evitar la contratación

63
de personas que hayan tenido problemas con la ley relacionados con delitos contra

menores. La guía proporciona información y datos importantes al respecto.

toda persona declarada culpable de un delito tipificado contra un menor debería quedar

inhabilitada para trabajar en un establecimiento, institución o asociación que preste

servicios a menores.

4. ASISTENCIA A LOS MENORES VÍCTIMAS Y TESTIGOS


DURANTE EL PROCESO DE JUSTICIA.

En la medida de lo posible y apropiado, los niños víctimas y testigos de delitos, sus

padres o tutores o sus representantes legales, la persona de apoyo, si hubiera sido

designada, u otra persona designada para prestarles asistencia, desde su primer contacto

con el proceso de justicia y a lo largo de todo ese proceso, deberán ser informados sin

demora acerca de la fase en que se encuentre el proceso, así como de lo siguiente:

a) Los procedimientos aplicables en el proceso de justicia penal para adultos y

menores, incluido el papel de los niños víctimas y testigos, la importancia, el

momento y la manera de prestar testimonio, y la forma en que se realizará el

“interrogatorio” durante la investigación y el juicio.

b) Los mecanismos de apoyo a disposición del niño víctima o testigo cuando haga

una denuncia y participe en la investigación y en el proceso judicial, como, por

ejemplo, poner a disposición de la víctima un abogado o cualquier otra persona

designada para prestar asistencia.

c) Las fechas y los lugares específicos de las vistas y otros acontecimientos

importantes d) Las medidas de protección disponibles

64
d) Los mecanismos existentes para revisar las decisiones que afecten a los niños

víctimas y testigos de delitos.

i. Los derechos correspondientes a los niños víctimas o testigos de conformidad

con la legislación nacional vigente, la Convención sobre los Derechos del

Niño y otros instrumentos jurídicos internacionales, tales como las Directrices

y la Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las

víctimas de delitos y del abuso de poder, aprobada por la Asamblea General

en su resolución 40/34 de 29 de noviembre de 1985 g) Las posibilidades que

existan para obtener reparación por parte del delincuente o del Estado

mediante el proceso de justicia, procedimientos civiles alternativos u otros

procedimientos.

ii. La existencia y el funcionamiento de programas de justicia restaurativa.

iii. La disponibilidad de servicios médicos, psicológicos, sociales y otros

servicios de interés, y el medio de acceder a ellos, así como el asesoramiento

letrado o representación legal o de otro tipo, y el apoyo financiero de

emergencia disponible, según proceda.

Conforme a los principales instrumentos internacionales sobre asistencia a las víctimas

y los párrafos 19 y 20 de las Directrices sobre la justicia en asuntos concernientes a los

niños víctimas y testigos de delitos, así como con la legislación nacional de varios

Estados, en la Ley modelo se propugna la importancia de dar a los niños víctimas y

testigos de delitos acceso a información relativa a su caso y a información relacionada

con la protección y el ejercicio de sus derechos. Un modo eficaz de poner esa

información a disposición de las víctimas de delitos es distribuir folletos u hojas

informativas en las comisarías de policía, hospitales, salas de espera, escuelas, oficinas

65
de servicios sociales y otros establecimientos públicos, así como en Internet. También

se puede obtener orientación de legislación en la que se requiera que se proporcione a

las víctimas información adecuada y oportuna. Ello podría lograrse, por ejemplo,

adscribiendo la responsabilidad de informar a las víctimas a la policía, durante su primer

contacto con éstas.

La legislación de algunos países estipula que esa información se proporcione a la

víctima únicamente si ésta lo solicita expresamente, según un método denominado de

“opción positiva”. No obstante, si bien esa “opción positiva” tiene por objeto evitar que

las víctimas se sientan acosadas al recibir información que no han solicitado, ello puede

tener como consecuencia que la víctima no reciba información útil que hubiera

preferido recibir. También puede velarse por el respeto de deseo de la víctima de no

saber nada del procedimiento sustituyendo el sistema de “opción positiva” por uno de

“opción negativa”, mediante el cual la víctima recibirá automáticamente toda la

información pertinente, a menos que solicite expresamente que no se le proporcione. En

muchos países con recursos limitados, el acceso a información sobre la causa puede

verse obstaculizado por varias razones, tales como la existencia de un sistema de justicia

infradotado, el analfabetismo de las víctimas y la falta de medios de transporte o de

comunicación para las víctimas. Una solución práctica podría consistir en encargar a

asistentes sociales y organizaciones comunitarias la prestación de asistencia a las

víctimas en su participación en el proceso de justicia.

