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SANTIAGO MEJÍA GARCÍA Y VALENTINA CAMPUZANO

• TÍTULO DEL PROYECTO

Contribuir al análisis respecto los impactos a la vulneración de derechos humanos

y laborales a quienes ejercen las actividades sexuales pagadas

• Planteamiento del problema:

Pese a que en la actualidad no existe una idea exacta sobre la respectiva

definición de la “prostitución”, se han presentado una serie de discusiones debido a sus

causas, entorno moral, regularización y trascendencia social y política; ahora bien, de

forma generalizada la “prostitución” se podría definir como “(el conjunto de procesos

socioculturales que implican la mercantilización o monetización del intercambio sexual)”

“(escuela de Estudios de Genero, 2015, Pag 8”).

No obstante, de manera coloquial, la “prostitución” se encuentra en todas las

sociedades, a lo que de igual forma se ha observado un repudio frente a esta actividad,

también se ha podido constatar y establecer que esta actividad podría ser desviada o

alejada de la norma, por lo que se debería de abordar y ser objeto de control a través

de dispositivos “socio-técnicos” de carácter moral, jurídico y médico. “(Identidad sexual

y libre desarrollo de la personalidad)” “(Xavier Palau Altarriba, 2016, Pag 7”)

Las nociones que se han venido conocido respecto a la “prostitución” se han

venido reforzando a través de discursos o dogmáticas jurídicas que han venido

criminalizando la actividad de forma directa o indirecta, lo cual ha causado estrategias de

represión y control por parte de las autoridades; de igual manera se ha denotado el bajo

interés institucional a la hora de implementar reglamentaciones al respecto, en lo que


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también tiene que ver con orden público y el uso del suelo; lo que de esta manera conlleva

a la intervención policial en sitios donde se lleva a cabo o se practica la “prostitución”, de

lo que se derivan detenciones, restricciones a la libertad de quienes llevan a cabo esta

actividad; en consecuencia, las acciones dirigidas a reprimir la “prostitución”, está

omitiendo el entendimiento respecto a los derechos y libertades de quienes ejercen esta

actividad. “(el conjunto de procesos socioculturales que implican la mercantilización o

monetización del intercambio sexual)” “(escuela de Estudios de

Genero, 2015, Pag 17”).

Este conjunto de ideas ha causado una serie de estigmatizaciones respecto a la

“prostitución”, y prácticas de los organismos estatales que aun se hacen evidentes; de

este modo, las nociones que se han teniendo en cuenta a la hora de realizar

cuestionamientos desde diferentes puntos de vista, particularmente estudios de Género,

quienes en donde tomaron de manera critica la teorización y las intervenciones de los

entes gubernamentales respecto al tema. “(Identidad sexual y libre desarrollo de la

personalidad)” “(Xavier Palau Altarriba, 2016, Pag 12”)

De esta manera y para la población feminista quienes apoyan la eliminación y abolición de


la “prostitución”, aduciendo que es una actividad de productos de relaciones desiguales,
en las que se impone al cuerpo de una mujer como herramienta masculina;
constituyéndose así un símbolo principal de dominación masculina hacia el género
femenino; algunas de las autorías de reconocimiento internacional que aportaron a esta
propuesta fueron Catherine Mackinnon, Gloria Steinem, Kathleen Barry. “(Reformas
constitucionales y equidad de género Informe final Seminario internacional”) “(Sonia
Montaño V. Verónica Aranda, 2005, Pag 12”)

Por consiguiente, y de esta manera, se llegó a la formulación de diferentes

críticas a la ideología denominada “antisex”, lo que se logró mediante esta terminación es

que pone a las mujeres que ejercen la “prostitución” o pornografía, como personas sin

capacidad de tener una herramienta de protección o rescate e estas actividades; lo que


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de alguna manera causo que se enriquezcan las estrategias de control que van dirigidas

a reprimir el ejercicio de la “prostitución”. “(Reflexionando sobre el sexo: notas para una

teoría radical de la sexualidad”) “(Gayle, 1989, Pag 160-170)”.

Por otro lado, tendiente a lo expresado por Preciado (2008), en cuanto al termino

“prosex” se reconocían como trabajadoras/es sexuales, putas, travestis,

sadomasoquistas, etc; se desarrolla una actividad donde pretende ubicar la actividad

sexual a cambio de remuneración como labor; precisamente este movimiento se

encontraba respaldado por las autoras y activistas como lo fueron Carole Vance (1989),

Annie Spronkle (1998) y Gayle Rubin.

