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Unidad 2

LA FASE DE INSTRUCCIÓN
Contenido
1. OBJETIVO. .................................................................................................................................. 3
2. NORMATIVA APLICABLE E INICIO DE LAS ACTUACIONES PENALES DE INSTRUCCIÓN. ................... 3
2.1. DENUNCIA......................................................................................................................................... 8
2.2. QUERELLA. ...................................................................................................................................... 10
2.3. ATESTADO POLICIAL. ...................................................................................................................... 12
2.4. OTROS SUPUESTOS. ........................................................................................................................ 15
3. LAS DILIGENCIAS DE INSTRUCCIÓN............................................................................................ 15
3.1 DECLARACIÓN DE IMPUTADO O INVESTIGADO. ............................................................................. 18
3.2 OFRECIMIENTO DE ACCIONES A LA VÍCTIMA Y DECLARACIÓN DE ESTA. ....................................... 20
3.3 DECLARACIONES DE TESTIGOS. ....................................................................................................... 23
3.4 CAREO ENTRE LOS TESTIGOS Y LOS PROCESADOS. ......................................................................... 24
3.5 RUEDA DE RECONOCIMIENTO......................................................................................................... 24
3.6 PRUEBAS PERICIALES. ...................................................................................................................... 26
4. EL SECRETO DE LAS ACTUACIONES. ........................................................................................... 38
5. ADOPCIÓN DE MEDIDAS RESTRICTIVAS DE DERECHOS: MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES Y
REALES. .................................................................................................................................... 39
5.1. CITACIÓN ........................................................................................................................................ 40
5.2. DETENCIÓN ..................................................................................................................................... 41
5.3. PRISIÓN PROVISIONAL. ................................................................................................................... 44
5.4. LIBERTAD BAJO FIANZA. ................................................................................................................. 48
5.5. PRIVACIÓN DE PERMISO DE CONDUCCIÓN DE VEHÍCULOS A MOTOR Y CI-.................................. 48
5.6. RETENCIÓN DE PASAPORTE ............................................................................................................ 49
5.7. SALIDA DEL DOMICILIO Y PROHIBICIONES DE RESIDIR EN UN DETERMINADO ............................. 49
5.8. PROHIBICIÓN DE APROXIMARSE A LA VÍCTIMA. ............................................................................ 50
5.9. PROHIBICIÓN DE COMUNICACIÓN CON LA VÍCTIMA. .................................................................... 50
6. MEDIDAS CAUTELARES REALES. ........................................................................................................... 52
7. AUXILIO JUDICIAL. COMISIONES ROGATORIAS Y COOPERACIÓN JURÍDICA INTERNACIONAL. ........ 58
8. PRUEBA ANTICIPADA Y PRECONSTITUIDA. ................................................................................... 59

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La fase de Instrucción. Unidad 2

1. OBJETIVO.

Con este módulo se pretende dar al alumnado las nociones básicas sobre la fase de
instrucción, de investigación, de los hechos criminales. Desde que se ha tenido noticia de los
mismos en el órgano judicial hasta que dé comienzo la fase intermedia de calificación de los
hechos delictivos que posteriormente serán examinados en el acto de juicio oral. Igualmente
nos detendremos en el análisis de las medidas cautelares que se pueden adoptar para
asegurar bien la celebración del juicio oral, bien las consecuencias que se pudieran derivar
del dictado de una Sentencia condenatoria.

2. NORMATIVA APLICABLE E INICIO DE LAS ACTUACIONES PENALES DE


INSTRUCCIÓN.

El enjuiciamiento de las conductas que pudieran considerarse delictivas se diversifica


en nuestro ordenamiento procesal sobre la consideración esencial de la pena que pudiera
imponerse. Como ya vimos en el módulo anterior existen distintos procedimientos que
regulados bien en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, bien en la Ley del Jurado o bien en la
Ley de Responsabilidad penal del menor han de tenerse en cuenta. Dicho esto, no es menos
cierto que por la consideración de nuestro sistema desde el prisma del denominado
acusatorio formal o mixto, y por la separación del proceso en al menos dos fases
diferenciadas, hemos de separar la fase de instrucción de la de enjuiciamiento, y que estas
vienen atribuidas a órganos distintos.

En este módulo nos detendremos en la fase instructora, y tomaremos como base la


regulación que para el sumario se prevé en la LECrim, por ser esta aplicable con carácter
supletorio, si bien no dejaremos de reseñar las particularidades propias que para el
procedimiento abreviado se prevén, pues es este el que en definitiva es el más aplicado en
la vida cotidiana de los órganos judiciales.

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La propia LECrim viene a determinar un concepto propio de lo que se ha de entender


por sumario, que recordemos es la fase de instrucción del procedimiento ordinario por
delitos graves, al indicar que “Constituyen el sumario las actuaciones encaminadas a
preparar el juicio y practicadas para averiguar y hacer constar la perpetración de los delitos
con todas las circunstancias que puedan influir en su calificación, y la culpabilidad de los
delincuentes, asegurando sus personas y las responsabilidades pecuniarias de los mismos. “
art. 299 LECrim.

Teniendo en cuenta esta conceptuación, se ha entendido tradicionalmente que esta


fase del procedimiento cumple una serie de funciones:

1. Comprobación de los hechos que revisten caracteres delictivos.

2. Emisión de un juicio de probabilidad sobre la realidad de este hecho, su


significación delictiva y la identidad del responsable.

3. Preparación del eventual juicio aportando tanto los elementos favorables a la


acusación como a la defensa y adoptando medidas cautelares para asegurar la
celebración del juicio y la efectividad de la Sentencia.

En esta fase habrá que practicar una serie de diligencias de investigación para la
comprobación de los hechos, y habrá de tenerse muy en cuenta tanto la normativa procesal
aplicable, prevista en la LECrim, como la jurisprudencia que de los Tribunales se extrae, pues
muchas de estas diligencias limitan o restringen derechos fundamentales de las personas
investigadas que necesitan de un plus de protección, que requieren de una decisión judicial
para su restricción. Hemos de tener en cuenta otra consideración y es que en principio de lo
actuado en el sumario, esto es el contenido de la instrucción carece de eficacia probatoria,
pues solo es prueba aquella que se practica contradictoriamente en el acto de juicio oral,
dicho esto existen diligencias que serán irreproducibles en el plenario, o pruebas que se
preconstituyen, como veremos más adelante, que si tienen o se les atribuye este valor si se
practicaron con las debidas garantías.

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Esta fase de investigación judicial de los hechos delictivos corresponde como ya


vimos a los Jueces de Instrucción, al Juzgado de violencia sobre la mujer para los delitos de
su competencia o al magistrado designado si el conocimiento correspondiera al Tribunal
Superior de Justicia o al Tribunal Supremo por encontrarse aforado el imputado, o
investigado según la nueva terminología.

Aun cuando podemos entender que la fase de instrucción es de libre configuración


para el Juez instructor, este habrá de tener en cuenta que la Ley de Enjuiciamiento determina
de forma general su contenido necesario, pero es el Juez, caso por caso y en función de las
circunstancias particulares de cada supuesto el que ha de determinar no sólo qué diligencias
han de practicarse sino el orden de las mismas. Es importante, no obstante, reseñar que la
instrucción debe contener lo estrictamente indispensable para decidir bien el
sobreseimiento o bien la continuación del proceso y no debe extenderse en diligencias
inútiles, innecesarias y no conducentes a esos fines.

Es en esta conceptuación de una instrucción ágil y rápida donde se vienen a reflejar


las últimas reformas procesales llevadas a cabo.

El art. 324 de la LECrim, que si bien en la reforma de 2015 establecía un plazo máximo
de 6 meses desde la fecha del auto de incoación de sumario o de las diligencias previas para
la práctica de las diligencias de instrucción, ha sufrido una reforma por Ley 2/20 de 27 de
julio en el sentido de que la investigación judicial se desarrollará por un plazo máximo de 12
meses desde la incoación.

En esta reforma desaparece el concepto de complejidad para posibilitar, bien de


oficio bien a instancia de parte, la prorroga sucesiva por periodos no superiores a 6 meses,
siempre con anterioridad a la finalización del plazo cuando no es posible la finalización de la
investigación.

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La petición de prorroga se resuelve por Auto. Las diligencias acordadas antes del
transcurso de los plazos serán válidas, sin perjuicio de que su recepción sea tras la expiración
de los mismos. No siendo válidas las diligencias acordadas tras estos plazos, si no se hubiera
acordado la prórroga.

Se pretende con el establecimiento de estos plazos, dar una respuesta a la demanda


social que considera que la justicia es demasiado lenta y que los procedimientos penales
deben de durar menos por cuestiones no solo que afectan a las víctimas de los hechos
delictivos que necesitan de una respuesta rápida, sino también a los propios encausados,
pues muchas veces el retraso en el enjuiciamiento de los asuntos en los que están
involucrados puedan terminar en resoluciones que legales son a la vez injustas.

Si bien establecer sin más un límite máximo a la duración de la instrucción se ha


evidenciado pernicioso por cuanto puede conducir a la impunidad de la persecución de
delitos complejos, no es menos cierto que establecer ciertos límites a la duración de la
instrucción supone una garantía para el derecho de los justiciables.

Es destacable igualmente la reforma introducida por la LO 10/22 en el art. 13 LECrim


al indicar que “Se consideran como primeras diligencias la de consignar las pruebas del delito
que puedan desaparecer, la de recoger y poner en custodia cuanto conduzca a su
comprobación y a la identificación del delincuente, la de detener, en su caso, a los presuntos
responsables del delito, y la de proteger a los ofendidos o perjudicados por el mismo, a sus
familiares o a otras personas, pudiendo acordarse a tal efecto las medidas cautelares a las
que se refiere el artículo 544 bis o la orden de protección prevista en el artículo 544 ter de
esta ley.

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En la instrucción de delitos cometidos a través de internet, del teléfono o de cualquier


otra tecnología de la información o de la comunicación, el juzgado podrá acordar, como
primeras diligencias, de oficio o a instancia de parte, las medidas cautelares consistentes en
la retirada provisional de contenidos ilícitos, en la interrupción provisional de los servicios
que ofrezcan dichos contenidos o en el bloqueo provisional de unos y otros cuando radiquen
en el extranjero”.

Antes de adentrarnos en el análisis de algunas de las distintas diligencias de


investigación que se pueden acordar durante la fase de instrucción, y de las medidas
cautelares, personales y reales que se adoptan en la tramitación procedimental de este
periodo, hemos de indicar que para que se inicie este el órgano judicial ha de tener
conocimiento de la comisión de un hecho delictivo, tradicionalmente denominado como
“notitia criminis”, esta puede venir remitida por diversos medios:

- Puesta en conocimiento de la llevada a cabo por el Ministerio Fiscal, quien podrá


realizar previamente a la existencia de actuaciones judiciales una investigación preliminar, y
en esta acordar la práctica de determinadas diligencias, con las que se obtendrá un resultado
que habrá de poner en conocimiento judicial, si no son archivadas. (Art. 773.2 LECrim). Esta
investigación del Ministerio Fiscal vendrá limitada en la restricción de los Derechos
Fundamentales de los investigados, para la cual deberá solicitar el amparo judicial, y dejar
desde entonces la misma, pues ya se han incoarían diligencias judiciales de investigación.

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3. 2.1. DENUNCIA.

Es un documento en que se da noticia a la autoridad


competente de la comisión de un delito, incluyendo en esto
a los atestados policiales a los cuales la propia LECrim otorga
este valor. Señala la LECrim en su art. 259 que “El que
presenciare la perpetración de cualquier delito público está
obligado a ponerlo inmediatamente en conocimiento del
Juez de instrucción...”, esta obligación no comprende a los
impúberes ni a los no gozaren del pleno uso de su razón.
Tampoco existe esa obligación para el cónyuge del
delincuente o situaciones asimiladas de afectividad, sus
familiares ascendientes y descendientes del delincuente y sus colaterales hasta el segundo
grado inclusive.
Si bien, introducido por la LO 8/21 de 4 de junio , esta disposición no será aplicable
cuando se trate de un delito contra la vida, de un delito de homicidio, de un delito de lesiones
de los artículos 149 y 150 del Código Penal, de un delito de maltrato habitual previsto en el
artículo 173.2 del Código Penal, de un delito contra la libertad o contra la libertad e
indemnidad sexual o de un delito de trata de seres humanos y la víctima del delito sea una
persona menor de edad o una persona con discapacidad necesitada de especial protección
Se excluye de la obligación de denunciar igualmente, aunque por razón de su
profesión si la tuvieran, los Abogados ni a los Procuradores respecto de las instrucciones o
explicaciones que recibieren de sus clientes. Tampoco comprenderá a los eclesiásticos y
ministros de cultos disidentes respecto de las noticias que se les hubieren revelado en el
ejercicio de las funciones de su ministerio.
Señala por su parte el art. 264 LECrim que el que por cualquier medio diferente de los
mencionados tuviere conocimiento de la perpetración de algún delito de los que deben
perseguirse de oficio, deberá denunciarlo al Ministerio Fiscal, al Tribunal competente o al

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Juez de instrucción o municipal, o funcionario de policía, sin que se entienda obligado por
esto a probar los hechos denunciados ni a formalizar querella.

El denunciador no contraerá en ningún caso otra responsabilidad que la


correspondiente a los delitos que hubiese cometido por medio de la denuncia, o con su
ocasión. (Supuestos de denuncia falsa darán lugar a la comisión de este tipo delictivo).

En todo caso las denuncias podrán hacerse por escrito o de palabra, personalmente
o por medio de mandatario con poder especial. Bien ante el Juzgado de Guardia, bien ante
las fuerzas y cuerpos de Seguridad.

En cambio, cuando la denuncia sea verbal, se extenderá un acta por quien la


recibiere, en la que, en forma de declaración, se expresarán cuantas noticias tenga el
denunciante relativas al hecho denunciado y a sus circunstancias, firmándola a continuación.
Conforme a la Ley 4/15 del Estatuto de la víctima, el denunciante tiene derecho a obtener
copia de la denuncia en el momento de presentar esta.