Algunos países transcienden el derecho de las víctimas a ser informadas del

procedimiento y reconocen el derecho de los niños víctimas a recibir explicaciones de

los jueces relativas al procedimiento y las decisiones adoptadas.

66
En los países en que las víctimas están representadas por un abogado, las víctimas

deberían recibir información sobre el procedimiento a través de su abogado. Sin

embargo, la relación entre cliente y abogado no es siempre equilibrada, y es posible que

este sistema no corresponde. Si a la información transmitida por los abogados se le

suman otras fuentes de información, podrá protegerse mejor el derecho de la víctima a

ser informada. En la mayoría de los casos, la asistencia de una persona de apoyo, es la

mejor manera de asegurarse de que la víctima recibe toda la información a su debido

tiempo. En todos los sistemas jurídicos, un elemento necesario para garantizar el respeto

del derecho de la víctima a ser informada es determinar quiénes son las personas

encargadas de transmitir la información a las víctimas. Los detalles relativos al reparto

de responsabilidades a ese respecto han de estar regulados, como ocurre, por ejemplo,

en la legislación de los Estados Unidos. En cuanto al contenido y al tipo de información

que los niños víctimas y testigos de delitos habían de recibir, en la Ley modelo se

reflejan las disposiciones de la legislación vigente en varios países.

En la Ley modelo se indica que la información debe ser facilitada por la autoridad

competente que designe el Gobierno, y no incluye ninguna cláusula de opción positiva o

de opción negativa, si bien el legislador nacional puede considerar la posibilidad de

adoptar tales disposiciones.

5. EXÁMENES MÉDICOS Y OBTENCIÓN DE MUESTRAS


CORPORALES.

1. Los niños víctimas y testigos serán objeto de examen médico o de toma de

67
muestras corporales únicamente si se dan las dos condiciones siguientes:

a) En presencia de sus padres o tutores, o la persona de apoyo, salvo que el

menor decida lo contrario.

b) El tribunal, un oficial superior de policía o el fiscal emite una

autorización por escrito para un examen médico o la toma de muestras

corporales.

2. El tribunal, un oficial superior de policía o el fiscal otorgarán una autorización

por escrito para la realización de un examen médico o para la toma de muestras

corporales, únicamente si existen motivos razonables para creer que dicho

examen o toma de muestras corporales son necesarios.

3. Si en algún momento de la fase de investigación existe alguna duda respecto de

la salud de un niño víctima o testigo, incluida su salud mental, la autoridad

competente encargada del procedimiento se asegurará de que el niño sea objeto

de un examen médico exhaustivo por un facultativo lo antes posible.

4. Una vez realizado dicho examen médico, la autoridad competente encargada del

procedimiento pondrá el mayor empeño en asegurar que el niño reciba el

tratamiento recomendado por el facultativo, incluida, en caso necesario, la

hospitalización.

El derecho del niño a ser tratado con dignidad y a que se le proteja de especiales

dificultades durante el proceso de justicia. Los exámenes médicos, en especial en el

caso de abusos sexuales, pueden ser una experiencia sumamente estresante para un niño.

68
Es preferible que tales exámenes se ordenen únicamente cuando sea absolutamente

necesario y que sean lo menos intrusivos y más limitados posible. Si un examen médico

indica la existencia de problemas de salud, el niño tendrá derecho a recibir atención

médica.

6. FIABILIDAD DE LA DECLARACIÓN DEL NIÑO.

Se considerará que todo niño puede ser un testigo capaz, salvo que se demuestre lo

contrario y que su testimonio no se considerará carente de validez o de credibilidad sólo

en razón de su edad, siempre que por su edad y madurez pueda prestar testimonio de

forma inteligible y creíble. por testimonio de un menor también se entenderá el

testimonio prestado mediante el uso de ayudas técnicas de comunicación o mediante la

asistencia de un experto especializado en conocimiento de niños y comunicación con

ellos.

El peso dado al testimonio del menor estará en consonancia con su edad y madurez.

