Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SOCIEDAD
De esta manera, la sociedad para el Derecho Constitucional, no es otra cosa más que
una población, o una colectividad (sociedad, comunidad, pueblo o población)
perfectamente organizada, asentada en un territorio preciso y determinado (es decir,
con unas fronteras bien definidas y respetadas por los países limítrofes). Esto es, la
sociedad que toma en cuenta el Derecho Constitucional, es un pueblo histórico
determinado y organizado. Un pueblo capaz de autogobernarse libre y
soberanamente; capaz, por tanto, de darse libremente su forma de gobierno y sus
leyes fundamentales; capaz de darse una Constitución, cuyo estudio va configurando
nuestra disciplina del Derecho Constitucional. Todo esto es la sociedad para el
Derecho Constitucional.
Se trata de una idea muy precisa; una idea que, naturalmente, se construye sobre los
elementos, bien conocidos y estudiados por esas otras ciencias sociales, ya
mencionadas, como son el elemento de la naturaleza sociable del ser humano, en
cuanto individuo de la sociedad; el elemento de sociedad como grupo familiar, grupo
de paterfamilias; grupo tribal, etcétera; y los elementos relativos a los sistemas de
interacción dentro de la sociedad.
La idea de sociedad que más interesa al Derecho Constitucional es, hablando en
general, la misma idea que ya desarrolló Aristóteles en su conocido libro La Política,
en donde se define la naturaleza del ser humano, como un ser sociable, que no puede
vivir aislado, o sin la ayuda de otros seres humanos. Igualmente, en dicho libro se
desarrollan los diversos agregados sociales que se forman a partir de esa naturaleza
política, que es la palabra usada por Aristóteles, hasta formar precisamente el
agregado mejor, o el más perfecto, como es la rroAt. que muchos autores traducen
como Estado Ciudad.
Los autores latinos, que asimilan fuertemente la cultura griega, son los que traducen la
obra de Aristóteles con los títulos que después pasan al español sin modificación
alguna. La Política, La República. Mientras que la voz rrÓAt la traducen como civitas,
de donde se deriva la voz española de ciudad o de Estado-Ciudad. En cambio, las
voces griegas que definen al hombre como Zóo rroAtTtKÓ (animal político), ¡se
traducen al latín como anima! sociabilis. Y los teólogos y los filósofos cristianos lo
traducen como animal rationalis.
Bien, las voces originarias griegas, por supuesto, que expresan muy bien lo que quería
decir Aristóteles, quien solamente destaca el carácter esencial del ser humano, que es
un animal gregario, que por naturaleza tiende a formar agregados, como la familia,
etcétera. Y estas voces forman, por su lado, digámoslo así también, una gran familia
de voces. De esta manera, el ser humano es un ser rroAtTtKÓq, Y por eso vive en
las ,.0),Et;: éstas tienen una organización estable y perfecta que recibe el nombre de
rroAtTEta y estas organizaciones pueden ser estudiadas. Por eso la obra de
Aristóteles lleva el título de rroAtTEta.
La doctrina de la Iglesia católica, primero a través de los llamados Santos Padres de la
Iglesia (grandes autores, filósofos y teólogos, griegos y latinos) y después a través de
los Teólogos medievales, como Santo Tomás, harán hincapié en que el ser humano,
además de tener una naturaleza sociable, tiene inteligencia o razón. De ahí que
también se pueda definir el hombre como un animal rationalis, o como un animal
racional que vive en una sociedad o en una comunidad.
El hombre político de Aristóteles; el hombre sociable de los romanos;y el hombre
racional de la doctrina de la Iglesia permitió no sólo el hallazgo de su naturaleza
gregaria, o sociable, sino también los hallazgos de sus grandes y personalísimas
prerrogativas de la inteligencia o la razón, así como de la voluntad, de donde, a través
del razonamiento metafísico se llegará al valiosísimo atributo de la libertad, de la
justicia y de la ética.