Las denuncias se recogerán normalmente en sede policial o judicial, pero nada


impide como hemos visto su presentación como escrito y en esa forma. Si es así presentada,
habrá de citársele para su ratificación y una vez incoado el procedimiento penal al
denunciante a fin de realizar el oportuno ofrecimiento de acciones si es víctima del delito, y
al igual que para el resto, habrá de citársele a prestar declaración para el supuesto de tener
que completarse su denuncia o para aclarar cualquier circunstancia de la misma. Las víctimas
del hecho delictivo tienen derecho a recibir información en los Servicios de Atención a las
Víctimas al momento de interponer la denuncia, con la finalidad de conocer los derechos
que le amparan, como la posibilidad de justicia gratuita o en los supuestos de víctimas de
violencia de genero la asistencia letrada desde el mismo momento de interposición de la
misma.

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El derecho a interponer la denuncia ampara a toda persona, pero en muchas


ocasiones desde el momento de la comparecencia en la que se formula esta se puede
vislumbrar que los hechos que se relatan no constituirían hechos delictivos, en estos
supuestos se ha informar al denunciante de estas circunstancias y para el caso que quiera
continuar con la misma se ha de recoger la denuncia, sin perjuicio de que posteriormente se
dictará la oportuna resolución judicial acordando el sobreseimiento y archivo de la causa,
cuestión esta, que en virtud de le Ley del Estatuto de la víctima habrá de notificarse. A estos
efectos, y para el supuesto de que la causa haya de continuar, se ha de recoger claramente
todos los datos de identificación del denunciante, así como todos los posibles datos de
contacto con el mismo, dirección, número de teléfono, y a los efectos de posibilitar la
notificación de las resoluciones que se vayan dictando en el procedimiento habrá de
comunicar una dirección de correo electrónico o email.

4. 2.2. QUERELLA.

Fórmula más formal de dar noticia al órgano judicial de la comisión de un hechos


delictivo, en la que además de poner este en conocimiento se le está comunicando a este
que se ejercita igualmente la acción penal, para su interposición se han de reunir una serie
de requisitos entre ellos que se habrá de interponer ente el Juez de Instrucción competente,
que solo se podrá interponer bien por los ofendidos por el delito, con independencia de ser
o no nacional de España, o bien todo español mediante el ejercicio de la acción popular ,
posibilidad esta última que ha quedado un poco desvirtuada por la redacción dada a los arts.
118 y 119 de la LECrim por la Ley reguladora del Estatuto de la Víctima.

El Ministerio Fiscal ejercitarán también, en forma de querella, las acciones penales


en los casos en que estuvieren obligados.

Debe tener una serie de requisitos la querella, entre los que destacan que se
presentará siempre por medio de Procurador con poder bastante y suscrita por Letrado y en
ella se expresará:

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El Juez o Tribunal ante quien se presente. El nombre, apellidos y vecindad del


querellante. El nombre, apellidos y vecindad del querellado. En el caso de ignorarse estas
circunstancias, se deberá hacer la designación del querellado por las señas que mejor
pudieran darle a conocer. La relación circunstanciada del hecho, como expresión del lugar,
año, mes, día y hora en que se ejecute, si se supieren. Expresión de las diligencias que se
deberán practicar para la comprobación del hecho. La petición de que se admita la querella,
se practiquen las diligencias indicadas en el número anterior, se proceda a la detención y
prisión del presunto culpable o a exigirle la fianza de libertad provisional, y se acuerde el
embargo de sus bienes en la cantidad necesaria en los casos en que así proceda.

En los delitos de calumnia o injuria causadas en juicio se presentará además la


licencia del Juez o Tribunal que hubiese conocido de aquél, con arreglo a lo dispuesto en el
Código Penal.

El particular querellante prestará fianza de la clase y en la cuantía que fijare el Juez o


Tribunal para responder de las resultas del juicio. Quedan exentos el ofendido y sus
herederos o representantes legales.

La inadmisión de la querella no implicará siempre el archivo del procedimiento, pues


la falta de los requisitos formales de la misma no impide que se pueda tener a la misma como
denuncia de los hechos que puedan revestir carácter delictivo, siendo esto así el órgano
judicial habrá de iniciar el procedimiento penal acordando practicar las diligencias de
investigación que correspondan, esto es así para los delitos de carácter público y
semiprivados, que requieren de denuncia del ofendido, pero no para los delitos privados en
los que necesariamente la inadmisión de la querella dará lugar al archivo del procedimiento.

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2.3. ATESTADO POLICIAL.

A pesar de la escasa importancia que concede la Ley de Enjuiciamiento Criminal (de


aquí en adelante LEcrim), al atestado, la gran mayoría de los procesos penales se inician
mediante el mismo. Son numerosos los casos que el atestado policial tiene una gran
influencia en el desarrollo de la instrucción judicial y, aun cuando el atestado no constituye,
en principio, prueba en sí mismo no es menos cierto que podrá constituirse como prueba
preconstituida en aquellos supuestos que se recojan circunstancias que sean irreproducibles
en el acto de juicio oral.

En cuanto a su regulación legal nos la encontramos en la, sin duda desfasada y


perecedera, LECRim en los artículos 292 y siguientes, no recogiendo propiamente una
definición del atestado policial, en resumen, vienen a señalar que:

Los funcionarios de Policía judicial extenderán, bien en papel sellado, bien en papel
común, un atestado de las diligencias que practiquen, en el cual especificarán con la mayor
exactitud los hechos por ellos averiguados, insertando las declaraciones e informes recibidos
y anotando todas las circunstancias que hubiesen observado y pudiesen ser prueba o indicio
del delito.

La Policía Judicial remitirá con el atestado un


informe dando cuenta de las detenciones anteriores y
de la existencia de requisitorias para su llamamiento
y busca cuando así conste en sus bases de datos.

El atestado será firmado por el que se lo haya


extendido, y por las personas y peritos que hayan
intervenido en las diligencias relacionadas con el
mismo.

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En ningún caso, salvo el de fuerza mayor, los funcionarios de Policía judicial podrán
dejar transcurrir más de veinticuatro horas sin dar conocimiento a la Autoridad Judicial o al
Ministerio Fiscal de las diligencias que hubieren practicado.

Cuando hubieren practicado diligencias por orden o requerimiento de la Autoridad


judicial o del Ministerio Fiscal, comunicarán el resultado obtenido en los plazos que en la
orden o en el requerimiento se hubiesen fijado.

Teniendo en cuenta este precepto, debemos entender que el atestado policial lo


constituye aquel documento extendido por los funcionarios policiales en el que se recogen
las diligencias practicadas por los mismos, con la finalidad de averiguación de hechos
delictivos de los cuales han tenido noticia, y del cual se ha de dar traslado necesariamente a
la autoridad judicial para su conocimiento.

La LECrim concibe el Atestado, como el documento previo al sumario judicial, en el


que se recogen, lo más fielmente posible todas las diligencias policiales (pesquisas,
declaraciones de testigos, indicios, etc.) desarrolladas en relación con un ilícito penal, esto
es, la descripción de lo averiguado y de lo acontecido respecto del mismo.

Los atestados que redactaren y las manifestaciones que hicieren los funcionarios de
Policía judicial, a consecuencia de las averiguaciones que hubiesen practicado, se
considerarán denuncias para los efectos legales.

Las demás declaraciones que prestaren deberán ser firmadas, tendrán el valor de
declaraciones testificales en cuanto se refieran a hechos de conocimiento propio.

Podemos definir el atestado como el conjunto de diligencias instruidas por la Policía


Judicial, encaminadas a averiguar la existencia de un delito y demás circunstancias que se
hayan producido en la ocurrencia del mismo, descubrir y asegurar al delincuente para
ponerlo a disposición de la Autoridad Judicial en los casos que la Ley así lo señale, y consignar

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las pruebas del delito recogiendo y poniendo bajo custodia cuanto conduzca a su
comprobación.

El atestado es un documento anterior a la actuación del Juez, cuya finalidad consiste


en poner en conocimiento de éste o del Fiscal una conducta o un hecho que pudiera revestir
los caracteres de delito. De considerarse por la Autoridad Judicial que la conducta o el hecho
denunciado está tipificado como delito se originará la apertura del sumario penal.

En todo caso, los funcionarios de Policía judicial están obligados a observar


estrictamente las formalidades legales en cuantas diligencias practiquen, y se abstendrán
bajo su responsabilidad de usar medios de averiguación que la Ley no autorice.

Los atestados se confeccionaran conforme a las circulares que el Ministerio del


Interior emite para las fuerzas y cuerpos de Seguridad, pero en ellos además de la exposición
de los hechos delictivos o la denuncia recogida por particular se han de plasmar una serie de
diligencias iniciales, como son las de identificación, de toma de declaraciones, de lectura de
derechos a los detenidos o a los investigados a quienes se tome declaración, de valoración
de riesgo en los supuesto de violencia de género, de plasmación de antecedentes policiales,
de depósito de efectos intervenidos y de remisión al órgano judicial entre otras muchas.
Señala el art. 284 de la LECRim en su última redacción que cuando no exista autor conocido
del delito (supuesto que supondría el dictado de un auto de sobreseimiento provisional del
art. 641.2 LECrim, SP2), la policía conservará el atestado a disposición del MF y de la
autoridad judicial, sin enviarlo salvo que se trate de delitos contra la vida, integridad física o
libertad sexual, que hayan practicado diligencias con resultado o que se solicite por el MF o
por la Juez. Esta previsión supone una novedad frente a la anterior regulación, pues, muy a
pesar de la policía, la mayor parte de los atestados policiales vienen referidos a
determinados tipos delictivos, hurtos o robos, en los que la identificación del autor de los
mismos es o muy complicada o imposible de realizar, por las circunstancias de ocurrencia de
los hechos. Esto da lugar a un alto porcentaje de archivos por sobreseimiento provisional en
los órganos judiciales de instrucción.

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2.4. OTROS SUPUESTOS.

Si bien las actuaciones judiciales en fase de instrucción se inician de diversas


maneras ya vistas, y que constituyen en su dimensión el mayor porcentaje, no por ello
debemos dejar de señalar otras posibilidades de inicio como podrían ser la diligencia de
levantamiento de cadáver, la presentación de parte de lesiones, los testimonios de
particulares de cualquier procedimiento penal o cualquier medio que pudiera dar noticia al
Juzgado de Guardia de la producción de un hecho que revista caracteres de delito y pudiera
generar la actuación del mismo.

5. LAS DILIGENCIAS DE INSTRUCCIÓN.

Como ya sabemos constituyen el sumario, o la fase de instrucción, las actuaciones


encaminadas a preparar el juicio y practicadas para averiguar y hacer constar la perpetración
de los delitos con todas las circunstancias que puedan influir en su calificación, culpabilidad
del delincuente. Pues bien todas estas actuaciones de investigación que durante esta fase se
podrán practicar han de tender, no solo como se podría pensar a buscar elementos de
convicción sobre la comisión del hecho delictivo y las circunstancias que pudieran facilitar la
condena del autor del mismo, sino que es más extensa, pues también habrán de realizarse
aquellas que por poder afectar a la culpabilidad de este se han de tener en cuenta, este es
el caso de pruebas médico forenses sobre la imputabilidad del delincuente o sobre la
drogadicción del mismo.

En el ámbito de la regulación propia del Procedimiento abreviado se prevé que El Juez


ordenará a la Policía Judicial o practicará por sí las diligencias necesarias encaminadas a
determinar la naturaleza y circunstancias del hecho, las personas que en él hayan participado
y el órgano competente para el enjuiciamiento, dando cuenta al Ministerio Fiscal de su
incoación y de los hechos que la determinen. Se emplearán para ello los medios comunes y
ordinarios que establece esta Ley, con las modificaciones establecidas en el presente Título.

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En atención a lo expuesto se prevé igualmente que sea ya la policía judicial quien


adelante ciertas diligencias, así el artículo 769 de la LECRim indica que tan pronto como tenga
conocimiento de un hecho que revista caracteres de delito, la Policía judicial observará las
reglas establecidas en este capítulo.

Acudirá de inmediato al lugar de los hechos y realizará las siguientes diligencias:

1. Requerirá la presencia de cualquier facultativo o personal sanitario que fuere


habido para prestar, si fuere necesario, los oportunos auxilios al ofendido.

2. Acompañará al acta de constancia fotografías o cualquier otro soporte


magnético o de reproducción de la imagen, cuando sea pertinente para el esclarecimiento
del hecho punible y exista riesgo de desaparición de sus fuentes de prueba.

3. Recogerá y custodiará en todo caso los efectos, instrumentos o pruebas del


delito de cuya desaparición hubiere peligro, para ponerlos a disposición de la autoridad
judicial.

4. Si se hubiere producido la muerte de alguna persona y el cadáver se hallare


en la vía pública, en la vía férrea o en otro lugar de tránsito, lo trasladará al lugar próximo
que resulte más idóneo dentro de las circunstancias, restableciendo el servicio interrumpido
y dando cuenta de inmediato a la autoridad judicial. Reseñando previamente la posición del
interfecto, obteniéndose fotografías y señalando sobre el lugar la situación exacta que
ocupaba.

5. Tomará los datos personales y dirección de las personas que se encuentren en


el lugar en que se cometió el hecho, así como cualquier otro dato que ayude a su
identificación y localización, tales como lugar habitual de trabajo, números de teléfono fijo
o móvil, número de fax o dirección de correo electrónico.

6. Intervendrá, de resultar procedente, el vehículo y retendrá el permiso de


circulación del mismo y el permiso de conducir de la persona a la que se impute el hecho.

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En el tiempo imprescindible y, en todo caso, durante el tiempo de la detención, si la


hubiere, la Policía Judicial practicará las siguientes diligencias:

1. Cumplirá con los deberes de información a las víctimas que prevé la legislación
vigente. En particular, informará al ofendido y al perjudicado por el delito de forma escrita
de los derechos que les asisten de acuerdo con lo establecido en los artículos 109 y 110. Se
instruirá al ofendido de su derecho a mostrarse parte en la causa sin necesidad de formular
querella y, tanto al ofendido como al perjudicado, de su derecho a nombrar Abogado o instar
el nombramiento de Abogado de oficio en caso de ser titulares del derecho a la asistencia
jurídica gratuita, de su derecho a, una vez personados en la causa, tomar conocimiento de
lo actuado, sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 301 y 302, e instar lo que a su
derecho convenga. Asimismo, se les informará de que, de no personarse en la causa y no
hacer renuncia ni reserva de acciones civiles, el Ministerio Fiscal las ejercitará si
correspondiere.

