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R-27-CT-11

CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San


Salvador, a las nueve horas diez minutos de catorce de abril de dos mil once.
El presente recurso de apelación trata de la sentencia pronunciada por la señora
Jueza de Primera Instancia de Tonacatepeque, a las catorce horas cinco minutos de dos de
febrero del presente año, en el Proceso Común de Prescripción Adquisitiva Extraordinaria de
Dominio, promovido por doña MARÍA TERESA CARPIO, mayor de edad, costurera, del
domicilio de Tonacatepeque, de este departamento, por medio de sus apoderados licenciados
Alex Edgardo Medrano Mejía y Carlos Humberto Valdivieso Marín, contra doña ANA DAYSI
ALEMÁN DE MARROQUÍN, mayor de edad, de oficios domésticos, del domicilio de
Tonacatepeque, de este departamento.
La sentencia recurrida, en lo pertinente EXPRESA: "Declarase Estimativa la
pretensión de la parte demandante, consecuentemente fugar (sic) a la prescripción Adquisitiva
Extraordinaria de dominio a favor de la señora MARÍA TERESA CARPIO, representada
legalmente por los abogados LICENCIADOS ALEX EDGARDO MEDRANO MEDIA Y
CARLOS HUMBERTO VALDIVIESO MARÍN, respecto del inmueble marcado con la
matricula,(sic) situado en sexta avenida norte del barrio Mercedes de Tonacatepeque, inscrito
bajo la matrícula número seis cero cuatro cuatro tres seis uno cero, cero cero cero cero cero,
inscrito en el Registro de la Propiedad Raíz e Hipoteca (sic) de la Primera Sección del Centro
de San Salvador, por haberse probado las pretensiones alegadas en la demanda. Librese oficio
al Registro antes referido, a fin de que cancele la matricula número seis cero cuatro cuatro tres
seis uno cero, Cero cero cero cero cero, inscrita a favor de la señor ANA DEYSI ALEMÁN DE
MARROQUÍN, Asimismo para que se inscriba la sentencia dictada a favor de la señora MARIA
TERESA CARPIO, para que le sirva de titulo de propiedad de conformidad al artículo 2252
Código Civil Declarase no a lugar a la pretensión de la parte demanda (sic) ANA DEYSI
ALEMÁN DE MARROQUÍN, representada legalmente por su abogado LICENCIADO RUTILIO
RIVERA GUZMÁN, por no haber ejercitado pretensiones que desvirtúen las pretensiones del
demandante, No hay condenación en costas por no haberse pronunciado las partes. HAGASE
SABER." (fs. 113 fte. y vto. p.p.)
Han intervenido en ambas instancias, como actora- apelada, doña MARÍA
TERESA CARPIO, por medio de sus apoderados licenciados Alex Edgardo Medrano Mejía y
Carlos Humberto Valdivieso Marín, mayores de edad, abogados, del domicilio de Delgado, el
primero y de este domicilio el segundo; y, como demandada-apelante, doña ANA DAYSI
ALEMÁN DE MARROQUÍN, por medio de su apoderado licenciado Rutilio Rivera Guzmán,
mayor de edad, abogado, del domicilio de Tonacatepeque, de este departamento.
LEÍDOS LOS AUTOS; Y,
CONSIDERANDO:
L- ANTECEDENTES.
LA.- SUSTANCIACIÓN DEL PROCESO EN PRIMERA INSTANCIA..
