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JUSTICIA TRANSICIONAL Y DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA.

Es difícil hacer justicia a quien nos ha ofendido.


Simón Bolívar

1-Introducción.

Para emprender una discusión sobre el tema de la justicia transicional en Colombia, un


tema muy amplio y complejo a la hora de tratar de explicarse en un ensayo corto, partiré de
una aproximación al concepto de justicia transicional; luego procederé a exponer las
relaciones e implicaciones que tal concepto tiene para la sociedad colombiana desde un
enfoque sociológico que discrimina el concepto de “sociedad” como una relación
contractual entre individuos, mientras que por otra parte “comunidad” se refiere a un grupo
de individuos que comparte colectivamente unos valores y sentimientos como parte de su
experiencia. También haré referencia a las implicaciones que tiene el concepto de “paso” o
tránsito con respecto a la teoría antropológica y la realidad colombiana. Finalmente,
presentaré una serie de conclusiones orientadas a valorar los aspectos lógico-racionales y
emocionales que son necesarios para darle un impulso hacia la paz en el caso colombiano.

2- Aproximación al concepto de justicia transicional.

Durante la segunda mitad del siglo XX y tras dos guerras mundiales, las naciones
“civilizadas” y organizadas en Estados democráticos se propusieron crear mediante el
Derecho como dispositivo, una jurisprudencia para reglamentar y normatizar y por ende
ejecutar procesos que permitiesen establecer la coyuntura entre un estado de “violencia” a
uno “pacífico” en donde el sistema social, la cultura, la política, la economía de los grupos
humanos que intervienen en tal proceso, se ve afectado por una profunda transformación.

“Los procesos de justicia transicional buscan, ordinariamente, llevar a cabo una


transformación radical del orden social y político de un país, bien para reemplazar
un estado de guerra civil por un orden social pacífico, bien para pasar de una
dictadura a un orden político democrático”.1

Los conflictos violentos que han marcado la historia de los últimos 50 años han buscado
ser sometidos a la justicia transicional como una respuesta para afrontar el ocultamiento de
crímenes de guerra y lesa humanidad, como forma de luchar contra la impunidad y además
para garantizar los derechos que tienen las personas a defenderse y recibir una
compensación por los daños causados; esto es, la creación de una estrategia
específicamente dirigida a poder desarrollar una consecución de la paz en las regiones
donde se han dado tales conflictos.2

1
Uprimmy, Rodrigo, (2006): Las enseñanzas del análisis comparado procesos transicionales, formas de
justicia transicional y el caso colombiano. Bogotá, Editores Antropos. pp 19
2
Con esto me refiero a las regiones de frontera de confrontación de la guerra fría, y en la actualidad en
remanentes de los conflictos dados en tales regiones del planeta, (como es el caso colombiano) en donde la
incapacidad del Estado de dominar sus propias regiones de “frontera civilizada” da como un proceso de
rebelión e insugencia.NA
“En los últimos tiempos en la esfera del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, se ha vuelto recurrente el planteamiento del derecho a la verdad como
un derecho humano inalienable, a pesar de su falta de reconocimiento específico en
tratados y convenios internacionales, cuyo desarrollo se logra a partir de la
doctrina y la jurisprudencia de tribunales internacionales, principalmente por
medio de dos importantes documentos elaborados por la comisión de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas como son, “el Conjunto de Principios para la
protección y promoción de los derechos humanos mediante la lucha contra la
impunidad”3 y los ” Principios y Directrices Básicos sobre el derecho a las
víctimas de violaciones de derechos humanos a interponer recursos y obtener
reparaciones”4, que ha conducido no solamente el reconocimiento de la verdad
como derecho de las víctimas y de la sociedad en General, cuya protección es
responsabilidad de los Estados, sino establecer los mecanismos a través de los
cuales se pretende su materialización, principalmente en aquellos lugares y
momentos en los que las sociedades afrontan procesos de transición a la
democracia y/o a la paz o la consecución de esta.”5

No obstante la buena intención que procede de la construcción de una justicia transicional


para ayudar a las sociedades en conflicto en dar un paso hacia “la civilización” el problema
que enfrenta la justicia transicional responde a la necesidad de “colaboración y
trasparencia” por parte de las partes implicadas en especial en cuanto a hacer un balance y
reflexión sobre los delitos cometidos.

