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INTRODUCCIÓN A LA SEGURIDAD PÚBLICA

La Seguridad Pública es una función de Estado que requiere conocimientos especializados en el ejercicio de
dicha función. Es necesario que los integrantes de las instituciones de seguridad, conozcan dicha función
desde sus aspectos generales hasta los aspectos especializados que se requieren en el ejercicio de dicha
función, por ende, forma parte esencial del bienestar de una sociedad, y cuenta con una visión global e
incluyente, para lograr una sociedad más justa.
En la antigüedad, el hombre busco relacionarse con otros de su misma especie a fin de encontrar seguridad a
cargo de las personas más fuertes y corpulentas que mantuvieran el orden, sin embargo y al evolucionar la
sociedad, con el surgimiento del Estado moderno, se establecen los mecanismos contractuales que buscan
proporcionar seguridad al ciudadano ante posibles violaciones de sus derechos y libertades por parte de otros
individuos.
En el Derecho Positivo Mexicano, la seguridad pública encuentra su fundamento en el artículo 21
constitucional, y que, en su párrafo noveno, establece que es una función a cargo de la Federación, las
Entidades Federativas y los Municipios en las respectivas competencias que señale la máxima norma de este
país.
De igual, manera, establece que la función de la seguridad publica es la salvaguarda de los siguientes bienes
jurídicos tutelados de las personas:
● La vida
● Las libertades
● La integridad
● patrimonio
Contribuye a la generación y preservación de:
● Orden público
● Paz social
También comprende:
● Prevención
● Investigación y;
● Persecución de los delitos.
● Sanción de infracciones administrativas.
La actuación de las instituciones de seguridad pública se regirá por los principios de:
● Legalidad
● Objetividad
● Eficiencia
● Profesionalismo
● Honradez y;
● Respeto a los derechos humanos.

La Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública (LGSNSP), la cual es reglamentaria del articulo 21
constitucional, en su articulo segundo, fortalece las funciones de la seguridad pública, pues contempla la
salvaguarda y preservación de:
● Integridad y derechos de las personas.
● Libertades, el orden y la paz públicos.
Comprende:
● Prevención especial y general de los delitos
● Sanción de las infracciones administrativas
● Investigación y la persecución de los delitos y;
● y la reinserción social del sentenciado.

A fin de lograr lo antes mencionado, el artículo 10 de la LGSNSP, refiere la organización del sistema nacional
de seguridad pública, integrada de la siguiente manera:
● El Consejo Nacional de Seguridad Pública, que será la instancia superior de coordinación y definición
de políticas públicas;
● La Conferencia Nacional de Procuración de Justicia;
● La Conferencia Nacional de Secretarios de Seguridad Pública o sus equivalentes;
● La Conferencia Nacional del Sistema Penitenciario;
● La Conferencia Nacional de Seguridad Pública Municipal;
● Los Consejos Locales e Instancias Regionales,
● El Secretariado Ejecutivo del Sistema.
Cabe mencionar que el Poder Judicial de la Federación y los Tribunales Superiores de Justicia contribuirán con
las instancias que integran el sistema, en la formulación de estudios, lineamientos e implementación de
acciones que permitan alcanzar los fines de la seguridad pública.

El Consejo y conforme al artículo 12 de la LGSNSP, se integra por:


● El Presidente de la República, quien lo presidirá;
● El Secretario de Gobernación;
● El Secretario de la Defensa Nacional;
● El Secretario de Marina;
● El Secretario de Seguridad Pública;
● El Fiscal General de la República;
● Los Gobernadores de los Estados;
● El jefe del Gobierno del Distrito Federal,
● El Secretario Ejecutivo del Sistema.
El Presidente del Consejo será suplido en sus ausencias por el Secretario de Gobernación. Los demás
integrantes del Consejo Nacional deberán asistir personalmente. El Consejo podrá invitar, por la naturaleza
de los asuntos a tratar, a las personas, instituciones y representantes de la sociedad civil que puedan exponer
conocimientos y experiencias para el cumplimiento de los objetivos de la seguridad pública. Dicha
participación será con carácter honorífico. Así mismo el Presidente de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos será invitado permanente de este Consejo.
A continuación, se muestra el marco normativo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la cual esta
sistematizada y fundamentada en bases jurídicas:

Es preciso analizar las diversas concepciones de seguridad.

