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GOBIERNO DE CHILE GOBIERNO DE CHILE

IN IA- LA PLAT INA FUNDACIÓN PARA LA


INNOVACIÓN AGRARIA

GOBIERNO DE CHILE
INIA - LAPLATI N A
GOBIERNO DE CH ILE
FUN DACIÓ N PARA LA
INNOVACIÓN AGRARIA

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS

Lombrices de Tierra
como Agentes Mejoradores
de las Propiedades
Físicas del Suelo en
Huert,o s,1·""' >

Autores:
Gabriel Selles van Sch.
Raúl Ferreyra E.
Rodrigo Ahumada B.
Mónica Santelices S.
Jorge García - Huidobro P.
Rafael Ru iz Sch.

INIA - La Platina
"....o
"z Santiago de Chile, 2006
Vl
Vl

r BOLETÍN INIA - Nº 140


Lomluict.» d" tierra como agente> mejorJtforl's de las prupiedades foh'1s del >lldo 1.•11 Huertos frulale>

La presenle publicación entrega los prin<.ipal es resultados oblenidos en el marco


del proyec10 "~studio de la Lombrices de fierra corno Agentes Mejorad ores de las
Propiedades Fislcas del Suelo en Huertos frutales Orgánicos y ConvE>nclonales",
desarrollado emre los arios 2002 y 2005, con el apoyo financiero ele la Fundación
para la h1novación Agraria (FIA).

Autores:
Gabriel Selles van Sch.
Ingeniero Agrónomo Dr. INIA - La Platina.
Raúl Ferreyra E.
Ingeniero Agrónomo M.Sc. INIA - La Cruz.
Rodrigo Ahumada B.
Ingeniero Agrónomo INIA La Platina.
Mónica Santelices S.
Líe. en Biología - Consultor Privado.
Jorge García-Huidobro P. de A.
Ingeniero Agrónomo Ph.D. INIA - La Plíltina.
Rafael Ruiz Sch.
Ingeniero Agrónomo IJr. INIA - La Platina.

Directora Re.sponsable:
Paulina Sepúlveda R.
Directora Regional INIA . La Platina.

Bolelln INIA N2 140

Cita bibliográfica correcta:


Selles, van Sch., G.; Ferreyra L, R.; Ah umada B., R.; Santelices s., M.; Garcia
Hidobro, P de A, J.; Ruiz Sch., R. 2006. Lombrices de Tierra corno Agentes
Mejoradores de las Propiedades ílsicas del Suelo en Huenos frul.i les. Santiago,
Chile. lnstiluto de l11ves1igaciones Agropecuarias. Bole1ín INIA Nº 140. <n p.

«:> 2006, lnstitulo de Investigaciones Agropf'cuarias, INIA, Ce111ro Rt'gional de


Investigación La Platina, Santa Rosa 1161 O, La Pin1ana, Teléíon o (56-2) 75 751 00,
fax: (56-2) 5417667, Casilla 439, Correo 3, Santiago ele Chile.

ISSN 0717-4829

Perrni1ida su reproducción lotal o parcial citando la fuente y los autores.

Corracci611 de Textos: Marisol González Y.


Diseño y Diagrarnación : Jorge Berrios V.
Impresión: lrnprenl;i Salesianos S.A.

Camldad de ejemplares: 500

San1iago, Chile, 2006.

Buhotín IN/A, N" 1411


TABLA DE
CONTENIDOS

Pág.
Introducc ión ____ 5

2 10 111b1 ice-; de Tierra: Categorías r cológicas y


su Rol <?n e l Suelo 9
2. 1 Genera lidades 9
2.2 Clasificación Ecológica 1O
2.3 Distr ibución de Lombrices de
1i<>1ra en A l gunas Áreas dC' Chile _ _ 13
2.4 A.ce ión de 1as Lombrices d<' Tierra
<'11 el Suelo 1a
Prop iE>dadt:>s Físi cas 19
Propi edades Químicas 20
Propiedades Biológicas 22
2 .::>1: MC'cc111ismos para íavorecer la Prcwncia
de Lombrices en e l Suelo 23

3 Situación de las Poblaciorws de 1ombricec;


y de Las Propiedad es 1 ísica ... d e lo!> SuPlo'>
en Huertos de la Zon<1 Central el<> Chil e 27
3.1 Pobl aci ones de Lombric.:es 27
3.2 P1op1edadcs Hsicas 33
Densidad Aparente ~4
Macroporosidad 36
f~tcJbilidad de Agregados 37
Velocidad de Infiltración 39
3.3 Disponibi li dad de Nutrientes
c'n 01 Suelo 40
3.4 Conclusio nes 41

Boh•lín //\ IA. '1 " 140


lombric.,, de cierra como agenles mejoradores de /a, propiedades fisicJs del suelo en Huertos Frutales

4 lnorn lación de Lombrices Anécicas


(Lumbrirus friendt) en Huertos Bajo
Manejo Orgánico y Convenciona l 43
4.1 Inocu lación de lombrices 45
Evolución de las Poblaciones
de Lombrices 47
4. 2 Propi edades Físicas de Los Suelos _ _ 51
Densidad Aparente 51
Macroporosidad 54
Velocidad de Infiltración 56
4. 3 Evolución del Peso de Poda y del
Desarro llo Radicular 57
4.4 Con el usiones 59

5 Guía para la Identifi cación de


Lombrices más Frecuentes en
la Zona Cen tral de Chi le 61

6 Métodos de Extra cción de Lombrices


de Tierra y Crianza Artificial de
Lombrices Anécicas 73

7 Síntesis y Aplicaciones 83

8 Bibl iogra ffa 87

Boletín IN/A, Nª 14(1


. CAPITULO 1

INTRODUCCIÓN

racias a las notables condiciones de cli-

G ma y suelo que encontraron diversos fru-


tales en Chile, sumado al aislam iento geo-
gráfico, que dificultó la introducción de plagas y
enfermedades, la fruticultura tuvo una notable ex-
pansión en nuestro país a partir del siglo XVII. Las
primeras exportaciones de fruta se realizaron, des-
de el Va l le de Aconcagua, en el año 1921 y, a par-
ti r de la década de los años 40 se ini ciaron las
plantaciones comerciales de frutales en las Regio-
nes V y Metropolitana, convirtiendo a algunas es-
pecies en verdaderos monocu ltivos hasta el día de
hoy. En la actua lidad la fruticu ltura es una de las
actividades agropecuarias más rentables y
generadoras de mano de obra del país, ocupando
una superficie total del orden de las 234.500 hás.,
de las cuales el 58% se concentra en las Regiones
V, VI y Metropo litana.

En estas regiones1 el manejo de los huertos frutales


se ha caracterizado por el uso exces ivo de maqui-
naria agríco la, control químico de malezas, que-
ma de residuos de poda y escasa incorporación de
materia orgán ica al suelo. Estas prácticas han lle-
vado a producir problemas de compactación del
sue lo que en el largo plazo disminuyen la susten-
tabi 1idad de l sistema agropecuario. Los problemas
de compactac ión de suelo no son ajenos a los huer-
tos orgán icos, que se ven sujetos al paso constante
de maquinaria agrícola para realizar labores tal es
como apl icaciones de compost y control de male-
zas, entre otras.

Boletín INIA, Nº 140


lombricc> ele tierra com11.lgentcs mt•jor.1dorc> ele /as pmpfod.Jde, ií>icas cid >Ul"lo en HuNtn> f ruta le>

La compactación afecta directamen te la estructu-


ra del suelo, destruyendo principa l mente los
ma croporos, que constituyen el espacio donde
ocurre el movim iento del agua y del aire. Esto afec-
ta el crecirn ienlo y desarrollo radicu lar, pues exis-
te una disminución de la actividad biológica alre-
dedor de las raíces, debido a un insuficiente apor-
te de oxígeno y a un aumento de los niveles de
dióxido de carbono. Adicionalmente, la compac-
tación aumenta la densidad aparente del suelo y
por ende su resistencia mecánica, dism inuyendo
el crecimiento de las raíces y dificultando las la -
bores de riego.

Para solucionar el problema que acarrea la com-


pactación, se puede seña lar las labores mecánicas
y biológicas. La primera alternativa implica el
subsolado de suelo, con el uso de maquina ria de
alta pote ncia para la rurtura de las capas
compactadas, proceso que debe ser repetido cada
cierto tiempo, debido a la recornpactación, pro-
ducto del laboreo de los terrenos. La alternativa
biológica implica el uso de cubiertas vegeta les y
de materia orgánica, que favorecc la estructuración
del suelo y la acción de su fauna. Dentro de esta
fauna, en los ecosistemas naturales y poco degra-
dados, las lombri ces de tierra constituyen el 50 al
60% del total de los organismos vivos. Los efectos
benefi ciosos de las lombri ces incluyen un incre-
mento de la dispon ibi lidad de nutrientes y cam-
bios en la estructura del suelo. Esto último a través
de la capacidad de realizar galerías, lo que incre-
menta el tarnafio de poros, favoreciendo la infil -
tración del agua, la aireación y la estirnulación del
desarrollo de las raíces de las plantas.

Bolelín IN/A, Nº 140


llllroducciá11 . ·

En Ch ile, en el campo de la agronomía a lo menos,


no existe estudios sobre el efecto positivo que pu-
diera tener el accionar de las lombrices de tierra,
sobre las propiedades físicas del suelo y la respues-
ta de los cultivos. En consecuencia, frente a los de-
safíos que presenta la suslenlabilidacl de los siste-
mas productivos frutales en el largo plazo, el Insti -
tuto de Investigaciones Agropecuarias (IN IA) y la
Fundación para la Innovación Agraria ff!Al, lleva-
ron a cabo un estudio de carácter preliminar, con el
objet ivo de: a) identificar las principales especies
de lombrices de tierra presentes en el país, que pu-
dieran ser beneficiosas para la actividad agrícola,
b) caracterizar aquellas especies que se encuentran
presentes en los huertos, tanto orgánicos como con -
venciona les, de la zona central de Chile, y e) eva-
luar el efecto de la inoculación artificial de lornbri -
ccs de tierra sobre las propiedades físicas de los
suelos dedicados a la producción frutal.

En este boletín se presenta los principales resulta-


dos obtenidos en este trabajo de investigación rea-
lizado entre los afias 2002 y 2005.

Bo/elÍn IN/A, N• 140


CAPITULO 2

LOMBRICES DE TIERRA:
CATEGORÍAS ECOLÓGICAS
Y SU ROL EN EL SUELO

2.1 GEN ERALI DADES

L as lomb rices de t ierra pertenecen al Fi lum de los Anéli dos, (/\nnello


= anillo) y a la c lase O l igoquetos. (Oligochaeta, oligo = poco, c haet a
= quetas), es decir, se trat a de anima les cuyo cuerpo está externamen-
te d ivid ido en an il los (tamb ién llamados met árneros o segmentos) a lo
largo del cuerpo, y por surcos intersegrnentalcs q ue coinciden con la
posición cfo los septos o tabiques que di viden el cuerpo. lnl ernamenle,
cada segmento tiene organizac ión y anatomía semejantes, en los cua-
les los órga nos se repiten regularmente (Barnes, ·1974 ) (fig uras ·1 y 2).

Convencionalmente, para efectos de identificación taxonómica de las


espec ies, los segmentos son numerados desde la región anterior a la
posterior (1, 2, 3) y los surcos intersegmenta les, por los números de los
segmentos que tiene a cada lado, por ejemplo : 2/3, 11/12, etc. (la par-
te segmentada del c uerpo siempre está l imitada al tronco) . Cada seg-
mento está provisto de cerdas o quetas insertas ais ladamen te en la
pa red culánea que pueden estar d ispuestas en diferentes formas (figura
2) . La cabeza de la lombriz se ub icada en el exl rerno anterior, está
representada por el prostornio, que contiene el cerebro y 1<1 boc<1. La
parte termi nal del cuerpo es el pigidio que lleva el ano (figura 1).

Boc
Ano
/
Figu ra 1 . Rep resenl 11c;ió11 esqu emática de u n a lombriz de tierra.
Sefiala boca, pros1omio 1 clirelo, segmentos y ano.

811/clín INIA 1 N• '1 40


---'E~-- Segmento
' < E ' - - - - - - ; - -- - Surco
i ntersegmenta 1

Cerdas o
quetas

Fig11ra 2. Fsqu ema de un trozo de lombriz.


Ser'ia la cerdas, surcos inter segmenta les y
segmento.

Las lombrices son organismos saprófitos, cuya alirnenlación se basa en


los restos orgánicos del suelo, hojas muerlas, vegetales en descompo-
sición, heces y animales muertos, ele. Casi todas son hermafroditas
insuficientes con fecundación cruzada, debido a que el proceso
reproductivo se efcctC1a entre dos individuos con intercambio de
espermios. Las lombrices de Lierra constituyen la mayor proporción d<~
la biomasa de la fauna que habita en los suelos, y las poblaciones
pueden varia r desde menos de 1 O individuos por metro cuadrado hasta
más de 2.000 individuos por metro cuadrado, lo cual en térrn i nos de
biomasa significa variaciones entre 'l -2 g/rn2 hasta más de 300 g/rn2
(Lee y Pankhursl, 1992).

2.2 CLASIFICACIÓN ECOLÓGICA

Existe un gran número de espec ies de lombri ces. Sin embargo, desde
el punto de vista funcional, éstas pueden ser agrupadas en categorías
ecológicas (Bouché, 1972). Esta división en categorías ecológicas cons-
tituye una aproximación agronómi ca, que da cuenta de la actividad de
estos organ ismos.

De acuerdo a su función y su distribución vertical en el suelo, se pue-


den clasifi ca1 en tres c ategorías principa les: epigeas, endogeas y
anécicas.

Bofotín IN/A, N'' 140


lombric1» de Tierra: C.1te¡;orí.H E<ológicas y 'u Rol en d 'iuclo

Las lombrices epigeas, viven permanentemente asociadas a acumula-


ciones de materia orgán ica sobre la superficie del suelo, lo que las ex-
pone a situaciones permanentes del clirna y depredadores. Por el lo, han
ten ido que desarrollar una serie de adaptaciones morfológicas y fisioló-
gicas para asegurar su supervivencia: la coloración es normalmente roja,
roja vinosa o rosada (adaptación a la cama de materia orgánica), movi-
lidad permanente (adaptación para escapar de los depredadores), alta
tasa de fertilidad para asegurar su descendencia, etc. (Bouché, ·1984).

Este grupo de lombrices es cu ltivada en cautiverio en forma intensiva


con el objeto de reciclar desechos orgánicos biodegradables de distin-
to origen, obteniendo, como producto, un abono natural, el humus.
Como ejemplo de lombrices epigeas se puede mencionar: Eisenia fetida
fetida *, E. fetida andrei, Lumbricus rubellus (Fot o 1 ).

Foto 1. Ejemplar de Eisenia felida {elida, perteneciente


a la categor ía ecológi ca de las e p igeas.

La segunda categoría ecológica corresponde a las lombrices endogeas.


Éstas viven de manera permanente en el sustrato mineral-orgánico del
suelo, hasta unos 40 cm . de profundidad. El alimento lo obtienen ya
sea de raíces muertas (rizofagia) o de rnalerias orgánicas más o menos
1

inlegradas al sustrato (geofagia), de residuos enterrados por las anécicas


o materiales transportados por el agua de lluvia que al filtrarse arrastra
gran cantidad de partícu las orgánicas. Las lombrices del tipo endogeas
construyen ga lerías generalmente horizontales, a excepción de las
pequel'ias formas que viven entre raíces muertas. Es un grupo bastante
heterogéneo, de tal la pequeña a mediana y carecen de pigmentación
cutánea.

*El 11omhre correcto es Eiseni.1 fetlda, el nombre incorrec 10 [1se111;1 foetida.


Es1a nominac ión la comenzó a emp lear Terry en 1939 y iué rectificada por
Bouché en 1972, quién devolvió al autor de la descripción de la especie,
Savgny, 1826 la dt'no111inación dad<1 por él, es dec i r~ . (elida.

8ofetí11 INIA, N " 1-10


Lombrices de tierr• como agentes mejor.1dorc> de fas propiedade> fúi<'a> del suelo en Huerl11> Frutali>s

Aquellas que viven en el horizonle más superficial del sucio son las
que consumen y mezclan mayor cantidad de rnaleria orgáni ca. Las
que habitan en zonas un poco más profundas (40 cm), son capaces de
prosperar en suelos más pobres, compactados y poco aireados. Las
lombrices endogeas, mientras mayor sea la profundidad en la que ha-
bitan, son menos sensibles a facLores climálicos externos y menos ex-
puestas a depredadores. Durante épocas de sequía se enrol lan en for-
ma de ovi l los y se mantienen en let argo.

Dentro del grupo de l as endogeas se encuentra: Allolobophora


chlorotica y A llolobophora caliginosa, esta última, una de las especies
del horizonte superficial del suelo más activas y úti les con fines agrí-
colas, por su acción homogenizadora, al mezclar el sustrato orgánico
con el mineral de l suelo (Bouché, 1985) (foto 2).

ro Lo 2. Ljernpl ar de A l lo lobphora ca liginosa, pertenecienre a la categorfa


ecológic;.i de las endogeas.

Las lombrices anécicas, conslituycn la tercera calegoría ecológica. Se


trata de lombrices de tal la relat ivamente gra nd f~, robustas, de colora-
ción caíé rojizo, pardo o negruzcas, a veces con visos lornaso lacfas.
Fstas lombrices construyen ga lerías verti cales, las que en algunos ca-
sos pueden ll egar hasta más de un metro de profundidad. Las anécicas
loman los restos orgán icos desde la superficie del suelo, los que arras-
tran denlro de las galerías y los ingieren en su interior después c..¡ue
hongos y bacterias han provocauo su descomposición.

Las lombrices crnéc icas desarrollan una actividad importante en el


rnejoramienlo de las propiedades fisicas de los suelos, las ga lerías fa-
vorecen el proceso de aireación e infiltración de l agua, además mejo-
ran e incrementan los contenidos de materi a orgánica en las estratas
más profundas del suelo. Su presencia se puede detectar por la apari-

81Jh-lí11 INIA, N ' 140


lombrices de Tierra: Categoria' Ecológicas)' su Rol en el ~uclo

ció11 ele peque11os montículo!. de tierra (turrículos), que se puede ob-


servar sobr(' el sue lo (Bo uché, 1985). Ejemplo de es ta categoría
ecológica la co nsti tu yen I wnbricus terrestris, Lumbricus frie1Hli,
Nicodrilus nocturnus (Foto 3).

1oto 3.- Ejempl ar de Lumbricus (flendi, pe rteneciente a la tcllegori,1


ecológica dP las anc!c1cas.