2. Informará en la forma más comprensible al imputado no detenido de cuáles


son los hechos que se le atribuyen y de los derechos que le asisten.

La Policía extenderá el atestado de acuerdo con las normas generales de esta Ley y lo
entregará al Juzgado competente, pondrá a su disposición a los detenidos, si los hubiere, y
remitirá copia al Ministerio Fiscal.

Sin pretender hacer una enumeración y análisis cerrado de las diligencias que en esta
fase de instrucción se pueden llevar a cabo, vamos a analizar las que más habitualmente se
practican, describiendo someramente la misma y profundizando en los problemas prácticos
que su realización conlleva.

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3.1 DECLARACIÓN DE IMPUTADO O INVESTIGADO.

Diligencia sin duda principal del


procedimiento, en cuanto necesaria en su práctica,
puesto que si no es practicada el procedimiento no
puede verse culminado, pues no podrá acordarse la
apertura de juicio oral sin haber sido escuchado el
imputado. Caso de no ser este localizado para
prestar declaración se acordará su busca y
presentación a tal fin librando la correspondiente
requisitoria a las fuerzas y cuerpos de seguridad del
estado. A tal fin se habrá de anotar la misma en los
Registros establecidos al efecto (SIRAJ) incorporando la documentación necesaria para la
práctica de tal diligencia si fuere hallado y detenido el reclamado. En tanto sea localizado
habrá de declarársele en situación de rebeldía, esta situación supone que el procedimiento
no podrá continuar si fuera el supuesto de que solo el rebelde es el imputado, pues si no
fuera así, hubiera más de un imputado, habrá de continuarse para el resto, dejando
testimonio suficiente de las actuaciones en el Juzgado Instructor para cuando fuera hallado.
Esta declaración podrá prestarse en calidad de detenido o sin necesidad de esta, si
bien en el primer supuesto será conducido por las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado
y en el segundo no, y que en el primer supuesto habrá de resolverse sobre su situación
personal tras la práctica de la declaración. Una vez presentado el detenido, o comparecido
el imputado que ha sido previamente citado, con las formalidades necesarias, pues para
adoptar cualquier medida en caso de incomparecencia habrá de constar que se realizó la
citación correctamente, se habrá de identificar al mismo, mediante su DNI, pasaporte, NIE o
cualquier otro documento que sirva realmente para ello. En relación al detenido, la policía
habrá hecho constar su identidad y acompañado al atestado policial su hoja de filiación,
reseña policial.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Tomado los datos del mismo, y del Letrado que le vaya asistir a la declaración, bien
designado por el o bien de oficio, para lo cual habrá de procurarse la puesta en conocimiento
del colegio de abogados correspondiente para que procedan a designar al mismo con
antelación a la declaración y así evitar esperas innecesarias, habrá de procederse por el
Secretario Judicial a la lectura de los derechos del mismo, derechos que señalan los arts. 118
y 520 LECrim, y entre los que destacaremos el de la asistencia letrada a la declaración,
derecho a entrevistarse previamente con el letrado, derecho a ser examinado por el médico
forense y el derecho a la asistencia de un intérprete y a la traducción de determinadas
resoluciones judiciales, entre ellas aquellas por las cuales se acuerde la adopción de medidas
cautelares de carácter personal, el auto de apertura de juicio oral y el escrito de calificación
del Ministerio Fiscal.

Si existiera acusación particular personada en las actuaciones se habrá de citar a la


misma a la toma de declaración del imputado, pues tiene derecho a estar presente en la
misma y a realizar preguntas al imputado.

En cuanto al contenido de la declaración, bien del detenido, bien del imputado, se


ha de señalar que además de tener los derechos a no declarar si no quiere o no contestar a
las preguntas que se le formulen o a no confesarse culpable, esta se habrá de realizar de una
forma clara, en cuanto no se han de admitir preguntas capciosas o sugestivas. En la
declaración se habrá de informar de los hechos sobre los cuales se ha de tomar la misma,
circunstancia esta que puede tener su relevancia a la hora de concreción de la imputación y
de determinar la posterior calificación de los hechos, y habrá de recogerse lo manifestado
por el imputado o detenido, procurando ser lo más fidedigno posible y valiéndose de las
mismas palabras que él ha utilizado, sin perjuicio de que el mismo podrá dictar el contenido
de la declaración, al contestar a las preguntas que el Juez Instructor le realice, el Ministerio
Fiscal, si hubiera asistido a esta, el abogado de la acusación particular, y por último las
preguntas que el Letrado de la defensa le formule.

19
La fase de Instrucción. Unidad 2

Finalizada que ha sido la declaración será firmada por todos los intervinientes en la
misma, teniendo el declarante el derecho a la lectura previa de esta y aclarar algún concepto
o cuestión que a su juicio haya de esclarecer. Si no quisiera firmar se reflejará así por
Diligencia de constancia del Secretario Judicial.

Puede darse la situación de que el detenido o imputado no se encuentre en


condiciones para prestar declaración o que a juicio del Juez no pueda prestarla por algún
padecimiento que tenga, en este caso es necesario el examen por el médico forense a fin de
que indique si puede prestar declaración o en su caso presenta alguna circunstancia que
impida la misma o que esta no se pueda practicar con garantías suficientes en cuanto al
grado de comprensión del detenido o imputado, podemos encontrarnos en este supuesto
cuando el detenido esta bajo el síndrome de abstinencia por ser consumidor de drogas
tóxicas o cuando tuviera diagnosticada alguna enfermedad mental que le impida conocer y
entender las circunstancias de ocurrencia de los hechos, en este caso como veremos
posteriormente será necesario un informe forense psiquiátrico a fin de determinar su grado
de imputabilidad.

3.2 OFRECIMIENTO DE ACCIONES A LA VÍCTIMA Y DECLARACIÓN DE ESTA.

Otra de las diligencias de investigación que podemos considerar trascendente, bien


en los supuestos de hechos recogidos en el atestado policial, bien por haber presentado
denuncia o querella, es la declaración de la víctima del hecho delictivo y el ofrecimiento a la
misma de los derechos que puede ejercitar a lo largo del proceso penal, la denominada
diligencia de ofrecimiento de acciones.

20
La fase de Instrucción. Unidad 2

Sin perjuicio de lo que ya en el módulo anterior


indicamos, a la víctima del hecho delictivo, como tal, habrá
de informársele de todos los derechos que en el estatuto
de la víctima, Ley del Estatuto de la víctima, se recogen,
entre los que se encuentran el de obtener información de
la causa, instar la práctica de diligencias de investigación,
y el ejercicio de las acciones, bien penales o civiles que le
pudieran corresponder, para ello habrá de ser citada ante
el órgano judicial para que conste esta circunstancia.

Con independencia de esto, ya vimos que la víctima, ofendido habrá de personarse


en las actuaciones por medio de procurador que le represente, y letrado (abogado) que le
defienda, si bien hemos de tener en consideración que en materia de violencia sobre la
mujer, conforme la Ley de Asistencia Jurídica gratuita, serán los mismos profesionales
quienes defiendan a la víctima en todo tipo de procedimiento penal y civil o de cualquier
otra índole, facilitando así a la víctima de violencia de genero una asistencia única y
permanente, evitando la victimización de la misma, así como su peregrinaje por distintos
profesionales que tuvieran que asistirla.

Practicado este ofrecimiento, en el cual se habrá de hacer constar si reclama o no los


daños y perjuicios que hubiera sufrido, esto es la necesidad de reclamación, bien porque
expresamente ejerce su reclamación o bien por dejarla en manos del Ministerio Fiscal; se
practicará la declaración de la misma, a fin de que pueda aclarar las circunstancias de
ocurrencia de los hechos delictivos. A esta declaración podrá acudir la defensa del
investigado o encausado, si ya se hubiera imputado el hecho delictivo a alguien y se hubiera
personado, para poder preguntar a la víctima sobre estas circunstancias ya indicadas.

Hemos de reseñar que las víctimas u ofendidos por el delito, actúan en el proceso
penal con la obligación de decir la verdad, presentando juramento o promesa a tal efecto, y
se le harán las advertencias oportunas, esto es, habrán de acudir a los llamamientos

21
La fase de Instrucción. Unidad 2

judiciales, bajo apercibimiento de multas coercitivas y obstrucción a la justicia, y deberán


responder a las preguntas que se le formulen, bajo apercibimiento de desobediencia. Al igual
que los testigos los ofendidos tienen que decir la verdad, y el art. 416 de la LECrim prevé
que determinadas víctimas u ofendidos se extraigan a esta obligación de declarar en
supuestos concretos, que vinculan igualmente a los testigos, pues no están obligados a
declarar en contra del imputado los parientes del mismo en líneas directa ascendente y
descendente, su cónyuge o persona unida por relación de hecho análoga a la matrimonial,
sus hermanos consanguíneos o uterinos y los colaterales consanguíneos hasta el segundo
grado civil. Se ha de tener en cuenta que estas circunstancias de parentesco se han de poner
en conocimiento del órgano judicial a fin de que puedan ser tenidas en consideración.

Si bien por la LO 8/21, de 4 de junio se ha incluido en este artículo una serie de


excepciones a esta dispensa de declarar así estarán obligados: Cuando el testigo tenga
atribuida la representación legal o guarda de hecho de la víctima menor de edad o con
discapacidad necesitada de especial protección. Cuando se trate de un delito grave, el testigo
sea mayor de edad y la víctima sea una persona menor de edad o una persona con
discapacidad necesitada de especial protección. Cuando por razón de su edad o discapacidad
el testigo no pueda comprender el sentido de la dispensa. A tal efecto, el Juez oirá
previamente a la persona afectada, pudiendo recabar el auxilio de peritos para resolver.
Cuando el testigo esté o haya estado personado en el procedimiento como acusación
particular. Cuando el testigo haya aceptado declarar durante el procedimiento después de
haber sido debidamente informado de su derecho a no hacerlo.

Igual ofrecimiento habrá de realizarse a los perjudicados por el hecho delictivo, si


bien únicamente se les informará de la posibilidad de ejercicio de las acciones civiles que le
correspondan, pues como ya señalamos no cabe equiparar las figuras de perjudicado y
víctima del delito después de la reforma llevada a cabo en la LECrim por la Ley reguladora
del Estatuto de la víctima.

22
La fase de Instrucción. Unidad 2

3.3 DECLARACIONES DE TESTIGOS.

Todas las personas que hayan podido ser testigos de un hecho delictivo tienen, sin
perjuicio de la obligación que a todos concurre de interponer denuncia, la imposición de
comparecer a los llamamientos judiciales para el esclarecimiento de estos. En las citaciones
se realizarán las advertencias oportunas, y que ya hemos indicado anteriormente para las
declaraciones de las víctimas u ofendidos. Y tienen la misma obligación de declarar y de decir
la verdad, si bien la Lecrim recoge ciertos supuestos en los arts. 411 y siguientes de
exenciones al deber de asistir y al de declarar de determinadas personas por el puesto o
cargo institucional que ostentan y otros por la facultad que tienen de realizar esta
declaración por escrito.

La declaración de los testigos, si no residieran en el lugar donde esté sito el órgano


judicial se practicará por medio de auxilio judicial (exhorto), o por cualquier otro medio, que
aún no recogido en la Lecrim pueda usarse, siempre que se acredite la identidad del testigo,
como es el supuesto de la videoconferencia con el auxilio de otro órgano judicial, medio que
podrá igualmente usarse para las declaraciones de investigados o encausados y para las de
las víctimas, o también para la de los peritos. A estos efectos la Sala de Gobierno del Tribunal
Superior de Justicia de Andalucía, ya indicó que debe usarse la videoconferencia para la toma
de declaraciones de imputados, limitando el uso del auxilio judicial entre los órganos
judiciales de la comunidad autónoma, para la práctica de tal diligencia.

Iguales prevenciones que a las víctimas se le realizarán al testigo, en cuanto a la


posibilidad del mismo de no declarar si mantiene las relaciones familiares anteriormente
señaladas, cuestión esta que debe quedar clarificada al inicio de la declaración al preguntarle
por las relaciones del mismo con las partes, con el investigado y con la víctima.
Posteriormente contestará las preguntas que el Juez Instructor realice y las del Ministerio
Fiscal y los abogados de la víctima y del investigado si estuvieran presentes, pues si están
personados en las actuaciones habrá de citárseles para la práctica de la diligencia, si bien no
es obligatoria su asistencia.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

3.4 CAREO ENTRE LOS TESTIGOS Y LOS PROCESADOS.

Diligencia que podemos considerar


extraordinaria, y se puede acordar cuando discordaren
acerca de algún hecho o de alguna circunstancia que
interese en la instrucción, sin que esta diligencia deba
tener lugar, por regla general, más que entre dos
personas a la vez. El Juez manifestará enseguida las
contradicciones que resulten en dichas declaraciones, e
invitará a los careados para que se pongan de acuerdo
entre sí. No se practicarán careos sino cuando no fuere
conocido otro modo de comprobar la existencia del
delito o la culpabilidad de alguno de los procesados. Y aun cuando ya la LECrim lo preveía,
el Estatuto de la víctima lo ha refrendado, impidiendo el careo con menores de edad con
carácter general.
3.5 RUEDA DE RECONOCIMIENTO.

Que se habrá de organizar siempre que sea


necesario que la víctima o un testigo deba identificar y
reconocer al autor o autores de un hecho delictivo.
Cuando el encausado se encontrare ingresado en prisión
provisional o estuviere en un centro penitenciario
cumpliendo condena, se habrá de remitir los oficios
necesarios para su excarcelación al Centro Penitenciario
así como para su traslado y custodia para el día señalado,
indicando igualmente la necesidad de ser acompañado
por personas ingresadas de las mismas características
físicas a este, para así poder organizar la rueda de
reconocimiento. Cuestión distinta es aquella en la que el encausado o investigado no
estuviere en prisión, en estos casos se ha de recurrir en numerosas ocasiones a aquellas

24
La fase de Instrucción. Unidad 2

personas que voluntariamente den su consentimiento para participar en el montaje de la


rueda de reconocimiento en el día señalado. Señalamiento que habrá de notificarse al
Letrado del imputado que habrá de comparecer a la misma, pues es una de las actuaciones
en las que es imprescindible su asistencia.
Inspección ocular, recogida muestras y efectos del delito.-cuando el delito que se
persiga haya dejado vestigios o pruebas materiales de su perpetración, el Juez instructor o
el que haga sus veces ordenará que se recojan y conserven para el juicio oral si fuere posible,
procediendo al efecto a la inspección ocular y a la descripción de todo aquello que pueda
tener relación con la existencia y naturaleza del hecho. Igualmente se ordenará recoger en
los primeros momentos las armas, instrumentos o efectos de cualquiera clase que puedan
tener relación con el delito y se hallen en el lugar en que éste se cometió, o en sus
inmediaciones, o en poder del reo, o en otra parte conocida. El Secretario judicial extenderá
diligencia expresiva del lugar, tiempo y ocasión en que se encontraren, describiéndolos
minuciosamente para que se pueda formar idea cabal de los mismos y de las circunstancias
de su hallazgo.