Entiéndase por seguridad como toda ausencia de peligro.


De acuerdo a la teoría liberal, la seguridad constituye la esencia y el deber ser del Estado dividida en dos:
● La defensa frente a amenazas externas al Estado (representadas por otros Estados) y es materia de
la seguridad nacional, y
● La seguridad interior, que es responsabilidad del gobierno y forma parte de la seguridad pública.
SEGURIDAD NACIONAL
Morgenthau (1989, 63) señala que los Estados se encuentran en una lucha constante por el poder, donde la
política exterior tiene la finalidad inmediata de mantener, aumentar o demostrar el poder de uno frente otro;
además, que la lucha por el poder implica también la lucha por la supervivencia, por lo que la diplomacia, la
defensa militar y las alianzas buscan garantizar el poder y la supervivencia del Estado frente a las amenazas
del exterior.
La seguridad nacional requiere controles de otros poderes constitucionales, para prevenir y sancionar los
abusos de poder de las instituciones responsables de proporcionarla y, en particular, de la policía y las fuerzas
armadas. Este tipo de controles fortalecen la capacidad del Estado para brindar seguridad y contribuye a
mantener la estabilidad, eficiencia y permanencia de los regímenes democráticos.
El terrorismo y el crimen organizado han surgido como las mayores amenazas a la seguridad nacional, y están
representadas por organizaciones que no se restringen por fronteras. Además, su acción es poco visible,
porque se valen de la estabilidad y del secreto para desempeñar sus actividades y también se ha reconocido
la necesidad de replantear el enfoque de la seguridad nacional, para incorporar y tomar en cuenta el daño
cada vez más severo que pueden causar los fenómenos naturales.

SEGURIDAD PÚBLICA
La seguridad pública está asociada a la función gubernamental, relacionada con el control de la sociedad
dentro del Estado. Desde la visión liberal, la seguridad nacional se entendía como la defensa del Estado, a
través de la diplomacia y la acción militar, y la pública como la acción del gobierno para lograr el control de la
sociedad, mediante instituciones como la policía, los sistemas penales, penitenciarios y los manicomios
(Melossi y Pavarini 1980; Foucault 2010).
Tiene la función de mantener un control y generar certidumbre, para lo cual se apoya en herramientas
administrativas, entre las que destaca la fuerza pública. Esto es importante, porque obliga a señalar que la
seguridad es responsabilidad de todo el gobierno, aunque en la actualidad se ha restringido a entenderla
como consecuencia de la actuación de los cuerpos policiales.
Las definiciones actuales de la seguridad pública aluden a la conservación del orden. En términos de Rosas
(2012, 15), “el concepto de seguridad pública se refiere al mantenimiento de la paz, la ley y el orden públicos”,
que se puede entender también como la imposición del orden a través del Estado de derecho y de la represión,
mediante las sanciones judiciales y de la acción policial (Saint Pierre 2012, 42). Además de mantener el orden,
de acuerdo con Silva (2011, 214), el papel de la seguridad pública es establecer un equilibrio entre los intereses
constitucionales que se encuentren en conflicto o, en otras palabras, resolver problemas entre los integrantes
de una misma sociedad, por medio de la impartición de justicia. También puede comprenderse como que está
determinada por dos grandes elementos: las instituciones que constituyen al Estado de derecho y las
herramientas que permiten imponerlo. Las primeras constituyen el conjunto de reglas que generan los
incentivos para la estabilidad, el respeto a la ley y la conservación del orden; es decir, la capacidad de la
autoridad para hacer el uso legítimo de la fuerza.
La herramienta más clara se identifica en los cuerpos policiales; sin embargo, como señala Yáñez (2003, 5), no
debe entenderse que la fuerza pública sólo está conformada por la policía, sino que incorpora la aplicación de
sanciones administrativas, penales y la ejecución de resoluciones judiciales. La policía, como indica Saint Pierre
(2012, 43), es responsable de mantener el orden social al imponer el Estado de derecho, y reprimir por la
fuerza las conductas antisociales, con el apoyo de los sistemas penal y penitenciario; a lo cual debe agregarse
que la responsabilidad debe necesariamente surgir del mismo Estado de derecho, ya que de lo contrario la
institución corre el riesgo de convertirse en lo que trata de combatir (Nacos 2010, 205).
Las amenazas contemporáneas a la seguridad han obligado a reconfigurar los significados conceptuales, y a
buscar su integración funcional; en particular, las representadas por el crimen organizado, el terrorismo y los
desastres naturales, que tienen un impacto local. Sin embargo, de forma gradual se ha demostrado que los
gobiernos locales y subnacionales son incapaces de enfrentarlas solos, haciendo necesaria la colaboración
intergubernamental y la conformación de la seguridad nacional y pública, cuya articulación se ha desarrollado
a través del concepto de seguridad interior. Desde este enfoque se mantiene la visión tradicional de que
existen enemigos del Estado que deben ser identificados y enfrentados (incluso eliminados), así como
amenazas ambientales, pero que operan o tienen mayor repercusión dentro del Estado y, sobre todo, en el
ámbito local. En consecuencia, esto conduce a la identificación de estos riesgos o peligros, y ayudan al diseño
e implementación de estrategias intergubernamentales para combatirlos o eliminarlos.