B.- El licenciado Medrano Mejía, interpuso demanda y en lo esencial
MANIFESTÓ: "que mi mandante MARIA TERESA CARPIO, desde el mes de enero del año
mil novecientos setenta y tres, o sea desde hace más de treinta años, ha estado en posesión
quieta, pacífica e ininterrumpida, de un terreno urbano, situado en el Barrio Mercedes, en
sexta Avenida Norte, jurisdicción de Tonacatepeque, departamento de la (sic) San Salvador, de
la extensión superficial de SETENTA PUNTO SESENTA Y OCHO METROS CUADRADOS,
originalmente fue compuesto por dos porciones que hacían un solo cuerpo que se describían
así: LA PRIMERA un terreno urbano, situado en barrio de mercedes, de la ciudad de
Tonacatepeque, de forma triangular que mide y linda AL ORIENTE, diez metros calle de por
medio, terreno de Feliciano Martínez; AL NORTE, treinta metros, con la siguiente porción que
se describirá y en diez metros con finca de Policarpa Torres, cerco de brotones con la primera
y de alambre con esta, propio de la colindante, AL PONIENTE, queda el vértice del triángulo,
con terreno de la misma Polícarpa Torres Urbano, mojón esquinero un brotón de pito; y AL
SUR, treinta y ocho metros diez centímetros, solar de Rafael Espinoza y solar y casa de
Sebastana Henríquez, cerco de brotones en medio, esquinero un pita; y LA SEGUNDA porción,
mide y linda: AL ORIENTE, seis metros setenta y cuatro centímetros; calle pública de por
medio, con casa que fue de Ignacio Quijano; AL NORTE, treinta metros quinientos milímetros,
con finca de Policarpa Torres Urbano, cerco de alambre de la colindante divisorio, esquinero
un brotón de pito; al PONIENTE, está el vértice del triángulo, finca de la señora Policarpa
Torres Urbano; y AL SUR, con la porción antes descrita, cerco de brotones de por medio.
DICHAS DOS PORCIONES FORMARON UN SOLO CUERPO, EL CUAL TUBO (SIC) LA
DESCRIPCIÓN SIGUIENTE: un solar urbano de forma triangular que mide y linda. AL
ORIENTE, dieciséis metros setenta y cuatro centímetros; calle pública de por medio, con
terreno de Feliciano Martínez e Ignacio Quijano, AL NORTE, cuarenta metros quinientos
mil/Metros, con terreno de Exequias Escalante, antes de Policarpa Torres Urbano, AL
PONIENTE, sin medida por terminar en punta o vértice, con terreno de Policarpa Torres
Urbano, y AL SUR, con terreno de Rafael Espinazo y Sebastiana Henríquez Dicho inmueble fue
Inscrito a favor de la señora MARIA ANTONIA RIVERA conocida por MARTA ELENA
RIVERA DE MARROQUIN, bajo la Inscripción numero OCHENTA Y UNO del libro MIL
CUATROCIENTOS TREINTA Y DOS, de propiedad del departamento de San Salvador, que al
fallecimiento de la señora MARIA ANTONIA RIVERA conocida por MARIA ELENA RIVERA
DE MARROQUIN, se traspaso a favor del heredero señor JOSE NAZARETH MARROQUIN en
concepto de hijo legítimo de la causante, bajo la inscripción número DOCE del libro CUATRO
MIL SEISCIENTOS CUARENTA Y UNO de propiedad del departamento de San Salvador. Que
al fallecimiento del señor JOSÉ NAZARETH MARROQUIN, se traspaso a favor de la heredera
ANA DEYSI ALEMÁN DE MARROQUIN, en concepto de cónyuge sobreviviente del causante,
bajo la matrícula número SEIS CERO CUATRO CUATRO TRES SEIS UNO CERO- CERO
CERO CERO CERO CERO (...) Con el objetivo de dar a conocer los antecedentes históricos de
la posesión de mí poderdante, debemos remontarnos a la fecha de enero del arlo mil
novecientos setenta y tres, quien en calidad de inquilina de lo que fue un pequeño mesón,
comenzó a habitarlo, pero fue en el mes de diciembre del año mil novecientos setenta y cinco
que adquirió el referido inmueble por compraventa que en documento privado le hizo a la
propietaria del mismo, que en aquel entonces fue la señora MARIA ANTONIA RIVERA
conocida por MARIA ELENA RIVERA DE MARROQUIN, por un área de SETENTA PUNTO
SESENTA Y OCHO METROS, y tal documento ha sido extraviado por tal razón no se puede
presentar en esta oportunidad. Por lo que mi poderdante tomo la posesión del inmueble objeto
del presente juicio, en el ario mil novecientos setenta y cinco, en forma pública, pacífica,
ininterrumpida y a título de dueño, lo que ha sido reconocido en tal calidad por sus vecinos