Todo niño, con independencia de si presta testimonio o no, tendrá la oportunidad de

expresar sus opiniones y preocupaciones personales en asuntos relacionados con la

causa, su participación en el proceso de justicia, en particular con relación a su

seguridad respecto del acusado, su preferencia para testificar o no y el modo en que se

prestará declaración, así como cualquier otra cuestión pertinente que pueda afectarle. En

los casos en que no haya atendido a sus opiniones, el menor deberá recibir una

explicación clara de las razones por las que no se han tenido en cuenta.

Ningún niño debe ser obligado a testificar en el proceso de justicia contra su voluntad o

sin el conocimiento de sus padres o tutor. Se pedirá a los padres o tutor del menor que lo

69
acompañen, salvo en las siguientes circunstancias:

a) Si los padres o el tutor son los presuntos autores del delito cometido contra el

niño

b) Si el niño expresa preocupación respecto del hecho de estar acompañado por sus

padres o tutor.

c) Si el tribunal considera que el hecho de estar acompañado por sus padres o tutor

es contrario al interés superior del niño.

Según el párrafo 2 del artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño, el

principio subyacente a la prestación de declaración ante un tribunal por un niño es que

debe darse al niño la oportunidad de ser oído. Ahora bien, ese derecho no es absoluto:

en el párrafo 2 del artículo 12 de la Convención se prevé que ese derecho se ejerza “en

consonancia con las normas de procedimiento de la ley nacional”. Esas normas de

procedimiento suelen existir en la legislación nacional con el fin de que el tribunal

pueda confiar en todo testimonio prestado por un menor en un procedimiento judicial o

administrativo. Habitualmente, existen dos trabas jurídicas. Según el sistema jurídico de

que se trate, el tribunal podrá recurrir a una de ellas o a ambas. La primera se refiere a la

admisibilidad de la declaración de un menor. La segunda a la fiabilidad de la

declaración de un menor.

La cuestión de la admisibilidad está relacionada con el hecho de si en un principio el

tribunal puede tener en cuenta el testimonio de un niño en la resolución de la causa. La

cuestión de la fiabilidad está relacionada con el peso que el tribunal debe atribuir al

testimonio de un menor, si éste se considera admisible. En la mayoría de los

ordenamientos jurídicos, es el tribunal quien debe decidir respecto de la admisibilidad y

fiabilidad según las circunstancias de cada caso.

70
Si es necesario, ello puede hacerse con la asistencia especializada de un psicólogo

infantil cualificado o de un especialista en desarrollo infantil. Sin embargo, las normas

internacionales prevén una importante restricción. El tribunal, al decidir la admisibilidad

o fiabilidad de la declaración de un menor, no puede basar su decisión únicamente en la

edad del niño. Esa restricción figura en el párrafo 18 de las Directrices sobre la justicia

en asuntos concernientes a los niños víctimas y testigos de delitos: el “testimonio del

menor no se considerará carente de validez o de credibilidad sólo en razón de su edad”.

No obstante, el tribunal puede plantear la cuestión de si, por su edad y madurez, el niño

puede prestar testimonio de forma inteligible y creíble. El tribunal puede, por ejemplo,

tener esos factores en cuenta al considerar la declaración prestada por un menor en el

contexto de la causa en su conjunto. Si existen razones imperiosas, el tribunal también

puede realizar pruebas con el fin de establecer la capacidad del niño de prestar un

testimonio válido. Esas pruebas pueden tener por objeto determinar aptitudes, tales

como si el menor es capaz de comprender las preguntas y la importancia de decir la

verdad. Por ejemplo, en el Reino Unido (Youth Justice and Criminal Evidence Act,

1999, secc. 53), los criterios para determinar la aptitud de un testigo son independientes

de la edad de éste. Más bien, la cuestión de las aptitudes está relacionada con la

capacidad del testigo para comprender las preguntas que se le hacen como tal y para

responder de forma comprensible. Si el testigo no es capaz de comprender las preguntas

o de proporcionar respuestas inteligibles, es probable que su testimonio no sea

admisible para los fines de las actuaciones del tribunal. Sin embargo, en el caso de los

niños víctimas y testigos, las normas internacionales recomiendan que el testimonio

prestado por un menor no sea declarado inadmisible a la ligera. Por ejemplo, el párrafo

71
18 de las Directrices sobre la justicia concernientes a los niños víctimas y testigos se

basa en la presunción de que “todo niño deberá ser tratado como un testigo capaz”. De

hecho, en un estudio realizado sobre distintas legislaciones nacionales quedó

demostrado que es una buena práctica la presunción prima facie de la competencia de

un menor para testificar, con independencia de su edad. se estipula que un niño se

considerará testigo capaz (y su testimonio admisible), salvo que se demuestre lo

contrario mediante una prueba de capacidad. y posteriormente administrarse una prueba

de capacidad- únicamente si a juicio del tribunal existen razones imperiosas para ello.