SEGURIDAD PÚBLICA Y SEGURIDAD CIUDADANA


Es de suma importancia establecer la relación que tiene la Seguridad Pública y la Seguridad Ciudadana, ya que
las necesidades actuales en materia de Seguridad hacen imperante la integración de nuevos modelos de
Seguridad que puedan atender las causas de los fenómenos delictivos y sumen a los ciudadanos en los
procesos relativos a la misma a su vez proporcionar condiciones que permitan el buen desarrollo de la
sociedad con estándares de vida digna.
La seguridad ciudadana es concebida como aquella situación donde las personas pueden vivir libres de las
amenazas generadas por la violencia y el delito, a la vez que el Estado tiene las capacidades necesarias para
garantizar y proteger los derechos humanos directamente comprometidos frente a las mismas. En la práctica,
la seguridad ciudadana, desde un enfoque de los derechos humanos, es una condición donde las personas
viven libres de la violencia proveniente de actores estatales o no estatales.
La falta de empleo, la pobreza, la inequidad o la carencia de libertades, por citar sólo algunos ejemplos, son
obstáculos directos para la convivencia y la seguridad ciudadana. Para el Programa de Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD), la provisión de seguridad ciudadana es un requisito indispensable para su desarrollo
humano.
Las obligaciones de los Estados respecto a la seguridad ciudadana también comprometen el derecho a las
garantías procesales y a la protección judicial; el derecho a la privacidad y a la protección de la honra y la
dignidad; el derecho a la libertad de expresión; el derecho a la libertad de reunión y asociación; y el derecho
a la participación en los asuntos de interés público. En un sentido amplio, la seguridad ciudadana también
puede incorporar medidas de garantía de los derechos a la educación, la salud, la seguridad social y al trabajo,
entre otros.
Una política pública en materia de seguridad ciudadana debe abordar las causas de la criminalidad y la
violencia, con una referencia concreta a los derechos humanos y tener por objetivo que los derechos se
concreten en los planos normativo y operativo, así como en las prácticas de las instituciones y los agentes
estatales.
El tema de la Seguridad Pública tiene una gama de variables que contribuyen a la toma de decisiones en
materia de protección de la sociedad:

● Atención a Víctimas.
● Tipologías de las Violencias.
● Integración de los órganos de Gobierno para la Seguridad.
● Diseño de Políticas Públicas.
● Profesionalización y modernización de las instituciones policiales.
● Fomentar el respeto a los Derechos Humanos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Sistema de Justicia Penal en sus enfoques de:
● Procuración de Justicia.
● Impartición de Justicia.
● Sistema Penitenciario
● Política Criminal y Criminológica.
● Desarrollo Económico del Estado.

