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AÑO 2022
Durante muchos años los ciudadanos hemos sido testigos de los diversos escenarios que ha
traído la prostitución, esta situación ha traído muchas incógnitas que nos obligan a tomar una
postura. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Se debería proteger la integridad de las trabajadoras
reconocer que las personas que trabajan en este rubro tienen tantos derechos como cualquier
En nuestro país, se debe velar por la protección de la integridad de las trabajadoras sexuales,
ya que no esto no permite la vulneración sus derechos ni degrada su valor como persona. Por
un lado, la Declaración Universal de los Derechos Humanos señala que: Todo individuo tiene
principio, indiferente a la labor que ocupen estas mujeres, nada ni nadie puede atentar contra
su vida ni su seguridad; si bien la prostitución no está vista como una profesión “digna”, es legal
en el Perú y sus trabajadoras no deberían correr riesgos por abordar una práctica que no
infringe ninguna norma ni ley peruana. Por otro lado, el lado conservador de la sociedad señala
calificándolas despectivamente con asco e incluso deseándoles mal sin conocer el motivo de
dedicarse a la profesión más antigua. Por ello, se debería respetar su opción laboral, no
juzgarlas por esto y optar por alternativas donde la prostitución puede ejercerse de manera más
segura, salubre y con menos riesgos para quienes la ejercen como para sus demandantes. De
esta manera, podríamos imitar prácticas del primer mundo como Países Bajos, donde esta
actividad, está regulada por horarios, zonas y normas que garantizan su seguridad y libertad
socialmente, donde impacte la idea de que cualquier persona es libre de elegir un oficio o
incumpliendo una moral, puesto a que estamos en una sociedad abierta, pluralista de en
Los estados tienen la obligación de garantizar que todas las personas, incluidas las que ejercen
trabajo sexual tienen derecho a condiciones de trabajo justas y favorables (que incluyan
cuestiones de seguridad) y están protegidas frente a la explotación, incluidas las que trabajan
por cuenta propia o se ganan la vida en entornos informales. Por eso, lo más importante es que
lo que se pide al Ministerio del Trabajo es proponer una regulación seria que proteja los
derechos de los trabajadores sexuales. Como en cualquier situación laboral, la claridad sobre
los derechos y deberes se convierte en una herramienta indispensable en contra de los abusos
de poder. Además, la reglamentación puede ser muy útil para evitar extralimitaciones por parte
de los policías.
El cambio no es fácil. Todas las relaciones del Estado con los trabajadores sexuales están
llenas de prejuicios dañinos, se espera que las instituciones dejen de ignorar el problema y
empiecen a modificar sus normativas para proteger los derechos de esta población.
Es fundamental señalar que la mayor parte de las regulaciones tienen vacíos al no contemplar
trabajadoras sexuales. Entre ellas, es importante señalar la violencia constante de la que son
víctimas las prostitutas, a partir del entorno psicológico y emocional hasta el sexual y físico. Las
sexoservidoras tienen la posibilidad de hallarse con facilidad ante situaciones donde son
humilladas, golpeadas, obligadas a hacer prácticas no consentidas o dolorosas, agredidas e
hace incluso más extenso pues muestra ventajas para los proxenetas ya que los precios son
Estado asuma su función creando mayores oportunidades para que ellas no estén en una
deber del Estado, es ampliar y garantizar los derechos de las mujeres para que no puedan caer
una ley sobre la prostitución consentida y su consideración como una actividad laboral más, la
cual ayudará a garantizar el ejercicio de los derechos de igualdad y libertad. Esto busca
eliminar algunas razones morales, que van en contra de los derechos, debido a un problema
endémico social, donde las personas alegan una posición de superioridad moral cuando
construyen sus argumentos sobre el tema, como también las feministas no deben erigirse en el
estandarte de la moral colectiva. Por otro lado, se debe tener en cuenta que elegir libremente la
vida laboral sexual, como trabajo u oficio, solo se promueve en el congreso siempre y cuando
las individuas sean mayores de edad y no esté relacionado en temas de tráfico de mujeres,
delitos tipificados en los códigos penales no existiendo controversia teórica, ni dentro ni fuera
del feminismo, en relación con la persecución jurídica que deben sufrir los mismos.
Ante todos los argumentos dados a conocer, podemos decir que ante la Declaración Universal
de los Derechos Humanos toda persona tiene derecho a la vida, libertad y seguridad; por lo
tanto, es totalmente una vulneración la discriminación de cualquier tipo, incluyendo a la
infrinjan ley respecto a la vida de otras personas y brinden sus servicios siguiendo las
Es cierto que, el rechazo hacia estas mujeres no es ajeno a las autoridades y muchas personas
que no se encuentran dentro del grupo de su demanda, miran con asco a estas personas; es
así que, como cualquier otro trabajo, este debe darse en las medidas higiénicas y seguras para
sus clientes y justamente, no demostrarlo con el sentido más páuperrima de la palabra porque