Huelga decir que esas razones no pueden basarse únicamente en la edad del niño. Si el

niño no supera la prueba de capacidad, su testimonio será declarado inadmisible para los

efectos de las actuaciones del tribunal. Naturalmente, si el menor supera la prueba, su

declaración será admisible. Se trata de que la prueba de capacidad no se utilice de forma

sistemática con los niños víctimas y testigos. En cambio, las razones para que el tribunal

ordene dicha prueba deben ser imperiosas. Ese planteamiento está respaldado por las

prácticas nacionales. Así, por ejemplo, de acuerdo con la ley sobre declaración de

testigos de 1908, de Nueva Zelandia (Evidence Act 1908), el juez no podrá dar

instrucciones al jurado respecto de ninguna necesidad general de escrutinizar

meticulosamente la declaración de niños pequeños o sugerir a éste que, en general, los

niños tienden a inventar o distorsionar. Siempre que un niño preste testimonio en un

juicio por jurado, el juez ha de informar a éste de que la edad del niño por sí sola no le

inhabilita para prestar declaración y que no existe una edad precisa que determine esa

capacidad. Debe informarse al jurado de que la aptitud del menor depende de su

capacidad para comprender la diferencia entre la verdad y la falsedad, y entender la

importancia del deber de decir la verdad. La Ley modelo prevé otra dificultad jurídica

que afecta al testimonio de un menor, una vez establecida su admisibilidad. El tribunal

72
podrá dar un peso determinado al testimonio del menor en función de su edad, madurez

y capacidad para expresarse de forma inteligible. Una vez más, el tribunal no puede

fundamentar esa decisión únicamente en la edad del niño. El tribunal debe evaluar en su

conjunto la validez y veracidad del testimonio del menor, del mismo modo que lo haría

con cualquier otro testigo. Si previamente se ha efectuado una prueba de aptitud, los

resultados de ésta también pueden ser un factor pertinente en la evaluación. Las

legislaciones nacionales indican que es conveniente tener en cuenta factores como la

edad y madurez a la hora de evaluar la fiabilidad de un testimonio.

Por último, con independencia de si el niño presta o no testimonio, o de si dicho

testimonio se considera inadmisible, éste tendrá la posibilidad de expresar sus opiniones

con respecto a su participación en el proceso de justicia. ningún niño será obligado a

testificar en el proceso de justicia contra su voluntad o sin el conocimiento de sus padres

o tutor. También se vela porque se invita a estar presentes a los padres o al tutor del

menor que preste testimonio ante el tribunal. En la Ley modelo se incluyen, sin

embargo, varias excepciones lógicas para los casos en que los padres o el tutor sean los

presuntos autores del delito, el niño exprese su preocupación por estar acompañado por

sus padres o tutor, o el tribunal estime que es contrario al interés superior del niño.

7. APOYO EMOCIONAL A LOS NIÑOS VÍCTIMAS Y


TESTIGOS.

Además de los padres o el tutor del niño y su abogado, o cualquier otra persona

pertinente designada para prestar asistencia, el magistrado o juez competente permitirá a

73
la persona de apoyo que acompañe al niño víctima o testigo durante toda su

participación en el procedimiento judicial, con el fin de reducir el nivel de ansiedad o

estrés.

