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TEMA 1: LA LIBERTAD SINDICAL

1. CONCEPTO Y FUNDAMENTO HISTÓRICO DE LA LIBERTAD SINDICAL

Antecedentes: como asociación de carácter laboratorio para defensa de sus intereses y condiciones de trabajo
tenemos antecedentes incluso en la antigüedad preclásica (Egipto, China, India) y clásica (Collegia Officium romanos)
con gran desarrollo den el s. IV.

En la época medieval tenemos los compagnonnages (oficiales que se agrupaban frente al monopolio de los maestros
gremiales corporados). Por tanto, eran una reacción anti - gremial.

El sindicato surge por la voluntad de querer compensar y neutralizar ese monopolio de los empresarios (el
capitalismo) en la industrialización: …” conciencia de clase, desprotegida y que la unión les hace más fuertes”. Esta
clase social carece de derechos y por este motivo, cuando se tenían que relacionar con los empresarios, los
trabajadores se sentían desprotegidos.

Evolución del sindicalismo: Radical prohibición durante la revolución industrial, luego una tolerancia que se inicia en
Francia hacia 1864 (Napoleón III). A finales del s. XIX se comienzan a reconocer los sindicatos sin restricciones, y
poco a poco van reconociéndose en las Constituciones. (Cada país en un año distinto).

El reconocimiento por parte del Estado del derecho de sindicación es un fenómeno relativamente reciente, segunda
mitad del s. XIX, principios del s. XX según los países.

Hay 3 etapas históricas seguidas en los distintos países: prohibición, tolerancia y reconocimiento jurídico.

1ª etapa (radical prohibición): se corresponde con el nacimiento del Estado liberal capitalista y de liberalismo
económico donde la unidad económica de producción básica es la empresa y las relaciones de producción
dominantes las capitalistas. Existe gran masa de trabajadores en situación miserable que necesita medidas de
autotutela ante un Estado abstencionista que no les protege. Ante este poder monopolizado por el empresario
surge el sindicato. Primero surgen coaliciones de carácter esporádico y sociedades de socorro mutuos y de
resistencia y más tarde los sindicatos propiamente dichos. Inicialmente eran clandestinas, prohibidas legalmente
(eran delitos penales de asociación ilícita o de conspiración) y reprimidas por los gobiernos. El sindicato surge por la
voluntad de querer compensar y neutralizar ese monopolio de los empresarios (el capitalismo) en la
industrialización.

Las razones alegadas eran los principios del liberalismo económico y del liberalismo político.

-Principio del liberalismo político: el poder del Estado mana del pueblo y entre ambos no debe existir sociedad
intermedia alguna

-Principio del liberalismo económico: libre encuentro en el mercado de las fuerzas económicas individuales y
además una clara voluntad por parte de los burgueses de mantener el sistema, el orden constituido burgués.

2ª etapa (de tolerancia): las distintas legislaciones suprimen las prohibiciones de asociación profesional, ya no
serán delito la asociación. Inicialmente se despenaliza solamente las asociaciones profesionales empresariales y
aparece así el “double standard” pues se prohibían as asociaciones obreras pero no las de empresarios que
resultaban autorizadas de hecho.

Finalmente los poderes públicos se verán obligados a adoptar una postura o actividad de tolerancia con las
asociaciones obreras aunque inicialmente limitando tal reconocimiento a aquéllas que no influían en la
determinación del precio de la mano de obra (las asociaciones de ayuda mutua, sociedades culturales o
cooperativas)

3ª etapa (el reconocimiento jurídico): En esta etapa se establece expresamente el derecho de asociación
profesional o sindical. Ya existían de hecho y venían presionando para su reconocimiento y eran toleradas y
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apoyadas por los partidos políticos obreros. El reconocimiento se produce en fechas distintas según los países pues
viene de la mano de la revolución burguesa y ésta se produce en fechas distintas en los distintos países y también
porque los distintos regímenes políticos de cada país son más o menos tolerantes con el movimiento obrero.

A nivel internacional es en 1919 cuando empieza a haber textos donde se reconoce el derecho de sindicación. En
el documento constitucional de la OIT (1919) se afirma el principio de libertad de sindicación aunque no será hasta
1948 y 1949 cuando se aprueban los convenios 87 (libertad sindical y protección del derecho de sindicación) y 98
(derecho de sindicación y negociación colectiva) cuando se desarrollará este principio.