colindantes; que el resto de la propiedad se la vendió a la profesora MARIA REYES FLORES,
en el mes de enero de mil novecientos setenta y tres, la cual consistía en un área de ciento
treinta y siete punto treinta y dos metros cuadrados. Siendo la misma fecha en que mi
poderdante comienza a habitar la propiedad en calidad de inquilina Y de esta forma la señora
MARIA ANTONIA RIVERA conocida por MARIA ELENA RIVERA DE MARROQUIAI, deja de
tener derechos constituidos sobre el inmueble descrito (...) El inmueble tal como se ha dicho, lo
empezó a poseer mí poderdante desde el mes de DICIEMBRE DEL AÑO MIL NOVECIENTOS
SETENTA Y CINCO, habiendo tenido posesión del terreno desde ese tiempo hasta esta fecha de
forma PACIFICA, QUIETA CONTINUA E ININTERRUMPIDA, DE BUENA FE y SIN
VIOLENCIA NI CLANDESTINIDAD POR MAS DE TREINTA AÑOS consecutivos, realizando
actos en carácter de dueño. La posesión que se le atenta a mi poderdante, exceden los
TREINTA AÑOS continuos e ininterrumpidos establecidos por la ley como requisito
indispensable para la eficacia de adquisición del dominio o propiedad por el modo de la
prescripción adquisitiva extraordinaria. Mi poderdante pues ha cuidado, cercado, y
conservado el mencionado inmueble, todo sin que persona alguna se haya presentado
pretendiendo mejor derecho sobre el inmueble poseído o proindivisión con otras personas,
sobre los setenta punto sesenta y ocho metros cuadrados. (...) en este sentido es que vengo a
demandar a la señora ANA DAYSI ALEMAN DE MARROQUIN, en JUICIO CIVIL
ORDINARIO DE PRESCRIPCION ADQUISITIVA EXTRAORDINARIA DE DOMINIO, a
efecto que en sentencia definitiva se declare por su digna autoridad, que mí poderdante señora
MARIA TERESA CARPIO ha adquirido el dominio del inmueble antes descrito, ordenando la
cancelación de la matrícula número SEIS CERO CUATRO CUATRO TRES SEIS UNO CERO-
CERO CERO CERO CERO CERO, de la Primera Sección del Centro del departamento de San
Salvador, que se encuentra a favor de la señora ANA DAYSI ALEMAN DE MARROQUIN, y
como consecuencia se ordene la inscripción del inmueble antes descrito a favor de mí
poderdante seriara MARIA TERESA CARPIO." (f. 1 a 4 P.P.)
Los documentos que presentó junto con la demanda obran de fs. 5 a 17 p.p.
Por resolución de (as catorce horas cuatro minutos de trece de septiembre de dos
mil diez, se admitió la demanda y se ordenó emplazar a la demandada señora Ana Daysi
Alemán de Marroquín, acto de comunicación procesal que obra a fs. 23 p.p.
Mediante auto de fs. 53 p.p., se tuvo por parte a la demandada señora Alemán de
Marroquín por medio de su apoderado licenciado Rutilio Rivera Guzmán, por contestada la
demanda en sentido negativo, señalándose lugar, día y hora para la celebración de la audiencia
preparatoria, citándose a las partes. El acta de la referida audiencia obra de fs. 80 a 81 p.p.,
convocándose en la misma a las partes a la audiencia probatoria.
Según proveído de las catorce horas dieciséis minutos de veintiocho de octubre
de dos mil diez, (fs. 58 p.p.), se tuvo por autorizada la intervención del licenciado Carlos
Humberto Valdivieso Marín, como apoderado de doña María Teresa Carpio, para actuar
conjunta o separadamente con el licenciado Medrano Mejía.
A fs. 93 p.p., se encuentra acta de reconocimiento judicial, ordenado mediante
auto de fs. 82 p.p.
De fs. 94 a 100 p.p., obra el acta de la audiencia probatoria.
Finalmente de fs. 101 a 11.3 p.p., se encuentra la sentencia objeto del presente
recurso.
2.A.- SUSTANCIACIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN
B.- Conforme resolución de las quince horas cuarenta minutos de veinticuatro de
febrero del presente año, (fs. 9) una vez examinada la admisibilidad del presente recurso, se
admitió la apelación interpuesta por el licenciado Rutilio Rivera Guzmán y se señaló lugar, hora
y fecha para la práctica de la audiencia a que se refiere el Art. 513 CPCM.
C.- Por auto de las diez horas de dieciocho de marzo del presente año, se dejó sin
efecto el señalamiento de fs. 9, y se reprogramó la fecha de la celebración de la audiencia, cuyo
resultado obra de fs. 32. a 37.
