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HISTORIA ECONÓMICA GENERAL II

Asesora: Maribel García Elizalde


Juan Antonio Alarcón Guzmán
Actividad 4 - El campo socialista

1. ¿Por qué se afirma que la Revolución Bolchevique es un resultado de la Primera Guerra Mun-
dial?
R= La más trascendente de las consecuencias de la Gran Guerra fue la Revolución Rusa.
Que ésta fue consecuencia directa de la Guerra del 14 es algo que parece fuera de toda duda. Pese a
la cercanía de la Revolución de 1905 y a su tradición de violencia y de milenarismo, Rusia parecía
demasiado atrasada y campesina para que en ella tuviera lugar una revolución socialista. Pero la
guerra de desgaste» afectó seriamente a Rusia. Su nivel de vida era muy bajo, y el esfuerzo bélico
resultaba muy duro, agravado por la mala ad ministración, tanto civil como militar, y por la propa-
ganda de: los numerosos partidos de izquierda y de centro. Muchos de estos partidos estaban sub-
vencionados por los alemanes, cque también apoyaban a partidos nacionalistas, como el ucraniano.
A todo esto se añadía la creciente impopularidad de la familia real rusa, que a la inepcia política del
zar, quien había cordenado personalmente ametrallar a los manifestantes desarn iados en San Pe-
tersburgo durante la Revolución de 1905 y que o entendía otra forma de gobierno que el despotis-
mo, unía la altanería de la zarina, que se combinaba extrañamente con el servilismo ab- yecto de
esta señora ante un charlatán grosero y místico, Grigori Y. Rasputin.
Tras una serie de huelgas en Moscú y Petrogrado, a las que se añadían frecuentes motines y deser-
ciones en el ejército, el zar se vio obligado a abdicar en marzo (febrero en el calendario ruso) de
1917. A la autocracia zarista sucedió un régimen pretendidamente democrático, caracterizado sobre
todo por el desorden y la impotencia del gobierno para controlar la creciente anarquía. Pronto alcan-
zó el poder Alexandr F. Kerensky, socialista revolucionario moderado que implantó un régimen de
corte liberal y democrático. El gran problema de los gobiernos salidos de la Revolución de Febrero,
sin embargo, era la guerra: una de las causas inmediatas de insurrección había sido el antibelicismo;
acabar la guerra era el punto más popular del programa revolucionario. La revolución de octubre no
sólo produjo una división en la historia del mundo al establecer el primer estado y la primera socie-
dad poscapitalistas. Fue el único de los antiguos imperios dinástico-religiosos que sobrevivió a la
primera guerra mundial el sistema comunista que había mantenido la unidad desde 1917. Después
de la revolución de octubre la Rusia soviética veía en el capitalismo al enemigo que había que de-
rrocar lo antes posible mediante la revolución universal. Pero la revolución no se produjo, y la Ru-
sia de los soviets quedó aislada, rodeada por el mundo capitalista. Los fundadores del marxismo
creían que la función de una revolución en Rusia sería tan sólo la de precipitar el estallido revolu-
cionario en los países industrializados más avanzados, donde se daban las condiciones previas para
la construcción del socialismo. Fue exactamente lo que se suponía que iba a ocurrir en 1917-1918, y
lo que parecía justificar la polémica decisión —por lo menos para los marxistas— de Lenin de tra-
zar la estrategia de los bolcheviques rusos para la conquista del poder soviético y del socialismo.

2. Define el concepto comunismo de guerra.


R= Cuando los bolcheviques dirigidos por Lenin y Trotski se hicieron con el poder a princi-
pios de noviembre empezaron a llamarse a sí mismos comunistas, fue un sistema político durante la
guerra civil Rusa, siendo años de ultrarradicalismo.
La guerra condujo a la nacionalización de todas las industrias a mediados de 1918 y al «comunismo
de guerra», mediante el cual un estado bolchevique en pie de guerra organizó su lucha a vida o
muerte frente a la contrarrevolución y a la invasión extranjera, y se esforzó por obtener los recursos
necesarios para ello. Por más necesario que hubiese sido en su momento, no podía continuar, en
parte porque los campesinos se sublevarían contra la confiscación militar de su grano, que había
sido la base del sistema, y los obreros, contra sus sufrimientos; y en parte también porque el comu-
nismo de guerra no proporcionaba ningún método eficaz para restaurar una economía que había
quedado prácticamente destruida
Con su habitual realismo, Lenin introdujo la Nueva Política Económica (NEP) en 1921, lo que sig-
nificaba en la práctica el restablecimiento del mercado y suponía una retirada del comunismo de
guerra al «capitalismo de estado».

