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Lombrices de Tierra
como Agentes Mejoradores
de las Propiedades
Físicas del Suelo en
Huert,o s,1·""' >
Autores:
Gabriel Selles van Sch.
Raúl Ferreyra E.
Rodrigo Ahumada B.
Mónica Santelices S.
Jorge García - Huidobro P.
Rafael Ru iz Sch.
INIA - La Platina
"....o
"z Santiago de Chile, 2006
Vl
Vl
Autores:
Gabriel Selles van Sch.
Ingeniero Agrónomo Dr. INIA - La Platina.
Raúl Ferreyra E.
Ingeniero Agrónomo M.Sc. INIA - La Cruz.
Rodrigo Ahumada B.
Ingeniero Agrónomo INIA La Platina.
Mónica Santelices S.
Líe. en Biología - Consultor Privado.
Jorge García-Huidobro P. de A.
Ingeniero Agrónomo Ph.D. INIA - La Plíltina.
Rafael Ruiz Sch.
Ingeniero Agrónomo IJr. INIA - La Platina.
Directora Re.sponsable:
Paulina Sepúlveda R.
Directora Regional INIA . La Platina.
ISSN 0717-4829
Pág.
Introducc ión ____ 5
7 Síntesis y Aplicaciones 83
INTRODUCCIÓN
LOMBRICES DE TIERRA:
CATEGORÍAS ECOLÓGICAS
Y SU ROL EN EL SUELO
Boc
Ano
/
Figu ra 1 . Rep resenl 11c;ió11 esqu emática de u n a lombriz de tierra.
Sefiala boca, pros1omio 1 clirelo, segmentos y ano.
Cerdas o
quetas
Existe un gran número de espec ies de lombri ces. Sin embargo, desde
el punto de vista funcional, éstas pueden ser agrupadas en categorías
ecológicas (Bouché, 1972). Esta división en categorías ecológicas cons-
tituye una aproximación agronómi ca, que da cuenta de la actividad de
estos organ ismos.
Aquellas que viven en el horizonle más superficial del sucio son las
que consumen y mezclan mayor cantidad de rnaleria orgáni ca. Las
que habitan en zonas un poco más profundas (40 cm), son capaces de
prosperar en suelos más pobres, compactados y poco aireados. Las
lombrices endogeas, mientras mayor sea la profundidad en la que ha-
bitan, son menos sensibles a facLores climálicos externos y menos ex-
puestas a depredadores. Durante épocas de sequía se enrol lan en for-
ma de ovi l los y se mantienen en let argo.
Continuación Cuadro 1.
Especies Familia Categoría
Ecológica
REGIÓN
\'REGIÓN METROPOLITANA
Endogeas Endogeas
A. caliginosa A. chlorotica
A. chlorotica O. cyaneum
O. cyaneum Allolobophora sp2
A. miniscula A. caliginosa
Yagansia sp. A. rosea
Anécicas Anécicas
N. noctumus N. noctumus
var. cistercianus var. cistercianus
Nicodrilus sp.
Epigeas
L. rubcllus rvbellus Epigeas
Pherelima sp. E. {elida fetida
f. fetida fetida E. felida andrei
~
Endogeas
A ch/oroticJ
O. cyaneum
Endogeas A. miniscula
A. ch/orotica A. caliginosa
O. cyaneum A. rosea
O. lacteum Chi/ota chilensis
A. miniscula
A. caliginos.a Anédcas
A ro.~ea Endogeas N. nocturnus
Al/olobophora sp 1 A. caliginosa var. cistercianus
Allolobophora sp2 A ro.~ea Lumbricus friendi
Allolobophora sp3 L. terrestrís
Anécicas Acan1/1odrilidae
Anécicas L. terrestris
N. noctumus Epigeas
var. dstercianus Epigeas l. rubel/us rubellus
Chilota platei Chilota putablensis E. fetida fetída
Lumbricus friendi L. rubellus rubellus E. fetida andrei
L. rubellus castaneoides
Epigeas E. fetida {elida
Dendrobacna sp. E. fetida andrci
D. octaedra
h gurci 3. 1) 1 ~tribuc 1 ón d<~ lo~ diferenres gé11eros y !'~ pE>ci ~s d<> lombrices <'11 las
Rcg1ont!~ 1•rosp ectad.:is.