La Declaración Universal de los derechos del hombre de la ONU (10 dic 1948) establece el derecho de toda persona
de fundar sindicatos y afiliarse para la defensa de sus intereses.

La Carta comunitaria de los derechos sociales fundamentales de los trabajadores (1989) (sin valor normativo)
proclama el derecho de toda persona a asociarse libremente… para la defensa de sus intereses económicos y
sociales y a adherirse o no a asociaciones sin que por ello pueda derivarse ningún perjuicio personal o profesional
para el interesado. A nivel europeo, también aparece reconocido el derecho sindical en la Carta social europea de
1961 (Turín), y en la Carta de Derechos fundamentales de la UE 2000. Y en fin, a nivel europeo tiene siempre un
reflejo en todos los textos de derecho originario posteriores.

El Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales de 1966 y El Pacto internacional de derechos
civiles y políticos de 1966 también establecen artículos al respecto.

Todos los textos hablan de “toda persona” y solo la Carta Social Europea habla de “todos los trabajadores y
empleadores”.

Casi todos estos textos también contemplan la posibilidad de restricciones “que, previstas en la ley constituyan
medidas necesarias, en una sociedad democrática en interés de la seguridad nacional o del orden público o para la
protección de los derechos y libertades ajenos, así como de restricciones legítimas para los miembros de las fuerzas
armadas y la policía”

La inserción de la libertad sindical en los grandes tratados de derechos humanos la eleva al rango de los derechos
fundamentales de la persona humana de modo que el respeto a aquéllos se reputa necesario para que la libertad
sindical exista. La libertad sindical goza de protección penal en nuestro CP (art. 315.1 y 315.2).

Respecto al contenido, éste viene determinado por las distintas normas que lo contemplan. Dos son los derechos
fundamentales que se engloban en la libertad sindical individual: el derecho a fundar sindicatos y el de afiliarse al
mismo. (art 2.1 de la LOLS), y el derecho del sindicato a realizar todas las acciones a favor de los trabajadores que le
son propias de acuerdo a la CE. La CE lo recoge el art. 28.1.

Estos derechos son abstractos y necesitan ejercitarse, adquieren virtualidad a través de su ejercicio o actividad.
Dado su posición en la CE, (título I capítulo II, sección 1ª) goza de una protección constitucional “fuerte” (art. 53.2,
81.1 y 161.1,b CE)

Finalmente mencionar que la LOEx (ley orgánica sobre derechos y libertades de los extranjeros en España) en su art
11.1 reconoce a los extranjeros el derecho a sindicarse libremente o a afiliarse a una organización profesional en las
mismas condiciones que los trabajadores españoles, si bien su ejercicio se hace depender de las obtención de una
autorización de estancia o residencia en España.

 A nosotros la libertad sindical nos aparece en la CE (arts. 7 y 28.1) así como en la ley orgánica de libertad sindical
(artículo 2). El TC dice que existe un contenido esencial (el de la CE) y también un contenido adicional (que incluiría
entre otros el derecho a promover elecciones a comité de empresa).

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A nosotros la libertad sindical nos aparece en la CE (arts. 7 y 28.1) así como en la ley orgánica de libertad sindical
(artículo 2). El TS dice que existe un contenido esencial (el de la CE) y también un contenido adicional (que incluiría
entre otros el derecho a promover elecciones a comité de empresa)

2. EL MODELO VIGENTE EN ESPAÑA

El sindicato ha pasado de ser una asociación ilícita a ser una pieza importante en la organización institucional con
influencia sobre la vida política, social y económica. Los sindicatos reciben apoyo en la Ley que los faculta para
negociar convenios normativos, disfrutar de bienes de titularidad pública, obtener subvenciones con cargo a los
presupuestos del Estado, etc. siempre dentro de un pluralismo sindical y democrático.

A) El hecho sindical en la Constitución

Título preliminar de la CE reconoce el pluralismo político y socioeconómico siendo por lo tanto uno de los grandes
principios de la CE.

La CE consagra la libertad sindical en los artículos 7 (título preliminar) y 28.1 (rúbrica dedicada a los derechos
fundamentales y libertades públicas: Título I, Cap. II, secc 1ª).