II.- PRETENSIONES:
1.A.- En el caso que nos ocupa, la demandante doña MARÍA TERESA
CARPIO, por medio de sus apoderados licenciados Medran() Mejía y Valdivieso Marín;
promueve Proceso Común de Prescripción Extraordinaria Adquisitiva de Dominio, contra doña
ANA DAYSI ALEMÁN DE MARROQUÍN, a fin que en sentencia se declare que doña María
Teresa Carpio ha adquirido por prescripción adquisitiva extraordinaria por mas de treinta años,
el inmueble objeto del proceso.
2.A.- DE LOS AGRAVIOS EN QUE FUNDAMENTA LA
APELACIÓN.
B.- La parte apelante al interponer el recurso que nos ocupa manifestó en síntesis
que "la jueza de la causa recibió una prueba que no estaba estipulada en la demanda, ni ofrecida
durante la audiencia preparatoria y como tal, no aceptada su producción para la audiencia
probatoria, concretamente a la declaración de propia parte de María Teresa Carpio, por lo que
solicita se declare nula dicha prueba y se revoque la sentencia impugnada, por haber suficientes
elementos de juicio para decidir y se declare no a lugar la pretensión de la actora.
III.- FUNDAMENTOS DE DERECHO.
1.A. DE LA NULIDAD.
B.- La nulidad, como es sabido, no es más que el vicio de que adolece una
sentencia o diligencia judicial que la ley sanciona, declarándola sin ningún valor; dicho en otro
giro, la nulidad es la ineficacia de un acto jurídico, proveniente de la ausencia de una de las
condiciones de fondo a de forma requeridas para su validez. En el Derecho Procesal, la nulidad
es entendida como la sanción que tiende a privar al acto o actuación procesal de sus efectos
normales, cuando en su ejecución no se han guardado aquellas condiciones. Ello significa que
cuando el acto procesal no llena los requisitos de forma, aparece un defecto o un vicio formal,
que en el proceso puede coexistir con defectos de fondo, tales como los errores en la actividad
razonadora. Los errores de forma pueden referirse a los actos de las partes o del Juez, y pueden
afectar la expresión del objeto litigioso, la forma del acto o del tiempo. Más aún, por la mayor
o menor trascendencia del vicio, puede viciarse un solo acto o producir efecto en una serie de
ellos en todo el proceso. La nulidad trae como consecuencia que las cosas vuelvan al estado en
que se encontraban antes del acto o actuación que la contiene.
C.- Las nulidades son de estricto derecho, lo que significa que deben de
encontrarse taxativamente señaladas por la ley; y para comprender a cabalidad la incidencia o
impacto de las nulidades procesales, deben atenderse a los principios que la regulan, entre los
cuales encontramos los siguientes:
a) El de especificidad: "No hay nulidad sin ley", y que nuestro ordenamiento legal lo
comprende en el Art. 232 CPCM.
b) El de trascendencia: "No hay nulidad sin perjuicio". Para que el acto procesal sea nulo
debe de violar normas que indican al Juez como actuar y que, desde luego, implica
trascendencia, por cuanto la nulidad persigue evitar la afectación de la situación procesal de las
partes (trascendente), o sea salvaguardar los derechos de las partes. En efecto, la nulidad, más
que satisfacer pruritos formales, tiene por objeto evitar la violación a las garantías en el juicio.
Art. 233 CPCM. Y si bien es cierto que modernamente se invoca sobre el particular, que el
formalismo en el proceso tiene un sentido trascendente y no meramente vacío, también lo es
que, asimismo, se reconoce que el simple apartamiento de las formas no genera nulidad, si en
definitiva se cumple con el objetivo del acto, vale decir, con el fin propuesto. Y,
c) "Principio de Conservación", este principio es una consecuencia del reconocimiento judicial
de la nulidad de actuaciones, debiendo tenerse cuidado en conservar la eficacia de todos aquellos
actos procesales sucesivos al anulado; aquí se reclama la independencia de tales actos, cuyo
resultado hubiere sido el mismo, si la nulidad se hubiere cometido, así se entiende de lo regulado
en el Art. 234 CPCM.
2.A.- DE LA NULIDAD ALEGADA.
