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DESARROLLO MOTOR

Lucia Esther Quinteros Gonzales.

DESARROLLO MOTOR: EL CRECIMIENTO Y LA EVOLUCIÓN DE ASPECTOS


CUANTITATIVOS Y CUALITATIVOS MÁS RELEVANTES PARA EL MOVIMIENTO
HUMANO EN LA EDAD ESCOLAR.

2) DESARROLLO MOTOR: EL CRECIMIENTO.

El desarrollo se refiere a los cambios que sufre el ser humano a lo largo de su existencia; desde
el nacimiento hasta su muerte, que son fruto de la relación del organismo con el medio y que
mantiene una relación muy estrecha con el crecimiento. Se trata de un término que engloba a
los conceptos de crecimiento, maduración ambiente y aprendizaje. Todo ello teniendo en
cuenta tres principios: las personas se desarrollan a diferente ritmo, el desarrollo es
relativamente ordenado y éste tiene lugar de forma gradual. Este proceso afectará al desarrollo
y mejora de las capacidades físicas del individuo así como al desarrollo y mejora de su
movimiento. El desarrollo motor es un aspecto parcial del desarrollo general y a su vez,
corresponde a la concepción integral de los ámbitos de la persona (cognitivo, motriz, afectivo y
social).

2.1 ACLARACIÓN TERMINOLÓGICA

En este tema nos centraremos en el crecimiento y en el desarrollo motor. No obstante, debido a


que se suelen considerar sinónimos, vamos a delimitar los conceptos de crecimiento, desarrollo
motor y maduración:

a) Crecimiento: Aumento del tamaño del cuerpo; aumento progresivo de un organismo y de sus
partes. (Ruiz, L.M., 1987). Concepto de carácter cuantitativo.

b) Maduración: Proceso fisiológico, durante el cual una célula o un órgano alcanza un desarrollo
completo, y permite a la función por la cual es conocido ejercerse con el máximo de eficacia.
(Rigal, 1987). Concepto de carácter cualitativo.

c) Desarrollo motor: “Área que estudia los cambios en las competencias motrices desde el
nacimiento hasta la vejez, los factores que intervienen en estos cambios, así como su relación
con otros ámbitos de la conducta”. (Keogh, 1977). El desarrollo motor es

2.2 EL PROCESO DE CRECIMIENTO.

a) Etapas en el crecimiento y desarrollo neuromotor.


En la evolución del desarrollo neuromotor podemos distinguir las siguientes fases (De Tonni,
1969):

- Etapa neonatal y primera infancia: desde el nacimiento hasta los dos años. En esta etapa el
crecimiento físico es rápido pero su velocidad va disminuyendo poco a poco.

El progresivo control corporal del bebé se ajusta a la Ley de céfalo-caudal (se controlan antes
las partes más próximas a la cabeza), y a la Ley de próxima distal ( se controlan antes las
partes más próximas al eje corporal. Ej. hombros antes que codos).

- Segunda infancia : desde los dos hasta los 6 años (preescolar). El crecimiento físico es
uniforme y más lento. El cerebro continúa su desarrollo. Aunque descoordinados, surgen las
primeras combinaciones de movimientos. En esta etapa se inicia el proceso de control del tono
muscular , de la respiración y del equilibrio.

- Tercera infancia: desde los 6 años hasta la pubertad (10-11 en chicas, 11-12 en chicos).

La estatura y el peso continúan aumentando de forma estable. Las características físicas


diferenciadoras entre chicos y chicas se van acentuando. En esta etapa se alcanza un alto nivel
de coordinación y de control e independencia segmentaria.

- Pubertad y adolescencia: desde el inicio de la pubertad hasta la edad adulta. Durante la


pubertad se produce un aumento brusco de la velocidad de crecimiento para luego disminuir
rápidamente. A partir de la adolescencia el crecimiento casi se detiene. Al final de esta etapa el
cerebro alcanza su peso definitivo. El estirón de la pubertad provoca una pérdida de
coordinación, pero los jóvenes se adaptan rápidamente a las nuevas dimensiones de su cuerpo.

La transición de una fase a otra es gradual.

b) Las edades del crecimiento.

