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UNIDAD 6 – LAS GRANDES POTENCIAS

1. El Reino Unido Victoriano


Durante el siglo XIX, el Reino Unido fue el primer país en contemplar la revolución
industrial y alcanzar el modelo de democracia.
1.1 Una potencia económica y territorial
El reinado de Victoria I comenzó en 1837 y se prolongó hasta 1901; a esta etapa se la
conoce como Era Victoriana. En este período el Reino Unido alcanzó su máxima
expansión territorial, consolidó su desarrollo industrial y mantuvo las instituciones
basadas en la monarquía parlamentaria, aunque se avanzó hacia un auténtico sistema
democrático.
El desarrollo económico se vio afectado por una prolongada crisis desde 1873 hasta
1895. Esta crisis afectó sobre todo a la agricultura, aunque la economía británica no
disminuyó su potencial, sí lo hizo en cifras relativas.
A pesar de este declive relativo, continuó siendo el principal centro financiero
mundial. De ahí el interés de los políticos británicos por las cuestiones económicas: la
expansión imperialista estaba muy unida al comercio, las fianzas y el control de las
rutas de navegación.
1.2 Apertura política y reformismo
Desde mediados del siglo XIX, la vida política británica giraba en torno a dos partidos,
los tories o conservadores y los whigs o liberales.
Disraeli, ministro conservador, llevó a cabo una reforma electoral en 1867,
considerada la primera de carácter democrático. Con esta medida, Disraeli consiguió
acercar las masas al estado e identificarlas con el trono y las instituciones de gobierno
británico.
El triunfo liberal de Gladstone en 1868 potenció las reformas democráticas de la ley
electoral de 1867:

 Las reformas religiosas levantaron suspicacias en la iglesia anglicana oficial. En


1869 Gladstone logró la separación del Estado de la Iglesia anglicana y suprimió
la obligación de pertenecer a dicha iglesia para ser profesor. Se creó así una
nueva escuela con libertad confesional.
 Otras reformas importantes en esa década fueron la nueva ley sindical y una
nueva reforma electoral en 1884 que elevó a 5 millones el número de
electores.
Desde finales del siglo XIX y hasta el inicio de la Primera Guerra mundial en 1914 Se
desarrolló un nuevo mapa de partidos en el Reino Unido. En 1893 se fundó el Partido
Laborista, que acabó desplazando a los viejos whigs.
1.3 La cuestión Irlandesa
Irlanda fue uno de los problemas de la política interior británica hasta la guerra de la
independencia (1919 – 1921). Irlanda Estaba bajo dominio británico desde finales de la
Edad Media, pero se mantuvo como reino teóricamente independiente hasta 1800,
año en que se aprobó la Act of Union, que unificó Irlanda y Gran Bretaña en el Reino
Unido.
La tensión aumentó a partir de 1870 por la crisis económica y la expulsión de miles de
arrendatarios irlandeses de las tierras propiedad de terratenientes ingleses. Estos
hechos radicalizaron el movimiento nacionalista desde 1879 por Charles S. Parnell,
organizador del boicot de los terratenientes.
La espiral de violencia se intentó frenar mediante la realización de una reforma agraria
y la firma de un acuerdo entre el gobierno británico y el líder irlandés (Pacto de
Kilmainham), apoyado por el papá León XIII.
Desde 1885, los nacionalistas irlandeses estuvieron presentes en el Parlamento
británico y, un año después, Gladstone presentó la Home Rule, convertía a Irlanda en
un territorio autónomo dentro del Reino Unido.
La cuestión irlandesa quedó sin resolver hasta la insurrección de 1916 en Dublín, que
puso en marcha la participación de la isla entre el norte de la isla, de mayoría
Protestante y fiel al Reino Unido, y el sur, teoría católica y abiertamente contraria a la
pertenencia al Reino Unido, que acabó alcanzando la independencia en la década de
1920. Sin embargo, este hecho no terminó completamente con el problema irlandés.
En el Ulster, la zona norte de la isla bajo soberanía británica, los enfrentamientos entre
la mayoría Protestante y la minoría católica continuaron durante todo el siglo XX.

2. Francia: del Segundo Imperio a la Tercera República


Después de la revolución de 1848, Francia se convirtió en una gran potencia
económica y colonial, al tiempo que evolucionaba de un régimen monárquico a otro
republicano.
2.1 El Segundo Imperio (1852-1870)
Luis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón, accedió a la presidencia de la
República francesa tras la revolución de 1848, pero pronto su gobierno adquirió un
carácter fuertemente autoritario. En 1852 promulgó una nueva Constitución,
sancionada por un plebiscito mayoritariamente favorable, que le otorgaba plenos
poderes; proclamó el Segundo Imperio y se intituló Napoleón III.

 El Imperio autoritario (1852 – 1860). Durante esta etapa, el gobierno persiguió


a la oposición e instauró la censura de prensa, el control de las reuniones
públicas y la propaganda electoral. Consiguió el apoyo de la Iglesia católica y
defendió el orden y la autoridad. Su forma de gobernar respondía a la tradición
cesarista, en la que el poder se concentraba en un solo hombre, pero su
legitimidad procedía del pueblo. Esto es lo que se ha denominado
bonapartismo.
 El Imperio Liberal (1860 – 1870). En Esta fase el emperador perdió parte de sus
apoyos. La oposición se organizó y surgió con fuerza el movimiento obrero, lo
que obligó a Napoleón III hacer concesiones políticas y liberalizadoras: amnistía
para los condenados por delitos políticos; reformas legislativas para otorgar
mayores atribuciones a las cámaras legislativas; libertad de prensa; reformas
educativas y concesión a los obreros de derecho de huelga y libertad de
asociación. Esta evolución liberal dividió a la oposición; en 1870 Napoleón III
convocó un plebiscito para ratificar las reformas, que ganó por amplia mayoría.
Napoleón III, preocupado por el progreso militar de Prusia, declaró la guerra a
ese país en julio de 1870. La derrota francesa en la batalla de Sedán (2 de
septiembre) precipitó la proclamación de República.

2.2 La Francia de la III República (1870 – 1914)


En 1871 la República, en medio de la revuelta de la Comuna, se vio obligada a firmar la
Paz de Frankfurt, por lo que perdía Alsacia y Lorena además tuvo que pagar
reparaciones de guerra. Estos hechos suscitaron en Francia un fuerte sentimiento
antialemán.

 La República conservadora (1871 – 1879). Tras un período transitorio (1871 –


1874), en el que colaboraron republicanos y monárquicos, el moderado Thiers
trató de afianzar el nuevo régimen aunque hubo varios intentos de restaurar la
monarquía. Se tomaron varias medidas legislativas, casi todas ellas del año
1875 que dieron lugar a la Constitución de la Tercera República.
 La República de los republicanos (1880 – 1914). El triunfo republicano en las
elecciones de 1880 abrió la puerta a nuevas reformas democráticas, como la
implantación de la enseñanza estatal laica en 1882, considerada el
instrumento de formación del espíritu republicano. Triunfó la expansión
imperialista y se elaboró una avanzada legislación social. Sin embargo, la vida
política se vio enturbiada por el affaire Dreyfus.
Desde finales del siglo XIX hubo una oleada anticlerical: en 1905, el estado
francés derogó el concordato e incautó los bienes de la Iglesia. Los siguientes
gobiernos ampliaron las reformas sociales. También se creó un ambiente
prebélico.

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