B.- Pues bien, en el caso de mérito, la apelante manifestó en su escrito de
interposición del recurso que nos ocupa que la declaración personal de propia parte de doña
María Teresa Carpio, fue vertida sin haber sido ofrecida en el proceso, por lo que la misma
debe declararse nula; al respecto es menester referirnos a lo ocurrido en el proceso así: de la
demanda presentada se extrae que el ofrecimiento de la prueba estuvo determinado por prueba
documental, testimonial y pericial. En relación a la prueba testimonial fueron ofrecidas las
declaraciones de los señores: José Camilo Rodríguez, Mirna Angélica Zetino de Fuentes, Clara
Luz Juárez y Jesús Santos López Fuentes, tal como consta a folios 4 y 5 de la misma. En la
contestación de la demanda, se ofrecieron pruebas documentales y la declaración de los
testigos Carlos Alfonso Urrutia Lara y Walter Enrique Sandoval Linares. Asimismo, según el
acta de la audiencia preparatoria las pruebas ofrecidas fueron las mismas estipuladas en la
demanda y su contestación, -con la salvedad que el abogado Medrano Mejía hizo referencia al
Art. 344 CPCM, cuando ofreció la prueba testimonial-, por lo que la pieza de la causa las
admitió todas. No obstante lo anterior, en la audiencia probatoria se admitió la declaración de
propia parte de doña Maria Teresa Carpio, expresando la jueza de la causa que había sido
ofertada por la actora y admitida en audiencia preparatoria. Al respecto es dable recordar que la
Audiencia Preparatoria es, el acto "pre-juicio" más importante para todo el proceso, como etapa
de planeación y asentamiento del proceso, para que éste proceda de forma justa, expedita y
ordenada. Esta audiencia es de suma importancia desde la perspectiva de la eventual fluidez y
coherencia del proceso de audiencias orales, ya que se debe utilizar para la planeación del
mismo. Permite que el juez determine aspectos preliminares, tales como el orden en que se van
a presentar las respectivas pruebas, su admisibilidad, la identificación de los hechos y aspectos
no controvertidos (estipulaciones), las solicitudes de exclusión de pruebas ilegales por
cualquier motivo, etc. Los incidentes importantes que deben presentarse o ventilarse en la
audiencia preparatoria, deben ser comunicados con anticipación. Esto lo hacen las partes
interesadas mediante las solicitudes del caso, como por ejemplo, la solicitud de exclusión de
alguna prueba ilícita. El Juzgador debe intentar el avenimiento de las partes mediante la
conciliación y en el evento de no obtener frutos pasar a la etapa de saneamiento del proceso,
determinar los hechos aceptados por ambas partes diferenciándolos de los que tienen la calidad
de controvertidos y sobre los que versaran las probanzas, pero singularizando cada uno de los
hechos y no solo diciendo que están determinados, estipular cada una de (as pruebas ofrecidas,
las que deberán estar individualizadas con aspectos muy puntales, expresando cual es el hecho
a probar, para que el juzgador haga las calificaciones de ley. Por ello el Art. 317 CPCM, a su
letra REZA: "La prueba deberá ser propuesta por las partes en la audiencia preparatoria o en
la audiencia del procedimiento abreviado, salvo casos expresamente exceptuados en este
código. La proposición de la prueba exige singularizar el medio que habrá de ser utilizado,
con la debida especificación de su contenido. El Juez evaluará las solicitudes de las partes,
declarará cuáles pruebas son admitidas y rechazará las que resulten manifiestamente
impertinentes o inútiles. La decisión del juez no será recurrible, y las partes podrán solicitar
que se haga constar en acta su disconformidad, a efecto de interponer recurso contra la
sentencia definitiva,"(El destacado no es propio del texto)
C.- En igual sentido el artículo 310 del mismo Código, EXPRESA: "Las partes,
por su orden, procederán a comunicar al juez las pruebas de las que intentarán valerse en el
acto de la audiencia probatoria. La proposición de la prueba exige singularizar el medio que
habrá de ser utilizado, con la debida especificación de su contenido y finalidad a la parte
contraria. Las pruebas admitidas que no puedan practicarse en el acto de la audiencia
probatoria deberán realizarse con antelación a su inicio. Cuando la prueba que se deba
practicar sea sólo la documental, el Juez pasará a dictar sentencia en el plazo legalmente
fijado, inmediatamente después de que concluya la audiencia preparatoria o una vez que se
hayan aportado los documentos admitidos que no obren en poder de la parte.”
