2.3. Modelo de Anteproyecto

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Comentado [H1]: ESTE TÍTULO DEBE OCUPAR EL PRIMER
RENGLÓN DE LA PÁGINA.
¿EL JUEZ DE CONOCIMIENTO DEBERÍA HACER UN CONTROL MATERIAL
FRENTE A LA ACUSACIÓN EN EL SISTEMA PROCESAL PENAL COLOMBIANO? Comentado [H2]: EL INTERLINEADO DE TODA LA PÁGINA ES 2.
JUAN PERICO DE LOS PALOTES Comentado [H3]: EL NOMBRE O NOMBRES DE LOS

ESTUDIANTES DEBEN UBICARSE EN EL CENTRO DE LA HOJA.
Comentado [H4]: TODO EL TEXTO DEBE IR CENTRADO, SIN

NEGRILLAS Y EN MAYÚSCULAS.
INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA DE COLOMBIA
PROGRAMA DE DERECHO
BOGOTÁ, D.C.
Comentado [H5]: MES Y AÑO EN QUE SE VA A GRADUAR; DEBE
MARZO, 2019 OCUPAR EL ÚLTIMO RENGLÓN DE LA PÁGINA.
¿EL JUEZ DE CONOCIMIENTO DEBERÍA HACER UN CONTROL MATERIAL FRENTE A LA ACUSACIÓN EN EL SISTEMA PROCESAL
PENAL COLOMBIANO?
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EL TÍTULO DEBE HACERSE EN TIMES NEW ROMAN No. 7, A 1 CM DEL BORDE SUPERIOR, CENTRADO, IDEM AL MODELO
Introducción
El primero (01) de enero de dos mil cinco (2005), en Colombia se presentó un profundo
cambio en el sistema procesal penal. En el año 2000 se reformó estructuralmente la parte
sustantiva del derecho penal, desde una visión dogmática (poco entendible para el
ciudadano de a pie) que se correspondía con las nuevas teorías del delito germanas,
tratando de superar el positivismo naturalista (cientificista y técnico-jurídico). Una de las
premisas principales de la reforma era la superación del derecho penal de autor,
sustituyéndolo por un derecho penal de acto, tal y como se puede desprender del término
conducta punible expresado en el artículo 9 del código penal colombiano actual y no hecho
punible (Código penal de 1980) como corresponde con una visión causalista del delito,
según la cual, se le equipara con un fenómeno natural, definido así desde la noción
mecanicista de causa y efecto. El peligrosísimo que se desprende de esta visión ha sido
detectado desde entonces como uno de los factores que más inciden en la exacerbación de
la privación de la libertad en tanto sistema penal cautelar de contención de la peligrosidad
se puede señalar que se intentó construir un derecho penal sustantivo más acorde con el
modelo de Estado social y democrático de derecho, haciendo énfasis en el carácter
de ultima ratio del derecho penal a través del principio de necesidad, de la exigencia de la
verificación de un desvalor de resultado como requisito de la existencia de una conducta
punible observable en la lesión a bienes jurídicos, y finalmente, con la exclusión del
derecho penal de autor transgresor de principios constitucionales como la presunción de
inocencia, el debido proceso y la igualdad. No obstante, una cosa es lo que prometen las
reformas legales y otra la cruda realidad, pues las viejas y enquistadas prácticas de los
operadores jurídicos se perpetúan con las vulneraciones de garantías penales que llevan
consigo.
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Algo similar ocurrió con la reforma al sistema procesal. El Congreso de la República, en
el año 2002, expide el Acto Legislativo 03, modificatorio de la Constitución Política, dando
así la bienvenida a una nueva concepción del proceso en materia penal; una vez abierta la
puerta a través de la Carta Política, fue expedida la Ley 906 de 2004, actual código de
procedimiento penal colombiano,5 con el propósito de superar el antiguo modelo procesal
con tendencia inquisitorial. El argumento fue siempre el de la ineficacia de este viejo y
escriturario sistema de procedimientos, además de la fusión de funciones investigativas y
judiciales en el ente acusador colombiano (Fiscalía General de la Nación), tal como se
concibió a raíz de la gran reforma constitucional de 1991. Claramente la eficiencia es un
criterio de análisis que proviene de la cultura anglosajona, según la cual, el mundo político
y jurídico se debe construir bajo la premisa del mayor beneficio para la mayor cantidad de
ciudadanos. Bajo esta visión utilitarista, la eficacia fue entendida de forma rápida y
equivocada, como la producción masiva de privaciones de la libertad; criterio con el que
aún son evaluados los fiscales. Sin embargo, aun cuando las prisiones colombianas han
estado sobrepobladas desde su origen, en 1998 la Corte Constitucional expresó en una de
sus decisiones, que la situación de vulneración de derechos fundamentales de las personas
privadas de la libertad en Colombia era masiva, diagnóstico que luego sostuvo en otra
sentencia en el año de 20136 y de modo más reciente en una de 2015.7 En suma, el sistema
penal acusatorio colombiano, pese a su implementación relativamente reciente, se ha ido
reformando bajo el argumento del eficientísimo penal, desvirtuando de forma constante sus
principios político-criminales. Empero, de modo paralelo, ha emergido la necesidad de
reformar el sistema de investigación, enjuiciamiento y privación de la libertad retornando a
las nociones originarias del sistema acusatorio, tal y como fue concebido en el año de 2004.
Ello es así no sólo por la evidente y abrumadora realidad carcelaria, sino además por la
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necesidad de acoplar nuestro sistema de procedimiento penal a la realidad de un país aún en
conflicto. Una manera es la de buscar enfatizar en las salidas alternas, como medida de
contención del hacinamiento carcelario y de racionalización de los recursos del sistema.
Podría decirse que la acumulación de estos y otros criterios, ha justificado la reforma del
proceso hasta la constitución de un proceso híbrido que se está alejando de un modelo de
enjuiciamiento acusatorio y de adversarios.
Con todo lo anterior, es innegable que Colombia ha evolucionado en materia procesal
penal y que no se puede retornar al modelo con inclinación inquisitorial; sin embargo, se
deben hacer análisis críticos que permitan evidenciar los problemas teórico-prácticos de la
implementación del mencionado modelo procesal.
A través del presente trabajo, se podrá verificar la función acusadora de la Fiscalía
General de la Nación, como un acto de parte y el rol que cumple el juez frente al
llamamiento a juico que se hace y si además del control formal que realiza en la actualidad,
debería ejercer el control material sobre ese acto de parte que es la acusación como acto
complejo.
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Descripción del problema
A diferencia de los esquemas procesales penales que con anterioridad se encontraron
vigentes en Colombia, en el nuevo sistema procesal penal, conocido como la Ley 906 de
2004, el rol de la Fiscalía General de la Nación, sufrió una profunda transformación, ya que
el papel del fiscal se enfoca en la búsqueda de evidencias destinadas a desvirtuar la
presunción de inocencia del procesado, lo cual constituye la diferencia en el método