Esta es la tradición, estas mismas ideas son las que se citan al ponerse a debate en
1812 (fecha de la Constitución española) el artículo 3, que definió la soberanía
nacional, o el poder público que tiene el pueblo, así como en el debate de aprobación
del Acta Constitutiva Mexicana de 1824, al discutir el tema de la soberanía también.
En ambos debates, por ejemplo, el mexicano Guridi y Alcocer decía que por pueblo
soberano debía entenderse a los habitantes asentados en un territorio dado. Por tanto,
habla de un pueblo ya organizado, o capaz de auto-gobernarse, pero asentado en un
territorio independiente y libre de toda dominación externa. Un pueblo plural, como son
las sociedades modernas. Un pueblo capaz de darse un gobierno propio, unas leyes
fundamentales propias, o capaz de darse una Constitución, que es lo que se enuncia
en esos dos preceptos de 1812 y 1824; y es lo que se enuncia en el artículo 39 de la
Constitución vigente de 1917 en México.
Se trata de un concepto de sociedad proveniente de la doctrina elaborada por los
creadores del Derecho de Gentes españoles, italianos, franceses y alemanes. En
particular en el debate de 1812 se citan abundantemente a los autores españoles de la
llamada Escuela Jurídica Española, como son Francisco de Vitoria; Francisco Suárez,
De Soto y muchos más.
Como vamos a ver en los siguientes pasajes tomados del debate se repiten mucho
estos conceptos, estas ideas; v se habla indistintamente de un pueblo organizado, de
una sociedad organizada, de una nación organizada, o de una comunidad perfecta.
Los hombres se constituyen en sociedad cuando por común consentimiento se
congregan en un cuerpo político mediante un vínculo de sociedad,
... que todos los príncipes legítimos lo son por consentimiento del pueblo, que por
derecho natural le es concedido al pueblo la potestad de hacer las leyes.
Un célebre Vázquez de Menchaca hubo también en tiempos de Felipe 11, el cual en
una obra dedicada a este Rey, tm·o ánimo para decirle que el pueblo, conservando
siempre su soberanía, puede recobrar sus de1·echos primitivos, y quitarle al Rey la
facultad de hacer leyes, aun cuando se la hubiese concedido. Nada diré del padre
Juan de Mariana, porque todos saben hasta qué punto llevó esta doctrina suya de que
del pueblo reciben los reyes su potestad. Omito citar otros escritores nuestros de la
primera nota, que acreditan ser esta doctrina recibida en España antes que la
propagasen los publicistas extranjeros.
Le imprimió (al hombre) el autor de la naturaleza, dice elegantemente San Juan
Crisóstomo. Santo Tomás, dos principios: el uno, que como animal sociable
apeteciese natural y justamente vivir en comunidad o compañía de sus semejantes: el
otro, que en una comunidad perfecta era necesario un poder... no se puede negar por
ser conforme al derecho natural del hombre, el que haya una potestad pública civil,
que pueda regir y gobernar a toda la comunidad perfecta.
Son todos comentarios tomados del debate ya mencionado. Sin duda estos textos nos
ofrecen la mejor definición de lo que es una sociedad para el Derecho Constitucional.
Eso es la sociedad para la Constitución española de 1812; lo mismo que para la
Constitución mexicana de 1824; y, sin duda, para la vigente de 1917. Por sociedad
entendemos al pueblo soberano, asentado dentro del territorio patrio; también
entendemos al conjunto de los habitantes asentados en ese mismo espacio territorial;
también abarcamos a cada uno de dichos habitantes, sociables por naturaleza,
gregarios y capaces de formar familias y grupos sociales intermedios, como son las
poblaciones indígenas, las comunidades todas, los municipios y los Estados mismos
que forman la Federación mexicana y, en consecuencia, el gran Estado mexicano.
Todas estas cosas son objeto de estudio, muy importantes, del Derecho Constitucional
mexicano.