POLÍTICA CRIMINAL
La expresión política criminal se emplea desde el siglo XVIII en varios sentidos y bajo concepciones, de muy
difuso contenido que le han llevado a perder su carácter semántico (modelo de política criminal). En nuestros
días, predomina un concepto que le asigna la función de establecer un estándar (deber ser), para configurar
la legislación y jurisprudencia penal, con el objeto de propender a la eficaz protección de la sociedad.
En México fue con Porfirio Díaz que se habló por primera vez de este tema; ya que, devaluaba nuestro sistema
político al punto de desnaturalizarle en su substancia, desatendiendo sus obligaciones internas y los
compromisos suscritos con la comunidad internacional.
En la actualidad a la política criminal, se le considera un saber que tiene importancia radical para los dos
grandes momentos de la definición penal, esto es, tanto para el de incriminación primaria como para el de
incriminación secundaria. Interesa entonces, para el proceso en que la norma crea el delito definiendo el
hecho susceptible de reacción punitiva y para la aplicación que de ella hace el órgano jurisdiccional definiendo
al delincuente.
Su influencia, conforme lo dicho, se ejercerá en concreto sobre la legislación, la jurisprudencia y la doctrina
jurídico–penal, así como en toda decisión enfocada a los sentenciados sujetos a la prisión. En el mejor de los
casos se alzará como un saber para la sociedad, los académicos, litigantes y los jueces.
Abordar los problemas de la criminalidad desde una perspectiva integral, nos permite visualizar como posible,
el que toda reforma a la política criminal y reforma judicial, suponga una base de criterios uniformes,
sistémicos y racionales, amalgamados bajo una estrategia común adoptada por el poder, frente el fenómeno
delictual y dotada de una base axiológica irreductible que propenda bajo todo respecto, a la protección de los
derechos de las personas frente al Estado.
Siguiendo lo hasta aquí planteado, habremos de advertir la idea que se tiene de la política criminal: significa
siempre poder para definir los procesos criminales dentro de la sociedad y por ello mismo, el poder para dirigir
y organizar el sistema social en relación a la cuestión criminal.
Una débil política criminal que no atienda a los factores que fomentan la realización de las conductas
delictivas, sin desenmascararlas para ser atendidas por otras áreas de la política pública, tiende a ser ajena y
como tal, crea condiciones de poder que no solo afectan a los particulares, sino que actúan como verdaderas
excrecencias malignas internas, que terminan por pudrir las bases mismas de la estructura del Estado en la
sociedad.

POLÍTICA CRIMINAL CÓMO POLÍTICA PÚBLICA


Para mejor comprender la importancia que tiene la política criminal en la sociedad, diremos que ésta
comparte como sustrato base, el de ser una política pública referida a un ámbito determinado del conflicto
social y opera cuando el Estado decide como alternativa otorgarle al fenómeno específico la categoría de
delito y a la persona que lo comete, la calificación de delincuente.
El Estado debe desarrollar otras estrategias para su superación, sea mediante directrices políticas generales
(mega políticas públicas) dirigidas a los sistemas educativos, de salud, de vivienda, de empleo, etcétera, o
mediante acciones específicas para el caso dado y particular (política pública referida a un rubro). En el
primero de ellos, esto es, en los casos en que las directrices generales, sistémicas y abstractas están dirigidas
a la sociedad en su conjunto como manifestación acreditada del poder público, diremos que estamos frente
a una política pública del mismo orden y en el segundo, solo a acciones asiladas con las mismas características,
pero enfocadas por el Estado para un caso específico y determinado. Así la política pública, comprende a la
política criminal y la circunscribe al orden de los fenómenos criminales.