“Probablemente, uno de los más importantes de los procesos de paz o de transición


a la democracia es el que se refiere a la rendición de cuentas por las atrocidades
del pasado o, en otras, a la manera de afrontar las violaciones a los derechos
humanos ocurridas durante la dictadura o con ocasión del conflicto interno que se
pretende superar.”6

Aunque, la necesitad de una transparencia o “verdad” es una de las estrategias centrales


para la justicia transicional y que existan variados modelos sobre como desarrollar y
ejecutar la justicia transicional, la experiencias positivas y negativas de procesos de
transición en otras regiones del mundo son un mecanismo de ayuda para la construcción de
leyes y producción de campos de jurisprudencia específicos con respecto a los derechos
humanos y al derecho internacional público.

“No obstante, el hecho de que no exista una única formula para afrontar la
transición no significa que no existan parámetros básicos de la justicia
transicional o en transición. En efecto durante las dos últimas décadas, con
3
Naciones, Unidas (2005): Comisión de Derechos Humanos, E/CN.4/2005/102/Add.1,8 Febrero de 2005
4
Naciones, Unidas (2005): Comisión de Derechos Humanos, Resolución 2005/35, 19 de abril de 2005.
5
Najar, Esperanza (2009): Derecho a la verdad y justicia transicional en el marco de aplicación de la ley de
justicia y paz. Bogotá, Grupo editorial Ibáñez.pp.15
6
Botero, Catalina, Esteban Restrepo (2005): Estándares internacionales y procesos de transición en Colombia.
En Entre el perdón y el paredón: preguntas y dilemas de la justicia transicional. Compilado por Angelika
Rattberg, Bogotá, Universidad de los Andes, Corcas Editores.pp.19
ocasión de los éxitos y fracasos de las experiencias de transición, brevemente
mencionadas7, se han generado una serie de consensos internacionales en torno a
los requerimientos básicos de la justicia en periodos de transición(…) estos
consensos se ven reflejados en informes y declaraciones de órganos de los distintos
sistemas de protección de los derechos humanos así como e los tratados
internacionales, en la doctrina y jurisprudencia que desde hace años integran el
corpus iuris del derecho internacional público”8

3- La exigencia de una enfoque holístico.

El conflicto armado colombiano es la suma de una serie de hechos sociales que determinan
las realidades entendidas como una marginalidad compuesta de pobreza y desigualdad, pero
aún más grave y significadito el que el Estado en su afán de no perder legitimidad por su
inoperancia, involucró a la población civil que en vez de polarizar el conflicto, más bien lo
llevó a ampliar en nuevos territorios y frentes, desde donde entonces y hasta la actualidad
se ha convivido con las contradicciones racionales y emocionales, una paradoja que busca
justificar la acción de la fuerza desde los diferentes sectores involucrados.

“La particularidad del conflicto armado colombiano no permite adecuarlo a una


tipología específica9 ya que en él se involucró perversamente a la sociedad civil,
sosteniéndose, incluso, que se ha llegado a una “guerra contra la sociedad” 10. Es
indiscutible sin embargo, que la dinámica del conflicto determina las realidades
económicas sociales y políticas.11 Así, a los tradicionales actores del conflicto
político, planteado entre los grupos rebeldes y el estado se fueron sumando en
principio los grupos de autodefensas, creados a instancias del propio estado, que
dispuso un marco legal, el decreto 3398 de 1965 adoptado como legislación
permanente mediante la ley 48 de 1968, que en su programa de lucha contra la