3. Describe las características, objetivos y resultados de la NEP (Nueva Política Económica).


R= Lenin introdujo la Nueva Política Económica (NEP) en 1921, lo que significaba en la
práctica el restablecimiento del mercado y suponía una retirada del comunismo de guerra al «capita-
lismo de estado». La NEP fue un tema de acalorada discusión en la Rusia de los años veinte pues se
veía como una derrota del comunismo, o por lo menos como una desviación en la marcha hacia el
socialismo, fuera del camino principal, al que era necesario regresar de un modo u otro. Los radica-
les, como Trotsky, querían romper lo antes posible con la NEP y emprender una campaña de indus-
trialización acelerada, que fue la política que acabó adoptando Stalin. Los moderados, con Bujarin a
la cabeza eran plenamente conscientes de las limitaciones políticas y económicas con que el go-
bierno bolchevique tenía que actuar en un país más dominado incluso por la agricultura que antes de
la revolución, y eran partidarios de una transformación gradual. En muchos sentidos la NEP fue una
breve edad de oro para la Rusia rural que tuvo un verdadero éxito en su empeño por restaurar la
economía soviética a partir de su estado ruinoso de 1920. Dejando a un lado las consideraciones po-
líticas, la continuación de la NEP, con o sin enmiendas, habría producido en el mejor de los casos
un ritmo de industrialización modesto. El hecho (conocido por «crisis de las tijeras») sería la soga
que acabaría estrangulando a la NEP.
Por consiguiente, no resultaba muy probable que la NEP —es decir, un crecimiento económico
equilibrado, basado en una economía agrícola de mercado dirigida desde arriba por el estado— se
consolidara como una estrategia duradera. Su tarea esencial era la de crear nuevas industrias más
que gestionarlas, dando máxima prioridad a las industrias pesadas básicas y a la producción de ener-
gía, que eran la base de todas las grandes economías industriales: carbón, hierro y acero, electrici-
dad, petróleo, etc.
Los campesinos —la mayoría de la población— no sólo pertenecían a una categoría legal y política
inferior, por lo menos hasta la Constitución de 1936 (totalmente inoperante); no sólo tenían que pa-
gar más impuestos a cambio de menos protección, sino que la política agrícola que sustituyó a la
NEP. Los años de la NEP relajaron la atmósfera al margen de la política. La «economía planificada»
de los planes quinquenales sustituyó a la NEP en 1928.

4.¿En qué consiste la colectivización agraria en la Unión Soviética de los años treinta del siglo XX?
R= La colectivización forzosa de la tierra en cooperativas o granjas estatales, fue entonces, y
seguiría siéndolo más tarde, un desastre. Su efecto inmediato fue el descenso de la producción de
cereales y la reducción a la mitad de la cabana ganadera, lo que provocó una terrible hambruna en
1932-1933. La colectivización hizo disminuir la ya de por sí baja productividad de la agricultura
rusa, que no volvió a alcanzar el nivel de la NEP hasta 1940 o, si tenemos en cuenta los desastres
posteriores de la segunda guerra mundial, hasta 1950. La colosal mecanización que intentó compen-
sar estas carencias fue también, y ha seguido siéndolo, colosalmente ineficaz. Después de una etapa
prometedora en la posguerra, en que la economía soviética llegó a producir modestos excedentes de
cereales destinados a la exportación —aunque la URSS no llegase a parecer nunca un exportador
importante, como lo había sido la Rusia de los zares—, la agricultura soviética dejó de ser capaz de
alimentar a la población. A partir de los afios setenta dependió del mercado mundial de cereales
para cubrir a veces hasta la cuarta parte de sus necesidades. De no ser por la ligera relajación del
sistema colectivista, que permitió a los campesinos producir para el mercado en las pequeñas parce-
las de su propiedad —que constituían aproximadamente el 4 por 100 de la superficie cultivada en
1938—, los consumidores soviéticos habrían tenido poco que comer, salvo pan negro. En resumen,
la URSS cambió una agricultura campesina ineficiente por una agricultura colectivista ineficiente a
un precio enorme.

5.¿Cuáles fueron los problemas de la planificación centralizada?


R= Los sistemas políticos del mundo socialista, que eran básicamente imitaciones del siste-
ma soviético, no tenían equivalente en el resto del mundo. Se basaban en un partido único fuerte-
mente jerarquizado y autoritario que monopolizaba el poder estatal —en realidad, suplantaba en
ocasiones al estado— y que gestionaba una economía de planificación centralizada, e imponía (por
lo menos teóricamente) un credo marxista-leninista único a los habitantes del país. La separación o
autoseparaciónn del «campo socialista» (como pasó a llamarse en terminología soviética a partir de
finales de los años cuarenta) fue desmoronándose poco a poco en los años setenta y ochenta. No
obstante, el grado de ignorancia e incomprensión mutuas que persistía entre los dos mundos era ex-
traordinario, sobre todo si tenemos en cuenta que esta es la época en la que tanto el transporte como
las comunicaciones experimentaron una revolución total.

6. Describe las características de la industrialización soviética.


R= Industrialización (1928-1940), la URSS constituía un modelo alternativo de «desarro-
llo»; un ejemplo que nunca había parecido tan impresionante como en los años posteriores a 1945.
Por eso los estados más ambiciosos decidieron acabar con su atraso agrícola mediante una industria-
lización sistemática, bien fuese según el modelo soviético de planificación central, bien mediante la
sustitución de importaciones, basados ambos, aunque de forma diferente, en la intervención y el
predominio del estado. Hasta los menos ambiciosos, que no soñaban con un futuro de grandes com-
plejos siderúrgicos tropicales impulsados por la energía procedente de inmensas instalaciones hi-
droeléctricas a la sombra de presas colosales, querían controlar y desarrollar por su cuenta sus pro-
pios recursos.
La industrialización salvaje de los primeros planes quinquenales (1929-1941) ganó apoyo gracias a
la «sangre, sudor y lágrimas» que impuso a la gente.
La industrialización dirigida, pese a su despilfarro e ineficacia, funcionó de una forma impresionan-
te. Convirtió a la URSS en una economía industrial en pocos años, capaz, a diferencia de la Rusia
de los zares, de sobrevivir y ganar la guerra contra Alemania.

Referencias bibliográficas:
 Hobsbawm, E. (2003). Cap. XIII El socialismo real. En Historia del siglo XX. (5ª Ed.) (pp. 372-
399). Barcelona: Crítica.
 Tortella, G. Cap. VIII Guerra y Democracia y Cap. XI El mundo comunista. En Los orígenes del
siglo XXI. Un ensayo de historia social y económica contemporánea. (pp. 241-254; 393-416).
España: Gadir.

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