En otro sentido la postura “pro-sex” abordó el “trabajo sexual” con el fin de

establecerla como como una actividad meramente LABORAL, definiéndola como un

servicio de carácter sexual a cambio de una remuneración, lo que ya establece una

posición más teórica respecto a la “prostitución” conllevándola a adoptar el termino de

“comercio sexual”. Esta idea también establece que el comercio sexual no debe

observarse ni tenerse en cuenta como una actividad de explotación; por lo que se debe

diferenciar de forma general a la hora de formular políticas públicas y de regulaciones

respecto al tema. “(Todas las caperucitas rojas se vuelven lobos en la práctica

pospornografica)” “(Nancy Prada, 2011, Pag 133)”.

La anterior idea se deriva a consecuencia de la protección de los derechos de las

trabajadoras/res sexuales, el cual debe de presentarse bajo un marco de diferencia a las

demás actividades laborales, dando así protección a los derechos de las víctimas de los

delitos como la trata y el tráfico de personas con el fin de explotar sexualmente a las

víctimas, promoviendo iniciativas para abordar el tema con un carácter definitivo con

afinidad a cada situación. “(Todas las caperucitas rojas se vuelven lobos en la práctica

pospornografica)” “(Nancy Prada, 2011, Pag 133)”.


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Ahora bien, entrando a buscar determinaciones constitucionales hemos podido

determinar que al tener constitucional del artículo 209, el cual brinda instrucciones

respecto de la Función Administrativa; encontramos que las autoridades administrativas

descentralizadas deben desarrollar iniciativas que deben de ir guiadas al servicio de los

intereses generales, en los que se debe desarrollar con base en los principios de

igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad. De esto,

concluimos que con el tema en relación, es de total obligación estatal conocer de las

alternativas que se deben ejecutar con el fin de abordar soluciones efectivas,

encontramos que la administración pública es la total responsable de adoptar tales

medidas, medidas que se podrían adoptar por medio de una política pública; que de igual

manera este ceñida a los principios establecidos en el Artículo 3º de la Ley 1437 de 2011,

que a diferencia de la carta magna, establece los siguientes principios: Buena fe,

Participación, Transparencia y Coordinación; lo cual enriquece más la idea de que son

los mismos organismos estatales quienes deben procurar por el bienestar de quienes

ejercen la “prostitución” con el fin de que se les reconozca sus derechos laborales, y

medianamente se les brinden garantías de subsistencia.

• Antecedentes del problema:

Encontramos particularmente que, en la ciudad de Armenia, la fluencia en de las

actividades sexuales pagadas toma relevancia a la hora de analizar los latos indicies de

desempleo en esta ciudad; por otro lado, también se debe tener en cuenta la alta

circulación de hombres y mujeres emigrantes, lo que provoca de igual manera un

aumento en altas proporciones.

Cabe resaltar que la problemática no gira únicamente en el entorno al pago

respectivo, sino a la proliferación de enfermedades ETS, lo que a lo largo del tiempo se

ha venido convirtiendo en una problemática para el municipio de a la alta importancia, al


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punto que Armenia, a pesar de ser uno de los municipios mas pequeños ocupa uno de

los primeros lugares en afectación y proliferación de este tipo de enfermedades.

En este mismo y de forma consecuente encontramos también la afluencia de

mujeres menores de edad ejerciendo esta actividad, lo que se podría traducir en forma

consecuente el total abandono de las entidades del estado, ya que como lo establecen los

estatutos jurídicos, esta rotundamente prohibido estas practicas en menores de edad.

• Formulación del problema:

¿Cuáles serían los impactos y consecuencias laborales al legalizarse las


actividades sexuales pagadas en Armenia?

¿Cuáles serían los impactos desde la perspectiva social si se legalizan las

actividades sexuales pagadas?

¿Qué efectos a futuro se podrían derivar si las actividades sexuales pagadas, ni

fueran reguladas ni legalizadas?


