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EL POPULISMO

Lee atentamente al texto y responde a las siguientes consignas

1. Define concepto de “Populismo”


2. ¿Cómo se desarrolla geográficamente el populismo en América Latina y cuáles son sus
principales exponentes?
3. ¿De qué mecanismos se valían los populistas para dominar las masas?
4. Refiérase a los alcances y límites del populismo.
5. ¿Qué aspectos o situaciones llevan al ocaso del populismo y cuáles fueron las alternativas?
6. Ovserba a la siguiente viñeta y responde que caracteristicas del populismo se reflejan en la
misma

El populismo se podría definir como un movimiento de origen político surgido durante la América Latina
Contemporánea el cual estaba marcado por grandes movimientos de masas, dirigidas por un líder
carismático. Este líder se caracterizaba por afirmar que el poder lo tenía el pueblo y defendía sus ideales
a través de discursos que estaban en contra de las oligarquías de la época y los grandes imperios
económicos que habían marcado el siglo anterior, seguido de una fuerte crítica a los países tradicionales
además de ser promotor de políticas nacionalistas ( ideología y movimiento social que pone a una
determinada nación como el único referente de identidad, dentro de una comunidad política; y parte de
dos principios básicos con respecto a la relación entre la nación y el Estado) y desarrollistas (teoría
económica referida al desarrollo, y que sostiene que el deterioro de los términos de intercambio en el
comercio internacional, con un esquema centro industrial-periferia agrícola, reproduce el subdesarrollo
y amplía la brecha entre países desarrollados y países subdesarrollados).
Nadie duda de que los estados, movimientos, partidos, líderes e ideologías populistas representan una
etapa fundamental de la historia de América Latina y, que la mayoría de las veces estos se relacionan
con otros fenómenos fundamentales para la comprensión de la realidad latinoamericana como lo son el
nacionalismo económico, el antiimperialismo, la industrialización, la urbanización, las migraciones
internas, la emancipación económica o, políticas externas más autónomas. Todos hechos sociales,
políticos y económicos que componen la problemática del populismo. Hay cierta coincidencia en algunos
autores en aceptar al «populismo» en diferentes situaciones históricas ocurridas en Latinoamérica. Hay
casos en que los líderes populistas alcanzaron el poder, en tanto que en otros jamás llegaron a gobernar,
pero si dieron origen a partidos políticos o movimientos populares contestatarios, que tuvieron activa
presencia en la vida política de sus países. En general, se denomina populista a los gobiernos de Juan
Perón en la Argentina (1946-55), de Getulio Vargas (1930-45/1951-54) y João Goulart (1961-64) en
Brasil, de Lázaro Cárdenas (1934-40) en México, de Víctor Paz Estensoro (1952-56/1960-64) y Hernán
Siles Suazo (1956-60) en Bolivia, y de José María Velasco Ibarra (1934-35/ 1944-47/1952-56/1956-
61/1968-72) en Ecuador. También son considerados como populistas algunos movimientos políticos
como el APRA peruano, liderado por Víctor Haya de la Torre o el Gaitismo colombiano, fundado por
Jorge Gaitán.
Para los populistas lo central era mantener cohesionada a la nación. La crisis económica del año 1929
golpeo a una sociedad en crisis, que estaba a punto de caer al abismo. En ese entonces, una corriente
como el Populismo se convirtió en la mejor alternativa para la gente. Una de las estrategias que estos
usaban era una retórica integración social que ponía como eje central a los trabajadores. Ellos trataban
de construir su imagen basada en la movilización social y la ocupación del espacio pueblo, es decir,
protestas. Las fuertes concentraciones de gente en los puntos más importantes del país que habitaban
les otorgaron una fuerte legitimidad que hasta ese entonces ningún movimiento había tenido. Sin
embargo, muchos gobiernos de corte populista cayeron en regímenes autoritarios.
Otra estrategia que usaban era convertir al Estado en el principal instrumento de integración a través de
las leyes y de la beneficencia para las personas, pero para desgracia de los populistas la Segunda Guerra
Mundial dejó entrever las debilidades de estos regímenes a causa del nuevo deterioro de la economía
que puso en evidencia los límites de su sistema de protección social que necesitaba altos ingresos, que
en ese momento, comenzaban a ser más difíciles de obtener.

Se puede decir que durante este periodo el populismo en el ámbito económico tuvo grandes alcances,
en la mayoría de los países en donde se practicaron gobiernos de corte populista se modernizó el
Estado, a través de medidas como la constitución de nuevos ministerios y oficinas públicas que
mostraban la amplitud que iba adquiriendo la acción estatal en la regulación económica y social.
Otro aspecto positivo es que la infraestructura de las ciudades se modernizó, pero se generaron
presiones nuevas por habitar lo urbano, por ejemplo en Chile y Argentina en la década del 50 ya en
muchos países latinoamericanos la población urbana era casi igual que la rural. También se mejoró la
salud, y crecieron las expectativas de vida además de la higiene de la población más pobre.
El proyecto (ISI) y (ASI) dejó una herencia Importante, se configuró una incipiente clase empresarial que
antes de este periodo era casi inexistente en América Latina.
Otro de los cambios significativos fue que en la mayoría de los países latinoamericanos la mujer
consiguió el derecho a votar entre los años 30 y 50, que luego permitió la incorporación de la mujer al
trabajo y al espacio público, en el marco de los procesos de urbanización. En cuanto a los límites se
puede decir que la década del 50’ fue contradictoria, por una parte se vio un rápido avance social y
modernización, pero por otra parte se evidenciaron los límites del proyecto de los populistas. Uno de
ellos era que la industrialización había quedado incompleta, porque era incapaz de tener tecnologías y
bienes más sofisticados. Además algunas industrias de mostraban ineficientes y poco competitivas al
lado de otras de mayor envergadura, haciéndolas totalmente inútiles. Además el mercado interno
mostraba sus puntos débiles, por ejemplo el consumo no integraba a los sectores urbanos menos
especializados ni al mundo agrícola, generándose así una falta de consumidores, limitándose así
también el crecimiento de la industria netamente latinoamericana, llevando a que la oferta de trabajo
no siguiera aumentando.
Luego de que se dejaran en evidencia las debilidades del Populismo y la situación internacional cambiara
de una forma drástica nuevamente, los gobiernos populistas comenzaron a caer uno a uno, siendo Juan
Domingo Perón el último en el año 1955. La amenaza de una nueva crisis económica volvió a despertar
los viejos conflictos, dando así dos posibilidades de solución. Por un lado, podría profundizarse una
democracia electiva representativa y por el otro surgía una propuesta alternativa al capitalismo y a la
democracia liberal en un continente donde la desigualdad social era profunda y aguda. Entonces el
socialismo y la revolución dentro de esa posibilidad se vieron nuevamente como caminos para el
desarrollo y el progreso.
Algunos países como por ejemplo, Chile eligieron la primera opción, pero otros como Cuba optaron por
la revolución. En 1959 se desarrolló con éxito en Cuba, a manos de Fidel Castro. La revolución Cubana
es el episodio más importante de esa década ya que generó un gran impacto en el resto del continente,
instaurando un clima de Guerra Fría agudo, con consecuencias terribles.

TOMADO DE “Historia y Ciencias Sociales, Cuarto año medio, 2012”. Pedro Milos, Cristina Moyano,
Andrés Estefane, Jorge Figueroa, Editorial Santillana

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