La sociedad así considerada como pueblo soberano; como pueblo organizado y
constituido, puede ser llamada Estado, el cual conforma, como lo veremos enseguida,
una gran parcela, o casi toda la materia del Derecho Constitucional.
Además decíamos que el componente de la sociedad, así entendida, es el individuo.
Y, como todos sabemos, el individuo, el ser humano, o la persona humana, no
solamente es el centro del Derecho, sino que es el sujeto por excelencia del Derecho.
Es también el titular de todas las libertades, de todos los derechos y garantías.
1.1. ESTADO
¿cómo definir lo que es el Estado? ¿Cuándo aparece el Estado en la Historia? No es
fácil dar respuesta a estas preguntas, porque, de hecho, existen muchas ideas y
muchas doctrinas sobre el particular planteadas por la Teoría política; por las diversas
corrientes filosóficas; y por la teoría pura del Derecho, por no dejar de mencionar las
teorías positivistas sobre el Estado.
1.1.1. SOBRE EL ORIGEN DEL ESTADO
No hay mucho consenso entre los especialistas sobre el origen del Estado. Algunos
autores, como Kelsen, incluyen en la definición de Estado los problemas de su origen.
De esta manera, por ejemplo, se afirma que, en esencia, el Estado es la misma
organización de la sociedad y que, por ello, siempre que se pueda hablar de una
sociedad organizada, se podrá hablar de la existencia del Estado. De hecho, todos los
autores reconocen una gran antigüedad al nacimiento de las doctrinas sobre el
Estado.
De esta manera se citan las teorías de los filósofos griegos, entre los cuales
sobresalen las teorías de Aristóteles y de Platón; se recuerda la forma en que se habla
del Estado entre los epicúreos y los estoicos de la cultura romana; se habla de la idea
del Estado en las fuentes jurídicas del Derecho Romano; en las fuentes del
pensamiento cristiano y, en un sentido más amplio, del pensamiento medieval; así
como se habla de las ideas del Estado moderno, a partir del Estado de Maquiavelo o
Bodino, de Hobbes o de Spinoza, de Montesquieu o Rousseau, de Kant o de Fichte,
de Schelling o de Hegel, de Marx, de Seydel, de Gierke, de Jellinek, de León Duguit,
de Carré de Malberg y tantos otros.
Con todo, los orígenes del Estado constitucional son relativamente recientes. El
Estado, que es el objeto del Derecho Constitucional, nace en el momento en que se
aprueba su organización jurídica a través de la Constitución quedando así el Estado
sometido al Derecho. Por ello se habla de Estado de Derecho. Lo importante del
Derecho Constitucional es que está dedicado al estudio de las estructuras
constitucionales del Estado; está dedicado al estudio del sometimiento de los órganos
del Estado al Derecho; y está dedicado al estudio de su formación histórica (primera
constitución) y su posible evolución constitucional. El Estado es, desde otro enfoque,
una entidad a la que se le reconoce personalidad jurídica, tanto en el campo del
Derecho Internacional cuanto en el campo del Derecho interno. Una entidad de
carácter público, sometida al Derecho como cualquier otro sujeto, que puede asumir
diferentes formas de organización. Un Estado unitario se organiza de manera diferente
a como lo hace un Estado federal.
México se declara independiente en 1821. Hasta entonces y desde 1519 lo que ahora
corresponde al Estado Mexicano, había venido siendo una colonia del gran Imperio
español. Con todo y pese a que no fue sino hasta 1821 que se alcanza la
independencia, hubo presencia de 21 mexicanos en las Cortes españolas de Cádiz de
1810-1813. Y estos mexicanos colaboraron a la creación y transformación de aquel
imperio en una monarquía constitucional con la aprobación de la Constitución de Cádiz
en 1812. También se produjo el movimiento insurgente en 1810, que proclamó el
Decreto Constitucional o Constitución de Apatzingán de 1814. Finalmente, después de
ciertos contratiempos y desechándose la idea inicial de crear un imperio, el Congreso
Constituyente de 1823-1824 resolvió organizar a México como una república federal,
aprobando su Acta Constitutiva el 31 de enero de 1824.