adversarial. En esa medida la investigación que adelantas la Fiscalía se enfoca
primordialmente a desvirtuar la presunción de inocencia que ampara al individuo objeto de
investigación, lo que no significa que, de hallarse evidencia que resulte favorable a los
intereses del mismo, ésta deba ser puesta a disposición de la defensa.
Ello implica que conforme al actual esquema procesal penal colombiano, el sistema
impone a la defensa una actitud diligente en la recolección de los elementos de convicción
a su alcance, dado que acorde con la dinámica de un sistema adversarial, la defensa está en
el deber de recaudar por cuenta propia el material probatorio de descargo, siendo evidente
que tanto el procesado como su defensor, deben asumir una presencia dinámica en el
proceso.
No puede pasar inadvertido que, la investigación de los hechos que revisten
características delictuales se inicia desde el momento en que la Fiscalía tiene conocimiento
de la notitia criminis, bien sea a través de denuncia, querella, petición especial o cualquier
otro medio idóneo1.
Y la Fiscalía, en una primera fase de indagaciones, verifica la real ocurrencia de los
hechos y establece si los mismos son constitutivos de delito, además de determinar quién
1
Corte Constitucional, Sentencia C-1194/05 M.P. Dr. MARCO GERARDO MONROY CABRA, 22 de noviembre
de 20015
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puede ser su autor, coautor, determinador o cómplice y esta fase de indagación es reservada
y se caracteriza por una alta incertidumbre probatoria, despejada apenas por los datos que
arroja la notitia criminis.
Cumplida la indagación, la Fiscalía puede formular ante el juez de garantías la
imputación contra el individuo del que considera existe una inferencia de autoría y
responsabilidad frente a los hechos que constituyen la configuración de un delito y ello lo
hace ante el Juez de Control de Garantías, tal como así lo autoriza el artículo 286 de la Ley
906 de 2004. Desde ese momento, el sospechoso adquiere la condición de imputado (art.
126 C.P.P.) según la identificación que de él haga la Fiscalía (art. 128 C.P.P.), calidad que
le confiere las mismas atribuciones asignadas a la defensa que resulten compatibles con su
condición (art. 130 del C.P.P.).
Formalmente, la presentación del escrito de acusación marca el final de la etapa de
investigación y da inicio a una etapa de transición entre aquella y el juicio oral. Los fines
primordiales de esta fase son la delimitación de los temas que serán debatidos en el juicio
oral y la fijación de los elementos de convicción que podrán practicarse como pruebas en el
juicio. El objetivo general de la acusación es depurar el debate que será llevado a instancias
del juez de conocimiento en el juicio, de manera que allí sólo se discuta lo relativo a la
responsabilidad penal del imputado.
En esa medida, la figura jurídica de la acusación en el esquema procesal penal
colombiano, aparece regulada a partir de los artículos 335 a 347 de la Ley 906 de 2004.
Y se debe entender que la acusación es un acto formal a través del cual a Fiscalía
General de la Nación, con la facultad consagrada en el artículo 250 de la Constitución
Colombiana, informa al imputado, que ante el Juez de Conocimiento competente, solicitará
el inicio de un juicio en su contra porque estima, que de los medios de prueba y evidencia
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probatoria recolectada existe una causa probable de autoría y responsabilidad respecto de
los hechos que se le atribuyen y el delito que se le enrostra, además de la modalidad de
intervención, bien sea como autor, cómplice, determinador.
De otro lado, el acto de acusación está integrado por dos componentes a saber: el
primero, el escrito de acusación que en esencia debe reunir los requisitos del artículo 337 de
la Ley 906 de 2004, del cual se debe dar traslado a la defensa, Ministerio Público y
Apoderado de víctimas y el segundo, se presenta en el acto propio de la audiencia de
acusación, cuando el Fiscal Delegado, formula la acusación ante el juez de conocimiento.
Y una vez se han adelantado la etapa de investigación, se procede a la presentación del
escrito de acusación, porque la Fiscalía General de la Nación a través de su Delegado, ha
recolectado elementos materiales de prueba (EMP) y evidencia física (EF) y verifica el
cumplimiento de la exigencia de los postulados del artículo 336 de la Ley 906 de 2004, a
cuyo tenor:
“El fiscal presentará el escrito de acusación ante el juez competente para adelantar el
juicio cuando de los elementos materiales probatorios, evidencia física o información
legalmente obtenida, se pueda afirmar, con probabilidad de verdad, que la conducta
delictiva existió y que el imputado es su autor o partícipe.”
Y el primer paso, para activar la fase de juicio, es la presentación del escrito de
acusación, el que conforme a los requisitos del artículo 337 Ibídem, deberá expresar:
“1. La individualización concreta de quiénes son acusados, incluyendo su nombre, los
datos que sirvan para identificarlo y el domicilio de citaciones.
2. Una relación clara y sucinta de los hechos jurídicamente relevantes, en un lenguaje
comprensible.
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3. El nombre y lugar de citación del abogado de confianza o, en su defecto, del que le
designe el Sistema Nacional de Defensoría Pública.
4. La relación de los bienes y recursos afectados con fines de comiso.
5. El descubrimiento de las pruebas. Para este efecto se presentará documento anexo que
deberá contener:
a) Los hechos que no requieren prueba.
b) La trascripción de las pruebas anticipadas que se quieran aducir al juicio, siempre y
cuando su práctica no pueda repetirse en el mismo.
c) El nombre, dirección y datos personales de los testigos o peritos cuya declaración se
solicite en el juicio.
d) Los documentos, objetos u otros elementos que quieran aducirse, junto con los
respectivos testigos de acreditación.
e) La indicación de los testigos o peritos de descargo indicando su nombre, dirección y
datos personales.
f) Los demás elementos favorables al acusado en poder de la Fiscalía.
g) Las declaraciones o deposiciones.
La Fiscalía solamente entregará copia del escrito de acusación con destino al acusado, al
Ministerio Público y a las víctimas, con fines únicos de información.”
La formulación de acusación en el Sistema Penal Oral Acusatorio es el procedimiento
por medio del cual se concreta la función de acusación atribuida a la Fiscalía, es un acto
dispositivo mediante el cual la Fiscalía materializa la acción penal ante el Juez de
Conocimiento, cuando exista probabilidad de verdad con base en los elementos materiales
probatorios, evidencia física o información legalmente obtenida acerca de la existencia de
la conducta delictiva investigada y de la responsabilidad que se pueda atribuir al imputado.

