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FAUSTO

Mi bella señorita, ¿osar podría


ofreceros mi brazo y compañía?

MARGARITA
Señorita no soy, tampoco bella
y muy bien puedo a casa irme sin ella.

FAUSTO
Jamás olvidaré su tez rosada,
labio rojo y mejilla delicada.
¡Procúrame al instante esa doncella!

MEFISTÓFELES
¿Cuál?

FAUSTO
¡Esa que allí va!

MEFISTÓFELES
Ya la diviso.

FAUSTO
¡Tráeme algo que a ese ángel pertenezca!
¡Llévame a la mansión donde reposa!

MEFISTÓFELES
Para que mal de mí ya no se diga,
te voy ahora mismo a su propio alojamiento.

FAUSTO
¡Vamos pues!
¡Quiero para ella un don! 

MEFISTÓFELES
Las joyas que ornar debían,

MEFISTÓFELES
Y luego, anillos, collar

FAUSTO
¿Y Margarita?

MEFISTÓFELES
Llena de inquietud está;
n no sabe qué hacer; no sabe
ya cuál es su voluntad
y de día y noche piensa
en las joyas, pero aun más
en el que se las llevara.
o sabe qué hacer; no sabe

CASA DE LA VECINA

(EL DIABLO PONE JOYAS EN UN LUGAR Y MARGARITA LO ENCUENTRA)


MARGARITA
¡Ve, qué riqueza!
No poder en la calle, ¡qué desdicha!

MEFISTÓFELES
Ya la conozco y esto me es bastante,
que ahora tiene usted noble visita
y en la tarde podré venir a verla.
Ve!

MEFISTÓFELES
Mas, compararme yo no oso,
en verdad, con cierta gente.
¿Mañana, con todo honor,
no irás dónde Margarita?
¿Y no jurarás amor
inmenso a la pobrecita?

FAUSTO
¡Sí, de corazón!

MEFISTÓFELES
¡Muy bien!
Luego vendrá la pasión,
eterna, única, ¿también
saldrá esto del corazón?

(en el jardín margarita y fausto)

FAUSTO
¡Mi amor!

MARGARITA,
¡Deja!
FAUSTO
¿Qué es eso? ¿Un ramillete?

MARGARITA
No, no, es solo un juguete.

FAUSTO
¿A ver?

FAUSTO
¿Tu labio qué murmura?

MARGARITA, a media voz.


¡Me ama, no me ama, me ama!

¡Muy avanzada es la hora!

FAUSTO
¿Acaso no podría
yo, acompañarla, al irse?

MARGARITA
¡Ay! ¡Mi madre me haría!...
¡Adiós!, ¡adiós!

FAUSTO
¡Qué así nos despidamos!

MARGARITA
Yo no sé que pensar, oh Dios, Dios mío,
¡Mas ya debo partir!

FAUSTO
¡Ay! ¿No pudiera
un corto instante, en calma
yacer en tu regazo,
juntando en tierno abrazo

pecho a pecho, y alma a alma?

MARGARITA
¡Si sola yo durmiera,
sin cerrojo hoy la puerta te dejara!
¡Mas mi madre es, de sueño, tan ligera!
Y si ella nos hallara,

FAUSTO
¡No temas, ángel mío!
Ve este pomo: tres gotas en un trago
ponen a tu albedrío
el sueño más profundo y bonancible.

MARGARITA
¿Qué cosa, por ti, no hago?
¿Que un mal le cause, no será posible?
ya tanto, por ti, he hecho
que por hacer no queda casi nada.
(actúa qaue pone las gotas a la bebida de su mama y se la da al rato la
mama se muere)

VALENTÍN
 ¿quién se acerca? Son dos,
si mi vista no me engaña:
¡si es él no ha de salir hoy
con vida, que su pellejo
ha de sentir mi furor!

VALENTÍN, adelantándose.
¡Voto al Diablo! ¿A quién cortejas,
con tu maldecida voz?
Vaya al diablo el instrumento
y tras él, vaya el cantor.

MEFISTÓFELES
¿Por qué no?

VALENTÍN
¡Y este!
El Demonio,
creo, anima tu valor.
¿Qué es esto? ¡Se me adormece
la mano!
(cae)
¡Muerto soy!

Mefistófeles
Con alguaciles me entiendo,
en casos comunes, yo;
pero en caso de homicidio,
el huirse es lo mejor.

MARGARITA
¡Oh Dios!
Hermano mío, ¿qué es esto?

VALENTÍN
¡Deja lágrimas! Me hirió
de muerte el día que supe
tu mala comportación.
Por el sueño de la muerte
ahora yo, con valor
como a buen soldado sienta,
subiré al seno de Dios.

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