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Clavícula
La clavícula conecta el miembro superior al tronco (figs. 3-
3 y 3-4). El cuerpo de la clavícula tiene una doble curvatura
en el plano horizontal. Su mitad medial es convexa
anteriormente, y su extremidad esternal, de mayor tamaño
y forma triangular, se articula con el manubrio del esternón
en la articulación esternoclavicular. Su mitad lateral es
cóncava anteriormente, y su extremidad acromial, de
forma plana, se articula con el acromion de la escápula en
la articulación acromioclavicular (figs. 3-3 B y 3-4). Los dos
tercios mediales del cuerpo de la clavícula son convexos
anteriormente, mientras que el tercio lateral es plano y
cóncavo anteriormente. Estas curvaturas aumentan su
flexibilidad y le dan la apariencia de una S mayúscula
alargada. La clavícula:
Fig. 3-4. Clavícula derecha.Características destacables de las caras superior e inferior de la clavícula.
Este hueso actúa como un soporte móvil (travesaño de sostén) que conecta el miembro superior al
tronco; su longitud permite al miembro girar alrededor del tronco.
La clavícula es subcutánea y puede palparse en toda su
longitud, por lo que a menudo se utiliza como punto de
referencia para procedimientos clínicos.
Escápula
La escápula es un hueso triangular plano que se encuentra
en la cara posterolateral del tórax y descansa sobre las
costillas 2ª a 7ª (fig. 4-1 B). La espina de la escápula es una
gruesa proyección ósea que divide de forma asimétrica
la cara posterior de la escápula, convexa, en una fosa
supraespinosa, de pequeño tamaño, y una fosa
infraespinosa, mucho mayor (fig. 3-5 A). La cara
costal cóncava de la mayor parte de la escápula presenta
una amplia fosa subescapular. Las amplias superficies
óseas de las tres fosas proporcionan inserción para
músculos gruesos. El cuerpo de la escápula, triangular, es
delgado y translúcido superior e inferiormente a la espina de
la escápula, aunque sus bordes, especialmente el lateral,
son algo más gruesos. La espina de la escápula se continúa
lateralmente con una expansión plana
denominada acromion (del griego akros, punto más
elevado), que forma el punto subcutáneo más elevado del
hombro y se articula con la extremidad acromial de la
clavícula. El tubérculo deltoideo de la espina de la
escápula es una prominencia que marca el punto medial de
inserción del deltoides. La espina de la escápula y el
acromion sirven de brazo de palanca para los músculos que
se insertan en ellos, en particular el trapecio.
Fig. 3-5. Escápula derecha. A) Características óseas de las caras costal y posterior de la escápula. B)
Bordes y ángulos de la escápula. C) La escápula está suspendida de la clavícula por el ligamento
coracoclavicular, que permite alcanzar un equilibrio entre el peso de la escápula y los músculos que se
insertan en ella más la actividad muscular, medialmente, y el peso del miembro libre lateralmente. D. Vista
lateral de la escápula.
Superolateralmente, la cara lateral de la escápula tiene
una cavidad glenoidea (del griego, receptáculo) que
contacta y se articula con la cabeza del húmero en la
articulación del hombro (fig. 3-5 A y C). La cavidad glenoidea
es una fosa poco profunda, cóncava y ovalada, que se
orienta anterolateralmente y en sentido ligeramente
ascendente; su tamaño es considerablemente inferior al de
la cabeza del húmero, para la que actúa de receptáculo.
El proceso (apófisis) coracoides, semejante a un pico (del
griego korako-dés, como el pico de un cuervo), se sitúa en
posición superior a la cavidad glenoidea y se proyecta
anterolateralmente. Por su tamaño, forma y dirección, este
proceso también recuerda a un dedo doblado que apunta
hacia el hombro y en cuyo nudillo tiene su inserción inferior
el sistema de sujeción pasiva constituido por el ligamento
coracoclavicular.
Húmero
El húmero (hueso del brazo) es el hueso más grande del
miembro superior; se articula con la escápula en la
articulación del hombro y con el radio y la ulna en la
articulación del codo (figs. 3-1, 3-3 y 3-5 C). El extremo
proximal del húmero está formado por una cabeza, los
cuellos quirúrgico y anatómico, y los tubérculos mayor y
menor. La cabeza del húmero, de forma esférica, se articula
con la cavidad glenoidea de la escápula. El cuello
anatómico del húmero está formado por el surco que
circunscribe la cabeza y la separa de los tubérculos mayor y
menor, e indica la línea donde se inserta la cápsula de la
articulación del hombro. El cuello quirúrgico del húmero,
que con frecuencia es lugar de fracturas, es la parte estrecha
situada distalmente a la cabeza y los tubérculos (fig. 3-3 B).
