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REVISORÍA FISCAL

La figura de la Revisoría Fiscal surge en respuesta a la necesidad pública de


inspeccionar el trabajo desempeñado por los gerentes o administradores de las
sociedades anónimas, debido a que, entre 1945 y 1953 se siente más fuerte el poder
de los inversionistas extranjeros en el paìs y se comienza un período hacia “La
Concentración Industrial” dando orígenes al desarrollo de una etapa de
prenacionalismo, cuyo objeto inicial buscaba la reglamentación de la profesión de la
Contaduría Pública; ya que las firmas trasnacionales de auditoria que se encontraban
en nuestro paìs no deseaban que se instaurara una figura de control y fiscalización de
la riqueza; por el contrario deseaban seguir manejando el paìs sin ningún tipo de
restricción ni responsabilidad. Surgieron en los años 50 dos agremiaciones que aún
continúan con vigenciacomo son:
• INCP en 1951 Instituto Nacional de Contadores Públicos.
• ADECONTI en 1955 Institución que ha recibido distintos nombres pero que es la
misma “Federación del Colegio de Contadores” o “Colegio de Contadores”
Estas dos Instituciones creadas entre 1955 y 1965 tenían como fin agremiar a los
Contadores Públicos del paìs, por lo que al principio el movimiento no logró
organizarse lo suficiente llevando con ello, a agotar energías y cerrar caminos lo que
causó el debilitamiento de éste, por la poca conciencia social que existía acerca de la
importancia del movimiento.
Sin embargo, para 1953 bajo el golpe de Estado dado por Rojas Pinilla en contra del
Gobierno de turno, el movimiento se fortaleció por la expedición del Decreto 2373
del 18 septiembre de 1956, por medio del cual se reglamentó por primera vez “La
profesión del Contador Público y se protegió el ejercicio profesional de los
contadores públicos colombianos”. Dentro de este decreto, se establecieron los
parámetros de calidad que debería tener el Revisor Fiscal expresando que “las firmas
de auditoria externa NO PODRIAN EJERCER EN EL PAÌS” por el tipo de
responsabilidad contable que esta ejercía (ya que prestaban conjuntamente a una
misma empresa un sinnúmero de servicios profesionales como: Asesores –
Consultores – Revisores Fiscales entre otros) lo cual es éticamente contrario.
Con la expedición de la Ley 145 de 1960 se deja un vacío en la restricción que le
había sido impuesta a las firmas internacionales (es decir lo que ya se había ganado
con el Decreto 2373 de 1956 de proteger al Contador Público colombiano se había
desvanecido).
Para la década de los 70 Medellín se convierte en el eje político del Movimiento
Nacionalista de los Contadores, a través de la sede de ADECONTI que ahora es
INCP, quienes tenían como objetivos centrales:
• La eliminación de los monopolios de las firmas de auditoria
• Evitar que se crearan monopolios nacionales
• Evitar que las firmas internacionales se disfrazaran o resguardaran a través de
firmas nacionales-
Según el Profesor Jack Araújo Ensuncho “El problemas principal con las firmas es
un problema de conocimiento, de dominación económica y política de un paìs sobre
otro, no es tanto un problema de mercado sino de Conciencia Contable”. Por lo que
los Contadores debemos nutrir día a día la contabilidad a través de la investigación,
generando no sólo la mejor Contabilidad sino también el mejor plan académico
contable aunque esto nos suene utópico.
Luego, surge la Ley 43 de 1990 la cual considero es una recopilación de tipo
procedimental que se basó en un conjunto de experiencias vividas por los
profesionales de la contaduría; un camino hacia la ciencia e idiosincrasia propia en
las prácticas técnico – contables adscrita a un crecimiento progresivo del pais que
después de quince años (15) de vigencia no se le ha creado un marco teórico y
filosófico que oriente al Revisor Fiscal hacia un norte más claro de conocimiento que
genere una homogenización en los procesos que deben ser llevados a cabo en la
Revisoría Fiscal.

Cuando puedo aplicar la revisoría fiscal?


En el 2023, las sociedades que no sean por acciones, deben tener revisor fiscal
quienes a 31 de diciembre de 2022 tengan activos iguales o superiores a
$5.000.000.000 (cinco mil millones de pesos), o ingresos iguales o superiores a
$3.000.000.000 (tres mil millones de pesos).
Son 5.000 y 3.000 salarios mínimos respectivamente, y se toma el salario mínimo del
año anterior, esto es, del 2022, que es de $1.000.0.00.

En las SAS
Si bien las sociedades por acciones simplificada o S.A.S tienen un capital compuesto
por acciones, no le aplica el artículo 203 del código de comercio en vista a que una
ley especial la regula en el tema de la revisoría fiscal.
Se trata del artículo 28 de la ley 1258 de 2008 y el artículo 1 del decreto 2020 de
2009, que establecen que las SAS tendrán revisor fiscal en los casos que considera el
parágrafo 2 del artículo 13 de la ley 43 de 1990 y cuando una ley especial así lo
disponga.
Esto quiere decir que las SAS deben tener un revisor fiscal cuando cumplan los topes
de ingresos y patrimonio que más adelante se exponen, o cuando por su actividad
particular la ley les obligue a tener revisor fiscal, como en el caso de una SAS que
preste servicios de salud y que esté vigilada por la Superintendencia de salud.
en las sociedades limitadas.
Las sociedades limitadas no están obligadas a tener revisor fiscal según el artículo
203 del código de comercio por cuanto su capital no está compuesto por acciones
sino por cuotas partes. En consecuencia, las sociedades limitadas estarán obligadas a
tener revisor fiscal en el evento en que superen los topes de ingresos y patrimonio
establecidos en la ley 43 de 1990 o cuando una norma especial lo disponga en
función a la actividad que desarrolle.

