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Cuidados de Enfermería en la Esquizofrenia

8 octubre, 2017

Cuidados de Enfermería en la Esquizofrenia

La esquizofrenia es una enfermedad cerebral de carácter grave.


Provoca distorsión de pensamientos y conductas agresivas e
incluso violentas. No se conocen las causas exactas que la
provocan pero se cree que los factores genéticos son determinantes
para su aparición. Los síntomas son múltiples y graduales con el
paso del tiempo. Los más característicos son la pérdida de
relaciones sociales, apatía, delirios y alucinaciones.

Autores:

Elena Pereira Jiménez DUE. Interclinik

Ana Hermosín Alcalde DUE. Centro de diálisis Diaverum (Cartaya).

Alejandro Núñez Márquez .DUE. Hospital San Juan de Dios


(Bormujo)

Resumen

La esquizofrenia se diagnostica a través del historial clínico y de


pruebas específicas como TAC craneal entre otras. A tratarse de
una enfermedad crónica, el tratamiento será continuado e incluye
antipsicóticos y psicoterapia. Los cuidados de enfermería incluirán
cuidados físicos y control de medicación, pero también favorecerá
en la medida de lo posible la estabilidad y la reinserción social del
paciente.
Palabras clave: enfermedad psicológica, delirios, alucinaciones,
pensamientos, autismo.

Introducción

La esquizofrenia es una enfermedad cerebral grave. Las personas


que la padecen pueden escuchar voces que no están allí. Ellos
pueden pensar que otras personas quieren hacerles daño. A veces
no tiene sentido cuando hablan. Este trastorno hace que sea difícil
para ellos mantener un trabajo o cuidar de sí mismos.

Los síntomas de la esquizofrenia suelen comenzar entre los 16 y 30


años. Los hombres a menudo desarrollan síntomas a una edad más
temprana que las mujeres. Por lo general no se desarrolla después
de los 45 años. Hay tres tipos de síntomas:

Síntomas psicóticos distorsionan el pensamiento de una persona.


Estos incluyen alucinaciones (ver o escuchar cosas que no existen),
delirios (creencias que no son ciertas), dificultad para organizar
pensamientos y movimientos extraños

Síntomas «negativos» hacen que sea difícil mostrar las emociones


y tener una conducta normal. Una persona puede parecer deprimida
y retraída.

Síntomas cognitivos afectan el proceso de pensamiento. Estos


incluyen problemas para usar información, la toma de decisiones, y
prestar atención.

No se conoce la causa de la esquizofrenia. Sus genes, el medio


ambiente y la química del cerebro pueden tener un rol.
No hay cura. Los medicamentos pueden ayudar a controlar muchos
de los síntomas. Es posible que deba probar diferentes
medicamentos para ver cuál funciona mejor. Deben permanecer en
tratamiento durante el tiempo que su médico lo recomienda. Los
tratamientos adicionales pueden ayudarle día a día a lidiar con la
enfermedad. Estos incluyen la terapia, educación familiar, la
rehabilitación y la capacitación profesional.

Causas

La esquizofrenia es una enfermedad compleja. Los expertos en


salud mental no están seguros de cuál es su causa. Es posible que
influyan los genes.

Se presenta por igual en hombres y mujeres. Generalmente


comienza en la adolescencia o en los primeros años de la adultez,
pero puede empezar más tarde en la vida. Tiende a empezar más
tarde en las mujeres y es una afección más leve.

La esquizofrenia en los niños por lo general comienza después de


los 5 años de edad. Es poco común en la niñez y puede ser difícil
diferenciarla de otros problemas del desarrollo, como el autismo.

Síntomas

Los síntomas generalmente se van presentando lentamente a lo


largo de meses o años. La persona puede tener muchos síntomas,
o solo algunos.
Las personas con esquizofrenia pueden tener dificultad para
conservar amigos y para trabajar. También pueden tener problemas
de ansiedad, depresión y pensamientos o comportamientos
suicidas.