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• Justificación:

Las investigaciones realizadas sobre el concepto de prostitución tienen dos

dimensiones. Por un lado, pertenece a la esfera social porque se remonta a la forma en que se

forman las relaciones sociales en la sociedad. Por otro lado, se presenta desde una perspectiva

jurídica porque su propósito es indagar elementos del derecho, como el análisis e impacto de la

Ley de la Corte Constitucional de Colombia; esto con el fin de propiciar y fortalecer entornos

para que desarrollen sus actives de forma adecuada, en el sentido de garantizar un desarrollo

digno de esta labor, siempre y cuando se adecue una regulación social respectiva al tema de

discusión. Ya adentrándonos a un aspecto pleno laboral, propendemos adecuar a las

actividades sexuales pagadas a los parámetros de la legalidad de la, desde los códigos,

doctrina y jurisprudencia laboral, para así lograr una determinada dignidad apacible desde lo

establecido en las normas del territorio nacional; ahora bien, queremos traer a colación los

aspectos mediáticos en seguridad social para la población que practica esta serie de

actividades sexuales, ya que esencia la doctrina y codificación normativa en el área de la

seguridad social, siempre procura guiar sus ideales hacia una labor “digna” de forma mediática.

Cuando hasta la actualidad, las actividades sexuales pagadas, aun no se han determinado

como una labor que representa dignidad.

• Justificación Temática:

El propósito principal del trabajo que se presenta a continuación es examinar el impacto

de definir la prostitución como prostitución en el sistema legal colombiano. Si el concepto de

proteger a las personas que utilizan el sexo como una forma de obtener dinero. Por lo tanto,

tiene sentido desde un punto de vista social, ya que está claro qué condiciones tienen las

personas para tener relaciones sexuales como una forma de trabajo, y si el concepto incluye
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sus intereses como entidades, ya sea que se encuentren o no en un estado socialmente

beneficioso. En otras palabras, existe una configuración jurídica que determina el entorno

social. Por lo tanto, es importante estudiar la legislación social para mostrar cómo los define y

cómo se relaciona esta población con el perfil normativo. En este sentido, el objetivo del

proyecto gira en torno al desarrollo y comprensión de aspectos fundamentales de los

fenómenos sociales.

• Justificación Jurídica:

Los estudios jurídicos son fundamentales para el desarrollo de las leyes porque reflejan

el concepto de elección del legislador, en este caso el derecho de la Corte Constitucional

respecto del desarrollo y configuración de los fenómenos.

Esta pregunta reflexiva contribuye a la equidad de la consideración conceptual y abre

nuevas herramientas para comprender lo que se cuestiona. Esta es la base legal de este

trabajo de investigación.

En cuanto a la base de la contextualización laboral constitucional, encontramos que a lo

largo del tiempo la corte constitucional ha venido dando una alta importancia a lo acontecido en

cuento al reconocimiento de derecho LABORALES, en cuanto a la existencia de elementos

sustanciales en el área laboral; lo que quiere decir que ya en la práctica plena, de algún modo

se podría ir dando una breve legalidad en la primacía de lo que son los derechos laborales.

De esta manera dándose esta despectiva de la legalidad por parte de la corte

constitucional, ya podríamos entrar a considerar que en lo coexiste en el de seguridad social,

de DEBERIAN de tomar medidas de diferenciales para acatar la legalidad promulgada por la


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Corte, lo que implicaría después de dicha legalidad reconocida, y por mediada tutelar, se podría

legalizar no solo en el territorio local de Armenia, sino en el territorio nacional.

• Objetivo general

Contribuir a la implementación de estrategias políticas, culturales, sociales y

económicas que limitan el desarrollo efectivo de derechos generales y laborales de las

personas que realizan actividades sexuales pagadas en la ciudad de Armenia.

• Objetivos específicos

1. Analizar y proponer una estrategia institucional que procure por el

reconocimiento, garantía y restitución de los derechos laborales de las personas que realizan

actividades sexuales pagadas, enriquecer sus capacidades individuales y colectivas desde los

enfoques de género y diferencial.

2. Analizar y proponer más condiciones para la seguridad humana de las personas

que realizan actividades sexuales pagadas.

3. Considerar y dar a conocer los diferentes tipos de discriminación y


estigmatización que afectan el bienestar de las personas que realizan actividades sexuales
pagadas.

4. Analizar y solicitar la creación de una institucionalidad para la protección integral

de los derechos de las personas que realizan actividades sexuales pagadas.


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• MARCO DE REFERENCIA

- ANTECEDENTES O ESTUDIOS PREVIOS- ESTADO DEL ARTE

- CONTEXTO INTERNACIONAL

En materia internacional se encuentran múltiples estudios en diferentes países que se han

pronunciado frente al comercio sexual y a las actividades sexuales pagadas, primeramente en

una importante tesis de la universidad de chile se habla de la falta de protección y

vulneraciones constantes en el servicio de las actividades sexuales pagadas.