Fig. 3-6. Extremo distal del húmero derecho. A y B) El cóndilo (cuyos límites están señalados por la
línea de puntos) consta del capítulo (cóndilo), la tróclea y las fosas radial, coronoidea y del olécranon.
Fig. 3-7. Huesos de la región del codo derecho. A) Porción proximal de la ulna. B) Huesos de la región
del codo, mostrando la relación entre la porción distal del húmero y la proximal de la ulna y el radio
durante la extensión de la articulación del codo. C) Relación del húmero y los huesos del antebrazo
durante la flexión de la articulación del codo.
El olécranon y el proceso coronoides forman las paredes de
la incisura troclear, que de perfil recuerda a las mandíbulas
de una llave inglesa que se cierra alrededor de (se articula
con) la tróclea del húmero (fig. 3-7 B y C). La articulación
entre la ulna y el húmero en general sólo permite
movimientos de flexión y extensión del codo, aunque en la
pronación y la supinación del antebrazo tiene lugar un cierto
grado de abducción-aducción. Inferior al proceso coronoides
se encuentra la tuberosidad de la ulna, en la cual se inserta
el tendón del músculo braquial (figs. 3-7 A y 3-8 A y B).
Fig. 3-8. Radio y ulna derechos. A y B) Se muestran el radio y la ulna en su posición articulada,
conectados por la membrana interósea. C y D) Características de los extremos distales de los huesos del
antebrazo. E) En la sección transversal, los cuerpos del radio y de la ulna parecen casi imágenes
especulares uno del otro en gran parte de los tercios medio y distal de su longitud.
En la cara lateral del proceso coronoides se halla una
concavidad redondeada y lisa, la incisura radial, que
contacta con la periferia ensanchada de la cabeza del radio.
Inferior a la incisura radial, en la cara lateral del cuerpo de la
ulna, se encuentra una cresta prominente: la cresta del
músculo supinador. Entre esta y la parte distal del proceso
coronoides existe una concavidad denominada fosa del
supinador. La parte más profunda del músculo supinador
se inserta en la cresta y la fosa del supinador (fig. 3-7 A).
Huesos de la mano
El carpo, o muñeca, está compuesto por ocho huesos
carpianos dispuestos en dos filas de cuatro, una proximal y
una distal (fig. 3-9A a C). Localizados en la unión del
antebrazo y la mano, estos pequeños huesos brindan
flexibilidad al carpo. El carpo es marcadamente convexo de
lado a lado en su cara posterior y cóncavo en la anterior. Las
dos filas de huesos carpianos se deslizan una sobre otra, y
así aumenta la amplitud de movimientos de la articulación
radiocarpiana; además, cada hueso se desliza sobre los que
le son adyacentes.
Fig. 3-9. Huesos de la mano derecha. A a C) El esqueleto de la mano consta de tres segmentos: los
huesos carpianos del carpo (subdivididos a su vez en filas distal y proximal), los metacarpianos de la
palma y las falanges de los dedos. R, radio; U, ulna. D) Extremo distal del antebrazo y mano de un niño
de 2,5 años de edad. Son visibles los centros de osificación de sólo cuatro huesos del carpo. Obsérvese
la epífisis distal del radio (R). E) Extremo distal del antebrazo y mano de un niño de 11 años de edad. Son
visibles los centros de osificación de todos los huesos del carpo. La flecha señala el pisiforme situado
sobre la cara anterior del piramidal. La epífisis distal de la ulna está osificada, pero las placas (líneas)
epifisarias permanecen abiertas (es decir, aún están sin osificar).
De lateral a medial, los cuatro huesos de la fila proximal del
carpo (en color morado en la fig. 3-9 A y B) son:
Fig. 3-12. Anatomía de superficie de los huesos y formaciones óseas de la región del codo.
El borde posterior de la ulna, palpable a lo largo de todo el
antebrazo, marca el límite posteromedial entre los
compartimentos flexor-pronador y extensor-supinador del
antebrazo. La cabeza de la ulna forma una gran prominencia
subcutánea redondeada fácilmente visible y palpable en el
lado medial de la cara dorsal del carpo, en especial cuando
la mano se encuentra en pronación. El puntiagudo proceso
estiloides de la ulna, también subcutáneo, puede notarse
ligeramente distal a la redondeada cabeza de la ulna cuando
la mano se encuentra en supinación.