111111 1
O 1 2 3 cm
hilo 4. l-je111pl a1 de Ch flota pl.:ite1de 26 cm df' longitud.
Darwin, 0n 1881, sostenía que las lombrices de tierra eran las princi-
pales trab.i¡adoras de los sue los. A l respecto sostiene "Ls dudoso pesar
que cx ist<1n animales que hay,\11 jugado un rol tan importante en la
historia del mundo como estas modestas criaturas". !Jos siglos des-
pués, Lavelle CWOO), las define corno las ing01Heras del suelo por su
capacidad para construir galerías y remover grandes vol(11nenes de
suc io.
Propiedades Físicas
Las lo111b1 ices de tierra, al r1 I i1m•11lMSe con los 1l'siduos df' materiales
vegetales en descomposición, ingiNcn además graneles cantidades dt>
suelo. Lsti\ ingcsla se traduce E'n una se lecc ión df' las pdítfculas. pr efi-
riendo lai.; de menor tamaf10. A lravés d0 este tnec<tnismo, se ha obser-
vado i ncr<>mcntos de partí cu las fin as en las estra las superficiales df'I
sucio (Russcl , 1973). [n sucios fértiles europeos (Bouché, 1984), las
lombrices de llpo anécicas puede tllcanzar una b iomasa de hasta 5
ton/ha (500 g/1112), convirtiéndose en verdaderos subsolaclores biológi-
cos del sucio. Bouché (1984), estima que una tondad¡¡ de lombrices
anécicas por hect;'uea ( 100 g/111 1 ) , es cripaz de reinovf'1 250 tonflladas
de suelo al ano, lo que significa 4.000 a 5.000 Km. de gah-'rías. Po r
otra parle, este mismo auto1 indica quP en suelos donde la agri cultura
inlen!>i v..i ha dPslluiclo lcl pobla<ión dt-~ lombrices (menos de 5 a 100 g/
111 2), por el uso indiscriminado d(' pt>stic idas o maquinaria agrícola, los
sue los se Vf'll afectados poi lenó111E'noc; de degradación y compacta-
c ió 11, f><!rdic•ndo su fertilidcHl físic,1. Se ha co11side1aclo que poblaci o-
nes de lo mbrices menores a 100 ejl•mpl ares /111 2, c•n los primeros 20crn
del suelo, indican que se trcll c1 de un sistema biológic<lmente degrada-
do, lo quE.' repercute negativamen te en sus propiNlacles físicds.
(Shephcrd, 2000).
lal vez, desde el punto de vista físico, el rol más importante de las
lombrices está relacionado con la porosidad, el movimiento del aire,
del agua y la capacidad de las raíces para explorar el suelo (Russel,
1973; Shepherd, 2000; Kladivko, 2005). Las lombri ces anécicas, al
moverse en el sucio van formando túneles y galerías verticales, las que
dependiendo de la familia y especie de lombriz pueden llegar hasta
1,5 a 2m de profundidad. Las espec ies endogeas se mueven principal -
mente en forma horizontal, en los primeros 0-30 cm. de profundidad.
En resumen, la actividad combinada de las tres categorías ecológicas
de lombrices (epigeas, endogeas y anécicas), permite mejorar las pro-
piedades físicas de los suelos, lo cual favorece el desarrollo de siste-
mas radi culares más profundos, los que son capaces de promover un
mayor desarrollo de la parte aérea y una alta productividad. Wcrner
(1996) y Chan (200·1), señal<in que la dinámica poblacional entre dife-
rentes especies de lombrices, especialmente entre endogeas y anécicas,
está fuertemente determinada por la labran za del suelo y por la adi-
ción de materia orgánica.