PREVENCIÓN EL DELITO
Las directrices sobre prevención del delito, son adoptadas por el Consejo Económico y Social en 1995 y en
2002 y son la evolución del conocimiento y la experiencia en materia de prevención que ha tenido lugar en
las dos últimas décadas. Es por ello que la prevención es un campo de trabajo bastante limitado, ya que sólo
está a cargo de los cuerpos policiacos, construyendo una esfera de actividades en las que intervienen
numerosas instituciones y sectores de la sociedad.
Entiéndase como las estrategias y medidas encaminadas a reducir el riesgo de que se produzcan delitos y sus
posibles efectos perjudiciales para las personas y la sociedad, incluido el temor a la delincuencia, y a intervenir
para influir en sus múltiples causas.
La prevención del delito se ha convertido en un componente cada vez más importante de muchas estrategias
nacionales de seguridad pública.
El delito y la victimización se ven favorecidos por numerosos factores causales, resultado de una gama de
elementos y circunstancias que influyen en la vida de las personas y las familias, como los entornos locales y
las situaciones y oportunidades que facilitan la victimización y la delincuencia.
Los factores causales son aquellas alteraciones y tendencias mundiales que afectan a las condiciones sociales
y económicas de regiones y países, entornos y comunidades locales, los relacionados con la familia y los
parientes cercanos, y los que afectan a los individuos.
La Organización Mundial de la Salud para la comprensión de la violencia, hace hincapié en que los factores
sociales, comunitarios y de relaciones e individuales, son también factores causales.

FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo son aquellas situaciones o características que disminuyen la probabilidad de lograr un
desarrollo pleno, cuyos elementos sumados, contribuyen a un determinado resultado criminal.
A diferencia de una conducta de riesgo que se refiere al resultado sobre el comportamiento humano que
tienen dichos factores.
Éstos pueden ser:
● A nivel mundial.
Los factores de riesgo que llevan a un resultado criminal, pueden ser: los grandes movimientos de población,
la rápida urbanización, los desastres ambientales, las recesiones económicas y los cambios en las tendencias
del comercio y las comunicaciones; siendo que éstos influyen en las características de la delincuencia
organizada, llevando a las regiones y los países a graves consecuencias.
● A nivel nacional
Los factores de riesgo que llevan a un resultado criminal, pueden ser: la amplitud de la disparidad de ingresos
domésticos existente entre las clases más pobres y más ricas de un país, los niveles de corrupción, la calidad
de la infraestructura y las instituciones, así como los patrones sociales y culturales pueden crear situaciones
que aumenten los riesgos de delito y victimización.
● A nivel local.
Los factores de riesgo que llevan a un resultado criminal, pueden ser: las deficiencias de la infraestructura y
las autoridades fiscales y administrativas, las precarias condiciones de vivienda y vecindad, la falta de buenos
servicios de educación y sanidad, el alto desempleo y el fácil acceso a las drogas o las armas pequeñas son
elementos capaces de aumentar los riesgos. Las escuelas precarias o desorganizadas pueden dar lugar a bajos
niveles de rendimiento, abandono escolar, conductas intimidatorias y expulsión de la enseñanza, hechos que,
según se ha constatado, son factores de riesgo que favorecen la delincuencia y la victimización en niños y
jóvenes.
● A nivel individual.
Los factores de riesgo que llevan a un resultado criminal, pueden ser: rasgos biológicos y personales que
pueden llevar, por ejemplo, a conductas agresivas precoces o grave abuso de sustancias. Los factores de riesgo
asociados a las relaciones de familia incluyen características como una paternidad severa o errática, los
conflictos, la violencia y el abuso en el hogar, circunstancias familiares como la pobreza y el aislamiento, y las
relaciones con amigos y compañeros que incitan a los jóvenes a correr riesgos y a infringir la ley.
Estos hechos hacen que la situación de una región o la economía política de un país, así como en la
infraestructura y la capacidad de gobierno, pueden influir para que la delincuencia organizada se aprovecha
de las estructuras e instituciones de gobierno débiles, aumentando el tráfico de drogas, armas o personas
empeorando los niveles de delito y violencia.