Entidades cooperativas y sin ánimo de lucro obligadas a tener revisor fiscal.


El artículo 38 de la ley 78 de 1998 establece que todas las entidades cooperativas allí
señaladas deben tener revisor fiscal.
Por su parte el artículo 41 del decreto 1481 de 1989 dispone que todo fondo de
empleados debe tener revisor fiscal.

Entidades prestadoras de salud obligadas a tener revisor fiscal.


Todas las entidades que presten servicios salud y que estén vigiladas por la
Superintendencia de salud están obligadas a tener revisor fiscal, obligación que tiene
origen en el artículo 228 de la ley 100 entre otras normas.
Esto aplica para EPS, IPS y demás entidades que estén sometidas a vigilancia por la
Supersalud.

Entidades financieras obligadas a tener revisor fiscal.


Todas las entidades financieras por ley deben tener revisor fiscal.
Así lo dispone el artículo 79 del estatuto orgánico financiero y el 20 de la ley 20 de la
ley 45 de 1990.
En resumen, toda entidad que esté vigilada por la Superintendencia financiera debe
tener revisor fiscal.

Obligados a tener revisor fiscal por el monto de activos e ingresos.


La ley 43 de 1990 en el parágrafo segundo del artículo 13 dice:
«Será obligatorio tener Revisor fiscal en todas las sociedades comerciales, de
cualquier naturaleza, cuyos activos brutos a 31 de diciembre del año inmediatamente
anterior sean o excedan el equivalente de cinco mil salarios mínimos y/o cuyos
ingresos brutos durante el año inmediatamente anterior sean o excedan al equivalente
a tres mil salarios mínimos.»
Toda empresa o sociedad que por ley especial no deba tener revisor fiscal, debe
tenerlo si cumple una o o las dos condiciones siguientes:
1. Activos brutos del año anterior iguales o superiores a 5.000 salarios mínimos
mensuales.
2. Ingresos brutos del año anterior iguales o superiores a 3.000 salarios mínimos
mensuales.
Los valores de referencia son los del año anterior, es decir que la obligación de tener
revisor fiscal en el 2022 depende del salario mínimo del 2021, con corte al 31 de
diciembre.
Esto hace que cada año cambien los obligados a tener revisor fiscal cuando deben
tenerlo en función de sus activos o ingresos.

Obligados a tener revisor fiscal para cada año.

REVISORÍA FISCAL Y LAS NIIF Y LAS NIA


De acuerdo con los planteamientos que se han venido realizando, dentro de los
principales retos que debe asumir el Revisor Fiscal en éste proceso de adopción de
las NIIF, se encuentra en primera instancia la resistencia al cambio puesto que en
muchas circunstancias resulta complicado modificar la visión, el enfoque y la
práctica de la profesión que se ha venido desarrollando desde hace bastante tiempo.
En la misma medida, el conocimiento e interpretación de dichos estándares es en sí
un desafío, debido a que implica básicamente desaprender y aprender nuevamente; y
a esto, debe sumarse que las normas son demasiado abiertas en su aplicación puesto
que en muchas ocasiones deja todo a la disposición del criterio profesional. Cabe
agregar que en este punto se requiere de capacitaciones y continúas actualizaciones
puesto que estas normas se actualizan constantemente. Ahora bien, los Revisores
Fiscales en Colombia, deben aplicar las Normas de Auditoría Internacional y demás
directrices implícitas marco técnico normativo de las NAI (Normas de
Aseguramiento de la Información) y según los demás lineamientos dispuestos en el
Dr. 302 de 2015. Esto representa un cambio significativo en el desarrollo de sus
funciones, puesto que debe abarcar más procedimientos a la hora de realizar las
pruebas de auditoría que ayuden a validar la razonabilidad de los Estados
Financieros. En este orden de ideas, significa también un reto continuar con las
funciones habituales que se encuentran inmersas en la normatividad local y a la vez
asumir la responsabilidad de la implementación de un sistema que modifica las
prácticas tradicionales, realizando un trabajo en paralelo de estos Estados Financieros
emitidos con bases diferentes. Esto obedece a que para temas fiscales se deben seguir
desarrollando los procedimientos contables como se ha hecho siempre bajo norma
local, y deben reportarse a las diferentes superintendencias los estados financieros
emitidos con cada base contable. Para finalizar el revisor fiscal debe asegurar con su
firma y revelar en sus informes de auditoría la razonabilidad de 17 ambos estados
financieros y a la vez debe explicar y justificar las variaciones que surgen de un
balance a otro con base en las políticas adoptadas por la compañía a fin de rendir
cuentas ante las entidades de fiscalización
La NIA 500 plantea una serie de directrices para obtener evidencia al momento de
realizar una auditoría. Evidencia de auditoría es la información usada por el
profesional contable para alcanzar las conclusiones en las que debe basar su opinión,
actúe como auditor o revisor fiscal.
La NIA 500 trata de la responsabilidad que tienen los contadores que ejerzan como
auditores o revisores fiscales, en el diseño y realización de procedimientos para
obtener evidencia suficiente y apropiada que les permita tener bases para realizar su
opinión. La evidencia incluye la información de los registros contables, los soportes
contables y los estados financieros. De igual manera, cualquier información adicional
pertinente para cumplir el fin que se está buscando con la evidencia.

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