Propiedades Químicas:
Estudios rea li1ados por Raw (1962), en huertos frutal es, demostraron
que las hojas que se caían de los árboles en invi erno, eran rápidamen-
te incorporadas al suelo con la presencia de Lumhicu.s tcrrestris y la
velocidad de ocurrencia de este fenómeno aumentaba al <lumcntar la
ca ntidad de lombrices presentes. Werner O 996), en un huerto orgáni-
co de Ca li fomia, determinó que la incorporación al s11clo d<" hojas
caídas en la superfi cie aumentaban desde m<:'nos de 28% al 79% con
la presencia de Lw11bricus terrestris. Una situación similar fue obser-
vada por Ramet et .-11 (2000), t>n un huerto de nogales, también en
Cal ifornia, donde la inocul ación de Lu111bricus terrPstris incrementó la
incorporación de abono verde al suelo. Sin embargo, se observó que la
actividad de las lombrices es mayor en prirn;..ivera que en verano.
Las fecas de lombri ces pueden t(~ ner, en promedio, hasta el doble de
potasio y concentraciones máximas de hasta 4.5 mayores que el suelo
circundante. En el cuadro 2, se indica los contenidos de nutrientes en
las fecas de lombri z comparados con los del suelo de donde fueron
obtenidos (Russel, 1973).
pH 6.4 7.0
Nitrógeno Nílrico (ppm) 4.7 21.9
Nitrógeno Tota l 0.24 0.35
Carbono Tota l (%) 3.35 5.17
Relación Carbono Nitrógeno 13.8 1 4.7
íósforo disponible (ppm) 9 67
Potasio de intercambio (ppm) 32 358
Magnesio de intercambio (ppm) 162 492
Calcio de inlerca rnbi o (ppm) 1990 2790
Fuente: Ad apiado de Russe l ( 1973).
Estos antecedentes indican la gran capacidad que tienen las lombri ces
para concentrar los nutrientes contenidos en la materia vegetal en des-
composi ción, acelerando de esta forma, el suministro de ell os para los
cu ltivos.
Propiedades Biológicas:
las a las galerías, lo cual el imina la posib ilidad de difus1ém d<' los
inóculos de la enfermedad.
La<; lombrices corno todo orgM1i srno vivo eslán est rechamente v i11 cu-
ladds al medio .i111bi e11te donde se desdrro llan. Pa ra nece1 y mu lt ipli-
carse requieren de humedad, temperaturas adecuadas y alimentación.
Toe.la acción que conllt>va diterar <'Stas co11dicio11es, se traduce en dis-
rni11uciones importantes del 11C11nero de organismos en el suelo. Los
fac tores más relevantes en la agricullura que pueden aíectar el medio
son la labranza y el uso d<' agroquírnicos y las características de la
materia orgánica.
• Evitar el uso de productos que puedan ser dañi nos para las lombri -
ces, corno algunos insecti cidas y especialmente fungicidas basados
en cobre.
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Andes blanca lingues Vicente Jahuel Cruz rongo
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Por otra parte, en el caso de los huertos orgáni cos el tiempo transcurri-
do desde que el huerto inició su manejo orgáni co parece ser importan-
te en el incremento de la poblac ión de lombrices, como se puede apre-
ciar en la figura 6.
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90 y = !l,02Vx - 17 .303
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Años de rn.111ejC'> orgílnk o
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Cuadro 5. Especies de lombrices identificadas y biomasa (gr/m2) en las diferentes localidades y predios estudiados.
' Especie
ANÉCICAS
Lumbricus terreslris
Lumbricus friendi
Nicodri/us nocturnos
Los Andes
O• C• •
""
'iituaciún d<' la, Pohladone; de Lomhrice~) de fa, Propiedade; f¡,jca' de lo, Sucio, en Huertos .•.
