Diligencia del abogado:

Primero, ¿Qué es la diligencia? La diligencia según la RAE define la diligencia como “cuidado,
prontitud, agilidad y actividad en hacer lo que se debe hacer” término que procede de
diligencia, es decir, del cuidado en hacer algo en específico. La diligencia es una virtud, y como
tal, viene referida a acometer una actividad (especialmente el trabajo) con eficacia y buen
hacer en búsqueda de la excelencia. Una vez sabiendo esto.
La diligencia del abogado es la siguiente: La diligencia del abogado se refiere al deber y
responsabilidad que tiene un abogado de actuar de manera profesional y ética en el
desempeño de su trabajo. La diligencia implica una atención cuidadosa y minuciosa en la
preparación y presentación de los casos de sus clientes, con el objetivo de garantizar los
mejores resultados posibles en base al caso que trate, sin darle falsas esperanzas al cliente.

En el ejercicio de su profesión, el abogado debe ser diligente en:

La preparación del caso: esto incluye la recopilación de información y pruebas necesarias, el
análisis de la legislación y jurisprudencia aplicable y la preparación de documentos y
argumentos.
La representación del cliente: el abogado debe representar los intereses de su cliente de
manera efectiva y con los más altos estándares éticos y profesionales.
El cumplimiento de plazos y requisitos procesales: el abogado debe cumplir con los plazos y
requisitos procesales que se establecen en cada caso y acudir a cada uno de ellos.
La comunicación con el cliente: el abogado debe mantener al cliente informado sobre el
progreso del caso y cualquier cambio que pueda afectar el resultado final, esto es importante
ya que el cliente, tiene la información necesaria que necesita saber, y mantiene al cliente la
realidad de su caso y no en esperanzas vagas.
La actualización y formación continua: el abogado debe mantenerse actualizado en las leyes
y regulaciones relevantes y en las mejores prácticas profesionales.
Gestión de mediación como abogado:
La gestión de mediación es: El proceso de planificación, organización, coordinación y
seguimiento de una mediación entre dos o más partes en conflicto de cualquier índole, con
el objetivo de lograr una solución consensuada y satisfactoria para todas las partes vinculadas
en dicho conflicto, es un método de resolución de conflictos en el que un tercero imparcial y
neutral, el mediador, ayuda a las partes en conflicto a llegar a un acuerdo voluntario y
mutuamente beneficioso.
Gestión de mediación que hace el abogado:
La gestión de mediación como abogado es una habilidad importante que puede ayudar a los
clientes a resolver conflictos de manera eficiente y efectiva. La mediación es un proceso en el
que un tercero imparcial ayuda a las partes en conflicto a llegar a un acuerdo mutuo que
resuelva el problema sin tener que recurrir a un juicio ya sea penal o civil, para llevar a cabo
una mediación efectiva como abogado, es importante seguir algunos pasos clave. En primer
lugar, debe comprender las necesidades y objetivos de su cliente, así como las necesidades y
objetivos de la otra parte en conflicto. También debe investigar el problema en cuestión y
comprender las leyes y regulaciones pertinentes que se aplican al caso en cuestión. Ya con la
información recolectada, durante la mediación, el trabajo como abogado es actuar como
facilitador y guía para ayudar a las partes a comunicarse de manera efectiva y llegar a un
acuerdo mutuo. Se debe escuchar atentamente a ambas partes y asegurarse de que se
sientan cómodas y seguras durante el proceso. Además, debe ser capaz de ayudar a las partes
a generar opciones de solución creativas y evaluar la viabilidad de cada opción.

Secreto profesional concepto criterio doctrinal:

El secreto profesional es un concepto que se refiere a la obligación legal que tienen ciertas
profesiones, como los abogados, médicos, psicólogos y periodistas, entre otros, de mantener
la confidencialidad de la información que reciben de sus clientes o pacientes en el desempeño
de su trabajo.
El criterio doctrinal sobre el secreto profesional se basa en la necesidad de proteger la
privacidad y la confidencialidad de la información que los profesionales reciben de sus clientes
o pacientes. Esta información puede ser de carácter personal, financiero, médico o legal, y la
divulgación de la misma sin el consentimiento del titular de la información podría tener
consecuencias negativas para la persona afectada.
Secreto profesional y concepto criterio doctrinal como abogado:
El secreto profesional es una obligación ética y legal que tienen los abogados de mantener en
secreto cualquier información confidencial que les haya sido confiada por sus clientes durante
el ejercicio de su actividad profesional. El secreto profesional se extiende a cualquier
información que pueda revelar la situación jurídica, económica o personal del cliente, así
como cualquier comunicación o documentación relacionada con el asunto.
El concepto criterio doctrinal se refiere al conjunto de ideas, opiniones y posturas que se han
ido elaborando a lo largo del tiempo por parte de la comunidad jurídica respecto a
determinados temas o cuestiones. Este criterio se fundamenta en la interpretación y
aplicación de las normas jurídicas, así como en la experiencia y práctica profesional de los
abogados.
En relación al secreto profesional, el criterio doctrinal establece que es una obligación
fundamental de los abogados, que tiene su origen en la necesidad de proteger la confianza y
la intimidad de los clientes, así como en el derecho a la defensa. Asimismo, se considera que
el secreto profesional es una garantía para la libre y leal defensa, ya que permite que los
clientes puedan comunicar toda la información relevante a su abogado sin temor a que esta
sea revelada a terceros.
En resumen, el secreto profesional y el concepto criterio doctrinal son fundamentales para la
práctica de la abogacía, ya que aseguran la confidencialidad de la información y garantizan la
protección de los derechos de los clientes.