7
Se refiere a América Latina, Europa del Este, Sudáfrica, Irlanda del Norte, la ex Yugoeslavia, Sierra Leona y
Timor Oriental.NA
8
Botero, Catalina, Esteban Restrepo (2005): Estándares internacionales y procesos de transición en Colombia.
En Entre el perdón y el paredón: preguntas y dilemas de la justicia transicional. Compilado por Angelika
Rattberg, Bogotá, Universidad de los Andes, Corcas Editores.pp.20
9
Orozco, Ivan: La posguerra colombiana divagación sobre la venganza la justicia y la reconciliación,
Análisis Político No 46. Pp. 78-99. En: Mora, Socorro (2008): La ley de justicia y paz en el marco de la
Convención Interamericana de Derechos Humanos. Bogotá, Ediciones Nueva Jurídica.pp.17
10
Oliver Pizzota, Vicente Gousset: La representación cartográfica de la violencia en las ciencias sociales
colombianas pp 26 En: Mora, Socorro (2008): La ley de justicia y paz en el marco de la Convención
Interamericana de Derechos Humanos. Bogotá, Ediciones Nueva Jurídica.pp.17
11
“Se puede observar que las tensiones políticas y la inestabilidad social, asi como la mayoría de los
conflictos armados, se han sucitado en entornos de pobreza y desigualdad, esto es, en sociedades que sufren
escasez de recursos y oportunidades económicas, de exclusión política y social y, en fin, de marginalidad ”
Vela Orbegozo, Bernardo (2006): El declive de los fundamentos económicos de la paz. Bogotá Universidad
Externado de Colombia. Pp120. En: Mora, Socorro (2008): La ley de justicia y paz en el marco de la
Convención Interamericana de Derechos Humanos. Bogotá, Ediciones Nueva Jurídica.pp.17
insurgencia, permitió que los civiles se armaran, incluso con armas de uso
privativo las fuerzas militares, para combatir con la guerrilla.”12

Los diferentes sectores involucrados en Colombia en el conflicto armado tiene diferentes


percepciones sobre la gravedad de las manifestaciones de este, unas percepciones que han
sido construidas a través de una experiencia colectivas, donde como grupo se identifican
por medio de la construcción de sentimientos comunes que un plano jurídico se
representan como un paradigma compuesto por el desplazamiento, los ataques a la
población civil, el secuestro y la violencia sexual.

“Hay diferencias en las opiniones de población afectada y la no afectada en


relación con las más graves manifestaciones del conflicto armado. Mientras que los
afectos ponen en primer lugar los ataques a la población civil, muy cerca del
desplazamiento, los no afectados piensan que son más graves el secuestro y la
violencia sexual.” 13

Aquí es quiero hace un paréntesis para introducir la discusión antropológica: por un lado
es claro que la justicia transicional es un dispositivo de cambio, que tiene por origen el
Derecho como campo epistémico de la sociedad; pero a si mismo todo cambio de un estado
a otro dentro de la cultura y la sociedad implica un “paso” que se expresa bajo la
experiencia de lo ritual. Por eso me parece conveniente exponer las ideas de Robert
Torrance (Torrance 2006) con respecto a lo que Van Gennep percibía sobre el fenómeno
anteriormente descrito y la forma en que Víctor Turner (Turner, 1988) describe la
composición del carácter comunitario de la cultura:

“La importancia de los ritos de paso de Van Gennep, publicada en 1908, cuatro
años antes de Las Formas Elementales de Durkheim, queda bien patente en su
propio título: el ritual, el sustrato presuntamente inmutable de la conducta
religiosa, no solo tiene que ver con la estabilidad social, sino también con la
transición, el paso, y por lo tanto el cambio. El patrón que subyace en los distintos
ritos de paso puede ser, en efecto, notablemente estable (Van
Gennep.pp.11)14Distinguía las tres fases más importantes: separación (Séparation),
transición (marge) e incorporación (agrégation), a las que tambien llama (Van
Gennep pp21) los estadios preliminar, liminar (o umbral) y postliminar-, pero los
ritos, en primera instancia, no afirman la fijación estructural, sino el movimiento
procesual; no la abúlica autosuficiencia de una colectividad divina, sino que
algunas veces, arriesgada adaptación de los hombre que la integran (ya sean
individuos, o grupos) a un todo mayor, el cual, hasta ese punto, es de su propia
creación.