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En el Sistema Oral Acusatorio Vigente, la acusación es el escrito que el Fiscal que
investiga presenta ante el Juez competente, o de conocimiento, para que se adelante el
juicio cuando se pueda afirmar con probabilidad de verdad que la conducta delictiva
investigada existió y que el imputado es autor o participe de ella.
En esta audiencia comienza el descubrimiento probatorio, correspondiéndole a la
Fiscalía exhibir ante el juez los elementos de convicción y el material probatorio que
pretenda hacer valer como prueba en el juicio oral.
Entendida así la acusación se considera como un acto complejo integrado por dos
elementos a saber:
1. La presentación del escrito de acusación,
2. La formulación de la acusación ante el Juez de Conocimiento.
Se constituye así la audiencia de formulación de acusación como el instrumento procesal
presentado por el fiscal al juez competente mediante el cual acusa formalmente a una
persona como presunto responsable de la comisión de un delito.
El escrito de acusación debe contener la individualización del acusado, con una relación
clara de los hechos que constituyen la imputación fáctica y jurídica de la conducta que se le
atribuye como también su adecuación típica, es decir, que la conducta encuadre, o se
subsuma dentro de uno de los tipos penales contemplados en el Código Penal.
En nuestro Sistema Acusatorio, por ser eminentemente adversarial, el fiscal no está
obligado a recaudar elementos probatorios que exoneren de responsabilidad al imputado,
como sí era obligatorio en el sistema anterior, ya que su función esencial desde el punto de
vista procesal se circunscribe a desvirtuar la presunción de inocencia que acompaña a toda
persona sometida a investigación, sin embargo cuando la Fiscalía encuentra evidencias que
resulten favorables a los intereses del acusado, debe ponerlas a disposición de la defensa.
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Durante la audiencia de formulación de acusación al Juez de Conocimiento le
corresponde ordenar el traslado del escrito de acusación a las partes para que expresen
oralmente las causales de incompetencia, impedimento, recusación o nulidad que
consideren se presentan, como también, para que formulen las observaciones que estimen
en relación con el escrito de acusación, especialmente cuando éste no reúna los requisitos
contemplados en el Artículo 337 del Código de Procedimiento Penal, con el fin de que el
Fiscal las aclare, modifique o corrija.
La probabilidad de verdad inferida como necesaria para la presentación de la acusación,
debe entenderse como un conocimiento exento de duda por parte de la fiscalía, en el
entendido de que la conducta delictiva existió y que el imputado es su autor o participe.
En esta audiencia se reconoce por parte del Juez de Conocimiento la calidad de víctima
de las personas naturales o jurídicas que individual o colectivamente hayan sufrido algún
daño como consecuencia del delito.
La formulación de acusación es una audiencia eminentemente oral, y no como ocurre en
la práctica, en que los sujetos procesales presentan sus argumentaciones por escrito,
olvidándose de que el Sistema Acusatorio es oral.