Esta diligencia viene justificada cuando de la inspección a realizar se hayan de obtener


mejores conclusiones de la forma de realización del hecho delictivo y se podrán en la misma
levantar planos de la zona a inspeccionar, así como se procederá a la descripción de los
vestigios. Esta diligencia ha quedado un poco desfasada en cuanto que serán los miembros
de los equipos de policía judicial de las fuerzas y cuerpos de seguridad quienes procedan a
realizarla para posteriormente informar al Juez instructor de la misma, señalando si hubieran
recogido armas, instrumentos o efectos que pudieran tener relación con el delito,
extenderán diligencia del lugar, tiempo y ocasión, así como una descripción minuciosa de la
misma, pudiendo ser sustituida por un reportaje fotográfico. Se habrán por tanto de incautar
los efectos que pudieran pertenecer a la víctima, y será comunicado esta circunstancia a la
misma de forma inmediata. En relación a los efectos del delito, la posibilidad de considerar
los mismos igualmente como piezas de convicción y la destrucción anticipada de los mismos

25
La fase de Instrucción. Unidad 2

durante el transcurso de la instrucción, la LECrim recoge un amplio catálogo de medidas en


los arts. 367 bis y siguientes.

3.6 PRUEBAS PERICIALES.

Entrando en el análisis de las diligencias de investigación en la que hayan de intervenir


técnicos con conocimientos propios de carácter científico o de otro tipo, que sean necesarios
para el esclarecimiento de los hechos. En la Ley de Enjuiciamiento Criminal se prevé una
profusa regulación de la pericial, en los artículos 456 y siguientes, pero que se limita a su
nombramiento, llamamiento de los peritos, la posibilidad de su recusación y la estructura
básica que habrá de tener cualquier informe pericial, en cuanto que habrá de reseñarse la
descripción de la cosa o la persona que sea objeto de la pericial, la relación detallada de las
operaciones practicadas y las conclusiones.

No hemos de dejar de reseñar que para determinadas


diligencias periciales se habrá de apoyar en Juez Instructor en los
organismos de investigación pertenecientes a la administración,
como son gabinetes técnicos de toxicología, o institutos de
medicina legal, y para otras, como es el caso de las tasaciones
periciales, habrá de estarse a los posibles peritos previamente
establecidos por las administraciones en la materia competentes,
esto es comunidades autónomas con competencias en cuanto a
los medios materiales y personales de la administración de
justicia, sin perjuicio de que habrá de estarse, igualmente al régimen subsidiario de la Ley de
Enjuiciamiento Civil en cuanto a la designación pericial.
Hemos por tanto de señalar alguna de las distintas diligencias de prueba pericial que
se pueden acordar en la fase de instrucción, sin perjuicio de indicar que muchas de ellas por
ser irreproducibles en el acto de juicio oral, podrán entenderse como preconstituida, si bien
podrán ser cuestionados los peritos que en ellas intervinieron sobre la forma de realización
y sus conclusiones.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Toxicológicas.- Diligencia que se habrá de realizar necesariamente en aquellos


hechos en los que se intervenga algún tipo de sustancia para determinar el tipo de la misma,
así como su calidad y cantidad. Como por ejemplo en los delitos de tráfico de drogas o de
sustancias estupefacientes. Esta se realizará normalmente por los laboratorios oficiales del
Instituto Nacional de Toxicología, quien igualmente procederá a analizar las sustancias que
se hallen en las inspecciones oculares de los lugares de comisión de los hechos delictivos,
como restos de sangre, semen u otro tipo de fluidos. Es interesante que en los delitos de
agresiones sexuales inmediatamente se tenga conocimiento de su comisión, normalmente
por llamada telefónica del centro médico donde la persona agredida se ha personado para
su examen, se traslade el médico forense para la recogida de vestigios y restos que
posteriormente puedan a ayudar al esclarecimientos de los hechos e identificar al autor de
los mismos, estos habrán de ser remitidos al Instituto Nacional de Toxicología para su
análisis.

Caligráfica.- Pues cuando sea necesario por parte del órgano instructor conocer las
circunstancias concurrentes a cualquier documento escrito, se ha de practicar esta, para
establecer la autoría del mismo, en cuanto fuera imputable al investigado, Así en delitos de
falsedad documental, o en otros en los que se realice el hecho delictivo mediante
documentos confeccionados por el encausado será necesario esta diligencia, que
normalmente será encargada en cuanto a su realización a los equipos técnicos de las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad del Estado. Si bien las partes personadas podrán encargar la práctica
de la misma a los peritos que consideren y aportarla al acto de juicio. Para aquella que sea
acordada judicialmente, se habrá de realizar en el Órgano judicial el llamado cuerpo de
escritura por parte de las personas sobre las que se investigue su participación en la
confección del documento, diligencia que habrá de realizarse con rigurosidad y formando el
mismo con las particularidades que luego se solicitaran en el informe pericial, para ello habrá
de tenerse en cuenta que debe disponerse de un documento en el que conste
indubitadamente la participación en el mismo del investigado, pues ese será el referente
para poder realizar las comprobaciones oportunas, por ejemplo para el supuesto de que sea

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La fase de Instrucción. Unidad 2

la firma la dubitada, se podrá tomar como cierta e indubitada la que consta en el DNI o la
que en el acto de formación del cuerpo de escritura plasme.

Lofoscópicas.- A realizar por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad,


pues de la inspección ocular que del lugar de comisión del hecho delictivo
se realice se extraerán las huellas que se vean reflejadas, estas serán
analizadas y reflejado su resultado comparativo con las bases de datos
policiales correspondientes, pudiendo establecerse las concurrencias
necesarias para extraer una identificación. En los asuntos que previamente se hubieran
archivado por falta de autor conocido provocará su reapertura, si no hubieran transcurrido
los plazos de prescripción delictiva, y citar al posible investigado para la toma de declaración
del mismo.

Análisis de ADN.- Al igual que la anterior podrá servir para la identificación de los
delincuentes, si bien podrá igualmente usarse para identificar correctamente a un cadáver
en caso de ser hallado este y no ser posible su identificación por otros medios. Hemos de
señalar que cuando se practica una detención policial se recogen muestras suficientes de
ADN para integrar la base de datos policial sobre indicadores obtenidos a partir estas,
pudiendo si el detenido se negare a ello, solicitar del Juez que se imponga esta diligencia
mediante la fuerza coactiva proporcionada. Siempre que concurran acreditadas razones que
lo justifiquen, el Juez de Instrucción podrá acordar, en resolución motivada, la obtención de
muestras biológicas del sospechoso que resulten indispensables para la determinación de su
perfil de ADN. A tal fin, podrá decidir la práctica de aquellos actos de inspección,
reconocimiento o intervención corporal que resulten adecuados a los principios de
proporcionalidad y razonabilidad.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Autopsias.- Se prevé en la Lecrim para aquellos supuestos en los que la instrucción


tuviere lugar por causa de muerte violenta o sospechosa de criminalidad, aun cuando por la
inspección exterior pueda presumirse la causa de la
muerte, se procederá a la autopsia del cadáver por los
Médicos forenses, los cuales, después de describir
exactamente dicha operación, informarán sobre el
origen del fallecimiento y sus circunstancias.
Normalmente esta operación se habrá de llevar a cabo
de forma automática tras el levantamiento del cadáver,
si bien se pueden dar supuestos de que se proceda a la
misma en momento distinto. Esta autopsia se llevará a cabo por los médicos forenses
adscritos al Juzgado y dependientes del Instituto de Medicina Legal correspondiente.
Informado el Juzgado de las causas del fallecimiento mediante informe, que normalmente
suele venir precedido de uno preliminar más adelantado en el tiempo, se habrán de adoptar
las medidas y diligencias correspondientes. Autorizando en su caso, una vez practicada la
autopsia, la inhumación del cadáver o su incineración según disponga los familiares del
mismo.
Informes Forenses sobre las lesiones y otros.- Si el hecho criminal que motivare la
formación de una causa cualquiera consistiese en lesiones, los Médicos que asistieren al
herido estarán obligados a dar parte de su estado y adelantos en los períodos que se les
señalen, e inmediatamente que ocurra cualquiera novedad que merezca ser puesta en
conocimiento del Juez instructor. Esta función igualmente está atribuida al Médico Forense
quien reconocerá a la persona lesionada y confeccionará el correspondiente parte de estado
o de sanidad según considere que las lesiones han culminado en su evolución. A este tenor
hay que señalar que cuando en un procedimiento penal, que o bien se ha iniciado por un
parte de lesiones, o bien por un atestado en el cual se ha acompañado parte de lesiones, se
produzca esta constancia, habrá de citarse a la persona lesionada para que sea examinada
por el médico forense, haciéndole saber que habrá de venir acompañada de toda la
documentación médica de que disponga relacionada con la lesión por la cual será

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La fase de Instrucción. Unidad 2

reconocida, y esta determinará si las medidas asistenciales han tenido finalidad curativa o
simplemente sintomática. Cita esta que se realizará a través de la aplicación informática del
Instituto de Medicina Legal. Hay que reseñar que para que puedan ser perseguidas las
lesiones que para su curación no necesiten tratamiento médico o quirúrgico se ha de
presentar denuncia por parte de la persona agraviada.

Igualmente se habrá de practicar esta diligencia en el supuesto de que se vengan


denunciando por la víctima, lesiones imprudentes cometidas por profesional de la medicina
o similares, como odontólogos, fisioterapeutas o aquellos profesionales de la salud que
puedan verse reconducidos en el tipo delictivo. En estos supuestos se habrá de obtener
previamente el historial clínico a fin de dar traslado del mismo al Médico Forense para que
informe sobre las circunstancias concurrentes en el hecho productor de las lesiones. Estos
informes podrán ser realizados igualmente por peritos especialistas en la materia si no se
tuvieran quienes prestan servicios a los Juzgados los conocimientos técnicos suficientes o
fuese necesario conocimientos más especializados.

Las Médicos forenses igualmente informarán, por un lado, sobre los padecimientos
psiquiátricos y psicológicos de los investigados, pues de su concurrencia podrán apreciarse
circunstancias que modifiquen o eliminen totalmente la responsabilidad penal de los
mismos; y por otro, de la concurrencia en el investigado o encausado de circunstancias
relativas a su posible drogadicción o adicción a sustancias estupefacientes, y de los
tratamientos a los que hubiera estado sometido para su desintoxicación, circunstancia esta
que para su esclarecimiento se habrá de solicitar a través de la aplicación informática
existente relativa al Protocolo de Adicciones, para que el Forense tenga acceso a esta
información.

Dentro de los informes forenses, hemos de incluir los informes de los equipos
psicotécnicos adscritos a los Juzgados de Instrucción, así como los informes de la Unidad de
Valoración Integral de la Violencia de Género (UVIVG) que se usan para determinar la
existencia de maltrato habitual sobre la mujer.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Tasaciones y valoraciones.- A fin de concretar la valoración de lo sustraído, o dañado,


o el valor de los efectos intervenidos entre otras será necesario encargar a un perito con
conocimientos en la materia la concreción de la cuantía en la que estima estos. Habrá de
dársele traslado de todo lo necesario y que conste en las actuaciones para poder realizar
esta pericial que en determinados tipos delictivos se hace del todo imprescindible pues su
calificación viene condicionada por el valor de los efectos, y en otros la valoración
únicamente lo es para la determinación de las indemnizaciones a abonar a los perjudicados
por la comisión del hecho delictivo, estas últimas, aun cuando preferiblemente se habrán de
realzar en fase de instrucción, pues posibilita establecer las responsabilidades económicas
derivadas del mismo y requerir a la persona a quien se acuse para que garantice las mismas,
caso contrario, y para el supuesto del dictado de Sentencia condenatoria se habrán de
concretar estas cantidades en fase de ejecución de Sentencia. La valoración de las
mercancías sustraídas en establecimientos comerciales se fijará atendiendo a su precio de
venta al público.

Balísticos.- por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad para determinar la ilicitud
del arma que haya sido hallada en posesión de alguien, como para saber si la misma ha sido
usada en algún hecho delictivo.

Otros tipos de periciales.- En determinados tipos delictivos será necesario el


nombramiento de peritos a fin de que procedan a emitir informes que pueden ser de muy
diversas materias, para lo cual habrá de acudir en primer lugar a los que desde los servicios
que tienen atribuidas las competencias en materia de asignación de medios se ofrezcan, esto
es los que las delegaciones de Justicia o Gerencias de Justicia, bien de las Comunidades
Autónomas o bien del Ministerio de Justicia procedan a designar. Para el supuesto de no
existir en estas, se procederá a su nombramiento asignándolos por insaculación de las listas
que los Colegios Profesionales determinen. Periciales que pueden ir desde económicas, o de
auditorías de cuentas, hasta de carácter biomecánico en cuanto a la forma de producción de
un siniestro.

31
La fase de Instrucción. Unidad 2

Son por tanto numerosos los tipos de informes que se han de realizar durante la fase
de instrucción siempre que sean necesarios para el esclarecimiento de los hechos delictivos,
esta lista que se ha señalado no ha de tomarse como cerrada pues se puede incluir cualquier
otro, siempre que de él se extraiga algún elemento que pueda servir bien para la acreditación
de los hechos o para la determinación de la responsabilidad del delincuente.

