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Descripción de la planta
Su sistema radical es fino y sencillo, la raíz principal es pivotante, muy delgada y altamente ramificada.
Mientras que el tallo es ramificado, delgado, cilíndrico, hueco, suave, herbáceo y erecto. Las hojas son
compuestas, con dos tipos de foliolos: los inferiores, son anchos, ovales y provistos de lóbulos dentados;
los superiores, están divididos en cuatro o cinco segmentos largos y estrechos. El color de las hojas es un
verde intenso, aunque a veces puede ser de color verde pálido. La inflorescencia es una umbela
compuesta y sus flores son hermafroditas y estaminadas de color blanco o ligeramente rosadas. Su fruto
es un diaquenio globoso de 3 a 5 mm de diámetro, de color amarillo y esférico. Cada fruto contiene 2
semillas aplanadas de 2 a 3 mm de largo.
Requerimientos edafoclimáticos
Se considera una hortaliza de clima frío, desarrollándose adecuadamente a temperaturas medias de entre
15 y 22 °C y con una humedad relativa entorno al 75 %. Se puede cultivar desde los 14 a 2,800 msnm. El
cilantro se considera una planta que responde al fotoperiodo porque prospera de mejor manera en días
cortos, ya que días largos y cálidos (>30 °C promedio) promueven la floración temprana. La planta de
cilantro prefiere suelos de textura franca, fértiles, ricos en materia orgánica, bien drenados, profundos y
con un pH ligeramente acido de entre 6 a 7; no obstante, puede tolerar una diversidad de suelos, siempre
y cuando se monitoree el nivel de nutrientes y humedad. El cultivo de cilantro tiene un buen desarrollo
en lugares donde existen precipitaciones entre los 300 y 400 mm durante su ciclo vegetativo.
Instituto para la Innovación Tecnológica en Agricultura
Establecimiento y labores culturales
Requiere de un suelo completamente mullido y
bien nivelado. La siembra se realiza entre 2 a 5 cm
de profundidad y con una densidad que oscila
entre los 15 y 25 kg/ha, pero incluso se han
reportado densidades de siembra de hasta 50, 80
y 100 kg/ha de semilla. La siembra es directa
principalmente en surcos, melgas o en plano.
Existen dos principales sistemas para su siembra
que son: 1) Mateado a doble hilera en un diseño a
“tres bolillo” colocando una cantidad
indeterminada de semillas por golpe y una
separación entre matas de 18 a 25 cm. 2) A
“chorrillo” a doble hilera, separadas a 20 o 30 cm. Figura 2. Cultivo de cilantro sembrado en matas
en doble hilera a “tres bolillo” y con riego por
Una siembra escalonada permite tener producción
goteo.
de cilantro todo el año. Foto: José Luis Andrade Mirón.
En el cultivo de cilantro se realizan dos escardas para el control de malezas: la primera a los 35 días
después de la siembra (dds) y la segunda a los 7 días después de la primera. También se realizan hasta
cuatro aporques a los 21, 26, 50 y 61 dds. Los aporques también ayudan a tapar el fertilizante cuando es
aplicado en el cultivo, lo cual mejora la eficiencia en su uso por parte de las plantas de cilantro.
Riegos
La cantidad de agua que consume el cultivo es variable y depende de las condiciones climáticas, estado
de desarrollo del cultivo, tipo de suelo, entre otras variables. Una manera sencilla de conocer las
necesidades de riego es a través de sensores de humedad, como los tensiómetros. Los tensiómetros, son
una herramienta relativamente barata y que ayudan a determinar en qué momento es necesario llevar a
cabo el riego. Sin embargo, en algunas publicaciones del cultivo de cilantro, se recomiendan realizar los
riegos de forma calendarizada, el primero al momento de la siembra, posteriormente se recomiendan
riegos ligeros cada 5 o 6 días. Después de los 20 dds, los riegos se aplican una vez por semana;
contabilizando entre 6 a 11 riegos en el ciclo, dependiendo de las condiciones ambientales. Se ha
reportado que para lograr altos rendimientos de follaje en cilantro se necesita una lámina de riego de 350
mm.
Para definir el programa de fertilización del cultivo primero se debe realizar un análisis de suelo. El análisis
de suelo permite conocer la fertilidad química, física y biológica del suelo; además de brindar información
que ayuda a determinar si es o no necesaria enmiendas al suelo. Otra herramienta, que también es
importante, es el análisis del agua de riego; el cual nos permite conocer en qué proporción se aportan
nutrimentos esenciales y nocivos (sodio) al cultivo y su impacto en el corto, mediano y largo plazo que
tendrán sobre la fertilidad del suelo.
La demanda de nutrimentos por el cultivo de cilantro inicia desde el momento de la emergencia, pero
durante los primeros 20 dds la demanda total no es significativa. Después va aumentando hasta el
momento de la cosecha. En el Cuadro 1 se muestra la cantidad de nutrimentos que la planta extrae del
suelo para producir un rendimiento de 24 t/ha de follaje fresco, con una densidad de 570 mil plantas por
hectárea.
Una vez que se cuente con los análisis de suelo y agua, y con base en la demanda del cultivo, se puede
elaborar el programa de fertilización del cultivo. Para aprender a elaborar programas de fertilización
recomendamos el curso virtual: “Formulación de Programas de Fertilización de Cultivos”.
Entre las fuentes fertilizantes más utilizadas en el cultivo de cilantro se encuentran el sulfato de amonio,
amonitro, nitrato de potasio, fosfato diamónico, superfosfato triple y sulfato de potasio. También se
utilizan abonos orgánicos como la gallinaza. La fertilización se realiza en tres eventos, la primera en la
siembra donde se procura colocar todo el fósforo y potasio. La segunda y tercera fertilización se realizan
principalmente con nitrógeno a los 35 dds y 50 dds, respectivamente.
Cosecha
La cosecha se realiza manualmente entre los 60 a 90 dds. Algunos índices de cosecha para colectar el
follaje de cilantro son: altura de la planta entre 20 y 35 cm, cierre de las hileras por el follaje, no estar
punteado y hojas de color verde claro intenso, angostas y estriadas. Se recomienda cosechar por la
mañana o la tarde para evitar problemas de deshidratación. Después de cosechar el cilantro, se realizan
manojos de aproximadamente de 2 a 3 cm de diámetro. Los manojos son colocados en cajas de 9 o 20 kg
para su transporte final.
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Aunque el cilantro se puede sembrar y cosechar todo el año, se ha observado que el rendimiento es mayor
en el ciclo de otoño-invierno, comparado al ciclo primavera-verano. El rendimiento tiene una gran
variación, reportándose rendimientos de follaje de entre 6 a 50 toneladas por hectárea, que depende de
la variedad, densidad de siembra, clima, condiciones de suelo y el manejo nutrimental y sanitario del
cultivo.
Literatura consultada
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