Aunque varios individuos tengan la misma edad, su nivel de desarrollo y maduración suele ser
distinto. Esta diferencia en el desarrollo refleja dos tipos de edad: la cronológica y la biológica.
La primera se refiere al tiempo vivido y la segunda, al grado de crecimiento y desarrollo de
cada uno de sus órganos, sistemas y funciones. Para conocer el momento evolutivo en que se
encuentra el individuo se suele utilizar los siguientes indicadores:

- estudio de la dentición;

- la maduración sexual;
- el aumento de peso y talla;

- la osificación del esqueleto.

Según los parámetros de estos indicadores se establecen cuatro edades de crecimiento: dental,
sexual, somática y esquelética.

c) Tipos de crecimiento.

- Crecimiento estatural:

La estatura es la suma de las dimensiones de las piernas, del tronco y de la cabeza. El ritmo de
aumento de la talla varía mucho de un individuo a otro, sobre todo en la adolescencia.

En condiciones normales de nutrición y cuidados, son los factores genéticos los que marcan las
diferencias de talla entre las personas.

- Crecimiento ponderal:

Las variaciones individuales de peso son mucho más pronunciadas que las de la talla.

En función del aspecto corporal que resulta de la interacción entre la talla y el peso, Sheldon
(1940) describió a los individuos en endomorfos (personas gruesas), mesomorfos (personas
atléticas) y ectomorfos (personas delgadas).

- Crecimiento del tejido óseo:

Los huesos crecen a partir de puntos de osificación, adquiriendo así su tamaño y su forma. Este
proceso es previsible y está controlado genéticamente.

d) Las leyes del crecimiento:

Ferre (1962), distingue tres leyes del ritmo del crecimiento:

- Ley de progresión y de amortiguación: El ritmo desenfrenado de crecimiento desde la


fecundación del huevo se amortigua enseguida y disminuye a excepción del impulso pubertario.

- Ley de disociación: Las partes del cuerpo crecen a velocidades diferentes.

- Ley de la alternancia: El crecimiento es constante, pero es más rápido en determinados


períodos (en la pubertad por ejemplo).
2.3 PERÍODO SENSIBLE Y PERÍODO CRÍTICO PARA LA MADURACIÓN.

Según Rigal (1987), el período sensible es el intervalo de tiempo o la edad óptima durante la
cual, ciertas respuestas se aprenden con un máximo de facilidad y eficacia. Este período es
limitado y fuera de él la adquisición de ciertos comportamientos es muy difícil e imposible.
Varios estudios concluyen que es inútil comenzar demasiado pronto un entrenamiento cuando
las estructuras nerviosas o musculares no están todavía lo suficientemente desarrolladas.

3) EVOLUCIÓN DE ASPECTOS CUANTITATIVOS Y CUALITATIVOS MÁS RELEVANTES

3.1 LOS FACTORES ENDÓGENOS Y EXÓGENOS QUE INFLUYEN EN EL DESARROLLO Y


EL CRECIMIENTO.

a) Factores Endógenos (o internos).

Podemos citar los siguientes:

1- Los genes. Los factores genéticos ejercen una gran influencia sobre el crecimiento. Existe
una fuerte correlación entre la talla de los padres y la de los hijos a medida que estos se
aproximan a la edad adulta.

2- El sexo. Respecto al crecimiento, hasta los 10 años hay pocas diferencias entre los chicos y
las chicas. Después de esta edad las chicas crecen antes que los chicos pero este ritmo se
invierte más tarde.

3- Las hormonas. Algunas hormonas actúan directamente sobre el crecimiento y otras de forma
indirecta. Algunas de las hormonas que aseguran un crecimiento normal y regular son:

- La hormona del crecimiento (GH). Actúa sobre el esqueleto, sobre los tejidos y sobre el
metabolismo.

- La cortisona. Aceleran el crecimiento y el desarrollo muscular.

- La tiroxina. Papel importante en el crecimiento corporal y nervioso.

-La insulina. Desempeña una función activa en el control de la talla.