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Formulación del problema
Primeramente ha de tenerse en cuenta, que en Colombia, en la actualidad, coexisten dos
esquemas procesales penales, uno, que aparece regulado por la Ley 600 de 2000 y el otro,
gobernado bajo el esquema de la Ley 906 de 2004. Por lo que para lo que es de interés para
este trabajo de investigación, se abordará solamente desde la perspectiva de la última ley
referida.
Y a partir de ahí establecer si conforme a la Facultad otorgada a la Fiscalía General de la
nación a través del artículo 250 de la Constitución y el artículo 336 de la Ley 906 de 2004,
frente a la decisión unilateral de acusar a un imputado, podría el juez de conocimiento, ante
ese acto de parte que es “la acusación”, ejercer un control material.

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Justificación
La acusación delimita el objeto del juicio, permitiendo una adecuada defensa y traza
límites a la sentencia. En esa medida la acusación debe ser clara y precisa para que así no se
preste a la injusticia y al libre arbitrio del juez.
En esa medida, el trámite de la audiencia de acusación se encuentra regulado en el
artículo 339 de la Ley 906 de 2004, constituye, por antonomasia, el escenario propio para el
saneamiento del juicio, pues en ese preciso momento procesal se hace la discusión sobre
aspectos referentes a la competencia, impedimentos, recusaciones, nulidades, si las hubiere,
y las observaciones al escrito de acusación, en relación con los requisitos previstos en el
artículo 337 ibídem.
La importancia de esta audiencia que marca el derrotero de la pretensión acusatoria del
Estado, es innegable, en tanto hito procesal complejo (escrito de acusación y la consecuente
audiencia), precisa de la concreta y clara descripción fáctica y jurídica indispensable para el
desarrollo del juicio2.
Cuando de manera clara en la acusación es evidente que se satisfacen “los elementos de
convicción, de cargo y de descargo, que permitan al Fiscal decidir si formula o no
acusación y, en su caso, al imputado preparar su defensa; determinar si la conducta
incriminada es delictuosa, las circunstancias o móviles de la perpetración, la identidad del
autor o partícipe y de la víctima, así como la existencia del daño causado”3, ello permite
2 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, M.P. Dr. Gustavo Enrique Malo Fernández.
Sentencia SP4323-2015 de abril 16 de 2015
3
EL CONTROL DE LA ACUSACION FISCAL EN LA ETAPA INTERMEDIA, au. VICTOR JIMMY ARBULU MARTINEZ,
Juez Superior Provisional de la Corte del Callao. Maestría en Derecho Civil y Comercial y Maestría en Ciencias
Penales en la Universidad de San Marcos. Post Título en Derecho Procesal Constitucional PUCP.
https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/articulos/a_20100727_01.pdf
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que a cabalidad se materialicen los principios de controversia, de igualdad y se permita
concretar la defensa técnica sin sorprendimiento jurídico – probatorio.
No obstante, en tratándose de un acto de parte, unilateral, el control que ejerce el juez de
conocimiento frente al escrito de acusación y el acto de formulación de acusación, es un
control formal como así se infiere de las previsiones del artículo 337 de la Ley 906 de 2004,
pero en el derecho comparado se puede constatar que se permite al control material por
parte del juez al acto de acusación, para evitar llamamientos a juicios deliberados y que se
desborde la potestad punitiva y de persecución de la acción penal por parte del ente
acusador con nefastas afectaciones de las libertades constitucionales fundamentales.
No en vano pacífica ha sido la jurisprudencia nacional al destacar lo siguiente:
“Características de la formulación de acusación en el sistema acusatorio
colombiano
No sobra recalcar, en primer lugar, que parece existir consenso acerca de la función
tanto sustantiva como instrumental que en el sistema consagrado por la Ley 906 de 2004,
cumple la formulación de acusación, en cuanto, además de representar la pretensión
punitiva del Estado, decantada por la Fiscalía General de la Nación, implica la iniciación de
la fase enjuiciadora.
Es, así, por virtud de la formulación de acusación que dentro del postulado adversarial se
traba la relación contenciosa entre la Fiscalía y la parte representada por el procesado y su
defensor, facultando el proceso de partes que surge de los cargos en concreto presentados
por la Fiscalía, además del correspondiente descubrimiento probatorio a partir del cual se
trata de materializar el principio de igualdad de armas.
Ese acto de acusación, en la legislación colombiana, opera complejo, como
reiteradamente lo ha sostenido la Sala, pues, demanda, a manera de requisito de validez,