A continuación, presentamos una reafirmación de los estatutos y la postura nacional de cada

país contra el tráfico sexual.

También se conceptualiza la prostitución, así como el sistema normativo, la relación del

derecho internacional y su pronunciamiento del comercio sexual, el derecho regional, la

regulación empírica y comparada, y finalmente la regulación y jurisprudencia del comercio

sexual en un país como Chile.

Seguido de diferentes estudios antropológicos realizados por la Universidad Rovira i Virgili de

Tarragona, España alrededor de todo lo que es la prostitución como actividad sexualiza pagada

no sólo en España sino también alrededor del mundo, en este, se analiza qué significado tiene

la relación cuerpo – sexualidad con la actividad sexual pagada (prostitución) y plantea un tipo

de esquema; “El cuerpo como fuente de producción, el cuerpo como fuente de delito y el

cuerpo como víctima y verdugo”.


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- CONTEXTO NACIONAL

En este sentido estudiamos la revista CES PSICOLOGÍA de la Universidad CES de Medellín en

el que se hace una caracterización detallada de los derechos y de la regulación laboral para

quienes ejercen este tipo de actividades, mientras tanto, la universidad Católica en su facultad

de derecho realiza un estudio de los derechos que en materia laboral estas personas debería

tener y la estigmatización que sufren aquellas personas que ejercen las actividades sexuales

pagadas, en el que se menciona que si Colombia es un estado social de derecho, es decir, un

país libre, no deberían existir este tipo de tabúes que lo único que hacen es menospreciar y

desmeritar la labor de las trabajadoras sexuales como mujeres dueñas de su propio cuerpo.

- CONTEXTO LOCAL (DEPARTAMENTO DEL QUINDIO)

En el departamento del Quindío encontramos muy pocas o casi nulas investigaciones en el

tema del comercio sexual y la actividad sexual pagadas, únicamente una política pública para

un margen de tiempo 2015 – 2025 denominada “EQUIDAD DE GÉNERO” que tiene como

objetivo principal garantizar la equidad de género, los derechos de las mujeres que habitan en

el territorio departamental, eliminando de esta manera tratos injustos, subordinación,

discriminación y exclusión y en caso particular para las mujeres que ejercen el comercio sexual

hace referencia a otorgarles una protección especial a las mujeres que ejerzan la prostitución

quienes deben poseer el goce de cada uno de sus derechos y libertades otorgadas por la

constitución política de 1991 donde se habla de garantizar el oportuno y eficaz acceso de todas

las mujeres a los bienes y servicios que se señalen como necesarios o vitales.
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• Normas y convenios internacionales, Constitución política Leyes, Decretos,


etc.

Si bien las discusiones descritas han sufrido algunas transformaciones, las tensiones continúan

vigentes en los discursos, las prácticas, la reglamentación legal y judicial y la producción teórica

sobre trabajo sexual, prostitución, violencia contra las mujeres, esclavitud, etc. (Lamas, 2016).

Así, en los últimos tiempos el problema social se ha enfocado en torno a si la oferta y

prestación de servicios sexuales puede o no ser considerada un trabajo y las implicaciones de

esa decisión, pues cada una de esas posturas trae un enfoque de regulación e intervención

estatal diferente. Por esta parte inspiró los enfoques actuales del abordaje de las actividades

sexuales pagadas: abolicionismo, prohibicionismo, reglamentación y legalización; donde sus

características y diferencias se explican en el siguiente aparte:

Se toman posturas políticas y académicas a favor o en contra de las actividades sexuales

pagadas, las cuales, además, disponen una serie de estrategias estatales distintas en cada

caso, estas son: abolicionismo, prohibicionismo, reglamentación y legalización.

La reglamentación que se basa en el modelo asumido por la mayoría de países de

Latinoamérica y Centro América prioriza el poder establecer parámetros sanitarios, la

delimitación de los espacios y horarios en los que es posible el ofrecimiento de servicios

sexuales y la regulación de los derechos y deberes de sus ofertantes. El prohibicionismo busca

sancionar a todos los agentes inscritos en la oferta y demanda de tales servicios.

El abolicionismo pretende proteger a quienes realizan compra venta de sexo voluntariamente y

penalizar la explotación sexual y laboral. El modelo legalista, deudor de los feminismos


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“prosex”, defiende el ejercicio como un trabajo que debe enmarcarse en la regulación

correspondiente a los derechos y libertades laborales. (López, 2015, p, 19).