2.3 DISTRIBUCIÓN DE LOMBRICES DE TIERRA


EN ALGUNAS ÁREAS DE CHILE

Durante la E>jecución del proyecto, se rea li zó una prospección en dife-


r<'ntes zonas geogrMicas del país para identificar las principa les espe-
cies de lombr ices prcscri tcs en algunos t'.cosistcrn as natura le~ de Chi-
le. Las prosptxciones se r0a li1am11 en las Regiones V (comunas de 1 os
Ancles, Hujuelas, Q uill ota y Casablanca), V I Región (cornunils de San
Vicente de Tagua Tagua, Chirnbarongo, Placi lla, Santa Cnr1, Rengo, y
1it uecl ie), VI II Región (comunas dr Chi l l<l n, Sa n Pedro dt> La Paz, Con-
cep ción y Penco), en la X Región (comunas de Osorno, Puerto Monll y
Calburn) y el la Región XIII (cornunas de La Pi rtl dna, Buin y Me lipilla).

Se identificó un tota l de 36 ti pos diferentes, de las cuales 17 f ucron


icie111 ificadas a nivel de especie. 1d m<tyoría pertenece a l<l lalegoría
<:'Ca lógica de las endogeas (Ct.~%) , 1111 20 % corre!:>pondió a la ca tego1 ía
ecológica de las epigeas y, un l 7°/i, a la categoría de las ant•cicas.

L11 el cuadro 1 , se prc->senta las diferentes especies identificadas, indi-


cando su respectiva categoría ecológica. l d uistr ibuc16n geog1áíicd de
estas especies se presenta en el plano de la figura 3.

Bolctm 11\/IA, S " 1-10


Loml>rit.:t.•!: dt· tierr.1 c1mm .1gC"nll.>:!i nu.·jor.Jdotc:> dí.:• las prupie!d.adt•s (1~.. icas Jrl sucio en Huc•rlos Fru1.1lc:oi

Cuadro 1. Especies de lombrices identificadas en las regiones V, Vl,Vlll, X


y XIII, de acuerdo a su categoría ecológica.
Especies Familia Categoría
Ecológica
• Dendrobaena octaedra Lumbricidae Epigea
(Sav igny, 1826)
• Oendrobaena rubida f. lenuis Epigea
(Eisen, 1874)
• Eisenia fetida fetida Epigea
(Savigny, 1826)
• Eisenia {elida andrei, Epigea
nov. Subsp.
• PheretimfJ sp. M egascolecidae Epigea
{Kimberg, 1 867)
• Lumbricus rubellus rubel/us Lumbricídae Epigea
(Hoffmeister, 1 843)
• Oendrobaena sp. Epigea
(Eisen, 187 4, sensu Pop, 1941)
• Ocrolasium cya neum Endogea
(Savigni, 1826)
• Oclofasium facreum Endogea
(Oerley 1885)
• A{{o/obophora cafiginosa Endogca
(Savigny, 1826)
• A llolobophora rosea
,, Endogea
(Savigny, 1826)
• Aflo /obophora cfhorotica Endogea
(Savigny, 1826)
• Aflolobophora miniscula Endogea
(Rosa)
• Chilota c hilensis Acanthodrilidae Endogea
(Beddard, 1895)
• Cfúfola pvtablensis Endogea
(Beddard, 1896)
• Aflolobophora sp. 2 Lumbricídae Endogea
(E isen, 187 4)
• A/foloboplw ra sp. 3 Endogea
(E isen, 1874)

- Ro/L'firi INIA, N• 140


lombrices dé Tierr.i: Cate~orfa> Ernlógic~s y su Rol en el Sudo

Continuación Cuadro 1.
Especies Familia Categoría
Ecológica

• Allolobophora sp. 4 Endogea


(E isen, 1 87 4)
• Allolobophora !5p. S /1
Endogea
(Eisen, 1874)
• Allolobophora sp. 6 Endogea
(Eisen, 1874)
• Yagansia sp. Acanthodrilidae Endogea
(Michaelsen 1900)
• Lumbrici dae Lumbrícídae Endogea
(Linné, 1774)
• Acanthodri lidae spl Acanthodril idae Endogea
(Míchae lsen, 1900)
• Acanthodrilidae sp2 " Endogea
(Michaelsen, 1900)
• Acanthodril idae sp3 Endogea
(Michaelse11, 1900)
• Acanthodrilidae sp4 [ ndogea
(Michaelsen, 1900)
• Acanthodríli dae spS " Endogea
(Michaelsen, 1900)
• Acanthodrilidae sp6 Endogmi
(Michaelsen, 1 900)
• Aca nthodri lidae sp7 Endogea
(M ichaelsen, 1900)
• Acanth odr ilídae sp8 11
Endogea
(Míchae lsen, 1900)
• Lurnbricus lerreslris Lu mbri<; idae Anécica
(Linné, 1 758)
• Lumbricus friendi Anécica
(Cogneti, 1904)
• Nicorlrilus noctornus cistercianeus 11
Anécica
(Evans, 1946)
• Chilota platei Acanthodri lidae Anécica
(Michaelsen 1900)
• Nicodri lus sp. nov. gen. Lumbricidae Anécica
• Acant/10drilus sp. Acanthodrilidae Anécica
(E. Perr.em. Mich.)

Boletín IN/A, N" 1 :/Q


Lombrícr> de lierra cnmo a¡¡en/es mejoradores de l~s pmpfr·d.1dr> Íi<Í<~> cid sudo en Hut'rlv, fruid/<'>

REGIÓN
\'REGIÓN METROPOLITANA

Endogeas Endogeas
A. caliginosa A. chlorotica
A. chlorotica O. cyaneum
O. cyaneum Allolobophora sp2
A. miniscula A. caliginosa
Yagansia sp. A. rosea

Anécicas Anécicas
N. noctumus N. noctumus
var. cistercianus var. cistercianus
Nicodrilus sp.
Epigeas
L. rubcllus rvbellus Epigeas
Pherelima sp. E. {elida fetida
f. fetida fetida E. felida andrei
~

Endogeas
A ch/oroticJ
O. cyaneum
Endogeas A. miniscula
A. ch/orotica A. caliginosa
O. cyaneum A. rosea
O. lacteum Chi/ota chilensis
A. miniscula
A. caliginos.a Anédcas
A ro.~ea Endogeas N. nocturnus
Al/olobophora sp 1 A. caliginosa var. cistercianus
Allolobophora sp2 A ro.~ea Lumbricus friendi
Allolobophora sp3 L. terrestrís
Anécicas Acan1/1odrilidae
Anécicas L. terrestris
N. noctumus Epigeas
var. dstercianus Epigeas l. rubel/us rubellus
Chilota platei Chilota putablensis E. fetida fetída
Lumbricus friendi L. rubellus rubellus E. fetida andrei
L. rubellus castaneoides
Epigeas E. fetida {elida
Dendrobacna sp. E. fetida andrci
D. octaedra

h gurci 3. 1) 1 ~tribuc 1 ón d<~ lo~ diferenres gé11eros y !'~ pE>ci ~s d<> lombrices <'11 las
Rcg1ont!~ 1•rosp ectad.:is.

Boleltn IN/A /\'º t .fn


lombrices de Tier1a: Categorías Ecoló11icas) su Rol en el Suelo

Lumbricus u•rrestris es sefíalacfa como la especie anéc ica más reco-


mendable para el trabajo de suelos (RC1w, l %2; Curry, 1988; Werner,
'1996). Sin embargo, esta especie fue encontrada sólo en la VIII y X
Regiones. Otra especie <inécica que puede ser t1lili7ada par<1 fines agrí-
colas es / umhricus fricndi. Lsla especie es frecuente y numéricamente
bien representada entre las Regiones VI y VII l. ·1iene c<iracterístic:as y
hábitos muy sernejantcs ,1 Lumbricus tcrrcstris. Las diferencias entre .
ambas especies se dan esencialmente en las cstructtHJS genitales ex-
ternas. Lumurícus friendi tiene una mayor capacidad de reproducción
que / wnbricus terrestris, lo cual la hace una especie interesante para
ser 11tili1ada con fines de mejoramiento de suc ios agrícolas. O tro ca-
' ilcter difon~nciador es el t<tmafío 1igeramente más pcqucfio de L. frícn(/j.
Dc~s(k el punto de vista de los hábitos, I. tcrrestris vive en ambientes
de pH t>nl<:> 6 <J 7. Si 11 embargo, se puerk~ adaptar a valores de pH entre
4 ri 5, por quP. es rP.lalivtJrncntc :icido toler<tnte. I frif~ndi es sindicada
como una Psrwcie acidóíila-neulrófi la, es ck·cir, puede vivir en suelos
<..011 pH d e 3,8 a 7 (Bouché, 1972), lo qtie perm iti ría d1~sa 1 rollarse en
una ampl ia gama dP. suP.los.

Nicorlrilu.i;; 11oc/11rnus cislercianeus corresponde <1 otra especie de h<lhi-


tos anécicos. Sin embargo, es una lombriz 4ue si bien tiene una lall,.i r<:>-
lativarnente grande, lri profu11did<1d de sus galerías 110 supera los 50 cm.

1 inalmente en la V I Región, en el sector de Hidango (comuna de


Lilucchc), se identificó la presencia de la especie anécica Chilota plalei
(foto4), esta espec ie corresponde a una lombri z de gran tamaño. Estu-
dios realizados en laboratorio para lograr la reproducción dE> esta es-
pecie, con miras « uti lizarla p<tra fines agrícolas, fueron infructuosos.
Ls probable que Ch ilota platci, exija requerimientos de el ima, suelo,
alimentación u otros fac tores rnuy cspcci;:i lcs, debido a que sólo se
encontró en una localidad determinada.

111111 1
O 1 2 3 cm
hilo 4. l-je111pl a1 de Ch flota pl.:ite1de 26 cm df' longitud.

Bofotín IN/A, N" 1~()


Lomhrice> de /ÍerrJ • onw .1ge11/t» mt•jur•ulorc> dt• /.., propiPd.ulc; füicas del sudn en Hu<•rl0> fruliile>

La mayor parte de las especies identificadas corresponden a Id famili.i


Lumbric i<iac, sin duda considerada la más importante en términos de
beneficio para el hombre. Lsta f.imilia de lombrices es de origen euro-
peo y dC'bido a su Ídcil idéld para coloni ¿ar nuevos s11t'los, s<' encuentra
ampliamente dislribuida en d mundo, clesplM<1ndo a las especies en-
df>m1cas locales. 1 as especies dC' la tc1mi lid l u111b1icidac hdn seguirlo
l,1 C'Xpdnsión de· lcl civili1aci(H1, co loni1cJció11 y des.i11ollo del ser hu-
111 ,1110 µ01 lodo el inundo (tclwards y Lofly, 1972). Oc esta íorma, las
poblaciones tfp lombriCf><; e11 áreas de n illivo están co11<;tiluidas prin-
cipalrnentt• por Lumbri< idae. El predo111inio de 1un1hriciclae larnbién
se observó Pn las diter('fltes regiones estudiadas (figura 3) . 1 as f'<;fWCies
endémicd'> locc1les son muy pocas. 1 slil lillimas se P11cuentra11 rf'f.llC-
sentadas por la fan1ilia /\canthod1 ilae. Están pri->se11tes las <'SfH:•ucs:
Chilotc1 cl11fensis, 01i/01c1 puta/Jlc•nsis, Chilotc1 platei, dos espc•c ie!> iden-
1ifiu1das a 11ivel de• género, Vagancia sp. y Aca11Lhodrilus sp., y ocho
espc•rie de baja frN uenci,:i y 1x'q11e11a t;illa no identificadas.

2.4 ACCIÓN DE LAS LOMBRICES DE TIERRA EN EL SUELO

Darwin, 0n 1881, sostenía que las lombrices de tierra eran las princi-
pales trab.i¡adoras de los sue los. A l respecto sostiene "Ls dudoso pesar
que cx ist<1n animales que hay,\11 jugado un rol tan importante en la
historia del mundo como estas modestas criaturas". !Jos siglos des-
pués, Lavelle CWOO), las define corno las ing01Heras del suelo por su
capacidad para construir galerías y remover grandes vol(11nenes de
suc io.

LI !>llClo debe ser considerado un organismo vivo y, 0n la medida que


aumenta lo presencia d1• insectos y lo111bricC's, las p1opi<'dc1des físic.:is,
químicas y biológicas dvl sucio SN<Í11 n1ás propicias pc1rc1 el t111livo de
las plantas. 1as lo111bric0s torman 1111a parte intt'grrtl del sut:>lo y <"fl su
i nlt:>1 M:ci611 con otros org,111ismos son, e11 parte rC'spo11sables de• la vida
P n un suc->lo. La intervención del ho111b1e a travPs de las práctica!> de
ma11t'jo, puede inducir a un aumento en las pohlnciont:>s de lombrices,
y por lo tanto, contribui1 a la ~osle11ibilidad de Id c1griniltura. Sin em-
b,:irgo, el excesivo uso de> ng1oquímicm conducirá inevilablemente al
dctl'íioro del r(>cur~o.

Bofrlfn INIA. N• 140


lomhritc' de Tierra: ( alc¡;orias Ernl1igit.1' y >U Rol en el \udo

La acción del las lombrices esl.í estrechamente vinculada a la ieni li-


dad del suelo y se refl ej a en su efecto sobre su estructu1 a, la incorpo-
ración y mezcla de los componentes minerales y orgáni cos, permitien-
do la formación de humus, y finalmente favorec iendo la di sponibil i-
dad de algunos nutrientes (L6pe7- l lernández et al., 2004). Ln general,
las lombri c0s act(1an sobre rocl<ls las propiedades del suci o: (1) físicas,
(iil biológiccls y (i ii) químicas.

Propiedades Físicas

Las lo111b1 ices de tierra, al r1 I i1m•11lMSe con los 1l'siduos df' materiales
vegetales en descomposición, ingiNcn además graneles cantidades dt>
suelo. Lsti\ ingcsla se traduce E'n una se lecc ión df' las pdítfculas. pr efi-
riendo lai.; de menor tamaf10. A lravés d0 este tnec<tnismo, se ha obser-
vado i ncr<>mcntos de partí cu las fin as en las estra las superficiales df'I
sucio (Russcl , 1973). [n sucios fértiles europeos (Bouché, 1984), las
lombrices de llpo anécicas puede tllcanzar una b iomasa de hasta 5
ton/ha (500 g/1112), convirtiéndose en verdaderos subsolaclores biológi-
cos del sucio. Bouché (1984), estima que una tondad¡¡ de lombrices
anécicas por hect;'uea ( 100 g/111 1 ) , es cripaz de reinovf'1 250 tonflladas
de suelo al ano, lo que significa 4.000 a 5.000 Km. de gah-'rías. Po r
otra parle, este mismo auto1 indica quP en suelos donde la agri cultura
inlen!>i v..i ha dPslluiclo lcl pobla<ión dt-~ lombrices (menos de 5 a 100 g/
111 2), por el uso indiscriminado d(' pt>stic idas o maquinaria agrícola, los
sue los se Vf'll afectados poi lenó111E'noc; de degradación y compacta-
c ió 11, f><!rdic•ndo su fertilidcHl físic,1. Se ha co11side1aclo que poblaci o-
nes de lo mbrices menores a 100 ejl•mpl ares /111 2, c•n los primeros 20crn
del suelo, indican que se trcll c1 de un sistema biológic<lmente degrada-
do, lo quE.' repercute negativamen te en sus propiNlacles físicds.
(Shephcrd, 2000).

Las condiciones físicas de los sucios se ven altamente íavorcciclas por


la actividad de las lornbrices de tierra (Ldwars y Lofty, 1972; U ngcr y
Kaspar, 19<)4; 1 igtharl y Peek, 1997; Werner, 1 Y%; Springett et al.,
1992), pues su actividad permite mejorar la estructuración (Edwarcls y
Batcr, 1<)92; 131,rnc.hart, 1')92), la infi ltrac ión del agua, y disminuir la
compaclación de l suelo. Lo anterior debido a la capacidad de las lom-
br iccs de rcali1.i r gi'l lerías, formando poros más grandes y. por ende,

llolrlln IN/A, N " 1411


lomliríces de lierra como agentes mejoradores de i., propíedade> füicas del suelo en HuerlllS Frutales

mejorando la aireación (Bouché, 19M). También se ha observado que


la actividad de las lombrices de tierra produce un incremento en la
estabilidad de los agregados en húmedo, especia lmente en las clases
de 1 a 1O mm., los que a su vez muestran contenidos de carbono (C) y
11itrógeno (N) más elevados (Werner y Bugg, 1990; Kettering, 1997).
Esta acción de las lombri ces estaría directamente relacionada, por una
parle, con sus fecas o crotovin as, las que están constitu idas por una
mezcla de materiales minerales y residuos orgán icos que se agregan
unos a otros a través de mucílagos, y por aquel los residuos que la
lombriz deja en las paredes de los ga lerías y túneles por donde se
desplaza. Al mejorar la estabi lidad de agregados del suelo, se produce
una mejora sustan cial en el conjunto de las propiedades físicas del
suelo, proporcionando además una mayor protección contra la ero-
sión, debido a que aumenta la capacidad de éste de absorber agua.

lal vez, desde el punto de vista físico, el rol más importante de las
lombrices está relacionado con la porosidad, el movimiento del aire,
del agua y la capacidad de las raíces para explorar el suelo (Russel,
1973; Shepherd, 2000; Kladivko, 2005). Las lombri ces anécicas, al
moverse en el sucio van formando túneles y galerías verticales, las que
dependiendo de la familia y especie de lombriz pueden llegar hasta
1,5 a 2m de profundidad. Las espec ies endogeas se mueven principal -
mente en forma horizontal, en los primeros 0-30 cm. de profundidad.
En resumen, la actividad combinada de las tres categorías ecológicas
de lombrices (epigeas, endogeas y anécicas), permite mejorar las pro-
piedades físicas de los suelos, lo cual favorece el desarrollo de siste-
mas radi culares más profundos, los que son capaces de promover un
mayor desarrollo de la parte aérea y una alta productividad. Wcrner
(1996) y Chan (200·1), señal<in que la dinámica poblacional entre dife-
rentes especies de lombrices, especialmente entre endogeas y anécicas,
está fuertemente determinada por la labran za del suelo y por la adi-
ción de materia orgánica.

Propiedades Químicas:

Las lombrices actC1an sobre las propiedades químicas de los suelos a


través de dos mecanismos: Al consumir residuos vegetales en descom -

Bole tín IN /A, N• 140


· lombrice• de Tierra: ('atcgorí.h Euiló¡;ica< y 'u Rol en el Suelo

pos1c1on rninerali n 1n los nutri entes contenidos en ellos aumentando


su disponibi lidad. Por otra parte, las lombrices al moverse en el perfi l
del suelo, transportan minerales hasta mayores profundidades, lleván-
dolos a zonas de mayor roncentración de ra íces.