Alcoholímetras y consumo de drogas.- La práctica de las pruebas de alcoholemia se


ajustará a lo establecido en la legislación de seguridad vial. Las
pruebas para detectar la presencia de drogas tóxicas,
estupefacientes y sustancias psicotrópicas en los conductores de
vehículos a motor y ciclomotores serán realizadas por agentes de
la policía judicial de tráfico con formación específica y sujeción,
asimismo, a lo previsto en las normas de seguridad vial. Cuando
el test indiciario salival, al que obligatoriamente deberá
someterse el conductor, arroje un resultado positivo o el
conductor presente signos de haber consumido las sustancias referidas, estará obligado a
facilitar saliva en cantidad suficiente, que será analizada en laboratorios homologados,
garantizándose la cadena de custodia. Todo conductor podrá solicitar prueba de contraste
consistente en análisis de sangre, orina u otras análogas. Cuando se practicaren estas
pruebas, se requerirá al personal sanitario que lo realice para que remita el resultado al
Juzgado de guardia por el medio más rápido y, en todo caso, antes del día y hora de la
citación a que se refieren las reglas anteriores. Estas diligencias que expresamente se
recogen en la LECrim para el procedimiento para el enjuiciamiento rápido de determinados
delitos se habrán de realizar en aquellos supuestos en los que del consumo de estas
sustancias esté prohibido para la práctica de cualquier actividad, en concreto para la
conducción de vehículos a motor y ciclomotores. Se habrá de acompañar al atestado su
resultado y la homologación del aparato alcoholímetro.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Reconstrucción hechos.- Diligencia para la cual se habrá de citar a los investigados y a sus
Letrados, así como a aquellas personas que hubieran sido testigos de los mismos si en el acto
se ha de preguntar sobre las circunstancias de ocurrencia de los mismos.

Diligencias de investigación limitadoras de Derechos Fundamentales. - Dentro de este tipo


de diligencias hemos de englobar aquellas que, por afectar a Derechos Fundamentales,
como la libertad, la integridad, la intimidad u otros de similar calado, necesitan de una
resolución judicial, auto, en la cual se entienda esta necesaria, proporcionada y justificada
en cuanto a los fines que con ellas se pretende alcanzar. Estas diligencias de investigación
han sufrido una importante reforma en cuanto a su regulación por la LO 13/15 que viene a
modificar la LECrim para así adaptarla a las nuevas necesidades tecnológicas. Podemos
destacar:

- Intervenciones corporales distinguiéndolas de las inspecciones o


registros corporales que afectan a la intimidad, en cuanto las primeras afectan a la
integridad física, y que se consideran aquellas extracciones del cuerpo de
determinados elementos para su posterior análisis. Así cuando se niegue a dar
muestras para la extracción de ADN o para cualquier prueba médica en la que sea
necesario la intervención sobre el cuerpo de la persona investigada, será necesaria la
resolución judicial, remitiendo el oficio correspondiente a quien hubiera de llevar a
cabo tal intervención, si bien esta no se podrá realizar de forma que suponga un
ejercicio de la fuerza, tortura o trato inhumano o degradante.

33
La fase de Instrucción. Unidad 2

Artículo 363.

Los Juzgados y Tribunales ordenarán la práctica de los análisis químicos únicamente en los
casos en que consideren absolutamente indispensables para la necesaria investigación
judicial y la recta administración de justicia.

Siempre que concurran acreditadas razones que lo justifiquen, el Juez de Instrucción podrá
acordar, en resolución motivada, la obtención de muestras biológicas del sospechoso que
resulten indispensables para la determinación de su perfil de ADN. A tal fin, podrá decidir la
práctica de aquellos actos de inspección, reconocimiento o intervención corporal que
resulten adecuados a los principios de proporcionalidad y razonabilidad.

- Entrada y registro en lugar cerrado.- En virtud del derecho a la


inviolabilidad del domicilio esta diligencia necesitará resolución judicial. El auto habrá
de ser notificado al titular del domicilio del particular o a aquel que se halle al frente
del establecimiento, si este no estuviera abierto al público, en cuyo supuesto no se
han de tener las mismas prevenciones. El registro se habrá de hacer a presencia del
interesado o persona que lo represente, o persona mayor de edad de su familia o de
dos testigos, vecinos, si no fuera habido. Será requisito necesario la presencia del
Secretario Judicial. Habrá de expedirse Mandamiento para las fuerzas y cuerpos de
seguridad del Estado que vayan a llevar a efecto el mismo, y en el auto se deberá
recoger, además de una justificación necesaria en cuanto a su práctica para la
obtención de elementos probatorios del hecho delictivo objeto de investigación, el
domicilio y la determinación del día y las horas para la práctica del mismo. Durante el
registro se habrá de recoger todos los instrumentos o efectos del delito, así como
papeles o cualesquiera otras cosas necesarias para el resultado de la investigación.

- Intervención, detención y apertura de la correspondencia escrita y


telegráfica. Diligencia a la que habrá de sumarse la posibilidad de acordar la
observación de estas comunicaciones, por un plazo de tres meses, prorrogables.

34
La fase de Instrucción. Unidad 2

Acordada por auto, se habrá de remitir la correspondencia al Juez Instructor de la


causa, y se citará al interesado para la apertura y registro de esta, quien puede
declinar su asistencia a esta apertura. En el momento de abrir la correspondencia se
extraerá lo relevante para la instrucción y se rubricaran y sellaran las hojas que se han
de unir al sumario, devolviéndose lo que no resulte relevante.

- Diligencias de investigación de carácter técnico o tecnológico. Dentro


del elevado número de diligencias que se pueden adoptar en esta materia la Lecrim
ha venido a desarrollar una serie de medios que junto con los tradicionales de
interceptación de telecomunicaciones, constituyen un elenco de posibilidades que
facilitaran la investigación de los delitos cometidos por estos medios, o a través de
ellos o que se apoyan en estos para su comisión u ocultación. Citando estos pueden
ser de interceptación de comunicaciones telefónicas, telemáticas, captación y
grabación de comunicaciones orales mediante dispositivos electrónicos, utilización de
dispositivos técnicos de captación de imagen, seguimiento y localización, registro de
dispositivos de almacenamiento masivo de información y registro remoto sobre
equipos informáticos.

Estas diligencias que habrán de ser solicitadas o bien adoptada de oficio han de ser
idóneas para la investigación, no generalizadas en cuanto han de estar justificadas en la
investigación de un hecho delictivo, ha de ser proporcionada y necesaria. En la resolución se
habrá de recoger necesariamente una serie de extremos como son el hecho investigado y su
calificación, la identidad de quien esta investigado y de la persona a quien afecte la medida,
la extensión de esta en cuanto a la injerencia de la misma, la unidad policial que se hará
cargo de ella, la duración de la misma, la finalidad de esta, la periodicidad de la información
al Juez sobre los resultados. Se librarán a estos efectos los oficios correspondientes,
pudiendo incurrir en delito de desobediencia quien no proceda a informar en los términos
que se le hayan solicitado.

35
La fase de Instrucción. Unidad 2

Estas medidas son prorrogables previa solicitud con la antelación suficiente, caso
contrario finalizará esta automáticamente. Igualmente cesarán cuando se acuerde
expresamente por haber desaparecido las circunstancias que justificaron su adopción.

En los artículos 588 bis a, a bis octies de la Lecrim se hace un extenso desarrollo de
estas diligencias mediante las cuales se podrá obtener información sobre determinados
extremos entre los que podemos destacar:

. Listado de llamadas y otros datos externos.

. Acceso a los mensajes recibidos en los teléfonos móviles.

. Escuchas directas de conversaciones a través de dispositivos como micrófonos


ocultos o direccionales. Así como de dispositivos técnicos de captación de la imagen,
seguimiento y localización.

. Sistema SITEL (sistema integrado de interceptación de telecomunicaciones).

. Cesión de datos por las operadoras de IMEI.

. Investigaciones de direcciones IP, en cuanto a identificación y localización de quien


es la persona que tiene asignado el mismo a través de las operadoras.

. Correo electrónico.

. Cesión de datos almacenados por las operadoras de internet.

. Comunicaciones por chats, foros abiertos cuando es únicamente bidireccional.

. Registro de dispositivos de almacenamiento masivo de información.

. Registro remoto de equipos informáticos.

36
La fase de Instrucción. Unidad 2

Se ha de destacar que una vez finalizada estas medidas en cuanto a las


interceptaciones de las telecomunicaciones esta se ha de poner en conocimiento a las
personas intervinientes el hecho de la injerencia y se les informará de las concretas
comunicaciones en las que haya participado y que resulten afectadas. Y se almacenarán los
registros o soportes durante un tiempo.

Examinadas las diligencias de investigación que se han de practicar en fase de


instrucción, y que requerirán del dictado de la correspondiente resolución para su adopción,
siendo necesario el dictado de auto debidamente justificado para aquellas que vienen a
limitar los Derechos Fundamentales tal y como hemos señalado. Se ha de tener en cuenta
que para el Procedimiento abreviado ya se atribuye a la policía la necesidad de practicar las
primeras diligencias, y en el ámbito propio del procedimiento para el enjuiciamiento rápido
de determinados delitos se prevé mayor intervención aún de las fuerzas y cuerpos de
seguridad del estado al señalar en el artículo 796 LECRim que la Policía Judicial deberá
practicar en el tiempo imprescindible y, en todo caso, durante el tiempo de la detención,
una serie de diligencias que han de facilitar el conocimiento de estas actuaciones durante el
servicio de guardia de los Juzgados de Instrucción, siendo estas las siguientes diligencias que
facilitaran el conocimiento del asunto y que justificarán la tramitación de este tipo
procedimental.:

1. Acompañar el parte de lesiones al atestado policial.

2. Caso de no proceder a la detención habrá de citar ante el Juzgado de Guardia


al investigado e informarle de la necesidad de asistir con abogado, caso de no designarlo
se le designará de oficio.

3. Citará también a los testigos para que comparezcan en el juzgado de guardia


y a las entidades aseguradoras en caso que pudieran resultar responsables por la
comisión de hechos delictivos (delitos contra la Seguridad Vial, por ejemplo).

4. Remitirá al Instituto de Toxicología, al Instituto de Medicina Legal o al


laboratorio correspondiente las sustancias aprehendidas cuyo análisis resulte pertinente.

37
La fase de Instrucción. Unidad 2

Estas entidades procederán de inmediato al análisis solicitado y remitirán el resultado al


Juzgado de guardia por el medio más rápido posible.

5. La práctica de las pruebas de alcoholemia y las pruebas para detectar la


presencia de drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas en los
conductores de vehículos a motor y ciclomotores.

6. Tasación de los objetos que no se puedan remitir al Juzgado de guardia.

6. EL SECRETO DE LAS ACTUACIONES.

Junto con la necesidad de acordar mediante resolución judicial expresamente el


Secreto de las actuaciones judiciales de instrucción, que vamos a analizar a continuación,
con la introducción de las diligencias investigadoras que se han venido a regular en la LECRim
en cuanto que afectan a determinados derechos fundamentales tales como la intimidad o el
derecho a las comunicaciones, se ha venido a indicar expresamente que durante el
transcurso de la práctica de estas intervenciones o interceptaciones se habrá de mantener
el secreto de las actuaciones y será una vez que estas ceses cuando se pondrá en
conocimiento de los investigados esta limitación.

Fuera de estos supuestos, y aun cuando las actuaciones judiciales de instrucción se


han de considerar secretas para quienes no sean parte, bien por ser investigado, ofendidos
o responsables civiles; se podrá adoptar bien de oficio o bien a instancias del Ministerio Fiscal
o de las acusaciones personadas el secreto de las actuaciones para quienes si son parte por
plazo de un mes prorrogable. Esta medida implica la imposibilidad de notificación y de
comunicación de lo actuado a las partes durante su vigencia, si bien habrá de alzarse al
menos diez días antes de finalizar la fase instructora.

38
La fase de Instrucción. Unidad 2

Este secreto de las actuaciones que puede ir prorrogándose en tanto se estén


llevando a cabo diligencias de investigación, si bien se habrá de justificar la misma mediante
auto atendiendo a criterios de necesidad y proporcionalidad, y en todo caso será necesario
para bien evitar un riesgo grave para la vida, libertad o integridad física de otra persona; o
para prevenir una situación que pueda comprometer de forma grave el resultado de la
investigación o del proceso.

Si bien, esta medida habrá de ponerse en consonancia con la necesidad de dar


traslado al letrado de la defensa de los elementos necesarios de la investigación para
justificar su actuación y la petición de libertad del detenido, a la hora de convocar la
audiencia del art. 505 LECrim, con la finalidad de adoptar alguna medida cautelar que afecte
a la libertad del encausado, como puede ser la prisión provisional o la libertad bajo fianza,
como veremos más adelante.

Desde otro punto de vista y conforme al Estatuto de la Víctima del delito regulado
en la Ley 4/15, de 27 de abril, para la seguridad de la víctima se podrán adoptar medidas de
garantía suficientes, previo análisis de las necesidades del procedimiento y del tipo delictivo
imputado, para que el supuesto autor de los hechos no pueda tener constancia o
conocimiento de datos relevantes de la misma, como domicilio o teléfono entre otros, a fin
de garantizar e impedir la posible comisión de nuevos hechos delictivos frente a la misma y
proteger los bienes jurídicos de los cuales fuera titular.

5. ADOPCIÓN DE MEDIDAS RESTRICTIVAS DE DERECHOS: MEDIDAS CAUTELARES


PERSONALES Y REALES.

En este apartado nos vamos detener en el estudio de las medidas que se habrán de
adoptar sobre los investigados o encausados bien para garantizar su asistencia al acto de
juicio oral, para garantizar los bienes jurídicos de la víctima o bien para asegurar la
satisfacción de las responsabilidades pecuniarias o de otro tipo que puedan derivarse por la
comisión de los hechos delictivos.

39
La fase de Instrucción. Unidad 2

Estas medidas en muchos casos afectan a Derechos Fundamentales de la persona que


han de tener el suficiente amparo judicial o bien estar justificadas por el curso de la
investigación de los hechos delictivos.

Medidas Cautelares de carácter personal.

La Ley de Enjuiciamiento Criminal viene a regular estas en los arts. 486 y siguientes.

