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Detrás de la cortina.

Fatima Alvarez

Se enciende un reflector en el escenario y se ve una mujer en medio, con un


micrófono, trae un vestido guindo a abajo de la rodilla.

VOZ-OFF: Muy bien, cuando estés lista.

Aparece un hombre a un lado del escenario, se acerca a ella y los dos están bajo el
reflector.

HOMBRE: Muy bien, ¿estás lista? Como lo ensayamos, te vas a para aqui y vas a
dar lo mejor de ti.

MUJER: ¿Y si no estoy lista?

HOMBRE: Pues te jodes, porque ya estás aquí.

MUJER: Vaya, gracias por los ánimos.

HOMBRE: Vamos estás lista, ensayaste mucho toda la semana… Bueno no toda la
semana pero ensayaste mucho ayer, te vi, estas lista, lo tienes.

MUJER: Muy fácil para ti decirlo, no eres tu al que van a audicionar.

HOMBRE: Has pasado por esto muchas veces, ¿Por qué estás dudando ahora?

MUJER: No se, el día, la canción, tu.

HOMBRE: ¿Yo qué?

MUJER: Pues que estás aquí, ¿Qué haces aquí?

HOMBRE: Tu me trajiste.

MUJER: Me pones nerviosa.

HOMBRE: Vamos, no te preocupes, siempre has salido adelante, este o no este yo.

MUJER: ¿Qué pasa si se me olvida la canción?

HOMBRE: Te la sabes al derecho y al revés.

MUJER: ¿Y si se me sale un gallo?


HOMBRE: Lo haces parte de la canción.

MUJER: ¿Y si se me corta la pista?

HOMBRE: Sigues cantando.

MUJER: ¿Y si me equivoco?

HOMBRE: Sigues cantando como si nada hubiera pasado.

MUJER: Pero, ¿Qué pasa si...

HOMBRE: Ya es suficiente, no te va a pasar nada, ¿Qué tienes?

MUJER: Tengo miedo.

HOMBRE: ¿De qué?

MUJER: De defraudarte, de que no lo haga tan bien como lo piensas, o que no me


elijan y…

HOMBRE: Ay, por eso ni te preocupes, nunca espero nada de ti.

La mujer ríe.

MUJER: Bueno saberlo.

El hombre ríe.

HOMBRE: Vamos, siempre he estado orgulloso de ti, aun si no lo logras, ya llegaste


hasta aquí, y eso es suficiente.

MUJER: No, no para mí, y tampoco para ti y lo sabes.

HOMBRE: Han sido años duros, la pandemia, la muerte del abuelo, nuestra
hermana alejándose de nosotros…

MUJER: Gracias, por traer TODOS los problemas que he pasado en plena
audición,como si no estuviera suficientemente nerviosa.

HOMBRE: Eres tu la que no quiere empezar, te están viendo, te están esperando, y


tu estas aquí pensando en todas las opciones de porqué no vas a triunfar el día de
hoy.
MUJER: Está bien.

HOMBRE: Muy bien, te dejaré aquí y yo estaré detrás de la cortina esperando ¿Ok?

MUJER: Está bien, lo dejaré, me bajaré del escenario y me iré a casa, a empezar
un huerto y tener 10 perros.

HOMBRE: ¡Dios Mio! Ya basta de estupideces, te vas a quedar aquí y vas a cantar.

MUJER: No puedo.

HOMBRE: ¡Claro que puedes! Lo que pasa es que no quieres. Si te bajas, ¿Con
qué dinero vas a mantener a tus 10 perros?

MUJER: Buen punto.

Pausa. El hombre deja de sonreír y se pone serio.

HOMBRE: Tienes que dejarlo ir.

MUJER: No quiero dejarlo ir.

HOMBRE: Tienes que, eso es lo que te pasa, dejalo ir, es duro, lo se, pero te he
visto, puedes lograrlo, solo… (suspira) dejalo ir.

MUJER: ¿Y qué pasará contigo?

HOMBRE: Nada, yo siempre estoy contigo, y lo estaré, aquí o detrás de la cortina,


así que me iré, y te esperare atrás ¿Ok?

MUJER: No, espera, no te vayas, por favor, te necesito.

HOMBRE: No me necesitas, no me has necesitado en estos dos años, y no me


necesitarás en el resto.

MUJER: ¿Tú qué sabes?

HOMBRE: Te conozco, nunca me has necesitado, eres tu la que se empuja hacia


adelante, yo solo he estado para acompañarte.

MUJER: Eres tu el que me metió en esto, tu me empujaste a cantar, bailar, actuar.


Si no estas aquí, no encuentro el punto de seguir en esto.
HOMBRE: Tu no cantabas por mi, tu no actuabas por mi. Actuabas porque te
gustaba, cantabas porque te hacía feliz.

MUJER: Y ahora solo me hace recordarte.

HOMBRE: ¿Y yo no te recuerdo felicidad? Vaya, lo recordaré la próxima vez que te


compre algo de cumpleaños.

La mujer ríe, mientras deja salir un pequeño llanto y una lágrima.

MUJER: Sabes a lo que me refiero, tú eres el motor que me mueve para crear
cosas, si te vas, no podré cantar la canción. Tú fuiste quién me vió bailar primero, mi
primera audición me la pusiste tú, mi primer baile me lo montaste tú, me enseñaste
a cantar, a actuar, si te vas, mi motor se va contigo.

HOMBRE: Es momento de que tu seas el motor que te mueve, ¿Quieres


impresionarme? Canta, prueba que puedes hacerlo sin mi atrás para gritarte o
aplaudirte.

MUJER: Pero…

HOMBRE: No hay peros, eres excelente en lo que haces cuando te lo propones, te


he visto volar, te he visto brillar… Estoy empezando a creer que solo me tienes aquí
para decirte lo buena que eres y levantarte el ego.

La mujer se ríe.

MUJER: Me atrapaste.

HOMBRE: Yo creo en ti, y es momento de que empieces a creer en ti.

MUJER: Pero cuando te vayas…

HOMBRE: Me fui hace dos años…

MUJER: Pero…

HOMBRE: Me fui hace dos años, pero siempre estaré aquí (Señala el corazón de la
mujer) y tu motor siempre estará aquí (Señala el cerebro). Ahora agárrate los
ovarios, dejate de mamadas, y canta, que me estas desesperando.

La mujer vuelve a reír.

MUJER: Extraño esos regaños.


HOMBRE: Y yo te extraño a ti.

MUJER: Yo también te extraño a ti.

HOMBRE: Anda, estás lista, impresionalos, como me impresionaste a mi una vez.

MUJER: Te quiero hermano.

HOMBRE: Y yo a ti, te esperare detrás de la cortina.

MUJER: Adios.

El hombre camina hacia la cortina y lo vemos desaparecer, la mujer lo sigue con la


mirada mientras se limpia una lágrima de su mejilla.

VOZ-OFF: Cuando estés lista.

La mujer voltea hacia enfrente y asiente, comienza a sonar la música de la canción


“Never Enough” de The Greatest Showman.

Oscuro.

HOMBRE: Ves, te dije que lo lograrías.

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