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El sufragio

Es la base de la organización del poder en el Estado. Consiste en el derecho público


de naturaleza política que tienen los ciudadanos de participar en el Poder como
electores y elegidos, es decir, el derecho a formar parte del cuerpo electoral y, a través
de éste, en la organización del Poder.
El sufragio, en cuanto a su función electoral, tiene por finalidad la selección y
nominación de las personas que han de ejercer el poder en el Estado. Otra finalidad es
la función de participación, menos generalizada que la función electoral, que está
vinculada a las formas semidirectas de democracia.
En cuanto a su naturaleza jurídica es un derecho público subjetivo de naturaleza
política (Carlos Fayt), aunque hay distintas concepciones que lo presentan como un
derecho de los ciudadanos o bien como una función jurídica. Para Joaquín V.
Gonzales reviste tanto el carácter de un derecho, como el de un deber y el de una
función político-jurídica, en tanto que para Rafael Bielsa se trata tanto de un derecho
como de una atribución otorgada por la ley. Entre quienes consideran al sufragio como
una función pública podemos mencionar a Segundo V. Linares Quintana, también
Carlos Sánchez de Viamonte lo caracteriza como un complejo de derechos y deberes,
y Juan A. González Calderon quien lo considera un poder político que fundamenta una
función pública.
La Constitución nacional (art. 37) determina las características que debe asumir el
sufragio: universal, igual, secreto y obligatorio
a) UNIVERSAL. Tienen derecho a sufragar todas las personas habilitadas por ley: Art.
1 del Código Electoral Nacional. Son electores los argentinos nativos y por opción,
desde los dieciséis (16) años de edad, y los argentinos naturalizados, desde los
dieciocho (18) años de edad, que no tengan ninguna de las inhabilitaciones previstas
en esta ley.
Art. 3. -  Quiénes están excluidos. Están excluidos del padrón electoral:

a) Los dementes declarados tales en juicio; 

e) Los condenados por delitos dolosos a pena privativa de la libertad, y, por sentencia
ejecutoriada, por el término de la condena;

f) Los condenados por faltas previstas en las leyes nacionales y provinciales de juegos
prohibidos, por el término de tres años; en el caso de reincidencia, por seis;

g) Los sancionados por la infracción de deserción calificada, por el doble término de la duración
de la sanción;

i) Los declarados rebeldes en causa penal, hasta que cese la rebeldía o se opere la
prescripción:

l) Los inhabilitados según disposiciones de la Ley Orgánica de los Partidos Políticos;

m) Los que en virtud de otras prescripciones legales y reglamentarias quedaren inhabilitados


para el ejercicio de los derechos políticos.

Art. 12. -  Deber de votar. Todo elector tiene el deber de votar en la elección nacional que se
realice en su distrito. Quedan exentos de esa obligación:
a) Los jueces y sus auxiliares que por imperio de esta ley deban asistir a sus oficinas y
mantenerlas abiertas mientras dure el acto comicial;

b) Los que el día de la elección se encuentren a más de quinientos (500) kilómetros del lugar
donde deban votar y justifiquen que el alejamiento obedece a motivos razonables.

c) Los enfermos o imposibilitados por fuerza mayor, suficientemente comprobada, que les
impida asistir al acto.

d) El personal de organismos y empresas de servicios públicos que por razones atinentes a su


cumplimiento deban realizar tareas que le impidan asistir al comicio durante su desarrollo.

b) IGUAL. Cada votante vale un voto. Es una manifestación del principio de igualdad.
c) SECRETO. Significa que elector no está obligado a develar el sentido del voto.
Art. 13.-  Secreto del voto. El elector tiene derecho a guardar el secreto del voto.

Art. 85. - Carácter del voto. El secreto del voto es obligatorio durante todo el desarrollo del acto
electoral. Ningún elector puede comparecer al recinto de la mesa exhibiendo de modo alguno
la boleta del sufragio, ni formulando cualquier manifestación que importe violar tal secreto.

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