El art 7 establece que: los sindicatos de trabajadores y las asociaciones de empresarios contribuyen a la defensa y
promoción de los intereses económicos y sociales que le son propios. Su creación y el ejercicio de su actividad son
libres dentro del respeto a la constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser
democráticos.

Art 28 CE: La libertad sindical comprende el derecho a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección (vertiente
positiva), así como el derecho de los sindicatos a formar confederaciones y a fundar organizaciones sindicales
internacionales o afiliarse a las mismas. Nadie podrá ser obligado a afiliarse a un sindicato (vertiente negativa).

Por su parte el art 28 de la CE establece que “Todos tienen derecho a sindicarse libremente”. La Ley podrá limitar o
exceptuar el ejercicio de este derecho a las Fuerzas o Institutos armados o a los demás Cuerpos sometidos a
disciplina militar y regulará las peculiaridades de su ejercicio para los funcionarios públicos

El crear un sindicato se reconoce simplemente a los trabajadores para la defensa de sus intereses económicos y
sociales.

Desde ya podemos apreciar la situación privilegiada de esta libertad en la CE. Dado que forma parte de los derechos
fundamentales que reconoce la CE, solamente podrá regularse por ley orgánica, y esta ley deberá respetar su
contenido esencial (art. 53 CE). Pues el art 53.2 CE otorga a la libertad sindical un régimen máximo de garantías
(art. 161.1b CE).

B) Derechos sindicales: desarrollo normativo y protección jurisdiccional

El TC considera que la enumeración de la CE no es completa o exhaustiva y la considera meramente ejemplificativa y


que no agota el contenido global de dicha libertad. Así pues, el contenido de la libertad sindical puede engrosarse
por dos vías: 

1. Por la vía del art. 10.2 CE: “Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la CE
reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y
acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España”. Aunque hay que recordar que las
recomendaciones de la OIT (que no los Convenios) son textos orientativos sin eficacia vinculante que operan como
criterios interpretativos o aclaratorios de los Convenios 

2. Por la vía de la ley que desarrolle el derecho fundamental que finalmente “resultará integrado no solo por su
contenido esencial sino también por esos derechos o facultades básicas que las normas crean y pueden alterar o
suprimir, por no afectar al contenido esencial del derecho” (y que es el art 2 de la LOLS) 
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Protección jurisdiccional: recurso de amparo (art 161.1.b CE) tras seguirse procedimientos basados en preferencia y
sumariedad = procedimiento judicial laboral cualificado + posibilidad de ir a la jurisdicción penal (art 315 CP) + LISS
(infracción grave y muy grave las acciones antisindicales.

El reconocimiento de los distintos derechos que integran la libertad sindical sería insuficiente si no viniera
acompañado de medios de tutela adecuados tendentes a proporcionar efectividad a los mismos.

La libertad sindical es uno de los derechos protegidos por la CE en el art. 53.2 mediante un régimen máximo de
garantías: posibilidad de recurso de amparo en caso de violación del derecho; proceso de preferencia y sumariedad
y todo ello en una triple vertiente penal, administrativa y civil.

La LOLS establece (art 13) que el trabajador o sindicato que estime lesionados sus derechos de libertad sindical
puede recabar tutela a través del “proceso de protección jurisdiccional de los derechos fundamentales de la
persona”.

La LRJL reconduce la libertad sindical al proceso laboral cualificado por la urgencia y la preferencia) siempre que la
pretensión sea de las atribuidas al orden jurisdiccional social. Pero además es posible que las conductas
antisindicales sean enjuiciadas por la jurisdicción ordinaria penal (art. 315 CP).

1. El primer medio de tutela es la declaración de nulidad de las conductas antisindicales. Tanto el art 17.1 del ET
como el 12 de la LOLS declaran nulos y sin efecto……y esta nulidad afectará tanto a actos individuales de los
empresarios en relación con el empleo y las condiciones de trabajo pero también puede ser lesionado por las
propias leyes, por decisiones de las Administraciones públicas (por ej. limitando el derecho de huelga) o incluso por
el mismo sindicato (por ej. denegando una solicitud de admisión). Para ello tenemos el art 13 de la LOLS:

Cualquier trabajador o sindicato que considere lesionados los derechos de libertad sindical, por actuación del
empleador, asociación patronal, Administraciones Públicas o cualquier otra persona, entidad o corporación pública o
privada, podrá recabar la tutela del derecho ante la jurisdicción competente a través del proceso de protección
jurisdiccional de los derechos fundamentales de la persona.