Densidad aparente
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<O> CJ'i.tJ,8 0,l!- 1.0 1.f>-1 J 11-1.1 1 1.1 ~ J ~-1; 1.'i-1.~ > 1,7
Da('¡!./«)
1-igura 8. Distribución de frecuencia ( DF, (%)de los valores de densidad aparente (lJa
g/cc) en el huerto orgánico y convencional de la lo<..alidad de Los Andes.
Al real izar una correlación entre los va lores de Da, medidos en superfi-
cie, y la cantidad de lombri ces presentes, se puede observar que existe
un efecto positivo de las lombrices sobre este parámetro, ya que la Da
tiende a disminuir al aumentar la biomasa de lombrices, (figura 9).
• Sistcmo 01gánico A Sistema convencional
1,6
1,5 y = -0,0059x + 1 ,2816
1,4 R2 = 0,57
n 1,3 (p<0,05)
~
1,2
1,1
o"' 1
0,9
0,8
0,7
0,6
() 10 20 30 40 50 60 70 !l()
13iorn<lsa de lombri' es (gi1n1)
Figura 9. Relación entre la biomasa de lo mbri ces (g/m 1 ) y la densidad aparente de
su elo (Da g/cc) en los primeros 20 cm de profundidad en los huertos anali zados.
Macroporosidad
~ 35 a
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Andes blanca Lingues Vicente J,1hucl Ü\JJ. And<:s L rongo
Figllfa 1O. Valo res de Macro porosidad (%)en las nueve localidades
,\) pro fundidad O 20 cm. B) profundidad 20 - 40 crn .
<Ba1rns de la mism~ loc~ lid ad CM diíeren1e letra Indica que existe
d i feren ci~ s esradístico s sign iftc.a1 ivas}.
Estabilidad de agregados
A - Manejo Orgánico
4 . ~ ...-~~~~---~---~~~~~~---~~~~---.
c:::::::J Man<>jo Convencional
4 -t-~~~~~~~~~~~~~~~~~~--1
e 3.5-t-~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
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Andes lifar>ea l.in~.,, Víccnlc J•IJUel Cn11 Ar1d1's 2 rongo
En la esl rata más profunda no exislió diferen cias e nlre los dos lipos de
manejo, en ni nguna local idad.
40
~ 30
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10
o ~L.J1...,.-_~. . .....1..,...-L.L..,....11L..1L...-J-...i...,... . .....1..,...-L.L..,....11L..1~
Lo, \as.1- l os Sa11 Alf() Sanla Lo; Chimh.>- Pl.1tílt.1
A11<Jt., bl~n<a Lm¡;i.K?' Vicente Jahuel t 1w A11de-; 2 mn¡,•>
Por últi1no, al anal izar los valores de potasio (figura 16), no se observa
una situación muy clara entre los dos tipos de manejo. El huerto orgá-
nico de la local idad de Ch imbarongo presenta mayor ni vel de Potas io,
seguido de los huertos orgánicos de Los Andes y de Placilla.
A lgunos estud ios señalan (Pashanasi el al, 1992) que existe una estrecha
relación entre la biomasa de lombrices y la fertilidad de los sucios. Por
otra parte, la utilización de compost, espec ialmente en los huertos orgá-
nicos, posee un efecto positivo sobre la fertilidad de los suelos, a través
de la incorporación de ácidos fúlvicos y hlimicos (Fliessbach, ec al. ,
2000), lo que se puede reflejar en las mejores condiciones nutricionales
que presentaron los huertos orgánicos más antiguos.