Estudios rea li1ados por Raw (1962), en huertos frutal es, demostraron
que las hojas que se caían de los árboles en invi erno, eran rápidamen-
te incorporadas al suelo con la presencia de Lumhicu.s tcrrestris y la
velocidad de ocurrencia de este fenómeno aumentaba al <lumcntar la
ca ntidad de lombrices presentes. Werner O 996), en un huerto orgáni-
co de Ca li fomia, determinó que la incorporación al s11clo d<" hojas
caídas en la superfi cie aumentaban desde m<:'nos de 28% al 79% con
la presencia de Lw11bricus terrestris. Una situación similar fue obser-
vada por Ramet et .-11 (2000), t>n un huerto de nogales, también en
Cal ifornia, donde la inocul ación de Lu111bricus terrPstris incrementó la
incorporación de abono verde al suelo. Sin embargo, se observó que la
actividad de las lombrices es mayor en prirn;..ivera que en verano.

Ln consecuencia, la acción de las lombrices mejora la ferti l idad quí-


mi ca de los suelos, debido a que parti cipan aclivamenle en el ciclo
del nitrógeno, y sus deyecc iones incrementan fuertemente las bacte-
rias fij<1doras de este elemento. En el caso del nitrógeno, la act iv idad
de las lombri ces aumenta la mineral izac ión y reducen la inmovili za-
c ión (l.achnitcht y l lendrix, 200; Potthoff et al., 2001 ). Por otra parte,
las lombrices son ricas en compuestos fosforados inorgánicos solubl es
en agu<i (Fdwards y Lofty 197 2, Péres eral., 1998 y A lfara et al., 1997),
po r lo q 11 e l a actividad de l as lomb rices de ti erra aumenta l a
biodisponibi lidad de fósforo, potasio, ca lcio y magnesio (Edwards y
Lofty, 1972).

Las fecas de lombri ces pueden t(~ ner, en promedio, hasta el doble de
potasio y concentraciones máximas de hasta 4.5 mayores que el suelo
circundante. En el cuadro 2, se indica los contenidos de nutrientes en
las fecas de lombri z comparados con los del suelo de donde fueron
obtenidos (Russel, 1973).

Bofotin IN/A, N • 1-10


Lombrice; de tierra como agente• mej<ir~dort'> dt• /as propied~dt'S fí>ic~> del .uefo en Huertos Frutales

Cuadro 2. Características químicas de las fecas de lombriz


comparadas con las del suelo de origen (Connecticut).

Característica Suelo arable Feca de lombriz


0-15 cm.

pH 6.4 7.0
Nitrógeno Nílrico (ppm) 4.7 21.9
Nitrógeno Tota l 0.24 0.35
Carbono Tota l (%) 3.35 5.17
Relación Carbono Nitrógeno 13.8 1 4.7
íósforo disponible (ppm) 9 67
Potasio de intercambio (ppm) 32 358
Magnesio de intercambio (ppm) 162 492
Calcio de inlerca rnbi o (ppm) 1990 2790
Fuente: Ad apiado de Russe l ( 1973).

Estos antecedentes indican la gran capacidad que tienen las lombri ces
para concentrar los nutrientes contenidos en la materia vegetal en des-
composi ción, acelerando de esta forma, el suministro de ell os para los
cu ltivos.

Propiedades Biológicas:

La actividad de las lombrices en el sucio favorece el aumento de la


b iomasa del suelo, y por lo tanto, la vida de éste, a través de la proli -
feración de mi croorga nismos que se ali mentan directamente de la
mucoproteinas que 1iberan las lombri ces. Las lombrices al usar el de-
tritus orgánico como alimento, aceleran su degradación biológica (Curry
y Byrne, 1992). Por ot ra parte, en la dieta de las lombri ces se encuen-
tra microorganismos y nemátodos patógenos, contribuyendo de esta
manera a mejorar la ca lidad sanitaria del suelo.

Las lombrices también pueden promover la sa lud de las plantas al dis-


persar mi crorganismos benéficos en el suelo. Trabajos realizados por
Raw (1962), en manzanos, muestran una disminución ele enfenneda-
des como la venturia, dado que las lombrices anécicas hacen desapa-
recer rápidamente las hojas de la superficie del suelo, introduciéndo-

Bo h•lin IN/A, N 9 1-10


lombrices de Tierra: C'atc;gorfo• Ecológicas y su Rol en el ~uclo

las a las galerías, lo cual el imina la posib ilidad de difus1ém d<' los
inóculos de la enfermedad.

Adicional rnenlc, se ha c nconlrado que las poblaciones de bactNias


fijadoras del nitrógeno (Azotobacter), se incrementan fuertemente c.~n el
humus de lombriz, lo cual ayuda a incrementar la proporción de nitró-
geno di sponible para las plantas, por que aproximadamente el 50% de
este tipo de organismos se ubica en las paredes de las galerías construi-
das por las lombrices (Alfaro et af., 1997). Sin embargo, existe una me-
nor concentración de actinomi oetes que de azotobactN y pueden cons-
tituir una forma de diseminación de esporas de .ilgunos hongos en el
suelo (Lc.Jwards y Lotty, 1972). La actividad de las lombri ces de tierra
puede incrementar la <1ctividad de los hongos y baclcrias del suelo, es-
pecialmente en estratas subsuperiiciales (Lachnic:ht y l lend1 ix, 200 1).

2.5 MECANISMOS PARA FAVORECER LA PRESENCIA


DE LOMBRICES EN El SUELO

La<; lombrices corno todo orgM1i srno vivo eslán est rechamente v i11 cu-
ladds al medio .i111bi e11te donde se desdrro llan. Pa ra nece1 y mu lt ipli-
carse requieren de humedad, temperaturas adecuadas y alimentación.
Toe.la acción que conllt>va diterar <'Stas co11dicio11es, se traduce en dis-
rni11uciones importantes del 11C11nero de organismos en el suelo. Los
fac tores más relevantes en la agricullura que pueden aíectar el medio
son la labranza y el uso d<' agroquírnicos y las características de la
materia orgánica.

La labranza actúa directamente sobre el sustrato donde se desarrol lan


las lombrices. Aquel las prácticas de labranza que menos interfieran
con ella favorecerán el desarrollo de altas poblaciones, situación que
esta íntimamente relacionada con la rotación de cu ll ivos. Ln general ,
los monocultivos tienden a presentar poblaciones rnc'nores que aque-
l las rotaciones o pasturas permanentes. Ln el cuadro 3, se indica po-
bl;:ic:iones de lombrices para algunos sistemas dc mane jo del suelo (fran-
co arcillo limoso) cerca de West 1 afayctte. Indiana, US/\. (Kladivko.
2005).

Br>lctín IN/A, Nº 1411


Cuadro 3. Poblaciones de lombrices para diferentes
condiciones de cultivo y manejo.

Sistema de cultivo Manejo lombrices/ m 2

Monocull ivo espec;: ies anua les Arado o


1 -60
Monocultivo especies anuales Cero Labranza 20 -140
Paslo Am i-Trébol Cu ltivo de entre hilera 400
Praderas de lecherías Guano 340 -1300
ruenro: (Adaprndo d.- Kldtl ivko, 2005).

La aplicación de materia orgánica, de abonos verdes y el uso de cu-


biertas vegetales, favorece la presencia y el desarrollo de lombrices.
Esle 111aterial vegetal es indispensable para otorgar el alimento que las
lombri ces necesitan. A modo de ejemplo, algunos estudios seiialan
que Lumbricus terrestris puede llegar a consumir entre 84 mg/g de
peso fresco y 15 rng/g de peso fresco. Ra111erl <~I al., (2000) y Peres el
al. (1998), reportan que apli caciones de materia orgánica al suelo, en
viñas francesas, no sólo incrementaron la biomasa de lombrices, sino
también su diversidad. l~uke rfield y Webster ('1996), estudiaron el uso
de rnulch de paja y cubiertas vegetales en viiias en el sur de Australia.
Los resu ltados indicaron que el uso de rnulch orgánico aumentó en un
34% la humedad del suelo, en un 46% la producc ión de uva y, en un
155% la densidad de lombrices, en relación a un sucio manejado nor-
malmente sin aplicación de este elemento. Por otro lado, Hofman
(1993), seña la que el uso cubiertas vegetales mixtas (mezcla de varias
especies) en viñas fran cesas, incrementó la población de lombrices en
un 75% comparado con el uso de cubiertas sim ples.

Es necesario tener presente que, el desarrollo y crecimiento de las lom-


brices de tierra se ve afectado por el uso de agroquírni cos, especial-
mente insecticidas y fungicidas. Los herbicidas tienden a presentar un
bajo efecto tóxico sobre las lombrices, por estar diseñados para actuar
sobre la fisiología de las plantas. Sin embargo, su efecto sobre las lom-
bri ces es indirecto, pues la acción de los herbicidas disminuye el ali-
mento ele las lombri ces, al eliminar las malezas y disminuir los aportes
de materia orgánica. En términos generales, tanto los insectic idas como
los fungicidas son tóx icos para las lombrices, y la magnitud del efecto

Bolclm IN/A, N • 1-10


lombrices de Tierra: Categorías Ecológicas y <u llol en el Suelu

depende del ingredienle activo del producto, de la dosis, del tipo de


lombriz que se tral<' y de las condiciones ambientales imperantes. El
efecto del estos produclos puede matar clirecl<1mcntc las lombrices.
Además, también pu<->den lcner efectos subletri l c~!>, rJÍCctando su com-
portamiento alirnenti<.:io y su tasa de reproducción.

tn resumen para favorecer la población de l ombr i ce~ se debe buscar


compatibi lizar las siguientes acciones:

• Aumentar la materia orgánica del suelo, yd se a c1 través de la adi-


ción de guanos o el uso de cu llivos cuya relación C/ N sea baja
(Alfalfa, trébol, arvcjilla, porotos, entre olros) .

• Disminui r la labranza en frutales y viiias, e incorpora1 la siembra


de cu ltivos entre hi lera (cubiertas vegetales) con relaciones C/N
bajas.

• Usar mulch orgánicos para favorecer la mantención de la humedad


superficial del suelo y entregar alimentación a las lombn ces.

• Evitar el uso de productos que puedan ser dañi nos para las lombri -
ces, corno algunos insecti cidas y especialmente fungicidas basados
en cobre.

• Fvitar el uso ele fe11ili za ntf~S de reacción ácida, espec ialmente en


suelos de pH menores " 6,5.

Bt>/t!litr IN/A, N 9 140


CAPITULO 3

SITUACIÓN DE LAS POBLACIONES


OE LOMBRICES Y DE LAS PROPIEDADES
FÍSICAS DE LOS SUELOS EN HUERTOS
DE LA ZONA CENTRAL DE CHILE

E n el capítulo anterior, se hit presentado el rol que juegc111 las lom-


brices de> tierra en la <1griculturc1. Para la /.Onc1 cenlr<l l de Chile no
existe información respecto de las principales especies de lombrices
presentes, su biornasa y su relación con las propiedades físiras del
suelo. Por tal razón, se procedió a realizar un estudio de casos, en huN-
tos bajo sistemas de producción convenciona l y bajo sistemas produc-
ci611 orgánica, que in volucró las Regiones V, Metropolitana y Sexta.

Se se leccionó un tot,11 de 9 localidades, y en cada localidad se escogió


dos huertos, uno bajo manejo convencional y otro b<1jo manejo orgá-
ni co. Las principales cart1cterístic.-1s d e cada loca l idad se presf'11tan en
el cuadro 4 .

En cada uno de los predios, sa l vo en la localidad de Los Andes 2, se


determinó las µrinc i pal~~s especies de lombrices presen tes y su biomasa
(g/rn 2). /\demás, en todos los predios se midió algun as propiedades
físicas, tales corno densidad apar('nte, poroi;idad total, macroporosidad,
estabilidad de agregados y wlocidad de infiltración básica. Fn los. di-
ferentes predios se midió también nitrógeno, fósforo y potasio disponi-
bk's.

3.1 POBLACIONES DE LOMBRICES

Para evaluar las poblaciones de lombrices de ti erra, en cada huerto se


utilizó el método combinado (formol tamizaje) descrito por Bouché
y Aliaga, ( 1986). Una abreviación de este método se presenta en el
capítulo 6. La determinación de las poblaciones de lombrices se rcali-
7.Ó sólo en los meses invernales (jul io a septiembre), período en el cual
las lombri ces tienen su mayor actividad.
Cuadro 4 . Ubicación (localidad), precipitac iones (pp), textura superficial de suelo, cultivo, pH, y materia orgánica
(M.0%) del horizonte superficial (0-20 cm), en los diferentes huertos estudiados.
Localidad pp Textura Sistema de Años Mat.
(mm/año) Superficial ~ ~ pH ~ ·
Org.* Conv.** Orgánico Org.* Conv.** Org.* Conv.**
Los Andes
(V Región) 270 Franco Uva de Mesa Uva de Mesa 10 7,2 7, 1 10,0 3,5
Los Andes 2
(V Región) 270 Franco C iruelos D uraznos 9 6,4 6,9 6,8 3,3
Casablanca r ranco
(V Región) 41 9 arenoso Uva de vino Uva de vino 3 7,0 7,2 4,0 1,9
Los Lingues Franco
(VI Región) 753 arcil loso Manzanos Perales 4 6,3 6,2 3,9 4,8
li moso
San Vi(.ente de Franco
Tagua-Tagua (VI Región) 709 arcil loso l)va de Mesa Uva de Mesa 4 7,0 7, 1 5 ,3 3, 7
Sanla Cruz Franco
(VI Región) 696 arcil loso Ciruelos Ciruelos 3 6,7 5,93 3,96 5, 1
limoso
Plac illa 1=ranco
""'
o
(V I Región) 709 arci lloso Manzanos Ma nzanos 6 6,7 6,4 4,5 2, 4
~
S'
Chimbarongo
~ (VJ Región) 753 Franco Manzanos Manzanos 5 6, 3 6, 5 4,7 2,4
~
.•
<:
:;;:
Alto Jahuel
(XIII Región) 4 19 Franco Uva de vino Uva de v ino 3 8,36 8,4 2,4 1,6
"" '0= Huerto con manejo orgán ico;••(= Huerto con manejo convencional; lvlateria Orgánica
Situauón de la' PoblacionL>S de lornbri<.-e> y de las Propiedades Fisicas de''" Suelos en Huerto< .•.

En la figura 4, se presenta la biornasa total de lombrices medida en


cada uno de los huertos (orgá11ico y convencional), ett las diferentes
localidades estudiadas. La mayor biornasa de lombrices la presentó el
predio orgánico de la localidad de Los Andes, (68 g/111 2). En cambio, la
menor biornasa la presentó el huerto convencional de la localidad de
Alto Jahuel (1 ,04 g/m<). Existieron di ferencias significativas entre las
poblaciones de lombrices de los huertos orgánicos y convencionales
en las loca lidades de Los Andes, Casa Blanca, San ta Cruz y Placilla.

Existió una correlación positiva entre el porcentaje de materi a orgáni-


ca que presenta el suelo y la biomasa de lornbri ces (figura 5).

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Los Casa- l os San Alto Santa Chi mba- Plací lla
Andes blanca lingues Vicente Jahuel Cruz rongo

Figura 4. Biomasa total de lombri ces de !ierra (g/m 2) por localidad,


e11 huertos orgánicos y convencionales.
CBarr.u d e una misma loca hd ad, con diferc:nre letra indica
que existe diferencias estadísticas significarivas).

e Sislema º 'J{t1nko .Á Sistema convencional


IUO
y = {>,2748< 8.109
,_ 'J()
RZ= 0,&4
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() 2 4 (, 11 10 12
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1~ df! N"!aleria ()rgánka

Figura 5. Relación enlre el porcen1aje de materia orgánica


del suelo (%) y la biomasa de lombrices (g/111 2).

Bol<!tín INIA, N" 140


Lombrices de Tierra como Agentes Mejora dore> de las Propietf:ides fí>ic:is del Suela en Huertos frutales

Por otra parte, en el caso de los huertos orgáni cos el tiempo transcurri-
do desde que el huerto inició su manejo orgáni co parece ser importan-
te en el incremento de la poblac ión de lombrices, como se puede apre-
ciar en la figura 6.
100
90 y = !l,02Vx - 17 .303

~~
110
70
R2 " 0,82
(p<0,0 1)
V

i 60
f 50
.2
~ 40
~ :10
"'o
¡;
20
¡¡;
10
()
o 2 4 6 8 1() 12
Años de rn.111ejC'> orgílnk o

Figura 6. Relación entre la biomasa de lombri ces de los huertos orgánicos


(g/m 2) y el tiempo transcurrido desde el in icio del manejo orgánico.

Los huertos orgánicos provienen de la transformación de huertos con-


venciona les, por lo tanto el aumento de las poblaciones de lombrices,
en estos huertos, responde a efectos acumulativos beneficiosos del
manejo orgá ni co, corno es el uso de cubierta vegetal, las aplicaciones
de compost y de guano, además del no uti li zar agroquími cos. La can-
tidad de materia orgánica presente en el sucio es determinante para
estimular el desarrollo de poblaciones de lombrices, debido a que ésta
es la base de su alimentación (Tisdal l, '1978).

Werner (1996), enconLró que las poblaciones de lombrices aumentaban


en un huerto orgánico, respecto de uno convencional, sólo a partir del
tercer año de iniciada la transición. Mader el al. (2002) encontraron que
después de 21 años de manejo orgánico, este sistema productivo pre-
sentaba entre 1,3 a 3,2 veces niás lombrices que los sistemas de cultivo
convencionales. Por otra parte, estudios real izados en Nueva Zelanda,
indican que después de 6 a 9 años de praderas, la biomasa de lombrices
alcanza a 160 g/m2 . En cambio, después de 6 a 9 anos de labranza, la
población es solo de 40 gr/m 2 (rraser et al., 1996). En consecuencia,
además de la materia orgánica, la labranza de suelo también es un fac-
tor importante para lograr el desarro llo de las lombrices.

Bo l etín I NJA, N" 140


Situación de las Poblaciones de Lombrices y de las Propiedadc; Fisicas de los Suelos ,¡n Huertos ...

Los valores de biomasa de lombrices encontrados en este trabajo, va-


riaron entre 68 g/rn 2 y 1 g/rn 2 • En praderas australi anas se ha encontra-
do biomasa de lombrices que varían entre 8 a 22 g/m 2 • En cambio, en
suelos forestales, la biornasa varía en tre 0,3 y 8 g/m2 (Abbott, ·r 985).
En Ca lifornia (Werner, 1996), se ha medido biomasas de f~ntre 2 a 15 g/
rn 2 en huertos convencionales y entre 3 a 40 g/m2 en condiciones orgá-
nicas, este último va lor a tres ai'íos después de iniciada la transición.

La biornasa de lombrices cuanti ficada en los huertos de la zona cen tral


de Ch ile, no difiere grandemente de las biornasas cuantificadas en
huertos frutales de características simi lares, corno es el caso de Cal i-
fornia. Para Werner (1996), la escasez de lombrices en los huertos de
California se puede atribuir a la falla de ali mento (falta de cubiertas
vegetales y de uso de materia orgánica), y a las escasas precipitacio-
nes invernales, por ser éste el período de mayor actividad de las lom-
brices. Otra causa se puede atribuir al desecamiento superficial del
suelo en los sistemas de riego superficial, dado que la baja frecuencia
de riego, podría limitar el desarrollo de las lombrices (Tisdal l, 1978).
Por ello, el uso de mulch sobre la hilera puede ser una práctica positi-
va para estimular el desarrol lo de lombri ces, porque ayuda a conser-
var la humedad superficial del suelo y proporciona alimentación a las
lombrices.