1.1.2.2. El territorio
El territorio es otro elemento esencial del Estado. Es el asiento de la población
considerada dentro del Estado. El territorio precisa el ámbito espacial al que se
extiende la soberanía estatal. Es el ámbito de la validez normativa, en palabras de
Kelsen.
La importancia del territorio como componente del Estado es manifiesta, no sólo frente
a terceros países de la comunidad internacional, sino también hacia el interior. El
territorio representa, además de un espacio de validez normativa, la propiedad
inmueble y la riqueza de los suelos y los subsuelos, incluida la llamada zona
económica exclusiva, reconocida por el Derecho Internacional. Es decir, el territorio
determina la vigencia del Derecho estatal sobre personas y cosas. Pero también
determina la oponibilidad frente a terceros países, para exigir respeto, así como para
ofrecer colaboración, asistencia, relaciones consulares y diplomáticas, así como las
mejores condiciones para el tránsito de personas y de cosas.
Tenemos en nuestra Constitución vigente varios pasajes reguladores del territorio. El
artículo 42, por ejemplo, precisa lo que abarca y comprende; el artículo 43 enumera
cuáles son las partes que integran la Federación, que son 31 Estados y un Distrito
Federal; y antes, en el artículo 27 consagra la propiedad originaria a favor de la nación
(no del Estado), así como se expresa lo relativo a la zona económica exclusiva,
concepto que entraña como sabemos, el ejercicio de facultades soberanas de carácter
económico a favor del Estado mexicano en este caso.
1.1.2.3. La organización
A partir de algunas teorías positivistas, se ha venido insistiendo en considerar como
otro elemento esencial del Estado, la idea de organización, lo cual se exterioriza en la
aceptación de que la facultad de normación jurídica, así como el poder de ejecutar
dichas normas sean ejercidas por los órganos del Estado mediante los procedimientos
previstos en tales normas.
A esta idea de organización se le suele dar diversos alcances y contenidos, de manera
que se extiende hasta los Estados autocráticos de tipo histórico, lo mismo que a los
Estados modernos democráticos. Se dice que la idea de organización expresa el
vínculo jurídico-político unificador de la realidad estatal. Esta idea sirve para definir al
Estado como al conjunto de órganos y procedimientos expresamente establecidos en
las normas (o aceptados de manera consuetudinaria) mediante los cuales se ejercen
las funciones para la producción y ejecución de las normas dentro de la estructura de
la vida social.
Incluso hay autores que, como Kelsen, llegan a identificar al Estado con el Derecho,
como una (exigencia) del planteamiento de la teoría pura del Derecho.
1.2. DERECHO
Para completar el desarrollo de esta primera unidad, nos resta hablar del Derecho.
¿Qué cosa es el Derecho?
El alumno al llegar al Derecho Constitucional ya puede contestar muy bien esta
pregunta con alguna de las definiciones que ya le han dado en otras materias, desde
las definiciones que nos mandan guardar en la memoria, como las del Ulpiano,
repetidas en lengua latina, hasta las definiciones más sencillas de algún autor
moderno que compara las normas jurídicas con las normas de los juegos de mesa, por
ejemplo.
El Derecho, en esencia, es un medio, o un conjunto de medios, creados por el hombre,
que siempre ha podido usar el ser humano en su desarrollo como ser individual, como
ser inteligente y sociable. El Derecho es una creación de la inteligencia, no importa
que hoy, al igual que ayer y que siempre, sea una creación imperfecta, o no se vea
mucho lo de la creación inteligente. Pero, en esencia, es un medio que, en efecto,
puede dársele buenos y malos usos.
