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Preparar conversaciones – Método de Maite Careaga

Este es un ejercicio al estilo de Maite que te invitamos a realizar con el fin de que puedas preparar
una conversación incómoda. Sigue los pasos y guarda el documento que compartirás en el
próximo peer review.

1. Escribe un párrafo que responda las siguientes preguntas:


 ¿Cuál es tu intención, propósito o resultado deseado de esta conversación?
 ¿Qué quieres lograr para ti?
 ¿Qué quieres lograr para la otra persona? (Por ejemplo, un padre quiere lograr un
acercamiento con el hijo y sentir que ambos se respetan y aman o un compañero
de trabajo quiere lograr una relación respetuosa y efectiva con otro compañero de
trabajo)

Mi intención con esta conversación es hablar con mi padre algunas situaciones que me han afectado
en mi relación con él ya que nunca solemos hacerlo, pues, a menudo me da temor que se enoje y
deje de hablarme; o se sienta demasiado triste y culpable. Espero que el resultado de la
conversación sea favorable, que los dos podamos ser honestos, que al mismo tiempo podamos
sentirnos mejor sobre las cosas que hemos evitado hablar; sobre todo espero que nuestro vínculo se
pueda fortalecer.

Quiero para mi la oportunidad de expresar varias emociones y pensamientos que he dejado enfriar,
se han convertido en decisiones que no me hacen sentir cómoda y que por el contrario me lastiman
con el paso del tiempo. Finalmente quiero que mi padre se permita escucharme y pueda acompañar
mi proceso de sanación personal desde el amor, con profundo respeto y honestidad.

2. Responde en un párrafo: ¿cuál es tu rol en esta relación? (No es lo mismo ser el jefe que el
empleado, el papá que el hijo, el papá de un niño que se comporta mal en el colegio que el
director del colegio, un amigo o colega que un superior jerárquico, etc.)

Mi rol en esta relación es el de hija, aquella que durante mucho tiempo ha tenido que tomar el rol
de adulta, cuidadora e incluso adoptar el rol de madre con su papá. Finalmente, el rol que más he
interiorizado es el de “la hija perfecta”, tratando de cumplir con todas las expectativas que mi padre
tiene sobre mí, sobre como debo ser, actuar, decidir, relacionarme e incluso como vestirme.

3. Escribe tu percepción del tema (o los temas) para poderla compartir de forma
transparente:

1. ¿Cuáles son los hechos que yo vi, oí, etc.? Es decir, ¿qué pasó? (Por ejemplo, un
padre ve el cuarto de su hijo desordenado con mucha frecuencia o un compañero
de trabajo ve que otro con frecuencia llega tarde a las reuniones del proyecto que
hacen juntos)

Vi a un hombre que trabajaba mucho, que se interesaba demasiado por tener un excelente estilo de vida. Además
de ello vi a un hombre con un profundo miedo a quedarse solo, lo que le generaba una gran necesidad de tener una
pareja (mujer) a su lado, cosa que anteponía a todo lo demás incluso a su amor y rol de padre; también escuche a
un papá frustrado y enojado con mi madre por no poder estar presente en mi infancia, pero, que a su vez se
resignó, se conformo con eso y dejo de buscar espacios para compartir conmigo.
2. ¿Cuál es la interpretación que les di?  (Por ejemplo, al padre le puede parecer que
el desorden del hijo refleja que no le importa la casa familiar y que no respeta el
esfuerzo que sus padres hacen por tener esa casa para él. El compañero de trabajo
puede interpretar la impuntualidad del otro como una muestra de que no le
importa el resultado del trabajo o que no respeta su tiempo)

Lo interprete como un padre desinteresado, como un padre que me abandonó emocionalmente, me


hacia pensar que no era suficiente, que no era importante para él lo que pasara conmigo y que por
eso yo debía ser perfecta, ser la mejor, para que el me quisiera más y así él no se sintiera mal papá,
para que tampoco se enojara y decidiera buscar más espacios para compartir conmigo.