TIPOS DE PREVENCIÓN
Los tipos de prevención pueden ser, medidas centradas en:
● El desarrollo social.
Incluye una serie de programas sociales, educativos, sanitarios y formativos como los destinados a niños, o a
familias en riesgo cuando los niños son muy pequeños, con el fin de proporcionarles ayuda y facilidades para
la crianza de los hijos.
● La comunidad.
Los programas también pueden dirigirse a grupos de niños en áreas donde estos y los jóvenes estén
especialmente expuestos, como es el caso de los niños de la calle o los que viven en asentamientos ilegales o
áreas desfavorecidas. Esta implica la participación activa de la población y las organizaciones locales de las
comunidades y barriadas correspondientes.
● El medio ambiente.
Esta incluye los barrios de tugurios o los asentamientos irregulares, como cerca de barrancas o de ríos o
proyectos relativos a viviendas en centros urbanos o en los suburbios, áreas donde a menudo se concentran
los problemas económicos y sociales.
● Las situaciones diversas.
Estos programas tienen por objeto aumentar la sensación de seguridad y protección de los componentes de
determinadas comunidades, responder a las preocupaciones y problemas de delincuencia comunitarios que
afecten a la población y aumentar los servicios, así como el capital o la cohesión social en la comunidad.
● Los factores sociales.
La prevención de situaciones propicias al delito incluye enfoques que tienen por objeto reducir las
oportunidades de la población para cometer delitos, aumentar los riesgos y los costos de ser detenido y
minimizar los beneficios del delincuente. Esta se destina a zonas donde el riesgo de caer en la delincuencia o
de ser víctima de ella es alto.
Estrategias de prevención para situaciones propicias al delito:
Se consideran 5 categorías:
● Las que aumentan el esfuerzo de los delincuentes.
● Las que aumentan los riesgos de los delincuentes.
● Las que reducen las ganancias de los delincuentes.
● Las que reducen la incitación a la delincuencia.
● Las que suprimen las excusas para delinquir.
Siendo que los delincuentes potenciales toman decisiones racionales sobre los posibles riesgos y beneficios
de infringir la ley, el Estado utiliza técnicas que incluyen la gestión, diseño o manipulación del entorno
inmediato de manera sistemática y permanente, aplicando técnicas muy específicas para el combate de la
delincuencia.
La prevención del delito mediante la reinserción social hace referencia a todos los programas dirigidos a niños,
jóvenes o adultos ya involucrados en el sistema de justicia penal, incluso los detenidos y los que regresan a la
comunidad.
Los condenados por delitos corren el mayor riesgo de reincidir dado que ya han quebrantado la ley, tienen
escasas oportunidades y aptitudes para llevar estilos de vida legítimos y no delictivos, y es posible que tengan
fuertes vínculos con otros delincuentes y modos de vida afines a la delincuencia.
La reinserción del delincuente siempre se puede ver favorecida si se les proporcionan aptitudes para el empleo
y la vida, si se les facilitan:
● Formación.
● Educación.
● Estilos de vida alternativos.
● Apoyo.
● Vivienda decente en la comunidad.
Los programas en prisión pueden ayudar a prepararlos para la puesta en libertad dándoles nuevas capacidades
laborales, aumentando su nivel de educación y aptitudes sociales, entre ellas la capacidad para mediar en
situaciones conflictivas, y recurriendo a otros enfoques de justicia restaurativa 1.
Hay programas para la reinserción del delincuente que pueden aplicarse cuando se integra en la comunidad,
o en albergues de reinserción u hogares de acogida que ofrecen alojamiento en condiciones satisfactorias, así
como apoyo y asesoramiento que suelen incluir programas de aprendizaje, planes de creación de empleo,
preparación para la vida cotidiana, facilidades de microcrédito y apoyos económicos a largo plazo.
Los programas que imparten aptitudes de solución de conflictos o siguen enfoques de justicia restaurativa,
como la mediación entre víctimas y delincuentes o conferencias de grupos familiares o comunitarios, son otros
ejemplos de cómo es posible ayudar a los delincuentes a reinsertarse en la sociedad civil. Se trata en todos
los casos de una prevención del delito centrada en la reinserción social, con el objetivo general de prevenir la
reincidencia.
Los recientes planteamientos en prevención de situaciones propicias al delito, se han centrado en un mejor
uso de las normas, como las reglamentaciones locales y municipales, y su aplicación, algo que se considera un
instrumento valioso para incitar a los negociantes o la población local a cambiar y regular el propio
comportamiento.
Cuando se habla de tiempo, este hace referencia a las etapas en que se deben aplicar los programas de
prevención del delito, siendo éstos:
● Prevención primaria.
Por prevención primaria se entiende los programas o iniciativas destinados a las personas que nunca se han
visto implicadas en el sistema de justicia penal, por ejemplo, los programas para educar o alertar al público
en general o a los jóvenes sobre la violencia o el acoso en las escuelas.
● Prevención secundaria.
La prevención secundaria tiene que ver con los programas dirigidos especialmente a los niños y jóvenes que,
previa determinación de los servicios sociales o los sistemas de educación y justicia, corran el riesgo de verse
implicados en actos delictivos.

