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Distintos jalones marcan su desarrollo hasta que Sigmund Freud, con el descubrimiento
y construcción del psicoanálisis, abre un camino definitivo de un modelo de abordaje
del padecimiento mental que se diferencia del paradigma predominante hasta ese
momento basado en fenómenos de naturaleza biológica (con Kraepelin, padre de la
psiquiatría moderna, como máximo exponente)
Desde Hipócrates - y otros como Demócrito de Abdera, uno de los primeros en vincular
los pensamientos con el cerebro - hasta el Renacimiento, con antecesores como Vives,
Paracelso y Agripa, es a fines del Siglo XVIII, con Pinel y luego su discípulo Esquirol,
que se comienza a perfilar un tratamiento ("moral") que con el tiempo habrá de alcanzar
su status de psicoterapéutico.
Desde otro campo, son significativos los aportes de Wundt, Pavlov y Watson en lo que
respecta a la psicología experimental. Asimismo, cabe señalar la influencia de las
distintas corrientes filosóficas de las que se nutren las diversas concepciones (cambios
epistemológicos) y modelos que integran el cuerpo de conocimiento de las escuelas
psicológicas, entre las que caben destacar las que surgen a partir del renacimiento
(racionalismo, empirismo), la ilustración, el idealismo alemán, el positivismo, y con
posterioridad distintas tendencias como el vitalismo, el evolucionismo, la
fenomenología, el existencialismo, el marxismo, etc.
Los rasgos que caracterizan o definen y son comunes a toda psicoterapia están dados
por:
c) el objetivo, de cura (concepto que varía según el marco referencial teórico que se
sustente) sin cuyo propósito no cabe hablar de psicoterapia
d) una teoría, que explique la técnica y la haga comunicable
Esto implica que existen distintos tipos de psicoterapia según los criterios que se tengan
en cuenta sea: el número de personas intervinientes (individuales, vinculares, grupales);
su extensión (breves, intermedias, prolongadas); sea el tipo de recursos empleados
(verbales, corporales, con elementos auxiliares,etc.).
A los fines del presente trabajo expondré algunos conceptos respecto del modelo
cognitivo y sistémico (interaccional) cuyas premisas - en la generación de los trastornos
- se basan en : el proceso de aprendizaje, enfatizan las condiciones del presente y el
papel primario del síntoma, priorizando la importancia del medio por sobre lo
intrapsíquico.
Las terapias cognitivas, si bien han cobrado un desarrollo notable a partir de la década
del 80, se constituyen a partir del paradigma conductista o comportamental, basado en
un cuerpo de conocimientos empíricos y teóricos que resultan de la aplicación del
método experimental en psicología y ciencias afines, a partir del cual se despliegan
distintas escuelas entre las que se destacan la neurofisiológica rusa, la behaviorista y la
cognitivista.
Las confrontaciones entre distintas psicoterapias ha tenido como sus ejes más
importantes: la integración teórica, los factores comunes y el eclecticismo técnico,
predominando la búsqueda de compatibilización entre el los modelos psicodinámicos y
comportamentales (psicoanálisis y cognitivismo), aunque también hay experiencias que
vincularon a otros marcos referenciales.
Bibliografía
Los egipcios veían la sugestión como una forma de magia que podía utilizarse como
complemento de los tratamientos médicos, y los griegos creían que las enfermedades
físicas y mentales dependían del desequilibrio corporal de cuatro fluidos o humores. De
modo similar, en China la salud era entendida como el balance entre las fuerzas vitales.
Se cree que las primeras psicoterapias surgieron en el mundo islámico. Entre los siglos
X y XII d.C., pensadores y médicos como Abu Zayd al-Balkhi, Zakariya al-Razi y
Avicena introdujeron los conceptos de “salud mental” y “psicoterapia” y describieron
un gran número de alteraciones neuropsicológicas.
Los estudios de Charcot sobre la histeria y otras neurosis, así como el trabajo de Janet
en torno a la disociación, influyeron en la aparición de la teoría psicoanalítica de
Sigmund Freud, que postulaba que la conducta humana está determinada
fundamentalmente por factores inconscientes y por las experiencias vividas en la
infancia.
En la misma época, a finales del siglo XIX, Granville Stanley Hall fundó la American
Psychological Association (o APA), que a día de hoy sigue constituyendo la principal
organización de la profesión. La psicología clínica surgió también en este periodo
gracias al trabajo de Witmer con niños con problemas de aprendizaje en la Universidad
de Pennsylvania.
Mientras los discípulos de Freud, como Adler, Jung o Horney, expandían y revisaban
las hipótesis del psicoanálisis, la psicología científica seguía desarrollándose a través de
la fundación de instituciones, departamentos, clínicas y publicaciones sobre psicología.
Estados Unidos se estableció como el núcleo de estos progresos.
Aunque el psicoanálisis continuó siendo fuerte durante la primera mitad del siglo XX, el
conductismo se convirtió en la orientación predominante en este periodo. Las
aportaciones de Thorndike, Watson, Pávlov y Skinner convirtieron la conducta
observable en el foco del análisis psicológico y promovieron el desarrollo de las terapias
conductuales breves.
Carl Rogers y Abraham Maslow fueron los dos pioneros de la psicología humanista.
Estos autores opinaban que el ser humano tiene una tendencia natural hacia la
autorrealización y el crecimiento personal, y defendieron la psicoterapia como método
para ayudar a los clientes a desarrollarse como personas, en función de sus valores. En
esta corriente humanista también se encuentra la terapia Gestalt, creada por Fritz Perls y
Laura Perls a mediados de siglo, si bien apareció algo antes de que Rogers y Maslow
desarrollasen sus ideas.
Más adelante, en las décadas de 1960 y 1970, autores como Wilhelm Reich y Alexander
Lowen popularizaron las psicoterapias corporales, que reclamaron el cuerpo como
centro de la experiencia humana. No obstante, sus teorías fueron desestimadas por la
comunidad científica por su falta de solidez empírica.
La orientación cognitiva tuvo como predecesor a George Kelly, que defendió que las
personas entendemos el mundo a través de constructos psicológicos idiosincráticos. No
obstante, el punto de inflexión lo supusieron las terapias de Ellis y Beck, surgidas en los
años 50 y 60.
Al menos desde los años 80 y 90 del siglo pasado el foco de la psicoterapia ha sido la
demostración de la eficacia de los tratamientos para trastornos y problemas específicos.
En esto ha tenido una gran influencia la American Psychological Association, de
orientación predominantemente cognitivo-conductual.