D.- Respecto del agravio alegado, se evidencia, que no consta ni en la demanda,
ni en su contestación, ni durante la audiencia preparatoria el ofrecimiento de la declaración de
propia parte de doña Maria Teresa Carpio, por lo que no tiene la calidad de prueba admitida,
y mucho menos debió la jueza de la causa recibir durante la audiencia probatoria la declaración
de la señora Carpio, pues, al hacerlo, es decir, recibir prueba no ofrecida ni admitida, violenta el
derecho de defensa de la parte contraria, ya que sorpresivamente se incorpora un elemento de
prueba durante la audiencia probatoria, por lo que esta Cámara estima que la referida prueba fue
incorporada en contradicción e inobservancia de los artículos 276 inciso 2 ord. 9°, 310 y 317
CPCM., antes mencionados, y tomando en cuenta que dicha prueba fue determinante para fallar,
en base al artículo 516 CPCM se deberá anular la sentencia venida en apelación, pues como se
dijo la referida prueba fue determinante para emitir el fallo.
IV.- ANÁLISIS DE LA PRETENSIÓN CONTENIDA EN LA
DEMANDA
1.A.- De conformidad a lo establecido en el Art. 516 CPCM, este Tribunal
estima que existen en el proceso elementos de juicio suficientes para decidir sobre el objeto del
proceso, no obstante la nulidad a que hemos hecho referencia en el párrafo anterior, por lo que
entraremos al análisis de la pretensión contenida en la demanda de la siguiente manera:
B.- En el proceso de mérito, la parte actora doña María Teresa Carpio, pretende
que en sentencia se declare que ha adquirido mediante prescripción adquisitiva extraordinaria
de dominio el inmueble objeto del proceso. Al respecto, es necesario referirnos a la pretensión
de prescripción así: la prescripción desempeña una doble función: es un modo de adquisición de
un derecho y un medio de extinción de las acciones correspondientes a los derechos en general.
En el primer sentido, la prescripción es adquisitiva y en el segundo sentido es extintiva o
liberatoria, y a ellas se refiere el Art. 2231 C. C. al expresar QUE: "La prescripción es un
modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y derechos ajenos, por haberse
poseído las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y derechos durante cierto lapso de
tiempo, y concurriendo los demás requisitos legales.
Una acción o derecho se dice prescribir cuando se extingue por la prescripción.”
C.- Al hablar de la prescripción adquisitiva, el Art. 2237 C.C. nos DICE: “Se gana
por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o muebles, que están en el
comercio humano, y se han poseído con las condiciones legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están
especialmente exceptuados.'
D.- En relación al caso de autos, cuando hablamos de la prescripción extraordinaria
de tradición romana, nos referimos a los supuestos en que se obtiene un beneficio por
prescripción, vrg: Usucapión, mediante largos plazos, aunque no medie justo título ni buena fe.
Así el Art. 2249 C.C. en su inciso uno y reglas la y 2a nos DICE: "El dominio de cosas
comerciables que no ha sido adquirido por la prescripción ordinaria, puede serlo por la
extraordinaria, bajo las reglas que van a expresarse:
1a. Para la prescripción extraordinaria no es necesario título alguno;
2a. Se presume en ella de derecho la buena fe, sin embargo de la falta de un título
adquisitivo de dominio;"
E.- Los derechos no pueden mantener su vigencia indefinidamente en el
tiempo, no obstante el desinterés del titular, porque ello conspira contra el orden y la
seguridad. Transcurridos, ciertos plazos legales mediando petición de parte interesada, la ley
declara prescritos los derechos no ejercidos; así, en el caso de prescripción adquisitiva
extraordinaria, en la primera parte del Art. 2250 C.C. nos dice que el lapso de tiempo
necesario para adquirir por esta especie de prescripción es de treinta años, contra toda persona.
