Está en la página 1de 4

Escena Extra Casa de Muñecas

Fatima Alvarez
00347755

Se encienden las luces y vemos la sala acogedora de los Helmer, vemos un sillón para dos
personas, una mecedora y unas mesitas con varias decoraciones de navidad encima, se ve
decorada con buen gusto pero no tan lujosa, vemos en medio a NORA que trata de
acomodar todo para que se vea lindo y perfecto pero no lo está logrando por lo que ya está
un poco enojada.

NORA: (Ya exasperada) Es que ya ni para tener ordenada tu casa puedes NORA. Ay
por Dios pero, ¿en qué me he convertido? ¿Cómo llegué a esta situación? Era
feliz, tenía todo lo que quería. Es que claro, para ti nunca es suficiente NORA,
quieres la perfecta casa, los perfectos hijos, el perfecto esposo, no importa
cuanto tengas perder.

Tiene en su mano un pequeño adorno una alondra hecha de madera y tallada finamente,
NORA la mira por un instante y procede a aventarla hasta el otro lado de la habitación.

NORA: Pero claro, él solo va a ver lo malo, como arruine a su perfecto pajarito. No
recordará todas las tardes que pase arreglandome para él, o los momentos en
los que fui una buena madre, ni como le cantaba todos los días para
despertarlo, ¿Qué una no tiene la libertad de cometer un error en su vida? No
hice más que ver por los demás. (Empieza a llorar de frustración) No
recordará todo lo que hice por él, como desde pequeña fui una buena niña,
como decidí no angustiar a mi padre y como lo ayude a vivir. (Se limpia una
lágrima de su ojo y voltea para arriba) Mi padre, ¿Qué diría de mi ahorita?
¿Me perdonaría? ¿Volvería a hablarle a su pequeña muñequita?

NORA se queda un momento en silencio, pensando y vemos como pasa de la desesperación


al enojo. Se levanta efusivamente y se acerca a un espejo a arreglarse el rostro.
NORA: Claro que volvería a hablarme, ¿En qué estás pensando NORA? Ambos
volverán a hablarte cuando sepan tu versión de la historia, que todo esto lo
hiciste por amor, ¿Acaso ellos no hubieran hecho lo mismo por tí? Claro ellos
irían hasta el fin del mundo con tal de que su precioso regalo se encuentre
bien. Es más yo misma le diré, y le reclamare que él no hizo lo mismo por mi,
que yo lo amo más de lo que él podrá amarme a mi. Yo solo pedí prestado
para salvar la vida de la persona que más amo en este plano, ¿Es eso un
crimen?

NORA acomoda todo en la sala como estaba y se sienta en el sillón y empieza a ensayar lo
que le va a decir a Torvaldo.

NORA: (Acomodándose el vestido y hablándole a la mecedora) Querido, ¿Tu harías lo


que fuera por mi verdad? Si me amas demasiado harías lo que sea para
mantenerme a salvo, y es justo lo que yo haría por ti, porque nuestro
matrimonio es más estrecho que cualquier cosa. (Empieza a quebrarse su voz)
es por eso que cuando temí no verte nunca más hice hasta lo imposible para
tenerte en mi vida, así tu puedes tenerme en la tuya. (Se limpia la lagrima muy
inocentemente mientras lo mira a los ojos) No puedes culpar a una inocente
mujer de querer salvar la vida de su esposo, y más cuando no podría vivir sin
él. Así que pedí un préstamo a Krogstad para poder seguir teniéndote todos los
días, y yo se que estuvo mal, pero tienes que entender que lo hice por amor.
(Se levanta y se acerca al espejo en donde empieza a peinarse y arreglarse)
Pero mi padre estaba gravemente enfermo, así que me encontraba sola y no iba
a mandar a mi padre a la tumba por un susto como este, así que lo dejé ir en
paz y falsifiqué su firma para poder obtener el préstamo. Pero ya lo tengo todo
arreglado mi amor, con el salario que te den y con los trabajitos que yo haga le
podremos pagar, yo se que estas enojado, pero creo que tengo la manera de
contentarte (Se empieza a desvestir mientras finge verlo a los ojos
seductoramente) Se que es mucho que procesar mi vida, y que tu furia es
incontrolable pero… (Se empieza a poner el disfraz de pescadora) Creo que
podemos encontrar una manera de liberar esos instintos animales, ¿No crees,
mi vida?
De repente escuchamos un sonido que viene de la puerta que se encuentra en el fondo,
NORA se asusta y se sobresalta cuando escucha unas palabras provenientes de esa puerta.

VOZ-OFF: ¿Lo ama…

NORA: (acercándose a la puerta) ¿Qué?

VOZ-OFF: ¿... la vida que… quisiste?

NORA: Si.

VOZ-OFF: …complacer a un hombre que no te conoce…

NORA: Mi esposo me conoce.

VOZ-OFF: Ni tu te conoces NORA

NORA: Claro que sí.

VOZ-OFF: ¿Qué quieres tú?

NORA: Quitarme de esta deuda para que mi esposo no se enoje.

VOZ-OFF: ¿Segura?

NORA: Es para lo que me entrenaron, para mantener al hombre de la casa feliz para
que yo pueda estar feliz.

VOZ-OFF: Y, ¿Eres feliz?

NORA se queda en silencio pensando.

VOZ-OFF: Hija, yo te críe para que fueras feliz, y si esta no es tu felicidad, ve a buscarla,
porque te la mereces.
NORA se da cuenta de que estaba hablando con su padre y empieza a llamarlo mientras
llora.

NORA: (Llorando) Padre… Papá…Por favor dime que hacer.

Ya no hay respuesta de la voz y NORA llora hasta que su llanto se transforma en un lamento
callado. Después se levanta y se mira al espejo.

NORA: (Mientras se ve a ella misma) No NORA, no eres feliz. Pero porque no sabes
lo que es ser feliz. Nunca te enseñaron a soñar, solo a complacer y
comportarse, y ser educada. Pues ¿Qué crees?, que si hubieras sido esa
perfecta niña, ambos estarían muertos ahora. No se dan cuenta que sin
nosotras estarían perdidos. Claro, solo ven a una muñequita que presumir con
sus amigos, pero no, soy más que eso. (Se voltea hacia el público y empieza a
deshacerse el peinado mientras ve a las mujeres del público) SOMOS MÁS
QUE ESO. Más que un ama de casa, más que una esposa, más que una niña
obediente, somos más. ¡Sangramos sin ser heridas por Dios! Imagina un
mundo donde las mujeres sean los nuevos hombres, niñas saliendo a la calle
sin miedo a desaparecer, mujeres saliendo de casa sola sin el miedo a que
dirán, las ancianas podrían abrir todos los restaurantes de comida que quieran
y las jóvenes podrán bailar como deseen sin ser juzgadas, viviríamos para
hacernos felices a nosotras mismas. ¿No es eso lo que cada ser humano
merece? Verdadera felicidad. (Voltea otra vez al espejo a mirarse una última
vez) Este juego de tener una casa de muñecas ya es historia. Esa niña murió
hoy, esa era una felicidad superficial, plástica y vacía. Es hora NORA de que
busques tu propia felicidad.

También podría gustarte