Smi
f-i
Alto Santa los
Cru1 And!'S 2 rungo
~
Chlmba- Pfocilla
3.4. CO NCLUSIONES
Por tal razón se establec ieron ensayos de campo en dos cond iciones
de manejo, orgánico y conven ciona l, en los cuales se inocularon lom-
bri ces anéc icas, para, por una parte, evaluar la capacidad de repro-
ducción de estas lombrices en d iíerentes condic iones de manejo y, por
row 6.
Subsolado de suelo previo a la
plantación utiliza ndo un tracto r
Caterp íllar D9 (a rriba).
Subsolado de suel os en un parrón
estab lecido, utilizando un tracto r
a orugas (derecha).
1.6
• Pr. 30-70
1, 5
v 1, 4
~
~
1,3
o"'
1, 2
1,1
2 5 8
Años después de subsolado
Figura 17. Evolució11 de la densidad aparente del suelo de un
huerto de vides de mesa a los 'l., 5 y 8 anos después de haber
sido subsolado (año OJ, co n un Caterpi lla r D9, previo a la
plan tac ión. Va lle de Aconcagua.
c1on . En el caso del huerto orgán ico, éste presentó una cubierta vege-
tal permanente, consistente en ma lezas, manten idas a baja altura me-
diante cortes periódicos, se utilizó este 111a1erial como mulch sobre la
hilera, por lo ct1al no se requirió de siembra de cubierta vegetal.
Aª'
Foto 7.
Inoculac ión de
lombrices anécicas
(Lumbricus friPndi) en
un huerto corwenc io-
nal de vides de mesa.
Al Lum brirns friendi
adultas, B) ín ocula-
cióri de lombrices, y
C) cub iel'la vegetal.
o
__
......._ __._.......
1 2 3
Ar'\o~ desµu6s de inoculación
O rgánico sin inoculación
~ 180 • AnC-<;i c-a~ c:::J Enrlogeas
."E 1so
:ª9 1:lO
~ 90
E 60
~ 30
Ü+--.................._ _.___........,...-_...............,...........
2 3 4
Años después de inoculación
Q ¡,,,,__ _ __ ..
Año O Año 1 Año 2 Año 3
Año; desµués dt! inoculación
Figura 19. Distribución p orcemua l de la b i omasa d e
lombrices anéci cas por estad os de desarrollo:
Adultos, juveniles y larvas (Huerto orgánico).
Densidad aparente
~OIO 8.
LwnbriClJS (riendi construyendo una galería a 80 cm de profundid ad (ízquiNda).
Galería, en l a cua l se en cue111ra crecien do una raíz ele vid (derech a).
104
-+-0 - 20cm --.-20 - 60 cm ~ 60 - lOOcm
~
-~
~
102
~ 100
"
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u 94
o
e 92
~"' 90
o 2 3
Años después de Inoculación
Los valores absolutos de densidad apa rente del suelo, en el sector ino-
cul ado y sin inocu lar del liuerlo convencional, medidos al tercer afio
después de realizada la i noculación (año 2005}, se presenta en la figu·
ra 23. Al hacer un anál isis estadíslico de estos valores se encontró que,
en las estralas 20-60 y 60-100, la densidad apa rente era di ferente en-
tre ambos tratamientos, con un 80% de intervalo de confianza, lo que
se ha considerado adecuado para este lipo de variable. Probablernente
el tiempo transcurrido, no ha sido suficiente para lograr di ferencias
mayores enlre los sectores con lombrices anécicas y los sectores no
inoculados. Curry y Cotton (1983), hacen referencia a una serie de
experiencias en la cuales se ha uti 1izado lombrices de tierra para me-
jora r las propiedades físicas de los suelos, y sefialan que resultados
positivos se logran en p lazos va riables de 3 a 5 afíos, desde que se
establecen las poblaciones de lombrices.