Es decir, el modelo prohibicionista se ha traducido en reglamentaciones que, en defensa de la

moral pública, sancionan la prostitución -incluyendo la que se ejerce de manera voluntaria-, así

como los casos de explotación sexual y a quienes participan en la oferta de servicios sexuales;

mientras los clientes, por regla general, son considerados víctimas (Rey Martínez, Mata Martín,

& Serrano Argüello, 2004).

Por otro lado, el modelo abolicionista reconoce que existe la prostitución, no obstante,

argumenta que es una práctica contraria a la dignidad en especial de las mujeres, por lo que

debe lucharse por su eliminación. Así, en el campo jurídico no se reconoce su existencia con el

objeto de no legitimar su práctica. En este modelo se busca proteger la dignidad de quienes

ejercen la prostitución, de ahí que no se penaliza su ejercicio si no que se persigue la

organización y el funcionamiento de establecimientos relacionados (Rey Martínez, Mata Martín,

& Serrano Argüello, 2004).

De otra parte, el modelo de reglamentación establece que la prostitución es una práctica

indeseada pero inevitable, por lo que su ejercicio debe ser regulado con la mención de los

autores Rey Martínez, Mata Marín y Serrano Argüello de la palabra “cliente” debe entenderse a

lo largo de este texto como “demandante”. El fin de mitigar sus efectos en la salud, el orden

público y las “buenas costumbres”. En este enfoque se reglamenta el uso del suelo para

establecer que la práctica de la prostitución se realice en zonas específicas que permitan su

control. Las regulaciones tienen como efecto la protección del cliente, la prestación de un

servicio de mejor calidad y la garantía del funcionamiento de los establecimientos en los que se
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lleva a cabo esta actividad, sin que se repare en los derechos y la protección de quienes la

ejercen (Rey Martínez, Mata Martín, & Serrano Argüello, 2004).

De manera reciente y como legado de la corriente “pro-sex”, el modelo legalista -también

denominado “laboralista”-, promueve el reconocimiento de la prostitución y de otras actividades

relacionadas como un trabajo, lo que conlleva que su regulación jurídica se desarrolle en el

marco del derecho laboral y de la seguridad social, a partir de principios como la autonomía, la

libertad de las partes, la libertad de elección de profesión u oficio y la necesidad de contar con

prestaciones sociales. Esta corriente desplaza el foco de atención a la garantía de los derechos

de las-os trabajadoras-es sexuales (Rubio Arribas, 2012).

Los pintos de vista descritos, son modelos analíticos del tipo de políticas y reglamentaciones

que se dan sobre la prostitución; sin embargo, sus impactos en la calidad de vida de las

personas que ejercen esta actividad en especial las mujeres aún son difusas. Además, en la

práctica, se generan mayoritariamente acciones, intervenciones y regulaciones mixtas.

Jurisprudencia

• Sentencia C-293 de 2019 Corte Constitucional

En esta sentencia hace referencia a la prelación y fuero de especial protección de una

mujer embarazada; ya que en derivado de sus actividades como dama de compañía

quedo embarazada, como consecuencia de esto, el propietario del establecimiento

decidido eliminar todo vínculo laboral que existiera con esta mujer; posteriormente la

mujer decide accionar por medio de una tutela el reconocimiento de todos sus derechos

laborales, el cual después de varias instancias, la Corte Constitucional, obligó a su

patrono a sobre guardar sus derechos, reintegrándola al establecimiento, NO como


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dama de compañía, sino como una auxiliar de caja o un trabajo que no implicara

características sexuales.

• Sentencia SU062/19

En esta sentencia apreciamos, que por me dio de una orden judicial, un juez ordeno el

desalojo en una casa donde funcionaba una casa de damas de compañía, un grupo de

12 mujeres decidieron demandar por medio de tutela sus derechos fundamentales al

libre desarrollo de la personalidad, y a la libre escogencia laboral, de este modo

después de varias instancias la Corte insto a la alcaldía municipal de ese municipio a

restablecer o otorgar un lugar para que estas mujeres pudieran desarrollar sus

actividades económicas.

• Sentencia T-629/10

En esta sentencia un grupo de mujeres que tienen como sustento económico la

prostitución, entutelan su derecho a la salud ante la alcaldía municipal de su municipio,

después de varias instancias, la corte ordena a la alcaldía a integrarlas al SISBEN, ya

que debe reconocer que su procedencia es de vulnerabilidad.