A petición del niño víctima o testigo, sus padres o tutor, su abogado, la persona de

apoyo, cualquier otra persona pertinente designada para prestar asistencia, o de oficio, el

tribunal podrá dictar, teniendo en cuenta el interés superior del niño, una o más de las

medidas siguientes para proteger la intimidad y el bienestar físico y mental del menor, y

evitar todo sufrimiento injustificado y victimización secundaria: dentro de estas medidas

se debe:

a) Suprimir de las actas del juicio todo nombre, dirección, lugar de trabajo,

profesión o cualquier otra información que pudiera servir para identificar al menor.

b) Prohibir al abogado defensor que desvele la identidad del niño o divulgue

cualquier otro material o información que pudiera conducir a su identificación.

c) Ordenar la no divulgación de cualquier acta en que se identifique al niño, hasta

que el tribunal lo considere oportuno.

d) Asignar un seudónimo o un número al niño, en cuyo caso el nombre completo y

la fecha de nacimiento del menor deberán revelarse al acusado en un período de

tiempo razonable para la preparación de su defensa.

e) Adoptar medidas para ocultar los rasgos o la descripción física del niño que

preste testimonio o para evitar todo daño o sufrimiento al menor, incluida la

prestación de declaración del modo siguiente.

i. Detrás de una pantalla opaca.

74
ii. Utilizando medios de alteración de la imagen o de la voz.

iii. Realizando el interrogatorio en otro lugar, transmitiéndolo a la sala de forma

simultánea a través de un circuito cerrado de televisión.

iv. Mediante grabación en vídeo del interrogatorio del niño testigo antes de la

celebración de la vista. En ese caso, el abogado del acusado asistirá a dicho

interrogatorio y se le dará la oportunidad de interrogar al niño víctima o

testigo.

v. A través de un intermediario cualificado y adecuado, como, por ejemplo, un

intérprete para niños con discapacidad auditiva, visual, del habla o de otro

tipo, entre otros.

f) Celebrando sesiones a puerta cerrada.

g) Ordenando que el acusado abandone la sala temporalmente, si el niño se niega a

prestar testimonio en su presencia o si las circunstancias son tales que podrían

impedir al niño decir la verdad en presencia de esa persona. En tales casos, el

abogado defensor permanecerá en la sala e interrogará al niño, quedando así

garantizado el derecho al careo del acusado.

h) Permitiendo supervisiones de las vistas durante el testimonio del niño.

i) Programando las vistas a horas del día apropiadas para la edad y madurez del niño.

j) Mediante la adopción de cualquier otra medida que el tribunal estime necesaria,

incluido el anonimato, cuando proceda, teniendo en cuenta el interés superior del

niño y los derechos del acusado.

75
CONCLUSIONES.

1. El sistema de justicia Penal juvenil tiene que concebirse como una inversión útil

y productiva igual que la salud, la educación y el empleo. Los adolescentes que

infringen la ley pueden ser recuperados en una proporción muy superior a los

delincuentes adultos, pero el tiempo para su recuperación es sumamente fugaz.

2. El Estado debe adoptar medidas preventivas urgentes en cuanto a la niñez en

Honduras, se debe fortalecer la educación en los sectores menos favorecidos de

la sociedad, así como los espacios de recreación y la Seguridad.

3. Debe focalizarse la reinserción de los menores de edad, ya que estos deben ser

vistos como personas que son incapaces de discernir de la misma manera en que

lo haría un adulto, debido a su falta de madurez y su corta edad, su rehabilitación

es de vital importancia para un Estado, ya que cuando un estado no se preocupa

por su niñez estamos ante un estado fallido.

4. Para la ejecución de las medidas socio-educativas y de orientación hay que

llegar a acuerdos con las entidades municipales, empresas privadas y con

asociaciones sin ánimo de lucro para el diseño de los correspondientes

76
programas y planes de trabajo individualizados. Las soluciones que se presentan

desde esta esfera no sólo son las más baratas, sino también las más transparentes

y responsabilizadoras. El trabajo consiste simplemente en identificar a las

posibles entidades colaboradoras, conocer las actividades que pueden ofrecer,

capacitar a sus equipos humanos sobre los contenidos de la colaboración y

formalizar los programas educativos para poder posteriormente proporcionarles

un empleo.

5. El desconocimiento de la psicología infantil es característico de los profesionales

de la justicia, que, por lo general, tratan a los niños como si fueran personas

mayores. cuando se trata de la declaración de un menor de edad por lo general ni

se plantea ese asesoramiento, porque considera que su conocimiento y

experiencia va a ser suficiente para saber si el niño dice o no la verdad. Por otro

lado, las mismas estrategias de defensa que se siguen en los pleitos entre adultos

se suelen reproducir cuando la víctima o el testigo es un niño; así, el abogado

defensor aconseja a su cliente declararse inocente durante todo el proceso y con

su interrogatorio tratará de poner nerviosa a la víctima para que su testimonio

pierda consistencia, sin reparar en el grave daño se puede estar causando en el

bienestar y desarrollo emocional del niño o de la niña. Por lo que es necesario

que, desde el Poder Judicial, el Ministerio Publico y el Colegio de Abogados de

Honduras, se lancen programas de capacitación masivas en ese sentido.

