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Resumen: De la acción comunicativa a la ética del discurso.

Una propuesta para reconstruir


la verdad en el conflicto armado.

Autores: Diego Alejandro Muñoz Correa, Maria Teresa Carreño Bustamante

Recibido el 30 de septiembre de 2018, Aprobado el 6 de junio de 2019

Introducción:

Fue publicado en el 2020 el articulo

El artículo escrito por Diego A. Muñoz y Maria T. Carreño fue recibido el 30 de


septiembre de 2018 y aprobado el 6 de junio de 2019 como resultado del esfuerzo
investigativo del Doctorado en Derecho del dichos autores. Este cuenta con el objetivo de
hacer una propuesta metodológica para acercarse a la noción de verdad en el conflicto
armado, la cual esta atravesada por la impunidad causada por la multiplicidad en su punto
de origen.

En el resumen se retomarán las ideas de la lectura de la siguiente manera: la


ausencia de un origen claro del conflicto armado; la multiplicidad de los actores armados en
el contexto del conflicto armado; los elevados índices de impunidad; y el enfoque
epistémico. Dichos puntos anteriormente se repasaron desde un enfoque histórico
hermenéutico por medio de una inspección bibliográfica. Adicionalmente se finalizará el
resumen con una breve conclusión de los puntos principales del artículo.

Formalizar una fecha de origen del conflicto armado no es una tarea sencilla por los
diferentes criterios de valoración que se tienen que tomar en cuenta. Si bien es cierto que
algunos autores precisan el origen como la herencia de la violencia del XIX o incluso en la
década de 1920 por el proceso de acumulación capitalista, los autores toman el punto de
origen del conflicto armado en 1958 con el surgimiento del Frente Nacional. La falta de un
origen claro genera una multiplicidad de los actores armados que da como consecuencia
unos altos índices de impunidad.

No obstante, a que se haya establecido un origen para el conflicto armado existe una
amplia pluralidad de los actores armados, esto genera un fenómeno complejo en donde las
diferentes motivaciones u intensiones de los participantes confunden al accionar de los
demás. De acuerdo con la corte institucional, los grupos al margen de la ley comparten
territorios similares, de tal manera que manejan una gran comunicación ya sea para alianzas
o confrontaciones. Esto hace que dichos grupos puedan tomar ventaja, de tal manera que se
pueda llegar a confundir los fenómenos de violencia que ocurren en un mismo lugar, que da
como resultado dificultad para hallar las víctimas y a los culpables.

Esta ineficiencia para poder determinar los actores armados genera una inoperancia
de las autoridades, que origina a los elevados índices de impunidad. La universidad de las
Américas De Puebla revelo que Colombia se sitúa dentro los primeros tres lugares del
índice global de impunidad (IGI) afirmado de esta manera la gravedad de la situación. En el
articulo se aclaran las obligaciones del estado siendo estas: la satisfacción al derecho de
justicia; la satisfacción a la verdad; a la reparación de las victimas; y la garantían de no
repetición. Con un fin hermenéutico se definen dos clases de impunidad: La impunidad de
derecho; y la impunidad de hecho. Mientras que para Kai Ambos existen 4 estadios de
impunidad que se registran en Colombia: i) impunidad fatídica, ii) impunidad investigativa,
iii) impunidad por congestión y iv) la impunidad legal. Para Ambos la impunidad puede ser
vista como consecuencia por una historia nebulosa.

La impunidad no es más que la punta de un iceberg; en el fondo la sostiene


una masa heterogénea de violencia y desigualdad y permite plantear hipótesis que
detrás de la falta de respuesta del estado al fenómeno criminal, se halla enquistada
una forma de injusticia estructural. (Ambos, 1997, p. 38)

Finalmente, se menciona la falta de cultura que labre verdad, de tal manera que se
aclara que somos nosotros mismos como sociedad que impide una transparencia con la
verdad. Desde una óptica epistémica se busca promover el concepto de verdad para de esta
manera cambiar la realidad impuesta con el conflicto armado y poder identificar tanto a las
víctimas como a los victimarios asociados al conflicto. Para esto se plantea un dialogo
dirigido al entendimiento guiado por narrativas colectivas e individuales impulsado por
reglas sociales en busca de la justicia y la verdad.

Concluyendo de esta manera que el origen del conflicto armado se da en 1958 con
el frente nacional, en donde existe una gran multiplicidad en los actores del conflicto con
diferentes intenciones causando de esta manera altos índices de impunidad debido a la
dificultad de hallar las víctimas y condenar a los culpables. Esto incentiva a buscar un
cambio en la cultura que acepte la verdad, de tal manera que se puedan tomar en cuenta
perspectivas individuales y colectivas, para de esta manera poder enmendar a todos los
agentes inmersos en este periodo de violencia.

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