El Derecho, visto con perspectiva histórica, es una formidable estructura constituida
por diversos sistemas de conductas y diversos modos de obrar del hombre que vive en
sociedad y de la sociedad que vive organizadamente. El Derecho es un orden, o
pretende serlo y un sistema coactivo, que permite hacer cosas, por un lado, pero por
otro, también prohíbe hacer cosas.
El Derecho es un conjunto de reglas. La regla, por su parte, puede ser una expresión
de la voluntad. que permite o prohíbe hacer una cosa; y, por otro lado, puede ser una
expresión del conocimiento. Las asignaturas de la Carrera de Derecho pueden
estudiarse pensando en conocer cuál es el mandato (o el acto de voluntad) contenido
en cada una de las reglas del Derecho. Pero también pueden estudiarse pensando en
conocer la racionalidad, o la inteligencia de los enunciados en que se formulan dichas
reglas, enunciados que las ciencias del Derecho, ordenan y sistematizan.
El Derecho Constitucional es una de esas asignaturas de la Carrera de Derecho. Tiene
por objeto el estudio de la Constitución. La Constitución es la norma jurídica por
excelencia, la cual expresa la voluntad coactiva del soberano, del pueblo soberano. En
esta norma se exterioriza la organización y el funcionamiento del Estado, así como los
principios y los valores de la convivencia social; las libertades y los derechos del
individuo y de grupos sociales protegidos.
La norma constitucional nos indica cuáles son los órganos del Estado, así como cuáles
sean los procedimientos de producción y ejecución de las normas jurídicas. La norma
constitucional. en todo caso, expresa también y sobre todo el Derecho a que están
subordinados y sometidos dichos órganos tanto en la producción cuanto en los
procedimientos de ejecución de las normas jurídicas. Se puede afirmar, parafraseando
la doctrina positivista de Kelsen que Derecho y Estado Constituyen una sola forma de
vida, una sola realidad cultural al identificarse en un único sistema lógico-normativo,
manteniendo sus diferencias.
Nosotros insistimos en que el Derecho es un medio, o un conjunto de medios puestos
al servicio del Estado para la obtención del bienestar el progreso que se haya
propuesto alcanzar el pueblo soberano. Esto es el Derecho, considerado desde la
fuente originaria que lo produce: el pueblo. Es decir, el Derecho no es otra cosa que lo
expresado por el artículo 39 de nuestra Constitución al hablar de la soberanía.
. La soberanía radica originaria y esencialmente en el pueblo y consiste, en esencia,
en la capacidad que tiene ese mismo pueblo para auto-gobernarse: es decir para
darse un gobierno, para determinar su organización y funcionamiento; para darse sus
leyes fundamentales;
Precisando que, en todo caso, el poder se instituye para beneficio del mismo pueblo.
Esto es lo que dice el artículo 39 constitucional.
1.4. RESUMEN
Esta unidad puede ser considerada como una especie de introducción al estudio del
Derecho Constitucional, de manera que al recordar lo que es la sociedad, lo que es el
Estado y lo que es el Derecho, en general, solamente se busca definir el marco de
referencia de nuestra asignatura. La sociedad es definida en función de su propia
organización, como un pueblo capaz de auto-gobernarse. Es decir, como un pueblo
asentado establemente en un determinado territorio, capaz de determinar la forma de
organización política que más le convenga; capaz de instituir órganos y
procedimientos de creación y ejecución de normas jurídicas; capaz de organizarse en
Estado libre e independiente, a quien se le encomiende la realización de los diversos
fines que le sean inherentes o propios.
El Derecho Constitucional se ocupa del estudio de la Constitución, en cuanto
manifestación de la voluntad soberana del pueblo. Dicha Constitución, entre otros
elementos, o entre otras materias, regula la forma en que se crean los diversos
órganos del Estado y los diferentes procedimientos de producción y ejecución de las
normas jurídicas.