77
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79
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derecho penal especializado para niños, niñas y adolescentes en conflicto con la

Ley Penal.

18. Código de la Niñez y la Adolescencia de Honduras

19. Convención sobre los Derechos del Niño y, tales como las Directrices

20. Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de

delitos y del abuso de poder, aprobada por la Asamblea General en su resolución

40/34 de 29 de noviembre de 1985

21. Convención Interamericana sobre la Restitución Internacional de Menores

22. Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a la

participación de los niños en el conflicto armado

23. Convenio centroamericano para la protección de víctimas, testigos, peritos y

80
demás sujetos que intervienen en la investigación y en el proceso penal,

particularmente en la narcoactividad y delincuencia organizada

ANEXOS.

1. CLASIFICACIÓN Y SUB CLASIFICACIÓN DE

INFRACCIONES COMETIDAS POR LOS MENORES EN

CONFLICTO CON LA LEY PENAL.

CLASIFICACIÓN DE INFRACCIONES COMETIDAS POR LOS MENORES EN

CONFLICTO CON LA LEY PENAL.

DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD 1015

ADQUISICIÓN DE VEHÍCULO ROBADO. 13

ALLANAMIENTO DE MORADA. 21

APROPIACIÓN INDEBIDA. 1

DAÑOS. 19

DESARME DE VEHÍCULO AUTOMOTOR ROBADO. 1

DESMANTELAMIENTO DE VEHÍCULO AUTOMOTOR ROBADO. 1

ESTAFA. 2

81
CLASIFICACIÓN DE INFRACCIONES COMETIDAS POR LOS MENORES EN

CONFLICTO CON LA LEY PENAL.

EXTORSIÓN. 508

HURTO. 52

INCENDIO. 1

ROBO. 384

TENTATIVA DE ROBO. 8

TENTATIVA ROBO DE VEHÍCULO. 2

USURPACIÓN. 2

DELITOS RELACIONADOS A LAS DROGAS. 849

CONSUMO DE DROGA. 10

FACILITACIÓN DE MEDIOS DE TRANSPORTE PARA TRAFICO.


434
ILÍCITO DE DROGAS.

POSESIÓN DE DROGAS. 247

TRAFICO DE DROGAS. 158

DELITOS SEXUALES 452

ACTOS DE LUJURIA AGRAVADOS. 120

AGRESIÓN SEXUAL. 4

ESTUPRO. 1

FICHA DE PERSONAS EN SU MODALIDAD DE EXPLOTACIÓN


1
SEXUAL.

HOSTIGAMIENTO SEXUAL. 51

OTRAS AGRESIONES SEXUALES. 9

PORNOGRAFÍA INFANTIL. 4

PROXENETISMO. 1

RAPTO. 1

TENTATIVA DE VIOLACIÓN. 6

TRATA DE PERSONA AGRAVADO, EN MODALIDAD DE


1
EXPLOTACIÓN SEXUAL.

VIOLACIÓN. 252

82
CLASIFICACIÓN DE INFRACCIONES COMETIDAS POR LOS MENORES EN

CONFLICTO CON LA LEY PENAL.

VIOLACIÓN ESPECIAL. 1

DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD INTERIOR DEL ESTADO. 325

ASOCIACIÓN ILÍCITA. 12

PORTACIÓN ILEGAL DE ARMAS. 251

POSESIÓN ILEGAL DE ARMA DE FUEGO. 61

TENENCIA ILEGAL DE ARMA DE FUEGO DE USO PROHIBIDO Y


1
COMERCIAL.

DELITOS CONTRA LA VIDA. 194

ABORTO. 1

ASESINATO. 73

FEMICIDIO. 2

HOMICIDIO. 62

HOMICIDIO CULPOSO. 6

INDUCCIÓN AL SUICIDIO. 1

INFANTICIDIO. 2

PARRICIDIO. 2

TENTATIVA DE ASESINATO. 43

TENTATIVA DE FEMICIDIO. 1

TENTATIVA DE INFANTICIDIO. 1

DELITOS CONTRA EL ORDEN DE FAMILIA. 179

ABANDONO. 1

MALTRATO FAMILIAR. 20

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR. 158

DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. 112

ATENTADO. 44

COHECHO. 1

CONTRABANDO. 5

83
CLASIFICACIÓN DE INFRACCIONES COMETIDAS POR LOS MENORES EN

CONFLICTO CON LA LEY PENAL.