En cuanto a las especies de lombrices presentes en los diferentes huer-


tos estudiados, todas ellas corresponden a especies exóticas de origen
europeo. En los 16 huertos, se pudo encontrar un total de 17 tipos de
lombrices diferentes, de éstas 1 O se identificaron a nivel de especies, 3
a nivel de género y 1 a nivel de familia. Dos tipos no pudieron ser
identificados. Las diferentes especies identificas en cada loca lidad y
sistema de cultivo se presentan en el cuadro 5.

En términos generales, considerando la biomasa de lombrices de los


16 huertos en conjunto, la categoría ecológica predominante es la de
las Endogeas, con un 77% de la biomasa del total de lombrices. Un ·19
% de la biomasa total corresponde a la categoría de las anécicas y sólo
un 5% corresponde a epigeas. No existió diferencias en la distribución
de categorías ecológicas según sistema productivo (orgán ico y con-
vencional.

Boletfn IN/A, N• 1-'0

-
.........
Cuadro 5. Especies de lombrices identificadas y biomasa (gr/m2) en las diferentes localidades y predios estudiados.

' Especie
ANÉCICAS
Lumbricus terreslris
Lumbricus friendi
Nicodri/us nocturnos
Los Andes
O• C• •

8,1 13,1 1,4 0,3


0,5
4,2
6,6
4,9
5,6
1.9 0.2
ENDOGEAS
Octolaceum cyaneum 4,1 1,7
Octolaceum lacteum 0,6 1,9 1,2 0,2
A /lo/obophora
chlorotica 18, 1 10 0,8 7,4 2¡1 0,7 o,~ 1,2 18,8 3,5
A. mínuswla 2,4 1,1 0,1 1,9 2, 1 Q,7 0,9 1,9
A. rosea 0,7
A. ealliginos11s 48,9 8,7 0,5 2,6 0,3 0,3 6,7 2, 1 1,7 4,6 0,2
Allolobophora sp o o o o o o 2,5 0,7 1,91 0,1 4,7 0,4 4,3 2,4 1,8 1,8
Acantlwdrilidae sp o o o o o o 0,5 o o o,l 0,1 0,1 o o o o
Otras Especies o 0,4 5,2 '1,7 0,4 o 0,3 o o o o o o o o
EPÍGEAS
Dendrobaena octaedr,1 0,1
""~ Oendrabaena 0,8
5'
Nicodrilus Sp 0,1 u 0,8
l.umbricidae 2,1
~ No ldentifitada 0,5 0,1 3,7 1.1
~
..
~
~
TOTAL 67,0 18,5 21,8 7,1 9,0 10,9 5,6
•o= Hoerlo con manejo org~nico; ..C = Huerto con manejo convenc ional.
3,5 1,9 0,5 19,1 16,9 10,5 18,2 27,7 11, 1

""
'iituaciún d<' la, Pohladone; de Lomhrice~) de fa, Propiedade; f¡,jca' de lo, Sucio, en Huertos .•.

De ntro de las especi es Endogeas predomi na el gén ero de l as


Allo lobophora (57% de la biomasa de las Fndogeas). Dentro de este
género, las especies domina ntes son Allolobophora ca lig inosa,
Allo/obophora chlorotica y Aflolobophora miniscula.

Dentro de la categoría anécicas se identifi có dos espec ies, Nicodrilus


noctumus var. c islercianus y, Lumbricus frie11di.

Nicodrilus noct11rnus var. cistercia11115, se encontró en 5 de las ocho loca-


lidades consideradas en estudio, en 5 huertos con manejo convencional y
en 4 huertos orgánicos. Específi camente, se encontró en la localidad de
los Andes (convencional), Casablanca (orgánico y convencional), Los
Lingues (convencional), Santa Cruz y Chimbarongo (ambas situaciones
de manejo). Lumbricus friendi, se encuentra sólo en dos de las ocho loca-
lidades consideradas en el estudio y en 3 de los predios muestreados.
Específicamente, se encontró en la localidad de Santa Cruz (ambas situa-
ciones de manejo) y en Chimbarongo (sólo en el huerto convencional). La
presencia de L11mbric11s friendi en eslas dos loca lidades, podría esldr
asociada a las mayores precipitaciones invernales y a un pH de suelo
ligeramente más ácido que el resto de las loca lidades (cuadro 4). [n
ninglin predio muestreado se detectó la presencia de 111mbricus lerrestris.

Fi nalmente, se encontró indivirduos de la categoría epigea en las loca-


lidades de Chíntbarongo y Placilla, pudiéndose identificar sólo una
especie, Dendrobaena oclaedra.

Estos resultados son comparab les a los obtenidos en Australia, (Abbott,


1985; Baker et al., 1999), y en California (Werner, 1996), en el sentido
que las especies de mayor abundancia de lombrices en terrenos culti-
vados corresponde a especies del tipo Endogeas, especialmente A .
ca liginosa y A. chlorotica.

3.2 PROPIEDADES FÍSICAS

A continuación se presenta los resultados de algunas propi edades físi-


cas (densidad aparent e, macroporosidad, estabi liclad ele agregados y
velocidad de iníiltración) evaluadas en los diferentes huertos (orgáni-
cos y convencionales).

Boletín IN/A, N• 1-10


l 11mbriu» d,• Tit'rr" como Agt'nl1'> .\it•jtlr,,dur..>dt' l.» Propiedad<'> fÍ>ÍCd> dd Suelo c11 Huert<J> frulJ/e,

Densidad aparente

La rlensidad dparenle fue med ida in silo a dos profundidades; entre O y


20 cm. y entre 20 y 40 cm, ul il iza ndo el mélodo de l cilindro.

Los valores de densidad aparente (Da) se presentan en la figura 7 (A y


B). A nivel superficial (0-20 crn, figura 7 A), en los huertos bajo mane-
jo orgánico la Da varió entre 0,87 g/cc en la localidc1d de Los Andes y
·1,34 g/cc en la localidad de Los Lingues. Ln los huertos bajo manejo
convencional, pa ra la misma profundidad, la Da varía en tre los 1,23 g!
ce, en la loca lidad de Casablc1n ca y 1,43 g/cc el la local idad de Los
Andes. Diferencias significativas entre manejo orgánico y convencio-
nal se encontró en Los huertos de Los Andes (1 O y 9 años de manejo
orgá nico), San Vicente (4 ar'los de manejo orgán ico), Santa Cruz (3
años de manejo orgánico), Chimbarongo (cinco ar"ios de manejo orgá-
nico) y Placilla (6 años de manejo orgánico).

- M anejo Orgá11ico c=J Manejo Conwm ional


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~
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And~s bforx a Lirogue< \'iwn1e fahuel Cru1 An<k• 2 rongo
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o L05 C'a"1· los Siin Aho San1,1 L°' C h111'11)~· Pl,icrfla
Ande> blanca Lingues Vicente )ahtll' I Cru1 Ani.111; l ron¡,o0

Figura 7. Valores de de11sidaJ ilparcnte (Da g/cc: l en las 9 loc«liuades.


A) proíundidad O - 20 cm. B) profundidad 20 - 40 cm.
f8Jrras de la 1msma localidad con d 1ie ren1e letra Ind ica que exic;tc difc1f!'nCld~ es1<1dío;1lc¿¡s sign iíicat iw1.s).

Rt>lclín IN /A, N• 14()


Los menores va lores de Da que presenta el predio orgánico de Los
Andes podría deberse a la mayor cantidad de materia orgánica y a las
mayores poblaciones de lombrices que presenta este huerto respecto
del huerto convencional. Los va lores de Da entre 0-20 cm de profun-
didad que se midi eron en este huerto orgánico, fueron sistemáticamente
inferiores a los med idos en el huerto convencional de la misma loca l i-
dad (figura 8), y además presentó una mejor agregación del suelo en
superficie (foto 5 ). Esta fotograf ía muestra una diferencia notoria entre
ambos suelos; existe una mayor agregación, el color es 111ás oscuro y
el tamaf'ío de los agregados es mayor en el suelo proveniente del huer-
to orgánico. Estas características indican que bajo un manejo orgáni -
co, la acción de las lombri ces favorece la incorporación de la materia
orgánica (MO) (color) y la agregación aumenta, probablemente debi-
do a los mucílagos producidos por ellas y en general al procesamiento
de la MO en el sue lo.

1(XI
...... ORG -.-coN
HO
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5 40

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<O> CJ'i.tJ,8 0,l!- 1.0 1.f>-1 J 11-1.1 1 1.1 ~ J ~-1; 1.'i-1.~ > 1,7
Da('¡!./«)
1-igura 8. Distribución de frecuencia ( DF, (%)de los valores de densidad aparente (lJa
g/cc) en el huerto orgánico y convencional de la lo<..alidad de Los Andes.

Fo to 5. Grado de agregación de las partículas de suelo superficial en el huerto


orgánico (izquierda) y en el huerto convencional (d erecha), en lit localidad de Los
Andes. (profundidad 0-20 cm).

Bnll.'tín IN/A, N" HO


lombrice; de Tierra rnmo Agenlt•s M,.¡oradorc• de las Propiedades Fisic;is del Suelo en Huertos frulale>

Al real izar una correlación entre los va lores de Da, medidos en superfi-
cie, y la cantidad de lombri ces presentes, se puede observar que existe
un efecto positivo de las lombrices sobre este parámetro, ya que la Da
tiende a disminuir al aumentar la biomasa de lombrices, (figura 9).
• Sistcmo 01gánico A Sistema convencional
1,6
1,5 y = -0,0059x + 1 ,2816
1,4 R2 = 0,57
n 1,3 (p<0,05)

~
1,2
1,1
o"' 1
0,9
0,8
0,7
0,6
() 10 20 30 40 50 60 70 !l()
13iorn<lsa de lombri' es (gi1n1)
Figura 9. Relación entre la biomasa de lo mbri ces (g/m 1 ) y la densidad aparente de
su elo (Da g/cc) en los primeros 20 cm de profundidad en los huertos anali zados.

Sin embargo, bajo los 20 cm de profundidad (íigura 7 b), no se mani -


festó ninguna diferencia en los valores de Da entre los huertos orgán i-
cos y convenciona les. Los valores de Da entre 20 y 40 cm fueron supe-
riores a los med idas en la estrata superficial. Los efectos de las lombri -
ces y materia orgán ica, o ambos combinados, sólo se manifiestan en la
estrata superior del suelo. Esta situación concuerda con el hecho que
la mayor biornasa de lombrices corresponde a especies Endogeas, que
habitan las capas superficiales del suelo, sin desarroll ar galerías verti-
ca les. Por otra parte, los valores de Da medidos entre 20 a 40 cm, en
todos los huertos, indican un grado de cornpactación relativamente
importante, que puede estar afectando el desarrollo de las raíces y la
productividad de los cultivos (Unger y Kaspar, 1994).

Macroporosidad

La rnacroporosidad del suelo, en los diferentes huertos, se presenta en


la figura 1O (A y B) . La rnacroporosidad corresponde al espacio con
aire del suelo cuando éste se encuentra a capac idad de campo.

En los primeros 20 cm de suelo la macroporosidad en los huertos orgá-


nicos varió ent re 13,5% y 38,6 %. En los huertos bajo manejo conven-
cional, estos va lores varían entre 10,5%, y 27%. En cambio, en la

80/etin INIA, Nª 140


Situación de las Poblaciones de lombrices y de las Propiedades Físicas de los Suelo< en Huertos ...

estrata 111ás profunda (20-40 c m), los valores de rnacroporosidad va -


rían entre 7% y 20% en los huertos con manejo orgánico y, entre 7% y
17% en los huertos con manejo convencional. Estos va lores de
rnacroporosidad indi can que, a esta profundidad, las condiciones de
aireación del sistema radicular de todos los huertos estudiados presen -
tan 1imitac iones, independiente del tipo de manejo. Para un adecuado
desarrollo de raíces, en la mayor parle de las especies frutales, los
valores de rnacroporosidad deben ser superiores a un 15% (Unger y
Kaspar 1994). En el caso de uva de rnesa, un óptimo desarrollo de
raíces se logra con va lores incluso superiores a 20% (Ruiz et al., 2005).

- Manejo Orgánico c::::J Maneio Convencional


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40 a

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Andes blanca Lingues Vicente J,1hucl Ü\JJ. And<:s L rongo

Figllfa 1O. Valo res de Macro porosidad (%)en las nueve localidades
,\) pro fundidad O 20 cm. B) profundidad 20 - 40 crn .
<Ba1rns de la mism~ loc~ lid ad CM diíeren1e letra Indica que existe
d i feren ci~ s esradístico s sign iftc.a1 ivas}.

Estabilidad de agregados

El tercer parámetro evaluado corresponde a la estabi 1idad de agrega-


dos (figura 11 ). La estabi li dad de agregados está relacionada con la
respuesta que tendrá el suelo frente a la acción mecánica del agua de

Boletín IN/A, N• 140


Lombrices de Tierrd como Agentes Mejnrad"rcs de fas Propiedades Físias del Su~lo en fluertns Fruid/es

lluv ia o de riego. Al provocar la desintegración de la parte superior del


sucio, di sm inuye la infiltración, por aumento del sellamiento y dism i-
nu ción de la porosidad supc->rficial. La estabil idad de agregados se eva-
luó mediante el Indice de Heni n. Mientras menor sea el va lor del índi-
ce, más estab le son los agregados.

A - Manejo Orgánico
4 . ~ ...-~~~~---~---~~~~~~---~~~~---.
c:::::::J Man<>jo Convencional

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Andes lifar>ea l.in~.,, Víccnlc J•IJUel Cn11 Ar1d1's 2 rongo

Figura 11. Estabilidad de los agregados del suelo (Índice de


H cn in) en las 9 lo cal i dades estud iadas. /\) O a 20 c m de
p rofundid.id. B) 20 a 40 cm de pro fu ndidad.
{Barras de la nwm1a localidad con difere nte letra md1c_a
que ex i"5.te d 11c rc1ich1s es1adlsticol~ ~ 1gn i 11cat iv asJ.

La mayor estabili dad de agregados en el suelo superficial se presentó


en los huertos orgánicos de Los Andes, Casab lanca y San Vi ccnle. En
términos generales, en los primeros 20 cm de suelo, los agregados
tendieron a ser más estables en los huertos con mayor contenido de
materia orgánica (figura 12).

En la esl rata más profunda no exislió diferen cias e nlre los dos lipos de
manejo, en ni nguna local idad.

Boletfo INIA , N º 140


Situación de las Poblaciones de lombrices y de las Propiedade¡ físicas de los Suelo• en Huerto> •..

e Manejo orgánico A. Manejo convcncíonal


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o 2 4 6 8 10 12
MaLeria Orgáni<:a (<X,)
Figura 12. Relación en1re el Indice de t lenin y en porcen1aje
de materia orgánica (M.0%) en los primeros 20 cm de suelo.

Velocidad de infilt ración

La Ciltima propi edad física eva luada corresponde a la velocidad de


infiltración básica del s11elo (VI, mm/hr). En la figura 13, se muestra
los valores promedios de VI para 8 loca lidades en las que se medió
este parámetro.

En términos generales, en las diferentes loca lidades los huertos bajo


manejo orgáni co tendieron a presentar 1111a VI más alta que los con
manejo convenciona l. la diferencia más notoria se dio entre los pre-
dios convenciona les y orgáni cos de la loca lidad de Los Ancles. Corno
ya se ha sei\a lado, estos (iltimos presentaron la mayor cantidad de
materia orgánica y también la mayor biomasa de lombrices.

- Manc:¡o ()1'g~nico c::J M.m~¡n rnnvenc io11.1I


10 ~-------------------~

40
~ 30

> /.O
10
o ~L.J1...,.-_~. . .....1..,...-L.L..,....11L..1L...-J-...i...,... . .....1..,...-L.L..,....11L..1~
Lo, \as.1- l os Sa11 Alf() Sanla Lo; Chimh.>- Pl.1tílt.1
A11<Jt., bl~n<a Lm¡;i.K?' Vicente Jahuel t 1w A11de-; 2 mn¡,•>

Fígura B. Velocidad de ínfíltración básica


(VI mm/h) en 8 de las loc.t lídadcs.
(Barras de la ini'>1110.1 locd lldad con d1foren1e le11a indicd
que 4~ ll: is1e diíerenc las es1adístictJ<> slgniík.at ivJs).

Boli:tin IN/A, N " Hll


Lombrices de Tierra como Ageotcs Mejoradore> d" /;;s Propiedades Fhí<a> dd Suela en Hu<>rlos Frulales

3.3 DISPONIBILIDAD DE NUTRIENTES EN EL SUELO

En la figura 14 se presenta los niveles de nilrógeno (rng/kg) en los


primeros 20 cm de suelo, para las 9 localidades. Tres de los huertos
orgánicos presentan los mayores niveles de N, ambos huertos orgáni-
cos de Los Andes, y el lrnerlo de Chimbarongo. Los mayores valores de
nitrógeno los presenr-ó el huerto orgánico de Los Andes, alcanzando
los 176 mg/kg, siendo muy superior al predio con manejo convencio-
nal (15,66 mg/kg) en la misma localidad, y muy superior al límite su-
perior de referencia, estimado en 60 mg/kg.

- Manejo Org~nico c::i Manejo Corwendonal


-00 200
.::L a
:i:, 175
..§. 150
$: 125
§¡, 100
~ 75
a
z 50
25
o LO(, Casa- Los Airo l o; Chimb.1· Plodlla
Andes bl.1nc.1 Linb""" Vict'1lC Jahuel Ande:. l ronj~O

Figura 14. D ispon ib ilidad de N itrógeno (mg/kg), en1re O y 20 cm de suelo,


en 9 localidades y dos situacio11es <le manejo (orgá11ico y convencional).
(Barras. de la fY'li$1n a loc:di<fad con diferente lf'tr.'\ ind ic;i qur- existe
diforer,cias. es.t(lrl ísticas significativas).

Simi lares resultados se obtuvió al medir los contenidos de fósforo dis-


pon ible (figura 15).

Por últi1no, al anal izar los valores de potasio (figura 16), no se observa
una situación muy clara entre los dos tipos de manejo. El huerto orgá-
nico de la local idad de Ch imbarongo presenta mayor ni vel de Potas io,
seguido de los huertos orgánicos de Los Andes y de Placilla.

A lgunos estud ios señalan (Pashanasi el al, 1992) que existe una estrecha
relación entre la biomasa de lombrices y la fertilidad de los sucios. Por
otra parte, la utilización de compost, espec ialmente en los huertos orgá-
nicos, posee un efecto positivo sobre la fertilidad de los suelos, a través
de la incorporación de ácidos fúlvicos y hlimicos (Fliessbach, ec al. ,
2000), lo que se puede reflejar en las mejores condiciones nutricionales
que presentaron los huertos orgánicos más antiguos.