Como sabemos, existen varias ciencias sociales que, entre sus objetos de estudio,
tienen los importantes temas de la sociedad y del Estado. Varias ramas del Derecho
inclusive examinan el tema del Estado. Así pues, es conveniente que el lector, como
siempre, trate de sumar conocimientos, tomando muy en cuenta esos diversos
apuntes proporcionados por las ciencias de referencia, a fin de entender mejor y
complementar la idea ya expresada del Derecho Constitucional sobre los temas
expuestos en esta unidad.
Unidad 2
Concepto y ubicación del Derecho Constitucional
RAÚL CONTRERAS BUSTAMANTE
2.1. CONCEPTO Y ELEMENTOS DE DERECHO OBJETIVO
Como señala el Diccionario Jurídico Mexicano, para la inmensa mayoría de los
juristas, "el derecho constituye un conjunto -orden, sistema- de normas o disposiciones
de cierto tipo, al cual denominan derecho objetivo para distinguirlo de otros usos o
sentidos de la palabra derecho". El predicado objetivo se utiliza para diferenciar -u
oponer el orden jurídico al derecho subjetivo (en el sentido de permisiones o reclamos
jurídicamente justificados)”.
El término derecho objetivo, se utiliza como sinónimo de orden jurídico e igualmente
se asocia o identifica con la idea de derecho positivo, es decir, como norma. Rafael de
Pina, lo define como "el conjunto de las normas que forman el sistema jurídico positivo
de una nación". Derecho subjetivo, consecuentemente, es el derecho considerado
como facultad de uno o varios individuos. Facultad resultante de la norma.
El derecho objetivo es la norma que autoriza, que inviste, que faculta; mientras el
derecho subjetivo es la facultad o permisión jurídicamente fundamentada.
Siguiendo este orden de ideas, se ha dicho que el Derecho Constitucional es un
derecho objetivo, toda vez que de él se desprenden todas las demás ramas de la
Ciencia Jurídica.
Si bien es cierto que existen ramas jurídicas mucho más antiguas que el propio
Derecho Constitucional, dentro del Estado contemporáneo -resultado de la adopción
del Constitucionalismo como filosofía jurídico-política comúnmente aceptado por la
casi totalidad de los países, jerárquicamente la Constitución es la Ley Suprema; y, por
lo tanto, ninguna norma puede contradecir ni ir más allá de lo que dispone la misma
norma constitucional.
La Constitución es la norma que precede, es decir, es derecho objetivo y por lo tanto,
las demás ramas del Derecho son facultadas para desarrollarse, su tratamiento en la
norma constitucional constituye una función normativa derivada, es decir, son derecho
subjetivo, lo que constituye la primacía o supremacía del Derecho Constitucional
respecto de las demás ramas de la Ciencia Jurídica.
La Constitución;
La costumbre;
La jurisprudencia;
Las leyes que reglamentan preceptos constitucionales; y,
El derecho constitucional comparado. (Que actualmente es estudiado
en Europa a veces hasta como un sustituto de la materia del Derecho
Constitucional).
En esta época de la globalización, habrá indefectiblemente que agregar como otra
fuente imprescindible, a los Tratados Internacionales suscritos por un país y
debidamente ratificados conforme a su marco constitucional. Y ya que a metodología
jurídica nos referimos, resulta congruente regresar a la consulta obligada del maestro
Burgoa, quien establece tres distintos métodos de investigación del Derecho
Constitucional:
1. El lógico-jurídico de interpretación. -Para desentrañar los principios y precisar
el sentido, alcance y operatividad de las normas constitucionales.
2. El hiistórico. -Para comparar las normas con las que las precedieron y evaluar
la evolución constitucional.
3. El crítico valorativo. -Que considere los aspectos social, político y económico
del ser, modo de ser y querer ser del pueblo o nación de que se trate; y los
juzgue a la luz de las teorías filosóficas, políticas, sociales y económicas.