Expresamente serán consideradas lesiones a la libertad sindical los actos de injerencia consistentes en fomentar la
constitución de sindicatos dominados o controlados por un empleador o una asociación empresarial, o en sostener
económicamente o en otra forma sindicatos con el mismo propósito de control.

Los efectos son la nulidad absoluta y radical de la conducta antisindical así como su cese inmediato del
comportamiento.

2. Otro medio de tutela frente al empleador son las sanciones administrativas que puede imponer la autoridad
laboral frente a la LISOS (ley infracciones y sanciones orden social). Así constituyen infracciones graves la
trasgresión de los derechos de información, audiencia y consulta de los representantes de los trabajadores y de los
delegados sindicales (art 7 LISOS)

C) La noción de libertad sindical

Definición positiva y negativa.

• Positiva: como la facultad de ejercerlos en positivo.

• Negativa: la libertad de abstenerse en el ejercicio de los derechos que configuran tal libertad. Es decir, se
incluye el derecho a afiliarse al sindicato elegido así como el derecho a no afiliarse a ningún sindicato; la
libertad de hacer huelga y la de no hacerla, etc…  La CE (art. 28.1) sí reconoce expresamente la libertad
sindical negativa al proclamar que “nadie podrá ser obligado a afiliarse a un sindicato” y el TC

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reiteradamente se ha proclamado al respecto. Así, por ejemplo la LOLS (art. 2.1.b) comprende el derecho del
trabajador a separarse del sindicato del que estuviese afiliado.

A nivel internacional, encontramos en el art. 1.2b del convenio 98 de la OIT encontramos la protección del
trabajador frente al empresario que intente menoscabar la libertad individual del trabajador que quiere retirar su
afiliación de un sindicato; sin embargo, el Convenio 87 silencia este aspecto de la libertad negativa (dentro de la OIT
el no estar afiliado se considera un poco un acto “antisocial”) 

Por lo tanto la inclusión de algún tipo de cláusula de seguridad sindical en la negociación colectiva, estatutaria o
extraestatutaria que atente contra esta libertad en su doble vertiente atentaría contra el art. 35.1 CE, el 28.1 CE, el
4.2c del ET, el 17.1ET y el art 12 LOLS.  Y lo mismo si se incluyen cláusulas en los contratos de trabajo

Tanto la afiliación como la no afiliación tienen que ser voluntarios del trabajador y ejercidos sin presiones y no puede
recibir represalias por ello.

El problema que surge es el de si sería discriminatorio reconocer unos derechos a los trabajadores afiliados a un
sindicato diferentes de los derechos que gozan los trabajadores no afiliados. En este sentido habrá que atender al
tipo de convenio colectivo que se negocie. Si el convenio colectivo es estatuario, por tanto, con eficacia jurídica
normativa y eficacia personal general o erga omnes, se está en presencia de una norma jurídica que establecería
discriminaciones por razones de afiliación sindical (supuesto contemplado en los art. 17.1 ET y 12 LOLS) y habría que
pronunciarse por la nulidad de las cláusulas correspondientes del convenio.  

Si se trata de un convenio extraestatutario, cuya eficacia personal es limitada a los afiliados a los sindicatos
negociadores, esta diferencia de trato quedaría justificada por esa eficacia personal limitada del propio convenio
colectivo. El distinto régimen jurídico de los trabajadores no afiliados estaría justificado en que han hecho uso del
derecho constitucional de libertad sindical, mientras que los no afiliados no. (Valdés). 

STC 142/1993 de 22 abril

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LEY ORGÁNICA DE LIBERTAD SINDICAL

Artículo 1.

1. Todos los trabajadores tienen derecho a sindicarse libremente para la promoción y defensa de sus intereses
económicos y sociales.

2. A los efectos de esta Ley, se consideran trabajadores tanto aquellos que sean sujetos de una relación laboral como
aquellos que lo sean de una relación de carácter administrativo o estatutario al servicio de las Administraciones
públicas.

3. Quedan exceptuados del ejercicio de este derecho los miembros de las Fuerzas Armadas y de los Institutos
Armados de carácter militar.

4. De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 127.1 de la Constitución, los Jueces, Magistrados y Fiscales no podrán
pertenecer a sindicato alguno mientras se hallen en activo.

