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Cuentos de AI .

En un lejano reino, había un pequeño ratón llamado Tomás. A pesar de su pequeño


tamaño, Tomás tenía un gran corazón y un espíritu aventurero. Siempre soñaba con
explorar el mundo más allá de su madriguera y ver lo que yacía fuera.

Un día, Tomás decidió emprender su viaje. Empacó un pequeño morral con queso y
nueces, y salió de su madriguera antes del amanecer. Durante su viaje, conoció a otros
animales, aprendió sus historias y compartió su comida con ellos.

Mientras viajaba, Tomás se encontró con un búho sabio que le habló de un lugar
mágico en lo alto de una montaña. Decía que en ese lugar, un arco iris tocaba la tierra, y
quien llegara allí encontraría un deseo concedido.

Tomás decidió emprender la escalada hacia la montaña, y fue una aventura difícil. Se
enfrentó a tormentas y desafíos, pero nunca se rindió. Finalmente, llegó a la cima de la
montaña, donde un arco iris brillante tocaba la tierra.

Con una mirada llena de esperanza, Tomás hizo su deseo. Pero, en lugar de pedir algo
para él, pidió que todos los animales que había conocido en su viaje tuvieran suficiente
comida y refugio. En ese mismo momento, el arco iris comenzó a brillar intensamente y
se extendió por todo el reino.

El deseo de Tomás se hizo realidad, y todos los animales vivieron en armonía y


abundancia. Tomás regresó a su madriguera, pero ahora, su corazón rebosaba de
felicidad y gratitud. Y aunque era pequeño, había demostrado que un acto de
generosidad podía cambiar el mundo.

El cuento de Tomás nos enseña que, sin importar cuán pequeños o humildes seamos,
nuestros actos de bondad y generosidad pueden tener un impacto significativo en la
vida de los demás y en el mundo que nos rodea.

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