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que previo a la celebración de la audiencia de formulación de acusación, se presente por la
Fiscalía un escrito de acusación que contenga aspectos básicos referidos a las partes, la
delimitación fáctica de lo ocurrido, así como su denominación jurídica, y el anexo que
contiene la relación completa e identificación de los elementos materiales probatorios,
evidencia física e informes que ha recolectado en su labor investigativa la Fiscalía.
(…)
El examen de lo contemplado en el Libro III, Titulo l de la Ley 906 de 2004, permite
advertir que ese control debido adelantar por el Juez de Conocimiento en Colombia (en
otras latitudes, donde la verificación es formal y material, se adscribe al juez de garantías,
precisamente porque se entiende que no será éste, sea que se acepte o no la acusación,
quien adelantará eventualmente el juicio), opera apenas formal –de esta manera sucede en
Chile, para citar apenas un ejemplo cercano- sin que se verifiquen aspectos tales como la
contundencia de las pruebas, su legalidad o las posibilidades de que se pueda obtener
condena.”4.
Mírese como es la línea jurisprudencial de nuestro órgano límite jurisdiccional, la que en
desarrollo de la norma procesal penal colombiana, en cuanto a su interpretación y
desarrollo, fija los derroteros frente a la forma en que debe adelantarse la audiencia de
acusación; es más, destaca que ese acto complejo que constituye la acusación, con la
presentación del escrito y la socialización del mismo en audiencia como un acto de
acusación, da inicio a la fase de juicio y alindera las reglas de la controversia jurídica y
probatoria para garantizar el ejercicio del derecho de defensa dentro de un contexto de
igualdad de armas.
4
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, rad. 34370, sentencia del 13 de diciembre de 2010.
También, misma Corte, M.P. Dr. Gustavo Enrique Malo Fernández. Sentencia de 16 de abril de 2015. Rad.
SP4323-2015. 44866.
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Sin embargo, es la misma Corte Suprema de Justicia, quien en distintas decisiones ha
puesto de presente que en el esquema procesal penal colombiano, al juez de conocimiento
no le es permitido ejercer un control material sobre el acto de parte que es la acusación
como así lo ha referido:
“En ese orden, en las oportunidades en las que la Corte ha señalado que la acusación no
es susceptible de ser controlada por el juez desde el punto de vista material, de ningún
modo ha prohijado que ante situaciones que constituyen de manera flagrante afectaciones al
debido proceso, el juez deba hacer caso omiso bajo el subterfugio de estar afectando el
principio de imparcialidad que debe caracterizar sus actuaciones” 5
Es claro entonces, que, si bien es cierto la Ley 906 de 2004, preceptúa que al juez de
conocimiento no le está permitido ejercer un control material sobre el acto de parte que es
la acusación, la línea jurisprudencial de la Corte Suprema de Justicia en su Sala de
Casación Penal, ha venido sentando criterios de viabilidad a fin que se ejerza ese control
material por parte del juez de conocimiento en eventos tales como en aquellos casos en que
se afecta el debido proceso, sin que se precise específicamente cómo y en cuáles. Sin
embargo, ese control material sobre la acusación, podría bien un juez de control de
garantías o un juez de conocimiento distinto de quien adelantaría el juicio para garantizar el
principio de imparcialidad.
5
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, M.P. Dra. Patricia Salazar Cuéllar, rad. AP2405 – 2018
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Objetivos
General:
Determinar si el Juez con Función de Conocimiento podría efectuar el control material
sobre el acto complejo de la acusación, sin que con ello ejerza una intromisión indebida
sobre un acto de parte que es de facultad y potestad de la Fiscalía General de la Nación
como titular de la acción punitiva del Estado.
Específicos:
- Definir las características del acto complejo de la acusación.
- Determinar aspectos normativos y jurisprudenciales en torno al acto de parte que es
la acusación.
- Definir si es suficiente que se ejerza por parte del juez penal de conocimiento el
control formal de la acusación o si resultaría imperioso que se ejerciera el control material
sobre ese acto de parte.
- Identificar si ante la ausencia de control material por parte del juez frente a la
acusación, pueden vulnerarse derechos constitucionales y derechos fundamentales del
indiciado
- Plantear alternativas de solución.
Tratamiento de variables
La acusación
• Control formal y material de la acusación