F.- Los presupuestos procesales para que proceda (a pretensión de
prescripción extraordinaria adquisitiva de dominio son los siguientes: 1°) Que se trate de una
cosa susceptible de prescripción, esto es, bienes corporales raíces o muebles que estén en el
comercio; 2°) Que exista posesión; y, 3°) El transcurso de plazo. En este orden de ideas, para
probar el primero de los requisitos mencionados es necesario establecer el dominio ajeno e
individualizar la cosa que se pretende adquirir por prescripción, con el instrumento
debidamente inscrito que confirme que el demandado es el propietario a fin de acreditar su
legitimación como tal. En el caso de autos la escritura presentada -de folios 7 a 12 de la pieza
principal- no es la que ampara la propiedad sobre el inmueble en disputa de la original
propietaria señora María Antonia Rivera conocida por María Elena Rivera de Marroquín, de
quien han adquirido los sucesivos herederos señores José Nazareth Marroquín y
posteriormente la demandada ANA DAYSI ALEMAN DE MARROQUÍN, sino que, en el
citado instrumento la señora Rivera o Rivera de Marroquín desmembró una porción de terreno
del inmueble general que le vendió a la señora María Reyes de Flores, al que si bien es cierto
se encuentra anexa una constancia de inscripción de traspaso por herencia, extendida por el
Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Primera Sección del Centro a favor de la
demandada relacionada, también lo es que dicho documento no está completo y por ello, la
demandante no ha establecido que doña ANA DAYSI ALEMAN DE MARROQUÍN sea
legítima contradictora en el proceso y menos que se encuentre obligada a responder por el
reclamo planteado en la demanda; tampoco se ha individualizado el inmueble, es decir, se ha
omitido la singularización o determinación de la identidad de la cosa reclamada, a través de
la descripción de la extensión superficial, de las medidas de sus linderos, de su ubicación e
identificación de los propietarios de los terrenos colindantes; ya que esta señalización es la
forma de singularizar una porción de terreno, delimitándolo en el espacio y el tiempo,
dotándolo de una determinación cuantitativa y cualitativa individual, que lo coloquen en la
categoría de lo singular, ya que esta categoría expresa lo que distingue a un objeto de otro, lo
que es propio únicamente al objeto dado, lo cual debió haber advertido la Jueza A-quo y
resolver conforme al artículo 277 CPCM, y no habiéndolo hecho, esta Cámara es la que deberá
declarar la ausencia de los presupuestos procesales de la litis, lo que conlleva a la
improponibilidad subjetiva o falta de legitimación pasiva, es decir, que doña ANA DAYSI
ALEMÁN DE MARROQUÍN según el documento presentado no es legítima contradictora y
además por la omisión de la individualización del inmueble objeto del proceso, siendo
manifiestas estas carencias las cuales impiden entrar al conocimiento del fondo de la cuestión
debatida, ello obliga a que la pretensión contenida en la demanda de 1 a 4 de la pieza principal,
se declare improponible, figura que ha sido reconocida por el legislador en el Art. 277 CPCM,
que literalmente DICE: "Si, presentada la demanda, el Juez advierte algún defecto en la
pretensión, como decir que su objeto sea ilícito, Imposible o absurda; carezca de competencia
objetiva o de grado, o atinente al objeto procesal, como la lítispendencia, la cosa juzgada,
compromiso pendiente; evidencie falta de presupuestos materiales o esenciales y otros
semejantes, se rechazará la demanda sin necesidad de prevención por ser improponible,
debiendo explicar los fundamentos de la decisión. El auto por medio del cual se declara
improponible una demanda admite apelación." (Subrayado es nuestro)
G.- La improponibilidad de la pretensión, se puede entender como un despacho
saneador de la misma, constituyendo una manifestación contralora por parte del Órgano
Jurisdiccional, en ese sentido puede darse o manifestarse esa facultad al rechazarse por tal
motivo una demanda (pretensión) in limine litis; pero también puede darse la improponibilidad
de la misma in persequendi litis, pues si bien se exige un examen riguroso, prima facie de la
demanda, existe la posibilidad que los errores o vicios no pueden ser advertidos inicialmente,
pasando desapercibidos por constituir errores o vicios encubiertos, pero sí son (advertidos) in
persequendi litis, bien por el juzgador o porque el demandado se los hace notar. (Art. 127
CPCM) Esas circunstancias de orden procesal, pueden ser de dos tipos:
a) Ausencia de un presupuesto de la litis:
Sea de alguno de los de carácter subjetivo, como la falta de competencia objetiva
y funcional del órgano judicial o el sometimiento a compromiso pendiente (lo que hace en este
caso al asunto, no jurisdiccional). A esos ejemplos legales habrá que añadir la posible falta de
jurisdicción de los tribunales salvadoreños por razones materiales o territoriales, o los defectos
de personalidad de las partes. También el sometimiento del asunto a arbitraje, salvo que ambas
partes efectúen sumisión expresa o tácita a la jurisdicción de los tribunales.
