La educación es un proceso en el cual se transmite
conocimientos, hábitos, costumbres y valores de una sociedad a
una generación, el fin que persigue es que los seres humanos desarrollen al máximo sus potencialidades. El aprendizaje de una persona comienza en la infancia y se extiende hasta la edad adulta, donde adquiere distintos conocimientos que lo preparan para la vida. Es uno de los factores más influyentes en el avance de las personas y las sociedades, ya que enriquecen la cultura y la producción de un país.
Actualmente, un estudiante aprende de una forma distinta, no
se puede comparar a un estudiante de la década de los 80, con uno de la década de los 2000, considerando que la brecha más palpable es la tecnológica, lo que indudablemente transforma el proceso educativo. En este sentido, el profesor debe innovar su práctica, para orientar al estudiante hacia los conocimientos de una forma dinámica y para lograrlo el profesor debe preguntarse cómo está planificando el currículo de clases y si trabaja por objetivos, competencias o destrezas, para fusionar la parte teórica y pedagógica, y de esta forma lograr la motivación del joven por aprender.
La innovación en los docentes debe ser parte de una cultura
que se desarrolle dentro de una institución educativa, ya sea de educación básica o superior. Además, el compromiso del docente implica que este investigue como mejorar su práctica educativa e introduzca cambios que atiendan las necesidades de los estudiantes, como aprender, descubrir y crear. Por ende, en este proceso el docente se convierte en el principal gestor del conocimiento y debe estar preparado para asumir los nuevos retos que presenta la educación, como la adaptación digital y la formación de nuevas capacidades sociales. La práctica educativa debe implicar un aprendizaje significativo que sea perdurable en el tiempo.
¿Dónde nos encontramos hoy?
Hoy formamos parte de un mundo innovador. Donde los
docentes deben adaptarse a las transformaciones de época y con ello los estudiantes también. El mundo de hoy valora la innovación, que no es solo el uso de herramientas tecnológicas, sino, es también el generar propuestas que se adapten a los nuevos paradigmas del siglo XXI. En las últimas décadas, hemos incorporado el uso de las tecnologías, nos hemos propuesto ya dentro de un aula virtual, pero aun así nos hemos basado principalmente en la incorporación de herramientas y en políticas de inclusión, pero que no han variado la concepción tradicional estructurada de los modelos educativos vigentes.