4- Peso en el nacimiento y prematuridad. Ser prematuro o pesar menos de 2’5 kg influye


negativamente en el crecimiento.
5- Los desórdenes psicológicos. Los trastornos afectivos pueden influir negativamente en el
crecimiento.

6- Las enfermedades. Durante una enfermedad el crecimiento disminuye e incluso se para.

b) Factores exógenos (o externos).

Los más importantes son:

1- La nutrición. Como señala Rigal (1987), de los factores externos la nutrición es la que ejerce
mayor influencia sobre el crecimiento, porque permite cumplirse el modelo genético o no. Una
alimentación sana en los primeros años y después, durante el crecimiento asegura el desarrollo
normal del niño.

2- Las enfermedades y la alimentación de la madre. Las enfermedades contraídas por la madre


durante el embarazo influyen sobre el desarrollo del niño.

La alimentación y el estrés de la madre actúa también sobre el crecimiento del feto.

3- Las estaciones. Los niños crecen más en estatura en primavera y aumentan más de peso
en otoño (Rigal, 1987).

4- Evolución de la especie. Como media las personas de hoy son más grandes y más gruesas
que las que vivían hace 100 años, por la mejor nutrición principalmente.

5- La actividad física. En general, la actividad física regular prolongada actúa favorablemente


sobre la regulación del peso, la mineralización de los huesos, las funciones cardiorrespiratorias y
musculares, la relación músculo-grasa y el metabolismo.

3.2 EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS EN EL CRECIMIENTO.

Desde el punto de vista funcional, intervienen una serie de factores que van evolucionando
durante el desarrollo y que condicionan el rendimiento físico del sujeto desde el punto de vista
cuantitativo y desde el punto de vista cualitativo:

a) Crecimiento y desarrollo óseo.

El sistema óseo comienza alrededor del tercer mes de embarazo y continúa hasta la edad
adulta.
El proceso de osificación es dinámico: los osteoblastos forman continuamente tejido óseo, a la
vez que otras células, los osteoclastos, los destruyen. Guante el crecimiento predominan los
procesos de formación sobre los de destrucción.

El crecimiento en altura del individuo se debe al aumento de la longitud de los huesos (que se
realiza a partir de las epífisis; en la edad adulta las placas epifisarias se osifican y cesa el
crecimiento).

Godin respecto al desarrollo óseo distingue las siguientes leyes:

Ley de la alternancia: El crecimiento de dos puesos consecutivos no es simultáneo sino alterno (


un hueso largo se engrosa y alarga alternativamente, no al mismo tiempo)

Ley de la asimetría: Los miembros derechos (superiores e inferiores) crecen antes que los
izquierdos.

b) Crecimiento y desarrollo muscular.

El sistema muscular empieza a formarse a partir de la octava semana de embarazo y se


desarrolla progresivamente hasta la adolescencia, luego su desarrollo dependerá del trabajo
muscular que se realice.

Durante la pubertad los músculos crecen rápidamente y alcanzan un mayor desarrollo sobre
todo en los chicos.

El desarrollo muscular durante la adolescencia dependerá de la estructura corporal, del nivel de


maduración física y de la actividad física que se realice.

Respecto al desarrollo del sistema muscular destacamos las siguientes leyes:

Ley del espesor: La fuerza que produce un músculo es proporcional a su sección transversal.

Ley de Borelli: Al contraerse una fibra muscular su longitud se reduce a la mitad.

c)Crecimiento y sistema cardiorrespiratorio.

El tamaño del corazón aumenta de forma constante a lo largo del crecimiento.

A lo largo de la infancia y de la adolescencia el corazón aumenta aproximadamente en la misma


proporción en que lo hace el peso corporal.
La frecuencia cardiaca disminuye de forma constante a lo largo de la infancia y de la
adolescencia.

El volumen de sangre eyectado por el ventrículo izquierdo en cada latido aumenta de forma
constante durante la adolescencia.

Los pulmones experimentan un gran crecimiento durante la infancia y la adolescencia. Este


crecimiento está directamente relacionado con el aumento de talla del sujeto.

A nivel cardiovascular y respiratorio se ha comprobado que el joven para llevar la misma


cantidad de oxígeno que el adulto a la musculatura realiza más pulsaciones. (porque el corazón
es más pequeño y tiene menor volumen sistólico).

d) Crecimiento y sistema nervioso.