Falta de presupuestos objetivos: ilicitud o imposibilidad de la tutela jurisdiccional reclamada.
Falta de competencia en razón del territorio.
b) Aparición de un óbice procesal impeditivo de una sentencia de fondo: El
artículo 277 CPCM, menciona concretamente la litispendencia y la cosa juzgada, sin excluir
otros. Por ello mismo a este grupo de los óbices se une por su naturaleza la caducidad de la
acción por transcurso del plazo previsto para su ejercicio, y otros.
11.- De Mi que se considere a la improponibilidad como la facultad que
tiene el Juzgador de rechazar de plano las pretensiones que no pueden ser acogidas, ni siquiera
tramitadas por el aparato jurisdiccional, en atención a la legalidad, al debido proceso y al
derecho de defensa de las partes. Inclusive, si la pretensión escapa del ámbito jurisdiccional o
se basa en un objeto que carece de controlador jurisdiccional, cabria el rechazo por
improponibilidad, y es que tal rechazo se traduciría en que la demanda no constituye el medio
idóneo para que el proceso continúe su marcha en pos de la sentencia definitiva; en
consecuencia, tenemos que la improponibilidad está reservada solo para casos de vicios que,
por su naturaleza, no admiten corrección o subsanación, pues la pretensión no es judiciable,
implicando un defecto absoluto en la facultad de juzgar de parte del tribunal.
CONCLUSIONES.
En base a lo antes expuesto, y constando de la lectura del proceso que la
prueba de declaración personal de propia parte de la señora María Teresa Carpio fue
incorporada en la audiencia probatoria en contradicción e inobservancia de los articulas 276
inciso 2 ord. 90, 310 y 317 CPCM, violentándose con ello el derecho de defensa de la parte
demandada, la que fue determinante para fallar, por lo que debe anularse la sentencia venida en
apelación. Y existiendo elementos de juicio suficientes para decidir conforme a lo establecido
en el Art. 516 CPCM, al haberse advertido falta de legitimación pasiva y la no individualización
del inmueble, por lo que conforme al artículo 277 CPCM, debe declararse improponible la
pretensión contenida en la demanda.
POR TANTO: de conformidad a lo antes expuesto y a los artículos l, 2, 11, 15,
18, 172 inc. 3°, 182 Ord. 5° Cn.; 1, 2, 3, 14, 15, 216, 217 a 219, 514, 515 y 516 CPCM, EN
NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR ESTA CÁMARA FALLA:
1°) DECLARASE NULA en todas sus partes, la sentencia venida en apelación, pronunciada
por la señora Jueza de Primera Instancia de Tonacatepeque, a las catorce horas cinco minutos
de dos de febrero del presente año, en virtud de que la prueba de declaración de parte de la
señora MARÍA TERESA CARPIO fue incorporada al proceso en contravención a los
artículos 276 inc. 2 ord. 90, 310 y 317 CPCM.
2°) DECLÁRASE IMPROPONIBLE LA PRETENSIÓN DE PRESCRIPCIÓN
EXTRAORDINARIA ADQUISITIVA DE DOMINIO contenida en la demanda de fs. 1 a 4 de
la pieza principal POR FALTA DE LEGITIMA CONTRADICCIÓN E
INDIVIDUALIZACIÓN DEL INMUEBLE OBJETO DE LA PRESCRIPCIÓN interpuesta
por la señora MARÍA TERESA CARPIO por medio de su apoderado licenciado Alex Edgardo
Medrano Mejía, contra la señora ANA DAYSI ALEMAN DE MARROQUÍN, sobre el inmueble
ubicado en Barrio Concepción, calle El Gólgota, Tonacatepeque, de este Departamento.
3°) No hay especial condenación en costas. Y,
40) Oportunamente, vuelva la pieza principal al Juzgado de su origen con certificación de esta
sentencia para los fines de rigor. HÁGASE SABER.

PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN.

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