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8 maneras de reforzar la memoria funcional

¿A su hijo le resulta difícil retener poca información en su mente mientras está haciendo otra cosa? Por ejemplo,
si está ayudando a cocinar espaguetis y el teléfono suena, ¿olvida que tiene que regresar para seguir revolviendo
la salsa? Si continuamente tiene problemas con esas actividades, podría tener dificultades con la memoria
funcional.

La memoria funcional se refiere a la manipulación de información que es almacenada a corto plazo (en el
pasado, el término “memoria funcional” se usaba indistintamente con “memoria a corto plazo”). Es una
habilidad que los niños utilizan para aprender y que se necesita para seguir instrucciones de varios pasos o
resolver un problema de matemáticas mentalmente.

Usted puede ayudar a su hijo a mejorar esa función ejecutiva incorporando en su vida diaria algunas técnicas
para reforzar la memoria funcional.

1. Practique la visualización
Motive a su hijo a crear una imagen en su mente de lo que acaba de leer o escuchar. Por ejemplo, si le dijo que
ponga la mesa para cinco personas, pídale que se imagine cómo debería verse la mesa. Luego pídale que dibuje
esa imagen. A medida que mejora su capacidad de visualización, él puede describir la imagen sin necesidad de
dibujarla.

2. Pida a su hijo que le enseñe


Ser capaz de explicar cómo hacer algo requiere entender la información y organizarla mentalmente. Si su hijo
está aprendiendo una habilidad, como la de encestar una pelota de baloncesto, pídale que le enseñe cómo
hacerlo. Los maestros hacen algo parecido al formar equipos de dos estudiantes en clase. Eso les permite
empezar a trabajar con la información inmediatamente en lugar de esperar a que se les pregunte.

3. Sugiera juegos que utilicen la memoria visual


Existen muchos juegos de coincidir imágenes o cosas que pueden ayudar a su hijo a usar la memoria funcional.
También puede hacer cosas como dar a su hijo la página de una revista y pedirle que encierre en un círculo
todas las palabras “las” o la letra “a” que encuentre en un minuto. También puede jugar utilizando las placas de
los autos. Tomen turnos para leer en voz alta las letras y los números de las placas y también repítanlo
diciéndolas en sentido contrario.

4. Juegue a las cartas


Juegos de cartas sencillos como Crazy Eights, Uno, Go Fish y War pueden mejorar la memoria funcional de dos
maneras. Su hijo debe recordar las reglas del juego y además las cartas que él tiene y las que tienen los demás.

5. Fomente la lectura activa


¡Existe una razón por la que los resaltadores y las notas adhesivas son tan populares! Escribir notas y subrayar o
resaltar un texto puede ayudar a los chicos a retener información en la mente el tiempo suficiente para responder
preguntas sobre esa información. También puede ayudar hablar en voz alta o hacer preguntas sobre el material
de lectura. Las estrategias de lectura activa también pueden ayudar a crear memorias a largo plazo.
6. Divida la información en partes más pequeñas
¿Alguna vez se ha preguntado cuál es la razón de que los números telefónicos y los de identificación tengan
guiones? Porque es más sencillo recordar grupos pequeños de números que series numéricas largas. Téngalo
presente cuando necesite dar instrucciones de varios pasos a su hijo. Anótelas o déselas una por una. También
puede emplear organizadores visuales para ayudar a dividir las tareas escritas en partes más pequeñas.

7. Hágalo multisensorial
Procesar la información de tantas maneras como sea posible puede ayudar a la memoria funcional y a la
memoria a largo plazo. Anote las cosas que tiene que hacer para que su hijo pueda leerlas. Dígalas en voz alta
para que su hijo las escuche. Arroje una pelota repetidamente mientras comenta las tareas que su hijo necesita
completar. Utilizar estrategias multisensoriales puede ayudar a su hijo a retener información en su mente el
tiempo suficiente para usarla.