1,6
• o- 20 cm • 20 - 60cm • 60 - lOOc:rn
a
vV 1,5
E> 1,4
l'\l
a 1,3
1,2
1,1
Macroporosidad
l .50 -+-0- 20 cm
140
130
120
11 ()
2 100
~ 90
BO
70 ...-~~~~~~~~~~~~~---.~~~~-"
o ;¿ J
Años después de inoculación
Figura 25 . Variación rc lativ;i de la 1nacroporosidad del seclor inocul.iclo, respecto del
testigo sin lnocu lar CMPCl/MPSI, % ) a diferentes profundidades C0-20; 20-60 y 60- 100
cm). Huerto Convencional (MPCI , macroporosidad co n i11oculaci6n. MPSI,
111acroporosídad seclor sí n i11oculKíó n.
• 0 - 20cm • 20 - 60 cm • 60 - 100 cm
18
16
~ 14 a b
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2 6
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2
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2005 S/ I 2005 0 1
Años
Velocidad de infiltración
Huerto Orgánico
240
21 0 1 s1 I CI
180
~ 150 a
s 120
> 90
60
30
o
o 2 3
Años después de inoculación
Huerto Convencional
240
210 1 s1 I CI
180
~ 150
h
..s 120
> 90
60
30 a
o
o 2 3
Años después de inoculación
Foto 9.
Lumbricus fríendi,
alimentánd ose de residuos
en la superíic;ie del suelo
(arriba).
Gal ería realizada por
U1mbrícus fríen dí (resallada
.e n roío), que permi te una
rápida in filtrac ión del agua
en el suelo {derecha).
Huerto co nvencional.
Fig11r.1 211. Fvolución relativa (Cl/51 %} del peso de poda, de la densidad de rafees y del
ca libre de bayas a la cosecha, del sector inoculado (CI}, respecto del !estigo sin
i nocul.ir (51). Huerto Convencional.
4.4 CONCLUSIONES
Del presente trabajo, se puede obtener las sigu ientes con el usiones:
GUÍA GRÁFICA
Las lomb rices com íinrnente ti enen el cl itelo en forma de si lla de mon-
tar y está ubicado a la altura del tercio anterior del cuerpo. Ventral mente
presentan un área di latdda y a menudo con protub<~ra n cias l>lanqueci -
nas ubicadas entre la cabeza y el clitelo.
Segmentos
o
Q
••
s••..
Escala e>
1 cm ~-
•• Pápulas de la
pubertad ••
..-
e>
••
Clitelo
Figura 29. EsquPtfül dP los Cdra cteres e\ternos d e u nil lombrtl de ti erra.
(Mod1íicado de Boucht>t.
l ~--"---=_;_;.1--~-L.....--............~--1c...:::......::..:...c:1
~
O 3 cm
Foto 11 . E. felida. Vista dorsa 1 (arriba). Vista ventral (abajo).
Foto 1 2. E. ;elida andrei. V ista dorsa l (arri ba) . Vista ventral (abajo}.
o 2 3 cm
Foto 13. A. caliginosa. Vista dorsal (arr iba). V ista ventral (abajo).
Foto 14. Allolobophora chlorolica. Vi sta dorsal (arriba). Vista ventral faba jo)
--- -
r;;~ . : ,~· ,· i"r'l'• -
• • • •• •
Foto 16. Lumbricus rubellus. Vista dorsal (arriba). Vista ventral (abajo).
1 1 1
O 2 3 cm
Foto 17. 1. um bricus friendi. Vista dorsal (arriba). Vista ven l ral (abajo).
c:c:co=m
O ·1 2 3 cm
Folo ·1a. Lumbricu s Lerreslris. Vi sta dorsal (a rrib a) . Vista ventra l (abajo).
Foto 19. Nícodrih1s noc/umus. Vista dorsal (Mrfba). V ista ven tra l (aba jo).
Chilota platei: Tienen colorac ión café oscu ro o roj izo, cilíndricas de
gran tamaño, (160-300 mm) si n aplastamiento caudal. Clitelo comple-
to cercano a la región cefálica, construyen galerías verticales de hasta
100 cm . A diferencia de todas las otras especies indicadas, ésta es una
especie endémi ca. Pertenece a la categoría ecológica de las anécicas.