BoiL'lín INfA, N" 1411


Situación de fa, Pohlacíones de lombrices )'de las Propiedades Físicas de los Suelos en Huertos ..•

- Manejo Orgánico C=:J Manejo Convenc ional


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2 200 a
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0 .1-1--J....JmL..J.........._J.......-L.....::ª~ª ............-L.....L..ll...-...-'-...llL.I~
Los C.'ISa- Los San Alto Santa Los Chimba- PIJcilla
Ancles blanc3 Lingues vkcntc l•hl•el Cl\•Z Anc.l..'5 2 rongo

Figura 1 S. D isponibilidad de Fósforo (rng/kgl, en tre O y 20 cm , en 9


loca lldades,y dos si tuacion es de man ejo (orgánico y convencional).
(BJrré:lS de la misrna localidad co11 diferente letra ind ica
que existe diierenci.)S es1ad'i:;ticas ~1gmficat 1va s>.

- Mat1ejo Org¡\nic.o c::::J M¿mejo Convencional


450
400 ! a
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Andl!'s blanca lingues Vicen1~ Jaho~I
I:·

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Alto Santa los
Cru1 And!'S 2 rungo
~
Chlmba- Pfocilla

Figura 16 . IJisponibilidad de Potasio (rng/Kg), entre O y 20 cm, en 9


local idades y dos situaciones de m an ejo (orgání co y con vencional).
(8Jrra~ de la misma localidad con d 1fe 1e11te lelra indica
que existe d 1ie 1enct<1S estadístic(ls s1gn1fic<ltivas).

3.4. CO NCLUSIONES

De acuerdo a este estudio de casos se puede conclu ir que:

1. Las poblaciones de lombrices presentes en los huertos e~a ud iados


en la la zona central de Chi le son en genera l bajas, predominando
la categoría ecológica ele las Endogeas, en particu lar A. caliginosa,
y A. chlorotica.

2. Las poblaciones de lombri ces tienden a ser mayores en los huertos


bajo manejo orgánico, a pesar de proven ir de huertos convenciona-
les. Este aumento está est recharnentE~ asociado al incremento de
materia orgánica.

8 o fr tin IN/A, N 9 140


Lombrfres de rierra como Agente> Meiomdorc> dC' las Propied•des FísicM dd Sucio en Huertos frutafos

3. La presencia de lombri ces, fundamentalmente endogeas tendió a


mejorar las propied;:ides físicas del suelo, en parti cular en los pri-
meros 20 cm. [sto se manifestó en una disminución de la densidad
aparente, yun aumento de macroporosidad, entre otras.

4. Todos los huertos presentaron una alta densidad aparente y baja


rnacroporosidad entre los 20 y 40 crn de proíundidad, no existien-
do ninguna diferencia en tre los huertos orgán icos y convenciona-
les, debido a que las lombri ces endogeas presentes no exp loran
prof11ndidades mayores a los 20 cm.

Bofotín IN/A, N• 14fl


CAPITULO 4

INOCULACIÓN DE LOMBRICES ANÉCICAS


(Lumbricus friend;) EN HUERTOS
BAJO MANEJO ORGÁNICO
Y CONVENCIONAL

E n el capítulo 3, se ind ica que la mayor parte de las lombrices pre-


sentes en los huertos estudiados en la zona centra l de Chi le, co-
rresponden a especies endogeas, las cua les se desarrollan en los pri-
meros 20 a 30 cm del suelo. Se observó también que las mayores po-
blaciones se encuentran en huertos con alto contenido de materia or-
gánica y que sólo se mejoran las propif~dades físicas del suelo en los
primeros 20 cm . de profundidad, no observándose caml>ios a profun-
didades mayores. Los valores de densidad aparente baj o los 20 cm, se
mantuvieron altos y cercanos a los va lores definidos como críticos para
el df:'sarrol lo de raíces (Unger y Kaspar, 1994), lo que refleja proble-
mas de compactación de suelos.

íradicionalrnente, los problemas de cornpactación, en huertos fruta-


les, ha n sido abordados med iante el subsolado de sue los, ya sea antes
de la p lantación, uti !izando tractores de gran potencia, tipo O 9, o
bien una vez que la plantación ya se ha rea li zado, subsolando entre
las h i leras de plantas (foto 6). Sin embargo, debido al tránsito de la
maquinaria y otras prácticas de manejo, los suelos se vuelven a com-
pactar al cabo de algunos arios (figura 17l.

1 o anterior hace necesario incluir dentro de las prácti cas de manejo


de sucio, aquellas que permitan asegurar la sustentabi lidad del recur-
so en el largo p lazo, que sean compatib les con el medio ambiente,
que favorezcan la diversidad b iológi cc.l de éste y finalmente se adecuen
a las exigencias de desarroll ar una agricu ltura más limpi a y altamente
productiva.

Por tal razón se establec ieron ensayos de campo en dos cond iciones
de manejo, orgánico y conven ciona l, en los cuales se inocularon lom-
bri ces anéc icas, para, por una parte, evaluar la capacidad de repro-
ducción de estas lombrices en d iíerentes condic iones de manejo y, por

Boh•tin IN/A, N º 1-10


Lombrices d" Tierra comu Agente> Mejoradort'S Je fas Pmpied~des Ffsias del Suelo en Huerto> Fruta/,,~

row 6.
Subsolado de suelo previo a la
plantación utiliza ndo un tracto r
Caterp íllar D9 (a rriba).
Subsolado de suel os en un parrón
estab lecido, utilizando un tracto r
a orugas (derecha).

1.6
• Pr. 30-70
1, 5
v 1, 4
~
~
1,3
o"'
1, 2

1,1
2 5 8
Años después de subsolado
Figura 17. Evolució11 de la densidad aparente del suelo de un
huerto de vides de mesa a los 'l., 5 y 8 anos después de haber
sido subsolado (año OJ, co n un Caterpi lla r D9, previo a la
plan tac ión. Va lle de Aconcagua.

otra parte, cuanti ficar el posible efecto de la inoculación artificial de


este tipo de lombrices sobre las propiedades físicas del suelo. Como ya
se ha señalado, las lombrices anécicas son Cdpaces de realizar galerías
verticales en profundidad. En los mismos huertos se manl uvo sectores
testigos, sin inoculación de lombrices.

Del estudio de casos, p resentado en el capítu lo anterior, se seleccionó


un huerto orgánico y uno convencional en la localidad de los Andes,

Boletí11 JNJA, N" 140


1noc-ulaci6n de Lombricc' Aécicas (lumbricus friendi) en Huerto' bajo M~nejo Organico y Convencion.11

ambos con uva de mesa d(• exportación y suelo de textura franca. [I


huerto orgá ni co tiene 1O ar1os con esle tipo de manej o, con variedad
Thompson Seedless. FI huerto convencional corresponde a una planta-
ción de 15 afios, bajo manejo convencional, con variedad Red Globc.

4.1 INOCULACIÓN DE LOMBRICES

Como se indicó en el capítulo 2, se identifi có cuatro especies de lom-


brices anécicas en diferentes zonas del país: Nicoldri/11s 11oclumus va r.
cistercianus, Lumbricus fricndi, Lumbricus terrcstris y Chilota platei.
Los estudios reali zados en laboratorio indicaron que la especie
Lumbricus friendi es la de mayor capacidad de reproducción, por lo
que se seleccionó para ser inoculada.

En agosto del ai10 2002, tanto en el huerto org(ini co como en el con-


vencional, se estableció dos tralarnientos, con lrt'S repeticiones: uno
con inoculación (C/ll de lombrices anécicas (Lw nbric us friendí) y otro
sin inocul ación (S/ I).

La inoculación S<' recJli 1ó, en el afio de in icio, @n forma manual, apl i-


cando un equivalen!<' <l 54 lombrices adu ltas por metro cuadrado de
suelo ( 100 a 120 g/111 2) sobre la banda de plantación, las 4ue se i ncor-
poraron en hoyos de l S cm de profundidad.

Dada la gran ca11tidacl de lombrices requeridas con fines del ensayo


(un Lota! de 18 kg. en cada tipo de huerto), éstas fueron colectadas en
la zona de Ch ill án (Sector de Cato) y Concepción (Sector de M ichaigue,
San Pedro de la Pa7), en donde Lumbricus frcndi se encuentra en abun-
dancia, y lrasladadac;, en cajas de pl umavit, al pred io donde fueron
inoculadas.

En ambos huertos (orgánico y convenciona l), todo el sector del ensa-


yo, con y sin inoculación, se cubrió con un mulch de paja y guano
sobre la banda de plantación. En el huerto conven cional se sembró
además una cubierta vegetal de avena (foto 7), en una dosis de 150 kg/
ha, la cual, a inicios de octubre, fue cortada y uti lizada corno mulch
sobre la hilera de plantación, para asegurar la al inw11tc1ción de las lom-
brices. Este procedimiento se repitió todos los cmos de experimenta-

Bofetín fNfA, Nº 140


lombrice> de firrrd t'omo Agcnlrs Mcjnr.1dort» de las Propicd.lllc> Física> del Su~lo en Huertos Frut~l~s

c1on . En el caso del huerto orgán ico, éste presentó una cubierta vege-
tal permanente, consistente en ma lezas, manten idas a baja altura me-
diante cortes periódicos, se utilizó este 111a1erial como mulch sobre la
hilera, por lo ct1al no se requirió de siembra de cubierta vegetal.

Aª'

Foto 7.
Inoculac ión de
lombrices anécicas
(Lumbricus friPndi) en
un huerto corwenc io-
nal de vides de mesa.
Al Lum brirns friendi
adultas, B) ín ocula-
cióri de lombrices, y
C) cub iel'la vegetal.

A fines de invierno - inicios de primavera de los aíios 2003, 2004 y


2005, se evaluó las poblaciones de lombrices presentes, utiliza ndo la
técnica de formol - tamizaje propuesta por Bouché (1986) (Capítulo
6). Adiciona lmente, se evaluó las propiedades físicas del suelo entre
las que desatacan la densidad aparente, rn acroporosidad, y velocidad
de infiltración.

Bolctí11 //\'/A, N " 140


Inoculación de lombrice1 Aécic,l< (L11mbricus fric11dl) en Huertos bajo MJnejo Org.1nicoy ComencionJI

Evolución de las poblaciones de lombrices

En cada año se determinó la biomasa total de lombrices anec1cas y


endogeas. Ad icionalmente, para analizar la dinámica de la población
de las lombrices anécicas, se determinó el porcentaje ele individuos
adultos e inrn;:iduros presentes.

La evol ución de la población de lombrices en los sectores inoculados


y no inoculados de l huerto orgánico se presenta en la figura 18.
Or áníco con inoculac ión
~ 180 1
E 150
• Anécicas • Enrngeas
Ei 120
~ 90
E
.9
:o
60
30
()

o
__
......._ __._.......
1 2 3
Ar'\o~ desµu6s de inoculación
O rgánico sin inoculación
~ 180 • AnC-<;i c-a~ c:::J Enrlogeas
."E 1so
:ª9 1:lO
~ 90
E 60
~ 30
Ü+--.................._ _.___........,...-_...............,...........
2 3 4
Años después de inoculación

~igu ra 18. Evol ución de lds pobl aciones de lombrices


.rnécicas y enclogeas (g/111 2) en el huerto o rgá nico.

Al aiío O, año ele inoculación, no existían lombrices anécicas, de nin-


guna especie, solamente se encontró lombrices endogcas (67 g/m2 en
promedio en ambos sectores), principa lmente A. chlorotica y A.
calig inosa. Un año después de la inocul ación (año 1), aparecen las
lombrices anécicas, principalmente Lumbricus friendi, alcanzó un pro-
medio de 57,3 g/mi. Sin embargo, en los años siguientes, la biomasa
de lombri ces anécicas aumentó a 124 g/m 2 dos ai'íos después de la
inoculación y a 127 g/m 2, tres af'ios después de la inoculación (figurn
18). In cluso en el tercer afio, se detectó la presencia de lombrices
anécicas en el sector no inocu lado (38 g/m 1, figura 18), lo quE-' indica-

8n/etírr INIA1 N'' 140


Lombrices de Tierrd como Agl.'nles Mejoradores de las Propiedades fMca:; del Suelo en Huerto:; Frutales

ría que existió un desplazamiento de individuos de a lo menos 11 m,


que es la distancia entre los sectores inoculados y no inoculados. De
acuerdo a la li teratura (Mather y Christensen, '1998), las lombrices
anécicas son capaces de desplazarse hasta unos 19 m dura nte un a
noche, por lo que es posible, que la colonización de terreno pueda
expandi rse hasta varios metros del lugar donde fueron inocul adas.
Respecto de las lombrices endogeas, éstas tendieron a disminuir en el
sector inoculado y a rnanlenerse en el sector no inoculado (figura 18).

En la figura 19, se presenta la dinámica poblacional de las lombrices


anéc icas en el seclor inoculado. Un año después de la inoculación,
prácticamente el 95 % de la biomasa de lombrices anécicas corres-
ponde a estaclos juveniles, lo que indica que existió reproducción y
desarrollo de una nueva generación de individuos. A l segu ndo año, el
30% de la biornasa correspondió a individuos adu ltos y un 70% a esta-
dos inmaduros (juveni les y púberes). finalmente al tercer año, el 47%
de la biomasa correspondió a adultos y el 53% a estados inmaduros.
Lo anterior ind ica que, en las condiciones del huerto orgánico, las
lombrices han pod ido reproducirse y estabi lizarse, e in cluso despla-
zarse a sectores que no fueron i nocti laclos.

La evolución de la biomasa de lombrices anécicas en los sectores ino-


culados y no inocu lados del huerto convencional, se presen ta en la
figura 20.

Q ¡,,,,__ _ __ ..
Año O Año 1 Año 2 Año 3
Año; desµués dt! inoculación
Figura 19. Distribución p orcemua l de la b i omasa d e
lombrices anéci cas por estad os de desarrollo:
Adultos, juveniles y larvas (Huerto orgánico).

Buletín INIA, N º 14fl


lrnicul•citin de lombrit~ Aécica• (lumliricus frienc!i) en Huertos bajo Manejo Orgánico y Convencional

Convencional con inoculación


1 ()() E!I Anéc ie<1$ CJ Endogeas
N
E 80
3> 60
,,.,
r.
40
"'
E
.Q 20
c:i
o
o 1 2
Años después de inoculación

Convencional sin inoc ulación


100 E?I Anécicas CJ Endogeas

E 80
$ (1()
"'"'
"' E
Q
40
~
20
o
2 3 4
Años después de inoculación

Figura 20. Evolución de las poblacio nes de lombrices anécicas y


endogeas (g/m 2J en huerto co nven ciona l.

En el caso del huerto convenciona l, un año después de la inocula ción


de lombrices anécicas (figura 20), la población media evaluada fue de
23 g/m 2 • Dos años después, la biomasa aumentó a 80 g/rn 2 • Sin embar-
go, al tercer año de realizada la inocu lación, nuevamente se evaluó
26 g/rn 2 • Por otra parte, la población de lombrices endogeas alcanzó a
24 g/m 2 en el Ciltirno año de eva luación.

En el caso del sector no inoculado, las lombrices endógeas aumenta-


ron en relación a los años anteriores, llegando a 2B gfm2 al tercer año
(figura 20). El aumento de las poblaciones endogeas, responde a las
apl icaciones de guano y mu lch de paja realizados cada año, además
del aporte realizado por las cubiertas vegeta les invern ales, que una
vez cortadas se distribuyeron sobre la hilera. Esto mejoró las condicio-
nes para el desarrollo de las lombrices, al disponer de buenas condi-
ciones microambientales y de al imentación.

Algunos individuos de I umbricus friendi, al tercer año (figura 20), lo-


graron colonizar el sector sin inocular. Sin embargo, la biomasa fue
muy pequefía C-1, 9 g/rn 2).

Boletín INIA, N " 140


Lombria; de Tierril como Agentes Mejor:idores de las Propiedades Físicas del Suelo en Huertos Frutales

La dinámica df! la pobl<1 ción prese11té1da en el sector inocu lado del


huerto convencional se presenta en la figura 21 .

• Adu lta' liil Juvcmife, O LMv.:i-


100
~
..,;:; fl()
:¡:
~
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60
~
:ge: 40
::.
~,., 20
'.5 {)
Ar'ioO Año 1
Añm despué, d1· 1r1on1lilc1ón

Figura 21 . Oistribuci611 porcenlu al de Id biornasa de lombri-


ces anécicas por estados de des,irro llo: Adultos. juveniles y
larvas [Huerto convencional).

Un año después de la inocu lación, el 98% de la población de lombri -


ces anécicas corresponde a estados inmaduros (juveniles y larvas). Es
decir, durante esrc período, las lombrices inoculadas fueron capaces
de reproducirse y establecer una nueva generación. Al segundo año,
prácticamente se observa u11 50% de estados adu lto y 50% de estados
inmaduros. Al tercer año, el 40% de la pobl ación corresponde a adu l-
tos y un 60% a estados inmaduros, especialmente juveniles. O sea, en
el huerto convencional inoculado con I umbricus friencli, y al cual se
le agregó sustratos orgán icos, 1arnbié11 existió una capacidad de adap-
tación al medio, presentando una distribución de la población similar
a la observada e11 el huerto orgánico inoculado. Sin embargo la biomasa
fue menor en el huerto convencional.

La diferente respuesta observada entre ambos sistemas de manejo, se


puede explicar, por una parte, por la mayor cantidad de alimento dis-
poniblfl rara las lombrices en el huerto orgánico, ya que éste se man -
tenía con una cubierta vegetal permanente y al no uso de pesticidas.
En el huerto convencional, en cambio, se aplicó guano y mulch de pa-
ja, además, se mantuvo una cubierta vegetal de avena en invierno, la
cual era cortada a inicios de octubre y utilizada como mul ch sobre la
hilera de plantación. De acuerdo a antecedentes de la literatura, una
lombriz anécica adulta, para poder crecer y desarrollarse adecuada-

Bo/e/Ín IN/A, Nº 140


Inoculación de lombrices Aécicas (Lumbricus friendi) en Huertos bajo Manejo Orgánico v Convencional

mente consume entre 84 mg. y 15 mg. de alimento por g de peso


fresco (Ramet el al., 2000), por lo cual , la disponibilidad ele alimento
es relevante para el incremento de las poblaciones de lombrices.

Los resu ltados observados en el huerto convencional indican que rE>a-


l izando algunas adecuaciones senc illas en este sistema de manejo, ta-
les corno rnayor aporte de materia orgán ica, a través del uso de guano,
y cubiertas vegetales, que se utilicen como mulch, es posible el desa-
rrollo de lombrices del tipo anéc icas, a partir de inoculaciones artifi -
ciales. Al respecto, Bukerfield y Webster (1996) y Tisdal 1 (1978), en
Australia, y Peres et al. (1998), en Francia, han encontrado que el au-
mento de la materia orgán ica en el suelo incrementa tanto la biornasa
como la diversidad de lombrices.