• Marco Teórico Conceptual

El Protocolo de Palermo para los Estados además de definir el delito de trata de personas,

estipula ciertas recomendaciones y medidas que los Estados deben adoptar con el fin de

tipificar y sancionar el delito dentro de sus territorios a partir de su propia legislación (Orozco

2014, pág. 16). Por consiguiente, constituye una guía efectiva y vinculante en materia de

sanción, teniendo en cuenta que los Estados asumen la obligación de combatir la trata a través
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de la cooperación interestatal (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer

Prostituida 2015, pág. 30).

Sin embargo, en materia de prevención y protección el Protocolo presenta un carácter blando,

considerando que recomienda prestar asistencia a las víctimas en la medida en que sea

necesario y la legislación nacional lo permita (Gallagher 2001, pág. 990). En efecto, se observa

un carácter optativo en las disposiciones de protección que perjudica los procesos de denuncia,

reparación de daño de las víctimas, e identificación de factores potenciales que facilitan la

comisión del delito (Gallagher 2001, pág. 993-995).

Así mismo, el Protocolo penaliza toda tentativa de aprovechar la vulnerabilidad de las personas

para encaminarlas a cualquier modalidad de explotación. Es decir, sanciona a los autores

materiales e intelectuales de la trata de personas (Orozco 2014, pág. 36). Lo anterior se

encuentra consignado en el Artículo 5°, el cual señala que:

Cada Estado Parte adoptará asimismo las medidas legislativas y de otra índole que sean

necesarias para tipificar como delito: a) Con sujeción a los conceptos básicos de su

ordenamiento jurídico, la tentativa de comisión de un delito tipificado con arreglo al párrafo 1 del

presente artículo; b) La participación como cómplice en la comisión de un delito tipificado con

arreglo al párrafo 1 del presente artículo; y c) La organización o dirección de otras personas

para la comisión de un delito tipificado con arreglo al párrafo 1 del presente artículo (Protocolo

contra la trata de personas 2003, pág.

De este modo en el Marco Legal en Colombia la prostitución no es ilegal, y está penalizada,

como se admite en la sentencia T-629 de 2010. Sin embargo, no hay un marco jurídico

específico que proteja los derechos de las personas que ejercen la prostitución voluntariamente

y regule el oficio.
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El Código Penal reconoce como delitos la explotación sexual, el proxenetismo con menores de

edad y la imposición de la prostitución por la fuerza o amenaza. La Ley 1336 de 2009

contempla como delito la explotación sexual y la pornografía con menores de edad y el turismo

sexual. En el 2013 el senador Armando Benedetti (La U) presentó el proyecto de ley 079 que

pretendía reglamentar el ejercicio de la prostitución en Colombia.

El proyecto llegó a primer debate y fue a plenaria en el Congreso, sin embargo, la propuesta no

ha tenido más avances y las críticas, así como los elogios se han alternado en el País. Los

puntos claves del proyecto de ley 079 son:

• Afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud y garantía de todos los

derechos del Código Sustantivo de Trabajo.

• No revictimización, ni violencias verbales o físicas por parte de sus empleadores,

clientes, usuarios y otros trabajadores.

• Ejercicio de la prostitución en las condiciones, sitios, horarios y zonas definidas por el

Plan de Ordenamiento Territorial.

• Trato digno de los clientes a las trabajadoras y abstención, por parte de los clientes, de

contratar a quienes estén siendo víctimas de explotación sexual.

• Vacunas gratuitas contra infecciones de transmisión sexual y actividades de promoción

y prevención de enfermedades.

Ahora bien, en los Artículos 6°, 7° y 8° el Protocolo enumera las medidas necesarias para

suministrar protección a las víctimas de la trata de personas. En este sentido, sugiere a los
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Estados integrar a las organizaciones no gubernamentales, fundaciones y diversos sectores de

la sociedad civil en el diseño de estrategias direccionadas a la prevención de la trata de

personas. Lo anterior con el fin de implementar políticas de índole social, política y económica

que permitan contrarrestar esta práctica y evitar que el número de víctimas aumente.