A juzgar por el número ejemplares de Ch. p!atei presentes en los mues-
treos rea li zados, la distribución de esta espec ie, está circunscri ta a un
área geográfica restringida, por lo que se supone exige un medio con
requerimientos específicos. Se ha observado en la VI Región, en Id
loca 1id ad de H idango. Se requiere estudios para defin ir en forma más
precisa su rol en el ecosistema y su facti bi lidad de apli cación en agri-
cultu ra (foto 20).
1111111
O l 2 3 cm
roto 20. Ch ilota P/ateí
5. ¿La lombri z es muy gra nde (100 a 300 mm), café rojiza, robusta,
la cola Liene forma de punta de lan za, aplastada, construye una
galería profunda, marcada con una deyección grande de lombriz,
en cuyas paredes puede i!lmacenar trozos de hojas o pajitas?
6. ¿La lombriz es grande (90 a 130 mm), café rojiza, robusta, la cola
tiene forma de punta de la nza, aplastada, construye una ga lería
profunda, marcada con una deyección med iana mente grande?
Si es afirmativo: Lumbricus friendi.
Si es negativo, vaya a la 7.
7. ¿La lombriz tiene el dorso de color café rojizo o rojo pú rpura, iri-
discente, ventralmenle pá lida y en el extremo anterior no presenta
un área glandular, es muy activa, 50-1 55 mm. de longitud, con
aplastamiento caudal?
Si es afirmativo: Lumbricus rube/lus.
Si es negativo: com ience-: nuevamente.
1O. z La lombriz es de color verde pálido, arnari lienta con tonos par-
dos y se enrolla firmemente cuando es perturbada?
Si es afirmativo: Allo/obophora ch/orotica.
Si es negativo: comience nuevamente.
11. ¿La lombriz es de color gris pál ida, azu lada, talla medi ana a gran-
de (60- 120 mm) con un a mancha amaril la notoria en los últimos 4
segmentos (cola) y con un fino collar amaril lo entre la cabeza y el
cl iLelo (no siempre visible)?
Si es afirmativo: Octolasion cyaneum.
Si es negativo: vaya a la 12.
12. ¿La lombriz es de coloración b lanqueci na, gris pá lida, los prime-
ros segmentos rosados talla mediana a grande (60-120) con el clitelo
anaranjado o rosado, piel de consistencia del icada?
Si es afirmativo: Octolasion /acteum.
Si es negativo: comience nuevamente.
13. ¿La lombriz es de co lor gris con la cabeza rosada y con una sec-
ción glandular venlral pá lida ubicada entre la cabeza y el clitelo,
cuando se contrae el extremo a nt t~r ior es globoso?
Si es afirmativo: Allolobophora caliginosa.
Si es negativo, com ience nueva mente.
Si se quiere extraer lo rnbri c:e.s anéciccls, est(' !>istc111cl no e.s pr.1cti co,
por que éstas viven en galeiías prolunffas, y pueden responder a la
,icción provo\ada al cavar la tic•11a trasladándos{' 1ápidamen1c clc'I ccnl10
de perturbación. Por otra parl P, cslas Pspeci P.s, principal111e11IP los ejem-
plares .:1d11llos, pasan pd1 le d<>I ano en la prof'undidad del sudo, por lo
cuc1l 1 el hoyo dcuc ser profundo para exlraerl as medic\nle l:'Xcavaci ón.
Poi lo 1.111to, para extraer lombri ces anécitas, se dt>bP 1Pcu rrir a 111élo-
dos químicos, apl icando sol ucione!> irritcrnles que obliguen a las lom-
br i cc'> a <lbandon<H sus galería"> y s;:rlir a la supPrficil' d el <>11plo. Se
ptu,•de ulilizrir 1111.l solución dt-> fo11nalina diluid,:i, o bien una !>Olució n
pr <'p<1rc1cla a b<1S<' dP. mostaza.