5.1. CITACIÓN.

Podemos señalar que la primera circunstancia que indica es que a la persona a quien
se impute un acto punible deberá ser citada sólo para ser oída, a no ser que la ley disponga
lo contrario, o que desde luego proceda su detención, ya hemos indicado anteriormente la
importancia de la toma de declaración del investigado o encausado antes de dar por
terminada la fase de instrucción y la necesidad de la misma, siendo que si el mismo no
compareciere a la citación ni justificare causa legítima que se lo impida, la orden de
comparecencia podrá convertirse en orden de detención. Para el supuesto de no ser
localizado, se habrá de acordar bien la detención por las fuerzas y cuerpos de seguridad del
Estado mediante la correspondiente requisitoria para su presentación al Juzgado de
Instrucción para tomarle declaración (código 2 del formulario de requisitorias policiales),
bien para delitos leves se habrá de proceder en primer lugar a averiguar su paradero por la
policía judicial (código 1 del formulario de requisitorias policiales) o bien mediante el uso de
las aplicaciones informáticas del Punto Neutro Judicial del Consejo General del Poder Judicial
(en adelante PNJ). Mientras no pueda ser localizado se habrá de acordar la rebeldía del
encausado y proceder al archivo provisional del procedimiento penal incoado, debiendo
estarse a los plazos de prescripción del delito, establecidos en el Código Penal a los efectos
de archivar definitivamente el mismo.

Si bien con los últimos avances en las aplicaciones la requisitoria únicamente tendrá
entrada a través del SIRAJ, sistema registral que comunicará la misma al Ministerio del
Interior y por ende a las Fuerzas y cuerpos de Seguridad, por ello la necesidad de mantener

40
La fase de Instrucción. Unidad 2

este Sistema integrado de Registros de la Administración de Justicia debidamente


actualizado.

5.2. DETENCIÓN.

La propia Constitución Española de 1978 en su art. 17 garantiza la libertad de toda


persona y limita la detención a los supuestos legalmente previstos y al tiempo necesario para
las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos.

Aunque la LECrim indica que solo se podrá detener en los casos y en la forma que
las leyes prescriban, señalando la posibilidad de que esta
sea practicada por cualquier persona en determinados
supuestos, expresamente regulados en el art. 490
LECrim, no es menos cierto que raro es el supuesto de la
práctica de una detención por un particular, sino que
estas se producen normalmente por la intervención de
las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, quienes
tienen esta obligación cuando existan motivos
racionalmente bastantes para creer en la existencia de un
hecho que presente los caracteres de delito, que habrá
de ser menos grave o grave, y que los tenga también bastantes para creer que la persona a
quien intente detener tuvo participación en él. Se exceptúa al que preste en el acto fianza
bastante, a juicio de la Autoridad o agente que intente detenerlo, para presumir
racionalmente que comparecerá cuando le llame el Juez o Tribunal competente, si bien se
habrá de atender igualmente a criterios de gravedad, reiteración delictiva y aseguramiento
de los bienes jurídicos de la víctima para el mantenimiento de la detención. En relación a la
posibilidad de detener por la comisión de delitos leves la Lecrim ya señalaba para las faltas
que esta estaba muy limitada para el supuesto de no tener el imputado domicilio conocido.

41
La fase de Instrucción. Unidad 2

El Juez instructor, igualmente, en el transcurso de un procedimiento que ya estuviera


iniciado podrá acordar que se proceda a la detención del encausado, librando igualmente la
correspondiente requisitoria para su búsqueda y captura, requisitoria que habrá de
integrarse con las resoluciones que la acuerdan y con la documentación necesaria para la
práctica de la diligencia que correspondiera en el Sistema Integrado de Registros de la
Administración Pública (SIRAJ), cuestión esta que, por ahora, es independiente de la
necesidad de librar el correspondiente formulario, que viene a suplir formalmente a las
órdenes oportunas, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, para su anotación en los sistemas
informáticos de las mismas. Presentado el requisitoriado ante un Juzgado de Guardia, el
Juez, si fuera necesario para resolver, podrá solicitar el auxilio del órgano judicial que hubiera
dictado la requisitoria o, en su defecto, del que se hallare de guardia en este último partido
judicial, a fin de que le facilite la documentación e información a que se refiere el artículo
anterior, previsión legal que ha de caer en desuso por el uso de la aplicación anteriormente
señalada.

Realizada la detención policial deberá ponerse en libertad o entregarla al Juez más


próximo al lugar en que hubiere hecho la detención dentro de las veinticuatro horas
siguientes al acto de la misma. Esta circunstancia es relevante pues la Ley de enjuiciamiento
prevé que se ha de poner al detenido a disposición del Juez donde se hubiere producido
esta, con independencia de que conozca o no de las actuaciones. Para este último supuesto
se prevén figuras como la de la prórroga de la detención con la finalidad de poder aplazar
esta presentación, siempre dentro de los márgenes constitucionalmente sancionados, al
Juez que conoce del procedimiento en el que se haya ordenado la detención o respecto del
cual esta se haya practicado.

Una vez presentado al detenido se ha de regular la situación personal de este bien


elevando la detención a prisión, o dejándola sin efecto, en el término de setenta y dos horas,
a contar desde que el detenido le hubiese sido entregado o la que hubiera acordado.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

La regulación de la detención la hemos de enlazar con la institución protectora de la


irregularidad en la misma, cual es el instituto de habeas corpus, cuya regulación parte de la
misma Constitución en su art. 17.4. Así se ha regulado en Ley Orgánica 6/1984, de 24 de
mayo, reguladora del procedimiento de «Habeas Corpus», cuya pretensión fue la de
establecer remedios eficaces y rápidos para los eventuales supuestos de detenciones de la
persona no justificados legalmente, o que transcurran en condiciones ilegales. Permitiendo
al ciudadano, privado de libertad, exponer sus alegaciones contra las causas de la detención
o las condiciones de la misma, al objeto de que el Juez resuelva, en definitiva, sobre la
conformidad a Derecho de la detención.

Se trata por tanto de un procedimiento ágil, sumario y extraordinariamente rápido,


hasta el punto de que tiene que finalizar en veinticuatro horas. Caracterizándose por la
sencillez y la carencia de formalismos, que se manifiestan en la posibilidad de la
comparecencia verbal y en la no necesidad de Abogado y Procurador, y que alcanza no sólo
a los supuestos de detención ilegal -ya porque la detención se produzca contra lo legalmente
establecido, ya porque tenga lugar sin cobertura jurídica-, sino también a las detenciones
que, ajustándose originariamente a la legalidad, se mantienen o prolongan ilegalmente o
tienen lugar en condiciones ilegales.

Mediante el procedimiento del «Habeas Corpus» se podrá obtener la inmediata


puesta a disposición de la Autoridad judicial competente, de cualquier persona detenida
ilegalmente. Se examinará la concurrencia de los requisitos para su tramitación y dará
traslado de la misma al Ministerio Fiscal. Seguidamente, mediante auto, acordará la
incoación del procedimiento, o, en su caso, denegará la solicitud por ser ésta improcedente.
En el primer caso oirá el Juez a la persona privada de libertad, o en su caso, a su
representante legal y Abogado, si lo hubiera designado, así como al Ministerio Fiscal; acto
seguido oirá en justificación a quien hubiere ordenado o practicado la detención o
internamiento y dictarán la resolución que proceda, mediante auto motivado, bien
declarando ser conforme a Derecho la privación de libertad y las circunstancias en que se

43
La fase de Instrucción. Unidad 2

está realizando, o bien la puesta en libertad del privado de ésta, si lo fue ilegalmente o que
sea puesta inmediatamente a disposición judicial, si ya hubiese transcurrido el plazo
legalmente establecido para su detención.

Quien sea presentado como detenido a un órgano judicial, le son reconocidos los
derechos que el art. 520 de la LECrim, artículo que ha sido modificado por Leyes orgánicas 5
y 13 de 2015. Esta información habrá de ser realizada con carácter previo a tomarle
declaración.

El detenido que sea puesto en libertad habrá de ser informado de la obligación que
tiene de comparecer apud acta el día que se le señale y en todo caso cuando fuere requerido
por la autoridad judicial.

5.3. PRISIÓN PROVISIONAL.

Medida que consiste en limitar la libertad individual durante la tramitación del


procedimiento de la persona investigada o encausada en l mismo, que ha de ser
necesariamente ordenada por el órgano jurisdiccional competente y que tiene por objeto
ingresar a la persona en el centro penitenciario como instrumento para asegurar los fines
del proceso, viene regulada en los artículos 502 a 527 LECrim.

La Ley de Enjuiciamiento Criminal prevé que se podrá adoptar esta cuando sea
necesaria, y no existan otras medidas menos gravosas para el derecho a la libertad a través
de las cuales puedan alcanzarse los mismos fines que con la prisión provisional. La prisión
provisional no se limita en cuanto a la competencia para su adopción al Juez Instructor, pues
si este la puede adoptar durante la fase de investigación, también la puede adoptar el Juez
de lo Penal o el Tribunal (Audiencia Provincial u otros), para asegurar la presencia del
acusado en el acto de juicio oral, circunstancia esta que habrá de llevarse necesariamente a
cabo en el procedimiento abreviado para los supuestos de incomparecencia a juicio oral,
estando debidamente citados, siendo que la pena solicitada excede de dos años de privación

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La fase de Instrucción. Unidad 2

de libertad o de seis años si es de otra naturaleza, en estos supuestos debe acordarse librar
requisitoria para proceder al ingreso en prisión del acusado. Circunstancia esta que habrá de
estar amparada por la celebración de la audiencia que prevé el art. 505 LECrim.

Requisitos:

1. Constancia existencia de delito con pena igual o superior a 2 años de prisión o


inferior si tuviere el encausado antecedente penales por delito doloso.

2. Existencia de motivos bastantes para creer responsable criminalmente del


delito al encausado

3. Persecución de alguno de los siguientes fines:

a) Asegurar la presencia del imputado por existir riesgo de fuga.

b) Evitar la ocultación, alteración o destrucción de las fuentes de prueba

c) Evitar que el imputado pueda actuar contra bienes jurídicos de la víctima,


en estos casos no será aplicable el límite de la pena establecido anteriormente.

También podrá acordarse la prisión provisional para evitar el riesgo de que el


imputado cometa otros hechos delictivos.

La prisión provisional durará el tiempo imprescindible para alcanzar cualquiera de los


fines previstos en el artículo anterior y en tanto subsistan los motivos que justificaron su
adopción. Estableciéndose en la LECrim en su art. 504 los plazos de duración de la misma,
que serán de uno a dos años según la pena prevista para el delito sea inferior o superior a 3
años, o de 6 meses si se hubiera acordado con la finalidad de evitar la destrucción u
ocultación de prueba. Éstos serán prorrogables si se prevé que el juicio no puede ser juzgado
en estos plazos. Una vez condenado, siendo que la Sentencia no hubiera alcanzado firmeza,
se podrá prorrogar hasta el límite de la mitad de la pena efectivamente impuesta en la
sentencia, cuando ésta hubiere sido recurrida.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Para acordar la prisión provisional, necesariamente, y en cuanto el detenido fuere


puesto a disposición del juez de instrucción o tribunal que deba conocer de la causa, éste,
salvo que decretare su libertad provisional sin fianza, convocará a una audiencia, y es en esta
en la que el Ministerio Fiscal o las partes acusadoras podrán interesar que se decrete la
prisión provisional del imputado o su libertad provisional con fianza. Igualmente se habrá de
realizar esta comparecencia para los supuestos que se tome declaración en calidad de
encausado, imputando la comisión de un hecho delictivo y por la gravedad de los hechos se
solicite la adopción de estas medidas privativas de libertad. El detenido o imputado deberá
ser asistido por abogado y recoge la LECrim la necesidad de ser asistido por intérprete en el
supuesto de ser necesario. El Letrado, como indicamos antes, para el supuesto de que las
actuaciones estén declaradas secretas, deberá conocer los elementos necesarios para
impugnar la privación de libertad, aun cuando no puede tener conocimiento pleno de las
actuaciones.

Si ninguna de las partes las instare, acordará necesariamente la inmediata puesta en


libertad del imputado que estuviere detenido. Deberá celebrarse en el plazo más breve
posible dentro de las 72 horas siguientes a la puesta del detenido a disposición judicial. Y si
se acordare la prisión o libertad bajo fianza un Juez distinto del que conociere o hubiere de
conocer de la causa, una vez que este reciba las diligencias, oirá al imputado, asistido de su
abogado, tan pronto como le fuera posible y dictará la resolución que proceda a fin de
confirmar o no la medida acordada.

La resolución ha de ser necesariamente un auto, que debe estar justificado


suficientemente, librándose los mandamientos necesarios a las fuerzas y cuerpos de
Seguridad para que procedan al traslado del encausado, y al Director del Centro
Penitenciario a fin de que proceda a su recepción en calidad de preso preventivo. Al igual
que será necesario mandamiento para la puesta en inmediata libertad del preso en el
supuesto que se revoque tal mediada, por la resolución de un recurso, o por la desaparición
de las circunstancias que justificaron tal restricción de la libertad.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Ya la Ley de Enjuiciamiento preveía que los autos relativos a la situación personal del
imputado se pondrán en conocimiento de los directamente ofendidos y perjudicados por el
delito cuya seguridad pudiera verse afectada por la resolución, circunstancia esta que habrá
de cobrar mayor relevancia con la entrada en vigor del Estatuto de la Víctima del delito
donde se recoge expresamente esta circunstancia, siendo estas resoluciones una de
aquellas, que por afectar a la seguridad de la víctima debe ser notificada por el órgano que
conozca del procedimiento.
El auto que acuerde la prisión o la libertad bajo fianza habrá de ser traducido al
encausado en el supuesto de que el mismo sea extranjero y no entienda el castellano.

La LECrim prevé supuestos de prisión atenuada, en los que al imputado se le permite


el cumplimiento de la misma en su domicilio por razones de enfermedad. Y supuestos de
agravación de la medida mediante la declaración de la misma como incomunicada, en cuyo
supuesto el régimen al que estará sometido el encausado en el Centro Penitenciario se limita
en cuanto a la posibilidad de contacto con el exterior e incluso con su abogado, debiendo
designársele de oficio, esta medida debe estar limitada temporalmente y justificada su
adopción.