De igual forma, el Protocolo recomienda ofrecer a las víctimas una protección integral tanto

física como psicológica. Conforme a lo anterior, el texto contempla el derecho a la

confidencialidad del caso, a la protección de la identidad y a conocer los procedimientos

judiciales y administrativos a los cuales se verán sujetas. A su vez, deja a voluntad de cada

Estado ofrecer un tratamiento que facilite la recuperación de las víctimas (Protocolo contra la

trata de personas 2003, pág. 3). Al respecto, el Artículo 6° señala:

Cada Estado Parte considerará la posibilidad de aplicar medidas destinadas a prever la

recuperación física, sicológica y social de las víctimas de la trata de personas, y en particular

mediante el suministro de: a) Alojamiento adecuado; b) Asesoramiento e información, en

particular con respecto a sus derechos jurídicos, en un idioma que las víctimas de la trata de

personas puedan comprender; c) Asistencia médica, sicológica y material; y d) Oportunidades

de empleo, educación y capacitación. (Protocolo contra la trata de personas 2003, pág. 3).

Conforme a lo anterior se puede concluir que si bien el Estado colombiano ha manifestado

interés y compromiso en hacer parte de la lucha contra la trata de personas, lo cual se refleja

en la adaptación de los convenios internacionales, en la tipificación y delimitación del delito, en

la conformación del Comité Interinstitucional y en la creación de la respectiva Estrategia

Nacional contra la lucha de trata de personas, existen retos que requieren de mayor atención.

Para 2015, 117 Estados eran signatarios y 169 Estados eran parte del Protocolo de Palermo. Si

bien, estas cifras son significativas, no han sido suficientes para cumplir con los objetivos de

Naciones Unidas (Brusca 2011, pág. 9).


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Al respecto, es preciso señalar que la definición presentada por el Protocolo y el número de

investigaciones y procesos penales que se han llevado a cabo a partir del mismo, es un

verdadero avance, sin embargo, ante el crecimiento del número de víctimas las leyes vigentes

son insuficientes (Brusca 2011, pág. 10).

De acuerdo con declaraciones del asistente del presidente de Belarús, Valentin Rybakov, "El

protocolo no es suficiente para detener el tráfico, y más de un tercio de los Estados miembros

de Naciones Unidas no son parte de él." (Brusca 2011, pág. 14).

Adicionalmente, algunos países aún presentan dificultades en recoger datos sobre la trata de

personas, lo cual interfiere en la aplicación de la legislación internacional (Brusca 2011, pág.

15). Ahora bien, cabe señalar que el enfoque criminal que caracteriza al Protocolo de Palermo y

que ha inspirado la normatividad del derecho interno en los Estados parte, desconoce la

vulneración de los derechos humanos a la que se ven sometidas las víctimas de trata. De

acuerdo con la Fundación Esperanza la trata de personas “degrada al ser humano a la

condición de objeto transable, que se negocia en cadenas mercantiles, se traslada dentro o

fuera del país y luego, en el destino final, es sometida a condiciones de explotación u otros

fines ilegales.” (2002, pág. 13). En este sentido, si bien la trata de personas es un problema de

derechos humanos de gran magnitud, el Protocolo de Palermo está dirigido principalmente a

contrarrestar a los autores del delito (Brusca 2011, pág. 15). Por consiguiente, no existe un

estándar internacional en materia de reparación y el compromiso de prestar asistencia a las

víctimas y velar por los derechos de las mismas se encuentra limitado a la voluntad de cada

Estado (Brusca 2011, pág. 15). De acuerdo con lo anterior, Piotrowicz afirma que “lo que

tenemos en el Protocolo de Palermo es un instrumento destinado a abordar la trata de

personas través de la lucha contra los traficantes, con el reconocimiento limitado de los

derechos de las víctimas, quienes necesitan de protección y asistencia" (Brusca 2011, pág. 15).

De esta manera, surge la necesidad de analizar el delito de trata y la condición de las víctimas
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desde el enfoque de los Derechos Humanos. Colombia ha mostrado avances para judicializar a

las organizaciones dedicadas a este delito, en la medida en que ha ratificado tratados

internacionales en la materia. Sin embargo, la legislación nacional está sustentada en medidas

represivas, y presenta deficiencias en la formulación de programas de prevención y asistencia.

Si bien la población colombiana es altamente vulnerable a la explotación sexual, la política

pública enfocada en la trata de personas desconoce los factores de riesgo y las principales

causas estructurales del delito, como es el caso de la situación de pobreza y de la

discriminación de la mujer.

Lo anterior evidencia la necesidad de promover iniciativas preventivas dirigidas a la asistencia

y protección de las víctimas desde un enfoque humanitario. Al respecto, se requiere que las

personas al mando de los procesos penales relacionados con la trata de personas apliquen los

recursos que brinden mayor protección para las víctimas e impliquen mayor castigo a los

traficantes (Fundación Esperanza 2002, pág. 77).