Método de la formalina
Foto 2 1. Fxtrncc.ión de
lombrices anéci cas. limpieza
del seclor d o nde se n -',1 l i 7,1 la
extracción (~11rerior i1q11iP.r·
da). /\plicac ió11 de la solución
1rrilanlc utili¿,rndo 1111a
regadera (s11reri or derecha).
Lombrices e11 la superficie del
sudo (in fe rio r izq t1 il•rd a).
Col ecta dP lornhrices c.on
p inzas y enjuague en agua
pura (inferi or der echa).
lución. De esta forma, SC' puede extraer las lombrices anécicas que
Pstán a mayores profundidades.
Producción de Lombrices
Las lombrices anécicas presentan ciclos de vida más lentos que las
epigeas. En el cuadro 6, se presenta algunas etapas del ciclo de vida
de tres especies de lombri ces anécicas, reconocidas en las diferentes
regiones de Chile, a las que se hace mención en el capítulo 2: Lurnbricus
friendi, Lumbricos terrestris y Nicodrilus noctumus. Respecto de Chilola
platei, es necesario señalar que no se logró su reproducc ión en las
condiciones de lahoratorio.
Lwnbricus
terrestris 4 83 300 4,32
Lumhricus
friendi 10 52 190 4,83
Nícodnlus
noctur1ws s/i 75 265 1,88
Producción de ootecas
El hoyo que resu lta, se rellena con tierra harneada y se aplica agua
hasta dejarlo a capacidad de campo. Se siembra una leguminosa, fa
cual puede ser permanentemente cortada, dejándola como mulch so-
bre el terreno. Además, en la superficie se aplica una mezcla de guano
de caba llo o vacuno, que servirá de alimentación a las lombrices. l:s
necesario preocuparse que no les falte alimento.
Fo10 23.
U nidad de cri anza intensiva, con si stem a de riego (arriba).
Vista general de la un idad de cr ianLa irllensiva {abajo) .
SÍNTESIS Y APLICACIONES
Entre los orgci nismos del suelo, las lombrices han sido reconocidas,
desde tiempos antiguos, corno sus labradores naturales. Su presencia
en el pcrfi 1 es reflejo de la ferti 1idad en su conceplo más ampl io. De
aquí que las cond iciones que propi cian su existencia y sus efectos so-
bre el suelo y la b(1squeda de intervenciones que permitan aumentar
s11 población, tendrán como consecuencia la sustenlabi l iclad y
soste11 ibil idad de la producción agrícol a en general y de los huertos
frutales en parliculéií.
En los huertos anali zados en esle estudio, tan to bajo manejo conven-
cional como orgánico, no se observó lombrices del tipo anécico; en -
contrándose sólo la la presencia de especies endogeas y, en menor
proporción de epigeas. Todos los huertos estudiados tienen en su ori -
gen el manejo convencional y más alin, una histori a agrícola si mil ar.
Por esto, no es aventurado plantear que la agricultura a la cua l han
sitio sometidos, se lradujo en la pérdida de estas especies, comunes en
situaciones donde se tndnliene una agricultura extensiva. Esta ausen-
cia se ha traducido en un aumento de la compactación, especialmente
en las capas más profundas del los huertos estudiados.
Este trabajo es sin duda uno de carácter prel iminar en estos temas,
quedando muchas preguntas por responder. Sin embargo, se ha de-
mostrado que, a través de técnicas relativamente sencillas es posible
favorecer el desarrollo de las lombrices endogeas, inocular un suelo
con anécicas y observar sus efectos benéficos en plazos razonables. Al
implementar estas técnicas en huertos frut:ales, se estará favoreciendo
la protección del suelo y contribuyendo a la sustentabi li dad del siste-
ma productivo.
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