4.2 PROPIEDADES FÍSICAS DE LOS SUELOS

Las lombrices anécicas son capaces de generar ga lerías verticales en


el suelo. En los sectores inoculados, se observó galerías de Lumbricus
friendi hasta 80 cm de profundidad, y, en algunos casos, estas galerías
fueron co lonizadas por raíces (foto 8) . Con el objetivo de cuantificar
los pos ibles efectos de la actividad de las lombri ces sobre las propie-
dades físicas del suelo, anualmente se rec1liLó determi naciones de den-
sidad aparente, rnacroporosidad y velocidad de infiltración .

Densidad aparente

1 a densidad aparente tendió a disminu ir en los sectores inocu lados en

las diferentes profundidades evaluadas ( 0-20, 20-60 y 60-'100 cm).


Esta disminución fue más notoria en el huerto convencional que en el
huerto orgánico, La figura 22 presenta la evolución relativa de la den -
sidad aparente del sector inoculado, respecto del testigo sin inocula-
ción (Da inocu lado/ Da no inocu lado), en el huerto convencional. A
partir del segundo año, se aprecia una ligera reducción de la Da en las
eslratas 0-20 y 20-60 cm (entre 4 a 6% respecto del testigo). A los lres
afios de rea lizada la inoculación, la densidad aparente, en las diferen-
tes estratas de suelo, ha disminuido entre un 5 a 7% del valor presen-
tado por el testigo sin inocular.

8n/('Jín INIA, N • 140


Lomhrie<.>> de Til'rr,1 wmoAgenl<'> J\k¡or.1dnres de la> Propiedadt•s f(,;c;i, del Sudo en Huerto• Fruta/e;

~OIO 8.
LwnbriClJS (riendi construyendo una galería a 80 cm de profundid ad (ízquiNda).
Galería, en l a cua l se en cue111ra crecien do una raíz ele vid (derech a).

104
-+-0 - 20cm --.-20 - 60 cm ~ 60 - lOOcm
~
-~
~
102

~ 100

"
~
-...
911
o 96
-e
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:::i
u 94
o
e 92
~"' 90
o 2 3
Años después de Inoculación

Figura 22. Variació n re lati va de la densidad aparente del seclo r in oculado ,


respecto del 1es1igo sin i nocular (Da lnorn lado/D a Testigo,%) a di feren tes
profund idades (0-20; 20-60 y 60 -1 0 0 cm). H uerto Con vencio nal.

Bo/e/(11 /NIA, N• 140


Inoculación de lombrkes Aécica. (Lwnbricu> lric•ndí) en Huertos bajo Manejo Orgánico y Convencional

Los valores absolutos de densidad apa rente del suelo, en el sector ino-
cul ado y sin inocu lar del liuerlo convencional, medidos al tercer afio
después de realizada la i noculación (año 2005}, se presenta en la figu·
ra 23. Al hacer un anál isis estadíslico de estos valores se encontró que,
en las estralas 20-60 y 60-100, la densidad apa rente era di ferente en-
tre ambos tratamientos, con un 80% de intervalo de confianza, lo que
se ha considerado adecuado para este lipo de variable. Probablernente
el tiempo transcurrido, no ha sido suficiente para lograr di ferencias
mayores enlre los sectores con lombrices anécicas y los sectores no
inoculados. Curry y Cotton (1983), hacen referencia a una serie de
experiencias en la cuales se ha uti 1izado lombrices de tierra para me-
jora r las propiedades físicas de los suelos, y sefialan que resultados
positivos se logran en p lazos va riables de 3 a 5 afíos, desde que se
establecen las poblaciones de lombrices.

1,6
• o- 20 cm • 20 - 60cm • 60 - lOOc:rn
a
vV 1,5
E> 1,4
l'\l
a 1,3
1,2
1,1

2005 S/I 2005 C/I


Año
Figura 23 . Va lores de densidad aparen te (Da g/cc), medidos a
diferentes pro fundidades (0 -2 0, 20-60 y 60-100 cm} en el
sector testigo (sin inoculación, SI) y en el sector inocu lado
(C/ I), tres Míos después de realizada la inocu lación . Huerto
convenc ional. (6•rra< do íg~al proíundidad. un id as por d1ierenre le1ra, en
los d1s1tntos años ind ican que h.ay dife(encias eswdls.1icas con un intervalo de
confianza 80%).

A diferencia de lo observado en el huerto convenciona l, en el huerto


orgánico {figura 24), la disminución de la densidad aparente del sector
inoculado fue menos pronunciada, probablemente por que las condi-
ciones fueron mejores inic ial mente. r\ nivel superfic ial, la reducción
de Da fue de 7% al tercer año. En cambio, en las estratas más profun-
das (20 a 60 y 60-100 cm), ésta fue de solo 3% en promedio. Como ya
se ha seiia lado, probablemen te, el tiempo transcurrido no fue suficien-
te para que se man i festaran diferencias más marcadas del efecto posi-
tivo de las lombrices.

Boil.'tí11 INIA, N º 140


Lombrices ác Tierra como Agcnles Me¡oraáares áe fas Propied~des Físicas del Suelo en Ho<"rlos Frutales

-+-O- 20 cm ~O - 60 cm - . -60 - 100 cm


~
102
~
e
.!::.C 100
m
"""'
e)
98
--. 96
o
v
.5'
;;;¡ 94
V
o
!:: 92
~" 9()
() 2 3
Año~ después o~ lnor.ul;ición
Figura 24. Variación relati va ue la densidad aparenle del sec tor inoculado,
respecto del testigo sin inocular (Da Inoculado/Da Testigo,%) a diferentes
profundidades (0 -20; 20-60 y 60 -100 cm). Huerto Orgánico.

Macroporosidad

La disminución de 1a aens1aaa aparente prescmaoa en el nuerto con-


vencional se reflejó también en un aum ento de la macroporosidad res-
pecto del testigo sin inocular. En la figura 25, se rnueslra la evolución
relativa de la macroporosidad del sector inocu lado (MPCI), respecto
de la macroporosidad del sector sin inoclllar (MPS I). Los principales
cambios a nivel de la macroporsidad se prorlujN011 en las dos prime-
ras estratas de suelo (0-20 y 20-60 cm), con un incremento del orden ele
30%. En la estrata más profunda, el increm<"nto fue de un 10%, al cabo
de los tres años de eva luación.

l .50 -+-0- 20 cm
140
130
120
11 ()
2 100
~ 90
BO
70 ...-~~~~~~~~~~~~~---.~~~~-"

o ;¿ J
Años después de inoculación
Figura 25 . Variación rc lativ;i de la 1nacroporosidad del seclor inocul.iclo, respecto del
testigo sin lnocu lar CMPCl/MPSI, % ) a diferentes profundidades C0-20; 20-60 y 60- 100
cm). Huerto Convencional (MPCI , macroporosidad co n i11oculaci6n. MPSI,
111acroporosídad seclor sí n i11oculKíó n.

Bol(•/in IN/A, N• 1-'ll


Inoculación de lomhri~c< Aécicas (Lumbricu> fricmli) en Huertos bajo Manejo Orgánico y Convencional

En la fig ura 26, se p resenta los va lores de macroporosidad rnedidos a


las tres años de realizada la inoculación en las d iferentes estratas de l
huerto convenciona l.

• 0 - 20cm • 20 - 60 cm • 60 - 100 cm
18
16
~ 14 a b
"'C
<"l
"'C 12
·~ 10
oCl. 8
2 6
?¿' 4
~
2
o
2005 S/ I 2005 0 1
Años

r igura 26. Huerto convencional. Valo res macro porosidad(%) medidos a


d i feremes profundidades en el sector testigo (sin inocu lación, SI) y en el sector
inoculado (C/I), lres aftos después de realizada la inocu l ación.
(B.ur11s de 1gw1I rroíund idad, unidas por <l iiereme le1ra. en los dislitnos arios indic;) <1ue exis1.en
diferencias estadísticas con un intervalo de confianza 80%).

En el sector testigo, donde no se inoculó lombrices anécícas, la macro


porosidad en t odas las estratas presentó va lores cercanos al 9%¡ en
cambio en el sector inocul ado, la macroporosidad au mentó a va lores
cercanos al 12% en las dos primeras cstratas y al ~10% en la estral.a más
profunda . Estas diferencias fueron cstadísticarnenlc signi fi cativas con
un intervalo de coníianza de 80%. En el caso del huerto orgánico, se
observó menores incrementos de macroporosidad.

Los resu ltados observados en el huerto co1wf~11cional perrni ten tener


una visión opti mista sobre los c ambios que se pueden lograr en la
macroporosidad de los suelos al inocular lombrices anécicas, lo que
mejor<lría las cond ic iones de aireación del sistema radicul ar de las
p lantas. Tisdall (1978), observó en huertos de durazneros, en el valle
de Goulburn, Austra lia, que los suelos que tenían mayores poblacio-
nes de lombri ces presentaban una me¡or estructuración y una mayor
rnacroporosidad que los s11elos con bajas poblaciones de lombrices.
Sin embargo, los cambios en las propiedades físicas de los suelos, por
efecto de las lombrices, se producen en el mediano y largo p lazo (Curry
y Cotlon ·1983}.

80/etí11 IN/A, N q 140


lombrices de Tierra como Agentes Mcjorzdores de /~s Propiedades Ffsica> dd Suelo e11 Huerlos Frul~les

Velocidad de infiltración

La velocidad de infilLración del sucio, medida sobre la banda de plan-


tación, aumentó al Inocularse éstos con lombrices anécicas. Tanto en
el huerto convencional como en el huerto orgánico, la velocidad de
infiltración aumentó en el transcurso de los años, siendo siempre más
elevada en el sector inoculado (figura 27). En el huerto convencional,
la velocidad de infiltración fue significativamente mayor en el sector
inoculado, en los dos liltirnos afios de medición.

La mayor infiltración del sector inoculado se debe a que las lombrices


anécicas salen a comer en superficie, geñerando galerías, que permiten
el paso preferencial de agua (foto 9). Resultados similares a los presen-
tados han sido encontrados por Tisdal 1 (1978) y por /\ddan et al. (s/f).

Huerto Orgánico
240
21 0 1 s1 I CI
180
~ 150 a
s 120
> 90
60
30
o
o 2 3
Años después de inoculación

Huerto Convencional
240
210 1 s1 I CI
180
~ 150
h
..s 120
> 90
60
30 a
o
o 2 3
Años después de inoculación

Figura 27. Evolución d e la velocidad de infi ltración básica


(VI mm/h) en el hueno orgánico (superio r) y en el huerro conven-
cional, con (CI) y sin (SI) inoculac ión de lombrices anécicas.
(Ba rr."15 ele •god l proiund 1cldd, untdas ro r diferente l('lla en los distintos anos
ind ica que hay diierencla.s cstadistic.u significauva~).

Bolt:ti11 IN/A, N" 140


Inoculación de l<1mhrices Aécicas (Lumbricus iriendi) en liuerlos bajo Manejo Orsánico y Convencional

Foto 9.
Lumbricus fríendi,
alimentánd ose de residuos
en la superíic;ie del suelo
(arriba).
Gal ería realizada por
U1mbrícus fríen dí (resallada
.e n roío), que permi te una
rápida in filtrac ión del agua
en el suelo {derecha).
Huerto co nvencional.

4.3 EVOLUCIÓN DEL PESO DE PODA Y DEL DESARROLLO


RADICULAR

Algunos estudios muestran que la presencia de lombrices de tierra fa-


vorece el desarrollo aéreo y de las raíces de las plantas (Logsdon y
Linden, 1992). Van Rhee (1977), encontró en estudios de largo pla zo,
realizados en huertos de manzanos, que la densidad de raíces finas
(<0,5 mm), aumentaba considerablemente luego de tres años de ser
inocu lados con lombri ces endógenas y anécicas (Allolobophora
caliginosa y Lumbricus terrestris) respecto de suelos no inoculados. La

lloletín IN/A, N' 140


Lombrices de Tierra como Agentes Mejnradore> d~ l•s PropiedJde> Física> del Sucio "n Huertos frul•les

diferencia entre el desarrollo dE-~ raíces de ambos sectores aumentaba


con los aiíos, en la medida que por acción de las lombrices, mejoraba
la estructuración y ai reación del suelo.

En este trabajo, anualmente, se ll evó un control de peso de poda por


planta (l<g/planta), del calibre de bayas a la cosecha (mm) y de la
densidad de raíces (número de rafees por m2 de suelo) (foto 10).

Foto 1 O. C1lic.Jta y marco met:ilico utilizados para determinar la densidad


de raíces finas (11(11nero de raíccs/m 1 de suelo).

En la figura 28, se presenta lc1 evolución relativa de los diferentes pará-


metros medidos, peso de poda, densidad de raíces, y cal ibre de bayas
(mm), del sector inocu lado, respecto del secto1 sin inocular (Cl/51%),
en el huerlo convencional.

En el caso del huerto convenciona l, al cabo de Lres arios, el peso pro-


medio del materia l de poda de las p lantas del sector inoculado fue
14% superior al de las plantas del sector no inoculado. J~ n el mismo
período, la densidad de raíces del sector inoculado fue, en promedio,
33% mayor que en el sector no inoculado, pero las diferencias no
fueron signiíical ivas estadísticamente. No se observó diferencias en el
calibre de bayas.

Boletín IN/A, N'' 140


lnocul.1ción de Lomhrkes Aéci'a~ (Luml>rÍCU• fríemJí) en Huertos bajo Manejo Orgánico y Convendonal

Fig11r.1 211. Fvolución relativa (Cl/51 %} del peso de poda, de la densidad de rafees y del
ca libre de bayas a la cosecha, del sector inoculado (CI}, respecto del !estigo sin
i nocul.ir (51). Huerto Convencional.

En el huerto orgánico no se observó di ferencia en el peso de poda ni


en el ca libre de las bayas entre el sector inoculado y el no inoculado.
Sin embargo, el nC1mero de raíces por m2 de suelo fue 53% mayor en el
sector inocu lado.

Los resultados observados, permiten tener una visión optimista respec-


to del efecto positivo que tendría la inoculación de lombrices anécicas
sobre las propiedades físicas del suelo y sobre el desarrollo de las plan-
tas, y permiten avizorar que los ca mbios se cornenzarían a producir en
u11 mediano plazo, de alrededor de tres aiíos después de inocular.

4.4 CONCLUSIONES

Del presente trabajo, se puede obtener las sigu ientes con el usiones:

1. Tanto en el huerto orgánico como en el huerlo convencional se


logró establecer y reproducir lombrices del tipo anéc icas (Lumbricos
(riendi), inoculadas artificialmente.

2. En un huerto manejado en forma convencional, las aplicaciones de


guano, rn:1s el uso de cubiertas vegetales inverna les, que en la pri-
mavera se corta y se distribuye sobre la hi lera de plantación en
forma de mulch, favorece el desarrollo tanto de lombrices anécicas
como endogeas .

Bolelí11 IN/A, Nº 140


lomhrices di' Tierra como Agente> Mt•joradores de las Propiedades Fí.icas del Suelo e11 Huertos Frur;iles

3. La densidad aparente del suelo, la macroporosiddd y la velocidad


de infi ltración , se vieron afecladas positivamenle por la acción de
las lombrices anéc icas. 1os efectos fueron lll d!> claros a parti r del
tercer aflo de rcalizdda la inoculación.

4. En el caso del huerto convencional, el mejoramiento de las propie-


dades fís icas de l suel o 1i@nde a favorecer un mayor desarrollo del
sistema radicular y aéreo de la plantas de vid, partir del tercer afio
de real izada la inoculación.

8n/et111 IN/A, N ' 140


CAPITULO 5

GUÍA PARA LA IDENTIFICACIÓN DE


LOMBRICES MÁS FRECUENTES EN
LA ZONA CENTRAL DE CHILE

GUÍA GRÁFICA

A continuación se presenta una paula gráfica, basada en fo togra-


fías, para identifica r las especies de lombri ces más co111u11es pre-
sentes en suelos agrfcolas [ l las fuero11 introducidas al país con p lantas
o ganado internado, seguramente, por los primeros colonos europeos.

Además, se adiciona una clave de ca mpo simplificad a, que permitirá


corroborar la identificación correcta de las espec ies, si la pauta gráfi -
ca no resu lta suficiente.

Extracción y selección de las lombrices para su identificación

Para ident if icar las especies de las lombrices que se encuentran en un


predio determinado, se debe cav<tr un hoyo de 30 a 40 cm de profun-
didad, oj alá utili zando una pala de gancho o laya, pdra no dar"iar a l<1s
lo mbri ces, y seleccionar los individuos adu ltos, que son dqucl los que
presentan un ani llo o montura en su cuerpo. 1sle anill o o montu ra
recibe el nombre de clitelo, que es un área glandular, que nMrcd Id
madures c;exual de la lombriz.

Las lomb rices com íinrnente ti enen el cl itelo en forma de si lla de mon-
tar y está ubicado a la altura del tercio anterior del cuerpo. Ventral mente
presentan un área di latdda y a menudo con protub<~ra n cias l>lanqueci -
nas ubicadas entre la cabeza y el clitelo.

En la figura 29, se grafica las principd les estructuras de valor taxonómico


uti lizadas convencionalmente, para la clasificación de lombrices.

Boletín IN/A, N º 1-10


VISTA VISTA
LATERAL VENTRAL
Prostomio
Boca
Peristomio
Cerdas

Segmentos

- -.. - .9. o 1ntersegmentos


e_
e .·oG
G
e
e
o
·o Poro e
.- femenino
Poróforo
Poro
masculino

o
Q

••
s••..
Escala e>
1 cm ~-
•• Pápulas de la
pubertad ••
..-
e>

••
Clitelo

Figura 29. EsquPtfül dP los Cdra cteres e\ternos d e u nil lombrtl de ti erra.
(Mod1íicado de Boucht>t.

Bult•tin IN/A, N " l~IJ


GuÍa para la ldentífica~ión de lomhrices (Ologochaeta, Lumbricíd.1e) más Frecuentes en la Zona Central...

A continuación se presenta una breve descripción de las característi-


cas más importantes de algunas de las especies de lombrices y una
foto dorsal y ventral que detall a estas características.

Eisenia fetida fetida : Tiene una coloración rojo violáceo, brillante,


ccbrada presentando una banda mediana bl anquecina en cada seg-
mento. Cuerpo cil índrico con aplastam iento del ditelo, cuando se la
presiona despide un olor fétido. Miden entre 50 - l 30rnm de longitud.
Se encuentra en acumul aciones de guanos y cornpost, es utilizada
exitosamente en el tratamiento de los residuos b iodegradables para
producir humus. f . felida es una especie epigea corti cal, rara en me-
dios naturales (foto 11 ).

l ~--"---=_;_;.1--~-L.....--............~--1c...:::......::..:...c:1
~
O 3 cm
Foto 11 . E. felida. Vista dorsa 1 (arriba). Vista ventral (abajo).