Van Gennep subraya (Van Gennep.pp.191-192) la importancia de los <<periodos


de transición que a veces adquieren cierta autonomía>> y del <<paso territorial,
12
Mora, Socorro (2008) : La ley de justicia y paz en el marco de la Convención Interamericana de Derechos
Humanos. Bogotá, Ediciones Nueva Jurídica.pp.17
13
Fundación social (2009): Los retos de la justicia transicional en Colombia. Bogotá, Editora Géminis.pp35
14
Van Gennep, A. (1986). Los Ritos de Paso. Madrid, Editorial Taurus
como por ejemplo entrar a un poblado o a una casa, pasar de una habitación a
otra, o cruzar calles>>; Por lo tanto, lo que estos ritos tienen en común los ritos de
nacimiento, casamiento, iniciación o muerte, empiezan y terminan en condiciones
biológicas y sociales totalmente distintas- no son los puntos de comienzo o fin, la
separación o la incorporación sino el paso mismo, el critico atravesar de una
umbral que no es una línea sino una región, un intermedio temporal y espacial que
es <<autónomo>> por que no está regido por las condiciones imperantes antes y
después de ese atravesar. Todo paso, claro esta, presupone una meta- es el paso
hacia algo- pero no hay ninguna meta que subsuma enteramente el paso (la
autonomía no puede subsumirse bajo la ley, ni el movimiento bajo la fijación) o
ponga un término final al proceso de atravesar, puesto que a todo punto de llegada
es potencialmente un punto de partida y << Siempre hay nuevos umbrales que
franquear>> (Van Gennep .pp.189)

Victor Turner15 desarrollando las intuiciones de Van Gennep recalca repetidamente


que la sociedad no puede ser entendida únicamente en términos de estructura
fijada, sino que siempre es un proceso en el que estadio transicional de Van Gennep
es de decisiva importancia. Refiriéndose a esta condición fluida y anti estructural
de la liminaridad, y a la relación humana revitalizada del comunnitas a que
generalmente da origen (…) Esa <<communitas>> que surge de la liminaridad,
en contraste con las jerarquías que la rodean por ambos lados del umbral, es para
Turner el aspecto religioso fundamental de la existencia humana. La totalidad en la
que el individuo trasciende a si mismo no es la sociedad como entidad estática
inmemorial sino una comunidad intrínsecamente transicional en permanente
proceso de realización”16

Siguiendo el orden de ideas anteriormente descrito, podríamos decir que existe una
paradoja entre el pensamiento jurídico al proceder como una la normatización social desde
una lógica racional cartesiana que no comprende y olvida el carácter colectivo que posee la
comunidad, en cuanto a ver a esta y entenderla con gran amplitud, como una construcción
desde una experiencia en donde los sentimientos, es decir el factor emocional, son puntos
centrales en la recuperación y el robustecimiento de la Nación.

4- La justicia transicional y el derecho internacional.

La guerra, como estado del orden social de un grupo humano, afecta no solo a los directos
involucrados que hacen uso de las armas, sino que también afecta la vida de la población.
Es un fenómeno en donde las normas elementales de la civilización entendidas estas como
una convivencia pacífica, han desaparecido siendo la violencia y el uso de la fuerza el
régimen que entonces comienza operar; el impacto psicológico que este fenómeno genera
como por ejemplo la convivencia con un riesgo inminente de muerte o con la muerte de los
seres queridos acarrean un grave problema para las personas, es por eso que se ha buscado
15
Turner Victor (1988): El proceso ritual, Madrid, Editorial Taurus.
16
Torrance, Robert (2006): La búsqueda espiritual: la trascendencia en el mito, la religión y la ciencia.
Madrid, Ediciones Siruela.pp.30-31
por medio de la adhesión a convenios internacionales, el implantar un sistema que ponga
limites a la destrucción que conlleva un conflicto armado, en este caso en especial a el
conflicto colombiano.

“Desde hace bastante tiempo, la comunidad internacional ha entendido que es


necesario disponer de normas internacionales que limiten los efectos de la guerra
sobre las personas y los bienes y que protejan a algunos grupos de personas
especialmente vulnerables. Tal es el objetivo del derecho internacional
humanitario, cuya expresión son los Convenios de Ginebra y sus Protocolos
Adicionales de 1977; sin olvidar la importancia de un amplio conjunto de normas
de derecho consuetudinario. En el caso colombiano, se trata de un conflicto
armado interno, así que se aplicaría las normas de derecho internacional
humanitario expedidas especialmente para conflictos armados de carácter no
internacional. Estas tienen como fuentes principales el articulo3 común a los cuatro
Convenios de Ginebra de 1949 y el Protocolo II, de 1977, adicional a tales
convenios. El mencionado artículo insta a las partes implicadas en un conflicto
interno a respetar algunos principios del comportamiento humanitario.”17

La necesidad de la aplicación de las políticas de justicia transicional y sus principios


humanitarios además tiene por objeto el poder colaborar con la existencia de un régimen
democrático en crisis en donde temporalmente (de ahí su carácter transicional) se suspende
la justicia penal por Amnistías para dar paso a un compromiso político, que a su vez
recrean un lenguaje común con actores ya establecidos.