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Marco de referencia
El Acto Legislativo 03 de 2002, al instituir el nuevo sistema de investigación, acusación
y juzgamiento en materia penal en Colombia, definió los rasgos estructurales y las
características esenciales del sistema procesal penal con tendencia acusatoria, así como las
funciones específicas a cargo del Fiscal y el lugar de las víctimas dentro de dicho sistema
como intervinientes especiales. El constituyente diseñó un esquema propio para responder a
la realidad colombiana.
A partir de ahí, establecido está que el Fiscal es el titular de la acción penal y al ejercer
dicha acción no sólo representa los intereses del Estado sino también promueve los
intereses de las víctimas. Sin embargo, ello no implica en el sistema colombiano que las
víctimas carezcan de derechos de participación (artículos 1 y 2 C.P.) en el proceso penal,
pues su calidad de interviniente especial aparece consagrada en el artículo 250, numeral 7,
de la Carta Política.
Además, en lo que respecta al ejercicio de la acción penal, el sistema procesal penal
consagra, como regla general, la aplicación del principio de legalidad, según el cual la
Fiscalía General de la Nación está obligada a adelantar el ejercicio de la acción penal y a
realizar la investigación de los hechos que revistan las características de un delito que
llegue a su conocimiento “cuando medien suficientes motivos y circunstancias fácticas que
indiquen la posible comisión del mismo”. De tal suerte que el Estado realiza su pretensión
penal sin consideración a la voluntad del ofendido, salvo en los delitos querellables,
interviniendo en la investigación de todos los hechos punibles de que tenga noticia.
Y a partir de esa particular transformación en la forma de investigación y juzgamiento
introducido en el esquema procesal penal colombiano a través del Acto Legislativo 003 de
2004 elevado a norma a través de la Ley 906 de 2004, es que se puede colegir que la
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acusación es un acto del proceso que se fundamenta en la existencia de elementos
materiales probatorios, evidencia física o información legalmente obtenida, de la cual se
pueda inferir, con probabilidad de verdad, que la conducta delictiva existió y que el
imputado es su autor o partícipe (art. 336 C.P.P.). Constituye el marco para el debate
público que se llevará a cabo en el juicio6.
Marco histórico
En los códigos de procedimiento penal, anteriores a la entrada en vigencia de la
Constitución Política de 1991 y antes de la Ley 906 de 2004, el funcionario instructor,
llamado juez de instrucción criminal o fiscal, luego de finalizada la fase instructiva,
profería una resolución a través de la cual calificaba el mérito del sumario y si decidía
acusar, remitía el proceso al juez de la causa, quien decidía, mediante un “auto de
proceder”, si daba inicio a la fase de juzgamiento o si resultaba necesario perfeccionar la
instrucción o precluir la investigación en favor del procesado, debiendo en consecuencia
proferir un “auto de sobreseimiento”. Los estatutos procesales posteriores a la expedición
de la Constitución despojaron al juez de la facultad de determinar la procedencia del
juzgamiento. Sin embargo, no por ello se dejaron de imponer controles a la acusación, pues
para proferirla se exigía el cumplimiento de diversos requisitos formales y sustanciales que
debían plasmarse en una resolución interlocutoria susceptible de los recursos ordinarios,
por lo que la contraparte tenía la posibilidad de acudir a éstos para controvertirla y lograr
que un superior la confirmara, modificara o revocara7.
No obstante, el Acto Legislativo 03 de 2002, desarrollado por la Ley 906 de 2004,
introdujo una profunda transformación en el esquema procesal Colombiano, porque además
6
Corte Constitucional M.P. Dr. Luis Ernesto Vargas Silva, sentencia C- 121-2012 de 22 de febrero de 2012
7
Cfr. Fernández León Whanda, artículo denominado “El poder hegemónico de la acusación. El absurdo de
hablar de garantías frente a un acto de parte ingobernable”. Pág.7.
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de impedirle al juez determinar si existen fundamentos suficientes para que se le convocara
al indiciado a un juicio, también, limitó a la defensa el derecho a controvertir la acusación,
lo cual va en contravía de los antecedentes que han existido en Colombia en materia de
acusación controlada.
Para establecer lo anterior, se acudirá, como medio de consulta jurídica a lo dispuestos
en normativas expedidas con anterioridad a la Ley 906 de 2004, dentro de las que se
pueden destacar:
La Ley 94 del 13 de junio de 1938 y el Decreto 409 del 27 de marzo de 1971
establecían, de manera más o menos similar, que cuando se cerraba el ciclo instructivo, el
cual debía ser adelantado por el “funcionario de instrucción”, el proceso tenía que pasar a
manos del juez, quien era el único encargado de calificar el mérito sumarial mediante un
“auto de proceder” o un “auto de sobreseimiento”.
El Decreto 0181 del 29 de enero de 1981 establecía que la acusación debía formularse
cuando en el expediente aparecían pruebas suficientes que permitían inferir al funcionario,
razonablemente, la existencia probable del hecho típicamente antijurídico, que el procesado
era autor o cómplice a título de dolo, preterintención o culpa; o que al momento de realizar
el hecho se encontraba en las circunstancias de ininputabilidad.
El Decreto 0050 del 13 de enero de 1987 establecía que en los procesos adelantados ante
la Corte Suprema de Justicia, los tribunales superiores y los juzgados municipales, el mérito
del sumario debía ser calificado por la corporación o juez municipal correspondiente,
mientras que en los procesos adelantados ante los jueces del circuito y superiores debía ser
calificado por el juez de instrucción criminal.
El Decreto 2700 de 1991 y la Ley 600 de 2000 fueron los primeros estatutos procesales
proferidos en vigencia de la Constitución de 1991. Aunque no establecieron la existencia de