Eisenia fetida andrei: Se diferencia morfológicamenle de Eisenia fetida


fetida, por tener una pigmentac ión de color rojo vinoso, uniforme y
por ser generalmente de mayor talla (50-90mm). Se encuentra en acu-
mulaciones de guano y composl. Existe un interés parti cular por esta
especi e por su importante rol en los procesos de humi f icación de
compost y estiércol, es más prolífica que Eisenia tetida fetida (fotol 2).

Allolobophora caliginosa: Ti enen coloración grisácea, a veces gris-


rosáceo tanto en la región dorsa l como la ventral. Sin embargo, este
color, puede variar entre el gris, rosa o crema (dependiendo del conte-
nido intestinal}. Son de tamaño mediano (50-90 mm). Cuando se con-

Boletín INIA, N• 140


Lombrices de Tíerta como Agentes Mejor.1dorc> dt• la> Propiedades Fí>icas del Suelo en Huerto. Frutales

Foto 1 2. E. ;elida andrei. V ista dorsa l (arri ba) . Vista ventral (abajo}.

trae, la región anterior es globosa; no p resenta aplastamiento en la


cola. Cs una especie común en Chile. Entre las lombrices q ue habitan
el perfil superior de l suelo, esta especie es la más útil y activa desde
un punto de vista agro-ecológico. Se le encuentra prácticamente en
Lodos los habita!, jardines, praderas, particularmente en sue los cult i-
vados en donde reempla1a a la fauna endémica.

Viven preferentemente en medios con pH 6 -7 siendo relati vamente


ácido tolerantes (foto 1 3).

o 2 3 cm

Foto 13. A. caliginosa. Vista dorsal (arr iba). V ista ventral (abajo).

Boletín IN/.41 Nº 140


Cufa para la Identificación de Lombrices ( Ologoch.1etd, Lumbricidae) más Frecuentes en la Zona Central. ..

Allolobophora chlorotica: De co loración verde pálido u oscuro, verde


amarillento o bien sin pigmentación. A través de la piel, se transparen-
ta el color gris del alimento. Las de coloración verdosas son las rnás
frecuen tes en la zona central del país. Cua ndo se la molesta, se enrolla
y exuda un flu ido amarillo. Son c ilrndricas con un débil aplastamiento
en la zona cl itelar. M iden entre 50-80mrn de longitud. Los suelos ópti-
mos para ellas tienen pH entre 6 y 7, sienclo también relativamente
ácido-tolera ntes (pueden adaptarse a pH entre 4-5) . Pertenecen a la
categoría de las endogeas (fot o 14).

Foto 14. Allolobophora chlorolica. Vi sta dorsal (arriba). Vista ventral faba jo)

Octolacion lacteum: Tiene coloración de aspecto genera l blanqueci-


no, rosáceo azul ado. La piel no tiene pigmentación. El cuerpo es ci lín -
drico con un débil aplastamiento del clitc lo. Miden entre 40 y 160 mm
de longitud. Esta especie habi ta preferentemente en suelos con pH
entre 6-7 y no son ácido-tolerantes. Viven en suelos medi anamente
o rgánicos, y húmedos. Pertenecen a la catego ría ecológica de las
endogeas. No es considerada beneficiosa para la agri cultura (foto 15).

Lumbricus rubellus: Ti enen colorac ió n café ro j izo, son brill an tes


dorsa lmente y pálidas en la zona ventral. Tienen la col a aplastada.
Cuerpo cilíndrico, clitelo color crema, muy notorio, son de tamaño
medi ano (50-155 rnrn). Muy activas. Se distribuyen en suelos preferen -
temente de pH inferiores a 6 1 son fuertemente ácido toleranles (pH
inferiores a 3.8), tienen preferencia por suelos húmedos. Esta especie

Boletín IN/A, Nº 1~()


Foto 15. Octolacion /acteum . Vista dorsal (arriba ). Vist<i ventral (abajo).

es considerada de interés por el rol que puede desarrollar en planta-


ciones de coníferas para la degradación de las aciculas. Pertenecen a
la categoría de las epigeas (foto 16).

:~- ·;:, . ._~;,;. . . . . ;.:~::::-,,


................... ..____=----==----- ~¡•;r. ~ .. -
.•••.•.... ..::: .... ...-~y"·•• " .. -~

--- -
r;;~ . : ,~· ,· i"r'l'• -
• • • •• •

Foto 16. Lumbricus rubellus. Vista dorsal (arriba). Vista ventral (abajo).

Lumbrícus friendi: Tiene coloración café rojizo, tornasolada, el extre-


mo poster ior aplastado formando una punta de lanza cuando se con-
trae. Cuerpo cilíndrico, de tamaiio relativamente grande (90-130 mm)
y de contextura robusta, construye galerías verti ca les y permanentes
de hasta más de 80 cm . Se d istribuyen en suelos con rangos entre pl-14
a 7. Pertenecen a la categoría ecológica de anécicas. Esta especie es
considerada de interés particular en razón de su rol ecológico. Es be-
neficiosa en agricultura, particularmente en fruticultura, dada su ca-
pacidad para realizar galerías (foto 17).

Bo /et;n IN/A, N 9 140


Guia pata la Identificación de lombriu>S (Ofngn<haeta, Lumbricida.,)más FrecuenlL'S en la Zona (entra!...

1 1 1
O 2 3 cm

Foto 17. 1. um bricus friendi. Vista dorsal (arriba). Vista ven l ral (abajo).

Lumbricus terrestris: Tiene coloración café rojizo, o violeta, tornaso-


lada iridiscentes; cuerpo cilíndrico, con aplastamiento clitclar y sobre
lodo en el extremo posterior donde forma una punta de lanza cuando
se contrae. Contextura robusta, grande y muy parecida a Lumbricos
friendi, pero de mayor tamaño, 130-300 mm. Construye galerías verti-
cales y permanentes de hasta más de ·1,5 metros en algunos casos. Esta
especie es beneficiosa en agricultura, particu larmente en fruticultura.
Sin embargo su presencia es muy ocasiona l en la zona central del país
(foto 18).

c:c:co=m
O ·1 2 3 cm

Folo ·1a. Lumbricu s Lerreslris. Vi sta dorsal (a rrib a) . Vista ventra l (abajo).

Nicodrilus nocturnus: tiene coloración gris a gris-negruzco, forma cor-


poral subtrapezoidal con aplastam iento caudal, tamaño variable (90-
250 mm) pudiendo llegar a ser muy grande y robusta, construye gale-
rías verticales de mediana profundidad. Esta especie presenta varia-
ciones entre sus poblaciones. Nicodrilus noctumus var cisiercianus, es

80/elfo INTA, N" 140


una de el las. Las d iferencias entre ambas especies radica en algunos
aspectos ele las estructuras del sistema reproductor.

Viven preferentemente en suelos con pH 6-7 pero son fuertemente áci-


do-tolerantes soportando pl-1 inferiores a 4. Los s11clos óptimos para su
desa rrollo co nti enen más de 10% carbonatos, y pueden vivir en me-
dios poco orgánicos. Los ca racteres morfológicos y ecológicos indican
que pertenecen al grupo de las anécicas. Espec ie bastante común en la
zona centra l y sur del país. Es beneficiosa en agri cul tura (foto 19).

Foto 19. Nícodrih1s noc/umus. Vista dorsal (Mrfba). V ista ven tra l (aba jo).

Chilota platei: Tienen colorac ión café oscu ro o roj izo, cilíndricas de
gran tamaño, (160-300 mm) si n aplastamiento caudal. Clitelo comple-
to cercano a la región cefálica, construyen galerías verticales de hasta
100 cm . A diferencia de todas las otras especies indicadas, ésta es una
especie endémi ca. Pertenece a la categoría ecológica de las anécicas.
A juzgar por el número ejemplares de Ch. p!atei presentes en los mues-
treos rea li zados, la distribución de esta espec ie, está circunscri ta a un
área geográfica restringida, por lo que se supone exige un medio con
requerimientos específicos. Se ha observado en la VI Región, en Id
loca 1id ad de H idango. Se requiere estudios para defin ir en forma más
precisa su rol en el ecosistema y su facti bi lidad de apli cación en agri-
cultu ra (foto 20).

1111111
O l 2 3 cm
roto 20. Ch ilota P/ateí

8uh·tí11 INIA, N'' 1-'0


Guí~ para la Identificación di' lomhri.-e, (Ofo¡:ochaet;i, lumbricid,¡~) má; Frecuentes en la Zona Central .•.

Guía de campo para la identificación de especies

1a guía que se presenta a continuación le ayudará a corroborar la co-


rrecta identificación de las especies de lombrices en estado adulto, en
terreno.

1. ¿I a lombriz es de coloración oscura o pálida? (Compruebe obser-


v.rndo los segmentos an leriores al clitclo) . Las especies oscuras
tienen la región veniral (la p<irte que normalmente está en contac-
to con el suelo), de C'oloración más pálida que el dorso. [n cambio
las especies pálida~ o si n pigmentación, tienen ambos lados del
mismo color.
Si es de coloración oscura vaya al 2.
Si es de coloración pálida vaya a la 11.

A. Lombrices de coloración oscura: Las lo111brin!S o:.curns t ienen la


región ventral más pálida que la región dorsal.

2. ¡La lombriz es de coloración café rojiza con un viso bri ll<inte e


iridiscente?
Si es afirmativo vaya a la S.
Si es negativo vaya a l.i 3 .

3. ¿La lombriz es de coloración rojo brillante y cuando se estira apa-


recen bandas amari !lentas que se hacen más evidC'ntes hacia la
co la, y emite un o lor fétido cuando la presiona?
Si es afirmativo: Eisenia fetida fetida.
Si es negativo: comience nuevamente.

4. ¿La lombriz es de coloración roji za violeta o v111oso brillante y


emite un olor fétido cuando la presiona?
Si es afirmativo: riscnía (etída andrei.
Si es negativo comience nuevamente.

5. ¿La lombri z es muy gra nde (100 a 300 mm), café rojiza, robusta,
la cola Liene forma de punta de lan za, aplastada, construye una
galería profunda, marcada con una deyección grande de lombriz,
en cuyas paredes puede i!lmacenar trozos de hojas o pajitas?

Bol etín l'\/IA, N º 140


Lombrices Je Tierra como Agentes MejoraJorcs Je lds PropieJ.ules Fisic.1s Jd Sudo en Huerlos frulalcs

Si es afirmat ivo: Lumbricus terrestris.


Si es negativo, vaya a la 6.

6. ¿La lombriz es grande (90 a 130 mm), café rojiza, robusta, la cola
tiene forma de punta de la nza, aplastada, construye una ga lería
profunda, marcada con una deyección med iana mente grande?
Si es afirmativo: Lumbricus friendi.
Si es negativo, vaya a la 7.

7. ¿La lombriz tiene el dorso de color café rojizo o rojo pú rpura, iri-
discente, ventralmenle pá lida y en el extremo anterior no presenta
un área glandular, es muy activa, 50-1 55 mm. de longitud, con
aplastamiento caudal?
Si es afirmativo: Lumbricus rube/lus.
Si es negativo: com ience-: nuevamente.

8. ¿La lombriz es de color gris oscuro, negruzca, no es iridiscente, de


gran talla, (90 - 250 mrn), en el terc io ventral con un área glandu-
lar blanquecina muy evidente, con aplastamiento de la cola?
Si es afirmativo: Nicodrilus nocturnus.
Si es negativo: vaya a la 9.

9. ¿La lombriz es de color gris oscu ra no es iridiscente, de talla me-


diana (80 - 1 50 mm), en el tercio ventral con un área glandular
blanquecina evidente, con aplastam iento de la cola?
Si es afirmativo: Nicodrilus nocturnus var. cistercianus.
Si es negativo: comience nuevamente.

1O. z La lombriz es de color verde pálido, arnari lienta con tonos par-
dos y se enrolla firmemente cuando es perturbada?
Si es afirmativo: Allo/obophora ch/orotica.
Si es negativo: comience nuevamente.

B. Lombrices de coloración pálida: compruebe que el clitelo (si lla


de rnonlar) está cerca de l tercio anterior del cuerpo, y que en la
región ventral, entre la cabeza y el cl itelo, ex iste una zona glan-
du lar pareada, pálida y algo hinchada. Las lombrices que carecen
ele ella, genera 1mente son especies nativas.

Bo folín INJA, N~ 140


c;uía para la ld.,.ntificación de Lombrices (Ologochula, Lumhricidae) má< Frecuentes en la Zona Central ...

11. ¿La lombriz es de color gris pál ida, azu lada, talla medi ana a gran-
de (60- 120 mm) con un a mancha amaril la notoria en los últimos 4
segmentos (cola) y con un fino collar amaril lo entre la cabeza y el
cl iLelo (no siempre visible)?
Si es afirmativo: Octolasion cyaneum.
Si es negativo: vaya a la 12.

12. ¿La lombriz es de coloración b lanqueci na, gris pá lida, los prime-
ros segmentos rosados talla mediana a grande (60-120) con el clitelo
anaranjado o rosado, piel de consistencia del icada?
Si es afirmativo: Octolasion /acteum.
Si es negativo: comience nuevamente.

13. ¿La lombriz es de co lor gris con la cabeza rosada y con una sec-
ción glandular venlral pá lida ubicada entre la cabeza y el clitelo,
cuando se contrae el extremo a nt t~r ior es globoso?
Si es afirmativo: Allolobophora caliginosa.
Si es negativo, com ience nueva mente.

14. ¿La lombriz es de coloración verde pálida y se enrolla firmemente


cuando es perturbada?
Si es afirmativo: Allolobophora chlorotica.
Sí es negativo, comience nuevamente.

Boh-fín INJA, N" 1./0


CAPITULO 6

MÉTODOS DE EXTRACCIÓN DE LOMBRICES


DE TIERRA Y CRIANZA ARTIFICAL
DE LOMBRICES ANÉCICAS

n suelos que por su manejo o razones ecológicas tienen insuficien-


E tes poblaciones de lombrices, éstas se pueden aumentar a través
de determinadas prácticas de manejo de suelo, o bien, por la introduc-
ción o inoculación deliberada de lombrices de alguna o algunas espe-
cies en particular.

La inocul ación de lombrices ex ige la selección de la o las especies


más apropiadas, en condic iones físicas y fisio lógicas saludables, que
aseguren un prolongado período de desarrol lo y de sobrevivencia en
el suelo.

Las lombrices se pueden colectar desde localidades donde se encuen-


tran en abunda ncia, y trasladarl as a donde requieren ser inoculadas.
Otra forma, podría ser la producción o cullivo intensivo de lombrices,
corno el desarroll ado con éx ito para aquellas de hábitos epigeos como
Eisenia fetida, utilizada en la producción de humus.

A continuación se presenta algunos métodos para la extracción de lom-


brices anéc icas y una forma de crianza en forma artificial de estos
ani males.

Métodos de extracción de lombrices

El mejor período para extraer lombrices va desde fi nes de otoño, des-


pués de las primeras lluvias, hasta ini cios de prim avera, período en
que las lombrices presentan su mayor actividad y gran parle de ellas se
encuentra cerca de la superficie del suelo.

Si el objetivo es extraer lombrices epigeas o endogeas, se cava un


hoyo de, aproximadamente, unos 25 x 25 cm de lado y 30 cm de
profundidad, con una laya o pala de ganchos (para evitar el daño físi-
co de las lombrices), cortando primero la ori lla de la muestra o abrien-

Boletín IN/A, N" 1-W


do una 1anja para aislar el boque de sucio, f)<U.1 luego ser ex.rn1 inado
y extraC'r l as l ombri ces manualmente.

Si se quiere extraer lo rnbri c:e.s anéciccls, est(' !>istc111cl no e.s pr.1cti co,
por que éstas viven en galeiías prolunffas, y pueden responder a la
,icción provo\ada al cavar la tic•11a trasladándos{' 1ápidamen1c clc'I ccnl10
de perturbación. Por otra parl P, cslas Pspeci P.s, principal111e11IP los ejem-
plares .:1d11llos, pasan pd1 le d<>I ano en la prof'undidad del sudo, por lo
cuc1l 1 el hoyo dcuc ser profundo para exlraerl as medic\nle l:'Xcavaci ón.

Poi lo 1.111to, para extraer lombri ces anécitas, se dt>bP 1Pcu rrir a 111élo-
dos químicos, apl icando sol ucione!> irritcrnles que obliguen a las lom-
br i cc'> a <lbandon<H sus galería"> y s;:rlir a la supPrficil' d el <>11plo. Se
ptu,•de ulilizrir 1111.l solución dt-> fo11nalina diluid,:i, o bien una !>Olució n
pr <'p<1rc1cla a b<1S<' dP. mostaza.

Método de la formalina

[ste ha sido el método de uso más corriente para la extracción d<'


lornbrin's a11écicas en 01 campo. La lorrnalma es un producto tóxico e
irritante, por lo cual l a preparación de la solución debe ser rc.ilizadd
con cuidado, 111ilizando gu antes y anli parrJ s para proteger los o jos.

1 1 procedimiento es como sigue (foto 21 ):

,1) Despejar e l suelo, retirando las male7as en 1111 área de aproximada -


mente 1 rn 2 •

b) P1 ep.uar en dos balde~, de 1OLcada111101 una solución de lormalina,


diluyendo 0,25 mi el<' forn1 alin a por cauc1 10 1 de-~ ,1gu a. La sol ución
de 101 malina de uno de los IMldP!'t !>C trasl<tcla <1 una rPgarlcra ele
jardín de igual c<lpacidacL (1 sla operación se debe real izar con cui -
dado para 110 'ialpicar y p1oducir claf1os Pll Id piel del o¡wrador).

e) Con esta '>olución, se riega la supcrli cie d 0 suelo que fu e despeja-


da. 1 a forn1t1 li11a c.omen zará <1 infil trar el !>uelo, lo qu e obligará a
Sdlir a las lombrices de sus galería~.

Bo/clín IN/A, N 9 1411


Métodos de Extracción de lombrices de Tierra v Crian1a Arliflcial de lombrices Anédcas

Foto 2 1. Fxtrncc.ión de
lombrices anéci cas. limpieza
del seclor d o nde se n -',1 l i 7,1 la
extracción (~11rerior i1q11iP.r·
da). /\plicac ió11 de la solución
1rrilanlc utili¿,rndo 1111a
regadera (s11reri or derecha).
Lombrices e11 la superficie del
sudo (in fe rio r izq t1 il•rd a).
Col ecta dP lornhrices c.on
p inzas y enjuague en agua
pura (inferi or der echa).

d) Después de 1 O minutos, se v11elv0 a aplicar e l segundo balde de


fo1malina d i luida, a través de la regadera.

f') Se prepara n11evamente dos baldes de 1O L de agua, esta vez con


una conccnlración de formalina de 0,5 mi en 10 L de agua.

f) l Jna vez 1ra11sc11rridos 1O minutos desde la últirna aplicación, se


redl iza olra apl ic,1ció11, a través de la regadera, con esta nueva so-

B<Jh•cín I NIA, Nº l .JO


Lombrices de Ti~mr como AgMles Mejorddores de fa, Propied<1des FisÍCJ> del Sudo en Hui•rlo> Frutales

lución. De esta forma, SC' puede extraer las lombrices anécicas que
Pstán a mayores profundidades.

g) Se espera nuevamente ·1O minutos y se vuelve a aplicar el otro ba lde


de formal i na di luida, (0, 5 mi en 1O L) , a través de la regadera .

h) Después de cada apli cación de forrnalina diluida, hay lombri ces


,rnécicas yue salen a la superfic ie. Éstas se colectan, util izc111do pin-
7as, y se enjuagan bien en un balde de agu a pura, pMa limpiarlas
de la so lución irritante. Luego de lavadas, se depositan en otro reci-
piente que también contenga agua pura, durante unas dos a tres
horas. f inalmente, las lombrices se colocan en cajas de plumavit
con una mezcla de suelo para ser trasladadas di si tio de inocula-
ción.