1
Acuerdo alcanzado como consecuencia de un proceso cuyo contenido sea la reparación, restitución y el
servicio a la comunidad.
● Prevención terciaria.
La prevención terciaria se refiere a los programas destinados a las personas ya incursas en el sistema de justicia
penal y/o que van a reinsertarse en la comunidad, y tiene como fin prevenir la reincidencia.
La prevención del delito no debe ser vista como una ciencia exacta que siempre produce buenos resultados,
ya que, en muchos países, los recursos son limitados, tienen dificultades sociales y económicas, en ocasiones
políticas. Lo que lleva a que éstas no funcionen al 100%.

GUARDIA NACIONAL

● Integra unidades de Policía Militar, Naval y Federal


● Incorpora miembros activos de las Fuerzas Armadas
● Conformada por 50 mil elementos
● Mando operativo a cargo de oficiales del Ejército o Armada
● Vehículos, uniformes e insignias propias
● Combate el delito en todo el país
● Patrulla calles
● Detención de personas
● Protección civil
● Institución policial de carácter civil
● Sus fines son los del párrafo noveno del artículo 21 constitucional, ya referidos con antelación y de
igual manera, coordina y colabora con las entidades federativas y Municipios, así como la salvaguarda
de los bienes y recursos de la Nación.
● Adscrita a la Secretaría del ramo de seguridad pública, que formulará la Estrategia Nacional de
Seguridad Pública, los respectivos programas, políticas y acciones.
● La formación y el desempeño de los integrantes de la Guardia Nacional y de las demás instituciones
policiales se regirán por una doctrina policial fundada en el servicio a la sociedad, la disciplina, el
respeto a los derechos humanos, al imperio de la ley, al mando superior, y en lo conducente a la
perspectiva de género.

La Ley de la Guardia Nacional:


● Reglamentaria del artículo 21 constitucional
● Detalla sus atribuciones
● Establece su estructura jerárquica
● Regímenes de disciplina, responsabilidades, servicios, ascensos, prestaciones y capacitación
● Requisitos para ingreso.
● Profesionalización
● Dedicación con disciplina y apego a Derechos Humanos.
● Evaluaciones periódicas como requisito de permanencia
● Adscrita a la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana y actúa bajo el mando del Ministerio
Publico competente para garantizar la legalidad de sus actos y que sus resultados puedan presentarse
como evidencia valida ante los tribunales
● Sanción a los elementos que cometan abusos y actos a favor de la delincuencia.

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