DETENCIÓN EDIFICIO PUBLICO. 5

ENCUBRIMIENTO. 4

EVASIÓN. 37

FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTOS PÚBLICOS POR SU USO. 1

FALSO TESTIMONIO. 3

TENTATIVA DE EVASIÓN. 1

USO DE DOCUMENTOS. 1

USO INDEBIDO DE INDUMENTARIA POLICIAL. 2

USO INDEBIDO DE NOMBRE. 4

USURPACIÓN DEL ESTADO CIVIL. 4

DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD CORPORAL. 73

LESIONES. 73

DELITOS CONTRA LA LIBERTAD DE DETERMINACIÓN. 45

AMENAZAS. 45

DELITOS CONTRA EL MEDIO AMBIENTE. 37

ALMACENAMIENTO DE SUSTANCIAS TOXICAS Y


1
CONTAMINANTES.

APROVECHAMIENTO ILEGAL DE SUBPRODUCTO FORESTAL. 5

COMERCIALIZACIÓN DE FAUNA. 6

CORTE Y APROVECHAMIENTO ILEGAL DE PRODUCTOS Y SUB


8
PRODUCTOS FORESTALES.

DESCOMBRO. 5

EXPLOTACIÓN ILEGAL DE RECURSOS NATURALES. 4

TRANSPORTE ILEGAL DE PRODUCTO FORESTAL. 8

FALTAS. 19

FALTA CONTRA LAS BUENAS COSTUMBRES. 2

FALTA CONTRA LAS PERSONAS. 11

84
CLASIFICACIÓN DE INFRACCIONES COMETIDAS POR LOS MENORES EN

CONFLICTO CON LA LEY PENAL.

FALTAS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO. 4

INCESTO. 1

INCUMPLIMIENTO DEL DEBER DE ASISTENCIA Y SUSTENTO


1
FAMILIAR.

DELITOS CONTRA LA LIBERTAD PERSONAL. 13

PRIVACIÓN INJUSTA DE LA LIBERTAD. 3

SECUESTRO. 2

SUSTRACCIÓN DE MENOR. 2

SUSTRACCIÓN DE MENORES. 3

TRAFICO DE PERSONA. 2

TRATA DE PERSONAS. 1

DELITOS CONTRA LA ECONOMÍA DEL ESTADO DE HONDURAS. 1

LAVADO DE ACTIVOS. 1

TOTAL 3,314

85
2. DELITOS COMETIDOS POR MENORES QUE NO TIENEN

EDUCACIÓN.

DELITO. CANTIDAD.

DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD. 122

DELITOS RELACIONADOS A LAS DROGAS. 88

DELITOS SEXUALES. 73

DELITOS CONTRA LA VIDA. 35

DELITOS CONTRA EL ORDEN DE FAMILIA. 26

DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD.


26
INTERIOR DEL ESTADO.

DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD


13
CORPORAL.

DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN


10
PÚBLICA.

DELITOS CONTRA EL MEDIO AMBIENTE. 9

86
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD DE
7
DETERMINACIÓN.

FALTAS. 4

DELITOS CONTRA LA LIBERTAD


1
PERSONAL.

TOTAL 414

Datos primarios obtenidos de Poder Judicial, a través de solicitud SOL-PJ-1555-202.

Estos cuadros se obtienen del procesamiento de esa información.

87
3. ACUSACIÓN DE MENOR INFRACTOR.

88
89
90
91
92
93
4. ACTA DE AUDIENCIA DE VINCULACIÓN AL PROCESO.

94
95
96
97
98
99
5. ACTA DE AUDIENCIA INTERMEDIA.

100
101
102
103
6. ACTA DE AUDIENCIA DE PROPOSICIÓN DE PRUEBAS

104
105
106
7. ACTA DE DEBATE DE MENOR INFRACTOR.

107
108
109
110
8. ACTA DE AUDIENCIA DE REVISIÓN DE SUSPENSIÓN
DEL PROCESO A PRUEBA.

111
112
113

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