Método de la solución de mostaza

Ln este caso, el material irrit ante es polvo de mostaza f uertc, de uso


corriente. No es un producto tóxico corno la formali na, pero se com-
porta como un excelente vermífugo, porque provoca una fuerte irrita-
ción en la piel de las lombrices.

Como se trata de un mate1 ial in it ante, es necesario lomar precaucio-


nes en su preparación uli 1iz ando guantes, antiparras y se debe realizar
las mezclas en un lugdr ventilado.

Se requiere una cantidad de entre 7 a 8 g de mostaza por cada litro de


agua. Los volúmenes de agua que se aplican son normalmente equiva-
lentes a los que se utiliLan en el método de la forma lina.

Unas 4 a 6 horas antes de la extracción de lombri ces, se recomienda


reali1ar una pasta concentrada de mostaza, mezclando la cantidad de
mostaza requerida en una menor cantidad de agua, de manera de for-
111 ar una pasta espesa. De esta forma, se extrae una mayor cantidad de
sustancia irritante de las semillas de mostaza. Luego, se completa al
volumen de agua requerido, se mezcla y se real iza la apl icación me-
diante una regadera de jardín .

Bolt•IÍrl IN/A, N" 140


MétoJo, de htracci6n de lombrice' de Tierra y Crianza Artificial de lomhrice< Anécícas

Al igual que en el método de la formal ina, las lombrices que se ex-


traen deben ser bien lavadas.

Para más detal les sobre métodos de extracción de lombrices se pue-


den enconlrar en la página w eb de Agri culture and Agrifood de C rna-
dá, (http:// res2.agr.gc.ca/ london/ faq/worm-ver_e. htm)

Producción de Lombrices

En la dctualidad, comercialmente ex isten disponibles técni cas para la


producción de lombrices de hábitos epígeos como Eisenia fe /ida, uti 1i-
zada en la producció n de humus. Esta especie Liene una alta tasa de
reproducc i6n y corto ciclo de vidd. El ciclo de vida de Eisenia (elida
se completa entre 30 a 50 días, se aparean d iariamente y c<ida lombriz
produ ce ·1 a 2 ootecas por día. Las ootccas eclosionan cada 1 7 días,
con un promedio de 6 a 8 lombrices por ooteca.

Las lombrices anécicas presentan ciclos de vida más lentos que las
epigeas. En el cuadro 6, se presenta algunas etapas del ciclo de vida
de tres especies de lombri ces anécicas, reconocidas en las diferentes
regiones de Chile, a las que se hace mención en el capítulo 2: Lurnbricus
friendi, Lumbricos terrestris y Nicodrilus noctumus. Respecto de Chilola
platei, es necesario señalar que no se logró su reproducc ión en las
condiciones de lahoratorio.

Cua dro 6 . Ciclo de vida de Lumbricus terrestris, Lumbricus friendi y


Nicodrilus nocturnus, en laboratorio (INIA- La Platina).

Especie N~ ootecas Período Período de Peso


/mes de incubación desarrollo promedio
(días) adulto individuo
(días) adulto (g)

Lwnbricus
terrestris 4 83 300 4,32
Lumhricus
friendi 10 52 190 4,83

Nícodnlus
noctur1ws s/i 75 265 1,88

Bnletín IN/A, N " 1411


1omhriCl'> de Tierr.l como Agentes Mejoradorcs de las Propiedades f(,icas del Suelo en Hut>rl<>S Fnitales

De estas tres especies presentadas, Lumbricus terrestris y Lumbricus


friendi tiene un mayor tarnafio, siendo Lumbricus friendi ligeramente
más prolífica que L. terrestris, Lumbricus friendi fue la que se encontró
en mayor abundancia en los diferentes loca l idades muestreadas.

Los estudios para desarrollar cultivos artificiales de especies de hábi-


tos anécicos han sido poco exitosos y sólo recientemente se vis lumbra
un hor izonte más p ro 111isorio, pri11cipalme11le para el cullivo de
Lumbricus tcrrestris (Butt et a/ 1992).

En la litera tura no se registra estudios sobre cu ltivo intens ivo de


Lumbricus friendi. Por eso se llevó a cabo algunas experiencias de
reproducción y crianza, en los laboratorios de INIA - La Platina, las
que a continuación se ponen a disposición de los interesados.

F<>ta metodología consistió esencialmente en la producción de ootecas,


y su posterior traslado a una unidad de crianza, a parl ir de la cua l se
van extrayendo lombrices, para inocular el huerto.

Producción de ootecas

Las lombrices son hermafroditas. Sin embargo, para lograr reproducir-


se, deben aparearse. La idea de esta metodología es confinar las lom-
brices adultas en un espacio reduc ido, de manera de aumentar la pro-
babilidad de apareamiento. Se deben mantener con alirnento suficien-
te humedad y temperatura adecuadas.

Para ello es necesario construir contenedores con marco de madera de


0,25 m de lado, cubierta con malla fina de nylon (0,5 mm), de tal
manera de evitar la fuga de las lombrices y mantener una buena venti -
lación y drenaje. El tipo de caja utilizada en el laboratorio de La Platina
se presenta en la foto 22.

[I número de contenedores dependerá de la cantidad de lombrices


que el agricultor necesite producir. En cada contenedor se introduce 4
ejemplares adultos (con cl itelo). Cada pareja, produce un promedio de
20 ootecas en un mes.

Bolefin IN/A, N " 140


Método< de Extracción de lombrices de Tierra y Crianza Artificial de lombrkes Anécicas

Foto 22. Cajas para la obtención


de ootecas de L. friencli (arri ba).
A la derech a una ooteca de L. friendi.

Previa a la colocación de las lombri ces en los contenedores (cuatro


por cada uno), éstos se llenan con tierra hasta 2/3 de la altura total. La
parte superior se rellena con una mezcla de guano seco desmenuzado,
de caballo o de vacuno (guano maduro) y heno de alfalfa seco (en
partes iguales). El pH del suelo debe ser entre 5,5 y 6, el que se podrá
medir con una cinta de papel pt-1. La cantidad de guano y heno debe
ser suficientemente ablmdante corno para mantener una constante ali-
mentación de las lombrices. Antes de colocar las lombrices, se riega
bien el suelo y el al imento y se deja drenar. Posteriormente, la hume-
dad del medio debe mantenerse cercana a la capacidad de campo del
suelo, por lo cual es necesario revisar permanentemente y aplicar agua
con una regadera de jardín. La temperatura adecuada es de 15 a ·18° C,
por lo cual esta etapa se debe realizar bajo techo.

La cosecha de ootecas se real iza mensual mente meclicmle el lavando


del suelo con un tamiz de malla de 2 mm, lo que le permitirá retener
y separar las ootecas. Para reiniciar la postura, se recambia el suelo, se
introduce nuevamente las lombrices progenitoras y el al imento.

Si bien es factibl e la inoculación o "siembra" directa de ootecas, en un


sector del huerto, es rnás efectivo asegurar su desarrollo en unidades
de cult ivo intensivo, lo cual perrnile controlar adecuadamente las con -
diciones p ara el desarrollo y crecimiento de l as lombrices.
Adiciona lmente, este sistema permi te la mantención de un "stock" de
lombrices para futuras inoculaciones en terreno.

Bolctfo INIA, N 9 140


lombri<e> de Tierr~ wmo Ag(•nlrs Mejora dores de la> Propicdddes Ffsic.1s del Sucio en Hul.'rtos Frutales

Unidad de cultivo intensivo

La unidad de cultivo intensivo consiste en un espacio de terreno, en el


cual se puede dar las condiciones óptimds para el desarrollo de las
lombrices, en cuanto a al i111entación y humedad del suelo. Se requiere
una superficie de terreno de 6 111 de largo por l m de ancho, donde se
excava una Zdnja de 0,5 m de proíundidad. La zanja puede ser reves-
tida con una malla de plástico de 0,5 mm, para evitar la íuga de lom-
brices y la intromisión de otras espec ies no deseadas. lnte?rnarnente
este sector se divide en sub unidades de ·1 111 de longitud.

El hoyo que resu lta, se rellena con tierra harneada y se aplica agua
hasta dejarlo a capacidad de campo. Se siembra una leguminosa, fa
cual puede ser permanentemente cortada, dejándola como mulch so-
bre el terreno. Además, en la superficie se aplica una mezcla de guano
de caba llo o vacuno, que servirá de alimentación a las lombrices. l:s
necesario preocuparse que no les falte alimento.

Externamente, el sistema se puede proteger con malla tipo rachel, lo


que evitará la visita de aves u otros animales y proporcionará un am-
biente m.ls estab le para las lombrices. Adicionalmcnle, para controlar
y asegurar la humedad, y evitar el riego manual, s0 puede habilitar un
sistema de riego por micro aspersión (foto 23) .

En estas unidades de cultivo se siembra las ootecas, las que en unos 51


días en promedio, van a eclosionar, para lograr el estado adulto en
aproximadamente 180 a 190 días. En esta unidad también se produci-
rá aparcamiento de lombrices y postura de nuevas ootecas, lo que
significa que habrá un incremento de la población de lombrices por
este concepto.

La cosecha de los ejemplares desde la unidad de crianza es conve-


niente real izarla manualmente, sin uti lizar productos irritantes, que
dejarían contaminado el lecho de crianza. Por esta razón, la extrac-
ción se rea liza cavando mediante el uso de una pala de gancho, o una
laya, y se va sacando los individuos adu ltos y juveni les, que serán
llevados a te1reno para la inocul ación.

8olelf11 IN/A, N'' 1411


Es necesario recordar que la reproducción de lombrices anécicas es un
proceso lento, por lo cual la inoculació11 se va real izando pau latina-
mente en el curso del los años, hasta que en terreno se vaya estable-
ciendo las poblaciones de lombrices. Una vez inoculadas, es necesa-
r io mantener en terreno cond iciones de manejo que permitan la
sobrevivencia y desarrollo de las lombrices.

Fo10 23.
U nidad de cri anza intensiva, con si stem a de riego (arriba).
Vista general de la un idad de cr ianLa irllensiva {abajo) .

Boll'IÍll INIA, N" 1411


CAPITULO 7

SÍNTESIS Y APLICACIONES

1 crecimiento de los cultivos, sean estos anua les o perennes y en


E particular los árboles frutales, es el resu ltado de la interacción de
la planta con su medio ambiente_ Las labores cu llurales que realiza el
hombre, a través de prácticas de manejo agronóm ico, permiten
maximizar el resultado de est·a interacción. Sin emba rgo, no siempre
es así, porque existen algunas labores de manejo, especialmente del
suelo, que pueden traducirse en un deterioro de éste, que finalmente
atentan contra la sostenibilidad de la producción.

El suelo, es el sistema físico donde se desarrollan y crecen las raíces, a


través de las cua les las p lantas absorben agua y nutrientes e
intercambian gases con la atmósfera del suelo. Cualquier impedimen-
to mecánico a la actividad radicular, especialmente la compactación,
que reduce el espacio poroso del suelo, lim ita el crecimi ento y desa-
rrollo radicular, lo cual se traduce en reducciones de del crecimiento
de la parte área de la planta y disminución de la producción.

rradicionalmente se ha recurrido a la labranza para intervenir el espa-


cio poroso del suelo y en particular al subsolado para resolver la com -
pactación de las estratas más profundas. Sin embargo, al cabo de algu-
nos años, el suelo se vuelve a recompactar, como consecuencia del
tráfico de la maquinaria, y de las labores de cosecha, entre otras. De
aquí que sea necesario desarrol lar un sistema que permita, por una
parte, mejorar las propiedades físicas de los suelos y, por otra, mante-
nerlas en el tiempo, para asegurar el óptimo desarrol lo y crecimiento
de las raíces.

En este sentido, el suelo debe ser considerado como un organ ismo


vivo, situación que se deriva principalmente de flora y fauna que en él
se desarrolla. La transformación de los residuos orgánicos, la agrega-
ción de las partícu las y su estabil idad, la porosidad y disponibilidad de

Bolclí11 IN/A, N• 140


Lomhrice> de Tierr¡¡ como AgL•nles ML•jor.ad1>re> de las Pmpied.1des Físicas d<'I Sudo en Hul!rlos Frut~f<'S

nutrientes para los culti vos, es producto de la intensidad de la act ivi-


dad de los organismos del suc io.

Entre los orgci nismos del suelo, las lombrices han sido reconocidas,
desde tiempos antiguos, corno sus labradores naturales. Su presencia
en el pcrfi 1 es reflejo de la ferti 1idad en su conceplo más ampl io. De
aquí que las cond iciones que propi cian su existencia y sus efectos so-
bre el suelo y la b(1squeda de intervenciones que permitan aumentar
s11 población, tendrán como consecuencia la sustenlabi l iclad y
soste11 ibil idad de la producción agrícol a en general y de los huertos
frutales en parliculéií.

En los huertos anali zados en esle estudio, tan to bajo manejo conven-
cional como orgánico, no se observó lombrices del tipo anécico; en -
contrándose sólo la la presencia de especies endogeas y, en menor
proporción de epigeas. Todos los huertos estudiados tienen en su ori -
gen el manejo convencional y más alin, una histori a agrícola si mil ar.
Por esto, no es aventurado plantear que la agricultura a la cua l han
sitio sometidos, se lradujo en la pérdida de estas especies, comunes en
situaciones donde se tndnliene una agricultura extensiva. Esta ausen-
cia se ha traducido en un aumento de la compactación, especialmente
en las capas más profundas del los huertos estudiados.

Al aumentar los afios b<ljo un manejo orgánico, se potencia la presen-


cia de las lombrices endogeas, corno consecuencia de un aumento de
los Lcnores de materia orgánica del suelo. Siruación que se traduce en
claras tendencias a la dism inución de la densidad aparente, y por lo
tanto de la compactación, y al aumento de la aireación en la estrata
más superficia l del mismo.

En este contexto, y como consecuencia de los resultados observados


en la primera fase del estudio, se deriva que todas las acciones sobre
el sue lo que mejoren el habitat de las lombrices endogeas, permitirán
aumentar su biomasa y por ende sus efectos benéfi cos en los huertos
frutales. Entre estas acciones se pueden nombrar:

Bol«tín IN/A, N" 140


· Síntesis y Aplicaciones

• Acciones derivadas a aumentar la materia orgánie:i del suelo.


- Uso de guanos y esLiércoles.
Uso de siembra de cullivos intercalados
(de preferencia leguminosas}.
- Mantener un pl-I en torno a la neutralidad.
o Uso de enmiendas.
o Fertilizantes de reacción acida o alca lina según
el pH del suelo.
- Mantener una cobertura vegetal permanente o estacional
sobre el suelo.
• Acciones destinadas a reducir o elim inar el uso de pesticidas
tóxicos.
• Desarrol lar un sistema de producción orgánico o integrado.

Debido a la ausencia de lombrices anécicas, las cuales tienen la capa-


cidad de explorar el suelo a mayores profundidades que las especies
endogeas, se val idaron protocolos necesarios para su colecta, nía e
inoculación en el suelo, con el objeto de evaluar su efecto sobre algu-
nas propiedades físicas que norma lmente limitan el desarrol lo radiCL1-
lar de las plantas.

Los resultados al tercer año después de la inocu lación, independiente


del sistema de manejo del huerto, indicaron un incremento de la velo-
cidad de infiltración. Este resultado que puede considerarse como una
variable integradora, indica un mejoramiento global de las propieda-
des físicas del sucio, como se pudo apreciar en las tendencias seguidas
por la densidad aparente y la macroporosidad del perfil del suelo.

Los efectos en algunas propiedades químicas, tales como la disponibi-


lidad de nutrienles no se evidenciaron pues son procesos de largo pla-
zo, muy difíciles de identificar durante el período del proyecto. Sin
embargo, se podría plantear como hipólesis, que una vez logrado el
equ ilibrio de las poblaciones anécicas, los procesos de movim iento y
enriquecimiento de nutrientes del suelo podrían acelerarse.

De los resultados de este proyeclo se deriva que la inoculación del


suelo con lombrices anécicas es una práctica de manejo conveniente

BolctÍll /NIA, N' 140


lombrices de Tierra como Agentes Mejora dores de las Propiedades Físicas del Suelo en Huertos frutales

para mejorar las propiedades físicas de éste. Se trata de un proceso


lento, que toma tiempo y además se requiere contar con las cantida-
des importantes de lombrices. En consecuencia, se recomienda la rea-
lización de la inoculación como un proceso paulatino, donde lapo-
blación de lombrices vaya aumentando, por una parte producto de la
inoculación, y por otra, por su propia reproducción y colonización del
tem~no.

Para iniciar el proceso de inoculación, las lombrices anécicas se pue-


den obtener de zonas del país donde existen en forma natural. Sin
embargo, esto puede tener un costo elevado, y por Olra parte, puede
provocar un desequilibrio de la fauna en el suelo de origen, si se rea-
l izan extracciones indiscriminadas. Por lo tanto, es necesario, a partir
de ejemplares traídos desde su medio natural, ini ciar un proceso de
reproducción y crianza artificial de lombrices anécicas, en el propio
predio, lo que perm iti rá ir obteniendo los individuos necesarios para
mantener un proceso paulatino de inocu lación en el tiempo.

En este documento se presenta formas de extracción de lombrices, se


indica un protocolo de cría de este tipo de lombrices y se detalla la
forma de inocular el suelo. En este sentido, especial cuidado deberá
tenerse en acondicionar los lugares de inoculación con suficiente ma-
teria orgánica para proveer de la alimentación y condi ciones del me-
dio, que favorezcan el crecimiento y desarrollo de la lombriz y asegu-
ren su permanencia, lo que implica, entre otras cosas, la aplicación de
materia orgánica, guano, el uso de cubiertas vegetales y rnulch.

Este trabajo es sin duda uno de carácter prel iminar en estos temas,
quedando muchas preguntas por responder. Sin embargo, se ha de-
mostrado que, a través de técnicas relativamente sencillas es posible
favorecer el desarrollo de las lombrices endogeas, inocular un suelo
con anécicas y observar sus efectos benéficos en plazos razonables. Al
implementar estas técnicas en huertos frut:ales, se estará favoreciendo
la protección del suelo y contribuyendo a la sustentabi li dad del siste-
ma productivo.

Bolelí11 IN!A, N• 140


CAPITULO 8

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