“Las políticas de justicia de transición contribuyen, de manera decisiva, a la


existencia de las democracias, pero de otra manera. Las justicias de transición,
cuando justifica la suspensión de la justicia penal, como salida del espacio abierto
por el compromiso político; además, mejoran la estabilidad de las nuevas
democracias, permitiendo algunos de los antiguos dictadores (los menos iliberales
entre esos) que identifican a un idioma común con algunos de los nuevos
gobernantes.

Tal vez en este sentido lo más significativo es la necesidad de poder desarrollar una nueva
forma de comunicarse, en especial en el campo de la política. Esta nueva forma de
expresión y negociación entre individuos, requiere de profundas trasformaciones de
carácter conceptual que involucran desde un enfoque cognitivo, la trasformación de
estructuras lógico-racionales y emocionales al interior de las comunidades enfrentadas. Es
en este sentido que se debe pasar de reconocerse como enemigos (es decir irreconciliables)
a adversarios (es decir participantes de una dinámica de competencias).

“Las justicias de transición mejoran la cualidad de las democracias, definidas éstas


con un funcionamiento del medio de los profesionales de la política,

17
Castellanos Ethel (2008): Justicia transicional en Colombia. Formulación de propuestas de un análisis
comparado. Bogotá, Universidad nacional de Colombia, Digiprint Editores E.U.pp.32-33
particularmente respecto a la capacidad de estos profesionales actuar uno en
relación con otro considerándose como adversarios y no como enemigos.”18

5- Conclusiones.

La historia de Colombia es una historia de confrontaciones, amnistías e indultos en donde


las garantías que a dado el Estado (muchas veces el vencedor) han sido incumplidas ya sea
por negligencia o por intereses obscuros de sectores políticos y económicos. Mas sin
embargo la búsqueda de defender los intereses de la verdad, la justicia y la reparación son
una experiencia nueva que escasamente tiene un poco menos de una década:

“En nuestro país a lo largo de la vida independiente, se han saldado las guerras
civiles y las confrontaciones armadas con 60 amnistías y 25 indultos, cuando la
victoria militar no era tan aplastante que permitía la aplicación irrestricta de la
justicia del vencedor (…) en Colombia, nunca antes, se había emprendido la difícil
tarea de salvaguardar los intereses de la verdad, la justicia y la reparación frente a
los procesos de paz con actores armados ilegales el proceso de paz iniciado con los
grupos autodefensas, también llamados paramilitares, en el año 2003, se adelantó
en medio del debate sobre cuánto perdón y olvido o deberían otorgarse para que
renunciara a las armas antes, durante el fallido proceso de paz con las fuerzas
armadas revolucionarias de Colombia FARC-EP, en el gobierno Pastrana 1998-
2002, ni las organizaciones de la sociedad civil, ni la comunidad internacional,
plantearon a las partes la aplicación de los principios de Joinet. Fue el proceso con
las autodefensas que se adelantó después del Estatuto de Roma y que las alentó a
recordar y exigir la salvaguarda de la verdad, la justicia y la reparación.” 19

El panorama tras casi diez años de puesta en marcha la justicia transicional, aún es un
horizonte que no ha mostrado todas sus posibilidades, o que de una forma precaria, ha
calado en la mente de los colombianos, quienes tras 50 años de conflicto, en su mayoría no
se muestran optimistas en cuanto a la finalización del conflicto armado. Es aquí en donde es
sintomática una patología de carácter emocional que involucra el valor de la “confianza”
con respecto al desarrollo de un proceso que conduzca a un consenso social para la paz.