5. El ejercicio del derecho de sindicación de los miembros de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad que no tengan carácter
militar, se regirá por su normativa específica, dado el carácter armado y la organización jerarquizada de estos
Institutos.

Artículo 2 de la LOLS (importante) comprende lo siguiente:

1. La libertad sindical comprende:

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a) El derecho a fundar sindicatos sin autorización previa, así como el derecho a suspenderlos o a extinguirlos, por
procedimientos democráticos.

b) El derecho del trabajador a afiliarse al sindicato de su elección con la sola condición de observar los estatutos del
mismo o a separarse del que estuviese afiliado, no pudiendo nadie ser obligado a afiliarse a un sindicato.

c) El derecho de los afiliados a elegir libremente a sus representantes dentro de cada sindicato.

d) El derecho a la actividad sindical.

2. Las organizaciones sindicales en el ejercicio de la libertad sindical, tienen derecho a:

a) Redactar sus estatutos y reglamento, organizar su administración interna y sus actividades y formular su
programa de acción.

b) Constituir federaciones, confederaciones y organizaciones internacionales, así como afiliarse a ellas y retirarse de
las mismas.

c) No ser suspendidas ni disueltas sino mediante resolución firme de la Autoridad Judicial, fundada en incumplimiento
grave de las Leyes.

d) El ejercicio de la actividad sindical en la empresa o fuera de ella, que comprenderá, en todo caso, el derecho a la
negociación colectiva, al ejercicio del derecho de huelga, al planteamiento de conflictos individuales y colectivos y a
la presentación de candidaturas para la elección de Comités de Empresa y Delegados de Personal, y de los
correspondientes órganos de las Administraciones Públicas, en los términos previstos en las normas
correspondientes.

Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La Ley que regule el ejercicio
de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la
comunidad.

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Aspectos individuales y colectivos: organizativos y funcionales

En el primero caso se habla de libertad sindical individual y en el segundo de libertad sindical colectiva o también
autonomía sindical.

- Individuales: art. 28.1 CE y LOLS 2.1


- Colectivos: art. 7 CE y LOLS art.2.2
Contenido esencial y contenido adicional

Contenido esencial: Según el TC, el derecho constitucional de libertad sindical comprende el derecho de constituir
sindicatos y afiliarse a los mismos y también el derecho a que “los sindicatos fundados realicen las funciones que se
espera de ellos de acuerdo con el carácter democrático del Estado y con las coordenadas que a esta institución hay
que reconocer, a las que se puede denominar contenido esencial”.

Estos derechos necesarios para cumplir los fines que le son propios incluyen la negociación colectiva, huelga e
incoación de conflictos colectivos; estos derechos constituyen el “núcleo mínimo e indisponible, sin el cual el propio
derecho de libertad sindical no sería reconocible” 

El contenido esencial está especificado en el art 2 de la LOLS.

Pero, además, los sindicatos “pueden ostentar derechos o facultades adicionales (…) que pueden quedar remitidos
por la CE, a efectos de su regulación, a la normativa legal o reglamentaria que la crea, no teniendo per se carácter de
derechos fundamentales o constitucionales con sujeto determinado”.
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Este contenido adicional del derecho de la libertad sindical es “variable o provisional y, al estar constituido por
normas infraconstitucionales, cada uno de los derechos o facultades que integran el contenido adicional requiere un
examen individualizado respecto a su titularidad”. Esto implica que en lo que respecta al contenido adicional del
derecho sindical se pueden introducir diferencias entre sindicatos, siempre que estén justificadas (por ej. por razón
de mayor representatividad, etc) 

D) El ámbito subjetivo de la libertad sindical

El ámbito objetivo hace referencia al objeto o finalidad de los sindicatos, la LOLS se limita a repetir lo que dice la CE
“promoción y defensa de sus intereses económicos y sociales” 

El ámbito subjetivo hace referencia a los sujetos y es la LOLS la que delimita el derecho de sindicación en su vertiente
individual en los artículos 1 y 3.

Así el artículo 1.1 LOLS menciona a “todos los trabajadores” queriendo decir a aquellos que tienen una relación
laboral y a aquellos que sean trabajadores en una relación de carácter administrativo estatutario al servicio de las
administraciones públicas. Sin embargo, los empresarios no quedan comprendidos dentro del ámbito de aplicación
de la LOLS y esto a pesar de que la CE no hace diferencia entre trabajadores y empresarios (art. 7).

