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Tomás y el dragón

Escrito y ilustrado por Necropablo


Resumen
Veamos la historia de Tomás,
un niño harapiento que se
hace amigo de un dragón.

Tomás aprende sobre la


importancia de la amistad, la
valentía y la esperanza.

La unión se convierte en una


lección sobre la importancia
de la ayuda mutua y la
amistad duradera.

Hace mucho tiempo un niño


llamado Tomás, vivía en un
pequeño pueblo rodeado de
un hermoso bosque.

A pesar de que Tomás era


muy pobre y solo tenía
harapos para vestir, siempre
encontraba la felicidad en las
cosas simples de la vida,
como jugar en el bosque o
ayudar a su madre en la casa.

Un día, mientras Tomás


jugaba en el bosque, se
encontró con un dragón que
estaba atrapado en una
trampa.

Tomás, sin pensarlo dos


veces, ayudó al dragón a
liberarse. El dragón,
agradecido, le prometió que
siempre estaría allí para
ayudarlo en caso de
necesidad.

Pocos días después, el pueblo


fue amenazado por un gigante
malvado que quería destruir
todo lo que había en su
camino.

Tomás, recordando la
promesa del dragón, decidió
enfrentar al gigante él solo.

Con la ayuda del dragón, que


sopló fuego sobre el gigante,
Tomás logró vencer al gigante
y salvar al pueblo.

Tomás se
convirtió en
un héroe en
el pueblo y
todos lo
admiraban y
respetaban.
5

Sin embargo, a pesar de su


fama y fortuna, Tomás se
sentía triste y vacío por
dentro.

Recordaba con nostalgia


los días en los que era feliz
con las cosas simples de la
vida y anhelaba recuperar
esa felicidad.

Una noche, el dragón


apareció en sus sueños y le
dijo que la verdadera
felicidad no se encuentra en
la fama o la fortuna, sino en
las cosas simples de la vida y
en ayudar a los demás.

Tomás se despertó con una


nueva perspectiva y decidió
volver a sus raíces.

Tomás decidió ayudar a los


necesitados en su pueblo y
encontró una gran
satisfacción en hacer una
diferencia en la vida de los
demás.
8

Pero un día, mientras


caminaba por el bosque, se
encontró con el dragón que
lo había salvado años atrás.

Pero Tomás, en su
arrogancia, no lo reconoció.
"¿Quién eres tú?" preguntó
Tomás con desdén. "¿Acaso
crees que eres
importante?"

El dragón, aunque había


envejecido, todavía era
imponente y majestuoso.
9

El dragón, que había esperado


pacientemente durante
tantos años para ver a Tomás
de nuevo, se sintió triste al
ver lo lejos que había llegado
su amigo desde aquellos días
de inocencia.

Pero no se rindió

Añadir un poco de "Tomás,


recuerda quién eres", dijo el
dragón con voz tranquila. "
10

"Eres el niño que luchó


valientemente contra
el gigante y que
encontró la felicidad
en las cosas simples
de la vida.

No dejes que la
arrogancia y la
ambición te alejen de
la verdadera
felicidad".
11 Tomás se detuvo y
pensó en las palabras
del dragón.

De repente, recordó
todo lo que había
pasado en su vida y
cómo había perdido el
camino.

Se dio cuenta de que


había estado buscando
la felicidad en los
lugares equivocados y
que había olvidado lo
que realmente
importaba.

12

"Lo siento", dijo


Tomás, arrepentido.
"He perdido mi
camino.

El dragón sonrió
comprensivamente y
dijo: "No te preocupes,
amigo mío. A veces
necesitamos perder
nuestro camino para
encontrar nuestro
verdadero camino de
nuevo".

13

Tomás asintió y se prometió


a sí mismo que volvería a
sus raíces y encontraría la
felicidad en las cosas
simples de la vida y en
ayudar a los demás.
14

Se despidió del dragón y


volvió al pueblo, donde
comenzó a hacer todo lo
que podía para ayudar a
los demás.

Con el tiempo, el pueblo


se convirtió en un lugar
más feliz y próspero, y
Tomás encontró la
felicidad que había
estado buscando.
15

Años después, Tomás era


ya un adulto que había
pasado por muchos
desafíos en la vida.

Pero siempre recordó la


lección que el dragón le
había enseñado: que la
verdadera felicidad se
encuentra en las cosas
simples de la vida y en
ayudar a los demás.
16

Cuando Tomás ya era


mayor, cayó gravemente
enfermo.

Los médicos hicieron todo


lo posible para salvarlo,
pero parecía que no había
cura para su enfermedad.

El pueblo estaba triste,


preocupado y con el corazón
roto, ya que Tomás era una
persona muy querida en la
comunidad.

17

Mientras tanto, en una cueva


lejana, el dragón sintió la
presencia de su amigo Tomás
en peligro.

Sabía que debía ayudarlo de


alguna manera, así que
decidió ir en su búsqueda.

Cuando el dragón llegó al


pueblo, vio que Tomás
estaba gravemente enfermo.

18

El dragón sabía que no


había tiempo que perder,
así que decidió hacer algo
que nunca antes había
hecho.

Se fusionó con Tomás,


otorgándole sus poderes,
su vitalidad y sus alas de
dragón.

Tomás despertó
sintiéndose diferente,
pero no sabía
exactamente qué había
sucedido.

19
Cuando abrió los ojos, se
sorprendió al ver que tenía
alas de dragón en lugar de
brazos y piernas.

El dragón le explicó lo que


había sucedido y le dijo que
debían trabajar juntos para
salvar su vida.

20

Tomás y el dragón
se dieron cuenta
de que la fusión
había sido más
profunda de lo que
habían pensado.

Ahora, Tomás y el
dragón eran uno,
una mezcla única
de dos seres
diferentes.

21

Con el tiempo, Tomás se


acostumbró a su nueva
forma y aprendió a usar sus
habilidades de dragón para
ayudar a los demás.

La gente del pueblo


comenzó a aceptarlo tal
como era, y su fama se
extendió por toda la región.

Junto con el dragón, Tomás


se convirtió en un protector
de los necesitados y un
luchador por la justicia.

22

Con el paso del tiempo,


la fusión de Tomás y el
dragón se hizo tan
fuerte que ya no era
posible separarlos.

Habían aprendido a
trabajar juntos como
un solo ser, y se
convirtieron en una
leyenda en todo el
reino.

23 Y así, Tomás y el
dragón vivieron juntos
para siempre,
viajando por el mundo
y ayudando a los
necesitados.

Su amistad y su unión
eran tan fuertes que
nada podía separarlos,
y su historia se
convirtió en un
ejemplo de la
importancia de la
amistad y la ayuda
mutua.

Necrolimbo cuenta una


historia sencilla, salida de
un momento emocional.
Echa de personajes
vivaces y transmitida en
un entorno familiar.

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