La etapa prepuberal se caracteriza por una motricidad fluída y armoniosa. Un período de


perfeccionamiento de las habilidades adquiridas en etapas anteriores.

Aprendido y automatizado el gesto, este permanecerá en el comportamiento motor de la


persona para el resto de la vida.

e) Crecimiento y maduración hepática, suprarrenal, hormonal y enzimática.

El hígado, hasta que no se consolida el crecimiento del joven no actúa al 100% de sus
posibilidades.

A nivel renal sucede algo parecido.

Estos factores hacen que en la práctica física los tiempos de recuperación sean más largos.

Las principales hormonas implicadas en el crecimiento óseo son la somatotropa, las hormonas,
tiroideas, el cortisol, las hormonas sexuales y la insulina.

Entre las hormonas sexuales, la testosterona condiciona en gran medida el nivel de fuerza que
puede desarrollar el niño.

Hasta la postpubertad se registra una mayor concentración de los enzimas claves en el


metabolismo anaeróbico. El cuerpo del niño es incapaz de producir elevadas cantidades de
ácido láctico (como ocurre con el adulto), como consecuencia de su incapacidad enzimática
(“paradoja del lactato”).
3.3 EVOLUCIÓN DE LOS ASPECTOS CUANTITATIVOS: LAS CAPACIDADES
CONDICIONALES O BÁSICAS.

Está demostrado que la actividad física favorece el crecimiento, aunque, como propone Baayley
(1976), lo importante es conocer la cantidad y la intensidad adecuadas para favorecer dicho
crecimiento.

El desarrollo de las capacidades básicas o condicionales ejercerá una influencia determinante en


las habilidades técnicas y en las posibilidades de aprendizaje motor en general.

a) Evolución del tono y fuerza muscular.

El tono muscular de reposo constituye la contracción muscular de base, y de su evolución


durante los primeros meses de vida dependerá la adquisición de las funciones motrices. La
evolución el tono a lo largo de la columna vertebral acaba con la adquisición de la posición de
pié.

El aumento del tamaño muscular va acompañado del incremento de la fuerza. Esta es mayor en
los chicos debido a la naturaleza estructural y bioquímica de las células musculares por acción
de las hormonas sexuales masculinas (Tanner, 1978).

El tamaño de los músculos esqueléticos es también mayor en los chicos. El niño tendrá una
hipertrofia mayor si además de la hipertrofia progresiva y natural hace ejercicio.

b) Evolución de la capacidad cardio-respiratoria.

La frecuencia respiratoria disminuye con la edad (Ej. Un año: 35 respiraciones por minuto; 6
años: 25 respiraciones por minuto).

Desde el punto de vista cardio respiratorio, si el niño no tiene ninguna alteración cardiaca ni
enfermedad que se lo impida, podrá realizar tareas de larga duración adaptadas a su edad pues
los fenómenos adaptativos son similares a los del adulto.

La capacidad aeróbica es fácilmente observable en los niños, no tanto la capacidad anaeróbica.

c) Evolución de la flexibilidad.

Esta es la única capacidad motriz cuyo apogeo coincide con el paso de la infancia a la
adolescencia. Después se pierde progresivamente.
No es recomendable aplicar entrenamientos específicos de flexibilidad en niños, si están
indicadas las actividades globales de movimientos.

d) Evolución de la velocidad.

En las carreras de “ida y vuelta”, donde los cambios de ritmo y de dirección son constantes, se
constata en ambos sexos un fuerte aumento en el resultado entre los 5 y 8 años. Este aumento
, aunque de forma moderada, se mantiene, en los chicos hasta los 18 años y en las chicas
hasta los 14.

3.4 EVOLUCIÓN DE LOS ASPECTOS CUALITATIVOS

1. Evolución de las capacidades coordinativas o cualidades motrices.

a) Evolución del equilibrio.

La evolución del equilibrio desde el nacimiento irá desarrollándose según Conde y Viciana
(1997), a partir de la maduración del tono muscular que irá permitiendo al niño adquirir
determinadas posturas y pasarán por 3 fases:

-Postura de tendido supino-prono.

