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KARL MARX

Jeiny
Karl Marx procedía de una familia judía de clase media; su padre era un abogado
convertido recientemente al luteranismo. Estudió en las universidades de Bonn, Berlín y
Jena, doctorándose en filosofía por esta última en 1841
Fue expulsado de Francia en 1845 y se refugió en Bruselas; por fin, tras una breve
estancia en Colonia para apoyar las tendencias radicales presentes en la Revolución
alemana de 1848, pasó a llevar una vida más estable en Londres, en donde desarrolló
desde 1849 la mayor parte de su obra escrita. Su dedicación a la causa del socialismo
le hizo sufrir grandes dificultades materiales, superadas gracias a la ayuda económica
de Engels.
La meta del socialismo es construir una sociedad basada en la igualdad, la equidad
económica, la iniciativa personal, la cooperación moral de un individuo, eliminando las
compensaciones estratificadas por esfuerzo, promoviendo estructuras políticas y
económicas de distribución como por ejemplo el seguro social.
La Concepción Marxista del Estado es fruto de una forma determinada de entender las
relaciones de poder. El Estado, para el marxismo, aparece como un producto del
carácter irreconciliable de las contradicciones de clase, en palabras de Marx “…la
anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la economía política…” (Marx, K.
(1867). Crítica al Programa de Gotha). Señalan que por regla general pertenece a la
clase más poderosa, la clase económicamente dominante.

El marxismo es el conjunto de doctrinas políticas y filosóficas derivadas de la obra de


Karl Marx, filósofo y periodista revolucionario alemán, quien contribuyó en campos
como la sociología, la economía y la historia, y de su amigo Friedrich Engels. Ambos
forjaron la teoría marxista.
Para distinguir la doctrina inicial de las corrientes derivadas, al marxismo propuesto por
Marx y Engels se ha denominado históricamente como socialismo científico. Este
pensamiento pretende, llegar a un gobierno de la clase trabajadora (socialismo) que
derroque al poder burgués, para llegar a una segunda fase, donde no existan clases
sociales ni Estado que se denominará comunismo.
Por tanto, para el marxismo, era imprescindible el estudio del problema del Estado
considerando que “difícilmente se encontrará otro problema en que deliberada e
inconscientemente, hayan sembrado tanta confusión los representantes de la ciencia,
la filosofía, la jurisprudencia, la economía política y el periodismo burgueses como en el
problema del Estado. Todavía hoy es confundido muy a menudo con problemas
religiosos; no sólo por los representantes de doctrinas religiosas (es completamente
natural esperarlo de ellos), sino incluso personas que se consideran libres de prejuicios
religiosos confunden muy a menudo la cuestión especifica del Estado con problemas
religiosos y tratan de elaborar una doctrina -con frecuencia muy compleja, con un
enfoque y una argumentación ideológicos y filosóficos- que pretende que el Estado es
algo divino, algo sobrenatural, cierta fuerza, en virtud de la cual ha vivido la humanidad,
que confiere, o puede conferir a los hombres, o que contiene en sí algo que no es
propio del hombre, sino que le es dado de fuera: una fuerza de origen divino” (Marx, K.
Engels, F. El Manifiesto Comunista).

Por "marxismo" se entiende el conjunto de Ias ideas, Ios conceptos, las tesis, tas
teorias, las propuestas de metodología científica y de estrategia política, en general la
concepción del mundo, de la vida asociada y de la política, consideradas como un
cuerpo homogéneo de proposiciones hasta constituir una verdadera "doctrina", que se
deducen de las obras de Karl Marx y de Friedrich Engels. La tendencia, que también se
ha manifestado muchas veces, a distinguir el pensamiento de Marx del de Engels, se
desarrolla dentro del rnismo marxismo, o sea que es, en sí misma, una forma de
marxismo. Se distinguen diversos marxismos, tanto sobre Ia base de las diversas
ïnterpretaciones del pensamiento de los dos fundadores como con base en los juicios
de valor con que se pretende distinguir el marxismo que se acepta de aquel que se
rechaza; sólo por poner un ejemplo, marxismo de la II y de la III Internacional,
marxismo revisionista y ortodoxo, vulgar, burdo, dogmático, etc. En esta ocasión nos
limitamos a exponer las lineas de la teoria marxista del Estado -en general de la
política-, con la advertencia de que se tendrán en cuenta principalmente las obras de
Marx, y sólo subsidiariamente las de Engels, que, como siempre, y por lo tanto también
en este caso, al representar las tesis de Marx en polémica con los detractores o con
quienes malentienden, a menudo termina, quizá, por endurecerlas

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