3. ¿Qué sentí al interpretarlo? (Por ejemplo, el padre comparte que le da tristeza


pensar que su hijo no respeta el hogar familiar; el compañero cuenta que le da
rabia pensar que no valoran igualmente el trabajo conjunto)

Sentí mucha tristeza, me sentí abandonada, impotente, enojada, angustiada y cansada de creer que
yo no tenia la importancia en su vida que el tenía en la mía; también me sentí impotente al ver que
nada de lo que yo hacia cambiaba esa situación, por el contrario, me lastimaba aún más ver que el
no hacia nada por cambiar esa situación.

4. ¿Qué decidí? (El padre pudo, por ejemplo, decidir quitarle tiempo de internet o
castigarlo con algo que al chico le molestó mucho; el compañero de trabajo pudo
haber decidido avanzar sin el otro y acusar al otro con el jefe, algo que generó una
reacción negativa del compañero)

Decidí quedarme callada y aprobar todo aquello que mi padre hiciera, acepté el padre que me tocó e
inicie un proceso de sanación personal, espiritual y psicológico que no lo involucraba a él, en el que
yo me responsabilizaba de mi misma, de mis emociones y de todas las heridas o consecuencias que
ha traído mi vínculo con mi papá.

Para poder amarlo sin resentimiento, sin enojo, sin odio, aprender a poner límites y empezar a
transformar mi apego dependiente.

Es buena idea imaginarte que eres la otra persona y escribir también cómo responderías desde sus
zapatos. Esto es una hipótesis con la que llegas a la conversación y que puedes ver si es cierta
preguntando abiertamente durante la conversación.
Después, durante la conversación, si lo ves conveniente y pertinente, le podrás contar  a la otra
persona lo que viste, interpretaste, sentiste y decidiste y le puedes pedir que te cuente el proceso
desde su lado. Es probable que te sorprenda su versión. Con eso hay mucho material nuevo para
trabajar con él y resolver problemas durante la conversación.
4. ¿Qué dicen tus emociones?
Es valioso hacer una parada adicional para reflexionar aún más sobre lo que sientes con respecto
al tema que quieres tratar en la conversación valiente.
Por ejemplo ¿sientes rabia, tristeza o miedo?, quizá ¿Una combinación de varias emociones?
Puedes identificar ¿Qué mensaje te traen estas emociones sobre el tema? ¿Estás bravo porque
algo que valoras se está viendo afectado? ¿Estás triste porque perdiste algo que valoras? ¿Estás
asustado porque algo que valoras está en peligro?
Si quieres puedes mirar el atlas de las emociones http://www.paulekman.com/atlas-of-
emotions/

Es sin duda, una combinación de varias emociones, son embargo las principales son el enojo,
porque, me valoro a mí misma, a mí padre y me estoy viendo afectada al no contarle todo lo que
pienso y siento, al mismo tiempo me siento triste porque estoy perdiendo la oportunidad de tener
una relación honesta con mi padre.

Imagínate, ¿Qué puede estar sintiendo tu contraparte? ¿Y qué mensaje sobre sus valores le dan
esas emociones? Esto son hipótesis con las que llegas a la conversación.
En el libro de conversaciones difíciles, los autores hablan de que toda conversación tiene tres
niveles: el de los hechos (lo que pasó), el de la de las emociones (lo que sienten las personas) y el
de la identidad (¿Qué dice esto sobre mí y sobre la otra persona?). Esta última está relacionada
con lo que el tema puede hacerte sentir que quizá no estás siendo percibido como una  buena
persona, o quizá no estás siendo percibido como una persona competente, o como una persona
digna de ser amada y respetada. Toma nota de esto, ¿Te está afectando a ti? ¿Puede estar
afectando a la otra persona? De nuevo, hipótesis útiles con las que llegas a la conversación.
Como último paso de preparación, yo siempre me hago la siguiente nota a mí misma:
 Antes de la conversación en silencio digo para ambos (para mí y para el otro) quiero que
seas feliz, quiero que estés bien quiero que te sientas competente y amado.
 Durante la conversación:
 Recuerda crear rapport: un espacio de empática, de sintonía, sin barreras, en el
que fluye la comunicación.
 Ten presente subir al balcón, respirar y sentir. Puedes usar esa información
conscientemente en la conversación para resolver problemas.
 Recuerda tu propósito y tu rol.

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