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LO TOTALMENTE OTRO
Dimensión de la Trascendencia
La perfección de lo humano
Axiológico (valores)
LO ESPIRITUAL
LOS OTROS LO OTRO
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Grupo laboral La solidaridad global
El Bienestar
Sociedad
Autoconocimiento
Autocritica
En el centro del Universo está el hombre, imagen de Dios, criatura privilegiada, digna sobre
todas las cosas de la Tierra.
HUMANISMO CRISTIANO
El humanismo es una actitud que intenta reencontrar y recuperar tanto la dignidad, los derechos y las libertades
del ser humano, como su desarrollo y progreso en el mundo en que vive. Esta actitud, siendo una doctrina y
cultura, tiene su origen en la cultura grecolatina y en el renacimiento, y puede presentarse bajo varias facetas,
las cuales excluyen, a veces, la dimensión trascendental del ser humano.
Sin embargo, el humanismo cristiano entiende que la búsqueda y reencuentro de los fundamentos de la
grandeza del ser humano, arriba mencionados, nunca pueden efectuarse sin el Dios que se ha revelado
plenamente en Jesucristo para salvar al hombre íntegro.
El humanismo cristiano puede definirse como concepción de la persona humana y de la sociedad que se
fundamenta en los valores y principios del cristianismo, proyectando hacia la sociedad humana dichos valores y
principios para inspirar las relaciones entre los seres humanos y orientarlos en su labor de construir un orden
social justo, solidario y ético.
El humanismo cristiano cree en la providencia de Dios Padre, espera la salvación del mundo por medio de su
Hijo unigénito, Jesucristo, y propugna la caridad en la verdad, es decir, el amor fraterno o fraternidad humana,
como ley fundamental del Cristianismo, para el progreso y desarrollo integral del ser humano y de la
humanidad, dando respuestas a los problemas que azotan al hombre: del hambre, miseria, pobreza, guerras,
violencia, injusticia, desigualdad, analfabetismo y enfermedades endémicas que padece y sufre.
El humanismo cristiano tienen dos fuentes principales: la filosofía cristiana y la Doctrina social de la Iglesia,
que trazan líneas de orientaciones a cerca de la concepción de la persona, los valores del orden social, la justicia
en las relaciones humanas y entre los Estados, el bien común como finalidad de la acción política y la ética
como sustento de ésta.
La Caridad en la verdad es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la
humanidad. Tiene su origen en Dios, Amor eterno y es la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia.
Además, ella da verdadera sustancia a la relación con Dios y con el prójimo.