Los síntomas iniciales pueden incluir:

Sentirse irritable o tenso

Dificultad para concentrarse

Dificultad para dormir

A medida que la enfermedad continúa, la persona puede tener


problemas con el pensamiento, las emociones y el comportamiento,
como:

Escuchar o ver cosas que no existen (alucinaciones)

Aislamiento

Disminución de las emociones en el tono de voz o expresión facial

Problemas para entender y tomar decisiones

Problemas para prestar atención y mantener la atención en las


actividades

Creencias fuertemente sostenidas que no son reales (delirios)

Hablar de una forma que no tiene sentido

Los pensamientos que «saltan» entre diferentes temas


(asociaciones sueltas)

Diagnóstico
El diagnóstico de la esquizofrenia se realiza a través de la historia
clínica del paciente, donde se reflejan tanto los antecedentes
familiares como los acontecimientos sufridos por el paciente y los
tratamientos prescritos, así como una entrevista a las personas que
forman parte del entorno del paciente. El diagnóstico de la
esquizofrenia se basa en criterios clínicos reforzados por pruebas
psicométricas, neuropsicológicas y, en determinados casos y como
complemento al diagnóstico, se emplean pruebas de neuroimagen.
Se requieren, por tanto y en base a las clasificaciones actuales, la
presencia de:

Síntomas positivos (delirios, alucinaciones).

Síntomas negativos (aplanamiento afectivo, abulia-apatía,


afectación de la atención).

Desorganización del pensamiento, de la conducta y del lenguaje.

Estos síntomas deben existir durante al menos 6 meses, y no


deberse a otras situaciones psicopatológicas o tóxicas.

La esquizofrenia no suele ser de aparición súbita, sino que suele


desencadenarse con un primer periodo cuya duración oscila entre
varios días y años, en los cuales el paciente, progresivamente,
presenta cambios mínimos de carácter, disminución en el
rendimiento escolar/laboral, aumento de la ansiedad y, finalmente,
aislamiento social.

En la aparición del primer episodio psicótico suelen predominar de


forma clara los síntomas de tipo positivo, aunque en determinados
tipos de esquizofrenia estos síntomas están disminuidos o
ausentes. En esta fase inicial o aguda, es importante descartar
mediante algunas pruebas la presencia de otros trastornos que
pudieran manifestarse de la misma forma. Por tanto se requiere la
determinación de tóxicos en orina o en sangre, test de embarazo en
mujeres, TAC craneal y electroencefalograma para excluir tumores
o infecciones del sistema nervioso.

Tras este primer episodio, el paciente suele precisar hospitalización,


donde se realiza un primer diagnóstico y se establece el
tratamiento, que el paciente deberá seguir de forma rigurosa
durante al menos dos años. Los factores que pueden considerarse
favorables al pronóstico de la enfermedad son:

Aparición tardía de la enfermedad.

Buena adaptación y seguimiento del tratamiento.

Ritmo de vida estable, con horarios de trabajo y descanso fijos, y


evitando el consumo de cualquier tipo de droga (alcohol, tabaco…).

Ausencia de antecedentes familiares de trastornos afectivos y de


alteraciones neuroestructurales en el propio paciente.

Buenos resultados en las pruebas neuropsicológicas.

Tratamiento

Durante un episodio de esquizofrenia, la persona puede necesitar


hospitalización por razones de seguridad.

MEDICINAS

Los medicamentos antipsicóticos son el tratamiento más efectivo


para la esquizofrenia. Estos cambian el equilibrio de químicos en el
cerebro y pueden ayudar a controlar los síntomas.
Estos medicamentos pueden causar efectos secundarios, pero
muchos efectos secundarios pueden manejarse. Los efectos
secundarios no deben impedir que la persona reciba tratamiento
para este serio trastorno.

Los efectos secundarios comunes de los antipsicóticos pueden


incluir:

Vértigo

Sensaciones de inquietud o nerviosismo

Somnolencia (sedación)

Movimientos lentos

Temblor

Aumento de peso

El uso prolongado de antipsicóticos puede incrementar el riesgo de


un trastorno del movimiento llamado discinesia tardía. Esta
enfermedad provoca movimientos repetitivos que la persona no
puede controlar. Llame a su proveedor de atención médica
enseguida si usted o un miembro de la familia puede tener esta
afección debido a una medicina.

Cuando la esquizofrenia no mejora con antipsicóticos, se puede


probar con otras medicinas.

La esquizofrenia es una enfermedad crónica y la mayoría de las


personas que la padecen necesitan estar con medicación
antipsicótica de por vida.