Como consecuencia, el presente artículo académico invita a la reflexión en torno a la trata de

personas desde una perspectiva más humana, considerando que este delito constituye una

problemática que requiere de una respuesta integral y conjunta, y que no puede verse

condicionada a una perspectiva criminal.

A partir de las condiciones mencionadas y de la idea de las diversas matrices de poder que

están en juego en el fenómeno descrito, se hace necesario hablar de la importancia de

contribuir, tanto desde el ámbito teórico como del jurídico, a una política incluyente con las

personas en alto grado de vulneración, que hacen parte de la explotación sexual. De ahí que

otra inquietud que se debe considerar pertinente plasmar es la importancia de que estos

debates trasciendan hacia la creación o por lo menos el vislumbre conceptual de proyectos de

ley que tengan como objetivo no el servicio a las dinámicas neoliberales sino llenar todos los

vacíos legales que se encuentran dentro de la dinámica de la explotación sexual y que son
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obligación del Estado proteger a las y los integrantes del fenómeno de la colonización del

cuerpo, por medio de la cosificación contractual de corto alcance temporal que es la

prostitución, hoy día bajo vínculos de un contrato sexual que existe de fondo.

Se encuentra entonces una situación problemática como lo es la explotación sexual en

Colombia y los múltiples vacíos legales como los son: - Falta de política pública que proteja a la

población vulnerable que se encuentra inmersa dentro de la dinámica de explotación sexual. -

Contradicciones evidentes que generan vacíos legales dentro de normas penales y

contravenciones que, respectivamente, penalizan la dinámica de explotación sexual hasta con

20 años de prisión por parte de terceros actores y las otras que tratan de regular la actividad,

no solo de las personas en prostitución, sino de los terceros que se lucran de la actividad, como

los son los proxenetas dueños de establecimientos que reciben todo un código de conducta

contravencional, el cual deben seguir para desarrollar la actividad laboral informal (Código de

Policía). - Invisibilizarían por parte de la ciudadanía que reconoce la existencia del problema

pero que exige que sea aislado en una zona determinada por el Estado, para que allí se

desarrolle su dinámica y no dentro de las zonas “respetables” de la ciudad donde vive la gente

decente y con valores que pueden considerarse como humanos o como quienes dentro de una

determinada idea de género y diferencia sexual pueden y tienen derecho a hacer y habitar el

mundo social, y tener derechos correlativos.

La principal conclusión del presente texto atañe al hecho de que la prostitución, como

fenómeno total que es esta, se encuentra atravesada por diversas matrices de poder como la

económica o la de género. A cuanto, a aquella última, se encuadra la prostitución como un

fenómeno que hace parte de una sociedad en la cual existe un contratualismo de fondo en las

relaciones sociales, por el cual el poder patriarcal ha permeado instituciones y porque incluso,

en el ámbito constitucional, se habla de una determinada forma de hombre y mujer y de un

modelo de familia. Otra conclusión tiene ver con el hecho de que el modelo abolicionista no
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necesariamente debe de estigmatizar el problema a las mujeres que ejercen la práctica

descrita. Sino que, al considerar la realidad humana como algo complejo en el cual existen

personas vulnerables, propende por la defensa de la dignidad humana en su sentido más

amplio. El tema que se ha tocado, cabe decir, no es nada fácil, y bien cabe, para finalizar, traer

a colación lo que nos dice Beatriz Gimeno, es decir, que la prostitución:

Tiene que ver con la ética, con la moral, en la medida en que tiene que ver con las

relaciones humanas; tiene que ver con la sexualidad y con lo que las distintas

sociedades han pensado acerca del sexo: con sus miedos, sus tabúes, sus mentiras y

sus verdades; tiene que ver con la construcción social del deseo e incluso del amor;

tiene también que ver con uno de los fenómenos sociales y políticos más complejos que

existen: las migraciones globales y las migraciones femeninas particularmente, con los

nuevos miedos y tabúes que estas migraciones genera en los países de destino. La

prostitución tiene que ver, desde luego, con el patriarcado y su distribución de roles

sociales y sexuales, y, de acuerdo con esto, con la desigual distribución de poder y

renta entre hombres y mujeres, de renta material, pero también de renta simbólica

(Gimeno, 2012, p. 19).

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22
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