18
Lefranc Sandrine (2008):La eficacia de la justicia de transición. En El legado de la verdad: Impacto de la
justicia transicional en la construcción de la democracia en la América Latina: Lecciones para
Colombia.Conference paper 3/b2007 Serie- Enfrentando el pasado(Dealing with the Past) Bogotá,
Departamento Federal de Asuntos Exteriores de la Confederación Suiza.pp.11
19
Ramírez-Ocampo Augusto (2008): Los impactos de la justicia transicional en la construcción de la
democracia en América Latina, En El legado de la verdad: Impacto de la justicia transicional en la
construcción de la democracia en la América Latina: Lecciones para Colombia. Conference Paper 3/b2007
Serie- Enfrentando el pasado(Dealing with the Past) Bogotá, Departamento Federal de Asuntos Exteriores de
la Confederación Suiza.pp.18-19
“A la pregunta sobre cuando se va a terminar el conflicto armado, se responde con
gran incertidumbre. En primer lugar, la respuesta con mayor apoyo fue la de
quienes no saben, con el 48% de la población afectada y e 45% de la no afectada.
En segundo lugar, se encuentra la respuesta de quienes consideran que nunca que
va a solucionar y quienes creen entre 5 y 10 años, ambos con alrededor del 17 %
(sin diferencias entre población afectada y población no afectada).De acuerdo con
lo anterior, mas del 60% de la población no sabe cuando se va a resolver el
conflicto o cree que no se va a resolver nunca.”20

Una de las oportunidades de solución tal vez es posible hallarse en la justicia restaurativa,
la cual al hacer énfasis en la “ceremonia del perdón”, esto también abre la puerta a la
conformación de un sistema de “paso” entre la violencia y la paz en donde lo ritual pueda
cumplir su función en aspecto comunitario (emocional) de los sectores sociales
involucrados.

“Más que la justicia transicional es la llamada justicia restaurativa la que enfatiza


en los perdones judiciales y sociales que y la que pone en el centro del debate el
asunto nodal de la conciliación. Entre ambos paradigmas de justicia, la
transicional y la restaurativa, existen complementariedades y quizá también
similares propósitos a conseguir pero también diferencias significativas que no
permiten hacerlas equivalentes o usar lo más conveniente de cada una según el
caso, como parece ocurrir actualmente en el país.

Para la justicia restaurativa, más que el castigo a los crímenes de guerra y lesa
humanidad, se debe privilegiar el reconocimiento al dolor y el sufrimiento de las
víctimas, reparar el daño que les fue causado y restaurarles en su dignidad perdida,
según este paradigma, el castigo distributivo a los victimarios se quedaría corto, en
tanto que no sería planamente reparador para los ofendidos ni permitiría una sana
reincorporación de los victimarios a sus entornos sociales, dejando de lado aquello
que para los restauradores es central, la reconciliación.” 21

La realidad colombiana se enfrenta pues, a un reto inmenso, en donde las heridas causadas
durante 50 años deben empezar a ser sanadas por medio de la aceptación de mecanismos
jurídicos que estén acordes no solo en el plano de la razón sino en el modo de sentir de las
victimas del conflicto.

“La paz como sustitución de la justicia como objeto intercambiable y la ceremonia del
perdón, constituyen los desvíos, los quiebres y las estrategias mediante las cuales se han
venido interpretando en Colombia el paradigma de la justicia transicional, si bien es cierto
que no existe un modelo único y válido para todos los países, que las realidades históricas
y políticas de las naciones le imponen su propio sello a los procesos transicionales y que
20
Fundación social (2009): Los retos de la justicia transicional en Colombia. Bogotá, Editora Géminis.pp37.
21
Uribe de Hincapié Maria Teresa (2008): Un legado de la verdad: Una lección para Colombia. En El legado
de la verdad: Impacto de la justicia transicional en la construcción de la democracia en la América Latina:
Lecciones para Colombia. Conference Paper 3/b2007 Serie- Enfrentando el pasado(Dealing with the Past)
Bogotá, Departamento Federal de Asuntos Exteriores de la Confederación Suiza.pp.32
los pueblos están obligados a buscar los caminos más apropiados para llevarla a cabo,
aprendiendo al mismo tiempo de las experiencias de otros lugares, lo que no resulta
apropiado ni ético, es torcerle el cuello al paradigma, usarlo como retórica vacua para
encubrir otras intenciones menos representables o para ocultar las debilidades históricas
de Estado Colonizado por los operadores de la violencia.”22

7-Bibliografía

Botero, Catalina, Esteban Restrepo (2005): Estándares internacionales y procesos de


transición en Colombia. En Entre el perdón y el paredón: preguntas y dilemas de la justicia
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Van Gennep, A. (1986). Los Ritos de Paso. Madrid, Editorial Taurus

Vela Orbegozo, Bernardo (2006): El declive de los fundamentos económicos de la paz.


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