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jueces en la etapa de investigación, ni tampoco les asignaron a ellos la facultad de
determinar si existía o no mérito para dar apertura al juicio, sí instituyeron unos controles
previos y posteriores a la acusación.
Marco institucional
El presente estudio está encaminado a establecer el marco de competencia de los jueces
que en Colombia cumplen la función de “Conocimiento”, teniendo en cuenta la estructura
Constitucional de la Rama Judicial y el marco de competencia funcional y territorial dada
en la Ley 906 de 2005, para efectos de adelantar la audiencia de acusación, dentro de la
cual, en la actualidad ejerce el control formal sobre el acto de parte que es la acusación.
Marco geográfico
El presente trabajo se ubica en el contexto de la República de Colombia, dado que la Ley
906 de 2004, tiene vigencia, en la actualidad, en todo el territorio nacional.
Marco constitucional:
El marco constitucional para el desarrollo del presente trabajo se centra en la
consagración hecha en el artículo 250 de la Constitución Nacional.
Marco legal:
El campo legal de este trabajo se delimita en la Ley 906 de 2004
Marco jurisprudencial:
La jurisprudencia emitida por la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia
no ha sido pacífica en establecer si la acusación debe tener un control material por parte del
juez, pues en algunas oportunidades ha declarado nulidades procesales por errores en la
calificación jurídica de la conducta. En otras oportunidades ha señalado que el juez no
puede reemplazar a la fiscalía en la atribución acusadora y que por ello no está autorizado
PENAL COLOMBIANO?
20
para ejercer un control material a la acusación, ni para cuestionar su validez, ni para
interferir en la calificación jurídica de los hechos, ni para indicar o imponer cómo hacerla.
Teniendo en cuenta las anteriores posturas de la Corte Suprema de Justicia en su Sala de
Casación Penal, se hará referencia a la línea jurisprudencial sobre el tema, esto es, sobre el
control material a la acusación.
- Sentencia 25.743 del 26 de octubre de 2006:8
- Sentencia 29.117 de 2 de julio de 20089
- Sentencia 34.022 del 8 de junio de 201110
- Auto número 39.110 del 29 de agosto de 201211
- Sentencia SP4323-2013 Rad. 44,866 de 16 de abril de 2015
- Auto AP2405-2018 Rad. 52.651
- Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, M.P. Dra. Patricia Salazar
Cuéllar, rad. AP2405 – 2018 52651 de 13 de junio de 2018
8
MP. Álvaro Orlando Pérez Pinzón.
9
MP. Alfredo Gómez Quintero
10
MP. Julio Enrique Socha Salamanca
11
MP. José Luis Barceló Camacho.
PENAL COLOMBIANO?
21
Metodología
Organizaré el trabajo de grado, siguiendo los siguientes derroteros, basado en cuatro (4)
tareas básicas así:
1. Introducción al campo-tema y planteamiento del problema
• Búsqueda y revisión de material bibliográfico
• Primer acercamiento al campo
• Primer bosquejo de marco conceptual
• Redacción de la primera versión del proyecto de investigación
2. Trabajo de campo
En el trabajo de grado que presentaré, no se hará trabajo de campo.
3. Análisis y discusión de resultados
• Primera redacción del reporte/narrativa de investigación a partir de los ejes de
análisis
• Puesta en común y discusión de reporte/narrativa al interior del equipo
• Redacción final del reporte/narrativa de investigación
4. Redacción final y presentación de la tesis
Se presenta el cronograma de las actividades que se realizaran y el período de tiempo
estimado para ellas.

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22
Cronograma
Tabla 1
Cronograma de actividades.
2018 2019
OCT-
ENERO FEBRERO MARZO ABRIL
DIC
Si si
Revisión
Introducción al Bibliográfica
campo-tema
Acercamiento al campo Si si si
Elaboración proyecto tesis Si si
XXX XXX XXX XXX XX
XXXX
XXX XX XXX XXX XXX

XXXXX
XXX XX XXX XX XXX

XXXXX
Trabajo de campo
XXX XX XXX XX XX
XXXXX
XXX XX XX XX XX
XXXXX
XXX XX XXX XX XX
XXXXX
Redacción de si si si
reporte/narrativa
Análisis y Discusión de narrativa con si si si

resultados el equipo
si si si
Redacción
Tesis
Fuente: Autoría propia.

PENAL COLOMBIANO?
23
Bibliografía
Pérez Pinzón A. O. (2006) Colombia. Sala de Casación Penal.. Sentencia 25.743 de 2006.
Gómez Quintero A Colombia. Sala de Casación Penal. (2008). Sentencia 29.117 de 2008.
Colombia. Sala de Casación Penal. (2008). Sentencia 34.370 de 2010.
Socha Salamanca. J.F. Colombia. Sala de Casación Penal. (2011). Sentencia 34.022 de
2011.
Colombia. Sala de Casación Penal. (2012). Auto 39.110 de 2012. M.P. José Luís Barceló
Camacho.
Malo Fernández G.E. Colombia. Sala de Casación Penal. (2015). Sentencia 44.866 de
2015.
Salazar Cuéllar P. Colombia. Sala de Casación Penal. (2015). Auto AP2405-2018 Rad.
52.651 de 2018.
Vargas Silva Ñ. E. Corte Constitucional. (2012). Sentencia C-121-2012 de 2012 .
El Control De La Acusación Fiscal En La Etapa Intermedia
Arbulu Martínez P., Juez Superior Provisional de la Corte del Callao. Maestría en Derecho
Civil y Comercial y Maestría en Ciencias Penales en la Universidad de San Marcos. Post
Título en Derecho Procesal Constitucional PUCP. Recuperado de:
https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/articulos/a_20100727_01.pdf
Cfr. Fernández León W, artículo denominado “El poder hegemónico de la acusación. El
absurdo de hablar de garantías frente a un acto de parte ingobernable”. Pág.7.