8. Ayude a hacer conexiones


Ayude a su hijo a crear asociaciones que conecten los diferentes detalles que intenta recordar. Capture el interés
de su hijo con divertidas reglas mnemotécnicas (de memorización) como: Mi Vecina Tiene Muchas Joyas Solo
Una No Presta (esta oración ayuda a los niños a recordar el orden de los planetas del Sistema Solar: Mercurio,
Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón). Encontrar maneras de conectar la información
ayuda a formar y recuperar la memoria a largo plazo. También ayuda con la memoria funcional, que es la que
usamos para retener y comparar recuerdos nuevos y antiguos.

Los trucos y juegos para mejorar la memoria son tan solo algunas de las maneras de ayudar a su hijo con
dificultades del funcionamiento ejecutivo. Si su hijo continúa teniendo dificultad con la memoria funcional,
podría ser buena idea realizar una evaluación para dificultades de atención. También puede revisar las
recomendaciones de expertos sobre temas como la organización y el control de la atención.

Puntos clave
 Enseñar a su hijo maneras de visualizar ideas puede ayudarlo a mejorar su memoria funcional.
 Los juegos de cartas y otras actividades divertidas pueden ayudarlo a desarrollar la memoria funcional.
 Encontrar formas de relacionar la información puede ayudar la memoria a largo plazo y la memoria
funcional de su hijo.

Consejos para desarrollar el pensamiento flexible

Muchos niños con dificultades de aprendizaje y de atención, tienen problemas para ver el punto de vista de los otros y
tener maneras alternativas para hacer las cosas. Utilice estos consejos para ayudar a sus hijos a practicar el pensamiento
flexible, el cual es esencial para el aprendizaje y la vida diaria.
Enseñe la habilidad de pensar en voz alta.

Enseñe a su hijo a pensar en voz alta cuando resuelve un problema. A medida que su hijo crece, la habilidad de
pensar en voz alta se vuelve más importante. Fomente que piense en voz alta cuando esté solucionando
rompecabezas de lógica y otros tipos de problemas. Ayúdelo a que aprenda a hacer preguntas como: ¿Esto es
similar a otro problema que ya había resuelto? ¿Aquí hay algo diferente que no había encontrado en otros
problemas? También podría preguntarle a la maestra de su hijo qué es lo que se puede hacer en el salón de
clases para ayudarlo a pensar flexiblemente y mejore otras habilidades.

Encuentre más de una manera de hacer cosas cotidianas.

Puede que su hijo esté acostumbrado a hacer las cosas en cierto orden, y por ello hacer pequeños cambios en los
procesos diarios puede mostrarle que hay diferentes opciones. Por ejemplo, haga un sándwich de mantequilla de
maní y mermelada untando la jalea antes que la mantequilla de maní. Si su hijo es lo suficientemente grande,
pídale que sugiera una ruta diferente para volver de la escuela a la casa. Esto podría ayudar a su hijo a mejorar
sus habilidades para resolver problemas, lo cual requiere proponer diferentes enfoques para resolver un
problema.

Invente nuevas reglas para los juegos.

A los niños que tienen dificultad para pensar de manera flexible puede que les parezca complicado darse cuenta
que hay más de una manera de hacer las cosas. Practique descubrir otras opciones ayudándolo a que invente
nuevas reglas para los juegos. Por ejemplo, que los jugadores se deslicen por las escaleras y suban el tobogán en
Chutes and Ladders; que corran a las bases en sentido inverso en el juego de pelota. Una vez que su hijo se
sienta cómodo haciendo cambios simples como estos, pruebe combinar las reglas de dos juegos para crear uno
nuevo

Lea Amelia Bedelia y otros libros que usen juegos de palabras.