Se entiende que el asociacionismo empresarial no está tutelado por el art. 28 CE si no por el reconocimiento del
derecho general de reunión protegido también en la CE.

Así pues, dentro del ámbito subjetivo vamos a tener: Trabajadores, Funcionarios Públicos y Otros.

Titulares del derecho de sindicación: art. 28 CE dice “todos…el derecho a sindicarse libremente”, implicando el
derecho a afiliarse al sindicato de su elección (pluralismo democrático) así como que nadie puede ser obligado a
afiliarse. Sin embargo la LOLS precisa a “todos los trabajadores” (art. 1.1) incluyendo aquí no solamente a los
trabajadores asalariados o con una relación laboral sino también a quien tiene una relación jurídico-pública (al
servicio de las administraciones públicas) así como a los autónomos, trabajadores en paro, jubilados, incapacitados,
…(art. 3.1 LOLS), que sin embargo no pueden fundar sindicatos para tutelar sus intereses individuales.

Excepciones: Ninguno de los siguientes se incluyen en la categoría jurídica de trabajador dependiente y por cuenta
ajena y quedan excluidos de la fórmula de “todos” que aparece en la CE.

-Miembros de las fuerzas o institutos armados y demás cuerpos sometidos a disciplina militar (art. 28.1 CE). Estos
Institutos se rigen por normativa propia y no por la LOLS. Según su normativa propia, pueden constituir
organizaciones sindicales de ámbito nacional siempre que afilien exclusivamente a miembros del propio cuerpo.

-Funcionarios públicos art. 28.1 CE y 103.3 CE establecen que la ley regulará las peculiaridades del ejercicio del
derecho a sindicarse libremente y así ocurre que los funcionarios tienen “peculiaridades” en su derecho de
sindicación especialmente en la modalidad del ejercicio a la negociación colectiva. Estas peculiaridades no pueden
suponer un menoscabo del contenido esencial del derecho sindical, sin embargo se rigen por normas propias de
asociacionismo sindical.

-Jueces, magistrados y fiscales: art. 28.1 CE prohíbe pertenecer a partidos políticos y/o sindicatos, aunque se
permiten modalidades de asociacionismo profesional que vienen regulados por el art. 401 de la LOPJ, el de fiscales
por el art 54 del Estatuto orgánico del Ministerio Fiscal.

A) Trabajadores

Interpretación según los artículos 7, 28.1 y 28.2 CE así como en base a la legislación internacional y a la experiencia
internacional.

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Parados, incapacitados y jubilados: art. 1.2 LOLS implica “ser sujeto de la relación a la necesidad de que la misma
esté en vida cuando pretenda hacerse efectivo el contenido del derecho a la libertad sindical.

El art. 3.1 LOLS dispone que: No obstante lo dispuesto en el artículo 1.2 los trabajadores por cuenta propia que no
tengan trabajadores a su servicio, los trabajadores en paro y los que hayan cesado en su actividad laboral, como
consecuencia de su incapacidad o jubilación, podrán afiliarse a las organizaciones sindicales constituidas con arreglo
a lo expuesto en la presente Ley, pero no fundar sindicatos que tengan precisamente por objeto la tutela de sus
intereses singulares, sin perjuicio de su capacidad para constituir asociaciones al amparo de la legislación específica.
(Ej: estudiantes).

B) Funcionarios públicos

El derecho a participar en la determinación de las condiciones de trabajo de los funcionarios públicos a través de un
peculiar procedimiento de negociación colectiva no comprendido en el ámbito del art. 37 CE se reconoce por la
LORAP (Ley orgánica de representación y participación de los miembros de las adm. Públicas) y la LOLS art. 7.2. 

Al ser a cargo de los presupuestos del Estado de donde salen los salarios de los funcionarios, resulta que las materias
que los funcionarios pueden “negociar” están delimitadas por la Ley de negociación colectiva de los funcionarios
públicos.

C) Otros

Cuerpo nacional de policía, su normativa específica LOFCS establece que tienen derecho a constituir organizaciones
sindicales de ámbito nacional para la defensa de sus intereses profesionales, así como de afiliarse a las mismas y a
participar activamente en las mismas en los términos previstos en esta ley”.

La afiliación solo puede realizarse a organizaciones sindicales formadas exclusivamente por miembros del propio
cuerpo.

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