Acordada la prisión por el órgano competente o la libertad bajo fianza, o ratificada


las mismas por este, se habrá de incoar pieza separada de situación personal, donde se
habrán de tramitar todas las circunstancias e incidentes que respecto de la misma surjan a
lo largo de todo el procedimiento penal, como la presentación de recursos respecto de su
adopción, peticiones de libertad o modificaciones de la medida por otra menos restrictiva.
Pieza que al momento de elevarse los autos para el conocimiento de juicio oral bien al
Juzgado de lo Penal o bien a la Audiencia Provincial se habrá de remitir, salvo que estuviera
pendiente de resolución de un recurso, en cuyo supuesto así se habrá de manifestar en la
Diligencia de remisión.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

5.4. LIBERTAD BAJO FIANZA.


Citada como ha sido la necesidad de su petición en la comparecencia del art. 505
LECrim, se ha de indicar que el juez o tribunal que decretare la fianza, fijará la calidad y
cantidad de la que hubiere de prestar. Se tomarán en cuenta la naturaleza del delito, el
estado social y antecedentes del procesado y las demás circunstancias que pudieren influir
en el mayor o menor interés de éste para ponerse fuera del alcance de la Autoridad judicial.
Esta fianza no lo es para responder de las responsabilidades pecuniarias derivadas de la
comisión del delito sino para responder de la comparecencia del procesado cuando fuere
llamado, pues si no lo hace su importe se adjudicará al Estado. Además de bienes, podrá
designarse a una persona como fiador quien habrá de responder de la presentación del
llamado. Para realizar toda fianza en el supuesto de no concurrir el Secretario judicial
procederá por la vía de apremio contra los bienes del encausado o del fiador, de
conformidad con lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Civil, que se aplica con carácter
supletorio.

Para el supuesto de no prestar la fianza en el plazo que se le señale será ingresado


en prisión pues la misma se adoptó para evitar esta.

La Fianza para este concepto prevista será devuelta, si se


dicta Sentencia absolutoria o auto sobreseimiento libre, y si el
condenado ingresare a cumplir la condena.

5.5. PRIVACIÓN DE PERMISO DE CONDUCCIÓN DE VEHÍCULOS A MOTOR Y


CICLOMOTORES

Cuando se decrete el procesamiento de persona autorizada para conducir vehículos


de motor por delito cometido con motivo de su conducción, si el procesado ha de estar en
libertad, el Juez, discrecionalmente, podrá privarle provisionalmente de usar el permiso,
mandando que se recoja e incorpore al proceso el documento en el que conste. El Secretario
judicial lo comunicará al organismo administrativo que lo haya expedido, mediante oficio,
permaneciendo el documento unido a las actuaciones, y para el supuesto de que fuera

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La fase de Instrucción. Unidad 2

posteriormente condenado con la pena de privación del mismo, se computará el tiempo que
ha estado cautelarmente privado del mismo, pudiendo incurrir en tanto en un delito de
quebrantamiento de medida cautelar previsto en el Código Penal en el supuesto de conducir
un vehículo a motor durante esta privación.

5.6. RETENCIÓN DE PASAPORTE

Con la finalidad de asegurar su presencia cuando fuere llamado, puede ir


acompañada de una prohibición de salida del territorio nacional. En estos supuestos se habrá
de librar oficio, además de unir el pasaporte a las actuaciones, en pieza separada, a la
Dirección General de la Policía Nacional a fin de que no se pueda emitir un nuevo pasaporte,
y comunicar las restricciones a la salida al extranjero.

De la medida de suspensión del derecho a la tenencia, porte y uso de armas.-El Juez


podrá acordar, respecto de los inculpados en delitos relacionados con la violencia a que se
refiere esta Ley, la suspensión del derecho a la tenencia, porte y uso de armas, con la
obligación de depositarlas en los términos establecidos por la normativa vigente. Librándose
oficio a la intervención de armas.

5.7. SALIDA DEL DOMICILIO Y PROHIBICIONES DE RESIDIR EN UN DETERMINADO

LUGAR

Salida obligatoria del inculpado del domicilio en el que hubiera estado conviviendo o
tenga su residencia la unidad familiar, así como la prohibición de volver al mismo. Este tipo
de medidas están fundamentalmente previstas para los supuestos de violencia doméstica y
violencia sobre la mujer, bien por resolver una orden de protección al amparo del art. 544
ter de la LECrim, o bien por adoptar la misma al amparo del art. 544 bis de la LECrim, para el
primer de los supuestos habrá que celebrar necesariamente una comparecencia, y se deberá
escuchar a la víctima y al imputado.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

5.8. PROHIBICIÓN DE APROXIMARSE A LA VÍCTIMA.

Medida que consistirá en prohibir al inculpado que se


aproxime a la persona protegida, lo que le impide acercarse a
la misma en cualquier lugar donde se encuentre, así como
acercarse a su domicilio, a su lugar de trabajo o a cualquier otro
que sea frecuentado por ella. Esta medida podrá controlarse
mediante la utilización de instrumentos con la tecnología
adecuada para verificar de inmediato su incumplimiento. Se
habrá de fijar una distancia mínima entre el inculpado y la persona protegida que no se podrá
rebasar, bajo apercibimiento de incurrir en responsabilidad penal. (Quebrantamiento de
medida cautelar).

5.9. PROHIBICIÓN DE COMUNICACIÓN CON LA VÍCTIMA.

Restricción a toda clase de comunicación con la persona o personas que se indique,


bajo apercibimiento de incurrir en responsabilidad penal, comunicación que se verá limitada
a cualquier medio, método o forma, verbal o escrito. (Telefónico, correo, email, Whatsapp...
pero qué pasa con los grupos de wasap o mensajes en Facebook u otras aplicaciones
similares).

La orden de protección será notificada a las partes, y comunicada por el secretario


judicial inmediatamente, mediante testimonio íntegro, a la víctima y a las Administraciones
públicas competentes para la adopción de medidas de protección, sean éstas de seguridad
o de asistencia social, jurídica, sanitaria, psicológica o de cualquier otra índole. A estos
efectos se establecerá reglamentariamente un sistema integrado de coordinación
administrativa que garantice la agilidad de esta comunicación.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Con las fuerzas y cuerpos de Seguridad se establece la necesidad de envío de oficios


mediante fax u otro medio que facilite el conocimiento inmediato de la misma (policía local
de Sevilla email) y en Andalucía a través de la aplicación o sistema de gestión procesal
Adriano mediante su registro en el punto de coordinación. El control de la misma, en cuanto
a las medidas penales, se lleva a cabo por las fuerzas y cuerpos de seguridad, existiendo una
aplicación VIOGEN, cuyo soporte lo ofrece el Ministerio de Interior, donde los órganos
encargados de su control realizan las anotaciones correspondientes a las incidencias que las
mismas sufren, como son las modificaciones en la medida, incumplimientos, alteración del
grado en la valoración de riesgo o incluso las modificaciones en los datos domiciliarios o de
contacto de las víctimas y de los inculpados.

La orden de protección implicará el deber de informar permanentemente a la víctima


sobre la situación procesal del imputado, así como sobre el alcance y vigencia de las medidas
cautelares adoptadas. En particular, la víctima será informada en todo momento de la
situación penitenciaria del presunto agresor. A estos efectos se dará cuenta de la orden de
protección a la Administración penitenciaria.

La orden de protección será inscrita en el Registro Central para la Protección de las


Víctimas de la Violencia Doméstica y de Género (SIRAJ).

Otro tipo de medidas cautelares que se pueden adoptar serán las restrictivas en las
relaciones parentales como la de suspensión de la patria potestad o la custodia de menores
y la de suspensión del régimen de visitas, estancia, relación o comunicación con los menores,
debiendo pronunciarse necesariamente el Juez sobre el ejercicio de la patria potestad y, en
su caso, la guarda y custodia, el acogimiento, la tutela, la curatela o la guarda de hecho de lo
menores, cuando el delito cometido sea sobre los mismos por parte de quien la tenga.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Incluso se ha introducido en el art. 544 ter que cuando se dicte una orden de
protección con medidas de contenido penal y existieran indicios fundados de que los hijos e
hijas menores de edad hubieran presenciado, sufrido o convivido con la violencia a la que se
refiere el apartado 1 de este artículo, la autoridad judicial, de oficio o a instancia de parte,
suspenderá el régimen de visitas, estancia, relación o comunicación del inculpado respecto
de los menores que dependan de él. No obstante, a instancia de parte, la autoridad judicial
podrá no acordar la suspensión mediante resolución motivada en el interés superior del
menor y previa evaluación de la situación de la relación paternofilial.

Igualmente se prevé la posibilidad de controlar las distintas medidas mediante la


utilización de dispositivos telemáticos para el control de su cumplimiento, se atenderá a los
protocolos existentes para su colocación y seguimiento.

6. MEDIDAS CAUTELARES REALES.

La comisión de un hecho delictivo, dice el Código Penal, obliga a reparar los daños y
perjuicios por el acusado, esto implica que el responsable de la comisión del delito habrá de
garantizar en fase de instrucción las consecuencias perniciosas y perjuicios que haya causado
este. En el procedimiento abreviado se indica en la Ley de Enjuiciamiento Criminal que en el
momento del dictado del auto de apertura de juicio oral, tras la calificación de los hechos
por las partes acusadoras, se habrá, al tiempo de notificar el mismo al acusado, de requerir
en la cantidad que se determine para posibilitar, en caso de una Sentencia condenatoria, la
reparación del perjuicio causado. Este requerimiento y las actuaciones posteriores al mismo,
que veremos a continuación se tramitarán en pieza separada de responsabilidad pecuniaria
o responsabilidad civil. Esta misma pieza habrá de incoarse para las actuaciones respecto de
terceros responsables civiles, bien directos como aseguradoras, en el supuesto de que los
perjuicios estén cubiertos por un seguro obligatorio de responsabilidad civil, o bien
responsables de carácter subsidiarios.

52
La fase de Instrucción. Unidad 2

Esta pieza de responsabilidad civil puede y debe abrirse con anterioridad desde el
momento en el que se tenga constancia de la comisión del hecho delictivo y de los perjuicios
que se han generado, sin necesidad de esperar hasta el dictado de auto de apertura de juicio
oral. Así lo indica la LECrim en el art. 589, al referir que desde el momento en que existan
elementos o indicios de criminalidad se ha de requerir al encausado para que preste fianza
bastante para asegurar las responsabilidades pecuniarias que en definitiva puedan
declararse procedentes, decretándose en el mismo auto el embargo de bienes suficientes
para cubrir dichas responsabilidades si no prestare la fianza. La fianza podrá ser personal, a
través de un fiador, pignoraticia o hipotecaria, o mediante caución que podrá constituirse
en dinero efectivo, mediante aval solidario de duración indefinida y pagadero a primer
requerimiento emitido por entidad de crédito o sociedad de garantía recíproca o por
cualquier medio que, a juicio del Juez o Tribunal, garantice la inmediata disponibilidad, en
su caso, de la cantidad de que se trate.

Se ha de tener en cuenta que en el supuesto de prestar fianza, si esta no fuera


económica, sino que se ofrezcan bienes a fin de constituir sobre los mismos hipoteca o
pignorar los mismos, (mediante mandamiento librado al Registro de la Propiedad o Registro
de bienes Muebles correspondiente) el valor de los bienes se ha de determinar previamente
por perito y habrá de ser mayor que el metálico señalado para la fianza en la proporción que
la LECrim determina. El doble para la hipotecaria y bienes muebles en prenda y una cuarta
parte más para efectos o valores cotizables en mercados secundarios (bolsa). Esta forma de
conducirse en fase de instrucción es extraña pues lo normal será que no se ofrezcan bienes
a fin de garantizar estas responsabilidades, sino que se constituyan otro tipo de fianzas como
avales bancarios o que no se ofrezcan nada, en cuyo supuesto habrá de embargarse bienes
suficientes para asegurar las responsabilidades derivadas de la comisión del hecho.

Si en el día siguiente al de la notificación del auto dictado con arreglo a lo dispuesto


en el artículo 589 no se prestase la fianza, se procederá al embargo de bienes del procesado,
requiriéndole para que señale los suficientes a cubrir la cantidad que se hubiese fijado para

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La fase de Instrucción. Unidad 2

las responsabilidades pecuniarias. Si no designare bienes a embargar se habrá de proceder


tal y como señala la Ley de Enjuiciamiento Civil aplicable, en primer lugar, se habrá de
averiguar los bienes de los que fuera titular el encausado y se seguirá en orden establecido
en el artículo 592 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, teniendo en cuenta que esta ley señala
que determinados bienes son inembargables art. 605 y 606 LEC. En estos supuestos y por la
remisión que se realiza considero que se habrá de dictar un Decreto por parte del Letrado
de la Administración de Justicia para proceder a la averiguación de los bienes, y una vez estos
concretados, de oficio, se habrá de dictar otro Decreto para proceder al embargo de los
bienes suficientes, librándose, a título de ejemplo, mandamiento a los Registros de la
Propiedad a fin de tomar nota del embargo de bienes si fueran estos los embargados, u
oficios a empresas si fuera el sueldo o salario, o a entidades bancarias si fueran cuentas
corrientes a la vista. Decretos que vienen justificados y amparados en el dictado del auto
acordando la determinación de la fianza y proceder contra los bienes del encausado en el
supuesto de no prestar esta.

Si la cantidad, a lo largo de la instrucción, que inicialmente se preveía fuera superior


o inferior, se podrá ampliar la fianza y los embargos o ser estos reducidos.

Sin perjuicio de lo indicado anteriormente hemos de señalar que en virtud de la


aplicación del art. 13 LECrim se podrán adoptar durante la instrucción aquellas medidas de
garantía necesarias para evitar consecuencias dañosas por la comisión del hecho delictivo, e
igualmente para restituir al ofendido o perjudicado en los bienes de los que se le haya
privado, pues no solo se ha de buscar la satisfacción de la responsabilidad civil mediante el
abono de una indemnización, sino que tal y como el código penal prevé podrá comprender
igualmente la restitución de los bienes y la reparación de los daños causados.

Las piezas de responsabilidad civil se habrán de remitir al Órgano judicial que vaya a
conocer del juicio oral y habrán de finalizarse en fase de instrucción, una vez realizadas las
actuaciones anteriormente indicadas, a fin de facilitar la ejecución de los posibles
pronunciamientos condenatorios si finalmente se dictase una Sentencia en tal sentido, si

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La fase de Instrucción. Unidad 2

fuera absolutoria, como se verá en el módulo IV, se ha de proceder al alzamiento de cuantas


medidas aseguratorias o de garantía se hubieran adoptado. La pieza separada pues se habrá
de finalizar bien declarando la solvencia del responsable civil, pues ha ofrecido fianza
bastante o se ha garantizado la cantidad exigida mediante la traba de sus bienes en cuantía
suficiente, o bien su insolvencia, cuando de la averiguación patrimonial realizada no se
obtienen bienes sobre los que adoptar las medidas examinadas.