PROGRAMAS Y TERAPIAS DE APOYO


La psicoterapia de apoyo puede ser útil para muchas personas con
esquizofrenia. Las técnicas conductistas, tales como el
entrenamiento de habilidades sociales, pueden ayudarle a la
persona a desempeñarse mejor en situaciones sociales y laborales.
El entrenamiento en el trabajo y las clases de fortalecimiento de las
relaciones también son importantes.

Los miembros de la familia y los cuidadores son muy importantes


durante el tratamiento. La terapia puede enseñar habilidades
importantes, como:

Hacerle frente a los síntomas que persisten, incluso mientras esté


tomando medicinas.

Llevar un estilo de vida saludable, que incluye dormir bien y evitar


las drogas psicoactivas.

Tomar las medicinas correctamente y manejar los efectos


secundarios.

Estar atento al regreso de los síntomas y saber qué hacer cuando


reaparezcan.

Conseguir los servicios de apoyo apropiados.

Prevención

La esquizofrenia no se puede prevenir.

Los síntomas se pueden prevenir tomando los medicamentos


exactamente como el médico le indicó. Los síntomas
probablemente reaparecerán si se suspende el medicamento.
El cambio o suspensión de los medicamentos solo lo debe hacer el
médico que los recetó.

Cuidados de enfermería.

Las intervenciones de enfermería en la Fase Aguda de la


esquizofrenia son:

– Cuidados físicos: mantenimiento de la hidratación, nutrición e


higiene.

– Administración del tratamiento farmacológico: asegurando la toma


y detectando la aparición de efectos secundarios. Control de las
constantes.

– Ante la aparición de ideas delirantes y alucinaciones hay que


orientar al paciente en la realidad, ganar la confianza del paciente
escuchando sus ideas delirantes, evitar negar o discutir las
alteraciones del pensamiento que se expresen en la comunicación
verbal(pero nunca dar a entender que se aceptan), estar el mayor
tiempo posible a su lado para trasmitirle seguridad, hacerle seguir
los horarios de sueño y alimentación, disminuir los estímulos
exteriores y asegurar un entorno de seguridad para el paciente.

– Ante el paciente agitado o con conductas hostiles una sujeción


mecánica, mantener la calma y hablarle de forma suave y mantener
el contacto visual y atender a sus demandas.

– Ante el paciente con conductas inhibidas acompañarle al paciente


durante periodos regulares, no abrumar con palabras, hacerle
cumplir la rutina del Servicio, horarios de comidas, etc y añadir
estímulos externos que puedan motivarle: juegos, actividades, etc.

En la Fase Residual de la enfermedad:

– Control de la medicación a nivel ambulatorio, a través de


consultas de enfermería.

Crear obligaciones rutinarias para evitar que esté desocupado o que


permanezca largas horas encamado. Orientarle a recursos de
terapia ocupacional.

– Favorecer la reinserción social y el contacto con la gente y con el


mundo externo.

El objetivo general es intentar que el paciente adquiera la máxima


independencia para que pueda valerse por sí mismo, tanto
socialmente como dentro del ámbito familiar, consiguiendo así la
mejor calidad de vida posible.

Conclusión

Los cuidados de enfermería en pacientes con esquizofrenia tendrán


dos fases bien diferenciadas. La primera controlará el estado físico
del paciente y vigilará estado nutricional e higiene, así como
aparición de conductas violentas características de esta
enfermedad. La segunda es controlar la medicación necesaria y
favorecer la independencia y la reinserción social del paciente.
Bibliografía

1.- Schulz SC, Goerke D, O’Sullivan D, Jasberg SG. Early-stage


schizophrenia. In: Gabbard GO, ed.Gabbard’s Treatments of
Psychiatric Disorders. 5th ed. Arlington, VA: American Psychiatric
Publishing; 2014: chap 8.

2.- American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical


Manual of Mental Disorders. 5th ed. Arlington, VA: American
Psychiatric Publishing. 2013.

3.- Freudenreich O, Brown HE, Holt DJ. Psychosis and


schizophrenia. In: Stern TA, Fava M, Wilens TE, Rosenbaum JF,
eds. Massachusetts General Hospital Comprehensive Clinical
Psychiatry. 2nd ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2016: chap 28.

CategoríasEnfermería

Etiquetasalucinaciones, autismo, delirios, enfermedad psicológica,


pensamientos

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