A los niños que tienen dificultad con el pensamiento flexible puede que les cueste entender que las palabras
pueden tener más de un significado. También los acertijos y los chistes que juegan con el significado de las
palabras o sus sonidos pueden parecerles confusos. Usted y su hijo pueden practicar esas habilidades leyendo
libros como Amelia Bedelia, cuya heroína entiende todo de manera literal. Cuando le piden que “cambie la
cama”, Amelia mueve la cama de lugar. Usted y su hijo pueden hablar sobre lo que ella debería haber hecho que
es cambiar las sábanas

Juegue “Qué es esto”

Elija un objeto común como un embudo e imaginen cuántas cosas diferentes podría ser: un sombrero, una
trompeta, el cuerno de un unicornio, etc. Esta actividad estimula que su hijo vea las cosas de maneras más
creativas

Diga bromas simples y juegos de palabras.

Muestre a su hijo cómo usar los diferentes significados de las palabras para hacer reír a las personas. Por
ejemplo, puede decirle esta broma: “¿Por qué los peces son ricos? Porque viven en bancos de peces”. Luego
pueden hablar sobre cómo la broma emplea los dos significados de la palabra “banco”. Anime a su hijo a que
también proponga juegos de palabras divertidos
herramientas simples para ayudar a su estudiante A
estar organizado

Un calendario familiar

Un calendario de pared grande en el que se anoten todas las citas familiares, compromisos y actividades puede
ayudar a sus hija a darse cuenta que la organización es una habilidad a lo largo de la vida. Todos, incluyendo a
su hija, pueden ver su participación en el esquema familiar general. Considere utilizar un marcador de diferente
color para cada miembro de la familia para diferenciar los horarios de cada uno.

Listas de verificación visuales

Una lista de verificación utiliza imágenes para describir los pasos para hacer una cierta tarea. Por ejemplo, la
rutina matutina podría tener imágenes de alguien despertándose, cepillándose los dientes, vistiéndose,
peinándose y desayunando. Las listas visuales eliminan el estrés que provoca la lectura en los niños que tienen
dificultades de aprendizaje y de atención. También pueden ser lo suficientemente pequeñas para que estén a la
vista de manera discreta en el lugar correcto. A primera vista, parecen tiras cómicas

Un reloj analógico

Un reloj analógico puede ayudar a los niños a tener una idea más clara de cómo se puede dividir el tiempo en
lapsos. También los ayuda a saber cuánto tiempo ha pasado y cuánto tiempo queda. Considere comprar cuatro
hojas de papel celofán de colores diferentes. Divida el reloj en cuartos y coloque en cada sección papel celofán
de diferente color de manera que su hija pueda ver el tiempo en bloques de 15 minutos.

Una caja de útiles

En lugar de tener todos los útiles escolares esparcidos por la casa, guárdelos en una caja o un envase plástico.
Su hija puede organizarlos de acuerdo a su función (como lápices y marcadores, y tijeras y pegamento). El
recipiente puede guardarse cuando los útiles no se están usando o llevarse al área donde se está haciendo la
tarea cuando se necesitan.

Carpetas con divisiones de diferentes colores

Dé a su hija carpetas de diferentes colores con divisiones para llevarlas y traerlas de la casa a la escuela. Elija un
color para los documentos que necesitan ser traídos a casa y que no hace falta devolverlos. Elija otro color para
los papeles que necesitan ser leídos por los padres y tienen que ser devueltos a la escuela. Y elija otro color para
las tareas escolares, colocando en una de las secciones una etiqueta que diga “por hacer”, y en la otra sección
otra que diga “completo”

Portafolios con cajas de pizzas

Los portafolios con cajas de pizzas son muy buenos para ahorrar espacios, ya que se pueden colocar una arriba
de la otra. Usted puede conseguirlas, pidiéndole a la pizzería más cercana a su hogar que le dé algunas cajas de
pizza grandes y limpias. Su hijo podría decorarlas y ponerles etiquetas o carteles. En una caja podría guardar las
tareas que ya fueron corregidas, los proyectos de arte en otra caja, etc. Como tienen una capacidad limitada de
espacio, su hijo tendría que asegurarse que los papeles queden aplastados, en vez de arrugados como pelota.

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