Por último, hemos de señalar que no solo los responsables civiles serán los autores
del hecho delictivo, sino que también los cómplices habrán de responder finalmente y así se
les requerirá durante la instrucción, las aseguradoras como vimos anteriormente, y para el
supuesto de aquellos que están exentos de responsabilidad criminal habrán de responder
civilmente los que el código penal determina en el art. 118, pues en estos supuestos

aun cuando se dicte finalmente Sentencia Absolutoria por la apreciación de esta exención
habrá de determinarse la responsabilidad civil, y de esta responderán quienes se señala en
el artículo indicado. También señala el Código penal aquellos que habrán de responder de
forma subsidiaria, citando entre otros a los titulares de una editorial para el supuesto de la
comisión de un hecho delictivo mediante una publicación, los titulares de las empresas para
los delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones por un empleado de la misma o los
propietarios de un vehículo a motor por el delito cometido mediante el uso del mismo por
otra persona.

Otros efectos.

Además de la responsabilidad civil de la que hemos hablado la comisión de un hecho


delictivo puede conllevar otras consecuencias accesorias como la pérdida de los efectos que
de él provengan y de los bienes, medios o instrumentos con que se haya preparado o
ejecutado, así como de las ganancias provenientes del delito, cualesquiera que sean las
transformaciones que hubieren podido experimentar. Figura que en el código penal se
conoce como decomiso o comiso de los bienes y se prevé expresamente que, si no fuera

55
La fase de Instrucción. Unidad 2

posible el decomiso de los bienes señalados en los apartados anteriores de este artículo, se
acordará el decomiso de otros bienes por una cantidad que corresponda al valor económico
de los mismos, y al de las ganancias que se hubieran obtenido de ellos.

Los artículos 127 bis y siguientes han sufrido una importante reforma a raíz de la LO
1/15 modificadora del Código Penal, sobre todo para ahondar en la necesidad de su
adopción para los efectos o bienes provenientes de determinadas actividades delictivas,
como delitos de trata de seres humanos, relativos a la prostitución, insolvencias punibles,
blanqueo de capitales o contra la hacienda pública, entre otros.

Si la ejecución del decomiso no hubiera podido llevarse a cabo, en todo o en parte, a


causa de la naturaleza o situación de los bienes, efectos o ganancias de que se trate, o por
cualquier otra circunstancia, el juez o tribunal podrá, mediante auto, acordar el decomiso de
otros bienes, incluso de origen lícito, que pertenezcan a los criminalmente respon sables del
hecho por un valor equivalente al de la parte no ejecutada del decomiso inicialmente
acordado.

A fin de garantizar la efectividad del decomiso, los bienes, medios, instrumentos y


ganancias podrán ser aprehendidos o embargados y puestos en depósito por la autoridad
judicial desde el momento de las primeras diligencias. Y corresponderá al juez o tribunal
resolver, conforme a lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sobre la realización
anticipada o utilización provisional de los bienes y efectos intervenidos.

Igualmente se podrá acordar la clausura temporal de los locales o establecimientos,


la suspensión de las actividades sociales y la intervención judicial como medida cautelar
durante la instrucción de la causa.

De otro lado habrá de estarse igualmente a la normativa reguladora de los depósitos


de piezas de convicción en cuanto a la necesidad de almacenamiento de las mismas, su
conservación y posible destrucción bien con carácter anticipado o bien una vez se hubiera
Sentenciado el asunto del que derivan los mismos.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Es interesante en esta materia tener en cuenta la posibilidad de realización


anticipada de los efectos, atendiendo a los protocolos de realización, pues habrá de
tramitarse en pieza separada y en la aplicación informática de gestión procesal deberá
anotarse en la pestaña objetos todos los efectos judiciales intervenidos y depositados,
consignándose en la caratula del procedimiento la existencia de estos.

Igualmente hay que tener en cuenta la regulación establecida en la LECrim Capitulo


II bis del Título V del Libro II referente a la “Destrucción y la realización anticipada de los
efectos judiciales”, arts. 367 bis y siguientes, y los RD 137/93, de 29 de enero que aprueba
el Reglamento de Armas, RD 2783/1976 de 15 de octubre, sobre conservación y destino de
piezas de convicción, así como en lo que sea aplicable la Orden de 14 de julio de 1983 sobre
depósitos judiciales para la conservación de piezas de convicción.

En definitiva se prevé la destrucción de los efectos o bienes puestos a disposición


judicial, embargados, incautados o aprehendidos en el curso de un procedimiento penal, de
forma anticipada cuando resultare necesaria o conveniente por la propia naturaleza de los
efectos intervenidos o por el peligro real o potencial que comporte su almacenamiento o
custodia, previa audiencia al Ministerio Fiscal y al propietario, si fuere conocido, o a la
persona en cuyo poder fueron hallados los efectos cuya destrucción se pretende.

Cuando se trate de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, el Juez


instructor, previa audiencia del Ministerio Fiscal y de las partes, ordenará su inmediata
destrucción conservando muestras suficientes de dichas sustancias para garantizar
ulteriores comprobaciones o investigaciones, todo ello sin perjuicio de que, de forma
motivada, el órgano judicial considere necesario la conservación de la totalidad.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Si se acuerda la destrucción deberá quedar constancia de la descripción de los


efectos intervenidos y se tasaran para determinar su valoración.

Los efectos se realizarán, si no fueran piezas de convicción si son perecederos o se


ha hecho abandono de los mismos o los gastos de conservación sean muy superior al valor
del objeto en si entre otros.

7. AUXILIO JUDICIAL. COMISIONES ROGATORIAS Y COOPERACIÓN JURÍDICA


INTERNACIONAL.

En fase de instrucción se habrá de acordar librar exhorto


a los órganos judiciales donde residan los intervinientes a los
efectos de poder practicar las diligencias de investigación
oportunas, como tomas de declaración de testigos, de
perjudicados, ofrecimiento de acciones, exámenes médicos
forenses, o la notificación de determinadas resoluciones
procesales como el dictado de auto de incoación de
procedimiento abreviado o el de adopción de medidas
cautelares. Hay que tener en cuenta que a través del Punto Neutro Judicial del CGPJ se
pueden remitir telemáticamente las peticiones de auxilio judicial sin necesidad de su
remisión por correo ordinario.
En relación a esta petición de auxilio hay que tener en cuenta que el uso de las nuevos
medios de comunicación facilitan la práctica de las diligencias directamente por el Órgano
Judicial instructor, pues se podrán practicar muchas de estas diligencias por medio de
videoconferencia, siendo así que la Sala de gobierno del TSJ de Andalucía, ya indicó que la
práctica de la declaración del imputado se ha de realizar, si este residiera en otro partido
judicial, preferentemente mediante el uso de videoconferencia, y solo para el supuesto de
no poder llevarse a efecto de este modo se habrá de solicitar el auxilio de los Juzgados de
Instrucción del partido judicial donde resida el mismo, para la toma de declaración por los
medios tradicionales.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

Al igual que para el auxilio judicial nacional, se habrá de recurrir al auxilio judicial
internacional cuando se haya de practicar una diligencia de investigación en el extranjero,
para su práctica habrá de tenerse en cuenta en primer lugar los Convenios Internacionales
aplicables al supuesto en concreto, y las posibles reservas que el país receptor haya podido
realizar a la práctica de tal diligencia.

En esta materia, y para los supuestos de necesidad en la práctica de una diligencia,


se puede contar con los miembros de las redes nacionales de colaboración en materia de
cooperación internacional. Miembros de la RESEJ (Secretarios Judiciales), REJUE (Jueces y
Magistrados) y Red de Expertos en colaboración internacional del Ministerio Fiscal.

La cooperación internacional tiende en los distintos Convenios que han sido


ratificados por España a simplificarse, posibilitando el contacto directo con los distintos
órganos que hayan de practicar la diligencia o medida, siendo que por parte del Consejo
General del Poder Judicial se establece como instrumento para identificar el Convenio
Aplicable a la actuación y los distintos formularios a utilizar, el llamado Prontuario Judicial
Internacional.

8. PRUEBA ANTICIPADA Y PRECONSTITUIDA.

La introducción de este epígrafe en este módulo viene justificada por la necesidad de


entender que en la fase de instrucción se han de realizar muchas diligencias que desde el
momento de su práctica viene consumidas en sí mismo, así, la emisión de un informe pericial
por ejemplo requiere en determinados supuestos de la práctica de ciertas actuaciones que
no se podrán repetir al momento del acto de juicio oral, siendo que en este el perito podrán
ser cuestionado sobre la forma de realizar la pericia y las conclusiones de la misma pero no
realizar la misma en el acto de juicio oral.

No obstante, hemos de distinguir lo que se ha venido a considerar prueba anticipada


de la llamada preconstituida pues en la primera únicamente se adelanta la consecución de
la prueba, pero esta se practica en el acto de juicio oral, así aportaciones documentales o la

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La fase de Instrucción. Unidad 2

realización de pericias como hemos señalado antes, que se practican antes, pero
formalmente es en el momento del acto de juicio oral donde se cuestiona al perito sobre la
forma de realización de la misma y las conclusiones extraídas. En cambio las segundas,
preconstituidas, son algo más pues es en fase de instrucción donde se practican, con
asistencia de los Letrados de las partes para asegurar así la contradicción y evitar la
indefensión de alguna de ellas, siempre y cuando, por razón del lugar de residencia de un
testigo o víctima, o por otro motivo, fuere de temer razonablemente que una prueba no
podrá practicarse en el juicio oral, o pudiera motivar su suspensión, el Juez de Instrucción
practicará inmediatamente la misma, asegurando en todo caso la posibilidad de
contradicción de las partes. Dicha diligencia deberá documentarse en soporte apto para la
grabación y reproducción del sonido y de la imagen o por medio de acta autorizada por el
Secretario judicial, con expresión de los intervinientes y a los efectos de su valoración como
prueba en sentencia, la parte a quien interese deberá instar en el juicio oral la reproducción
de la grabación o la lectura literal de la diligencia, en los términos del artículo 730 de la
LECRim. Es por ello que cuando se haya de practicar estas habrá de asegurarse, mediante la
citación a la misma con suficiente antelación, la presencia de los letrados de las partes
acusadoras y acusados.

Hay que tener igualmente en cuenta lo que el Estatuto de


la víctima ha previsto en relación a los delitos cometidos cuando
la víctima es menor de edad o una persona especialmente
vulnerable o con la capacidad modificada judicialmente, en estos
supuestos su declaración en fase de instrucción habrá de ser
realizada siempre que sea posible mediante o a través de los
técnicos profesionales que procedan, y si se ha de realizar ante
el órgano judicial, se habrá de realizar la exploración del menor procediendo a su grabación,
siendo que está en el acto de juicio oral será visionada, sin necesidad de hacer declarar al
menor de edad nuevamente ante otro órgano judicial.

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La fase de Instrucción. Unidad 2

En relación a la forma de practicar la misma se han de tener en cuenta los arts. 449 bis y 449
ter, el ultimo introducido por la LO 8/21 de 4 de junio, que a su vez modifica el primero, en
el sentido de que el artículo 449 bis.

Cuando, en los casos legalmente previstos, la autoridad judicial acuerde la práctica de la


declaración del testigo como prueba preconstituida, la misma deberá desarrollarse de
conformidad con los requisitos establecidos en este artículo.

La autoridad judicial garantizará el principio de contradicción en la práctica de la declaración.


La ausencia de la persona investigada debidamente citada no impedirá la práctica de la
prueba preconstituida, si bien su defensa letrada, en todo caso, deberá estar presente. En
caso de incomparecencia injustificada del defensor de la persona investigada o cuando haya
razones de urgencia para proceder inmediatamente, el acto se sustanciará con el abogado
de oficio expresamente designado al efecto.

La autoridad judicial asegurará la documentación de la declaración en soporte apto para la


grabación del sonido y la imagen, debiendo el Letrado de la Administración de Justicia, de
forma inmediata, comprobar la calidad de la grabación audiovisual. Se acompañará acta
sucinta autorizada por el Letrado de la Administración de Justicia, que contendrá la
identificación y firma de todas las personas intervinientes en la prueba preconstituida.

Para la valoración de la prueba preconstituida obtenida conforme a lo previsto en los


párrafos anteriores, se estará a lo dispuesto en el artículo 730.2.

Artículo 449 ter.

Cuando una persona menor de catorce años o una persona con discapacidad necesitada de
especial protección deba intervenir en condición de testigo en un procedimiento judicial que
tenga por objeto la instrucción de un delito de homicidio, lesiones, contra la libertad, contra
la integridad moral, trata de seres humanos, contra la libertad e indemnidad sexuales, contra
la intimidad, contra las relaciones familiares, relativos al ejercicio de derechos

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La fase de Instrucción. Unidad 2

fundamentales y libertades públicas, de organizaciones y grupos criminales y terroristas y de


terrorismo, la autoridad judicial acordará, en todo caso, practicar la audiencia del menor
como prueba preconstituida, con todas las garantías de la práctica de prueba en el juicio oral
y de conformidad con lo establecido en el artículo anterior. Este proceso se realizará con
todas las garantías de accesibilidad y apoyos necesarios.

La autoridad judicial podrá acordar que la audiencia del menor de catorce años se practique
a través de equipos psicosociales que apoyarán al Tribunal de manera interdisciplinar e
interinstitucional, recogiendo el trabajo de los profesionales que hayan intervenido
anteriormente y estudiando las circunstancias personales, familiares y sociales de la persona
menor o con discapacidad, para mejorar el tratamiento de los mismos y el rendimiento de
la prueba. En este caso, las partes trasladarán a la autoridad judicial las preguntas que
estimen oportunas quien, previo control de su pertinencia y utilidad, se las facilitará a las
personas expertas. Una vez realizada la audiencia del menor, las partes podrán interesar, en
los mismos términos, aclaraciones al testigo. La declaración siempre será grabada y el Juez,
previa audiencia de las partes, podrá recabar del perito un informe dando cuenta del
desarrollo y resultado de la audiencia del menor.

Para el supuesto de que la persona investigada estuviere presente en la audiencia del menor
se evitará su confrontación visual con el testigo, utilizando para ello, si fuese necesario,
cualquier medio técnico.

Las medidas previstas en este artículo podrán ser aplicables cuando el delito tenga la
consideración de leve.

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