2.3. Modelo de Anteproyecto

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TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Comentado [H1]: ESTE TÍTULO DEBE OCUPAR EL PRIMER

¿EL JUEZ DE CONOCIMIENTO DEBERÍA HACER UN CONTROL MATERIAL

JUAN PERICO DE LOS PALOTES Comentado [H3]: EL NOMBRE O NOMBRES DE LOS

Comentado [H4]: TODO EL TEXTO DEBE IR CENTRADO, SIN

INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA DE COLOMBIA

cambio en el sistema procesal penal. En el año 2000 se reformó estructuralmente la parte

tratando de superar el positivismo naturalista (cientificista y técnico-jurídico). Una de las

premisas principales de la reforma era la superación del derecho penal de autor,

mecanicista de causa y efecto. El peligrosísimo que se desprende de esta visión ha sido

la privación de la libertad en tanto sistema penal cautelar de contención de la peligrosidad

modelo de Estado social y democrático de derecho, haciendo énfasis en el carácter

verificación de un desvalor de resultado como requisito de la existencia de una conducta

punible observable en la lesión a bienes jurídicos, y finalmente, con la exclusión del

derecho penal de autor transgresor de principios constitucionales como la presunción de

procedimiento penal colombiano,5 con el propósito de superar el antiguo modelo procesal

con tendencia inquisitorial. El argumento fue siempre el de la ineficacia de este viejo y

escriturario sistema de procedimientos, además de la fusión de funciones investigativas y

judiciales en el ente acusador colombiano (Fiscalía General de la Nación), tal como se

concibió a raíz de la gran reforma constitucional de 1991. Claramente la eficiencia es un

equivocada, como la producción masiva de privaciones de la libertad; criterio con el que

estado sobrepobladas desde su origen, en 1998 la Corte Constitucional expresó en una de

sus decisiones, que la situación de vulneración de derechos fundamentales de las personas

penal acusatorio colombiano, pese a su implementación relativamente reciente, se ha ido

principios político-criminales. Empero, de modo paralelo, ha emergido la necesidad de

reformar el sistema de investigación, enjuiciamiento y privación de la libertad retornando a

contención del hacinamiento carcelario y de racionalización de los recursos del sistema.

proceso hasta la constitución de un proceso híbrido que se está alejando de un modelo de

enjuiciamiento acusatorio y de adversarios.

Con todo lo anterior, es innegable que Colombia ha evolucionado en materia procesal

implementación del mencionado modelo procesal.

A través del presente trabajo, se podrá verificar la función acusadora de la Fiscalía

A diferencia de los esquemas procesales penales que con anterioridad se encontraron

el papel del fiscal se enfoca en la búsqueda de evidencias destinadas a desvirtuar la

presunción de inocencia del procesado, lo cual constituye la diferencia en el método

adversarial. En esa medida la investigación que adelantas la Fiscalía se enfoca

primordialmente a desvirtuar la presunción de inocencia que ampara al individuo objeto de

intereses del mismo, ésta deba ser puesta a disposición de la defensa.

impone a la defensa una actitud diligente en la recolección de los elementos de convicción

No puede pasar inadvertido que, la investigación de los hechos que revisten

características delictuales se inicia desde el momento en que la Fiscalía tiene conocimiento

otro medio idóneo1.

Y la Fiscalía, en una primera fase de indagaciones, verifica la real ocurrencia de los

arroja la notitia criminis.

Cumplida la indagación, la Fiscalía puede formular ante el juez de garantías la

responsabilidad frente a los hechos que constituyen la configuración de un delito y ello lo

condición (art. 130 del C.P.P.).

Formalmente, la presentación del escrito de acusación marca el final de la etapa de

responsabilidad penal del imputado.

En esa medida, la figura jurídica de la acusación en el esquema procesal penal

General de la Nación, con la facultad consagrada en el artículo 250 de la Constitución

Colombiana, informa al imputado, que ante el Juez de Conocimiento competente, solicitará

los hechos que se le atribuyen y el delito que se le enrostra, además de la modalidad de

intervención, bien sea como autor, cómplice, determinador.

Apoderado de víctimas y el segundo, se presenta en el acto propio de la audiencia de

acusación, cuando el Fiscal Delegado, formula la acusación ante el juez de conocimiento.

Y una vez se han adelantado la etapa de investigación, se procede a la presentación del

escrito de acusación, porque la Fiscalía General de la Nación a través de su Delegado, ha

recolectado elementos materiales de prueba (EMP) y evidencia física (EF) y verifica el

juicio cuando de los elementos materiales probatorios, evidencia física o información

legalmente obtenida, se pueda afirmar, con probabilidad de verdad, que la conducta

delictiva existió y que el imputado es su autor o partícipe.”

Y el primer paso, para activar la fase de juicio, es la presentación del escrito de