MARIANA: No lo sé ni me importa, tía Clotilde

CLOTILDE: Entonces ahora entiendo todo. Claro que no pretendo encontrar sensatez y
lógica en tus acciones porque sino no serías de la familia. Sabiendo que tu padre se empeña
en vivir postrado en una cama, tu tía Micaela con sus perros y tu pobre hermana que
desapareció. Y dejando de lado que de niña te comías las flores, pensamos que serías la
mosca blanca de la Familia, pero desde que apareció Fernando Ojeda, ya no sé qué pensar.
MARIANA: De verdad crees que en mi manera de ser influyó Fernando Ojeda?
CLOTILDE: No sé si lo creo o lo temo Mariana, porque también lo Ojeda son para un
noticiero.
MARIANA: ¿Te parecen gente rara los Ojeda?
CLOTILDE: Rara, rara. A mi me es ya muy difícil que alguien me parezca raro hija mía,
acostumbrada estoy a los de tu casa.
MARIANA: Bueno, pero imaginate que todos en nuestra familia fueran personas normales.
CLOTILDE: No tengo imaginación para tanto, Mariana
MARIANA: Pero…
ClOTILDE: Ya está aquí el del ozonopino, hubiéramos traído impermeables.
MARIANA: Habla tía Clotilde (Pausa mirando al Acomodador) Crees que Fernando sea
capaz de llevar una vida extraña a la que todos le conocen? O de tener un secreto grave no
revelado a nadie jamás.
CLOTILDE: No me sorprendería nada
MARIANA: Ay Dios te lo pague tía!!
CLOTILDE: Muchacha. de verdad necesitas que Ojeda sea un hombre misterioso y que
oculte algo grave para ser feliz?
MARIANA:(Entusiasmada) Si¡ (sería rotundamente) Pero el día en el que me de cuenta de
que nada de eso existe, y que todo en su vida es sencillo y formal, si no tengo valor para otras
cosas peores, por lo menos romperé con el.
CLOTILDE: Romperás con el?
MARIANA: Si
CLOTILDE: Ay Mariana, no cabe duda de que la sangre no es agua.
MARIANA: pero no pude haber salido con Mamá? no sé mucho de ella pero no escuché
nunca un disparate suyo.
CLOTILDE: Se casó con tu padre, que ya estuvo bien
MARIANA: Y no puedo ser yo la excepción de la familia?
CLOTILDE: Claro, y esa es mi esperanza.
MARIANA: Y entonces, ¿Por qué no encontrar normalidad en mis sentimientos?
CLOTILDE: Porque no es normal que una muchacha espere como marido a un hombre
misterioso y que oculte algo grave.
MARIANA: Yo tampoco lo esperaría de otro hombre, pero de Fernando, Sí
CLOTILDE: Y por qué de el si?
MARIANA: Porque por momentos, hay algo en él, en sus ojos, en sus gestos, en sus palabras
y en sus silencios. Hay algo inexplicable, misterioso. Su actitud conmigo, las cosas que me
dice y la forma de decirlas, aunque no me hable de amor, me atrae y me fascina. (cambio
drástico) Pero en otras ocasiones, que por desgracia son las más frecuentes, el se transforma
en un hombre normal, como todos y entonces pierde su encanto y no lo soporto, Lo detesto¡
CLOTILDE: Mariana¡
MARIANA: Esta tarde se me ha mostrado, tal cual yo lo quiero, dos horas increíbles pase a
su lado, tía y cuando me dijo si iría esta noche a su finca, yo le contesté que sí.
CLOTILDE: Mariana¡
MARIANA: Ay no te asustes¡ Que ya ves que no me fui. Además esta noche cuando los
Ojeda habían venido por mi al concierto, Fernando había sufrido uno de esos cambios que lo
hacen un hombre como todos.
CLOTILDE: Ahora comprendo por qué salimos disparadas del concierto. Ay¡ qué opresión
siento. (al girar se asombra) Llega el tío de Fernando y Fernando… nos encontraron a la niña.