-Postura de sentado.

-Postura bípeda.

Martin (1980) establece como fases sensibles para la mejora el equilibrio entre los 4 y 7 años y
entre los 9 y 13 años.

b) Evolución de la coordinación.

Hablar de la evolución de la coordinación es difícil debido a la multitud de componentes que


tiene.

Entre los 4 y 7 años según Hahn (1988), la mejora de la coordinación es mayor. La curiosidad y
la actitud lúdica de esas edades influye mucho en la formación motriz y cognitiva del niño. A los
7 años el repertorio de movimientos es mucho más amplio.

2. Evolución de la lateralidad y el esquema corporal.

a) Evolución de la lateralidad
Es difícil hacer un diagnóstico de la lateralidad antes de los 5 años.

Con 6 años, según Coste (1979), el niño ya es capaz de tomar conciencia de la derecha y de la
izquierda sobre sí mismo, pero no sobre los demás (que será a los 8 años).

b) Evolución del esquema y conciencia corporal.

Wallon organiza la evolución del esquema y conciencia corporal en 4 fases:

1- Desde el nacimiento hasta el 3er mes. La conciencia corporal se reduce a la boca y los
datos que recoge espontáneamente de su cuerpo.

2- Desde el 4º mes a 1 año. El niño se interesa por sus manos y las relaciona con la vista. Lo
propioceptivo va perdiendo importancia en la adquisición de la conciencia corporal para
proporcionársela cada vez más el movimiento y la acción del niño.

3- Desde 1 año hasta los dos años. Entre los 18 meses y los 2 años se forman las primeras
imágenes mentales del cuerpo. A partir de este momento ya existe una imagen corporal.

4- Hacia la consecución del esquema corporal representativo y operativo. La conciencia


corporal se irá adquiriendo progresivamente desde el final del período anterior hasta los 11-12
años.

3. Evolución de las habilidades motrices básicas.

a) Evolución de la marcha y la carrera.

-La marcha. La adquisición de la marcha constituye según Rigal (1987), la última etapa
importante del desarrollo motor, porque proporciona al niño autonomía en sus desplazamientos.

El dominio de la posición vertical y de la locomoción depende del control del equilibrio estático y
dinámico que descansa sobre las informaciones visuales, laberínticas y plantares.

A los 9-10 meses el niño puede dar algunos pasos cuando es sostenido por las axilas.

A los 4 años, la marcha del niño se parece a la del adulto y su paso es rítmico y balanceado.

-La carrera. La carrera necesita la coordinación de los movimientos de los brazos y de las
piernas, así como una fuerza suficiente para recibir el peso del cuerpo sobre una pierna
después de una fase de vuelo durante la cual no hay contacto con el suelo.
El niño comienza a correr después de los 2 años. Después de los 4 años tendrá un mejor
control de la partida, la parada y los cambios de dirección (esto le permitirá usar la carrera en el
juego).

b) Evolución del salto.

El salto se caracteriza por un período de vuelo que resulta del impulso de una de las dos
piernas seguido de la recepción sobre una o dos piernas. La aparición del salto se produce en
forma de un paso hacia abajo cuando el niño baja del último escalón de una escalera, con una
fase muy corta de vuelo. El niño a los 4 años salta 20-25 cms, a los 5 años 90 cms y a partir de
ahí aumenta 10-11 cms por año (según Gessell).

c) Evolución de los lanzamientos y recepciones.

- El lanzamiento. Este gesto exige fuerza y precisión y para ser eficaz requiere una coordinación
de las partes del cuerpo que intervienen: piernas, brazaos y tronco. El lanzamiento mejora a
medida que el niño imprime una velocidad cada vez mayor al objeto antes de lanzarlo.

-La recepción. Este gesto es uno de los más difíciles de dominar por el niño. A la coordinación
necesaria se añaden factores espaciotemporales de apreciación de la velocidad y de la
trayectoria con que viene el objeto.

BIBLIOGRAFÍA.

- Ruiz Pérez (1994): “Desarrollo Motor y Actividades Físicas”. Gymnos. Madrid.

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